NOTAS: Como prometí, aquí les traigo el décimo capítulo y no creí llegar a tanto xD

No tienen idea de cuan feliz me hace que hay cada vez más personitas que leen, votan y comentan en la historia y no solo en Wattpad donde ya superamos el número de comentarios que hay en mi otro fic LawLu, también en AO3, lugar donde no pensé tener gente siguiendo la historia y menos si no hablaban español. La verdad, me hace muy feliz :D

Y no creerán las buenas nuevas. La verdad, llevó años escribiendo y esta es la primera vez que una de mis historias gusta tanto, como para que me pidan permiso para una traducción al chino. Yo toda emocionada accedí, por supuesto, a cambio de que me diera los créditos y anexará el link de la versión original. Pero en serio, toda emocionada vi el comentario en AO3 y me dije, "que lindo regalo de cumpleaños". Ando toda happy-happy por eso :3

Por cierto, decidí que cencura-chan no atacará. Sé que muchas personitas solamente leen en Wattpad y sería como que algo injusto pedirles que se vayan a otro lado sin tener la menor idea de cómo funcionan las plataformas, así que aprovechen hasta junio para leer, porque apenas publique el siguiente capítulo, censura-chan atacará en Wattpad.

Finalmente, antes de comenzar a leer, debo decir un pequeño aviso. En caso de que llegaran a leer esta o alguna otra de mis historias en otro lado, es muy seguramente un plagio. Yo siempre uso el seudónimo "RozenDark" y únicamente público en Amor Yaoi, Wattpad, y AO3. También otorgue el permiso para una traducción al chino y solamente se encuentra en la plataforma/app "LOFTER"…

Esto lo digo, debido a los recientes fallos de Wattpad y que esta misma plataforma tiene una página espejo donde lucran con las historias. Por lo que cualquier cosa, les estaré agradecida si me lo hacen saber. De cualquier manera, en caso de algún otro cambio, les daré el aviso correspondiente :3

En fin, los personajes de One Piece son propiedad de Eiichiro Oda. Las imágenes utilizadas a lo largo del fic son hechas por su servidora.

Y sin más que decir, les invito a leer (^3-)/

~°ɞ°~~°ɞ°~

La etapa que marcaba el cambio de la niñez a la adolescencia, era sin duda alguna, una de las más raras y agotadoras para una niña como lo era Monkey D. Lucy.

Luffy recuerda demasiado bien cuando Makino y Dadan le dieron la charla sobre los problemas que conlleva la menstruación. Incluso le habían dicho que su cuerpo comenzaría a cambiar todavía más y que cada mes debía tener cuidado con la dichosa menstruación. Sin embargo, esa charla, no se comparaba en lo absoluto en la charla de ahora.

Todo ese asunto había comenzado, cuando decidió visitar a Makino en la Villa. Ella sabía que últimamente había más gente y que incluso habían personas de su edad. Sin embargo, por alguna razón desconocida, los chicos se le acercaban como abejas al polen. Francamente, ella no entendía las razones, pero los chicos no eran groseros y Makino le había dicho que debía ser respetuosa.

Por supuesto, en cuanto uno quiso tocarla de más, ella tuvo que aplicar su fuerza y demostrar que sabía defenderse, fue que Makino había decidido intervenir y cerrar el bar por ese día.

Y ahora, tanto Makino, como Dadan y ella, estaban solas en la cabaña de los bandidos. Dadan había mandado a todos los demás a pasear para poder tener lo que, según ella, era una larga y tediosa charla de mujeres.

"¿Van a tardar mucho? Porque ya estoy aburrida".

Luffy pudo apreciar las expresiones de ambas mujeres frente a ella. Era raro y le daba cierto temor ver a Makino con una expresión tan seria, especialmente si parecía estar de acuerdo con Dadan.

"Tardaremos lo necesario y nos escucharás hasta el final, mocosa", espetó Dadan con dos cigarrillos en los labios.

Luffy podía ser algo lenta o incluso parecía que no se tomaba las cosas en serio, pero hasta ella sabía que la conversación iba a tratar un tema serio y preocupante hasta el punto de dejar a Dadan tan nerviosa.

"Lucy-chan, supongo que aún recuerdas lo sucedido cuando cumpliste los once años. Tanto Dadan-san como yo, te explicamos lo que sería tu vida mes con mes".

Luffy solamente asintió nerviosa. Si Makino metía esa plática tan incómoda de años atrás, significaba que la plática de ahora trataría un tema similar o incluso peor. Así que como en ese entonces, se sentó en el suelo, de manera que sus rodillas sirvieran de apoyo a sus codos mientras sus manos sostenían su cara. Obviamente tenía una expresión de aburrimiento y considerando que la última charla había sido larga, suponía que esta nueva charla sería igual.

"Bien, empezaremos por lo primordial. De ahora en adelante usarás sostén".

Luffy miró a Dadan como si fuera una loca. Esas cosas no le gustaban; sentía que le quitaban movilidad y que eran más unos estorbos para el cuerpo. Sin embargo, no pudo replicar nada al ver la mirada seria de Makino, mientras asentía a la orden de Dadan.

"¡Pero no me gustan!"

"A decir verdad, podrías no usarlos, pero lo sucedido hoy solo demuestra una cosa y deberás usarlos, aunque no te guste la idea".

"Pero Dadan ni siquiera los usa", respondió mientras señalaba a la gran mujer.

"¡Mocosa insolente!" Espetó Dadan con enojo.

"Lucy-chan, no me gusta decirlo de esta manera, pero debo hacerlo. Allá afuera es diferente, y con el sueño que quieres lograr, lo mejor será que tengas en cuenta que habrá gente que te quiera proteger, pero también habrá gente mala. Lo de hoy es un ejemplo, y aunque no me guste admitirlo, hay cosas que debes tener en cuenta con respecto a tu cuerpo".

"Y considerando que eres demasiado despistada e inocente, Makino y yo te daremos esta plática, así te guste o no".

Y sin duda alguna esas dos horas se sintieron como años y años de aburridas explicaciones sobre lo que pasaría con su cuerpo conforme creciera. Aunque Luffy admitía que habían cosas que se le respondieron y que por años esperó para saber.

Pero no entendía las razones de Shanks para que ella no supiera sobre la creación de los bebés. Especialmente si Makino decía que era algo normal en las mujeres que tenían un ser amado con el que quiera formar una familia. Aunque si lo pensaba, ella no tenía a ese alguien y tampoco tenía planeado tener hijos con el sueño que tenía.

No era tonta o al menos no tan tonta como para poner en riesgo la vida de un inocente. Ella quería ser rey pirata, tal y como el padre de Ace lo fue. Pero si tenía hijos, era demasiado probable que esos inocentes corrieran el mismo peligro que Ace.

En conclusión: Ella no quería tener hijos porque no les deseaba el mismo destino que su hermano tenía.

Ace tuvo suerte de encontrar gente que lo quisiera y a su vez, ella sentía que tenía suerte por haber conocido a Ace, pero pensando en todo el sufrimiento y soledad de su hermano, ella tenía su respuesta.

Claro que no puede decir algo al respecto, porque ahora, tanto Dadan como Makino le explicaban la importancia de esos condenados sostenes.

Con reproche, miró su busto y sin reparos picoteo con desdén. Ella no había pensado en todas las razones que Dadan y Makino le decían. Ella seguía brincando con la ropa que poco a poco iría apretando por el crecimiento de esos dos. Incluso veía con reproche como se comenzaban a marcar sus peones en la blusa. Y en verdad llegó a detestar a esos dos por lo que ahora le obligaría a usar.

"Lucy-chan, te aseguro que los modificare para que te sean cómodos y prácticos, pero en alguien tan energética como tú y la ropa fresca que te gusta usar, debes usarlos", dijo con una sonrisa calmada Makino.

"Y ni siquiera vuelvas a hacer mención de mí. Pará que sepas, cuando era más joven también me vi obligada a usarlos", espetó Dadan, mientras señalaba a la chica de manera acusadora.

Ambas mujeres vieron a la silenciosa chiquilla que solamente había cerrado los ojos en lo que parecía una pose pensadora.

"Si Makino promete ajustarlos, entonces deberé usarlos" mencionó aún con duda. "Pero sólo porque no quiero que cuando esté jugando o incluso entrenando se me salgan de la ropa".

Makino solo pudo reír de manera nerviosa, mientras veía a Dadan. Francamente, la joven mujer no esperaba que los argumentos absurdos de Dadan fueran los más convincentes para Lucy. Aunque sí lo pensaba, si era algo tan típico de Lucy.

