NOTAS: Ahora sí, damos inicio al capítulo trece y el comienzo de la segunda parte de esta historia…
Y lo iniciamos con portada un tanto distinta y otra imagen para los capítulos :3
Por cierto, aprovechen los buenos ratos que tendrán los tortolitos, que se nos vienen tiempos muy turbulentos :(
Finalmente, antes de comenzar a leer, debo decir un pequeño aviso. En caso de que llegaran a leer esta o alguna otra de mis historias en otro lado, es muy seguramente un plagio. Yo siempre uso el seudónimo "RozenDark" y únicamente público en Amor Yaoi, Wattpad, y AO3. También otorgue el permiso para una traducción al chino y solamente se encuentra en la plataforma/app "LOFTER"…
Esto lo digo, debido a los recientes fallos de Wattpad y que esta misma plataforma tiene una página espejo donde lucran con las historias. Por lo que cualquier cosa, les estaré agradecida si me lo hacen saber. De cualquier manera, en caso de algún otro cambio, les daré el aviso correspondiente :3
En fin, los personajes de One Piece son propiedad de Eiichiro Oda. Las imágenes utilizadas a lo largo del fic son hechas por su servidora.
Y sin más que decir, les invito a leer (^3-)/
~°ɞ°~ღ~°ɞ°~
Ace tenía demasiado en cuenta que la confianza era algo sumamente difícil de conseguir. Él, por ejemplo, no confiaba en muchas personas y las personas que tenían el honor de tener su confianza, estaban demasiado lejos de él.
Sin embargo, él había pensado que no se podía confiar en piratas, y mucho menos en piratas que se suponía eran rivales de su difunto y no muy apreciado padre. Pero allí estaba él justo ahora, terminando sus estudios que personalmente el comandante de la primera división le daba.
Ciertamente, Marco le agradaba. Sentía que podía confiar en el hombre y que no lo iba a traicionar cuando le diera la espalda. Y vaya que Ace sentía que merecía una traición de su parte, considerando que unos años atrás, le había dado demasiados dolores de cabeza.
Aunque no podía decir que solamente confiaba en Marco, porque sería un mentiroso si lo hiciera.
Confiaba en todos los tripulantes de la tripulación y vaya que admiraba y sentía que podía confiar completamente en el capitán.
Si Ace sintió alguna vez que un demonio como él no merecía una familia, ahora ya no había más ese sentimiento…
El capitán Barbablanca era como el padre al que nunca conoció y gracias a sus historias, pudo conocer el otro lado de la moneda en la historia de su padre.
Es por eso que decidió sincerarse con los comandantes y les contó su historia. Y si creyó por un momento que lo odiarían por ser hijo de Gol D. Roger, y se equivocó por completo.
A ninguno de los hombres le importó aquello y siguieron tratándolo como el hermano pequeño en la tripulación.
Ace se sintió a gusto con el trato, incluso decidió contar cosas de más acerca de su linda hermanita…
Por un momento, creyó que todos se protegían en aquella tripulación. Que no habían ovejas negras en su nueva y numerosa familia, hasta que vio que efectivamente había alguien que no merecía el cariño de un hombre tan honorable como su Oyaji…
Y el nombre de ese sucio traidor era…
"Marshall D. Teach".
Fue en un ataque sorpresivo a una de las islas que Barbablanca tenía bajo su protección. Por alguna razón estos hombres no eran como los que usualmente atacaban. Estos hombres habían cometido en toda la isla una terrible masacre.
Ace ahora sabía y entendía que en el Nuevo Mundo las peleas eran más agresivas y peligrosas, pero en todo el tiempo que había estado bajo la protección de Barbablanca, él no había visto tanta sangre, ni cuerpos tirados sin vida.
Lo peor de todo, es que Teach hablaba tan amenamente con el capitán de la tripulación que había causado tanto dolor y pánico en aquella isla. Y parecía que había sido planeado por completo.
"¡¿Por qué traicionaste a Oyaji?!"
Ace podía ver todo el amor con el que aquel hombre veía a cada miembro de la tripulación. Incluso a él lo miraba de aquella manera en la que solamente Luffy y el resto de su familia en isla Dawn lo miraban, así que no podía entender cómo Teach podía desperdiciar todo ese amor y cariño por una tontería como lo era una traición…
"Es una lástima que el pequeño Ace nos haya visto. Tenía planeado reclutarte en un futuro. Cuando claro, hubiera obtenido la fruta que he estado buscando".
Ace sintió furia al oír la simple respuesta de aquel hombre. Y aunque seguía sin creer que los hubiera traicionado, encendió en llamas ambos puños y lo miró con un frío desdén.
"¡Voy a acabar contigo!"
Ace sintió más ira todavía, cuando vio que Teach solamente sonreía, más no intentaba moverse en lo absoluto.
Tarde se dio cuenta, de que el otro hombre lo miraba con ambas manos brillando y que, de manera repentina, sintió un fuerte golpe en la cabeza.
Apenas y pudo moverse, solamente para ser dejado en el suelo por una pesada bota, perteneciente a un tercer hombre que aparentemente era igual de traidor y atacaba por la espalda.
