Disclaimer: Los personajes pertenecen a sus respectivos autores, a excepción de aquellos que he añadido para darle seguimiento a la historia.


Nunca Jamás era un lugar tan peligroso como encantador. Humanos que no pertenecían a los salvajes habitaban la isla que nunca existió de igual manera, aquí la gente se ganaba la vida lo mejor que podían mediante pesca, caza y comercio entre pequeñas aldeas aledañas. En total sin contar a los pieles roja, existían tres aldeas humanas, una al oeste más al norte de la roca calavera donde sus aldeanos eran más que hostiles, ni siquiera los pieles rojas eran capaces de entablar una buena relación con este pueblo. Al noreste, más allá de la Tierra de las hadas, se encontraba una aldea que había sido saqueada y torturada por los hombres de Barba Negra cuando este gobernaba, tanto que en esos momentos se encontraba abandonada ya que la mayoría de su población había muerto en manos de los hombres de Barba Negra o habían escapado al sur, donde se encontraba la aldea de donde provenía Leandro. Esa aldea había sido fuente de refugio para algunos fugitivos de aquella aldea ahora abandonada al norte. Algunos otros sobrevivientes del gobernado de aquel terrible pirata, solían vivir esparcidos en toda la isla, llevando en muchos casos una vida nómada tratando de pasar desapercibidos.

En esa aldea se hallaba el puerto donde el Jolly Roger solía amarrar cada que descansaban de Peter Pan, de perseguir a Barba Negra o cuando llegaban desde Tierra Firme, algunos de los fieles hombres al Capitán Garfio tenían lo que podría considerarse "su hogar", justo en esa aldea situada al sureste de Nunca Jamás, cerca del castillo negro.

Leandro había pasado toda su vida en ese puerto desde su nacimiento. Su padre había sido comerciante entre su pueblo y el que se encontraba al norte, durante uno de sus viajes fue raptado y forzado al trabajo durante años en las minas de Barba Negra, dio su vida entera en esas minas hasta el día de su muerte dejando a una viuda de avanzada edad y un hijo quién habría de tomar su lugar en las minas ya que de lo contrario los hombres de Barba Negra asesinarían a su madre. Leandro accedió a cambio de que dejaran en paz a lo único que le quedaba en la vida y a su pueblo natal. Dentro de las minas, el joven Leandro había conocido a James y sus hombres entablando una magnífica amistad y siendo tiempo después rescatado cuando Barba Negra había sido derrotado.

De vez en cuando James visitaba a Leandro y la anciana mujer, y ésta siempre le recibía con los brazos abiertos, siempre en su hogar recibiría cobijo y comida.

Hasta el día del fatídico accidente contra los pieles rojas quienes entraron a la aldea y destruyeron el lugar matando a muchas personas, entre ellas la madre de Leandro.

La casa había estado abandonada al igual que el puerto en general después de la masacre, y poco a poco los sobrevivientes regresaron a su hogar para reconstruir lo que quedaba de sus tierras.
En esos momentos, para la joven y el pirata, ese sitio serviría para ocultares a todos de los peligros que les acechaban junto con sus amigos. Considerado como un pueblo saqueado desde hacía ya bastante tiempo, a nadie se le ocurriría buscarlos en ese sitio.

Dentro de la casa de Leandro, James y Annie se encontraban sentados en un improvisado sofá, les habían prohibido terminantemente hacer movimientos bruscos o permanecer de pie demasiado tiempo ya que ambos seguían sufriendo pequeños mareos. Durante la improvisada cena que lograron en la casa, Zarina explicó que los mareos eran un efecto secundario del polvo al que habían estado expuestos.

-Siento que hayas tenido que vivir aquella pesadilla- dijo el capitán a la castaña mirando como Junior y Truman levantaban una trabe de la casa para evitar que un trozo del techo llegara a caerse desde el exterior, se encontraban solos mientras el resto se encargaba de hacer lo mejor habitable posible la casa, ya que sería su hogar provisional.

-No tienes nada de qué disculparte, Pan nos tomo desprevenidos- contestó Annie mirando con desanimo la desgastada alfombra.

Se quedaron en silencio perdidos en sus pensamientos, Annie debido al mareo decidió recostarse ya que aún sentía que el mundo giraba alrededor de ella.

-En un par de horas parara el efecto, me lo ha dicho Zarina- dijo él cerrando los ojos ya que al igual que la castaña sentía mareo.

-Pero Zarina no ha venido a decirnos nada después de la cena, ella está arriba- contesto Annie recostada sin entender lo que el hombre le decía.

-No es necesario que ella esté a mi lado Annie, somos sus niños perdidos, recuerda que tenemos una conexión muy fuerte con ella.

-¿Estás diciéndome que puedes oírla cuando está lejos de ti?

-Así es ¿Acaso no fue su voz la que escuchamos en mi recuerdo?

- Pero era un recuerdo James, nuestros cuerpos estaban junto a ella, eran nuestras mentes las que estaban lejos de ahí.

-Tu subconsciente y el de ella están fuertemente unidos, da igual si te encuentras lejos o cerca, si necesitas comunicarte con ella, lo harás.

-¿Yo también puedo hacer eso?- pregunto con interés la mujer abriendo los ojos para mirarlo.

-Claro que puedes, eres su niña perdida, ambos lo somos así que podemos, bajo circunstancias específicas.

-¿Qué circunstancias?

