EL BESO
CAPÍTULO 2: AMOR A DISTANCIA
Tomoyo se encontraba en el balcón de su habitación leyendo un libro. Había salido a tomar el aire por la noche y se había dormido en la hamaca mientras observaba las estrellas y pensaba en todo lo que había sucedido apenas un día antes. El balcón era grandísimo y estaba decorado de múltiples flores que Tomoyo se había dedicado a plantar en el poco tiempo que llevaba viviendo allí. Mientras leía el último párrafo del capítulo escuchó que alguien llamaba al timbre así que se apresuro a bajar a la planta inferior ya que su madre había salido a encargar algunos muebles y estaba sola en casa. Antes de abrir miró por la mirilla percatándose de que se trataba de la esmeralda. Abrió la puerta con una sonrisa que no dejaba de mostrar lo contenta que estaba pero al ver la cara pálida de su amiga no pudo evitar preocuparse.
-Que te pasa? –le preguntó mientras la hacía pasar. Entonces recordó que Mei Ling le había dicho que Sakura estaba enferma. Lo que no sabía era porque había ido a su casa y no se había quedado descansando si se encontraba tan mal.
-Ni preguntes –dijo tosiendo- Ya estoy harta del bruto de Touya. Primero cocinó Dios sabe qué y pasé toda la noche vomitando y cuando me he despertado esta mañana había un ratón al lado de mi cama!
-Un ratón!
-Puedes creértelo? Además estoy resfriada, pero eso ya no tiene nada que ver con él… A no ser que haya hecho algo sin que yo me diese cuenta.
-Que dices… y porque hace todo eso?
-Bueno… creo que yo tampoco me porté muy bien con él… aunque solo eran pequeñas bromas, nada comparado con lo que me ha hecho él a mí. Además se la ha pasado riendo de mi tinte de cabello –mostrando algunos mechones naranja fosforescente- y ha echado a Shaoran de casa dos veces.
-Deberíais dejar esa guerra continua que os traéis… Si se nota que en el fondo Touya te adora.
-Como no, pero todavía no me perdona que le dijese a Nakuru que a él le gustaba.
-Le dijiste eso!
Luego de un silencio Sakura se atrevió a confesar: En realidad… lo dije delante de toda su clase…
-O.OU
-Pero no lo hice con mala fe… pensé que nadie estaba escuchando.
-Ya te vale Sakura…
Estuvieron charlando durante un tiempo más. Ahora estaban sentadas sobre la cama de Tomoyo ya que ella había insistido en que subieran, los muebles del salón todavía no estaban desempacados y era incómodo estar de pie tanto rato. Fue cuando Sakura se dio cuenta de la pequeña rosa roja que descansaba a un lado del escritorio de la amatista. Se levantó para tomarla aunque Tomoyo no sabía que era lo que iba a hacer hasta que no la vio frente a ella con la flor en sus manos. Sus mejillas enrojecieron automáticamente con solo recordar quien se la había regalado.
Sakura la miró con una sonrisa pícara al ver el efecto que había causado en su amiga y pidió una explicación con la mirada.
-Vale, siéntate y prepárate para escucharme. Pero desde ya te digo que no me vas a creer…
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Sentado en la orilla de su cama y con el teléfono inalámbrico en la mano y en la otra un pequeño papel por su mente pasaba la idea de llamarla, pero no sabía que decirle. Tal vez estaba ocupada… y si no le cogía el teléfono? Podría ser que no llevase el móvil encima, pero en el caso de que no contestase su llamada se vería atentado por una duda que no sería acallada por esa idea. Se levantó, caminó unos pasos y volvió a sentarse. Se cogió la cabeza sin saber que decidir hasta que escuchó que alguien gritaba su nombre desde la calle y volvió a levantarse. Se asomó a la ventana.
-Que haces ahí? –le preguntó a su padre sin entender nada. Y porque no llamaba?-
-Ya hace como dos días hijo, en que mundo vives? El timbre no funciona, y el teléfono tampoco, mañana pasaran para arreglar ambas cosas. Ábreme la puerta!