"Puede que no despierte por un buen rato, pero al menos no va a recordar nada de lo que se habló aquí. Teach, más te vale cumplir tu parte del trato o tendré que hacerte entender que nadie debe meterse conmigo y mi tripulación".
"Descuida amigo, que, en un futuro cercano, cumpliré nuestro acuerdo".
Ace nuevamente trató de moverse, pero no pudo ni moverse o hacer uso de sus poderes, debido a que una bala le dio justo en el brazo. Suponía que debía ser de piedra marina, considerando que ahora, se sentía débil por la herida.
Aun así, miro con tanto odio a Teach…
"Juro que algún día te haré pagar por tu traición…"
Teach por alguna razón, solamente sonrió con maldad, mientras negaba. Aquello extraño completamente a Ace, especialmente al ver como poco a poco, aquel hombre se le acercaba, con sus manos aun brillando.
"Lamento informarte pequeño Ace, que eso no sucederá… Es más, probablemente ni siquiera recuerdes nada de lo que antes era demasiado importante para ti, ¿cómo era que se llamaba…?"
Ace vio completamente preocupado el gesto de aquel maldito traidor. Parecía alguna clase de juego antes de hacer lo que fuera a hacerle, y por lo que veía, Teach lo estaba disfrutando como el maldito que era.
"¡Ya sé! Su nombre era L-u-c-y…"
Para Teach fue sumamente divertido ver la reacción del adolescente. Parecía una dinamita con la mecha recién encendida y a punto de explotar. Algo no tan alejado de la realidad, considerando la furia con la que Ace hablaba y se movía.
"¡NO TE ATREVAS A METERLA EN ESTO!"
No entendía cómo es que ese maldito traidor sabía de su hermana, si solamente había hablado de ella con su Oyaji y los comandantes, pero no le importo y trato de liberarse con demasiada insistencia. Pero por más que intentó liberarse, Ace no pudo hacerlo. Y lo peor llegó después, cuando aquel hombre situó ambas manos en su cabeza y comenzó a experimentar un dolor que nunca había sentido en su vida.
Y poco a poco comenzó a perder la consciencia, así como sus recuerdos. Ace trataba de aferrarse a esos recuerdos. No quería olvidar a Dadan y los estúpidos bandidos, tampoco a Makino y al viejo desquiciado de Garp. Sabo aunque había fallecido, no quería olvidarlo, pero lo que no se podía permitir olvidar era a ella…
Ace no quería olvidar a Luffy y esa estúpida sonrisa que tanto le encantaba…
"Creo que me pase esta vez…"
Ace simplemente quedó inconsciente, con la nariz y oídos llenos de sangre. Mientras respiraba tan calmadamente que no parecía que estuviera respirando y no ayudaba en nada la imagen, si su piel estaba tan pálida como el papel.
Teach miró al hombre con odio. "¿Crees? Casi puedo sentir el olor a quemado. Tal pareciera que le freíste los sesos al mocoso y yo lo quiero en mi tripulación en un futuro".
"Descuida, se nota que es fuerte, puesto que es la primera vez que alguien se resiste a mi habilidad. Seguramente esa niña llamada Lucy es demasiado especial para este mocoso".
Teach solamente asintió con una expresión llena de aburrimiento. "Supongo que deberé seguir fingiendo…" mencionó. "Creo que ahora, tu amiguito deberá darme una buena puñalada, para evitar levantar sospechas innecesarias…"
Al hombre no le extrañó que Teach pidiera que lo apuñalaran. Tampoco le sorprendió que tomara al niño en su hombro como si aquello fuera de lo más normal…
Seguramente, su actuación seguiría por otro rato, hasta que consiguiera su fruta y pudiera llamarlo en caso de que ese mocoso recuperara sus recuerdos…
"Recuerda Teach… Él puede volver a recordar si sufre un estímulo de gran importancia… En este caso, esa niña podría significar un gran problema para ti", le advirtió. Conocía el poder de su fruta como la palma de su mano y aparentemente aquel mocoso era demasiado especial como para tratar de evitar sus poderes como lo había hecho. Sin duda alguna, tenía una gran fuerza de voluntad y no tenía por qué negarlo.
Teach comenzó a reír a pesar del dolor que sentía en la herida recién hecha. "No me importaría si llega a recordar, además, esa mocosa no supondrá ningún problema para mí o mis planes…"
El hombre simplemente lo vio irse. Pudo escuchar como pedía ayuda, así que decidió huir antes de que lo descubrieran.
Francamente, no esperaba tener que utilizar su técnica para ayudar a Teach, así como tampoco espero que esa misión hubiera sido un fracaso.
Tal vez aquella fruta no existía y Teach solamente estaba buscando algo que era producto de su imaginación…
Aunque francamente, no le importaba…
Ahora solo le divertía pensar que esos piratas estarían demasiado ocupados para recuperar la confianza del mocoso…
•
•
•
"La Inocencia Viste De Confianza"
Habían pasado exactamente dos semanas y media desde la llegada de Ace y Haruta al barco. Y como todos pensaron en un principio, las cosas ya no serían igual a como eran antes de la traición de Teach.