"Lucy-chan, espero y comprendas que tanto Dadan-san como yo, decidimos intervenir y darte estas charlas tan importantes, no porque no confiemos en ti, sino porque ambas nos preocupamos por lo que puede haber allá afuera".

Luffy solamente pudo asentir con una enorme sonrisa. Ella entendía que Makino y Dadan estuvieran preocupadas, incluso ella se preocuparía si fuera al revés el caso o al menos en el caso de Makino…

"Ahora que estoy más informada sobre lo que conlleva ser mujer, entiendo que lo mejor es no tener sexo y asunto arreglado".

"¿Qué has dicho?"

No solo la afirmación que la chica les había dado, también el gesto despreocupado con el que se había puesto de pie fue el que terminó de preocupar a ambas mujeres.

Y Makino estuvo a punto de decir algo para cambiar esa manera de pensar, pero la chica simplemente sonrió enormemente, mientras corría hacia la puerta.

"Gracias Makino y Dadan. Por ahora, seguiré entrenando, pero les aseguro que no tengo planeado tener sexo o incluso hijos, después de todo, tengo una meta y no quiero involucrar inocentes".

Y sin poder hablar siquiera, ambas mujeres solamente pudieron ver como Luffy comenzaba a correr, muy seguramente hacia el frondoso bosque.

"Ella ni siquiera esperó a que le habláramos sobre la protección en caso de que llegara a tener relaciones", mencionó Makino completamente exasperada.

Dadan por su parte, apago el resto de los cigarrillos que había estado fumando, sólo para que después encendiera uno nuevo. Y aunque a los ojos de cualquiera podría parecer que no estaba preocupada, Makino podía ver que no era así.

La joven mujer sabía cuán preocupada estaba Dadan por Ace, tanto así, que se aseguraba de preguntarle a Garp por el chico cada vez que llegaba de visitas. Y por supuesto, se preocupaba por Lucy y su despreocupada manera de ser.

"A decir verdad, me preocuparía más si ella viajará con Ace".

Makino la vio con sorpresa. Ciertamente, no esperaba que Dadan se hubiera dado cuenta de que esos dos que se habían jurado de niños ser hermanos, no parecían precisamente hermanos.

"¿Desde cuándo Dadan-san lo sabe?" Preguntó Makino con duda.

"Desde la última vez que vi a Ace" respondió la mujer con calma. "Aunque siendo sincera, probablemente comencé a sospechar en cuanto la mocosa llegó a esta cabaña y comenzó a acosar a Ace. Por supuesto, en ese entonces pensábamos que ella era un niño y ciertamente, eso no me hubiera molestado, después de todo, Ace parecía más alegre e interesado por la vida y por supuesto, no me hubiera estado preocupando por nuevos bebés para cuidar en el futuro".

Makino sonrió comprensiva con las palabras de la mujer. "¿Así que Dadan-san aprueba la idea de que Ace-kun y Lucy-chan estén juntos?"

Dadan solamente le restó importancia. "No es como si pudiera hacer algo en contra, aunque si te soy sincera, esos mocosos se necesitan uno al otro. Sin embargo, como madre adoptiva de Ace, puedes estar calmada de que, si él llegara a hacerle daño a esa mocosa escandalosa, yo misma le daría una buena paliza, y no me importa si es el hijo del mismísimo Gol D. Roger".

Makino asintió más que de acuerdo con esas palabras. "Eso es lo que una madre haría después de todo", mencionó calmada. "Yo misma haría lo mismo, aunque si lo pienso mejor, es más probable que alguien quiera hacerle daño a Lucy-chan, que ella quiera hacer algún daño sin motivo alguno. No soy fuerte, pero haría lo que sea para que Lucy-chan no sufra".

Dadan solamente asintió. La joven mujer tenía agallas, pero cualquier madre las tendría si con eso mantienen a salvo a sus hijos.

Makino tenía razón, y aunque no lo admitiría a otra persona, ella misma haría lo que sea por sus hijos.

"Como dije antes, no hay manera de preocuparnos de que la mocosa haga algo indebido, al menos no si no es Ace y como ambas sabemos, el mocoso es tan necio que seguramente seguirá tratándola cómo una hermana pequeña".

Makino asintió, mientras veía el cielo por la ventana abierta. "Espero que así sea. Porque no me gustaría que Lucy-chan sufra nuevamente".

Tal vez ambas mujeres debieron asegurarse de que la chica del sombrero de paja entendiera bien sus razones y las explicaciones. Pero el reloj ya estaba corriendo y por unas palabras no dichas, muchas cosas pueden suceder en un futuro no tan lejano…

"La Inocencia Viste De Primeriza"

Thatch veía completamente aburrido el paisaje calmado. Sinceramente agradecía que su Oyaji hubiera mandado a una misión a Teach, pero con el hombre, también se había ido Ace, algunos hombres de la segunda división y por alguna razón, le habían otorgado permiso a Deuce de acompañarlos.

Por supuesto, todo en el Moby Dick era aburrido, porque claro, Ace le había prometido a Lucy llevarla a una isla de paseo y la llevó, pero a la misión que tenía en esos momentos.

Era molesto que unos tontos estuvieran atacando una de las islas donde había familia de las personas que ellos protegían en el Nuevo Mundo. Pero eran gajes del oficio y una petición desesperada de un inocente, nadie podía negarla, menos si eran inocentes que Barbablanca protegía.

"Deberías estar agradecido de que Pops mando a Teach con Ace y los demás" comentó Haruta con burla.

"Y lo estoy. No sé qué bicho le pico, pero últimamente me tenía fastidiado con el asunto de la fruta y ni siquiera sé qué haré con ella", respondió con falsa calma.

"Bueno, seguramente querrá comprártela en caso de que quieras venderla. Aunque yo pienso que deberías comerla. Tal vez tengas un poder tan genial como el de Oyaji o Marco".

Thatch solamente lo vio con reproche. "Quiero seguir nadando y con Lucy-chan en el equipo, es mejor que no haya menos gente con la habilidad de nadar", respondió.

Haruta solamente comenzó a reír a carcajadas. "Así que por eso estás de tan mal humor. Te estás comportando como una mamá gallina", mencionó con burla. "Y justo así anda Marco y creo que se debe a que los dos jóvenes tortolitos están juntos, pero a ambas mamás gallinas se les olvida que no estarán solos".

"¡NO SOY UNA MAMÁ GALLINA!" Respondió con enojo.

Haruta solo le restó importancia con un gesto de aburrimiento. "Lo que digas Thatch" dijo entre risas. "Pero debes dejar de preocuparte, porque esos dos no harán nada durante la misión y menos con tantos ojos y oídos conocidos al acecho".

Thatch esperaba que así fuera. No quería desconfiar de Ace, pero siendo sincero, era la primera vez que sentía que Ace haría algo totalmente inesperado como hacer algo indebido con una chica tan inocente como lo era Lucy.

Rápidamente descartó esa idea. Haruta tenía razón, era completamente imposible que algo así sucediera con tantos ojos y oídos.

Solo debía esperar y confiar en que nada malo pasaría con sus dos hermanitos…

~..~

Ace se paseaba de un lado a otro por su habitación, mientras Deuce solamente lo miraba con cierto fastidio.

Llevaba todo el día que habían navegado, paseando de un lado a otro con una expresión llena de culpa y aflicción. Nada acorde a lo que sentía cada vez que actuaba como un novio con la chica del sombrero de paja.

El joven Portgas ya le había contado a su amigo sobre esos extraños flashbacks y la sensación de culpa que tenía con respecto a su noviazgo con Lucy. Y aunque no era su intención contarle a Deuce, tuvo que hacerlo justo unos días después de la visita inesperada de Garp y ese debilucho de cabello lila que no dejaba de mirar a su novia.

Claro que el motivo que lo llevó a contar sus recientes visiones, fue la nueva persona que ahora veía. Un niño rubio que parecía un noble asaltado o que había escapado de su familia, no es como si pudiera recordarlo.

Por supuesto, Deuce tenía que meter a cierta persona a la ecuación problemática y él ya tenía una respuesta para esa pregunta.

"¿Ya le has contado a Marco-san sobre esto?" Cuestionó con calma. Aun así, la expresión en su rostro decía todo lo contrario a la calma.