Perfecto! En ese caso… ya no podría llamarla aunque quisiese. Menuda hora para gastar sus bromitas el irónico dios que atentaba sobre su paciencia…
Bajó a abrirle y vio que empezaban a caer las primeras gotas. Solo faltaba que eso! Esperó en casa pacientemente a que parara de llover pero lo único que consiguió es que pasaran las horas y siguiera lloviendo aún más fuerte. Su padre levantó la mirada del periódico al verlo tan inquieto.
-Has quedado con alguien?
-Necesito llamar por teléfono. –contestó simplemente-
-Puedes coger mi móvil. Está escondido tras el retrato donde sales vestido de comunión. –y que hacía el móvil de su padre allí? no preguntó sino que salió corriendo tras gritarle un "gracias" demasiado eufórico. No pasaron ni dos minutos cuando Eriol volvió a aparecer, pero esta vez totalmente deprimido. Su padre lo cuestionó con la mirada.
-Padre! No tienes saldo!
-En serio? –incrédulo- Pues ve a ponerle.
-Como quieres que salga! –se echó en el sofá, escondiendo su cara en el cojín.
Ya no se volvió a hablar del tema.
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Tomoyo bajó rápidamente las escaleras de dos en dos al escuchar la puerta cerrarse. Encontró a su madre en la entrada, quitándose los zapatos y dejándolos a un lado.
-Te ayudo! –le dijo al verla cargada de bolsas-
-Gracias cariño, estoy realmente cansada… -suspiró- Pero ya he encargado los muebles que faltaban, los traerán el Viernes… pero mira que adornos más lindos he comprado.
La amatista sonrió al verla tan emocionada. Luego ambas mujeres se pusieron a hacer la cena. Tomoyo miraba constantemente su celular hasta que, decidiéndose, le dijo a su madre:
-Puedes seguir sin mí? –viendo que ya estaba todo preparado, solo faltaba ponerlo al horno-
-Claro, ve tranquila Tommy…
Tomoyo sonrió y se dirigió a su habitación. Una vez allí abrió una cajita que había sobre su escritorio y del cual sacó un papelito medio doblado.
-Ah! Aquí está. Mira Eriol Hiraguizawa… como te haces de rogar. –marcó el número que allí estaba escrito pero una voz le informó que estaba fuera de servicio. Miró el papel, había dos números: uno era el que acababa de llamar y el otro era de un móvil. Marcó este último con la esperanza de que se lo cogiesen. Tardó un poco pero finalmente recibió una respuesta.
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Minutos antes…
-Padre, tu celular está sonando…
Vio a Clow estirado de igual forma en el otro sofá. Se removió un momento para mirar la lucecita que emanaba pero luego se volvió a girar. Eriol al ver que su padre no pensaba contestar lo hizo él mismo.
-Moshi moshi? –preguntó a desgana. Pero se recuperó de inmediato al reconocer la cálida voz de la amatista- Tomoyo! Que bien que me has llamado, llevo intentándolo toda la tarde pero el teléfono no funciona.
-Pues que bien que lo haya hecho, sino hubiera llegado a pensar que no querías llamarme. –dijo con tono de burla-
-Pensaba llamar desde una cabina… pero está lloviendo.
-En serio? –Tomoyo caminó hasta la ventana donde apartó un poco las cortinas- Aquí no llueve… pero el cielo está oscuro, creo que no tardará mucho… -iba a seguir hablando pero Eriol la interrumpió-
-Te extraño.
La amatista se puso como un tomate de solo escucharlo.
-Que tonto –dijo en un suspiro- apenas nos vimos ayer… -intentando controlar su voz-
-Ah ya veo que tu a mi no… -haciendo un puchero- y yo que estaba tan preocupado…
-Bueeeeeeno, pues a partir de ahora intenta ponerme contenta sino dejaré de quererte! –bromeó-
-Eso si que no. Me dices eso y ahora mismo me escapo a verte.
-Eso estaría difícil pero no hay problema, yo te escondo en el patio con los conejos.