Todos en la tripulación sabían y entendían que habían actuado como unos completos imbéciles con Lucy. Y ella había hecho lo que hizo porque así lo quiso.
Si Lucy no hubiera intervenido, Teach seguramente hubiera asesinado a Thatch y se hubiera quedado con semejante poder en sus manos.
Pero ahora, por todo lo que hicieron y dijeron, la chica del sombrero de paja ya no parecía ser la misma niña risueña, alegre y sonriente. Y ni siquiera podían decir que había confianza, porque eso era algo que habían perdido.
Al menos los que no fueron a la misión con Ace y Haruta. Y por supuesto, las enfermeras, Thatch e Izo…
"Lucy-chan, ¿Te gustaría que te preparará algo especial?"
Thatch llevaba preocupado varios días. No, más bien, estaba preocupado desde el momento en el que Lucy logró calmarlo cuando despertó y perdió el control.
Ella no era la misma chica energética y causa problemas que había conocido. Parecía otra persona completamente diferente y entendía la razón de ese cambio.
Lucy se sentía completamente dolida y traicionada por la tripulación. Y siendo franco, aquello lo molestaba.
La mayoría no sabía que eran ellos quienes le habían fallado desde antes de que ella llegara al barco.
Le habían fallado cuando permitieron que Ace perdiera sus recuerdos.
Y ahora le habían fallado al no confiar en ella, cuando lo único que Lucy había hecho, era salvarlos de una posible aniquilación…
"Ahora que lo mencionas, me gustaría comer galletas…"
"¿Galletas?" Preguntó con interés. "Puedo preparar una buena dotación solamente para ti, pero quisiera que comieras comida también".
Una de las tantas preocupaciones de Thatch era que Lucy no había estado comiendo como debía. Al menos no, si él no tenía permitido cocinar por sus heridas.
Por supuesto, una vez que se enteró de aquello, no le importó los regaños de las enfermeras, él simplemente comenzó a hacerse cargo de cocinar personalmente para Lucy. Después de todo, ella seguía desconfiando de los demás chefs, a los que claro, regaño y castigo severamente por ese maltrato a la chica.
Pero nuevamente, Lucy había dejado de comer los alimentos saludables que le preparaba y en su lugar, pedía cosas demasiado dulces solo para aumentar su preocupación.
"¡Pero quiero galletas ahora!" Respondió Lucy con una mirada de reproche. "Y que tengan muchas chispas de chocolate".
Thatch maldecía esos ojos de cachorro que la chica le hacía. Para él y también para Ace, ese par de ojos eran un arma mortal. Sin embargo, no estaba dispuesto a ceder ante la chica. Menos si no comía algo saludable.
"Te las voy a preparar, pero serán tu postre después de una buena comida. Si no, no habrá galletas", sentenció de brazos cruzados. Thatch no iba a dejarse vencer por una niña terca que no quería comer un poco de verduras y carne.
Un duelo de miradas inicio. Por alguna razón completamente desconocida, Lucy no quería hacerle caso. Y normalmente él no tendría que rogar o pedirle a la chica que comiera su comida.
Algo estaba pasando y tal vez les haría el comentario a las enfermeras, más tarde, pero ahora, se aseguraría de hacer que esa mocosa necia comiera lo que le cocinara…
O eso pensó hacer, antes de que Lucy decidiera jugar sucio…
Lágrimas comenzaron a asomarse en ese par de ojitos castaños y lo que terminó por hacerlo ceder, fue ver el labio tembloroso de la chica…
Con un suspiro derrotado, Thatch asintió. "Está bien. Haré tus galletas y comerás más tarde".
Lucy asintió sonriente. "¡Gracias Thatchy-nii!" Gritó con emoción.
Thatch pudo ver como la chica se acomodaba nuevamente en el mascarón. Siempre viendo el mar de manera pacífica.
Pero había algo raro en ella. Algo que, de alguna manera, sentía que conocía de algún lugar, pero lo dejo pasar para cumplirle el capricho.
Al menos solamente por esa única ocasión…
~..~
Ace llevaba días tratando de animar a Lucy, pero todo lo que hacía no parecía funcionar del todo. Así que decidió cumplirle cada capricho que ella necesitará.
Lucy en primera instancia, le pidió que mirara el mar a su lado y él así lo hizo. Ella se veía tan tranquila y pacífica mirando el mar. Era como si el mar hubiera sido hecho solamente para que ella lo mirara, considerando que no hubo tormentas que opacaran la vista en todo el tiempo en el que ella estuvo sentada en el mascarón.
Pero, aunque Lucy parecía tranquila, él sabía que no lo estaba.
Le preocupaba que ella ya no confiara más en sus hermanos de tripulación, aunque entendía las razones de su novia para desconfiar.
Todos le habían fallado. Él le había fallado…
Y ni siquiera podía ir y darle caza al maldito causante de todo ese problema, porque Lucy había dicho que algo malo ocurriría si lo hacía. Y con todo lo sucedido sumando que su capitán dio la orden, no tuvo más remedio que aceptar la petición desesperada de su novia.
