Capítulo 4:
El cielo estaba oscuro, era noche de tormenta. Sólo los relámpagos iluminaban el tétrico ambiente de la ciudad. Era extraño en plena primavera, donde era usual el clima cálido y acogedor, donde el viento corría suavemente y las flores se abrían paso por entre el rocío de madrugada. Pero no esa noche. Los truenos azotaban las instalaciones de la Corporación como disparos de escopeta, el viento atravesaba cada rincón desarmando cualquier atisbo de tranquilidad y hacía que los árboles danzaran a su antojo. Era como si en algún lugar de la Tierra alguien llamara a Shenlong... pero no era así. Vegeta entrenaba en la cámara de gravedad, mientras el resto de la familia reposaba en el interior de la casa.
De repente, unos de los rayos atravesó el cielo lóbrego y cayó directo en el patio, justo donde se encontraba nuestro príncipe. La explosión fue inevitable.
Vegeta salió ileso de entre los escombros, todo parecía estar bien (al menos eso pensaba él), hasta que sintió una gran molestia en el tronco: Un enorme pedazo de lata, proveniente de los restos de la Cámara de Gravedad, estaba incrustado directo en su corazón. El dolor era insoportable.
Le gritó a su mujer en busca de ayuda, pero nadie salió de la casa. Luego llamó a su hijo, pero tampoco hubo respuesta. El dolor se hacía cada vez más intenso, pero sin embargo no conseguía desmayarse. Vegeta maldijo su suerte, mientras intentaba caminar a casa. Le extrañaba que nadie se hubiera percatado del incidente, ya que cada vez que sucedía alguna tragedia, su mujer e hijo corrían a auxiliarlo.
-¿Por qué no están aquí ahora?- decía mientras fijaba su vista en su pecho. Le extrañó de sobremanera la ausencia total de sangre ante tan grave accidente, pero siguió caminando. Cuando por fin llegó a la puerta de entrada, escuchó unos llantos.
-Lo que me faltaba, que esta mocosa se ponga a llorar cuando estoy a punto de morir-
-¡No exageres! ¡No morirás porque tu hija te ha despertado!-
-Hmp!- Vegeta despertó sano y salvo en su cama, al lado de una peliazul que se levantaba dispuesta a alimentar a su pequeña – ¡Era un sueño!...- estaba incrédulo, recién empezaba a reaccionar -Ja! Lo supuse- se mintió a sí mismo.
Durante varias noches sucedió lo mismo. Fuertes dolores en el pecho causadas por diferentes pesadillas, donde Vegeta se sentía solo y desprotegido en la oscuridad de la noche, despertando siempre con los sollozos de su hija. Después de un tiempo le empezó a preocupar, temía ser víctima de alguna extraña enfermedad.
-¿Qué rayos son estas molestias?- se preguntaba. Lo habló con Bulma un día, y por supuesto, ella quedó intrigada también.
-¿No tendrás problemas al corazón? ¿No estarás sufriendo la misma enfermedad que tuvo Goku mientras peleaban con los androides?-
-¡No seas tonta mujer! Si hubiera sido eso habría padecido esto hace años, ¿no crees?-
-Mmmm... tienes razón, pero no es bueno descartar posibilidades sin asegurarse antes. Debería hacerte unos cuantos exámenes.-
-Hmp! ¿Qué clase de exámenes?-
-Mmmm... ya sabes, lo rutinario, un chequeo normal: capacidad cardiaca, radiografías, scanner, examen de sangre...- una gota de sudor cruzó en la frente del príncipe.
-¿De sangre?-
-JAjaJAJjaj! No me digas que le tienes miedo a la inyecciones!-
-¡Claro que no, no seas estúpida!- Bulma tuvo serias dudas de su respuesta.
-¿Será acaso que todos los saiyajin son así? Recuerdo que Goku, a pesar de ser tan fuerte, siempre le tuvo terror a las agujas.-
-¡Pues yo no soy un cobarde como ese insecto!-
-JAjaJAJjaj! Lo sé! Tú eres mucho más valiente!- dijo en tono irónico.
-¿Te estás burlando de mi!!-
-¡Claro que no!-
-Pues lo parece, y más vale que no sigas!...- Vegeta perdía la paciencia hasta que... –Ahh!- una sensación de frío y soledad cruzó su mente.