-En momentos en el que tu subconsciente tiene gran necesidad de contactarnos. O cuando se lleva un gran entrenamiento mental y sin problema lo logramos en cualquier momento- contesto Zarina detrás de ellos mirándolos con media sonrisa.

Annie se incorporó al escucharla decir eso pero al instante se mareó por el movimiento tan brusco.

-No te levantes tan deprisa o empeorarás el mareo- le reprendió Benton quién entraba en la habitación, junto a él Leandro y Florence entraban y se sentaban en sillas cerca de la ventana- hemos terminado de adecuar las habitaciones del todo, ahora podremos ocupar otras que estaban en mal estado al llegar aquí, descansaremos por turnos para estar alertas en todo momento.

James asintió a la explicación del mayor.

-¿Y porqué no utilizaste esa habilidad para contactarla en tu recuerdo?- le cuestionó Annie regresando a la conversación.

-Lo intenté, pero no dio resultado. No he entrenado mi mente lo suficiente para lograr que la conexión se establezca a mi antojo aún. Además mi mente estaba más preocupada por los hechos que estaban por ocurrir en cualquier momento y tal vez eso impidió que me concentrara lo suficiente.

Annie comprendió entonces los momentos en los que lo había visto sumamente concentrado en las ruinas, no estaba así por el recuerdo, intentaba contactar a Zarina.

-Y también influye que desde la traición la conexión se quebró un poco entre los dos- añadió Zarina.

-¿A qué te refieres?- preguntó Benton evidentemente intrigado por el tema.

-Las emociones influyen mucho, tu estado de ánimo es esencial para lograr una buena conexión, es por eso que James dentro de su recuerdo era incapaz de llamarme, ya que la tensión del sitio le impedía concentrarse.

-Y cuándo él te traicionó, el dolor impidió que tu conexión con él fuera tan fuerte como antes- intentó entender Annie mientras que James miraba hacia la ventana las relucientes estrellas del cielo nocturno y Zarina miraba al suelo con tristeza en sus ojos.

-¿Quieres hablarme de la traición?- preguntó Annie sin darle alternativa de evadir la conversación.

- Si no hay remedio...

Zarina relató la manera en que ella había sido la causante de alterar por primera vez el polvo azul sin ninguna autorización en la tierra de las hadas, y como había abandonado su hogar después de que sus experimentos hubiesen causando estragos. Relató a su niña perdida y al resto de sus espectadores que tiempo después conoció a James , quien recién había escapado de las minas de Barba Negra, solo y herido. Ella le ayudó a encontrar un refugio y alimento, además de curar sus heridas con polvo que ella misma había fabricado.

Ambos hicieron lo que parecía una buena amistad, y juntos idearon un plan para rescatar al resto de su tripulación que aún se encontraba presa. Contó a la castaña como junto a James había llegado a las tierras de Barba Negra que eran tan estériles como un desierto, donde los presos buscaban con impaciencia más polvillo que era llevado a su líder. Esa misma noche, gracias al polvo de ella y las habilidades de él para asesinar, se deshicieron de algunos hombres que resguardaban los navíos de Barba Negra y habían conseguido hurtar uno de buen tamaño.

El Jolly Roger.

En el después de liberar a sus hombres, no sin antes batirse en un arduo duelo con aliados de Barba Negra que les habían descubierto, huyeron hacia tierras más lejanas donde no se les ocurriría buscarles.

Tierra Firme.

Ella quién temerosa de ir a una tierra tan lejana y misteriosa se negó a acompañarles, entregó bastante polvillo para que el Jolly Roger pudiera camuflarse y volar hacia la isla donde ya residía Florence. James y Zarina habían acordado que ella le haría saber cuando hubiera pasado suficiente tiempo en Nunca Jamás como para que Barba Negra y sus hombres emplearan su tiempo ya no en buscarles, para que James y sus hombres se recuperaran y pudieran volver a una venganza segura.

Después de todo, harían pagar a Barba Negra por lo que les había hecho a ellos, a sus fallecidos compañeros y a su gran navío "El Estrella de la Mañana".

-¿Cómo encontrarías a James, sin saber en que lugar de Tierra Firme se encontraba?- cuestionó Annie sin tenerlo muy claro.

-Eso es sencillo- se escuchó la voz de James que seguía mirando hacia el cielo nocturno- cuando un hada elige a un humano, ya sea de Tierra Firme o de Nunca Jamás y lo transporta entre estos dos sitios, se crea un lazo muy poderoso entre dicha hada y el humano. Como Zarina te ha contado, fue ella quien me llevo de regreso a Tierra Firme, a pesar de que toda mi tripulación nos acompañaba, ella sólo me tocó a mi mientras llegábamos a los límites de la famosa isla que nunca existió y el mundo real. Una vez que cruzamos esa línea, Zarina me soltó dejándome ir con mis hombres mientras ella volvía a Nunca Jamás.

-Es decir que Zarina estuvo contigo en Tierra Firme por unos pocos segundos mientras aún te tocaba- añadió Leandro.

-Así es- continuó Zarina- ese toque fue suficiente para atarnos, ese lazo no tiene un nombre definido porque son poquísimos los casos que se han presentado en la tierra de las hadas sobre habitantes que hayan dejado entrar humanos a Nunca Jamás o que los hayan sacado hacia Tierra Firme.

-¿Estas diciendo que han salido habitantes nativos de Nunca Jamás hacia el mundo real?- dijo Florence sorprendida.

