Devil: Muy buenas a todos, disculpen por la demora.
Tengo un nuevo trabajo y he estado haciendo todo lo posible por ser un adulto responsable.
Les dejo el capitulo en el que he estado trabjando.
Espero escribir otro cap de Danmachi. o si quieren otra cosa dejen su pedido en los reviews
Un pequeño barco volador navegaba con suavidad entre los estratos de nubes que parecían pedazos de algodón estirados dejados a su suerte en el viento que no hacía más que mandarlos a un lado para otro.
La brillante luz de la mañana obligó al capitán y único miembro de la tripulación del navío a buscar algo de sombra bajo la vela que ondeaba levemente con los vientos cambiantes.
Leon Fou Bartfort, relajó su vista hacia las pequeñas islas flotantes en el horizonte, algunas tan pequeñas como su bote y otras tan grandes como un bus, pero de momento ninguna que sea lo suficientemente grande como para desembarcar y tomar un descanso, aunque no es que lo necesite con su objetivo tan cerca.
Tomó un respiro del aire puro antes de bajar su vista al cuaderno en el que estaba garabateando ávidamente con un lápiz. Un compilado de hojas algo amarillentas con un montón de indicadores entre varias secciones, ademas de una cinta de color rojo y una banda elastica para mantener todo junto y seguro.
La escena que se estaba recreando con el grafito del palillo era una que lo había estado atormentando los últimos 10 años de su vida entre sueños y divagaciones, años desde que había reencarnado en este mundo que alguna vez vio como un videojuego.
Ocupando las dos caras del cuaderno abierto de par en par se encontraba el profético final del juego en el que estaba, recreado en grafito.
La humanidad completamente aniquilada con seres titánicos conquistando la tierra
El joven de cabellos negros sopló suavemente su creación para deshacerse de las astillas que podrían teñir el papel fuera de las áreas correctas.
Miró con leve aprensión el dibujo antes de que un viento desde su izquierda moviera las páginas revelando todo lo que estaba en ese compilado de páginas. Un gran conjunto de fórmulas; planos; diseños y palabras clave que a pesar de su título y especialización apenas podía entender.
En un principio parecía que no tenían sentido uno con otro, no fue hasta que comenzó a acumular suficiente de estos que pudo ver con claridad que todo estaba relacionado.
Desde el más pequeño boceto hasta la más intrincada fórmula, estaba relacionada a la energía Foto Atómica.
-Veamos.- Dijo moviendo el señalador del diario a una parte más profunda donde había una especie de línea de tiempo.
Diez años de tiempo pueden hacer mella en la memoria de las personas, por lo que había comenzado desde hace varios años a escribir una aproximación de los eventos que han de ocurrir, tomando como referencia el juego original.
Con ayuda de estas "Banderas" había logrado determinar que tenía 3 años desde el inicio del Instituto en este mundo para detener la conquista del mundo y la aniquilación de la humanidad.
Leon se levantó de su asiento en el bote de aire mirando directamente al frente donde estaría el Warp que lo llevaría a la ubicación secreta con "Objetos perdidos" esperando a ser encontrado. Cerró con fuerza su cuaderno antes de guardarlo entre sus ropas y prepararse para un viaje agitado.
-Aquí vamos… - Comentó al aire antes de adentrarse al lugar exacto, en el momento exacto para ser enviado hacia arriba con una fuerza increíble.
El sonido de su rifle cargado lo llenó de seguridad, viendo cómo la bala mágica estaba en la recámara listo para disparar ante la más mínima señal de enemigos en el área, pero hasta el momento no se había encontrado con ninguno ya sea por suerte o por algo más.
Giró su cabeza hacia atrás dando un minuto de silencio por la destrucción de su bote, haciendo que ahora no tenga más remedio que seguir avanzando ya que no podía volver. Tomó un poco de aire en sus pulmones para serenarse y acercándose a la estructura principal.
Un edificio de principalmente blanco, con algo de vegetación creciendo a través de una de las paredes destruidas pero esta se detenía a poco más de unos centímetros del interior, había algo en el diseño del edificio que le resultaba vagamente familiar que lo estaba inquietando.