Lo único que parecía bueno en esos días, era ver como Lucy aun confiaba en Thatch y las enfermeras. Incluso podía ver que había confianza en Izo y Haruta...
Ace simplemente agradecía que los hombres que habían ido a esa misión, hicieran de todo, para no perder esa poca confianza que Lucy aún les tenía, así como agradecía que el resto de torpes que habían decepcionado a Lucy hicieran de todo para recuperar esa confianza.
También agradecía que Thatch estuviera haciendo demasiado por Lucy, pero le preocupaba que se sintiera culpable por todo lo sucedido…
Nadie tenía la culpa de que Teach los hubiera engañado como lo hizo y menos culpables eran las principales víctimas de aquel engaño…
"Dame un beso, Ace~..."
Por un momento, Ace se había olvidado de lo que estaba haciendo con su novia.
Lucy había estado tan ansiosa en las últimas dos semanas y media. Pero aquella ansiedad era más una necesidad de sentirse querida y él como el buen novio que era, había estado satisfaciendo esas necesidades.
No dijo ni una sola palabra, él simplemente le sonrió a la chica debajo de él y le dio el beso que tanto le había pedido. Con el apretón en su mano, supo que ella agradeció ese gesto.
Habían estado haciendo el amor cada vez que ella se lo pedía. Él aún no tenía idea de cómo Lucy podía escabullirse sin ser descubierta y terminaba en su habitación cada noche, rogando que la tomara.
Pero Ace no le negaba ninguna de sus peticiones. Simplemente era algo imposible de hacer si ella jugaba sucio y le ponía esos ojitos de cachorrito. Estaba completamente seguro de que su pareja podía conseguir cualquier cosa con esa mirada, algo que había comprobado esa mañana, cuando se salió con la suya y logró convencer a Thatch para que le preparará galletas.
Aun en lo suyo, se aseguró de besar cada parte de aquel cuerpo. Y disfruto oír los dulces gemidos que ella soltaba con voz tan bajita, para evitar ser descubiertos.
Se movió tan suavemente, que escucho a Lucy pedir en jadeantes murmullos un poco más de él. Y Ace estaba completamente dispuesto a darle todo lo que ella pidiera.
"Te amo Ace~..."
La escucho decirle aquellas palabras, justo después de que terminara en su interior. Y, a decir verdad, era la primera vez que Lucy le decía algo así.
Quería responder, en verdad deseaba hacerlo, pero por alguna razón, él simplemente terminó por besarla nuevamente.
Solo fueron unos minutos en los que el beso fue correspondido. Lucy simplemente se había quedado dormida con una expresión llena de calma, casi como si se sintiera completamente segura junto a él.
Poco después, salió con sumo cuidado de su interior y la arropo con sábanas limpias. Sin duda habían hecho un desastre, que en la mañana tendría que limpiar sin que nadie se diera cuenta, pero ahora, a Ace le interesaba ir al pequeño baño que tenía en su camarote.
Aún recordaba las dulces palabras que Lucy le había dicho. Y aunque le había encantado escuchar aquello, por alguna razón, la cabeza había comenzado a dolerle demasiado.
Podía sentir sus oídos zumbando con un molesto pitido y su nariz había comenzado a escurrir algo. Y para cuando pudo mirarse al espejo de aquel baño, vio que había sangre y no solamente en su nariz, también en sus oídos.
"¿Qué me está pasando?"
Era la primera vez que le sucedía algo así. Los dolores de cabeza y esos molestos, pero al mismo tiempo inquietantes flashbacks eran lo único que había experimentado, pero justo ahora, parecía que sus raros síntomas iban a empeorar.
"Yo también la amo, pero…"
Ace no era un experto en haki de observación, y tampoco podía escuchar la voz de todas las cosas como según sabía, su padre lo hacía, pero, aun así, podía sentir que algo estaba por suceder y no quería que ese algo involucrará a su novia. Y menos si ese algo sucedía por causa suya…
En verdad maldecía esos flashbacks y esos molestos dolores de cabeza que tanto lo estaban confundiendo…
Por ahora, solamente se preocuparía en mantener calmada a Lucy y ayudar a que ella sea la misma de antes. Eso era lo que más debía preocuparlo ahora…
Se aseguró de limpiarse la sangre y no dejar ni un solo rastro de lo que había sucedido a la vista. Al parecer justo a tiempo, puesto que Lucy entro y lo abrazo por detrás.
"Estás tardando Ace~…"
El tono meloso y la mirada brillante que pudo ver a través del espejo, le decían a Ace que probablemente su novia seguiría completamente exigente…
¿Y quién era él para no cumplir con esas exigencias?
~..~
Ace frunció el ceño entre sueños al oír el insistente golpeteo en la puerta. Así que, entre la bruma de su apacible sueño, movió sus manos para tratar de frotar sus ojos y poder despertar.
Obviamente abrió los ojos completamente alarmado al sentir peso en su pecho. Y solamente de esa manera, recordó lo sucedido en la noche…
Ace hizo memoria de lo que sucedió antes de que pudiera salir del baño. Sonrojado ante la grandiosa idea de una agotada Lucy, de seguir jugueteando en el baño y él accediendo, porque simplemente no podía negarle nada. Obviamente, fue algo corto, después de todo, era muy tarde y ambos estaban cansados. Y siendo ambos consumidores de fruta del diablo, no fue nada sencillo el tema de la ducha, después de la acción.
