Dado que los vecinos de Meryton enseguida se enteraron que Louis Bennet estaba pagando el alquiler de la casa donde vivía la Sra. Bennet y sus hijas, de la noche a la mañana dejaron de estar enfadados con los 'americanos' como así los llamaban. Igual unas pocas mujeres, entre ellas la Sra. Phillips, afirmaban que eran unos 'desalmados' porque echaron a la pobre Sra. Bennet y sus hijas de Longbourn…, sin embargo, las mujeres más sensatas afirmaban que el Sr. Bennet había sido muy generoso con ellas ya que no tenía obligación de pagar la renta y además era muy difícil tolerar a la Sra. Bennet y a algunas de sus hijas.

De todos, sin lugar a dudas la más afectada fue Mary, ya que la casa no tenía piano y no le gustaban los chismes ni las conversaciones sin sentido de su tía y varias de las vecinas que visitaban a su madre a diario… esto era irónico ya que estaba acostumbrada a escuchar la conversación muchas veces sin sentido de su madre.

Al vivir en el pueblo, la Sra. Phillips iba todos los días a visitar a su hermana y sobrinas, y muchas veces las invitaba a su casa a tomar el té. Lydia y Kitty eran las que estaban más contentas con su nueva situación ya que era mucho más divertido vivir en Meryton que en Longbourn; además había escuchado rumores que en pocas semanas iba a llegar un regimiento de militares al pueblo a pasar el invierno…

PPP

En Longbourn la vida después que se fueron Fanny y sus hijas era mucho más tranquila y armoniosa. John había recuperado su buen humor, y Louis podía descansar mucho mejor sin el constante bullicio y quejas de su cuñada.

El día anterior, Maria había recibido una carta de su hermano con una invitación asistir a la boda de su sobrino. Se iba a casa en un mes, y su hermano quería que se quedaran varias semanas con él y su hija. Después de discutir con Louis las ventajas y desventajas de ir a Londres, llegaron a la conclusión que era una excelente idea que Lizzy fuera. Eran conscientes que a su hija no le interesaba en lo más mínimo ningún caballero de Meryton y los alrededores, y que aún no había olvidado a Paul. Ambos querían que tuviera un nuevo pretendiente, y pudiera dejar atrás por completo su vida en Boston…

Maria al ver que Lizzy estaba muy concentrada leyendo a Mary Wollstonecraft, se acercó con precaución…

"Lizzy, necesito hablar contigo sobre algo muy importante. Te pido, por favor, que me prestes atención."

Lizzy sonrió, cerró el libro y miró a su madre expectante. "Si, mamá. Te escucho."

Maria sonrió, "Ayer recibí carta de mi hermano donde nos invitan a la boda de mi sobrino, que va a ser dentro de un mes en Londres. Quiere que después de la boda nos quedemos en su casa por unas semanas."

"¿Vamos a ir a Londres?"

Maria negó con la cabeza, "Ayer hablé con tu padre y llegamos a la conclusión que nosotros dos no vamos a quedar aquí; pero pensamos que es una buena ocasión para que tu vayas a Londres."

Elizabeth abrió grande los ojos, "¿Por qué piensan eso? Si apenas conozco a mis primos y a mi tío."

"Es cierto que los conoces muy poco, pero me dio la impresión que en las semanas que estuvimos en Londres entablaste amistad con tu prima. De hecho, sé que te escribes con ella."

Lizzy meneó la cabeza – de la misma forma que lo hacía su madre - "Me escribo esporádicamente con Eleonor; no voy a negar que ella es muy simpática, y agradable. Pero, no quiero ir a Londres, quiero quedarme en Longbourn con ustedes. Sé que a papá le queda poco tiempo de vida..."

Maria la interrumpió, "Lizzy, es solo por unas semanas. Tu padre y yo queremos que conozca gente nueva y te diviertas. Además, mi hermano dice que Eleonor está triste porque su hermano se va a vivir a Liverpool después de la boda y le va a hacer mucho bien tu visita."

"¿John va ir a Londres conmigo?" preguntó resignada.

"No, John no quiere ir. Además, aún es muy joven para la vida social de Londres."

"¡Tenemos la misma edad!" exclamó indignada.

"Lizzy, sabes muy bien que no es lo mismo…"

Lizzy resignada aceptó, sabía bien que para los estándares de la sociedad ella tenía edad de casarse, pero su hermano era aún muy joven. En un mes se iba a ir sola a Londres… ¡Era muy injusto!