Se encontraba recostado en el suave suelo, observando el cielo. Horas atrás decidió volver a Konoha, ya que había pasado algún tiempo desde su última visita. Debía hablar con Kakashi y Naruto; pero, sobre todo, deseaba encontrar a Sakura. En su mente, se hacía presente el rostro de Sakura y resonaban las últimas palabras que le otorgó a la Kunoichi antes de marcharse. ''Hasta la próxima''. En aquella ocasión, esas palabras brotaron de su boca con tanta facilidad. ''Y gracias'' concluyó. Sasuke esbozó una pequeña sonrisa al recordar ese momento.

-Si. Quiero volver a verla- dijo, aunque estaba consciente de que no iba a ser por mucho tiempo. Pero valía la pena, incluso si solo eran segundos.

Se incorporó del suelo, preparó sus cosas y tomó rumbo hacia la aldea. Se peguntó si sería mejor utilizar el Rinnegan, pero luego de meditarlo concluyó que podría ser peligroso, al encontrarse bajo de chakra.


Naruto caminaba por las calles de la villa, colocando sus manos detrás de su cabeza (como suele hacerlo) despreocupadamente. Los rayos de sol empezaban a apagarse por cada rincón de la aldea, las casas preparaban la bienvenida a la cálida noche, que se acercaba con el transcurrir de los minutos. Los aldeanos regresaban con ilusión a sus hogares, lo que le recordó a Naruto porqué estaba caminando por las calles.

-Casi olvido lo que me pidió Hinata- rio tontamente.

Seguidamente de recorrer varias tiendas y puestos, encontró lo que necesitaba para retornar a casa. El cielo estrellado se hacía presente en Konoha. Mientras volvía a la morada, se entretenía contemplando la estrellada bóveda azul. De pronto, detuvo sus pasos al percatarse que se ubicaba en frente de la Academia. Demasiados recuerdos, buenos y malos, empapaban su mente. La viva y latente imagen del equipo 7 golpeaban a su corazón y, por consiguiente, también pensaba en Sasuke.

- ¿Dónde estás, Sasuke? - dijo en voz baja y volvió a mirar las estrellas.

-Era predecible que te encontraría aquí, Naruto- comentó Sasuke y levantó su cabeza en dirección al cielo.

-SA.…SA.… ¡SASUKE! ¿Cómo? ¿Qué es lo que haces aquí? - gritaba Naruto de la sorpresa.

-La misión. No he encontrado nada, por ahora. Recorrí varias aldeas y pequeños pueblos, pero estoy seguro de que aún falta mucho por investigar.

-Ya veo. Deberías comentárselo a Kakashi sensei.- dijo Naruto, ahora con un tono más calmado.

-Ya lo hice.

-Entonces, ¿piensas quedarte en la aldea?

-No, aún no.

-Esperaba esa respuesta- Naruto sonrió.

-Naruto, quería preguntarte algo...

- ¿Qué sucede? - preguntó y bosquejo confusión en su rostro-.

- ¿D... D.…Dónde...Dónde... está? - dijo una voz quebradiza y apagada. Como si quisiera esconderse dentro de su garganta y no volver a salir jamás. Notó que sus mejillas daban origen a un calor inconfundible, que solo ocurría cuando tenía a Sakura en sus pensamientos. Sintió mucha torpeza y timidez al no ser capaz de expresar simples palabras correctamente.

'Maldición' pensó.

Naruto lo observaba ladeando su cabeza, al igual que un gato cuando experimenta curiosidad. Al cabo de comprender lo que Sasuke había querido decir, estalló en carcajadas. Sasuke puso su peor cara, transmitiendo exasperación en sus ojos, aunque Naruto seguía riendo.

-Sakura no está en Konoha, fue a una misión- dijo, mientras se secaba las lágrimas que el ataque de risa había provocado.

Sasuke no hablo.

- ¿No me oíste? - preguntó Naruto.

-Si, te oí.

-Entonces, ¿qué harás?

-Me iré mañana por la mañana.

- ¿Qué? ¿Tan pronto?

Sasuke solo asintió en silencio.


Era muy temprano. Los pájaros con su canto dejaban en claro la ausencia de la noche y le otorgaban paso a la bienaventurada mañana. Sasuke caminaba por las calles de la villa, sintiendo un poco de nostalgia, pero deshizo rápidamente esa sensación.

Al llegar a las puertas de la aldea, se dio cuenta que Naruto lo esperaba allí.

- ¿Por qué estás aquí?

-Me tendrás que perdonar. Pero alguien más, aparte de Kakashi sensei y yo, sabe que estas en la aldea.

- ¿Quién? - preguntó Sasuke.

Naruto no alcanzó a responder, se escucharon unos pies corriendo por el pavimento de la calle. Los dos voltearon sus cabezas.

- ¡Sasuke-kun! - Sakura corría hacia ellos, agitando una mano en señal de saludo.

Sasuke quedó inmóvil. Percibió palpitaciones muy aceleradas provenientes de su pecho. ¿Acaso estaba emocionado? La situación le recordaba la época de genin, cuando una pequeña Sakura corría hacia él y el sentimiento era el mismo. Estaba deseoso y emocionado de verla.

- ¿Cómo estas, Sasuke-kun? Llegué justo a tiempo- Sakura sonrió.

-Bien... A tiempo, ¿para qué?

-Quería preguntarte...- comenzó a decir, pero los nervios le jugaban en contra y no podía continuar la oración. Sakura se armó de valor y finalmente terminó la frase -Quería preguntarte, ¿puedo acompañarte?

En segundos, Sasuke volvió a quedar inmóvil sin poder contestar. Necesitaba elaborar una afirmación, pero ¿cómo? ¿cuáles eran las palabras correctas? 'Por supuesto que puedes' pensó. De ninguna manera, no suena bien y no es para nada su estilo. En ese enredo de pensamientos, solo pudo hacer una afirmación con la cabeza.

Sakura sonrió y le guiñó un ojo a Naruto.

-Bien, debemos marcharnos- dijo Sasuke.

Sakura entrecerró los ojos, pensando en la pluralidad de las palabras de Sasuke. ''Debemos marcharnos'' que espléndido se oía. Evadió su trance de pensamientos, cuando advirtió que Sasuke ya había emprendido rumbo.

Naruto gritaba que se moviera, dando saltos y chillando.

- ¡CAMIN... ¡MEJOR CORRE, SAKURA-CHAAAN!

Se alejaron poco a poco de la aldea, se dirigían a nuevos caminos; y quizás también, se dirigían a despertar aquellos sentimientos que dormían en sus corazones. Sakura reflexionaba sobre esto. Muchos pensamientos iban y venían, pero no quería arruinar el momento de caminar junto a Sasuke. 'Junto a Sasuke' pensó. Juntos, cerca, a su lado, todos los sinónimos encajaban a la perfección. No importaba si el destino tenía preparado algo diferente para los dos. Tan solo anhelaba regocijarse con el hecho de estar junto a Sasuke, después de tanto tiempo, después de tanto dolor y quería atesorar ese cálido recuerdo en su corazón.