Se adentro a través del agujero con rifle en mano, vigilando cada lugar y esquina en caso de un enemigo, pero estaba completamente vacío. No había tampoco señales de vida alguna en toda la isla, ni animal, ni humana.
Lo primero en llamar su atención fue un panel en el centro de la habitación donde se podía ver una pantalla con una serie de letras que cambian de idioma cada diez segundos, pero lo que más le llamó la atención fue que todas estas eran lenguajes que reconocía, desde el español, pasando por el ruso hasta el japonés.
"Eres humano?"
Fue la pregunta que se repetía, una y otra vez en diferentes dialectos. Entrecerró los ojos antes de pasar su mano por el teclado quitando algo del polvo que lo cubría para revelar las denominaciones de cada tecla, dudo un segundo antes de escribir.
"Si"
En el instante que dio a la tecla "Enter" un cilindro metálico salió del techo el cual lanzó una luz roja que rápidamente reconoció como un escáner de interiores, dejo que los rayos rojizos cubran su forma en su totalidad hasta que estos obtuvieron lo que necesitaban. No pasó más de cinco segundos antes de que se detuviera y fuera retraída a su lugar de origen.
La habitación cobró vida llenándose de luz cuando un personal autorizado ingresó a las instalaciones. Justo al lado de donde el escaner salio del techo un nuevo agujero se abrio y de este salio una esfera de color blanco con una lete de color rojo a modo de ojo.
Flotando lentamente hasta quedarse a un metro del suelo, la esfera se acercó a Leon, el cual se mantenía serio.
Esta se iluminó en un rojo más brillante antes de que una voz mecánica comenzara a hablar.
-Saludos, humano. ¿Puedes entender lo que digo?- Preguntó el robot con perfecto japonés.
-Sí.- Respondió el humano en el mismo idioma colocando su rifle en su espalda, algo nervioso porque ha pasado mucho tiempo desde que escuchó su idioma natal.
-¿La humanidad ha prosperado?
La pregunta tomó por sorpresa al joven de cabello oscuro ya que no estaba del todo familiarizado con el lore anterior del mundo del juego original y no recordaba como esta se había modificado desde hace años.
-Podríamos decir que si, posiblemente la que conoces se haya ido. Pero hay humanos aún prosperando en el mundo.
La esfera hizo unos cuantos sonidos que podían interpretarse como pensamiento.
Leon miro al robot con curiosidad, viejos hábitos de su antiguo trabajo afloraron al ver una pieza de tecnología de alta gama que no ha comprendido a fondo. Esta curiosidad le hizo hacer una pregunta que había estado picando desde el fondo de su garganta como si fuese una tos.
-¿Qué es este lugar? ¿Quién te creó? ¿Hace cuánto estás aquí?
La esfera respondió sin ningún tipo de retraso pero la respuesta hizo que un sudor frío bajara por toda la espalda del humano.
-Este es el puesto de avanzada en la órbita Terrestre de la Fortaleza Atómica, fue creado por el Profesor Gennosuke Yumi hace aproximadamente diez mil años.
Los ojos del humano se abrieron con una mezcla de incredulidad y sorpresa antes de que esta se convirtiera en miedo, al reconocer el nombre de su antiguo jefe en esa frase causando que su respiración se vuelva más errática.
sus rodillas se sentían como si fueran de gelatina y retrocedió por instinto de la esfera que se mantenía imperturbable flotando, el humano comenzó a mirar por todos lados de la estructura notando los sutiles pero innegables características en el estilo arquitectónico, todas ellas eran del Laboratorio Atómico en el que trabajo.
Pero eso era imposible, ya que eso significaba…
La esfera notó el aumento repentino del pulso del humano frente suyo así como el colapso mental que acababa de sufrir. Este comenzó a murmurar unas palabras ininteligibles a la cual la máquina solicitó una confirmación
-¿Podría repetir su pregunta?
