Diclaimer: Este fic no es originalmente mío, la historia es de la autoría de Cristina Carvias, yo solo la he adaptado al mundo de CCS, y hablando de ellos, tampoco me perteneces... en fin, nada es mío, todo es prestado XD.
"Un ángel para mí corazón..."
By Lady Verónica Black.
Capítulo IVKai Ling estaba doblando unas sábanas en la terraza cuando Sakura se ofreció a ayudarla. La mujer se mostraba siempre reservada cuando trabajaba, pero aquel día parecía sentir curiosidad por el paseo que ella y el señor Li habían compartido el día anterior.
-"¿Le gustó la isla, señorita Kinomoto?"
-"Mucho. Es… no se como explicarlo" -Sakura sonrió, olvidando el incidente y dispuesta a que nada estropeara el recuerdo de cuanto había visto.- "Es maravilloso. Creo que si quisiera, podría enamorarme de este lugar."
-"Ya lo ha hecho, querida niña… Fíjese como brillan sus ojos" -Kai Ling sonreía y la obligaba a girarse hacia el espejo.- "La isla ya la atrapó, criatura. Ahora nunca podrá marcharse."
"Ojalá fuera cierto", pensó Sakura esperanzada. "Ojalá pudiera quedarme para siempre y no pensar nunca más en…"
-"¿El señor Li fue amable con usted?"
Sakura no supo qué contestar. Era evidente que Kai Ling había percibido su enfado al entrar en la casa.
-"Bueno, el señor Li… Es el señor Li" -concluyó, deseando no haberse delatado.
-"Ese chico…" -Kai Ling agitó varias veces la cabeza.- "No mienta, querida. Xiao Lang es famoso por su mal genio."
-"¿Porqué es así? Quiero decir que…"
-"Ya lo se, niña. Insoportable, grosero y otras muchas cosas que prefiero no decir" -Kai Ling sonrió de pronto.- "Pero no siempre fue así, ¿sabe? Hubo un tiempo, en que las risas de esos dos mocosos traviesos llenaban esta casa… Claro que de eso, hace ya mucho."
-"¿Dos?" -Sakura frunció el ceño.- "Creía que Nana no tenía más familia que el señor Li."
-"Claro que no" -Kai Ling entornó los párpados, recordando con nostalgia.- "El señor Li y su primo se criaron juntos con la abuela Nana después que los padres de ambos murieran en aquel trágico accidente. Viajaban juntos, los padres de Xiao Lang y los de Eriol… Fue terrible. De la noche a la mañana, los dos huérfanos, solos en el mundo… De no ser por la señora Li, no se que hubiera sido de esos pequeños…"
-"¿Qué fue de su primo?" -inquirió, conmovida por su historia e intrigada al mismo tiempo.
-"¿Eriol? Él y Xiao Lang crecieron juntos, eran uña y carne, ¿comprende? Pero con el tiempo, fueron distanciándose… Eriol siempre fue… bueno, digamos que nunca ha sido tan formal como Xiao Lang. La pobre señora sufrió mucho cuando ellos tuvieron aquella discusión tan fuerte… Ahh, pero no quiero recordar más cosas tristes. ¿Me ayuda a subir esto arriba, señorita Kinomoto?"
Sakura la siguió, deseosa de saber más cosas sobre él y sobre el desconocido Eriol. Se preguntó si sería tan insoportable como su primo. Aunque una cosa era cierta: él no estaba allí y Shaoran sí. Incluso para ella estaba claro cuál de los dos se preocupaba más por Nana.
-"Kai Ling… dime..." -Sakura le iba entregando a la mujer las sábanas y ella las guardaba en la enorme cómoda sin prestarle demasiada atención.- "¿Porqué se pelearon el señor Li y su primo."