-Sí, eso ha ocurrido también, pero como les explico son muy pocos los casos. Un caso conocido por ustedes es el de Campanita, quién trajo consigo a Peter hacia Nunca Jamás ...o a Tierra Firme, no lo sé con exactitud, no sé en que momento se formó el vínculo entre ellos tampoco, ella no me habló mucho sobre eso. Cuando un hada te lleva manteniendo el contacto contigo se forma el vínculo. Pero sólo quienes hemos experimentado eso nos damos el lujo de llamarlos "niños perdidos", los humanos a quienes elegimos se vuelven nuestros niños perdidos al formarse ese vinculo, y nosotros sus hadas.

-Pero aún no me explico el como supiste encontrar a James- mencionó Annie. En ese instante James tomó su mano e hizo que se pusiera de pie junto a él. Annie sin entender lo que hacía lo obedeció.

-Zarina cierra tus ojos- dijo el capitán, Zarina le obedeció. Mientras tanto James llevaba a la castaña de la mano detrás de Leandro quien era el más alejado del hada. Posteriormente James volvió a su sitio y se sentó -dinos en dónde está tu niña perdida.

-Detrás de Leandro- dijo Zarina sorprendiendo casi a todos, Annie alzó una ceja.

-Pudiste escuchar perfectamente mis pasos al dirigirme hacia aquí- dijo con incredulidad la castaña provocando que Zarina sonriera.

-Hagamos este reto más creíble- le dijo James a su hada y esta sonriendo de medio lado tomó un poco de polvo de su bolsillo y lo roció sobre si misma. En un instante Zarina volvía a ser de un tamaño minúsculo y batiendo sus alas se incorporó en el aire.

-Oh vaya- dijo Leandro con asombro al ver esa transformación. Un instante después Zarina salió volando lejos de ellos perdiéndose de vista hacia alguna otra habitación.

-Cierra tus ojos y concéntrate... intenta sentir su presencia, la encontrarás- dijo James desde el sofá mientras que Annie cerraba los ojos.

Intentaba visualizar la figura de su hada y fue cuestión de un segundo para que ella tuviera la corazonada más espectacular de su vida.

Con los ojos cerrados podía percibir la parecencia de Zarina nuevamente, como si estuviera a su lado en ese mismo momento. Giró la cabeza hacia su izquierda y la sintió más lejana que antes, después levanto su cabeza como si mirara el techo...por alguna extraña razón podía sentir su presencia. Zarina estaba revoloteando divertida alrededor de su niña perdida mientras que ésta con ojos cerrados podía seguirla hacia cualquier dirección que ella eligiera. Finalmente Zarina se posicionó frente a la castaña y ésta abrió los ojos en su dirección. Ahí estaba su pequeña hada, podía saber en donde se encontraba incluso con los ojos cerrados.

Ambas sonrieron al encontrar sus miradas.

-¡Increíble!- Mencionó Benton en su lugar con una gran sonrisa -Pudiste seguir todos sus movimientos y ella no hizo ningún solo sonido para delatarse.

-¡Oh santo cielo, eso fue asombroso!- coincidió Florence más que encantada.

Zarina regresó a un tamaño considerable para que ellos pudieran mirarle como antes y tomó las manos de Annie.

-¿Ahora lo ves?- le preguntó

-Totalmente Zarina, no puedo creerlo aún- contesto Annie muy sonriente contagiando a James de su alegría.

-De esa manera Zarina pudo encontrarme, sentir mi presencia y hacia que dirección me encontraba, no tubo más que hacerme sentir la urgencia de ir hacia ella. La hadas pueden transmitir sus sentimientos a sus niños perdidos. De alguna manera cuando ellas necesitan de nosotros o nosotros de ellas, podemos sentirlo, es algo que no logro explicar con claridad- explicó el capitán

-No es algo que pueda demostrarte como lo hice con la localización Annie, ocurre bajo condiciones especificas, de peligro por ejemplo- dijo el hada.

-Zarina había sido testigo de una pelea de los pieles roja y algunas hadas que se les unieron en contra de Barba Negra. Lograron liberar a muchos presos de las minas, muchos otros fueron asesinados por sus hombres y otros más, lo que tenían potencial de ser fieles sirvientes escaparon junto con él. Al saber eso ella me llamó, supe que ella me necesitaba en ese momento, así que con lo que me había enseñado y el poco polvo que aún conservaba, llevé a mis hombres en el Jolly Roger a Nunca Jamás de regreso. Supe localizarla, entonces nos encontramos ahí. Ella explicó lo que había sucedido. Esa fue la ultima vez que se vio a Barba Negra, ni siquiera pude obtener mi venganza.

-¿Y qué paso después?, ¿Qué paso con la traición?- preguntó Annie una vez que sabía la forma en la que se reencontraron.

Zarina miró hacia James y se cruzo de brazos.

-Si James, ¿Cómo fue que casi me asesinan ahogándome después de que yo les conseguí el polvillo azul?, cuéntanos- dijo con evidente sarcasmo hacia el hombre quien se tensó evidentemente. No había escapatoria, no con su más leal hombre, su adorada prima, la mujer con quien tenía una complicada relación y el padre de ésta presentes.