-¿Qué le pasó al Laboratorio Atómico?
La esfera flotante respondió con brevedad.
-Es información clasificada. Solo el personal autorizado puede…
El robot fue interrumpido ya que el humano golpeó sus puños contra el teclado como si fuera un martillo causando un leve estruendo, sus ojos estaban cubiertos por la sombra que producía su pelo y rápidamente gritó la respuesta a la afirmación escupiendo un poco de saliva.
-SOLICITUD DE ACCESO 001, CODIGO DE PERSONAL 523685
-Procesando…-Dijo el robot.
Por unos momentos la luz roja de su ojo se volvió azul mientras parpadea analizando la solicitud, encontrando dentro de su base de datos un perfil que coincide con el número dado.
-Solicitud de acceso concedida. Bienvenido de vuelta /, ha pasado mucho tiempo desde tu ultimo dia en el laboratorio.
Las palabras del robot eran agradables y casi cálidas, como si no viera a un amigo desde hace mucho tiempo.
Leon cerró el puño no pudiendo evitar su siguiente pregunta con leves toques de desesperación filtrándose en su voz
-¿Qué pasó con el Laboratorio? ¿Dónde está?
La esfera flotante proceso por unos instantes antes de emitir su respuesta haciendo un gesto para que lo siguiera.
-Puedes verlo tú mismo, en 1 minuto desde el exterior del edificio será el momento perfecto para la rotación planetaria.
El humano lo siguió hasta el exterior donde quedaban apenas unos minutos de luz solar, se cubrió los ojos por un instante debido a la diferencia de luminosidad entre el interior y el exterior, pero aun así pudo saber que el robot avanzó un poco más hasta estar justo en frente de él.
-Justo ahora estamos en el momento propicio para que puedas observar.
Al acabar de decir esas palabras fue como si el tiempo se detuviese ya que pudo ver a lo que se refiere el autómata.
Dio unos pasos al frente antes de que sus rodillas cedieron bajo su propio peso, sus ojos se volvieron vidriosos mientras que sus manos lenta y temblorosamente subieron hasta su cabeza donde se aferraron a sus cabellos al punto de que estaba por arrancarlos.
Un desgarrador grito escapó desde el fondo de su garganta cuando contemplaba el cielo nocturno.
-AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH
El cielo, ahora en un profundo oscuro donde las estrellas brillan al igual que la luna, y justo al lado de esta se encontraba un pequeño satélite secundario que aparecía en algunas de las artes del juego.
Y sin embargo, desde su lugar en las alturas y su posición y hora exactas es posible observar una estructura en su superficie…
El Laboratorio de Energía Atómica.
En ese lugar, en ese preciso momento, se dio cuenta de que estaba realmente solo en el mundo. todos a los que una vez conoció, todo lo que una vez conoció estaba destruido hace miles de años.
El era el último humano de una era anterior.
Al cabo de unos instantes una sola pregunta seguía en el aire.
-¿Qué fue lo que ocurrió?...
El autómata ni lento ni presuroso respondió su duda en un tono que sonaba más solemne de lo que hubiera esperado de un robot sin emociones.
-Hace exactamente 9995 años, 8 meses y 15 días… la humanidad fue completamente aniquilada por un enemigo de incomparable poder al cual llamamos, El General Negro de las fuerzas de Mikene.
La mente de Leon comenzó a tener flashbacks de los sucesos del día de su muerte, y lo que la pantalla de su televisor le estaba mostrando en realidad eran fragmentos del futuro de la tierra y su inevitable destino.
La tierra arrasada, fuego cayendo del cielo y los océanos teñidos de rojo golpeando con fuerza las costas repletas de cadáveres.
El humano cerró sus ojos para volver en sí.
-Nosotros…
La voz del robot lo trajo a la realidad una vez más y no pudo evitar mirarlo con una extraña mezcla de emociones en su pecho.
-Lo único que pudimos hacer fue proteger el Último Bastión de la Humanidad llevándolo fuera de la tierra.