-"Oh, no querida… Xiao Lang me despediría si supiera que ando chismoseando con usted de esos temas" -aunque por la forma en que Kai Ling sonreía, Sakura supo que terminaría por revelarle algunos detalles. Lo hizo tras arrancarle la promesa de que no lo repetiría a nadie-. "Bueno… Fue después de que Xiao Lang regresara de uno de sus viajes de negocios. Nos sorprendió a todos trayendo consigo a una hermosa mujer que al parecer era hija de un importante hombre de negocios. Era perfecta para él… hermosa, elegante y distinguida. Desde el primer momento, supimos que había algo especial entre ellos dos, aunque Xiao Lang solo la presentó como una invitada. Lo cierto es que Eriol pasaba por entonces más tiempo en la isla. Se había cansado de recorrer mundo. Él es un artista, es pintor, ¿sabía?"
Sakura negó con un gesto, profundamente intrigada por la historia.
-"Ojalá lo conociera. Eriol es tan distinto al señor Li…"
-"¿Qué pasó, Kai Ling?" -la instó a continuar.
-"Ah, sí… Verá, esos dos chicos comenzaron a comportarse de pronto como si compitieran todo el tiempo. Querían impresionar a esa mujer. Cada uno la agasajaba con regalos y cumplidos en cuanto el otro se daba la vuelta… Y por fin, uno de ellos se llevó el botín."
Sakura frunció el ceño. ¿Qué clase de personas eran aquellos dos hombres, que consideraban a la mujer como un trofeo de batalla?
-"Eriol y ella se fugaron una noche. No volvimos a saber de ellos hasta que recibimos aquella postal desde Suiza, en la que comunicaban su enlace."
-"¿Se casaron?"
-"Oh, no, querida… Después que ella descubriera que Eriol no tenía intención de formar un hogar convencional, lo abandonó. Eriol quería viajar, hacerse famoso con sus cuadros… Todo eso decepcionó mucho a esa mujer. Y regresó a la isla..." -Kai Ling sonrió para sus adentros-. "Trató de convencer al señor Xiao Lang de que todo había sido un tremendo error y de que solo lo amaba a él. Pero para entonces, el señor Li ya no quería escucharla. Y por supuesto, tampoco quiso aceptar las disculpas de Eriol. Desde entonces, no se dirigen la palabra. Hará tres años el próximo mes."
-"Oh, es terrible…"
-"Lo es, querida. Aunque Nana y yo rezamos cada noche para que nuestro Eriol vuelva a casa. Él era tan especial… Puede que fuera un insensato y se dejara llevar por sus impulsos. Pero eso no le convierte en un monstruo, ¿sabe? Al menos, no para mí… Yo crié a esos dos niños, señorita Kinomoto, y se muy bien de qué pasta están hechos."
-"Quizá solo necesiten tiempo para perdonarse" -comentó, guiada por su propia experiencia. Sabía que en ocasiones, la fuerza de la sangre podía llegar a ser más poderosa que cualquier pelea.
-"Tal vez..." -asintió Kai Ling-. "Pero, ¿cuánto tiempo más cree que aguantará la pobre señora? Ella adora a Eriol, y siente lo mismo por Xiao Lang. ¿Cuánto tiempo espera que su corazón soporte esta situación? A veces, siento tanta pena por ella…"
-"¿No podemos hacer algo para arreglar las cosas entre ellos?" -preguntó Sakura, esperanzada y deseosa de contribuir a la felicidad de Nana.- "Podríamos hablar con el señor Li y pedirle…"
-"¿¡Está loca? Mi dulce señorita…" -Kai Ling le palmeó la mejilla con afecto.- "Xiao Lang nos mataría a las dos. De hecho, me mataría solo por habérselo contado. Y ahora, olvide esa tontería y ayúdeme a bajar la mantelería limpia."
-"Está bien" -pero Sakura seguía pensando en ello mientras la seguía.
¿Y si fuera posible? ¿Y si en el fondo de aquella alma, que debía existir en algún lugar de su retorcida naturaleza, el señor Li estaba dispuesto a hacer lo que era mejor para Nana? Comprendió que tenía que hacer algo al respecto, aunque le fuera el empleo en ello.
O o o o o O-"¿Puedo ayudarla en algo, señorita Kinomoto?"