Ace solamente negó apresurado. "No lo he hecho y tampoco quiero hacerlo", respondió ansioso. "Seguramente querrá contarme cosas que sé que olvide por una razón y que no tengo ganas de escuchar".

Deuce solamente pudo negar por la terquedad de ese amigo suyo. "Capitán, sabes que tarde o temprano, los recuerdos que perdiste, regresarán y eso es algo que no puedes evitar, por muy malo que sientas que sea. Un ejemplo, son esos flashbacks que has tenido en estos días, lo que hace obvio que algo está haciendo que recuerdes de poco en poco".

Deuce admitía que le sorprendía cuan terco podía llegar a ser su capitán. Y ni siquiera podía pensar en que estuviera en esa situación, aunque lo admitía, tal vez por eso Ace se lo contó en primer lugar. Así como años atrás, cuando lo conoció y de buenas a primeras le contó sobre su alocado linaje.

Deuce ni siquiera era su nombre en primer lugar. Ese era un nombre que Ace le dio cuando se conocieron. Y así como una vez Ace no hizo preguntas sobre su pasado, Deuce sentía y sabía que no debía hacerlo. Él como amigo y vice capitán debía dar su apoyo a un buen amigo.

"Admito que una parte de mi quiere recordar, pero la otra no quiere hacerlo".

Ace temía que esos recuerdos fueran demasiado dolorosos. Incluso había escuchado por boca de Marco y las enfermeras que esa hubiera sido la razón de su renuencia a recordar. Aunque claro, la parte de él que tanto quería recordar le decía que esos flashbacks tenían demasiadas cosas importantes y que muy posiblemente, esas dos personas que aparentemente conoció, fueron de gran importancia en su vida. Y de ser así, esa niña que con tanta insistencia veía, era igual o más importante que su actual novia, Lucy.

"¿Qué debería hacer Deuce?" Cuestionó Ace completamente abatido.

Deuce solamente pudo suspirar resignado con una expresión afligida surcando en su rostro. "Lamento no tener una respuesta para esa pregunta, Capitán", murmuró. "Pero puedo decirte algo, y es que seguramente esa niña fue alguien importante en tu vida, pero también lo es la señorita Lucy, así que no tienes porque sentir que estás traicionando o engañando a alguien".

Ace lo miró con sorpresa. "Yo nunca mencioné que me sentía confundido o un traidor con la niña de mis recuerdos y Lucy".

Deuce solamente pudo sonreír. "No tuviste que hacerlo, lo deduje por cómo estás actuando", dijo haciendo énfasis en el actuar tan obvio de su amigo. "Fue bueno que lo hablarás conmigo, pero solamente tú puedes tener la respuesta a las preguntas que haces. Aunque puedo sugerir que, si sigues sintiendo esas cosas tan negativas, lo mejor es que lo hables con la señorita Lucy, tal vez ella pueda darte las respuestas que buscas sin tener que recordar cosas que no quieres".

Ace solamente pudo quedarse callado por breves instantes. Su amigo tenía razón, aunque había algo que le decía que no debía hablar con Lucy sobre ese tema. Tal vez temía que Lucy se sintiera desplazada o incluso celosa, pero pensándolo mejor, tal vez era su misma paranoia.

Por el momento, solamente lo pensaría por un tiempo, antes de tomar una decisión tan drástica. En todo caso, si esos flashbacks seguían molestándolo, tendría que hablar con Marco, aunque no lo quisiera.

"¡Comandante Ace, hemos llegado a la isla!"

El repentino aviso de Nathan lo sacó de sus pensamientos. Miró a Deuce y sonrió apenas, mientras le agradecía.

"Supongo que debemos prepararnos para una buena pelea", dijo ya más calmado.

Deuce asintió sonriente. "Y también le debes una buena excusa a esa novia tuya, que estuvo preocupada por cómo habías estado actuando los últimos tres días".

Ace asintió de acuerdo con la sugerencia. "Tal vez la lleve a pasear en el Striker en cuanto terminemos con esos piratas mediocres".

Y con esas palabras, Ace salió junto a Deuce para dar instrucciones para la pelea que estaban a punto de tener.

~..~

Ya habían aparcado el barco. Incluso se habían separado para abarcar más terreno e investigar sobre la situación actual, pero no había señales de los piratas que supuestamente habían atacado la isla. Pero por alguna razón, todos parecían completamente tranquilos y sin daño alguno.

"Esto es demasiado extraño" murmuró Deuce, mientras veía con sospecha el actuar de las personas.

"Ni siquiera se inmutaron al ver llegar a una tripulación de piratas mundialmente reconocidos", mencionó Ace de igual manera.

"¿Comandante, cree que se equivocaron?" Preguntó Teach, mientras se aseguraba de mirar hacia todos lados.

"No lo creo. Quiero decir, llamaron personalmente a Pops para pedir ayuda para esta isla, y dudo mucho que hubiera sido por una equivocación o confusión" respondió Ace, mientras se aseguraba de no perder de vista a Lucy. "Algo anda mal".

Deuce asintió de acuerdo con las palabras de Ace. "Y tomando en cuenta que la gente parece ignorar nuestra presencia, estoy de acuerdo con esas palabras".

Ace estuvo a punto de dar una nueva orden, cuando sintió que Lucy dejaba de caminar. Con extrañeza, miró a su novia, pero Lucy solamente le hizo un gesto silencioso, para que mirara hacia dónde ella estaba dirigiendo su mirada.

No muy lejos de donde estaban, justo en un callejón solitario, Ace pudo distinguir a un hombre canoso llamándolos con un gesto de manos. Pudo deducir que era el alcalde de esa isla, puesto que era el hermano gemelo del hombre que había hecho la llamada de auxilio.

"Teach, ¿podrías llevar a Lucy a comer? Ya ha pasado un buen rato y estoy seguro de que debe tener hambre".

Lucy por supuesto iba a protestar en contra, pero al ver la mirada de su novio, supo que era para guardar las apariencias con respecto al raro actuar de los isleños.

"Apuesto que puedo ganarte de nuevo" le dijo sonriente al otro 'D', quien solamente sonrió con burla.

"No soy tan tonto. Ya sé que puedes ganarme, mocosa" respondió Teach. "Pero podríamos tener una revancha y tal vez pueda vencerte esta vez".

Ace pudo ver como esos dos salieron corriendo en dirección al restaurante-bar de la isla. Llamando la atención el suficiente tiempo para que él y Deuce se acercaran al alcalde.

"¿Qué está ocurriendo en este lugar?" Preguntó Ace, yendo directo al punto.

El hombre solamente se llevó ambas manos a su desesperado rostro. "Nadie va a decir nada a sus compañeros de tripulación", respondió nervioso el hombre. "Esos piratas están aliados con unos esclavistas del Nuevo Mundo y un ex marine. Llegaron repentinamente porque mi esposa es una de las mejores farmacéuticas en el mundo".

"¿Farmacéutica?" Deuce miró con extrañeza al hombre. "¿Qué querrían con una persona con esa profesión?"

El hombre solamente comenzó a llorar con una expresión llena de frustración. "Según lo que dijeron, los esclavistas tienen gente con habilidades de frutas Zoan para vender. Aparentemente se ha vuelto moda que la nobleza guste de usar a esas pobres personas para cosas que no quiero mencionar y hubo alguno que otro noble que pidió algo para que tuvieran una especie de celo y que durarán más en sus torturas".

El hombre había comenzado a llorar por el sentimiento de culpa que cargaba. Por supuesto, pensando en lo que su pobre esposa sentiría en esos momentos, considerando que ella había decidido estudiar sobre las distintas medicinas, para salvar vidas, no para esclavizar gente inocente.

"¿Así que su esposa está en manos de esos hombres?" Preguntó Deuce sintiendo repentinas ganas de matar a esos malditos.

Como doctor que era, sabía cuan doloroso y frustrante sería para la señora esposa del alcalde, el estar ayudando a fabricar algo para la tortura de otro ser vivo.

El hombre asintió desesperado. "En realidad, tienen a mi hija y mi nieta como rehenes. A mí solamente me dejaron junto a los habitantes para que evitemos que gente indeseada se acerque a su posición. Incluso hay gente infiltrada entre nosotros y por eso nadie dirá absolutamente nada sobre la situación".

"Eso explica el raro actuar de la gente cuando llegamos", mencionó Ace con seriedad. "Debemos advertir a los demás sobre esto y andarnos con cuidado".