-No me puedo descuidar contigo… -suspiró- mejor dejemos las bromas.
-Si, mejor retírate, ya sabes que voy a ganarte.
-Como no –ladeó la cabeza y descubrió que Clow estaba observándolo con una sonrisa, seguramente estaba escuchándolo todo. "Que cotilla" pensó.- He de dejarte Tomoyo, hay alguien que no saldrá vivo hoy…
-Ah ok! No seas muy cruel con ese "alguien".
-Oh, lo siento pero lo seré, de eso no hay duda.
Tomoyo rió de buena gana y luego se despidieron. Sin embargo cuando la amatista ya iba a presionar el botón de fin de llamada escuchó la voz de Eriol al otro lado, que decía casi como un susurro: "Te quiero".
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Al día siguiente…
-Hola Sakura! –saludó Tomoyo alegremente, la amatista en esos momentos sacaba los libros de su mochila ya que en unos minutos empezarían las clases.
-Tomoyo! –pensé que estabas enferma. Me quedé esperándote en la esquina pero como no llegabas tuve que irme. –y luego añadió- Que ha pasado? Tu nunca llegas tarde…
-Esta noche no he podido dormir, ha sido allá a las cinco que he conseguido conciliar un poco el sueño, me he despertado a un cuarto para que empezaran las clases y me he venido corriendo…
-Y porque no has dormido? Te encontrabas mal?
-Mal? –rió Tomoyo- más bien al contrario! No podía dormir de felicidad!
A Sakura no le dio tiempo a pedirle que le explicase eso ya que la maestra llegó en ese justo instante. Las mesas estaban ordenadas de dos en dos: Sakura y Tomoyo se sentaban juntas; por lo que la esmeralda giraba de vez en cuando a ver a la amatista, pidiéndole con la mirada que se explicase, pero ella seguía con la mirada fija en la pizarra, aunque Sakura apostaba que realmente no estaba viendo nada porque traía una sonrisa de idiota (en el buen sentido de la palabra xD) que era difícil de ocultar.
Más tarde, cuando la clase de japonés terminó, Sakura volvió a insistir pero la amatista solo le respondía con una sonrisa.
-Sakura…
-No vas a decirme?
-Te toca audiovisuales.
-Eh?
-Optativaaaaa –dijo alargando apropósito la palabra, hasta que la esmeralda reaccionó y tuvo que irse echando leches.
Tomoyo había elegido Matemáticas avanzadas… y Sakura, aborreciendo esa asignatura, tuvo que apuntarse ella sola a Audiovisuales que, aunque no fuera una materia que le gustase demasiado, si bien podía disfrutar durante una hora de la compañía de su bien preciado amigo Shaoran Li n.n
-Saquen sus libros por la página 209, Tomoyo Daidouji, sal a la pizarra.
Bien, por una hora podía regresar al mundo de los vivos… al fin y al cabo las matemáticas era su asignatura favorita. Cinco minutos más tarde volvía a sentarse con la felicitación de la maestra que alababa a su mejor alumna, y no para menos, Tomoyo había resuelto el ejercicio sin ningún fallo.
Los días pasaron sin ningún contratiempo, Tomoyo recibía llamadas y mensajes de Eriol diariamente y muchas veces se pasaban la mayor parte de la noche hablando por el Messenger. Un día recibió un mensaje de Eriol, la amatista se encontraba en el instituto, con la suerte de que le tocaba gimnasia y el profesor, más concentrado en ver que todos daban vueltas al patio, no se dio cuenta de que su móvil había sonado. Se escondió detrás de una pared y abrió la bandeja de entrada, donde buscó el mensaje. Este decía:
Hola kari, (q mono él)
Este Sábado mi padre tiene que pasarse por Tomoeda así que podré pasar el día allí. Que te parece? Espero que te venga bien. Anda, muchos besos.
TKM,
Eriol.
Tomoyo sonrió abiertamente y con un violento sonrojo en las mejillas se incorporó de nuevo a sus compañeras, haciendo como si hubiera estado corriendo todo el tiempo. Más tarde le contestó el mensaje. Pero una cosa tenía bien clara y era que, aún cuando un tifón se hubiera presentado ese Sábado, hubiera aceptado gratamente la sugerencia de Eriol.