Él apenas levantó la mirada de su lectura al dirigirse a ella. Aún así, Sakura estaba decidida a no dejarse intimidar por sus malos modales. Rodeó la mesa de centro que adornaba la biblioteca y se atrevió a quedar de pie frente a él, segura de que podía permanecer allí durante horas y el orgulloso señor Li ni siquiera repararía en su presencia. Peor para él, porque no tenía intención de marcharse hasta que la escuchara.
-"Es muy tarde. Debería estar en la cama."
-"Necesito hablar de algo con usted" -al ver que continuaba ignorándola, añadió-. "Es importante."
Shaoran cerró el libro con brusquedad y lo lanzó sobre la mesa, cruzando después las piernas y colocándolas en el mismo sitio con la misma delicadeza. Encendió un cigarrillo y clavó su mirada llena de impaciencia en ella.
-"¿Ese asunto tan importante, está relacionado con mi abuela?" -preguntó con voz fría, y Sakura negó-. "Entonces, váyase a la cama, señorita Kinomoto. Ya le dije que no quería que me molestara salvo en lo concerniente a Nana."
-"Bueno… Sí tiene que ver con ella en realidad" -confesó con un hilo de voz
-"Acaba de decirme lo contrario" -apuntó Shaoran contrariado.
-"No estoy segura…"
-"¿No está segura de haberlo dicho?" -él parecía estar a punto de arrojarla de la biblioteca sin contemplaciones-. "¿Ha bebido demasiado vino durante la cena, señorita Kinomoto?"
-"Estoy algo confusa… ¿Puedo sentarme?"
-"Por favor" -él señaló el sofá contiguo-. "Pero sea breve. Quiero llegar al tercer capítulo de mi novela antes de hacerme viejo, querida."
-"¡Si usted…" -iba a decirle que si no la interrumpiera todo el rato, ya le habría explicado para qué había ido a verle. Pero comprendió que si lo hacía, sus escasas posibilidades de éxito se verían reducidas a menos que nada-. "La verdad, es que es por Nana que me atrevo a pedirle esto…"
-"¿Pedirme qué, señorita Kinomoto?" -ahora, él se mostraba sorprendido y quizá divertido por la expresión seria de la mujer-. "¿No está contenta con su salario?"
-"No se trata de eso. Estoy muy satisfecha con lo que me paga, señor Li" -replicó, molesta porque una vez más, para él todo se traducía en dinero.
-"¿Ha tenido problemas con alguno de mis empleados?"
-"No, no…"
-"Pues vaya al grano, por Dios. Logrará que me quede dormido entre su primer y su último titubeo."
Sakura apretó los labios, sofocando la rabia en su interior.
-"Está bien, se lo diré" -se armó de valor, preparándose para la retahíla de improperios que estaba segura él soltaría cuando terminara. Le habló con sutileza de ciertos rumores que había escuchado, sin identificar en ningún momento a la portadora de aquellos rumores. Bajo ningún concepto, quería causarle problemas a Kai Ling. Desvió su atención como pudo, resaltando el hecho de que notaba cierta tristeza en Nana cuando hablaba de su otro nieto al que no veía hacía tiempo. Y sin saber cómo, le propuso que por el bien de Nana, hiciera algo al respecto. Después de unos minutos que se hicieron interminables, él volvió a tomar su novela. La abrió justo por donde la había cerrado y continuó su lectura como si la mujer que ocupaba el sofá de al lado, fuera alguien lo bastante invisible como para no perturbarle con su presencia.
Sakura carraspeó con timidez para atraer su atención.
-"¿Sí, señorita Kinomoto?" -él levantó los ojos con desgana. Sus ojos lanzaban chispas al mirarla.
-"No me ha contestado" -le recordó en voz baja.
-"¿En serio esperaba que lo hiciera?" -su tono era sarcástico.
-"Esperaba que lo considerara, señor Li."
Los nudillos de él palidecieron al presionar con fuerza las tapas del libro.