Deuce asintió rápidamente. "¿Esa droga ya la tienen terminada?" Cuestionó con preocupación. "Sería problemático que drogaran a uno de nosotros y no saber sobre los efectos y la duración".

El alcalde asintió preocupado. "Justo ayer por la noche me permitieron hablar con mi esposa y ella me dijo que la droga estaba lista. No tengo idea si los infiltrados tienen algo de la droga. Sin embargo, mi esposa me aclaró que la droga afecta terriblemente a los consumidores de frutas Zoan. Incluso me dijo que los efectos en gente consumidora de Paramecia o Logia y gente no usuaria, durán nada más una hora, pero en los consumidores de fruta Zoan podrían durar hasta días con los efectos".

"Es bueno saber que no tenemos con nosotros a consumidores Zoan" mencionó Deuce con breve alivio. "Aunque hay que andarnos con cuidado, considerando que es una droga que no ha sido del todo probada, ¿o me equivoco?"

El alcalde solamente asintió nervioso. "Aún falta hacer muchas pruebas, pero a esos hombres no les importa si sus víctimas sufren por días, ellos solamente quieren hacer un buen negocio".

"Descuide señor, que nosotros nos encargaremos de ayudarlos" dijo Ace con completa seguridad en sus palabras.

Solo así, el alcalde pudo respirar tranquilo, después de tantos días de angustia y preocupación. Dentro de poco, su esposa, hija y nieta estarían nuevamente a su lado.

Solamente debía ser paciente y confiar en las palabras de aquellos valerosos piratas.

Por ahora, Ace y Deuce se encargarían de informar al resto de los hombres, junto a Teach y Lucy. Y hablando de esos dos, tanto Ace como Deuce se alarmaron al recordar que los habían mandado a ese restaurante-bar con todos esos malditos infiltrados entre la gente del pueblo.

"Señor alcalde, le aseguró que los ayudaremos, pero ahora tenemos que ir a hacer algo de suma importancia".

El hombre solamente pudo asentir en silencio, mientras veía como el comandante de la segunda división y su compañero comenzaron a correr hacía donde habían ido sus otros dos compañeros. El alcalde solamente esperaba que nada malo les hubiera pasado a esos dos.

~..~

Teach solamente sonreía, mientras veía a la chica comer y beber jugo como si no hubiera un mañana. Sinceramente, había tenido sospechas sobre lo que sucedía en el lugar, especialmente con aquel cambio de camarero que los había atendido.

Obviamente se hizo el tonto. Esa mocosa aún le debía demasiado por el tema de la fruta que por tantos años había buscado y que ahora estaba en las manos de ese maldito de Thatch por culpa de esa chiquilla con demasiada suerte de su lado.

Sinceramente, Marshall D. Teach esperaba que esa comida tuviera veneno solamente para verla retorcerse de dolor. Sin embargo, lo que vio no fue a una chica debilitada y adolorida, por el contrario, parecía más bien, necesitada de toques y caricias.

"¿Qué te sucede niña?" Preguntó Teach con falsa preocupación.

Teach se dio cuenta de que habían más hombres sospechosos en el lugar. Y aunque no quería mover ni un dedo para proteger a la mocosa, aún no era el momento de traicionar a Barbablanca y su tripulación, al menos no hasta que tuviera en sus manos la Yami Yami No Mi.

Quiso tocar a la chica, que parecía más y más inquieta, solamente para que pudieran salir del lugar donde aparentemente los tenían rodeados, pero justo antes de tocarla, sintió una mirada que lo intimidó lo suficiente para que se detuviera.

Se sorprendió de ver que Ace había llegado al lugar y que, sin mediar palabra, tomó en sus brazos a la chica del sombrero de paja.

"Supongo que, con esto, deberemos comenzar a dialogar amablemente con estos imbéciles" mencionó Deuce, mientras miraba con odio a los siete hombres de la tripulación enemiga.

Teach solamente asintió, sin entender del todo lo que estaba ocurriendo. "No tengo idea de lo que está pasando, pero con lo que le hicieron a la mocosa, diré que estoy más que de acuerdo con lo que dices", dijo con una falsa sonrisa y tan perfectamente actuado.

Por supuesto, tanto Deuce como el mismo Teach miraron con ansias a un furioso Ace, quien, por cierto, tenía la mirada ensombrecida por su sombrero naranja, mientras sin poder evitarlo, sacaba a relucir su haki del conquistador de una manera que solamente ponía a la gente de los alrededores completamente nerviosos.

"Acaben con ellos" murmuró la orden con una expresión llena de furia por lo que le habían hecho a Lucy.

Y después de esa orden, Deuce y Teach no tuvieron clemencia alguna por aquellos hombres que solamente pudieron gritar y lloriquear del dolor que ahora estaban sintiendo.

Sin duda alguna, no debían hacer enojar al comandante de la segunda división y menos si lo hacían enojar causándole daño a sus seres amados.

~..~

Una hora más tarde, todos aquellos que habían atentado con la gente de aquella isla, ahora se encontraban justo en el centro del pueblo, todos atados y con bastantes heridas, causadas por supuesto, por los hombres de la segunda división.

Ahora el problema, era que no podían irse de la isla así sin más, considerando el estado de la chica del sombrero de paja. Incluso la farmacéutica y el doctor del pueblo, habían entrado a la habitación del pequeño hotel del lugar donde la chica estaba, pero ambos terminaron saliendo del lugar, con los rostros completamente abatidos.

"¿Cómo está ella?" Cuestionó Ace completamente preocupado.

Por supuesto, las miradas del resto de los hombres de la segunda división, estaban igual de preocupadas. Se suponía que cumplirían con la misión y se asegurarían que nadie interrumpiera la cita de su comandante y Lucy, pero ahora, la chica se encontraba bajo los efectos de una droga que una chica tan inocente no debería ni conocer.

"Dijeron que ella es consumidora de una fruta del tipo Paramecia, ¿no es así?"

Ace asintió completamente afligido. "La Gomu Gomu No Mi. Ella es una mujer de goma", respondió sin sentir calma alguna. "¿Sucede algo malo con ella? ¿Tiene algún efecto negativo por la droga?" Cuestionó más que alarmado de que ese fuera el caso.

La mujer solamente asintió preocupada. "El efecto debería de estar disipándose, pero parece todo lo contrario. Ella sigue demasiado inestable, hasta el punto que parece consumidora de una fruta del tipo Zoan".

"¿Y no hay nada para calmar estos efectos?" Preguntó Deuce al ver la mirada histérica de su capitán.

"Ella es muy joven, así que dudo mucho que ella ya hubiera tenido esa clase de sensaciones" comentó la mujer con pose pensadora. "No pude probar del todo el antídoto que hice, pero antes de todo lo sucedido, había creado una potente medicina para evitar embarazos no deseados a petición de algunos médicos de otras islas. En otras palabras, puedo darle el antídoto, pero no funcionará del todo, por el contrario, creo que podría hacer mínimos los efectos y la duración de la droga, pero lo mejor sería que alguien pasara con ella para hacer más llevaderos los efectos".

Ace solamente miró a la mujer completamente alarmado con aquella idea. Viró a ver a sus hombres y estos al entender lo que implicaba aquello, solamente decidieron mirar hacia otro lado con los rostros apenados.

"¡DE NINGUNA MANERA PODRÍA HACERLE ESO A ELLA!" Gritó Ace completamente histérico con aquella idea. "¿No hay otra manera? Digo, somos novios, pero no quiero sentir que me aprovecho de Lucy en un momento de vulnerabilidad", y aquel pensamiento era totalmente imperdonable para Ace.

La mujer solamente negó con pena. "Si lo hubiera, le aseguro, comandante, que no hubiera hecho la sugerencia", respondió completamente arrepentida de haber causado aquel incidente. "En cuanto a su sentir, aunque no lo crea, ella estaba lo suficientemente lúcida para dar un consentimiento, lo que me parece asombroso, considerando que la droga la habían probado con una pobre mujer y esta no pudo más que gritar para que le calmaran los efectos".

Deuce solamente puso su mano en el hombro de su confundido capitán. "Si la señora alcaldesa te dice que la señorita Lucy puede darte lo que buscas, creo que como pareja deberías entrar, hablarlo y si ella así lo quiere, ayudarla".

Ace sabía que Deuce tampoco estaba del todo de acuerdo con la idea, pero al oír lo de la mujer que había sido conejillo de indias, entendió que debía entrar y hablarlo con Lucy como pareja que eran. Así que rápidamente asintió, mientras veía a la mujer y esta solamente pudo sonreír con una mirada llena de arrepentimiento.