Justo en ese momento...
-¡Buaaaaaaaaaaaahhhh!- Bulma se dirigió a la habitación de Bra mientras Vegeta se quejaba internamente.
-Empezaré hoy mismo!- le dijo a su marido antes de abandonar la habitación.
-Parece que estoy sensible a sus lloriqueos. Todo esto debe ser porque tengo a dos mujeres escandalosas gritándome... Hmp!-
-Eso ya lo veremos-
Sin embargo, Vegeta no estaba tan errado.
Esa tarde, luego de interminables pruebas de rayos x, rayos alpha, betta y gamma; luego de scanners; de pruebas de ultrasonido, de resistencia muscular, de circulación sanguínea y quien sabe que otras tonterías (de las cuales nuestro príncipe estaba arto), llegó la hora de la inyección.
-Por fin, lo último- dijo el médico de la familia, acostumbrado a las demandas de sus pacientes.
Vegeta miraba la gran aguja con recelo. No es que les tuviera miedo, ¡claro que no, él era el príncipe de los saiyajin, sólo que estaba arto de tanta revisión innecesaria (según él). Se hubiera negado a tal intervención, pero había sido comparado con el inútil de Kakarotto, y eso JAMÁS! Bulma lo conocía demasiado, y era la treta perfecta para no recibir una negativa.
La aguja avanzó hacia el brazo del saiyajin hasta atravesarlo. El paciente permaneció estoico, sin atisbo de dolor en su rostro, como digno macho de su especie. Cuando hubo sangre suficiente en la jeringa, ésta fue retirada.
-¿Quiere un parche de animalito?- preguntó el doc con total naturalidad.
-¡Pero que dices insecto! ¿Acaso me crees débil?- pero su mujer tapó su boca.
-¡Gracias Dr! Usted me avisa cualquier cosa!- había que detener sus malos modales.
Esa tarde en casa...
-Lo ves, no fue tan malo después de todo- le dijo Bulma
-¿Bromeas? Todo fue una pérdida de tiempo!-
En ese momento...
-Riiiiiiiing! Riiiiiing!- el teléfono sonaba. Bulma contestó.
-¿Diga?...- de un momento a otro cambió su rostro por uno serio y preocupado. -¿Está seguro?... ¡Esta bien! ¡Voy para allá!-
-¿Qué demonios sucede?- Vegeta estaba preocupado.
-¡Nada! Sólo problemas en la oficina, debo irme ahora, ¿puedes cuidar a los chicos hasta que regrese?-
-Quééééééé? Ja! Yo me iré a entrenar, ya me hiciste perder toda la mañana!-
-¡Pero Vegeta! ¡No te cuesta nada! Sólo será un poco más de una hora!-
-Adiós- diciendo esto, salió al patio.
-¡Como quieras! ¡Olvídate de la "sorpresa" que tenía preparada para esta noche!... Hmp!- Vegeta detuvo sus pasos, y sin decir palabra alguna, volvió adentro. Su mujer tomó un bolso que tenía cerca y salió.
Por supuesto, Vegeta iría a entrenar a la Cámara de Gravedad de todos modos. Subió para cambiarse la incómoda ropa de humanos. Tomó una ducha y se puso su querido traje de entrenamiento. Al salir, pasó por fuera de la habitación de su hija. Para nuestra sorpresa, la bebé estaba parada en la cuna mirando fijamente hacia la puerta. El padre no se sorprendió, sabía del rápido desarrollo motriz de los saiyajin, y no era de extrañarse que una criatura de apenas unos días ya pudiera ponerse de pie. Se alejó sin darle importancia, pero un sentimiento de soledad hizo que se detuviera. En ese instante, sintió que un ki se incrementaba. Lo extraño en todo esto, era que provenía de la habitación recién pasada.
Inmediatamente se devolvió, pero de nuevo estaba la pequeña sola.
-Ese es instinto saiyajin. Al parecer tiene potencial...- le dedicó una sonrisa secreta y se dispuso a entrenar.