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Al día siguiente no recibió llamada alguna. Cuando llamó por la noche a su casa el papá de Eriol le explicó que estaba en la cama con fiebre. Le dejó el recado de que se recuperase pronto pero la verdad es que pasó la noche preocupada. El Miércoles por la mañana, cuando ya iba a apagar el móvil para irse al instituto, el oji-azul la llamó y le dijo que ya se sentía mucho mejor y que solo necesitaba reposar un día más y se recuperaría. Tomoyo volvió a llegar a clase con las justas pero esta vez la esmeralda se omitió el detalle por preguntarle porque ya sospechaba que era lo que llevaba a la amatista tan despistada últimamente.
Cuando ya terminaba la mañana Tomoyo se unió a Sakura y Mei Ling y sugirió de ir a por la tarde a las canchas. Ellas no se hicieron mucho de rogar y aceptaron de inmediato. Con todo esto Tomoyo consiguió quitarse todo el estrés que había estado acumulando el día anterior, preocupada como estaba por Eriol. Estuvieron jugando toda la tarde hasta que cayeron rendidas del cansancio.
-Necesito agua! –exclamó Mei Ling corriendo hasta la fuente. Tomoyo también fue, y aprovechó para lavarse las manos, las tenía todas negras de tocar el balón.
-Ya es de noche –dijeron al ver que había oscurecido considerablemente desde que habían empezado a jugar.- Mejor regresamos a casa.
-Oye chicas –empezó a decir la china- Si queréis podéis quedaros esta noche en mi casa, es la que más cerca está y es peligroso ir tan lejos de noche.
Las otras dos estaban dudosas, no sabían si sus padres les dejarían.
-Yo… es que mi madre está ahora en casa sola –comentó Tomoyo algo triste-
-Solo será por hoy. –insistió. Finalmente la amatista dijo que accedería si Sakura lo hacía-
-Bueno, yo…
-Por cierto chicas, comenté que Shaoran se está quedando esta semana en mi casa? Debido a los viajes de Ieran… -con una sonrisa maliciosa-
-Hace tiempo que no saludo a tu madre, no Mei Ling? –comentó la esmeralda con una sonrisa-.
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Era Viernes por la mañana, ese día no tenían instituto debido a razones del centro así que aprovechó para limpiar a conciencia la casa. Se ató el cabello con una pinza y se puso a barrer, primero la cocina, el salón, los dormitorios… y cuando terminó decidió hacerse el desayuno. Ya se había llevado el tazón de cacao a la boca cuando notó vibrar el móvil. Se lo sacó del bolsillo: era un mensaje de Eriol.
Y decía…
Fea
Como que "fea"? Levantó una ceja. Haciéndose la indignada contestó su mensaje con un "idiota"
Al cabo de dos horas, cuando ya estaba comiendo junto a su madre, recibió un segundo mensaje, éste decía "Te quiero".
-Debe haberle afectado mucho la fiebre… -dijo en voz alta sin darse cuenta y con un ligero tono de burla. Su madre levantó la cabeza para observarla-
-De quien hablas? De tu "amiguito" –dijo esto último con una ligera risa-
-Como lo sabes! –exclamó Tomoyo dándose cuenta de que ella ya sabía todo-
-Las madres lo sabemos todo –rió. "y las agendas ayudan mucho… xD"
-"Desde ahora cerraré mi habitación con llave…" pensó la peli-negro. Después se levantó y cogió un par de yogures, pasándole uno a Sonomi.
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CAPÍTULO 2, PARTE 2: NUESTRA PRIMERA CITA
Tomoyo esperaba en la entrada de su casa, en eso vio salir a su madre.