-"Vuelva a su cuarto, querida" -dijo y Sakura percibió el matiz imperativo de sus palabras. Se lo estaba ordenando. ¿Cómo se atrevía? ¿Cómo podía ser tan insensible cuando estaba en juego la felicidad de Nana?
-"¡Pero yo… Dígame si lo considerará al menos" -insistió y esta vez, ella fue la primera sorprendida por la firmeza que adquiría su voz. Por un instante, creyó que él le lanzaría su interesante lectura en la cara. En lugar de eso, Shaoran la dejó nuevamente a un lado y se levantó, inclinándose después sobre ella para amedrentarla con su elevada estatura. Sakura no pestañeó siquiera, temerosa de que si lo hacía, el demonio que había en él la arrastraría al infierno por semejante atrevimiento.
-"Lo que estoy considerando seriamente, señorita Kinomoto, es enviarla de vuelta a su casa en el primer avión" -las palabras de él eran dardos envenenados que caían sobre ella sin compasión.- "Y quizá, le de antes un par de buenos azotes por meter las narices donde no debe."
-"Pero yo sólo quería…"
-"No me importa lo que usted quería" -la silenció-. "¿Acaso cree que el mundo gira en torno a sus deseos, señorita Kinomoto?"
"Seguro que no", pensó Sakura. Si fuera así, él habría desaparecido por arte de magia en aquel instante.
-"Pero si lo pensara mejor…"
Shaoran la sujetó por los hombros, clavando sus dedos en ellos hasta obligarla a ponerse en pie frente a él.
-"Por última vez, Sakura" -al escuchar su nombre en los labios del hombre, no pudo evitar sentir un estremecimiento por todo su cuerpo-. "¿Quiere subir a su cuarto y rezar sus oraciones en lugar de molestarme con sus románticas ideas sobre las familias perfectas?"
-"No" -Sakura se mostró serena. El rostro de Shaoran estaba tan cerca del suyo que sus alientos se confundían en la penumbra de la habitación.
-"¿No?" -él frunció el ceño, confundido. La observaba como si de repente, aquella insignificante criatura acabara de lanzar su guante contra él. Y no estaba seguro de querer aceptar el reto que leía en su valiente y decidida mirada. Sus ojos recorrieron sin querer sus facciones. No era especialmente hermosa, pero su piel cremosa, sus ojos verdes y esa boca pequeña le llamaban terriblemente la atención. Nunca se había considerado un hombre que se guiase por sus necesidades primarias, pero… aquellos labios sugerentes, insolentes se abrían inconscientemente, ajenos al efecto que causaban en él. Con un impulso que no lo dejo pensar en nada más, apresó la boca femenina sin contemplaciones, explorando con fiereza el interior y deleitándose con su extraña dulzura. Sus manos sujetaron con fuerza el rostro de la castaña acercándola más al suyo, logrando que beso se intensificara aun más. Dios santo, en su vida había besado una boca tan dulce y suave, era como si estuviera probando el manjar más delicioso del mundo... La apartó enseguida con brusquedad al notar como los labios de ella ni siquiera habían intentado corresponder a su caricia. Estaba furioso consigo mismo y con ella por no impedir lo que había sucedido.- "No voy a disculparme, señorita Kinomoto. Le advertí que no me causara problemas."
-"No esperaba que lo hiciera, señor Li" -Sakura se alejó de él, dominando a duras penas el temblor de sus piernas y manos. Sentía la boca hinchada, palpitante...
-"Si hubiera algo de sensatez en usted, se marcharía ahora mismo" -sugirió él mientras encendía otro cigarrillo como si nada hubiera ocurrido.
-"Y si usted fuera más humano, pensaría en…"
-"¿No le he demostrado ya que soy muy humano, señorita Kinomoto?" -su pregunta sonaba a burla y Sakura apretó los puños contra sus costados, reprimiendo el impulso de abofetearlo.
-"Lo que me ha demostrado, señor Li, es que no le importa nada ni nadie que no sea usted mismo" -contestó, ignorando el descaro con que la observaba.- "Ni siquiera le importa lo suficiente su abuela."
-"¿Todo esto porque he utilizado el único método que conozco para hacer callar a una mujer?"
