Disclaimer: Twilight le pertenece a Stephenie Meyer, la historia es de Assilem33, la traducción es mía con el debido permiso de la autora.
Disclaimer: Twilight is property of Stephenie Meyer, this story is from Assilem33, I'm just translating with the permission of the author.
Capítulo beteado por Yanina Barboza
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6. Edward Cullen
Harold ronca en el sofá y Henrietta está al final del pasillo con Everly. Se involucró en jugar a las muñecas y en la fiesta del té, pero sé que le encanta prestarle atención a Everly cuando Harold no está cerca para robarle la atención.
Mamá, papá, Alice, Jasper y Effie estarán aquí en un par de horas, así que Bella está en la cocina con Forrest, limpiando los platos del desayuno.
—Mawmaw, más —pide Forrest, golpeando su taza en su silla alta.
—Vas a tener dolor de barriga.
—No, no. Más.
Bella vierte más cereales en su bandeja y luego vuelve al fregadero. Camino detrás de ella y presiono mi frente contra su espalda.
—Oye, ¿viniste a ayudar? Mis dedos están muy arrugados. Harold se negó a lavar un solo plato.
—Está durmiendo en el sofá.
—¡Por supuesto! —resopla, levantando las manos y llenándonos de agua a ella y a mí—. Me va a llevar a una tumba prematura.
—Creo que es al revés.
Ella resopla.
—No soy tan mala. Es muy divertido. Amo al viejo.
—Él también te ama.
Meto la mano en el agua y lavo algunos cubiertos mientras ella descansa contra mí. No es fácil, pero es linda y pequeña frente a mí, y me gusta cómo se siente mi polla apoyada contra su trasero.
Ella enjuaga y yo lavo y cuando terminamos, Forrest está dormido.
—Hm —le digo, frotando mis labios contra su cabello—, creo que podemos tomar una ducha juntos.
—Ya me duché —informa, subiendo las manos por la parte de atrás de mi camisa.
—Te ensuciaré y luego podrás ducharte conmigo.
—Edward —se ríe, deslizando una mano por mis pantalones y calzoncillos para agarrar mi trasero—. Por mucho que quiera ensuciarme contigo, no quiero hacerlo con Harold y Henrietta en nuestra casa.
—Eso apesta, bebé. Tenía un regalo para ti. —Presiono mis caderas contra ella y dejo que lo sienta.
—Apestas —susurra.
—No, tú apestas —le respondo en un susurro.
Ella asiente y se pone de puntillas para darme un buen beso. Podría besarla para siempre, pero ella termina y aprieta mi trasero por última vez antes de dejarme ir.
Maldita sea.
—Ve a la ducha y terminaré aquí. Tu familia llegará pronto. No puedo esperar para darle a Effie sus regalos. Oye, no tenemos música navideña. ¿Qué es Navidad sin música navideña?
—Todavía Navidad.
—Oh, cállate —se ríe y le dice a Alexa que ponga toda la música navideña.
Es una fanática de la Navidad, pero me encanta.
Insisto, par de calenturientos... ¿qué opinan ustedes?