-Cuando las aguas se calmaron sólo tenía dos cosas en mente, encontrar a Leandro a quién había dejado en Nunca Jamás en esta casa junto a su madre después de prometer que regresaría por ellos, y obtener mi venganza contra Barba Negra. Para poder hacerlo necesitaba más poder, y ese poder me lo daba el polvo de hada en sus muchos colores que sólo Zarina sabía preparar. Pero para hacerlo se necesita la fuente vital, el polvillo azul. Así que manipulé la mente de mi hada a consciencia para que lo hurtara, la hice capitana de mi tripulación, hice que se ganara la confianza de mis hombres y viceversa. Conseguí las fórmulas para crear cada variedad de polvillo descubierto por ella y sus efectos. Cuando obtuve lo que necesitaba mi sed de venganza me cegó, necesitaba hacerme de todo el poder necesario para enfrentarme a Barba Negra. Zarina se había negado en ocasiones anteriores a que yo me enfrentase a él, pero yo tenía muy en claro mis objetivos.

-Mi única intensión era tenerte a salvo- dijo Zarina desde su posición con lágrimas en los ojos, hasta el momento nadie se había percatado de que el hada había comenzado a llorar. Florence de inmediato caminó hacia ella y la abrazó, pero Zarina no dejaba de mirar a James con enojo.

-Lo sé.

-Pues no lo parecía James, te dí todo de mi: mi amistad, mi lealtad, mis conocimientos. Renuncié a regresar a mi tierra por ti...¡Por ti, maldito bastardo!- dijo casi gritando siendo detenida por Florence quién no soltaba el abrazo.

-Se que mi vida significa mucho para ti, pero lo único que quería...lo que aún sigo anhelando es mi venganza, la de la memoria de mis hombres caídos y mi navío. Y al ver tu terquedad y saber que la mía es igual de grande no vi otra opción. Tenía que alejarte de mí- contestó el dibujando círculos sobre la tela del sofá con su garfio.

-¿Al punto de casi matarme?

Entonces James la miró.

-Joder Zarina, todo estaba planeado... tus amigas no te dejarían morir porque sí. Son hadas, tienen un sentido de la amistad muy agudo y por mucho que te hubieras mantenido alejada de ellas no habrían dejado que murieras.

Y Zarina sabía que James tenía razón, ni Campanita ni las demás permitirían que alguien muriese si estaba en sus manos evitarlo.

-Sólo te quería fuera de la jugada, a salvo en tus tierras donde nada ni nadie te dañara. Si hubieses ido en búsqueda de él a nuestro lado y le hubiéramos encontrado...si algo te hubiera ocurrido...- James dejo la frase al aire girándose con molestia hacia la ventana.

Annie estaba impresionada por lo que escuchaba, era un momento difícil para ellos dos y se sentía algo fuera de lugar, no sabia si debía decir o hacer algo para mejorar la situación, miró a Leandro y vio la misma emoción en su rostro.

James intentaba calmar sus nervios, había dicho más de lo que le habría gustado reconocer, detestaba mostrarse tan vulnerable frente a otros, sin embargo lo que había contado era toda la verdad, el jamás en su vida había odiado a Zarina y mucho menos había querido verla morir. Era su hada, el ser con el que compartía una maravillosa conexión, la mujer que le había salvado la vida a él y a sus hombres, quien le había instruido sobre Nunca Jamás y sus habitantes. En ella había encontrado auxilio al salir medio muerto de las minas de Barba Negra, había recibido cuidados en su recuperación y sobretodo ayuda al volver por sus hombres.

-¿En qué jodida cabeza cabría la idea de que quise asesinarte a consciencia de todo lo que hemos compartido Zarina?- dijo él un poco más calmo sin dejar de mirar el mar desde la ventana bajando el volumen de su voz.

-Si tan solo hubiese tenido idea...

-De eso se trataba, de que no tuvieras idea alguna- le interrumpió él mirándola y voz calmada.

Zarina miraba afligida al hombre, se notaba que luchaba internamente en si debiera perdonarle o no.

-¿Qué te parece un "lo siento" para aminorar esta pena, James?- dijo Florence llamando la atención de su primo quien le miró y después a su hada. En ese instante Zarina soltó el abrazo de la rubia y se acerco hacia donde él estaba sentado, se arrodillo frente a él y puso sus manos en las rodillas de él sin dejar de mirarle, y él la tomó por los hombros para hablar aún más bajo, casi en un susurró a consciencia de que habían espectadores, de que detestaba sentirse tan vulnerable y de que necesitaba terminar con aquello cuanto antes.

-Siento haberte hecho sufrir de esa manera, siento haberte hecho pasar por mucha angustia. Pero no siento en absoluto el querer alejarte del peligro inminente. No me arrepiento de haberte alejado cuando fui en busca de él y me tuve que batir en duelo con varios de sus hombres a pesar de no conseguir acercarme a él siquiera. Jamás me habría perdonado el haberte perdido por ello.

-Ni siquiera me diste oportunidad de pelear por ti y tu causa...nuestra causa James- dijo Zarina llorando.

-Mi guerra es mía pequeña, maldita seas por no entender lo importante que eres para mi.

Florence sonrió al escuchar decir algo tan enternecedor, su primo, el pirata más temido dando muestras de afecto públicas, Leandro guardaba silencio absoluto mirando con respeto la escena. Mientras que Benton se acercaba a abrazar a su hija sin dejar de contemplar la escena, Annie sonreía sin creer que ese fiero hombre mostrara sus sentimiento al fin.

-Maldito seas tu por no entender que estamos en esto juntos, hasta la muerte- contestó Zarina con media sonrisa y lagrimas corriendo en sus mejillas a lo que el pirata secó con su mano izquierda cada una de ellas.