Aun así, Ace se permitió memorizar la imagen de Lucy con la camisa a juego del pantalón que él traía puesto justo ahora. Por supuesto, no usaba camisa al dormir, a menos que, claro, fuera cerca de un lugar frío, aunque técnicamente, él no sintiera frío en lo absoluto, debido a sus poderes.
"¡Ace!"
El mencionado rápidamente salió de su conmoción y miró con pánico la puerta. Esa voz era demasiado conocida y no parecía traer buenas noticias consigo…
Con calma, y lo más silencioso posible, despertó a Lucy. Ella parecía confundida, lo cual la hacía ver adorable.
Rápidamente sacudió su cabeza de un lado a otro. Ese no era un buen momento para quedar embobado con la imagen.
"¿Qué sucede? ¿Por qué no estoy en mi habitación?"
Aquella pregunta, era demasiado acertada, considerando, que siempre que terminaban, Lucy se despedía tan melosamente y regresaba a su habitación, para evitar ser descubiertos. Pero esa noche había sido completamente diferente.
Era como si ella en verdad necesitará su toque. Como si sintiera lo mismo que él…
"Nos quedamos dormidos. Ambos estábamos demasiado agotados", Ace explicó con voz calmada. "Izo está afuera, no sé lo que quiere y probablemente ya sepa que estás aquí, así que le abriré la puerta, en cuanto estés vestida apropiadamente".
Lucy asintió calmadamente. Era demasiada calma, si se lo preguntaban a Ace. Especialmente si ella se colocaba sus propias prendas lo más rápido posible y sin sonido alguno.
Y sólo cuando Ace la vio vestida con su propia ropa, fue cuando se dispuso a abrir aquella puerta. Sin embargo, antes de alejarse, Lucy le tomó el brazo, mientras lo veía con demasiada preocupación.
"¿Qué hará si nos descubre?" Preguntó con temor.
Ace se sintió perdido con esa expresión. Lucy aún temía ser atacada o traicionada. Pero ella debía entender que al menos de las pocas personas que la habían apoyado, no debía de desconfiar.
"Izo no haría algo así" respondió con calma. "Si no puedes confiar en Oyaji, Marco, Vista, Namur y los demás por el momento, te aseguro que si puedes confiar en Izo, Thatch y todas las enfermeras, después de todo, fueron ellos los que te apoyaron cuando los demás no lo hicieron".
Ace no pudo evitar darle un beso a esa cabecita al ver esa mirada. Lucy simplemente asintió con una versión tímida de su sonrisa habitual, y él solamente respiró profundamente para después abrir la puerta.
Como lo sospecho, Izo parecía haberlos descubierto, de hecho, los veía con reproche y de brazos cruzados.
"No voy a regañarlos o hacer un escándalo por lo que han estado haciendo, al menos, si es lo que estaban pensando, ambos".
Ace pudo sentir un apretón en su mano. Sabía que Lucy estaba nerviosa, de hecho, él también lo estaba, tanto que no se había percatado en el momento exacto en el que Lucy le tomó la mano.
Izo no tenía una expresión amistosa, pero tampoco era para creer que hiciera algo malo en contra de ambos. Aun así, Ace sentía cierto temor por lo que diría, casi como una advertencia…
Solo había una cosa que Izo podría hacer y aunque era uno de los hermanos con poco sentido del humor especialmente cuando le hacían bromas que ensuciaban o desarreglaban su imagen, sabía que, como un buen hermano mayor, Izo, también tenía gusto por molestarlo o en este caso, terminaban por avergonzarlo.
Lo último fue algo que le confirmó las oscuras y maliciosas intenciones de Izo. En especial con la sonrisa que les dirigía a ambos.
"¡No te atreverías! ¿O sí?"
A pesar de esa pregunta temerosa, Ace conocía perfectamente la respuesta. Y más con Izo asintiendo, mientras se invitaba sólo a su camarote.
"Parece que el hermano pequeño y la hermana pequeña necesitan una buena y larga charla sobre las consecuencias inesperadas del sexo diario".
Ace sintió temor al oír esas palabras…
Ya había tenido esa maldita charla por parte de Marco y había sido completamente bochornosa…
Aún recordaba todas las burlas que había recibido por parte de Thatch y Haruta. Todas esas pésimas bromas y, sobre todo, aquel día en el que regresó de su viaje como capitán de su propia tripulación…
¡De ninguna manera podía permitir otra charla de esas!
¡Izo se había vuelto completamente loco!
Ace no iba a permitir aquello. Simplemente no podía hacerlo…
"¿Te refieres a crear bebés?"
Ace estaba completamente seguro de que todo de él había quedado completamente rojo. Con histeria miro a esa novia suya, quien había hecho aquella pregunta de lo más casual y de manera rápida, hizo que entrara junto a él, de regreso al camarote.