"Iré ahora mismo a darle el antídoto y tendré preparado el anticonceptivo para cuando terminen", mencionó con falsa calma.

Ace pudo ver como la mujer entraba a la habitación, a hacer lo que había dicho. Mientras tanto, él comenzaba a dar instrucciones a sus hombres para llevar a esos malditos piratas enemigos al lugar que el alcalde les había indicado para encerrarlos en lo que estarían en la isla.

Repentinamente, Ace sintió nervios al saber que muy probablemente, dejaría de ser virgen junto a su novia. Algo que, sin duda alguna, no querría compartir con Marco o Thatch, sabiendo cómo habían estado actuando.

"Descuida Capitán, que yo personalmente me quedaré cerca para que ningún chismoso se acerque", comentó Deuce, en un intento por darle ánimos a Ace.

"Eso no me deja muy tranquilo que digamos Deuce", respondió completamente azorado Ace. "De cualquier manera, te encargo a los demás".

Y Deuce solamente pudo asentir, mientras veía a la alcaldesa salir de la habitación, todo mientras les hacía una reverencia a modo de disculpa.

"Como dije antes comandante, los efectos que tiene la señorita son efectos que tendrían los usuarios de frutas del tipo Zoan, por lo tanto, en cuanto terminen, le sugiero que le deje alguna prenda, pues posiblemente tendrá algún efecto posesivo en las próximas horas y el olor de su pareja la mantendrá calmada".

Ace solamente asintió, mientras agradecía la ayuda de la mujer. Con paso casi robótico y demasiado lento para su propio gusto, entro a la habitación. Y sin mirar hacia atrás, cerró la puerta y se aseguró de meter el seguro.

Primero hablaría y luego, dependiendo de la respuesta de Lucy, haría lo que ella le pidiera.

~..~

Ace había pensado lo peor cuando le dijeron los síntomas que su novia tenía, debido a aquella aberrante droga, pero cuando entró a la habitación, lo único en lo que pudo pensar, es en que Lucy parecía más bien un lindo cachorrito con demasiadas sábanas y almohadas acumuladas en la cama como si estuviera haciendo una especie de nido.

Por supuesto, una vez que Lucy notó su presencia, sonrió enormemente con las mejillas sonrojadas y literalmente, enrollo ambos brazos alrededor de su cintura y se lanzó en el aire, solamente para que él la atrapara.

"¡ACE!"

El comandante de la segunda división, solamente pudo corresponder el sofocante abrazo con demasiada pena, al sentir como Lucy restregaba una y otra vez su cálido rostro en su pecho.

"Lucy, debemos hablar antes".

Tener así de empalagosa a su novia no era algo a lo que estuviera acostumbrado, sin embargo, por alguna extraña razón, sentía que su cuerpo estaba perfectamente acostumbrado a aquel tacto tan íntimo y cariñoso por parte de la chica.

Aun así, hizo uso de todo su autocontrol y negó rápidamente, todo, mientras miraba con cierta preocupación a esa novia suya.

"Pero yo quiero a Ace ahora".

Por su parte, Ace simplemente negó, mientras aprovechaba que Lucy lo había liberado de su agarre de hierro para alzarla en sus brazos y llevarla directamente a ese nido improvisado. Sonrió apenas cuando su novia simplemente aprovechó ese contacto para restregar su rostro por su cuello. No lo diría en voz alta, pero Lucy se veía tan tierna actuando de esa manera.

"Primero debemos hablar Lu…"

La chica del sombrero de paja, se quedó repentinamente quieta, mientras con la mirada completamente sorprendida, miraba a Ace. Ese lindo apelativo lo había usado su ahora novio junto con el difunto Sabo, justo cuando los tres eran hermanos. Y tuvo que ser fuerte, para no ponerse a llorar y preocupar aún más a Ace cuando lo escucho llamarla de esa manera. En verdad le traía tantos recuerdos dulces y agradables.

"Me gusta que me digas de esa manera", murmuró, con una tímida sonrisa.

Ace pudo sentir calma de manera repentina e incluso había comenzado a sonreír al ver el imperceptible rubor en el jovial rostro de Lucy. Por supuesto, aquella manera de llamar a su novia, había salido tan repentinamente, casi como si fuera algo tan natural de usar en su vocabulario. Pero si eso hacía feliz a Lucy, entonces debería usarlo más seguido.

"Entonces te llamaré de esa manera cuando estemos solos. Solo para guardarlo tan recelosamente para nosotros dos" le susurró al oído.

Lucy no pudo evitar soltar un jadeo al sentir tan cerca el aliento de Ace. Era la primera vez que tenía esa clase de sensaciones recorriendo cada rincón de su cuerpo, pero a su vez, solamente podía pensar en sentir el toque de un solo hombre.

Y para su buena fortuna, ese hombre se encontraba demasiado cerca de ella.

"Lucy… ¿La alcaldesa te explicó tu situación?"

Aunque a Ace le haría más que feliz poder estar más cerca de su novia, no lo haría si Lucy no accedía o no estaba del todo enterada de lo que podría pasar si ella pedía ayuda para calmar esa 'calentura'. Él simplemente no quería aprovecharse de alguien tan inocente como lo era Lucy, nunca se lo perdonaría si lo hiciera.

Por su parte, Lucy asintió más que ansiosa del toque de Ace. Y aunque para algunos podría parecer tonta, ella había entendido lo que le estaba pasando y porque le pasaba.

Y aun si quisiera decirle a Ace que se olvidara de formalidades, ella no quería que su novio sintiera la obligación de ayudarla sin más a bajar esas terribles ansias de algo más que besos. Ella quería que Ace también estuviera de acuerdo o de lo contrario, ella misma se aseguraría de sacar de la habitación a su novio si él no estuviera del todo seguro de dar ese gran paso.

"Si no quieres hacerlo, lo entenderé Ace" murmuró con calma. "No quiero que te sientas obligado a nada. Quiero que tú y yo estemos juntos cuando ambos estemos listos para dar ese paso y no porque alguno de los dos esté bajo los efectos de una horrible droga".

Ace sintió que se quitaba un peso de encima al oír esas palabras. Ciertamente, no se esperaba que Lucy fuera lo suficientemente madura para decir algo que obviamente él había pensado en su momento, pero al comprender más las palabras, parecía que su novia quería que aquello sucediera en verdad.

Con calma, tomó la mano de Lucy y la llevó directamente a sus labios. La beso tan suavemente, que la chica volvió a darle esa tímida sonrisa que normalmente no le daría. Ciertamente, le estaba encantando esa faceta tan tímida de Lucy y para variar un poco, considerando que él era quien terminaba por apenarse e intimidarse cuando se trataba de ser una pareja cariñosa y mimosa.

"Yo quiero si tú lo quieres" le dijo, mientras la miraba con demasiado cariño que no hubiera pensado en darle a alguien más.

Lucy sin embargo, asintió, mientras se acercaba a darle un suave y corto beso a la mejilla de su pareja.

"Lo deseo" murmuró al oído de su novio. "Si es con Ace, siempre voy a desear tener todo de él".

Y eso fue todo lo que la chica pudo decir para que el comandante de la segunda división perdiera todo ese autocontrol que había tenido antes de entrar a la habitación.

Primero lo primero, se aseguraría de que la chica disfrutará como debía. Marco durante la 'charla', le había dicho varios consejos que en su momento le habían sido incómodos. Ahora entendía que su 'mamá gallina' le había dado esos consejos, para que su pareja también sintiera placer, en lugar de que solamente él lo sintiera.

Así que, con calma, comenzó a besar a Lucy, con demasiada insistencia. Sin romper el beso, pudo sonreír al sentir que Lucy había entendido y ahora parecía que ninguno de los dos 'D' daría su brazo a torcer en ese beso tan demandante.

Sintió que la chica se retorcía bajo el tacto, pero se asombró cuando pudo notar, que, de poco en poco, había desabrochado su blusa y ahora podía ver el sostén negro que no dejaba a la imaginación lo que se supone que debía ocultar.

Ace terminó por romper el beso completamente sonrojado al saber bien lo que vendría, aunque claro, también deseaba desesperadamente llegar a esa parte.

"Tócame".

Ace sintió como Lucy recorría su espalda y pecho con demasiada insistencia e incluso había comenzado a besar su cuello y hombros de tal manera que se notarían más tarde las marcas. También pudo notar que sus brazos se estiraban más de la cuenta y pudo sonreír con algo de pena al comenzar a pensar que posiblemente ser de goma, podía llegar a ser de utilidad. Y eso que aún no comenzaban del todo con la acción.