Viajar al espacio exterior es algo que todos los niños han soñado al menos una vez gracias a todas las películas de astronautas que se han hecho hasta la fecha.
Algo que al crecer a menudo uno olvida a medida que se sumerge más en la educación y sus respectivos trabajos, llegando a no recordar ese sentimiento de asombro que tenía en la infancia.
Eso es una aproximación a lo que estaba sintiendo León cuando puso su mano contra el grueso cristal de la nave espacial donde se encontraba en estos momentos, siendo pilotada por el Robot.
-Llegaremos a las instalaciones en unos minutos, por favor abróchense el cinturón.
La nave era una unidad pequeña, escondida dentro del hangar interno debajo del puesto de avanzada, apenas para unas 4 personas incluida el piloto.
Leon miro al nombrado en cuestión.
-Oye… ¿Cómo debería llamarte? .- Pregunto a la esfera.
El orbe se alejó del parabrisas para acomodarse más cerca del nuevo usuario a quien estaría asesorando.
-La denominación que desee darme carece de importancia real, puede ser la que quiera.
El humano lo pensó un momento, no queriendo llamarlo de la misma manera en la que estaba en el juego.
-Tu programa… tenía una denominación original?
El robot parpadeó en azul escaneando sus archivos.
-Me crearon como un asistente para el profesor Yuumi, oficialmente no tengo denominación propia…
Dentro de la red de archivos e información de la esfera, este estaba mirando todo lo relacionado a su desarrollo y posibles ramificaciones.
Sin embargo en el momento que llegó a una carpeta en especifico con un nombre muy peculiar en la que entró esperando más archivos de uso estacionario, sin embargo quedó en silencio.
León quedó mirando al robot asistente luego de que éste quedase silenciado en medio de su explicación, pasaron unos minutos antes de que intentase alguna cosa.
-Hola?- Pregunto el humano tocando el autómata cuya luz roja pasó a ser azul por períodos de tiempo intermitentes.
Fue tan lejos como para golpear un poco el mecanismo con la esperanza de poder desatadas lo que sea que esté causando el mal funcionamiento.
-Minerva.
-Eh?
El robot se dio la vuelta quedando frente a frente al humano, ambos mirándose de óptica la óptica.
-Mi nueva denominación es Minerva.
-E-entiendo, Minerva.- Dijo algo inseguro por el repentino cambio de designación.
Recordaba vagamente el nombre que había tenido en el juego, pero con todo lo ocurrido prefería dejarlo así.
Miró nuevamente a la ventana notando que ya habían llegado.
-Por favor, espere unos momentos mientras que las instalaciones ajustan el sistema de ventilación para nivelar el oxígeno en el ambiente.
La nave se acopló a uno de los costados de la instalación, unido gracias a una escotilla que se selló al instante para comenzar el proceso de nivelación de gases dentro del edificio pues según lo que le habían informado estas fueron selladas al vacío.
Al cabo de unos minutos la escotilla finalmente se abrió por sí sola.
Leon tomo un momento antes de suspirar y comenzar a flotar a través de la entrada hacia el lugar que una vez fue su antiguo lugar de trabajo. lo primero en salir fue su cabeza notando los pasillos de paredes blancas e impecables pisos sin ni una sola mota de polvo o suciedad.
Dejó atrás la nave y como pudo se acercó a una de las paredes, donde puso su mano haciendo que un gran sentimiento de nostalgia le inunde en el pecho. Aun podía recordar cuando recibió su correo de confirmación de cuando lo aceptaron en este trabajo, no pudo dormir esa noche y a la mañana siguiente cuando se lo dijo a sus padres no pudo dejar de sonreír.
Su primer día en este lugar, fue algo sacado de ciencia ficción.
Amaba su trabajo aquí.
Esos pasillos ahora yacen en silencio en el frío del espacio, pues sus ocupantes hace mucho tiempo abandonaron las instalaciones en un intento de colonizar la tierra.
Y según los registros, tuvieron éxito.
-¿Qué hay en este lugar que es tan importante, Minerva?- Preguntó el humano a la esfera que se mantuvo callada escaneando los pasillos.