Pudo ver y escuchar a Izo reír y lo maldijo internamente. El cínico de su hermano lo estaba disfrutando y a costa suya…
"¡No es gracioso!" Espetó con molestia.
Izo simplemente le restó importancia con un gesto de manos. "Claro que lo es", respondió con diversión. "Y respondiendo a tu pregunta niña… Justo a eso me refiero".
Ambos piratas vieron con interés a la chica del sombrero de paja. Ninguno lo diría, pero estaban demasiado intrigados por la siguiente respuesta de Lucy.
"Usamos protección", respondió con simpleza y para sorpresa de un abochornado Ace. "No pienso tener bebés. Tengo un sueño y justo con mi posición, no puedo hacerlo…"
Tanto Ace como Izo se sorprendieron con esa respuesta. Pero ninguno dijo nada al respecto. En especial Ace, quien entendía del todo a su pareja.
No podía permitirse pensar si Lucy se embarazaba de un hijo suyo, considerando que él era hijo del difunto rey pirata y Lucy la hija del actual hombre más buscado, ese bebé podría correr un gran peligro.
"Veo que estás bien informada" comentó Izo, mientras veía con diversión a Ace. "Entonces, no tendré que darles la charla desde el principio. Aun así, debo decirles una sola cosa…"
Ace sentía que no podía sentirse más avergonzado. Lucy por así decirlo, había dado la estocada final con sus respuestas y la manera en la que las había dicho, pero por alguna razón, el actuar de Izo no le daba buena espina…
"¡Dilo de una vez!" Le exigió.
Izo sonrió con burla. "Asegúrense de que no los escuchen o vean, incluso deberían aconsejar a Deuce no ser demasiado obvio cuando los ayude para evitar que los descubran. De allí en más, mi consejo más apropiado es que usen siempre protección y en caso de que la protección no sirva del todo, Lucy deberá pedirles una píldora a las enfermeras".
Ace simplemente se quedó completamente quieto. Sabía que Izo se aprovecharía, pero eso no impidió que lo dejará completamente tieso con esa vergonzosa respuesta.
"¡Oh! ¡Está bien!"
Y luego estaba su novia con esa actitud tan calmada y esa tonta sonrisa. Lucy se tomaba esas palabras como lo más normal, cuando Ace sabía que Izo estaba disfrutando demasiado hacerle pasar esa pena.
"Bueno, si lo entienden ambos, entonces me retiro. Será mejor si Lucy también lo hace, antes de que alguien más los vea y que Ace se apresure a lavar esas sábanas, antes de que el dúo de mamás gallina los descubra y les den a ambos una charla más detallada que la mía".
Lucy asintió con calma, mientras se despedía de un quieto Ace. Él simplemente no se había movido y aún tenía presente esa vergonzosa charla en la que parecía que Izo y Lucy se habían puesto de acuerdo…
Tal vez debería unirse a la siguiente broma con Thatch y Haruta…
~..~
Lucy tenía hambre ese día, demasiada hambre considerando que últimamente no quería probar la comida, aun si Thatch hacía lo imposible por convencerla. Pero aun cuando tenía demasiada hambre, fue directamente a su habitación y se cambió de ropa, para evitar algún comentario o sospecha.
Cuando terminó de alistarse, se aseguró de acomodar su fiel sombrero y salió directamente hacía el comedor.
"¡LUCY-CHAN!"
Repentinamente recordó porque no había querido acercarse al comedor. De hecho, se reprendió mentalmente cuando entró y todos la miraban con esa expresión entre abatida y alivio…
Llevaban haciéndolo desde lo sucedido. Aun cuando ella ya les había dicho que los perdonaba, todos seguían tratando de aliviar la culpa en sus corazones y francamente, eso solo la hacía enojar.
"¿Tienes hambre Lucy-chan?"
Lucy dejó de mirar a los demás, solamente para ver que Thatch se le había acercado, mientras la veía con su habitual sonrisa. Se sintió más tranquila y decidió ignorar a todos a su alrededor, mientras asentía una y otra vez.
"Demasiada", respondió animada. "¡Me encanta la comida de Thatchy-nii!"
"Me alegra escuchar eso" dijo el chef, mientras llevaba a la chica a una mesa solitaria. "Ace no tarda en llegar y yo tengo ganas de comer con ustedes, así que no te quedarás sola por mucho tiempo. ¿Hay algo más que quieras?"
Por alguna razón, Thatch sabía la respuesta. Después de todo, Lucy llevaba pidiendo lo mismo para el postre…
"¡GALLETAS!"
Thatch asintió sonriente. "Entonces te haré una buena dotación de galletitas", y él como buen hermano y chef se aseguraría de cumplir el capricho de la chica.
La miro con calma, para ver si había algo extraño en Lucy. Lo había hecho el día anterior y llevaba haciéndolo desde hace unos días, pero Thatch aún no encontraba nada fuera de lo común en ella.
Aun así, sabía que Lucy tenía algo. Casi como si fuera más atrayente de lo que usualmente era…
Lo dejo pasar, mientras se dirigía a la cocina. Por supuesto, enviando una mirada llena de advertencia a los tontos que se habían puesto de pie solamente para dejar de mal humor a Lucy. Por alguna razón, todo mundo le decía que, con sus nuevos poderes, su aura daba más miedo de lo que ya daba. Tal vez esa fruta era demasiado útil para alguien como él.