-Tommy, hija, que haces aquí fuera? –observándola: llevaba puesta una blusa azul, con los tirantes que le caían a cada lado de los brazos, y que le llegaba por encima del ombligo. Esto complementaba con una minifalda de color claro y unos largos pendientes que resaltaban sus ojos- Ah… ya se. –sonrió, después se acercó y depositó un beso sobre su frente- Nos vemos…
-Hasta luego mamá…
Tomoyo estaba nerviosa, había estado esperando allí fuera durante una hora. Había salido antes, viéndose incapaz de permanecer un segundo más en casa, pero… todavía faltaba un cuarto para que Eriol llegase.
O eso es lo que pensaba ya que segundos después vio aparecer un coche color granate que paró justo enfrente de ella. De él salió un hombre de unos 35 años, cabellos oscuros y una gran sonrisa, le recordó a Eriol así que supuso que se trataba de su padre, pero no se atrevió a saludarle por si se equivocaba.
Después salió el ojiazul, vestía una polera blanca y unos pantalones claros. Tomoyo se prometió que le preguntaría porque siempre llevaba manga larga con el calor tan insoportable que hacía… Eriol se acercó a ella y los dos sonrieron instintivamente. Pero Clow continuaba mirando y ahora reía por lo bajo. Eriol volteó hacia él.
-Papá!
-Si, si, ya me voy…
El señor Hiraguizawa se subió al vehículo y desapareció en la distancia. Esta vez si, Eriol miró a Tomoyo y depositó un suave beso sobre sus labios, no pudo evitar reparar en el tono rojizo que ahora cubrían sus mejillas.
-Mejor ve acostumbrándote porque voy a darte muchos más hoy –proclamó riendo-
-Idiota!
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-Tienes algo planeado Eriol? –le preguntó Tomoyo cuando vio que la llevaba por un camino en concreto.
-Pues si, tomaremos el autobús y…
-Y?
-Te gustan las atracciones?
-Si me gustan? Me encantan! Pero eso que tiene que ver?
Eriol le sonrió y le indicó con la mirada que revisase su bolso. Tomoyo lo hizo un poco dudosa pero en cuanto lo abrió se dio cuenta de que había algo, y ella no lo había dejado ahí. Lo cogió y vio que eran dos entradas para el parque de atracciones. Estaba sorprendida.
-Como…?
-Entonces… te vienes T-chan?
-Q-que… s-si
-Pues vamos –le tendió la mano, sonriendo, Tomoyo sintió la sangre subírsele a las mejillas pero bajando un poco la vista se acercó a él y le cogió la mano. Ambos sonreían.
-"A los ojos de la gente… pareceremos una pareja?" se preguntó la amatista. Miró de reojo a Eriol, él también la miraba a ella.
Y es que el amor que se reflejaba en sus ojos era tan grande que daba hasta miedo.
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-Donde quieres ir primero?
Tomoyo dudo un segundo pero luego contestó:- A la montaña rusa!
-Si que empiezas fuerte… -rió. Cuando llegaron se dieron cuenta de la larga cola que había para entrar. La amatista suspiró- Si quieres yo voy a por unos helados… -soltó su mano, habían estado unidas en todo momento y ahora, al dejar de sentir el contacto de su piel, Tomoyo sintió que le faltaba algo. Se preguntó como sería capaz algún día de vivir sin él- Espérame aquí…
Cuando ya se había perdido en la distancia Tomoyo volvió su atención a la gente que había a su alrededor. Cerca de ella, a solo unos metros, había una niña pequeña que no había dejado de observarla en todo momento. Tomoyo le devolvió la mirada y le sonrió. La niña se escondió tras su madre en el mismo instante.
-Ey Miina, que te pasa? –su madre la observó escondida tras ella y la obligó a que volviera a la normalidad, aquella niña era tan vergonzosa…
-Ta-tata! –dijo Miina con un hilo de voz. Tomoyo seguía confusa. En ese momento volvió Eriol y le mostró los dos helados.
-Fresa o nata, mi ángel?
-Ahh fresa!
-Pues toma el de nata –la amatista frunció el ceño mientras Eriol no paraba de reír- Tengo mejores planes… -le dijo degustando su helado- Quieres probar el mío?