Si bien es cierto que él deseaba venir a este lugar. Fue la robot la que casi lo empujó dentro de la nave con una insistencia aún mayor que la suya propia.
Minerva se quedó mirando un punto fijo de la nada antes de decir.
-Por favor sigueme.
Leon la vio avanzar por el pasillo más rápido de lo que pensó en un instante.
-Hey, esperame.
El humano se acercó a otra pared y tomó impulso flotando justo en medio del pasillo entre el techo y el suelo. miro por la larga ventana lateral el paisaje rocoso de este planetoide donde la gran instalación tenía sede, se preguntaba cuán profundo llegaba la estructura.
Siguió a la esfera por varios pasillos, adentrándose más y más en las instalaciones, siendo que si su memoria no le fallaba estarían muy cerca de aquella compuerta gigante que era visible desde el espacio.
Tomó impulso una vez más viendo a Minerva abriendo la puerta de su destino, se impuso justo en el momento que estas comenzaron a deslizarse a los lados permitiendo la entrada de la IA haciendo que un poco de vapor o gas de algún tipo saliera de entre los espacios.
Las compuertas empezaron a abrirse, emitiendo un sonido chirriante, debido a los muchos años que permanecieron cerradas.
BA-BUMP
Sintiendo que su corazón latía de forma errática, estaba curioso, nervioso, ansioso, e incluso aterrorizado por lo que había tras esas puertas. Las emociones que antes había experimentado apenas entrar en su antiguo lugar aún seguían muy frescas en su mente.
Cuando estuvo a centímetros, tuvo que cubrirse los ojos debido a un destello de luz casi cegadora que emergió del fondo de la habitación a la cual comenzó a entrar. Esto provocó que perdiera su equilibrio por unos instantes y comenzará a girar poco a poco quedando boca arriba cuando finalmente sus ojos lograron adaptarse.
Pero nada, absolutamente nada lo había preparado para ver lo que estaba tras esas puertas. Sus ojos se ensancharon en completo shock, fascinación, impresión y hasta terror de lo que tenía ahora en frente de él.
Estaba temblando, sus piernas no hubieran sido capaz de sostener su cuerpo por las emociones abrumadoras que estaba sintiendo mientras que sólo podía mantener la vista ante la..la ...ni siquiera sabía cómo nombrar a la cosa que tenía en frente suyo.
¿Majestuosidad?
¿Monstruosidad?
Tal vez encajaba en ambas. No, definitivamente encajaba en ambos aspectos.
Era esto acaso un dios? o era un Demonio?
La gravedad en ese momento finalmente se normalizó, lo que hizo que el humano caiga al piso. Este aun no podía levantarse, apenas si pudo girarse para mantener su mirada en el ventanal donde veía una pequeña parte de este inmenso ser.
-¿Qué es esto?- Pregunto Leon desde el suelo.
-Es un robot.
La voz de Minerva se escuchó a sus espaldas antes de que avanzara hacia el frente hasta estar cerca del ventanal que daba al hangar donde yace el gigante.
Como pudo el humano se puso de pie para poder tener una vista más clara de este ser, desde su posición solo se notaba el rostro, pero conforme se acercaba podía notar más de este gracias al ángulo donde se encontraba.
Era enorme, mucho más que cualquiera de los trajes de batalla que se usaban en el reino, los cuales apenas llegaban a medir entr metros de altura.
Esta monstruosidad rondaba fácilmente los 30.
Su diseño agresivo lo hacía parecer digno del puesto de jefe final de un videojuego, su contextura robusta lo hacía lucir como un objeto inamovible. De un color negro estaban pintados los antebrazos; las piernas por debajo de las rodillas; los hombros y el pecho.
En este se encontraban dos placas de un color rojo con una gema de color sangre en medio que era separado por un anillo dorado.
En su cabeza se encontraban varios picos que daban un leve indicio de que fuera una corona, con un espacio donde debería haber estado su cerebro. Rendijas eran la representación donde debería estar una boca y sus ojos estaban apagados de cualquier rastro de energía con dos marcas que bajaban de estas.