Por supuesto, él no se negó a la petición de su novia. Guio su mano de manera temblorosa, hacía el seno izquierdo de la chica. Y pensó que era como si hubiera sido hecho a la medida para que su mano se acoplara a la perfección con el tamaño de aquel seno y sin proponérselo, comenzó a masajear y apretar tan suavemente.

Ace pudo ver como lentamente, el pezón comenzaba a resaltar poco a poco a través de la ropa, así como pudo escuchar a Lucy jadear ante aquel toque. Y de alguna manera, sintió que poco a poco estaba perdiendo la pena y que su propio sexo había comenzado a despertar exigiendo atención. Y aunque quisiera comenzar a atenderse así mismo, sabía que la más necesitada era la chica que literalmente se derretía bajo su tacto.

Tuvo que tragar ruidosamente, mientras sentía que su rostro y orejas quedaban calientes. Sabía perfectamente que estaba demasiado sonrojado, pero al ver la mirada brillosa de su novia, pudo tener una confirmación.

"Ace parece un tomate".

Ace no podía creer la manera tan sensual que la chica tenía para calentar el ambiente y a su vez, podía decir algo tan tonto que podía hacerlo enojar por la vergüenza que sentía.

"Tonta, no es un momento oportuno para esa clase de comentarios", la regaño, mientras dejaba lo que antes estaba haciendo.

Por supuesto, Lucy solamente lanzó una risa que a oídos de Ace era agradable y reconfortante, aunque justo unos segundos después, tomó sus dos manos y las guio justo a sus dos senos. Y Ace sintió que cada fibra de su cuerpo se crispaba nerviosamente, mientras trataba de formular alguna palabra coherente.

Esa chica lo iba a volver completamente loco con tantos cambios en sus sentimientos. Aunque él jamás hubiera pensado que Lucy fuera la clase de chica atrevida en el tema del sexo.

"Ace no tiene que ser tan tímido él solo. Después de todo, yo también puedo sentir pena en estos momentos".

Él solamente pudo asentir de manera nerviosa, mientras sentía como poco a poco, la chica le retiraba su sombrero. Era tan extraño, pero no le molestaba el hecho de que Lucy tocará su preciado sombrero, y menos que lo colocará tan delicadamente junto a su propio sombrero de paja en el único sillón que había en la habitación. Definitivamente, ser de goma tenía alguna que otra utilidad, especialmente si se trataba de lo que estaban haciendo en esos momentos.

"Tienes prisa, ¿no es así?" Preguntó con burla.

Pudo desquitarse un poco de todas las veces que Lucy lo ha hecho sentir vulnerable, y no pudo evitar reírse al ver que también ella podía terminar completamente sonrojada. Sin embargo, Lucy se veía demasiado adorable con el rostro sonrojado y esa expresión apenada en su rostro. No pudo evitar su repentina urgencia y nuevamente comenzó a besar a su novia.

Lucy ni siquiera pudo prever ese movimiento, aun así, ella llevó ambas manos al rostro de Ace y comenzó a acariciarlo con delicadeza, mientras se aseguraba de seguirle el paso a ese nuevo beso.

Ace entre tanto, se aseguraba de retirar su camisa y lanzarla en algún punto de la habitación. Pudo sentir como Lucy comenzaba a acariciar suavemente su piel expuesta, justo en el tatuaje que casi siempre lucía tan orgullosamente. Solamente terminaron por separarse, cuando ambos sintieron la necesidad del oxígeno.

Nuevamente Ace, pudo ver una tímida sonrisa de Lucy, quien nuevamente lo sorprendía en ese día.

Sabía que la chica estaba demasiado avergonzada y aun así, ella misma terminaba por adelantarse a él. Ella misma se retiró ese short de mezclilla negro que había usado ese día, dejando a la vista ahora a una chica con la ropa interior a juego. Ella solamente se quedó sentada en la cama, con la mirada tímida hacía otro lado que no fuera su rostro y con las mejillas completamente ruborizadas.

"¿No te gusta lo que ves?"

Ace rápidamente negó completamente apenado.

¿Cómo se atrevía Lucy a pensar en esa posibilidad?

A él por supuesto que le encantaba lo que veía, tanto que las imágenes de su memoria perdida que tanto lo estuvieron aquejando en los últimos días, se le habían olvidado por completo.

Lucy era perfecta, demasiado perfecta que parecía irreal.

"Me gusta…" respondió en susurro. "Quiero decir, me gustas todo el tiempo, pero ahora me sigues gustando… Digo, siempre me gustas… Yo, quiero decir…"

Ace se sintió como un idiota al estar tartamudeando respuestas tan incoherentes, pero en lugar de que Lucy se riera de su estupidez repentina, ella simplemente se acercó y le dio un suave beso en la mejilla.

"A mí también me gusta lo que veo", le dijo de manera pícara, mientras paseaba su mano por todo el torso desnudo de Ace.

Nuevamente Ace se sintió cohibido con el repentino cambio de actuar que Lucy tenía ese día. Tal vez se debía a esa droga o simplemente Lucy era una caja llena de demasiados misterios. Aun así, él decidió ir más rápido, considerando que solamente había acariciado un poco a su novia y la había besado. Simplemente demasiado lento para su gusto y el de Lucy, que parecía estar aguantando esos terribles efectos.

Así que sin decir nada más, terminó por colocar suavemente a la chica en la cama. Con él justo encima y con una expresión de completo pánico por lo que comenzaría a hacer.

Respiro profundamente con los ojos cerrados, en un intento para darse valor con lo que sería su siguiente movimiento. Beso calmadamente la frente de Lucy, mientras su temblorosa mano comenzaba a acariciar con extrema ternura el muslo de la chica.

Ace pudo sentirla estremecerse bajo su tacto, y sonrió al ver a Lucy llevarse ambas manos a su boca para acallar un gemido.

"Tú lo dijiste primero Lu. Que no debía ser tímido contigo, pero justo ahora, tú eres la que está siendo tímida", le murmuró al oído. Y justo después, le dio una suave e indolora mordida, que sólo causó más temblor en el cuerpo ajeno.

"Solamente Ace me hace actuar así" respondió Lucy completamente agitada con el leve tacto. "Aun así, quiero más".

Y Ace no estaba dispuesto a dejar con las ganas a su pareja.

Una vez más en ese día, atrapó los labios de Lucy, con la diferencia de que esta vez el beso no sólo era demandante, también era suave y tierno. Y por puro instinto de ambos, comenzaron un jugueteo de lenguas, mientras él seguía asegurándose de pasear su mano por el cálido cuerpo debajo del suyo.

Sonrió sin dejar de lado el beso, cuando la escuchó gemir, justo después de que su mano había rosado cierta zona. Inmediatamente pensó en que la haría disfrutar más, solamente para que Lucy siguiera soltando esos maravillosos sonidos.

Discretamente, paseo su mano, hasta situarla justo en la prenda que ahora caía en cuenta, le estorbaba. Y aunque no era su intención, terminó por romperla. Rápidamente se separó del rostro de la chica.

"Lo lamento" se disculpó. Por supuesto, sin llegar a sentir culpa del todo.

Lucy solamente sonrió, mientras de nueva cuenta acercaba su rostro al de Ace. "Luego me lo compensas".

Ace pensó en que muy probablemente, tendría que comenzar a comprar varias prendas solamente para evitar que Lucy anduviera sin ropa interior. Sonrió, mientras volvía a comenzar a besar a la chica. Enredando nuevamente su lengua con la de Lucy.

Entre tanto, se aseguró de subir la pierna de la chica, causando que quedara justo enrollada en su cintura. Sonrió satisfecho al tener libre acceso al lugar al que quería llegar.

Aprovechando, comenzó a pasear sus dedos por el muslo inferior, casi rozando el sexo de la chica.

Era la primera vez que alguien la tocaba de esa manera, y por supuesto, Lucy se sentía vulnerable con aquel tacto. Aun así, el toque suave y delicado de Ace, la hacía desear todavía más.

Sin embargo, ella no pudo evitar romper el beso, mientras liberaba un jadeo por la sorpresa de tan repentino toque, y a su vez, trató de cerrar ambas piernas. Algo que sin duda alguna no pudo hacer, debido a la posición en la que Ace la había dejado.