Durante su sesión, Vegeta sólo podía pensar en su hija, y de cómo sería su futuro:
Como todo padre, querría lo mejor para su hija, y ese bien lo proporcionaría el duro entrenamiento. Sí, la entrenaría para ser una digna guerrera de clase alta. En cuanto la viera lista, la pondría bajo un estrito régimen de instrucción: como mujer, deberá estudiar la historia de su raza, la de su familia y aprender el idioma natal.
Comenzó a imaginarla de 10 años. Inteligente, audaz, orgullosa y muy hermosa. La protegería de los insectos que quisieran cortejarla, ya que no cualquiera podría hacerlo, sólo los dignos que se enfrentaran a él en una batalla y lo derrotasen. Esas eran las reglas, estaban claramente estipuladas en el Código de Honor Saiyajin. De pronto, recordó que ese gran libro no existía desde la destrucción de Vegetasei. Se decidió a escribirlo, era de vital importancia. Gracias a los estudios que recibió de infante aún tenía clara noción de cada una de los principios...
Por un momento recordó su propia infancia. Había sido muy dura. Había perdido a toda su familia siendo apenas un niño, y había sido entregado a manos de un tirano que le corrompió todos sus sueños, sus principios y que destruyó su alma por completo. Le preocupó la posibilidad de nuevas amenazas, él debía entrenar duramente para que ninguno de sus hijos corrieran la misma suerte. Claro que eso no pasaría, ahora era demasiado fuerte, estaba preparado para cualquier batalla, y además de él, habían otros guerreros fuertes.
-Insectos! Jajaja!- decía mientras propinaba patas y golpes a su enemigo imaginario.
Así pasó una sesión más de entrenamiento. Salió satisfecho de sus resultados y de sus meditaciones.
Subió las escaleras, y el ki de la niña se volvió a incrementar de pronto. Decidió entrar a su habitación. Se sentía una gran paz en el interior, y no sabía si esto se debía a la gran decoración rosa del lugar o si sólo era imaginación suya. La nena estaba dormida, pero al sentir la presencia familiar, despertó de inmediato. El olfato del saiyajin lo hizo detenerse, la pestilencia retroceder, y los sollozos repentinos salir del lugar.
-¡Pero que potencia tienes bebé!- Bulma había llegado justo a tiempo, ya que este padre no cambiaba pañales -¿No pensabas cambiarla?-
-¿Qué sueños haz tenido últimamente mujer? ¿Acaso creías que haría eso?-
-Jajaja! No!- Vegeta se alejó mientras pudo, su sentido común le había dicho eso.
Esa noche, luego de su "otra sesión de entrenamiento", se había desvelado. No podía dejar de pensar en todos los planes que tenía para su hija, quería cumplirlos todos, eran necesarios para que fuera una digna princesa. Ahora debía idear cómo empezar a rescribir el libro. Debía adaptarlo a las costumbres de la Tierra. Después de años de vivir en aquel planeta, estaba claro que había que hacer modificaciones. En primer lugar, los humanos eran pacíficos, ingenuos, e ignoraban su existencia y aún más su fuerza. Ellos creían que Mister Satán era el ser más poderoso del planeta; realmente eran estúpidos. En cuanto a lo demás, tenían costumbres muy distintas a las de él; aunque no era muy consciente de todas ellas. Viviendo en la Corporación Cápsula no necesitaba interactuar con ellos, las únicas veces que lo hacía era con los debiluchos de los guerreros z, y ni siquiera eso; y su reciente visita al médico.
-Vaya estúpido- recordaba su extraño comportamiento, era igual a su suegro.
Se levantó para ir al baño, ya que sentía unas ganas incontrolables. Sin darse cuenta, se sintió mojado, y comenzó a experimentar mucho frío. Era imposible, ¿realmente se había hecho? Era un adulto ya. Se fue corriendo, pero al llegar se dio cuenta que nada había pasado, de hecho, ni siquiera sentía ganas. Era tan extraño. En ese instante sintió unos sollozos. Sintió a Bulma levantarse y dirigirse donde Bra. ¿Era posible? En la cabeza del saiya todo empezó a encajar, las piezas del rompecabezas al fin tenían sentido: sus síntomas, sus pesadillas, el temor a la oscuridad. Pero si era cierto, ¿por qué sentía punzadas en el corazón?