Habían pasado dos días en la aldea, algunos lugareños les ayudaban a encontrar provisiones y entre voces les informaban a los piratas lo que ocurría en la isla. Se decía que Peter Pan había tomado preso a un niño de tierra firme con la viva intención de dar con James Garfio y una mujer que le acompañaba procedente de Tierra Firme, pocos sabían que Annie era esa mujer.
Se contaba que Pan estaba junto a los pieles rojas, ya que era en su fortaleza donde tenían cautivo al niño.
Alguno que otro rumor decía que el mismísimo Barba Negra frecuentaba ese sitio y que al ser así, tanto los pieles rojas como Pan estarían de lado de Barba Negra. Se especulaba que algo terrible estaba por suceder en algún momento.

Leandro sugirió a James el ir a enfrentar a Pan, sin embargo Salvo y Junior estuvieron de acuerdo en que estándo en territorio enemigo tendrían una desventaja descomunal, además de suponer que los hombres de Barba Negra se unirían a los pieles roja en combate superándolos en número. Necesitarían a toda costa encontrar más gente que se les uniera o sería sin dudarlo una batalla perdida.

Durante una semana hicieron expediciones para platicar con gente que tenía sus hogares esparcidos por los territorios entre la aldea que habitaban y la tierra de las hadas recordándoles que era gracias a Barba Negra que habían sido privados de su libertad, y que aunque hacia algún tiempo que no se tenían noticias de él, la libertad de la que ahora gozaban era efímera, ya que los hombres de James estaban convencidos de que él regresaría con su ejército y entonces las represalias contra los aldeanos que escaparon de las minas y aquellos que vivían en otras y no tenían nada que ver con el asunto serían terribles.

-Tenemos a todos los hombres de esta aldea dispuestos a pelear de nuestro lado- alentó Zarina cuando estaban todos reunidos en la mesa de la casa de Leandro.

-Y aún así no somos suficientes para enfrentarnos a ellos Zarina- contesto Junior con desgana desde su sitio cuando Smee servía junto con Annie la cena de esa noche.

-No debemos perder la calma- continuó Wendy Darling- recuerden que aún quedan una aldea por visitar.

-Claro, aquella que está entre las tierras de los salvajes y los territorios de las sirenas, siendo las aldea más hostil y renuhente a foraneos- contestó sarcásticamente Salvo en su lugar tomando su cuchara y comenzando a cenar.

-¡Yo quiero ver a las sirenas abuelita!- mencionó con emoción la nieta de Wendy.

-¡Y yo a los salvajes!- dijo su hermano gemelo. Ambos niños eran los hermanos menores de Víctor quien les superaba por dos años.

-Ahora escúchenme bien- dijo Garfio con su característica voz ronca acercándose a los infantes -Si piensan que porque el gran Capitán Garfio de las historias que su abuela cuenta, les ha dado cuartel junto a sus hombres, lo mismo ocurrirá con los demás piratas de la isla están equivocados. Estamos luchando por una causa peligrosa y no todos los piratas se tientan el corazón como nosotros cuando vemos un par de niñatos indefensos.

Wendoline reía encantada al ver la cara de terror de sus nietos.

-Los piratas a los que nos enfrentamos- continuó Salvo con rostro lleno de maldad- no dudarán en enterrarles un pangran afilado entre las costillas y atravesar su corazón.

-Los salvajes...-siguió Truman- los degollarán y pondrán sus cabezas en tótems a las orillas de sus terrenos como advertencia a sus enemigos de lo que les ocurrirá si se les ocurre traspasar sus barreras.

-Y las sirenas...-dijo Junior antes de reír malvadamente- esos seres infernales los undiran en sus aguas y los desmembraran sin permitirles desmayarse antes por la falta de oxígeno...querrán verlos sufrir conscientemente...verlos sentir dolor antes de morir desangrados.

Los niños no volvieron a pensar en aquellos personajes tan alegremente como solían hacerlo en su casa, y parecía que esto a Wendoline le agradaba y que para ella lo más importante era tener a salvo a su familia, y si con eso evitaría que ellos escaparan para vivir alguna aventura divertida, ella estaba más que de acuerdo en que los hombres de James les contaran cuanto creyeran conveniente.

Sin embargo Jane, no compartía la misma opinión que su madre. Desde que habían llegado a nunca jamás, su actitud se había vuelto más violenta, discutía diario con su madre ya que Jane pasaba la mayoría del tiempo visitando la aldea en lugar de permanecer oculta en la casa con sus hijos, Wendoline en repetidas ocasiones le había reprendido por sus acciones tan peligrosas, ya que si algún enemigo llegase a verla en el exterior los salvajes sabrían en donde se escondían, perjudicando la tarea de James y sus hombres de conseguir aliados lo más discretamente posible para no causar sospechas de ningún tipo.

Aún no sabían nada sobre Rachel, pero estaban convencidos que encontrar a Peter Pan los llevaría hacia ella directamente, pero sobretodo a Víctor.

Annie, ante los ojos de Florence y Wendoline quienes compartían largas charlas, era una mujer muy importante en la vida del infante, y con dolor de la señora Darling, era una figura que merecía más amor por parte del niño que su propia madre al ser ella quien desde su nacimiento había estado al pendiente de sus cuidados no sólo como su tutora, si no como amiga y consejera. Era casi como si Annie tomara el rol que por derecho le correspondía a Jane. Un rol que en esos momentos en Nunca Jamás, ella no estaba tomando con seriedad, al irse de la casa a la primera oportunidad, mientras que el resto del grupo tenían por prioridad dar con el paradero de Víctor y rescatarlo.