-Si –le contestó algo picada-
-Pues entonces que tal si lo pruebas… -dio un mordisco al helado y luego se acercó hacia ella, solo los separaban escasos centímetros. Tomoyo sentía su corazón latir pero entonces algo interrumpió la escena.
-TETE! –un pequeño cuerpo se interpuso entre ambos haciendo que Tomoyo cayese hacia atrás y que el pedazo de helado que Eriol tenía en la boca se derramase en el suelo.
Eriol reconoció la pequeña figura que ahora estaba sentada sobre sus piernas.
-M-Miina?
-Tete! –se abrazó a él brincando como la niña pequeña que era-
-Quien es esta niña, Eriol? –preguntó cuando vio que se trataban con tanta familiaridad.
-Es Miina… es mi sobrinita, no digas que no es linda? A que nos parecemos?
Tomoyo rió.
-No sabía que tenías hermanos…
-Es la hija de mi hermana Rika. Ella es mi cuñada –señalando a la mujer que acompañaba a la niña. Tomoyo había pensado en un principio que era la madre de Miina- es Yuiko.
-Encantada. –se saludaron-
-Ella es mi novia –señalando a la amatista quien estaba roja como un tomate al ser presentada como su pareja.
-NOVIA! –la mujer cambió su semblante a uno más que agradable y ahora estrujaba a Tomoyo con miles de abrazos- Que linda es!
Yuiko prácticamente averiguó en unos minutos toda la vida de la amatista. Cuando se despidieron lo hizo más efusivamente de lo normal y hasta invitó a Tomoyo a que fuese un día a su casa a comer.
Eriol vio a la chica sonreír.
-¿Te ha gustado Yuiko?
-Es super maja Eriol, como es tu hermana?
-Rika? Pues… tiene solo un par de años más… pero es muy responsable, aunque se casó a los 16.
-Tan pronto!
-Lo importante es que le va genial… nadie le reprochó nada en su tiempo, Terada es un hombre magnífico y la quiere muchísimo.
-¡Qué romántico! No tienes más hermanos Eriol?
Tardó en contestar pero cuando lo hizo solo fue para decirle que cambiasen de tema.
-¿Quieres ir a algún lugar después? –al ver que, hablando con Yuiko y con Miina, se habían alejado un poco de la cola a la atracción y tendrían que volver al final si querían subirse aún-.
-Podemos ir a dar una vuelta… a que hora te recoge tu padre?
-Tengo que llamarle –y mirando una de las tiendas añadió- Mira que oso más grande! Te gustaría uno?
La amatista se quedó mirando en la misma dirección.
-Si aciertas 5 latas te regalan un peluche pequeño… ¿Qué tienes que hacer para conseguir el grande?
-¿Lo preguntamos?
A la amatista no le dio tiempo a responder ya que Eriol interpretó su silencio como una afirmación. Corrió a alcanzarlo.
-No importa Eriol… no tienes que hacerme ningún regalo…
El puso un dedo sobre sus labios, silenciándola, y cogiéndola por la cintura la acercó a la parada.
-Para conseguir un peluche grande tiene que acertar todas las latas, las 10. Si fallas una sola te dejamos volver a probar. –le dijo el señor-
-Parece muy complicado Eriol… -pero calló ante la determinación del chico quien cogió el rifle y empezó a disparar, antes de que se diese cuenta ya había derribado las diez latas y el hombre del establecimiento ya le entregaba el peluche. Tomoyo lo miró asombrada- ¡Qué puntería!
-Mi padre trabaja en la estación de policía… me enseñó cuando tan solo era un crío.
La amatista miró el peluche: era un enorme oso anaranjado que sostenía entre sus manos un corazoncito que ponía "Ai shiteru". Ambos sonrieron.
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-¡Que tarde se ha hecho! –exclamó la amatista cuando pasaron por el lado del ayuntamiento donde colgaba un gran reloj. Quedaba cerca de su casa.- Ojala pudieras quedarte un rato más…
-A mi también me gustaría… -suspiró- ¿Qué tal si la próxima semana vienes tu a Kyen?