Fue de inmediato donde sus dos mujeres escandalosas. Al abrir la puerta, Bulma cambiaba los pañales a la pequeña. Sin mediar su duro tono de voz, pronunció sus brutas palabras:
-¡Qué diablos me estás haciendo mocosa!-
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Toi muy feliz! He recibido más reviews de los que nunca me hubiera imaginado, de verdad muchas gracias por leerme, jamás pensé que tanta gente se interesaría por mi pequeña incursión a los fics.
Ayuda: si se fijaron, al principio hice una pequeña escena de suspenso. ¿q tal salió? Me lo dicen, ok?... Muchísimas gracias!
Mary Gary, es cierto, a nadie le quedan ganas de cargar bebés si éste decide hacer sus cosas sobre uno... jajaja... Reí mucho cuando me nombras a las Sailor Scout, porque de todas formas me imaginaba a Bra como la Super Saiya Women, pero ella, con su poder de compra y del buen vestir, hubiera sido mucho más chic que Gohan, y hubiera sido toda una Sailor que lucha por el amor y la justicia... ajajaj... con respecto a lo otro, es difícil hacer una percepción de Bra mientras es una pequeña bebe, quizás mas adelante lo trate en otro fic, pero aun no lo se.
Amy-Black-Nilrem, gracias por tus comentarios, a mi también me dio mucho gusto conocerte por msn, eres muy simpática! Espero tengas éxito con tu libro chica! (a cualquiera que le guste Harry Potter, le digo que corra a leer a esta mujer! Es fantástica!)
Darkzulangel, eres exigente, eh? Soi muy feliz sabiendo q soi de tus favoritas! Me motivas demasiado, gracias! Si no sabes como subir las historias mandame un mail, que esta en mi perfil, y yo lo respondo al tuyo, no problem. Quisiera ver que tal lo haces!
Shadir, ojalá este capi te haya gustado también. Deberías empezar otro fic! He leído tu material y me gusto mucho!
Viveka, definitivamente se necesita ser un verdadero Briefs para ponerle un nombre tan... extraño a tus hijos, pero que va! Eso fue invención de Akira, pero si me centro en la historia, pues si... y vegeta? Vegetal pues... y milk? Leche! Jajaja... Espero te haya gustado el capi.
Felpa, jajaja si! Recuerdo cuando Milk queria ponerle nombre de científico a Gohan! Fue genial! Jajaja... que lindo que me leas, muchas gracias.
Melikav, vaya! Pense que era un genio! Pero no una psíquica! Trataré de usar mis poderes para leer el pensamiento de los profesores y sacar mejores notas en la Universidad... pero creo que exagero, mejor no me arriesgo! ... Acerca de las recomendaciones, pos de nada!
Erikita, mi linda niña... no puedo agarrarte a improperios debido a que todos pensaran que te odio con toda mi alma vil bitch! Jajaja, pero entre nosotras nos entendemos...
Como siempre complicándome la vida... obligándome a hacer los capitulos mas largos a sabiendas de lo que me cuesta, y de los vacios mentales que me dan... y de los te verde que debo preparar... ajajaj... ojala leas esto pronto, eso es seguro... lo mas probable es que te lo dije y te obligue... jajaja.. nos vemos... espero un review a CONCIENCIA! Y mas invitaciones a dejar a mi nuevo pololo en casa y llevar los libros que hay que empezar a estudiar para los examenes... Besitos!
SuperBrave, que lindo que me digas que soi estupenda! Aunq Erika debe pensar que es malo que me suban tanto la autoestima... ajajaj... Ojala te haya gustado el capitulo... Te quiero amiga! Tu tambien eres estupenda, excepcional y unica! Y eres mi nueva psicóloga para dejar el tabaco jajaja... adios!
Kawai, sip, la verdad es que se me me sale la SuperBrave que llevo dentro, y puede que hayan cosas que me salgan a su estilo... es que me gusta muucho! Jajaja... en eso estoy, buscando mi estilo, pero definitivamente creo q la comedia es lo mio... y molestar a vegeta...
Jajajaja y si! Suelo ser muy conversadora, pero por favor, no toquemos la política otra vez... ajajaj... adiosin!