Fue entonces cuando la sensación que tenía sobre este lugar, pasó de ser un edificio abandonado a ser una tumba.
-¿Esto es realmente un robot?- Preguntó
Minerva respondió.
-Este es el Super Robot creado por el Dr. Yuzo Kabuto
Leon levantó sus cejas al escuchar ese nombre.
El Doctor Juzo Kabuto fue un renombrado científico conocido por su descubrimiento de Japonim en el monte Fuji, que a su vez condujo al descubrimiento de la Energía Fotónica. Renombrado en múltiples campos científicos, se desconoce qué ha ocurrido de él, pues se había alejado del ojo público para vivir con su familia.
o al menos eso es lo que decían de él.
-Este es el último Guardián de la Humanidad y la Justicia… Mazinkaiser.
-¿Mazinkaiser?- La voz del humano sonaba llena de asombro al escuchar el nombre de tal ser.
No pudo evitar poner una mano contra el cristal para poder apreciar un poco mejor, ahora que su miedo inicial se desvanecía poco a poco. Sin que él lo hubiera anticipado en dicha lámina que lo separaba apareció un cuadro azul donde comenzó a leer algunas especificaciones del robot.
Cada párrafo contiene información detallada, entre las cosas más importantes que leyó fue que la fuente de su energía es nada menos que un Reactor Fotónico propio. Solo este hecho le daba una autonomía casi ilimitada.
-Misil Gigante, Turbo puño demoledor, Tornado Corrosivo… - Estas son apenas algunas de las habilidades que leía en voz alta.
-Un magnífico robot, que quizás nunca vea la luz, pues ahora que El General Negro se ha hido no tiene razon de ser.- Su voz pareció ponerse triste por unos instantes- Pues tampoco tiene piloto.
Las palabras de Minerva hicieron que la mano que estaba tocando el cristal se convirtiera en un puño al mismo tiempo que sintió como un rayo atravesaba su ser al escuchar tales mentiras, pues él sabía la verdad de este mundo.
-Te equivocas.- Dijo Leon
-Disculpa.?
-Cuando estaba en mi antiguo mundo, fui bombardeado por visiones de lo que ocurrirá.- Dijo este para abrir un cierre del traje y sacando de su pecho su diario en la página donde estaba el dibujo en el que había estado trabajando.
Minerva escaneo el dibujo encontrando casi un retrato idéntico de lo que había ocurrido aquel fatídico día.
-Dentro de 4 años a partir de ahora, cuando el maná en la tierra alcance su punto máximo, el general Negro volvera para asegurar su conquista!
La habitación quedó en silencio.
La esfera flotante comenzó a parpadear a una velocidad increíble haciendo los cálculos de todas las posibilidades existentes y sus posibles desenlaces.
Al cabo de unos segundos volvió a hablar.
-Si lo que dices es real, entonces no tenemos tiempo que perder.- Dijo está saliendo de la habitación, seguida del humano.
Salieron al pasillo ahora con gravedad normal, a medida que avanzaban las luces se iban encendiendo mientras que un zumbido comenzaba a escucharse viniendo por las paredes. La esfera flotante no dejo de parpadear indicando que estaba sincronizandose con todos los sistemas existentes de la base.
-¿Cuál es el plan?- Preguntó el humano.
-Actualmente nuestras posibilidades de supervivencia ante el retorno de las fuerzas de Mikene son inferiores al 3%, siendo optimistas.
-Como eso es una buena noticia?- Preguntó sarcástico.
-Porque no son 0.- Dijo la IA deteniéndose frente a una puerta.- Y… porque estas aqui.
En ese momento la puerta se abrió revelando una sala hecha casi en totalidad de metal, en la cual había una camilla con un orificio donde se colocaría el rostro de la persona, mientras que del techo en los lugares cercanos a las luces había una especie de trampillas.
Leon se adentro a la sala colocando una mano sobre la camilla.