Jane era un caso especial, no solo por el desinterés evidente hacia sus hijos sino por la manera en la que parecía relacionarse con hombres del lugar.

-No me agrada la manera en la que mira a James- dijo Zarina noches más tarde mientras estaban sentadas en la Toldilla del Jolly Roger mirando hacia el horizonte sobre el mar, el cielo estrellado daba un ambiente pacífico en esa noche, el mar tranquilo y ningún sonido a los alrededores.

-¿Qué?- contestó Annie sin comprender.

-Me refiero a Jane...- continuó el hada - es como si fuera a lanzarse encima de él en cualquier momento...como acechándolo.

Annie miró hacia el horizonte con el ceño algo fruncido sin poder disimular su expresión.

-Se que tú también lo haz notado- insistió Zarina- pero lo que aún no logro entender es porque tú y él no han...consumado sus sentimientos.

-¿Consumado?- repitió Annie con las cejas levantadas mirando a su hada.

-¿Prefieres que que busque una palabra más adecuada y directa?

-Oh no es necesario...

-Porque puedo hacerlo, no es dificíl...

-Zarina...

-Veamos...a los humanos les gustan las palabras obsenas para referirse al acto sexual...

-Basta.

Zarina comenzó a reír descaradamente contagiando a su niña perdida.

-Más te vale darte prisa antes de que Jane se decida por violarlo.

-Si claro, el gran James Garfio violado por una mujer- se burló Annie mirando nuevamente hacia el mar.

-Sabes que cuando una mujer se lo propone, puede hacer hasta lo imposible por un capricho, si el tuyo el James...ya deberías estar planeando algo para que sea todo tuyo.

Annie miró con asombro al hada, no cabía duda de que la vida dentro de la piratería había cambiado su manera de pensar y expresarse, ya que dudaba mucho que sus amigas en la tierra de las hadas hablaran de esos temas con tanta naturalidad como ella.

-¿Y tu capricho Zarina? ¿No crees que también te estas tardando mucho?

-¿De qué hablas?- contestó la alquimista con una ceja levantada.

-De Leandro claro, es completamente obvio...

-¿Cómo te atreves?

-...oh porfavor Zarina, no soy tonta.

Zarina desvió la mirada hacia la aldea, donde se encontraba la casa de Leandro quien en ningún momento a pasear de los maltratos por parte del hada él habia dejado de comportarse con amabilidad y educación frente a Zarina.

-El simplemente es educado, no hay nada entre nosotros.

-Él es educado con todas nosotras Zarina, pero a ti te da un trato especial.

-No puede haber nada especial- menciono ella con mirada triste.

-¿Qué? ¿Porque no? Zarina es avidente la atracción que hay entre ustedes...

-Él es humano Annie, yo soy un hada ¿Qué tipo de enferma relación sería esa?- contestó ella delatando sus sentimientos por fin, sabiendo que era ridículo intentar ocultarlo más.

-Del mismo tipo que lo sería una relación de una mujer de veintiún años con un hombre de más de un centenar de años, pirata...y terriblemente temperamental- contestó Annie con total obviedad.

Zarina miró aterrada a su niña perdida para después desviar la mirada hacia el suelo de la toldilla.

-¿Porqué tanto misterio con eso Zarina? ¿Porque nadie me dice su edad? ¿O la tuya?

-Yo soy un hada Annie, nací mucho tiempo antes de que tú lo hicieras.

-¿Qué tanto?- insistió la castaña.

-Mucho- dijo Zarina sin atreverse a miralra.

-Porfavor, no voy a hecharme a correr al saberlo, se que este lugar detiene el tiempo de una manera maravillosa, no me aterra saber de que epoca vienen todos ustedes, solo quiero entenderlo...

-Annie, no quiero destruír tu percepción de James.

-No vas a destruír nada, solo me dirás la verdad.

-No puedo, no debo.

-¿Porqué?

-Porque se lo prometí.

Después de un momento de silencio, Zarina le comentó que James le había hecho jurar la misma noche de su reconciliación que no diría nada sobre su pasado ni a ella o a su padre. No quería que ellos cambiaran la manera de verlo, o que su amistad se quebrantara por el mismo motivo. Annie no entendía como él podía ser tan tonto y creer que ella o su padre dejarían de confiar en él solo por el hecho de ser mayor.

Annie sabía perfectamente que cuando Wendoline Darling visitó nunca jamás por vez primera, James ya habitaba en ese lugar junto con Peter Pan, lo cual era un hecho intrigante, ya que eso significaba que Pan había nacido mucho tiempo antes que su propio padre incluso, quien era menor que Wendy. Un misterio que aún no estaba resuelto era el momento exacto en el que Pan conoció a Rachel, pero sabiendo que ella y Salvo habían tenido contacto por mucho tiempo, eso sólo significaba que Rachel al igual que James, sus hombres, e incluso Zarina, tenía muchos más años de los que aparentaba.