Lucy por su parte, se quedó sentada, esperando pacientemente a que Thatch regresará. No pasó mucho cuando Ace llegó y se sentó junto a ella, aunque claro, Deuce e Izo lo acompañaban.
No entendía porque Deuce parecía completamente apenado, mientras Izo seguía igual de sonriente que en la mañana, pero lo dejo pasar, cuando Thatch llegó con su comida y se dispuso a devorarla completamente ansiosa.
~..~
Como ya era usual desde hacía días, Lucy decidió ir a sentarse al mascarón y mirar el mar con completa calma. Ese día fue algo distinto a los anteriores, considerando que había decidido comer hasta sentirse satisfecha y llevar su bandeja de galletas que Thatch le había preparado especialmente a ella. Así que la mejor idea para disfrutar de la agradable vista, era comer el postre que le habían preparado con el mar como su fiel compañero.
Sabía que Ace estaría ocupado con sus deberes como comandante y Thatch seguramente estaría corriendo entre su lugar de trabajo y huyendo de las enfermeras para evitar ser puesto en reposo como debería de estar.
A ella por supuesto, le habían permitido dejar su labor como 'enfermera' hasta que se sintiera completamente lista de estar cerca del capitán Barbablanca y los demás. Ciertamente, agradeció en silencio aquel gesto.
Ella siempre confiaba en las personas y realmente eran nulas las personas que perdían su confianza. Desgraciadamente, aquella tripulación hizo exactamente aquello y sería algo complicado volver a confiar al cien por ciento.
Entendía las razones que ellos habían tenido para no confiar en su palabra, pero no podía entender las razones para el trato tan diferencial que habían tenido entre los dos sospechosos.
Por eso, pudo perdonarlos y comprenderlos, pero no podía permitirse volver a confiar con la facilidad en la que ella lo hacía siempre. Aún tenía ese temor de que volvieran a desconfiar de ella…
En verdad agradecía que Ace no hubiera hecho mención o hubiera tratado de forzar las cosas. De hecho, Ace había sido paciente y demasiado tolerante, especialmente al ver como la desconfianza también era dirigida al hombre que era una figura paterna para su novio y el comandante de la primera división que aparentemente había estado para Ace desde su llegada al barco.
"¿Necesita algo, capitán Barbablanca?"
Lucy pudo ver el asentimiento por parte del hombre, aunque pudo ver más que eso. Ella sabía que había acostumbrado al hombre y el resto de su tripulación con apodos que ella consideraba cariñosos, pero de alguna manera debía demostrar que seguía estando algo molesta por todo lo sucedido. Sin duda alguna, Sabo estaría muy orgulloso de ella.
"Quería saber ¿Si estabas mejor? Según tengo entendido, no habías querido comer como usualmente lo haces".
Lucy simplemente movió sus hombros de manera despreocupada. Realmente se había sentido rara, pero no era algo que le preocupará del todo.
Ella lo atribuía a todo lo ocurrido, después de todo, ella había dejado de comer cuando pensó que Ace había muerto junto a Dadan y luego cuando se enteró de la muerte de Sabo por culpa de ese maldito Dragón Celestial.
"Simplemente no tenía mucho apetito", respondió como si nada. "Pero ya me siento mejor y con renovadas ganas de disfrutar lo que Thatchy-nii cocina".
Barbablanca asintió, pero no dejaba de lado la preocupación. Aun así, le alegraba ver que la chica se hubiera motivado lo suficiente para comer nuevamente.
"Es bueno escuchar eso. Espero que sigas comiendo como se debe".
Lucy asintió y sin despegar su mirada del mar, dijo: "¿Y usted? ¿Cómo se encuentra?"
Barbablanca supo de inmediato a lo que quería llegar con la pregunta. "Si te soy sincero, nada bien", respondió con la vista dirigida al mar. "Teach fue uno de los primeros hijos que hice en el mar. Cuando lo conocí, no vi a un malvado asesino o un futuro traidor, vi a un niño con el anhelo de aventuras y la necesidad de una familia. Esa misma mirada vi en Ace, y en todos mis hijos e hijas. Incluso tú tienes esa mirada que me dice que hay algo que te falta y dudo mucho que sea solamente por Ace…"
Lucy miró completamente sorprendida al hombre. Sabía que era viejo e incluso se lo había afirmado aquel día en el que decidió matar su aburrimiento, pidiéndole historias, pero justo ahora, el hombre conocido como el más fuerte del mundo, se veía derrotado y completamente desolado.
Ella conocía esa mirada, porque justo su abuelo la había tenido cuando la sacó de su amada isla y después cuando le contó todo lo que pasaba a su alrededor.
Puede que ella aun sintiera cierto temor a confiar nuevamente en el hombre, pero, así como supo que su abuelo necesitaba apoyo, lo hizo en ese instante, donde el famoso capitán Barbablanca se vio por completo vulnerable.