"¿No te gustó?" Preguntó Ace contra sus labios. "Si quieres podemos parar Lu…"

Y ella solamente negó, mientras abrazaba a Ace y comenzaba a repartir suaves besos por su cuello.

"Te lo dije… Si es con Ace, lo quiero todo…"

Y solamente eso bastó, para que él siguiera con su labor de hacer sentir bien a la chica. Miró con el rostro apenado hacia abajo y con delicadeza, pasó sus dedos por el sexo de una temblorosa Lucy. Ella simplemente volvió a gemir por aquel rose, mientras se aseguraba de no dejar de lado sus besos.

"¿Alguien está demasiado ansiosa? Estás muy húmeda, Lu" comentó él, contra el sensible oído de la chica.

La sintió temblar, y agarrarse de sus hombros, mientras gemía de sorpresa cuando sin decir nada, metió uno de sus dedos hasta el tope. Sintiendo de manera satisfactoria, como las cálidas paredes internas, comenzaban a apretarse alrededor de su piel. Esa sensación, sólo incrementó las ganas de hundirse en el interior de su novia.

Con premura, decidió introducir un segundo dedo y comenzó a moverlos suavemente en círculos, ganando así, una mordida en su hombro derecho. Sonrió satisfecho, mientras ingresaba un tercer dígito, comenzando un lento vaivén que sólo hacía gemir a la chica como seguramente, nunca lo había hecho.

Al sentir y ver como la humedad comenzaba a escurrir brillante, él no pudo evitar soltar un gemido por el doloroso sentir que ahora lo aquejaba en su propio sexo. Aun así, se aseguró de mover sus dedos por unos instantes, solamente para después sacarlos y ver entre apenado y maravillado el líquido que había quedado impregnado en sus dedos.

Lucy pudo sentir como sus orejas se calentaban de la pena al ver como Ace lamía con gusto sus dedos, mientras le daba una sonrisa prepotente, nada acorde con su rostro sonrojado y que sólo le daba una imagen sumamente erótica.

"No hagas eso, tonto Ace" le dijo completamente agitada con todas las sensaciones que él le había otorgado.

Ace solamente rió encantado con esa pena en el rostro de la chica. "¿Por qué no?" Preguntó. "Lu, tú lo dijiste, todo de mi es lo que quieres y yo quiero todo de ti".

Y sin decir algo más, siguió con esas suaves caricias, que dejaban a la chica completamente atontada. Con lo que no contó, fue que ella había decidido tomar riendas en el asunto y así como él había decidido hacerla sentir bien, ella decidió hacer lo mismo por Ace.

Primeramente, recorrió con ambas manos desde el cuello, hasta la cintura de Ace. Acercó su rostro al cuello de su novio y nuevamente comenzó a besarlo suavemente, hasta acercarse poco a poco a su oído.

"Quítatelo~…"

Ace entendió a lo que su novia quería llegar. Lucy había sido demasiado indiscreta, considerando que había tocado su bermuda, hasta el punto de jalar la para tratar de quitarla de su camino. Así que, como un buen novio, quitó rápidamente su cinturón y lo lanzó lejos, justo después, desabrochó su bermuda y comenzó a retirarla lentamente, solamente para disfrutar la ansiedad en la mirada de su chica.

En cuanto a Lucy, ella decidió cobrarle un poco de su tortura a ese tonto que tenía por novio. Nuevamente comenzó a repartir besos en su cuello, hombros y torso, mientras suavemente acariciaba la espalda de Ace. Poco a poco comenzó a bajar sus manos a la cintura de él y sin que él mismo Ace se lo esperara, ella dio un leve roce en su erección.

Ace soltó un jadeo por la sorpresa, pero eso sólo hizo sonreír a Lucy, quien decidió seguir paseando su mano por ese lugar. El toque suave de la chica, junto con la tela de su bóxer, hacía que Ace comenzará a lanzar gemidos, que decidió callar, mientras comenzaba a hacer lo mismo que su pareja: repartir besos por todo el cuello de Lucy.

Como pudo, terminó por quitarse su molesto pantalón corto y lo lanzó lejos. Ace podía sentir que, con sólo esos roces, comenzaba a liberar líquido pre seminal, mientras movía sus caderas casi de manera inconsciente sólo para no dejar de sentir el tacto de aquella mano más pequeña que la suya.

Y aunque deseaba desesperadamente liberar a su buen amigo, Ace decidió seguir dando toda su atención a Lucy. Nuevamente guio sus dedos a la suave y cálida cavidad de la chica y sin mediar palabra, volvió a introducirlos al interior de esta. Lucy soltó un jadeo, sin llegar a desatender el miembro de Ace.

Justo después, mientras cada uno seguía atendiendo al otro, ambos volvieron a unirse en un fogoso beso. Mientras él había comenzado un lento vaivén en el interior de Lucy, ella había decidido liberar la dolorosa erección de Ace.

Aún sin separarse del beso, ella paseo sus dedos con suavidad por el falo y sin que él se lo hubiera esperado, ella terminó por enrollar su mano alrededor, para después comenzar un vaivén a la par del que Ace le daba.

Sin separarse, ambos comenzaron a soltar gemidos por esas atenciones que aparentemente, habían estado necesitando. Sin embargo, ella terminó por soltarlo, cuando sintió una nueva sensación que parecía querer llegar tan repentinamente.

Ace la sintió apretarse y palpitar en torno a sus dedos, y sonrió gustoso al saber lo que vendría. Hizo más rápidos sus movimientos, mientras sentía como Lucy se aferraba a su espalda y se separaba de su beso.

La sintió tensarse y convulsionar entre espasmos, debido al reciente orgasmo. Sin duda fascinado al saber que había sido el primero en su vida.

"Eso fue magnífico~..."

Ace la vio encantado, mientras disfrutaba la vista. Lucy se veía sumamente hermosa con sus mejillas completamente sonrojada y la mirada desorientada a causa de ese primer orgasmo. Y aunque quería ir más lento, Lucy fue la que le impidió hacerlo.

Ella lo abrazó por el cuello, mientras empujaba su recién atendida cavidad hasta su erección.

"Ahora te quiero a ti~..."

Y Ace pasó saliva de manera dolorosa, mientras daba un tímido asentimiento. No fue necesario prepararse, de por sí con todo lo que había hecho por su novia, había sido suficiente para que su miembro doliera ansioso por atención.

Poco a poco, se aseguró de entrar, temiendo hacerle daño a Lucy, sin embargo, ella misma le había demostrado que no era una mujer tan delicada y que por supuesto, su cuerpo se amoldaría de manera inmediata a su tamaño.

Ella enrollo sus dos piernas hasta dos veces alrededor de la cintura de Ace, haciendo más profunda y rápida la entrada. Ace jadeo de sorpresa al sentir que si bien, la chica era de goma y que se estiraba, aún podía sentir como sus paredes cálidas y suaves se cerraban alrededor de su miembro.

"¿Puedo moverme?"

Y él terminó por sonreír cuando recibió un asentimiento. Rápidamente, tomó entre su mano la de Lucy, mientras la otra, se aseguraba de tocar nuevamente los senos desatendidos de la chica.

Comenzó a moverse lento, mientras disfrutaba los sonidos que su novia soltaba, con cada vaivén que él daba. Ace sintió nuevamente que la ropa estorbaba, pero fue la misma Lucy, quien se quitó el sostén como pudo y lo lanzó lejos.

"Eres muy atrevida Lu~..."

Pero ella simplemente oculto su rostro apenado en el cuello de Ace, asegurándose siempre de gemir su nombre cerca de su oído.

Él podía sentir que con cada movimiento que daba, ella apretaba más y más su miembro. Tal vez porque ella estaba demasiado caliente por la droga o porque estaba demasiado sensible por su reciente orgasmo.

A decir verdad, poco le importaba, si con eso hacía sentir bien a Lucy, entonces se movería a ese ritmo lento y delicado.

La sintió apretar el agarre de hierro de sus piernas, mientras sus manos comenzaban a arañar su espalda. Tal vez a ella sería la única persona que perdonaría por dejar marcas en el tatuaje que tan orgulloso Lucía en batallas.

"Ve más profundo Ace~..."

Y por supuesto, él haría caso a la petición. Sin que ella se lo esperara, él sin ningún problema se puso de pie, mientras la colocaba de espaldas a la pared y comenzaba nuevamente el vaivén, está vez más fuerte, rápido y certero.

