The Flowers of Tennis (Hyotei Gakuen)
by Kaiba Kisara
Chapter I – Year I: Two of Said name.
Maya observó a su alrededor, unas largas puertas se alzaban frente a ella, el ir y venir de los estudiantes y sus charlas, el ruido característico de un día normal en la escuela… todo sería normal de no ser por los autos lujosos que se estacionaban frente a la entrada y los mayordomos que ayudaban a los estudiantes a bajarse de ellos, todo en Hyotei era elegante y costoso. La joven mujer suspiró y decidió avanzar, siguiendo a los estudiantes que eran de primer ingreso.
Sin embargo, la chica terminó perdiéndose en la larga y extensa escuela, perdiéndose la bienvenida y la oportunidad de conocer a sus compañeros.
Maya suspiró, dejándose caer en la orilla de una opulenta y gran fuente; la chica contaba con una estatura promedio, una piel suave y clara, con el cabello largo y liso de color negro, un flequillo que hacía notar sus ojos grises, pero llenos de vida.
"Hola, ¿te sucede algo?" La suave y refinada voz que contenía un acento kansai la sacó de sus pensamientos, "¿puedo ayudarte?"
Maya levantó la mirada hacia el dueño de tan rica y suave voz, sus ojos se encontraron y la mujer sonrió apenada.
"Me he perdido…"
"No te has perdido nada interesante" el peliazul le regaló una sonrisa de regreso y, haciendo una ligera reverencia, le indicó el camino hacia el edificio, "al parecer estamos en la misa clase, mi nombre es Oshitari Yuushi, un placer" entonces sujetó la mano de la mujer y plantó un suave beso.
"Me llamo Kato Maya"
Yuushi miró asombrado a Maya, era la primera vez que alguna chica no se sonrojaba o intentaba seguir el coqueteo con él, el peliazul soltó una ligera risa y avanzó al salón junto con ella. Al parecer tanto ese Atobe como Kato eran personas interesantes que, sin saberlo, tendría una relevancia en su vida.
La clase transcurrió lenta y normalmente, pero la mente de Maya estaba fija en el reloj de su muñeca hasta que finalmente la hora del receso llegó, la pelinegra fue la primera en salir de clase antes de que Yuushi pudiera invitarla a comer juntos, un suspiro ligero escapó de sus labios y simplemente decidió ir a la cafetería para llevarse una sorpresa nuevamente brindada por Atobe.
Ahora solo faltara que él también se uniera al equipo de tenis…
Antes de finalizar el receso, Yuushi encontró a Maya por los pasillos, en sus manos llevaba un libro y su mirada estaba fija en éste, hecho por el cual se impactó contra un estudiante de tercer grado.
"¡Oye, fíjate por dónde caminas!"
"Oh, no…" el caballero en él decidió correr hacia donde se encontraba su compañera y sus senpai.
"Lo siento, ¿te hice daño?" Maya levantó la mirada hacia él, sus ojos redondos se toparon de frente con su senpai, "una disculpa"
"¡Ah, lo siento, soy un senpai muy descuidado!" el chico soltó una carcajada nerviosa, ayudándola a levantarse, "¿no te hiciste daño?"
"¡Maya!" Yuushi se acercó hacia ella, "la clase está por empezar"
"Ah, sí, disculpa senpai" volvió a hacer una reverencia y siguió a Yuushi, quien intentaba disimular una sonrisita triunfal.
"Esta vez no te perdiste, pero casi pasa algo peor"
"Oh… es mi poder" Maya se detuvo al entrar al salón, haciendo una pose extraña, "atraigo problemas para mi misma"
"No creo que ese sea un poder…"
"Y ya después pasan cosas buenas"
Yuushi suspiró suavemente, enmarcando una sonrisa después, después de su prima, Kato era una chica con la que era fácil hablar y encontraba entretenida su forma de ser. Una vez que el resto de las clases pasaran y llegara la salida, el mismo espectáculo se volvió a repetir pues Yuushi encontró el asiento de su compañera vacío, por lo mismo no pudo evitar soltar un ligero suspiro de decepción.
Sin embargo, aún cuando hubiera intercambiado palabras con su compañera, Yuushi tenía un compromiso que cumplir y ese era encontrar el club de tenis, con rapidez guardó sus cosas y avanzó hacia la salida, un movimiento extraño dentro de su pantalón le hizo recordar la promesa que le había hecho a su prima favorita.