-"Y porque me ha confundido seguramente con el tipo de mujeres con que suele tratar" -lo desafió-. "No tengo por costumbre darme por vencida fácilmente, señor."
La risa de él era una tortura en los oídos femeninos. Aún se burlaba, pero esta vez su burla no lograba disfrazar su desconcierto.
-"¿Eso es una invitación?" -preguntó él, acercándose peligrosamente, y mirándola seductoramente mientras analizaba las formas que redondeaban la camisa de seda blanca que llevaba puesta. Sakura retrocedió y se dirigió a la puerta, cruzándose de brazos.
-"¿Le gustaría que lo fuera, no es así?" -Sakura fue contundente al hablar.- "Le gustaría añadirlo a la larga lista de defectos por los que jamás debió contratarme, ¿no es cierto?"
Él no lo negó. Fumó su cigarrillo lentamente, con su ceremonia habitual, y la seguía mirando de la misma forma, solo que con un toque de burla extra.
-"Se equivoca, señor Li… Puede que yo no sea la dama de compañía perfecta que usted esperaba" -su voz comenzaba a debilitarse–. "Pero quiero mucho a Nana. Y no creo que usted sepa siquiera el significado de esa palabra, ya que es incapaz de doblegar su orgullo para verla feliz."
Esta vez, Shaoran Li soltó una sonora carcajada que retumbó en toda la estancia.
-"¿Señorita Kinomoto, todo este sermón por un simple beso? Cualquiera diría que le he robado su primer beso..." -recorrió con sus dedos las facciones de ella, dejando que finalmente se cerraran sobre el cuello femenino con suavidad. Sakura se apartó con un movimiento brusco y él volvió a sonreír con expresión maquiavélica, al ver como sus mejillas se ruborizaban furiosamente.- "Definitivamente, esas no parecen las palabras de un ángel. ¿Qué haría si decidiera tomarla en mis brazos y llevarla a mi cuarto, dulce Sakura, para hacerle el amor toda la noche? ¿Escaparía de la isla, horrorizada? ¿Tomaría los hábitos y se recluiría en algún convento perdido en las montañas para expiar sus pecados?"
-"Eso no sucederá" -replicó con toda la fortaleza de la que era capaz mientras sentía todavía el tacto de aquellos dedos sobre su piel-. "Yo nunca me convertiría en una de sus marionetas, señor Li."
-"¡No me diga!" -exclamó divertido por su actitud digna y aparentemente serena-. "Pero no descarta la posibilidad de que yo lo intente. ¿Le asusta la idea, señorita Kinomoto?"
-"No. Usted ya dejó bien claro que no hay nada en mí que despierte su interés." -Sakura contuvo el aliento cuando los dedos de él se acercaron nuevamente y le acariciaron el cuello y las mejillas con descaro, con la yema de los dedos acaricio la base de su cuello y bajo hasta el comienzo de su camisa, levantó la solapa de la prenda para descubrir un poco la pronunciación de su pecho. Sakura le apartó la mano de un manotazo que terminó en el aire, pues él ya la había retirado previniendo su reacción.
-"Es cierto" -aceptó él esquivando la mirada de ella con rapidez.- "Sigue sin interesarme. Aunque tal vez… Tal vez es eso lo que la inquieta. ¿Acaso ese hombre, el que la dejó marchar con esa expresión desolada que la caracteriza, tampoco estaba interesado? ¿Es eso, señorita Kinomoto?"
-"No se de que me esta hablando" -Sakura estaba a punto de salir de la biblioteca, pero él se interpuso en su camino, franqueando la puerta con su cuerpo.- "Por favor, déjeme ir, señor Li."
-"Así que es eso…" -Shaoran entrecerró los párpados, escrutando las facciones de la ojiverde–. "¿No quiere hablar del tema?"
-"No tengo nada que decirle."