Por alguna razón, ahora Lucy podía sentir que esa parte de Ace se hacía más grande, tal vez por la posición, pero poco le importaba, si con eso la hacía ver estrellas con cada choque de pieles.

Ella podía sentir como sus piernas comenzaban a mojarse, y como pudo se aferró a la pared de madera, mientras clavaba sus uñas en un intento por aguantar aquellas nuevas sensaciones.

Ace pudo sentir que estaba apuntó de terminar, incluso sentía que Lucy terminaría dentro de poco, así que, sin alguna petición de ella, comenzó a moverse más a prisa. La sintió aferrarse de nueva cuenta a su cuello, mientras ella misma iniciaba un nuevo beso.

Ambos comenzaron a hacer un enredo con sus lenguas, mientras él se aseguraba de seguir moviendo sus caderas y ella hacía cada vez más fuerte el agarre de sus piernas.

No pasó mucho, cuando Ace sintió que las paredes internas de Lucy se cerraban hasta apretarse alrededor de su miembro, ocasionando que el terminará vaciándose en el interior de ella.

Lucy se separó, solamente para soltar un sonoro gemido, mientras clavaba sus uñas en los hombros de Ace.

Unos breves minutos, ambos se miraron a los ojos y se dieron una sonrisa y un asentimiento mutuo. Al parecer, esa droga podía afectarlos a ambos, porque Lucy aún podía sentir como poco a poco, el miembro de Ace quedaba erecto en su interior.

Tal vez tendrían que seguir haciéndolo hasta que ambos estuvieran por completo satisfechos.

~..~

Deuce se paseaba completamente preocupado fuera de aquella habitación. Ya eran casi las cinco de la tarde y Ace había ingresado a la habitación el mediodía del día anterior y no había salido ni siquiera para comer o beber.

La señora alcaldesa y su esposo habían llegado unas horas antes para preguntar sobre la situación, pero terminaron por disculparse una y otra vez por los problemas causados con un invento creado por las manos de la señora.

Por supuesto, él simplemente les dijo apenado que no era culpa suya y que seguramente, todo estaría bien con su capitán y la chica.

Pero nuevamente estaba su histeria. Lucy a este paso podía quedar embarazada y ya de por sí tenía problemas con su linaje como para sumarle el linaje de Ace. Esa preocupación seguiría, aun cuando la señora alcaldesa le había prometido que su anticonceptivo era sumamente efectivo.

Deuce solo pudo respirar con alivio, cuando vio la puerta de la habitación abrirse, pero no pudo evitar la pena, cuando vio salir a su capitán completamente sonriente con la chica del sombrero de paja, durmiendo cómodamente en sus brazos y con la camisa de su capitán puesta.

"Creo que deberíamos dejar esta habitación cerrada".

Deuce no pudo reír con ese intento de broma por parte de Ace. Él literalmente había escuchado todo el desorden que esos dos habían causado, así que no le habían dejado absolutamente a su imaginación.

"Primero lo primero, Lucy debe tomar esto para evitar problemas a futuro".

Ace vio la pastilla de color azul en la mano de su compañero de tripulación y asintió.

Deuce, ni siquiera podía recordar desde cuando Ace era tan descarado, considerando que situó la pastilla en la boca de la durmiente chica y bebió el agua que su compañero le había dado justo antes, para después, darle de beber con un beso. Deuce sonrojado y apenado por la vista, miró hacia otro lado. Sin embargo, sintió aún más pena cuando pudo escuchar como Lucy tragaba todo sin siquiera despertar.

"¡NO PUEDES HACER ESE TIPO DE COSAS SIN AVISAR!" Le Gritó Deuce completamente apenado, mientras lo señalaba de manera acusadora.

"Cierto. Lo lamento Deuce".

Y Deuce supo que no lo sentía para nada con tan sólo mirarlo.

"Me alegro que ya se haya calmado la señorita".

Ambos hombres miraron a la recién llegada mujer. Ace asintió con calma, mientras acomodaba mejor a su dormida novia.

"Sé calmo hace tres horas, pero decidimos tomar una ducha y cuando menos nos lo esperamos, ambos terminamos dormidos" dijo completamente apenado. "Admito que fue un poco complicado lo del baño, considerando que ambos somos consumidores de fruta, pero al final, logramos bañarnos y descansar un poco".

La mujer asintió con calma, mientras se aseguraba de que la chica estuviera bien. Siguió sorprendida al ver que efectivamente, ella había tenido la reacción que un consumidor de fruta Zoan hubiera tenido, pero aparentemente, su antídoto aminoro lo suficiente esos efectos.

"Nuevamente me disculpo por lo que mi invento ocasionó", mencionó haciendo una reverencia. "Me aseguraré de que esto no vuelva a ocurrir con nadie más. Por lo pronto, sugiero que estos anticonceptivos los consuma la señorita cada veinticuatro horas, al menos en los próximos dos días para evitar cualquier sorpresa innecesaria".

Ace asintió calmado. "No se preocupe señora, mientras esa droga sea exterminada y no se sepa más del tema, le aseguro que no habrá ningún problema", dijo. "Supongo que Deuce le dio la bandera que nuestro capitán mandó para esta isla, ¿no es así?"

La mujer asintió con una sonrisa agradecida. "Mi esposo se aseguró de colocarla donde se pudiera mostrar con orgullo. Es oficial comandante, esta isla ya forma parte de los territorios de Barbablanca".

Y eso fue todo lo que Ace pudo escuchar para asentir con una sonrisa orgullosa.

Al final del día, ninguno de los hombres de la segunda división pudo decir palabra alguna sobre como su comandante de división llegó con la chica del sombrero de paja, bien dormida en sus brazos con su camisa puesta. Tampoco podían decir algo al respecto, con un muy apenado Deuce, quien, por cierto, no podía ni mirarlos a la cara, sin que su rostro se pusiera rojo.

En su lugar, todos se prometieron no decir nada, mientras veían como Ace llevaba a la chica a su camarote, para dejarla descansar en lo que resta del día o hasta que se despertará por el hambre, lo que sucediera primero.

"Supongo que no debo decir esto, pero, aun así, lo haré… Nadie puede decir algo sobre lo que ocurrió en esta isla".

La advertencia y la mirada que Deuce les dio a todos, fue más que suficiente para que todos asintieran con temor. Por supuesto, ninguno estaba dispuesto a ir de acusones, especialmente con el dúo de mamás gallina.

"Lo que pasó en esta isla, se queda en la isla".

Y por supuesto, todos estuvieron completamente de acuerdo con aquel lema.

En cuanto a Teach, él simplemente esperaba en silencio que Thatch no hubiera hecho algo con su valioso tesoro o se aseguraría de matar a esa mocosa molesta de la manera más dolorosa posible por arruinar nuevamente sus planes…

~..~

Justo en la base de los revolucionarios, Sabo llevó una mano a su frente al sentir un leve dolor. Breves imágenes pasaron, junto con una sensación de que algo sumamente importante había ocurrido.

"Este no es un buen momento para dolores de cabeza", se dijo así mismo.

Se puso nuevamente a trabajar, sin tomarle importancia a esos flashbacks. Aunque, aun así, no pudo quitarse aquella sensación de que algo había pasado y que debía usar su pipa contra la cabeza de alguien…

Continuará…

~°ɞ°~~°ɞ°~

NOTAS: Y eso ha sido todo por este capítulo. Si les gustó, les agradecería que me lo hicieran saber con sus lindos comentarios :3

Diganme algo, ¿se esperaron alguna referencia al Omegaverse? Porque fue algo que se me ocurrió al momento y con eso de que la fruta de Luffy no es Paramecia, sino una Zoan, pues decidí aprovechar el bug xD

La verdad, quería que el lemon fuera distinto a lo que usualmente escribo, sin ser algún tipo de violación, pero que sea algo que parezca forzado, pero que también termine por gustarle a los personajes, tanto que lo hagan en el Moby Dick sin temerle al peligro o en este caso al dúo de mamás gallina xD

Aunque hay algo que debo confesar y es que ya he escrito lemon yaoi/gay/BL, pero es la primera vez que lo hago hetero y además de la pareja que se supone en el canon, se ven como hermanos. La verdad, si me dio algo de penita y no sé cómo haya quedado, pero al menos espero que no haya quedado tan mal :D

Próximo capítulo: "La Inocencia Viste De Furia", donde Lucy no puede quedarse de brazos cruzados, cuando ve a alguien muy querido ser lastimado…

En fin, nos leemos pronto…

Chau chau (^3-)/