Y aún después de saber todo esto, Annie no pensaba que James fuera un anciano solo y acabado como él le había contado hacía unos días que Pan le llamaba desde hacia mucho tiempo. Tampoco creía que James fuera un hombre completamente malvado, ella estaba convencida de que era un hombre con un pasado realmente difícil, y que por ello su imperturbable carácter era como era, y a pesar de todo, aún con todos esos matices que teñían el corazón de aquel apuesto pirata, ella no estaba dispuesta a renunciar a él y más que eso, estaba dispuesta a descubrir la verdad sobre el pasado de James, tanto como de que descubriría toda la verdad sobre su propio pasado.

Unos minutos después de que se formara el tenso silencio entre ellas, la voz de Florence llamó la atención de ambas, se dirigieron hacia la cubierta principal donde la encontraron junto a James y Leandro mientras buscaba alrededor. Cuando ella levantó la mirada y las miró con una sonrisa, todo rastro de la agobiante tensión entre ellas desapareció enseguida.

Florence era, de alguna extraña manera, la mejor medicina para las penas. Su sonrisa amable y sus encantadores ojos eran capaces de tocar cualquier corazón.

-Ahí estaban- dijo la rubia haciendo que los piratas miraran hacia ellas -¿Quieren bajar?

-Florence tiene una idea que podemos llevar a cabo en la siguiente aldea- explicó James a las castañas cuando se habían reunido con ellos.

-Verán- comenzó a explicar la rubia - La aldea a la que se dirigirán tiene mucho contacto con los salvajes de estas tierras, por lo cual la tensión en el lugar es enorme no sólo con los salvajes sino con cualquiera que intente traspasar sus barreras.

-¿Cómo lo sabes florence?- preguntó Zarina.

-Bueno, mientras yo espero a mi primo y sus hombres en mi casa no me la paso picandome los ojos todo el tiempo ¿No crees?, durante varios años me di a la tarea de leer libros que ellos me traían de este mundo, cada vez que ellos me visitaban, tenia nuevo material para entretenerme durante su ausencia- dijo ella sonriendo al igual que su primo.

-¿Y qué podemos hacer para que ellos accedan a escucharnos? Ya se intentó entablar conversaciones con ese pueblo en oportunidades anteriores a todo este embrollo y es difícil entrar en razón con su líder- preguntó Leandro

-Tengo una ofrenda para ellos que ayudará impedir que vayan corriendo a avisarles a los salvajes en cuanto los encuentren. Les parecerá ridícula pero verán que servirá enseguida, se trata de una caja musical bañada en oro. Esa aldea en específico es muy avariciosa, su gente se dedica en su mayoría a la minería, y no hay nada que aprecien más que el oro. En esta tierra las cajas musicales no existen, así que es toda una rareza en este mundo un objeto así, sobretodo bañado en oro.

-¿Y de dónde sacaste tal objeto en este lugar?- cuestiono Annie

-Wendy me lo otorgó, es de su nieta, pero ella dice que si ese objeto podría servir con gusto me lo dará. Hace un par de noches ella tocaba la caja junto a su nieta antes de dormirle y fue cuando llamó mi atención, en un instante tuve esa grandiosa idea y aunque creí que ella se opondría a ello, fue totalmente lo contrario. En cuanto le comente mi idea ella me la ofreció encantada.

-¿Y no hay ningún problema con la niña?- dijo James incrédulo.

-Claro que no primo, ya les he dicho que Wendy me la dió sin problema alguno, de haber algún inconveniente no me la hubiera ofrecido jamás.

-De acuerdo, le ofrecemos la caja musical...¿Y luego?- interrogó Zarina

-Les prometerán más riquezas como esas y mejores si se unen a ustedes y salen victoriosos. Yo cuento con bastantes riquezas Zarina, no tengo ningún inconveniente...

-No creas que voy a permitir que regales tus pertenencias solo porque sí- interrumpió James enseguida.

-Si eso ayudará a la victoria estoy dispuesta a darles cuanto tenga James- contestó ella con decisión.

-No voy a permitir que lo único que te queda de tu buena vida se pierda.

-¿Pero de qué buena vida hablas james? Mi buena vida comenzó en el momento en que nos conocimos en alta mar, a tu lado es cuando comenzó mi buena vida.

-Tenias una vida excelente antes de mi llegada, lo tenías todo.

-Te equivocas, ¿De qué me servia la vida en la realeza si mi corazón estaba vacío?

-¿Realeza?- repitió Annie enseguida, y todos se congelaron por un instante.

-Escuchen todos, lo único que diré es que daré mis riquezas a cambio de la ayuda de los pueblos que sean necesarios.

-Florence...¿Eres una noble?- isistió Annie.

-Era, hasta que James me salvo de esa fatídica vida.

-No seas ridicula- contestó el aludido.

-No lo soy, y ahora necesito que vayan por esa caja musical y se preparen para mañana. ¿Zarina esta bien si me acompañas con Wendy para que veas la caja? Apuesto a que nunca has visto una caja musical en tu vida.

-No, no conozco las cajas musicales. Con gusto te acompaño.

-Bien, Leandro cariño ¿Quieres venir?, James no sería mala idea que mostraras a Annie los mapas de la región que visitarán- dijo la rubia mientras se retiraba con Zarina y Leandro.

James comenzó a reír.

-¿Y cómo es que a nosotros no nos lleva para ver la caja?- dijo Annie mirándolos alejarse con un sentimiento de vacío.

-Porque mi prima es tan hermosa como astuta Annie- contestó él caminando hacia su camarote dejando que ella lo siguiera.

-¿Esos mapas nos servirán para volver aquí? Serán de gran ayuda si por accidente tuviésemos que huir y nos perdiéramos en algún enfrentamiento- dijo Annie una vez que estaban dentro.