"No me perdí… no mucho" sonrió suavemente mientras avanzaba por la escuela, "sucedieron cosas extrañas, sí, es… entretenido… no, aún no lo veo, sí, es extraño ¿no lo crees? Hubieras estado aquí" después soltó una risa, "lo sé, lo sé… ah, creo que ya me perdí, pero no te preocupes que encontraré mi camino rápido… ah…" un sonido familiar lo hizo darse cuenta que estaba cerca de su objetivo, "creo que te marcaré más tarde, algo interesante está sucediendo…" y colgó la llamada.
Mientras tanto, cerca de las canchas de tenis donde los hombres estaban teniendo uno de los mejores partidos de Hyotei, el club de tenis de mujeres estaba iniciando las inscripciones. Maya colocó su hoja de ingreso, el equipo entrenaba con partidos para iniciar con el ranking mientras que las de segundo año ayudaban a éstas y a las de primer año.
"¿Disculpa?" Maya miró a su compañera quien estaba ingresando los datos, "¿a qué hora son los partidos?"
Las cuatro chicas se miraron entre ellas y rieron.
"Esos son partidos para el ranking del equipo… ustedes estarán recogiendo pelotas y haciendo entrenamiento todo el año"
"Con suerte podrás participar en el siguiente ranking del próximo año"
"¿Eh?" Maya las miró asombrada, "pero…"
"Estás retrasando la fila… Kato…" la miró otra de las chicas.
"¿Qué sucede aquí?"
"¡Ah, Capitana Fujiwara!" Las cuatro mujeres se levantaron rápidamente, "nada, Capitana"
"Creo que sí sucede algo, Capitana" Maya avanzó hacia ella, "me parece injusto que las de primer año no tengamos oportunidad de…"
Las palabras de la pelinegra se quedaron en el aire al momento en que Fujiwara alzó la mano al aire.
"¿Injusto?" La rubia enmarcó una sonrisa con ironía, "Hyotei acepta solo lo mejor, ¿estás tú ahí?, solo eres una estudiante de primer año, con suerte durarás una semana, el entrenamiento es pesado, entiendo que quieras pertenecer al equipo, Hyotei ha ganado 5 años consecutivos las nacionales, pero…" y la miró de arriba hacia abajo, "¿tienes lo que se necesita?"
"¡Sí!"
Las cuatro de segundo año se miraron entre ellas, llenas de miedo, y sintiendo simpatía por la recién llegada, ponerse en el lado malo de Fujiwara significaba una cosa: La muerte segura, bueno, tal vez no la muerte, pero ella era la vice presidenta del consejo estudiantil, la estudiante más popular de Hyotei, e hija de una de las familias más poderosas de Japón.
"Oh…" Fujiwara sonrió con malicia, "entonces… ¿por qué no tienes un entrenamiento especial?"
Amy, una de las cuatro de segundo, la miró, su rostro reflejaba terror y lástima, las otras tres se miraron nuevamente entre ellas.
"¡Perfecto!"
Fujiwara soltó una suave risa, a lo lejos el equipo había dejado los partidos de a lado y se concentraban en el movimiento de Fujiwara y lo que sucedía entre las mujeres, un silencio reinó en las canchas que las mujeres utilizaban, rápidamente regresaron a lo suyo una vez la Capitana baja hacia las canchas, seguido de Maya, quien parecía estar satisfecha con lo que Fujiwara le había propuesto.
"¡Atención!" La Capitana reunió al equipo, quienes dejaron nuevamente los partidos y caminaron hacia la Capitana.
Una ola de chicas llenó las gradas de las canchas, la mayoría eran de segundo grado, quienes conocían a Fujiwara y sus trucos sucios, la mujer no tenía piedad de su oponente en torneos oficiales ni torneos internos, pero Hyotei mantenía su jerarquía de poder y es por eso que Fujiwara era la Capitana.
"Al parecer tenemos a alguien que no está contenta con nuestro sistema…"
"Mi nombre es Kato Maya" la nueva sonrió suavemente, haciendo una reverencia, "mucho gusto"
Las otras del equipo intentaron regresarle la sonrisa, pero todas sus miradas estaban fijas en su Capitana, desobedecerla era ir en contra de todo el sistema, y podrían perder el lugar dentro del equipo.
"Sí, claro, Maya… de acuerdo, nuestra pequeña compañera tiene tan solo 24 horas para vencer a todos los tenistas del equipo de Hyotei para ingresar… espero puedan ayudarla"
"Capitana…" La vice capitana torció los labios en desacuerdo.
"¿No quieres ayudarla Mayamoto?" Fujiwara le dio un ligero golpecito en la espalda de Maya, "adelante…"
Maya hizo una ligera reverencia e ingresó a las canchas, sacando su equipo y haciendo un ligero calentamiento.
"¡Ryuo, eres la primera!"
