Notas: Me di cuenta que me faltó postear o por error borré el capítulo 16 de la historia. Ahora quedaron todos los capítulos en orden. Mañana temprano salgo en viaje de trabajo hasta el 2 de diciembre y desde el 4 al 11 me voy a tomar una semana de licencia (sin computadora). Voy a tratar de tratar algun capítulo adicional antes del 4.
PPP
A la mañana siguiente de la conversación con su madre sobre el viaje a Londres, Elizabeth salió muy temprano a cabalgar para despejar su mente. Sabía muy bien que sus padres pensaban que debía conocer caballeros elegibles, y olvidarse por completo de Paul; pero ellos no entendían que no le interesaba en lo más mínimo casarse por varios años ¡ni siquiera era mayor de edad!. Su padre le aseguraba que se sentía bien, y que, con descanso, buena alimentación y una vida tranquila seguramente iba a vivir varios meses más, y que lo hacia feliz si sabía que se estaba divirtiendo en Londres.
Iba muy absorta en sus pensamientos, que no se dio cuenta cuando llegó a la valla límite de la hacienda, y su yegua frenó de golpe. Tuve que agarrarse muy fuerte de ella para no caerse, y se reprochó a si misma en voz alta por su descuido, "Ahhh, ¡soy una torpe! Perdón Minerva, iba muy distraída y no vi la valla."
Levantó la vista y vio que del otro lado de la cerca estaba el Sr. Darcy mirándola intensamente con lo que interpretó era una mirada de censura.
"Buen día, Srta. Bennet. Debe tener más cuidado, y no cabalgar tan rápido tan cerca de la valla perimetral, podía haberse lastimado."
"Buen día, Sr. Darcy. Gracias por el consejo, lo tendré muy en cuenta la próxima vez que salga a cabalgar por aquí." Respondió con sarcasmo.
Darcy la miró detenidamente, estaba muy hermosa, con la piel sonrosada y los ojos muy brillantes por el ejercicio, "¿Cómo estás su familia?"
"Están todos muy bien, gracias." Lizzy se limitó a contestar.
"Me alegro de escuchar eso." Hizo una pausa, "Hace un par de días que estoy por ir a Longbourn a hablar con tu padre y hermano por un problema entre unos inquilinos de Netherfield y de Longbourn por unos corderos. ¿Sabe si pueden recibirme hoy después del almuerzo?"
Lizzy asintió, "Si, mi padre raramente sale de Longbourn, y John con gusto se puede quedar a esperarlo. ¿Podría decirme cual es el problema?"
"Son unos corderos que no estaban marcadas que supuestamente hace unos días pasaron la valla perimetral desde Netherfield a Longbourn."
"¿Está rota la valla?" preguntó curiosa.
"No, estuvo rota solo una noche, y ya la reparamos; supuestamente durante esa noche los corderitos pasaron la valla."
Lizzy suspiró, "Habrá que ver cuál de los dos inquilinos tiene razón. Es un descuido muy grande por parte del propietario no marcar los corderos cuando nacen."
"Estoy de acuerdo con usted, fue un descuido. Pero en defensa del supuesto dueño, nacieron hace muy pocos días." Sonrió, y cambió el tema "Escuché que su yegua se llama Minerva. Me llama la atención que no le puso como nombre Palas Atenea."
"Lo pensé, Sr. Darcy; pero es muy largo ese nombre." Sonrió de mejor humor, "Como me imagino que usted sabe, Minerva es la diosa equivalente romana de Palas Atenea. Diosa de la sabiduría y también de la guerra."
Darcy asintió, "Es una yegua muy bonita, y por lo que vi, también es muy veloz." Agregó con una sonrisa, "también es muy sabia porque optó por no saltar la valla, que como ve, en este lugar es muy alta para ella."
Sonrió, "Tiene razón, Sr. Darcy; fue un descuido de mi parte ya que iba muy distraída." Hizo una pausa, "Se está haciendo tarde; le voy a decir a mi padre y hermano que usted va a ir a Longbourn después del almuerzo."
"Excelente." Con una sonrisa agregó, "si dispone de tiempo y desea, podemos jugar un partido de ajedrez."
"Con mucho gusto, Sr. Darcy. Deseo jugar la revancha." Sonrió, hizo un gesto de saludo con la mano y salió cabalgando rumbo a Longbourn.
Darcy se quedó mirándola hasta que desapareció en un recodo del camino. No sabía exactamente porque, pero se sentía muy atraído por ella..., y no era solo porque era muy bonita. Regresó lentamente a Netherfield donde lo estaban esperando para desayunar. Debía hablar con Bingley sobre Netherfield y los problemas que había, ya que su amigo parecía haber perdido interés en la hacienda, y se descansaba en que el administrador tomaba todas las decisiones y él supervisaba...