-Probablemente seas la única persona que tenga una mínima oportunidad de pilotar a Mazinkaiser, pero en tu estado actual y con tus habilidades…
La esfera se movió al centro de la sala.
-Hay un 100% de probabilidad que mueras durante el primer pilotaje, y aun si no mueres, es casi imposible que tengas el suficiente control de manejo para enfrentarte a nuestro enemigo.
En la mente del humano saltaron algunas de las especificaciones básicas del super robot que había dejado atrás, aun con un traje de protección lo suficientemente grueso, es casi seguro de que este destruiría sus órganos internos por la fuerza g que se ejercería a plena potencia.
Quedaría convertido en una papilla roja en la cabina antes de siquiera poder pelear como es debido.
Leon apretó el puño con impotencia ante los hechos que se le presentaban.
-Pero aún hay una alternativa, la pregunta es... ¿Estás dispuesto a hacerlo?
En el momento que dijo eso, del techo se abrieron las compuertas revelando brazos mecánicos revestidos de un brillante cromo casi plateado, el brillante metálico no hizo más que reflejar la mirada de determinación del humano.
Había llegado demasiado lejos como para no ir hasta el final.
En su pecho una chispa se encendió al recordar a sus padres originales en el viejo japón y como es probable que todos hayan muerto a manos de la fuerza de Mikene y ahora que eso podría volver a ocurrir, tiene el poder de detenerlos.
-Una vez que esto acabe y pilotes al Kaiser… Tendrías el poder para convertirte en un Dios o en un Demonio.
El humano no dijo nada mientras se quitaba la parte superior del traje y se acomodaba en la camilla siguiendo las indicaciones básicas de Minerva. Una vez acomodado no dejó que la expresión en su mirar cambiase aun cuando sus dientes apretaban la barra de acero que lo sujetaba a la camilla, junto con unas nuevas restricciones en brazos y piernas.
-Desde que llegamos a la base he notado que tu cuerpo ha sido irradiado con energía Fotónica, al punto de que ahora tú produces la tuya propia.- Dijo la esfera comenzando a que los brazos robóticos cambien su forma a otra más agresiva.
Los dedos antes presentes en las extremidades fueron reemplazados por largas agujas con contenedores, los cuales fueron llenados con un líquido azulado. Estos se acercaron peligrosamente a la espalda expuesta del humano donde un laser de color rojo apunto a la espina dorsal para apuntar con presicion quirurjica.
-Tu sistema será cargado con nanomáquinas, serás más fuerte, más rápido, más resistente… lo suficiente para ser considerado un super humano capaz de pilotar a Mazinkaiser.
El sonido de los brazos bajando hizo que se le erize la piel, cuando sintió la punta de las agujas rozando la epidermis de su espalda comenzó a sudar profusamente en anticipación mental.
-¿Deseas continuar?
Una mirada fue toda la respuesta que Minerva necesitaba.
Con eso las agujas bajaron, atravesando piel, luego grasa, luego carne, luego hueso y finalmente llegando a la médula.
Los ojos del joven se abrieron por la impresión al sentir tremendo dolor, algo que nunca había imaginado. Su mandíbula se contrajo contra la barra de metal con tan fuerza que estaba a punto de deformarla aunque sea un poco.
Fue en este momento que el líquido comenzó a ser bombeado dentro de su sistema, solo algunas de las agujas fueron a su columna, otras habían sido intramusculares, pero eso solo significaba que el dolor era diferente.
En este punto estaba temblando de manera inconsciente, pues todo su cuerpo le rogaba que salga de esa situación. La saliva se escurría de entre sus dientes creando un hilo que llegaba hasta el piso.
Desde su perspectiva, además de saliva, unas gotas de sangre también comenzaron a caer, no estaba seguro si venía de su nariz o de sus ojos, pues las lágrimas no le permitían diferenciar.
Minerva comenzó a hablarle, pero no estaba escuchando, pues su conciencia se desvaneció cuando el dolor fue insoportable.
Devil: Y bueno, eso es todo por ahora.