-Annie no hay ningún mapa de la región a la que iremos. Son territorios peligrosos que jamás hemos tenido la oportunidad de mapear.

-¿Que quieres decir?- preguntó ella después de un momento de silencio en el cual por más que intentó, no encontró lógica a la situación.

-Que mi prima es tan hermosa como astuta- repitió la frase el hombre mirándola directamente.

Annie abrió la boca al entender por fin lo que ocurría y se sonrojó al comprender que Florence había hecho tanto teatro tan solo para conseguir dejarlos solos en el camarote del él.

-¿Qué se supone que quiere que hagamos?- dijo ella divertida mirando por la ventana en busca de la astuta mujer con quien tendría un platica cuando tuviera la oportunidad.

-Supongo que quiere que te haga el amor justo ahora- contesto él caminando hacia su cama y comenzando a quitarse el garfio para dejarlo en un pequeño baul a un costado de su encimera.

El corazón de ella se detuvo al escucharlo decir eso, y con cautela regresó su mirada hacia él.

-¿Y lo harás?- preguntó expectante.

-¿Quieres que lo haga?- dijo él mirandola mientras se quitaba el largo saco y dejandolo sobre una silla.

-Alguien podría venir- dijo ella intentando inútilmente escapar de la situación mirando hacia el gran estante de libros junto a la ventana.

-Nadie vendrá ¿Olvidas que es el camarote del capitán?- aseguró él quitandose las botas y el chaleco.

Annie sabia que si no era esa noche, dificilmente tendrían una nueva oportunidad para estar solos, intentaba decidirse mirando como él se quitaba la camisa comor azul marino que portaba bajo el chaleco dejando al descubierto la prótesis que utilizaba para colocar el garfio.

-¿Quieres ayudarme como aquella noche a quitármela?- dijo el pirata con su característica voz ronca mirándola fijamente. Y Annie avanzó hacia él.

Cuando ella se acercó y puso una mano sobre su hombro para comenzar a quitarle los broches, él la tomó de la cintura y la cargo para recostarla en la cama haciéndole dar un grito de sorpresa y después reír por ello.

-Así es, sornire para mi- dijo él cerca de su rostro para besarla enseguida y ella no se resistió.

-Tengo miedo de lo que pueda ocurrir allá- expresó la castaña cuando se separaron para tomar aire.

-Yo voy a protegerte, tú lo hiciste conmigo en aquel horrible lugar.

-Era solo un recuerdo- le contestó poniendo sus largos cabellos detrás de sus orejas para poder mirarle bien.

-Yo estaba aterrado, no me importa si era un recuerdo o la realidad, solo sé que tú me protegiste hasta el amanecer.

-Me habría encantado haber hecho lo mismo con el joven James que tuvo que ver morir a su amigo aquella noche.

La mirada de James se perdió en la suya, y ella supo que los recuerdos le invadian cuando este frunció el ceño.

-Lo hiciste, yo soy aquel joven, me diste la protección que tanto necesitaba en esos momentos.

-Pero llegué demasiado tarde a tu vida.

-Tu has llegado en el momento que tenías que hacerlo a mi vida, por algo todo esto esta ocurriendo Annie.

-Y quisiera quedarme en ella por mucho tiempo si no te importa.

El rostro de James mostraba contradicción, él la deseaba con todas sus fuerzas de eso no había duda.

-Al igual que con Zarina quiero mantenerte a salvo.

-¿Alejándome de ti?, siento decirte que no te va a funcionar- respondió ella terminando de desabrochar los cierres de la prótesis la cual cayó al piso dejando el dorso del hombre completamente al descubierto.

-Suenas muy convencida- dijo él casi para sí mismo, sabía que la fiera decisión de Annie de saberlo todo de él y de mantenerlo a su lado estaba tomada.

-Soy una neófita en las artes amatorias, no soy capaz de satisfacerte como toda una experta- dijo Annie con una sonrisa contagiando al hombre borrando todo rastro de duda en él.

-Descuida, prometo ser paciente contigo y enseñarte de la mejor manera- respondió él en su oído para después morderlo provocando un delicioso escalofrío en la castaña.


¡Hola!

Vaya vaya vaya, ¿Soy yo o la temperatura comenzó a elevarse de pronto? ;)

Porque ya era justo y necesario, estos dos no podían retardar más lo inevitable.
Sin embargo las cosas se pondrán difíciles, nuestros protagonistas necesitan de aliados para enfrentarse a sus enemigos.
Es un alivio que Leandro aún cuente con la casa en la que solía vivir con sus padres, aunque es una pena el terrible final que tuvieron los mismos. Pero Leandro creció como un joven lleno de buenos valores y leal a las personas que le importan.

Es gracias a él que todos encontraron un refugio y que al parecer Tierra Firme dejo de serlo. Zarina sin duda es afortunada de que alguien como él sea soltero ¿o no? jeje. En definitiva no se que sería de James sin su prima y leales hombres, así como Annie sin Zarina y su padre.
Ellos son los verdaderos afortunados de tener gente leal a su lado dispuesta a darlo todo por ellos.

Creo que era hora de que estos protagonistas dejaran de lado un poco las penas para gozar de las cosas buenas de la vida. ¿No lo creen?

Y mientras llega la próxima actualización, solo tengo una pregunta...¿Quién dijo Lemon?

¡Gracias por leer!