-Claro! Intentaré convencer a mi madre.
-Te acompaño a casa –le dijo tomándola de la mano- lo último que querría es que te sucediera algo… -Tomoyo asintió-
-Gracias…
Durante el camino la amatista le iba contando todo lo que le había pasado desde la competición en Kyen. Le contó sobre sus compañeros, sobre Sakura, sobre la mudanza y sobre el perrito que se quería comprar. Finalmente, al cabo de un tiempo, llegaron. Estaban frente a la casa de Tomoyo cuando, sin previo aviso, Eriol se acercó a ella y la estrechó entre sus brazos. La amatista correspondió al abrazo, se sentía tan cálido…
Cuando se separaron Eriol vio el intenso sonrojo de sus mejillas a lo que sonrió volviendo a aproximarse a ella. Tomoyo cerró los ojos pero los volvió a abrir cuando sintió el suave tacto de él sobre su frente. Se separaron. La amatista sintió que, aún con sus pequeñas muestras de afecto, hacía crecer un intenso mariposeo en el estómago.
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Continuará…
NdKeru: Ahora voy a pasar a contestar reviews, muchas gracias por todos ellos, no creía que este fic tuviera semejante acogida. Espero que los que mandaron review lo continúen haciendo. Solo espero no haber defraudado a nadie… ¡Lo último que quiero es aburriros! Así que si hay algo que no os guste… decídmelo!
Ishari: Tenía planeado actualizar antes (mucho antes) pero también estoy siguiendo otras historias así que no encontraba tiempo para seguir. Gracias x tu review y por decir que el fic es tierno n.n
Basileia Daudojiu: Hola Basi! jaja realmente hay chicos lindos en las competiciones de baloncesto… (tomando nota) pero no te garantizo que sean como Eriol… Aunque si que hay un chico más guapo… en mi instituto… en mi curso… y que va conmigo en la clase de optativa y que estaaaaaaaaaaa……… (desmayo) --.—Keru no pudo seguir con el review… necesita una ambulancia urgentemente…
Daidoji-tomoyo: Hola Dai! Thanks por leer esta historia también y que bueno que te gustó. Por cierto, haber si te animas a hacer un fic, eh! Si te decides me avisas que seguro me lo leo! Saludos!
Caleb de tigrillo: Hola! Que es lo que no entiendes? Dímelo que yo te lo explico. Bueno, te mando un reply, ok? Muchas gracias!
rosh bernal: Hola! Finalmente he actualizado… no tan rápido como yo quería pero aquí está. Espero que sigas mandando review a pesar de la tardanza. Saludos!
Serena: Hola Serena! No te preocupes yo pienso igual… es algo hermoso y que debes compartir con la persona que amas aunque no me veo capaz de escribir algo así… espero que me comprendas… todavía no tengo experiencia en la escritura. Ok? Nos vemos wapa.
Shami: Jaja me dio mucha risa lo de debajo de un puente xD si lo dices de esa forma no parece para nada romántico, pero igual, que bueno que te gustó. Bye!
Naidy: Hola Naidy! Que bien que te gustó! Espero no defraudarte en este segundo capítulo y ojalá mandes más reviews, ok? Byeee
kagura haruno: Gracias por pedir que lo siga! Tenía muchas dudas sobre este fic pero me alegro muchísimo de que me hayan apoyado tanta gente. Espero que sigas leyéndome. Gracias y hasta luego!
Por cierto, he recibido un review que no tiene nick. Creo que es un fallo de fanfiction porque a mi también me ha pasado, no se si es porque tardé mucho en enviar el review o que pasó… A esa persona le doy las gracias por su review!
Estas semanas he estado ausente en fanfiction ya que eran mis exámenes finales y además tenía muchísima presión y he pasado muchas noches en vela. Como comprenderán no tenía cabeza para pensar en otra cosa. He dejado de leer fics, si uno de ellos es el tuyo, ten por seguro que continuaré leyéndolo ahora que ya he terminado con el instituto… solo dadme tiempo. Muchas gracias por su comprensión. Se despide: Keru.