Una mujer de segundo grado ingresó a las canchas, tenía cabello corto y ojos oscuros.
"Lo siento…" suspiró.
"Gracias por jugar contra mi" saludó Maya, estrechando la mano de su oponente.
Del otro lado, en las canchas de tenis masculino, Yuushi jugaba contra Atobe, ambos tenistas se encontraban a la par, en las gradas los gritos de apoyo de las mujeres para Atobe no paraban, al parecer el proclamarse rey no era puro alardeo, pues no solo su manera de jugar era superior a sus senpai, sino que provenía de una familia multimillonaria y de suma importancia en Japón, y quizá el mundo entero.
Finalmente, Yuushi fue derrotado por el auto coronado rey de Hyotei, a su alrededor vitoreo y felicidad inundaba el lugar, hasta que poco a poco susurros entre las gradas hacían que varias mujeres corrieran hacia otro lugar.
Maya, en las otras canchas, había derrotado a las del equipo, asombrando a la misma Fujiwara y al resto de las presentes.
"¿Hay alguien más en el equipo?"
Fujiwara sonrió con delicadeza.
"Sí… falta el equipo de los chicos" la Capitana señaló hacia otro lado, hacia donde se encontraban las otras canchas.
Voces estallaron en suspiros alrededor, Maya no solo había demostrado su capacidad de tenista al derrotar al equipo entero, más que nadie ella merecía un lugar dentro.
"Capitana…" nuevamente fue la vice capitana la que volvió a expresar sus sentimientos, "no creo que sea necesario, Kato…"
"Creo que habíamos quedado que el equipo de Hyotei… y eso es el equipo de los chicos ¿no?"
"Oh, no hay problema" Maya miró a la vice capitana, "¡lo haré!"
"Recuerda, solo tienes 24 horas" Fujiwara salió riendo del lugar, seguida por el séquito que siempre estaban junto a ella.
"Si tomas un consejo… no lo hagas, hablaré con ella y haremos una junta"
"Bueno, ella prometió eso, y tengo que cumplirlo"
"Kato-san…" la vice capitana la miró con firmeza, "toma mi consejo, por favor…" colocó una mano sobre su hombro, dándole una ligera palmada, "hablaré con las demás…" y con eso avanzó hacia sus compañeras, las cuales guardaban sus pertenencias.
Maya siguió a la vice capitana, a todos lados que volteara se encontraba con miradas extrañadas, unas de diversión y la mayoría de lástima, pero ella no hizo caso y simplemente se dirigió a la salida.
"No sabía que también jugabas tenis" una voz familiar la hizo salir de sus pensamientos nuevamente.
"Ah, Oshitari-kun"
"Tú puedes llamarme por mi nombre" le regaló una ligera reverencia, "al aparecer compartimos el mismo hobby…"
"¡Eh!" La mujer se detuvo en seco, asombrando nuevamente a su compañero, al parecer era lo que Maya hacía muy bien, "¡entonces necesito tu ayuda!" y fue así que le contó lo sucedido.
"¿Ah?" su acento kansai salió a relucir, "Maya… ¿no crees que Fujiwara-san está abusando de su poder?"
"Bueno, ella dijo equipo de Hyotei… ¿no?"
"No me refiero a eso" con el dedo dio un ligero golpe en la frente de Maya, "Fujiwara claramente está abusando de su puesto… y si no cumples con lo que dice… es probable que no te deje entrar al equipo"
"Es por eso que necesito tu ayuda"
Los brillantes y grandes ojos de Maya se fijaron en Yuushi quien no evitó que una mancha rojiza entintara sus mejillas.
"Hmmm…" suspiró, "esto es una misión suicida…"
"¡Por favor, Yuushi!, ¡y te invito a comer saliendo de prácticas!"
"¿Una cita?" el peliazul enmarcó la ceja.
"¡Si quieres que sea una cita, será una cita, pero por favor, necesito de tu ayuda!"
Yuushi ladeó su cabeza, era la mujer más extraña que había conocido.
"De acuerdo… mañana tenemos entrenamiento temprano, dos horas antes de la entrada"
"¡Eres el mejor!"
Una vez sabiendo los planes del equipo de Hyotei, la mujer salió corriendo.
"No sabía que tenías novia"
"¿Ah?" Yuushi miró a Gakuto, el cual jugaba a hacer burbujas con la goma de mascar, "es una compañera"
"Aha" una sonrisa siniestra se plantó en el rostro del pelirrojo después de explotar la rosada bomba en su boca.
Yuushi suspiró, tenía un mal presentimiento de todo esto, sin saber la tormenta que se aproximaba y de cómo estaba inmerso en ella.