Para una persona normal, era difícil abrazar al hombre, debido a su inusual tamaño, pero ella era una mujer de goma y podía estirar todo su cuerpo. Justo por eso, sorprendió al hombre con aquel repentino abrazo.
"¿Se siente culpable?" Preguntó sin mirarlo. "¿En verdad lamentan cómo actuaron todos ustedes?" Ella sabía la respuesta de esas preguntas, pero quería escucharlas por boca del gran hombre y al mismo tiempo creía que el hombre quería responderlas…
"Nunca en toda mi larga vida, he sentido tanta culpa como ahora", dijo apenas audible. "Yo soy quien tiene más culpa. Como capitán, cargo más culpa que todos mis hijos. En verdad, lamento el trato que te dimos y la desconfianza que hemos generado…"
Lucy simplemente asintió, mientras escuchaba. Sentía desconfianza, pero al mismo tiempo, sentía que podía confiar en las palabras del capitán.
Tal vez este sería un nuevo comienzo para ella y el capitán Barbablanca…
"¿Podría el capitán Pops contarme alguna historia interesante?"
Barbablanca vio con sorpresa a la chica del sombrero de paja. Ciertamente, no esperaba aquella petición, pero agradecía el enorme esfuerzo de Lucy para darle ánimos.
Sin duda alguna, esa chica era demasiado bondadosa para creer que fuera real…
"Me encantaría, niña…"
Todos pudieron ver como su capitán daba un enorme paso para recuperar la confianza de la chica y al mismo tiempo, pudieron ver que la inocente Lucy, lograba motivar a su deprimido capitán.
No desperdiciarían aquella oportunidad, pero tampoco harían algo para acelerar las cosas. Todos se prometieron recuperar esa preciada confianza de poco en poco y su querido Oyaji había ayudado bastante en esa enorme brecha…
•
•
•
OMAKE
Era de noche, tal vez medianoche, a decir verdad, Lucy no tenía idea de la hora. Lo que sí sabía, era que despertó completamente exaltada como lo había hecho desde hacía una semana.
Se llevó una mano al pecho y pudo sentir su corazón completamente acelerado, mientras que, con la otra mano, retiró su cabello de su rostro, dándose cuenta del sudor frío que perlaba poco a poco su rostro y el resto de su cuerpo.
"¿Qué fue ese sueño…?"
No tenía idea de porque había tenido esa horrible pesadilla, pero el dolor que en su sueño había sentido, se sentía tan real, casi como si fuera una advertencia de alguna clase de mal augurio.
Ni siquiera supo en qué momento, las náuseas le llegaron, ella simplemente corrió al pequeño baño que tenía en su habitación y vacío lo que había comido en la cena.
No pasó mucho tiempo, cuando pudo enjuagar su boca, cuando su estómago rugió pidiendo algo en específico…
"Y ahora quiero galletas…"
La verdad, sentía hambre, pero de solo pensar en comida, las náuseas regresaban, pero si pensaba en galletas, el hambre se hacía más presente…
Le restó importancia, mientras se disponía a salir para ir con Ace. No podía despertar ahora a Thatch para pedirle galletas y tampoco creía poder dormir sola en su habitación, así que, como noches anteriores, iría con la única persona con la que sentía seguridad y ese sin duda alguna era Ace…
Salió tan a prisa, que ni siquiera se percató de la nueva fractura en su taza de sake…
Una tormenta se estaba formando desde el momento en el que Teach decidió traicionar a la tripulación de Barbablanca, y justo ahora, estaban en la calma que traería lo peor de la tormenta…
Continuará…
~°ɞ°~ღ~°ɞ°~
NOTAS: Y eso ha sido todo por este capítulo. Si les gustó, les agradecería que me lo hicieran saber con sus lindos comentarios :3
Ahora la pregunta del día: ¿Será que ya hay galletita en el horno?...
Me encantaría leer sus teorías :D
Por cierto, alguien pensó que habría 'acción' en este capítulo, porque si les soy sincera… Yo no lo creí posible, aunque técnicamente no hubo más que mención, la hubo xD
En cuanto al breve perdón de Lucy hacía Barbablanca, no sé, me pareció algo típico de ella, y más si ya había visto esa mirada en su abuelo… ¿Tendrá que ver que anda sensible?
Por cierto, ¿alguien sospecho que Teach tenía que ver con la falta de memoria de Ace? Porque incluso les deje pequeñas pistas en los 2 últimos capítulos de la primera parte…
La primera pista fue en el capítulo "La Inocencia Viste De Furia", donde Teach le dice a Lucy: "¿Ace recuerda acaso?", y la segunda pista estuvo al final del capítulo "La Inocencia Viste De Sinceridad", justo donde Teach da a entender que sabe que Ace ha estado teniendo flashbacks sobre sus recuerdos…
La verdad, me sorprendió ver que nadie lo noto. O tal vez nadie lo sospecho, pero bueno…
Próximo capítulo: "La Inocencia Viste De Emoción", donde Lucy demuestra que le encantan las rarezas, en especial, los robots o en este caso, los ciborgs…
En fin, nos leemos pronto…
Chau chau (^3-)/