-"¿No? Con lo charlatana que es usted siempre..." -se mofaba intencionadamente de ella, y Sakura trató de girar el pomo de la puerta. Los dedos de él se cerraron como garfios sobre su muñeca-. "Vamos, no sea tímida. Cuénteme qué pasó. ¿La abandonó por otra? ¿Lo descubrió con otra mujer en su cama?"
Sakura no tenía intención de hablar, a pesar de que él acertaba en casi todas sus suposiciones. Ya era bastante doloroso recordarlo cada noche.
-"¿Por eso decidió marcharse lejos, abandonando a su querida tía Sonomi, a su hermana y su maravilloso trabajo de encantadora florista?" -Shaoran Li no podía ser más cruel aunque se lo propusiera. Sakura reprimió las lágrimas, y respiro profundamente intentando aflojar el nudo que se le había formado en la garganta-. "Puede confiar en mí, señorita Kinomoto. Como ya le habrán informado, soy un tipo despreciable con las mujeres. Así que entiendo mucho del comportamiento de tipos tan despreciables como yo."
-"Déjeme ir, por favor…"
-"He descubierto su secreto, Sakura" -se jactó, acariciando su muñeca con suavidad y soltándola después con brusquedad-. "Quizá hablemos de ello en otra ocasión, cuando no este temblando como una hoja para no largarse a llorar como una niña."
Shaoran se dio la vuelta y camino hacia su escritorio, sin importarle que sus palabras hubieran herido a la mujer que lo miraba con odio desde la puerta.
Sakura no esperó un segundo más para salir de esa habitación. Temió que él cambiara de opinión y la retuviera allí durante toda la noche para escuchar cuanto la odiaba. Subio corriendo las escaleras, y al llegar a su cuarto, se metió en la cama de un salto, cubriéndose con las sábanas hasta la barbilla, sintiendo como el nudo en su garganta se hacia cada vez más fuerte haciéndole casi imposible reprimir los sollozos.
Lo odiaba. Lo odiaba. Odiaba a Shaoran Li con tal intensidad que pensó que era imposible odiar tanto a una persona y seguir siendo un ser humano.
-"Maldito, maldito... te odio Shaoran Li, te odio..."
Continuara...
Nota Importantes de la Loca de la Autora:
Hola a todos! Qué tal les va? Yo aquí ando, preparando mis finales... ayy dios, espero que me vaya bien. Uff que pesado que es esta época del año. Pero bueno, igualmente eso no me ha impedido actualizar este fic tal cual les prometí. Y que les pareció este capítulo? A mi personalmente me ha encantado! El primer beso entre S&S! WOW! Aunque no fue un beso muy bonito, ya que Xiao fue un poco bestia, creo que fue muy kawaii... Qué les pareció lo que contó Kai Ling? Shaoran tiene un primo, y es nada menos que nuestro encantador Eri-kun (aaayyy amo a este hombre!), solo esperemos que la discusión entre este par de bomboncitos no haya sido muy fuerte... Como verán en los avances, esto se vera pronto...
Les quiero pedir una gran disculpa, en este capítulo me será imposible responderle individualmente a sus reviews ya que ando cortisima de tiempo (tengo q dedicarme a estudiar...), pero he leído varias veces sus comentarios y no saben cuan feliz me hacen. Me han encantado! Graciasss!
Bueno, espero saber de ustedes en este capítulo! Cuídense mucho! Muchos besos de chocolate para ustedes!
Att. Lady Verónica Black.-
Avances del Próximo Capítulo:
..."No se que me pasa con usted, señorita Kinomoto" ... "Es él… ¡Bendito sea Dios! ¡Está aquí…!" ... "El hijo pródigo ha vuelto por fin a casa" ... "Creo que merezco una disculpa, señorita Kinomoto"... "...no es tan valiente en el fondo..."
"Que la magia los acompañe, las estrellas guíen su camino, pero más que nada griten a todo pulmón: ¡¡Viva Xiao Lang Li, Eriol Hiragizawa, Harry Potter y Los Merodeadores (salvo la rata apestosa ¬¬)! ¡¡Los hombres más tiernos y sexys que hay!"
¡¡DEJEN REVIEWS, PORFISS…!
