NOTAS: Al fin pude terminar el capítulo número veintidós…

Me tarde un poco, pero aquí lo traigo. Y bueno, mis razones, pues me enferme horrible… De hecho, todo quedo en familia, porque todos en mi casa terminamos con influenza y con todos sus horribles síntomas Dx

Finalmente, antes de comenzar a leer, debo decir un pequeño aviso. En caso de que llegaran a leer esta o alguna otra de mis historias en otro lado, es muy seguramente un plagio. Yo siempre uso el seudónimo "RozenDark" y únicamente público en Amor Yaoi, Wattpad, y AO3. También otorgue el permiso para una traducción al chino y solamente se encuentra en la plataforma/app "LOFTER"…

Esto lo digo, debido a los recientes fallos de Wattpad y que esta misma plataforma tiene una página espejo donde lucran con las historias. Por lo que cualquier cosa, les estaré agradecida si me lo hacen saber. De cualquier manera, en caso de algún otro cambio, les daré el aviso correspondiente :3

En fin, los personajes de One Piece son propiedad de Eiichiro Oda. Las imágenes utilizadas a lo largo del fic son hechas por su servidora.

Y sin más que decir, les invito a leer (^3-)/

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Lana buscaba con demasiada preocupación a cierta hija necia que tenía. Se suponía que Lucy debía guardar reposo absoluto, pero su hija no era de las personas que siguieran indicaciones médicas o se mantuvieran quietas por poco o mucho tiempo.

Así que ahora, Lana buscaba completamente preocupada a su hija, pero al parecer había salido de la panadería. Por lo que se dispuso a salir a buscar a su testaruda hija y regresarla a la cama o al menos esa era su intención, hasta que por la puerta entraron el doctor y la florista de la villa con una Lucy que aparentemente no estaba muy contenta de regresar tan pronto a casa…

"Señora Lana, creo que esta jovencita se le ha escapado".

Lana dio un gran suspiró lleno de alivio al ver a su hija bien. "Gracias y lamento mucho las molestias", miró con reproche a su hija, quien, por cierto, no quería ni mirarla a los ojos. "Lucy, sabes bien que no puedes salir".

Hizo énfasis en su estado, en cuanto tocó levemente el gran vientre de su hija. Lana no pudo evitar sonreír en cuanto sintió una fuerte patada, pues como siempre, su nieto o nieta estaba tan feliz de sentir el tacto de su abuela.

Lucy por su parte, no parecía tan contenta de regresar y podía entenderla muy bien. Pero también debía entender que no sólo era por su bien, también del bebé que crecía poco a poco en su vientre.

"Estaba muy aburrida, mamá" respondió Lucy con un mohín, mientras se cruzaba de brazos. "Es muy fastidioso estar encerrada sin hacer nada. Solamente quería caminar un poco y volvería después".

Lana pareció preocuparse por la respuesta de su hija. "Entiendo que te sientas de esa manera, pero Lucy, sabes bien que tu enfermedad te debilita y estás en los meses más precarios para una mujer embarazada".

"Lo sé mamá…" Respondió con pena. "Pero me sentía tan atrapada sin poder hacer nada para ayudar".

Lana pudo ver la mirada llena de preocupación del doctor y la florista. Sabía que todos en la villa y el hogar que entre todos habían formado, se preocupaban por lo que podría pasarle a su hija.

Lucy sin duda alguna no sólo era su luz, también la luz de todas las personas que la habían conocido…

"Lana-san, Lucy-chan puede dar paseos en las tardes, pero deberá hacerlo solo con compañía y en silla de ruedas".

Las palabras del doctor causaron una expresión de alegría en el rostro de Lucy, quien rápidamente miró a su madre con una enorme sonrisa tan característica de ella.

"¿Podemos dar un paseo mamá? Prometo esperar pacientemente hasta que cierres la panadería, incluso me portaré bien y usaré la silla de ruedas".

Lana no podía negarle nada a su hija, no cuando usaba esos ojitos de cachorro que podían convencer a cualquiera. Francamente, esperaba que su nieto o nieta no heredará esa peligrosa técnica o Dragon sufriría mucho consintiendo al bebé.

"Está bien, pero mientras tanto, ve a tu cuarto y acuéstate en lo que acabo el trabajo. En un momento te llevaré una merienda".

Lucy asintió completamente animada, mientras se despedía del doctor y la florista. Y sabiendo que se había portado mal, decidió dejarle espacio a su madre y no tentar a su suerte.

"¿En serio puede dar paseos?" Preguntó Lana una vez que verifico que su hija no estuviera. "¿No le hará ningún mal?"

El doctor sonrió con tristeza. "Puede dar paseos cortos y siempre en la silla de ruedas. Lo ideal es que no haga nada de esfuerzo, aunque también hay que cuidar que no se estrese y siendo Lucy-chan como es, lo mejor será que se le cumpla el capricho de los paseos" explicó. "¿Cómo ha llevado la situación? ¿No ha sentido algún malestar o dolor?" Preguntó.

"Ella no se ha quejado de algún dolor o malestar. Aunque siempre dice que necesita estirar las piernas o que quiere ayudarme en la panadería", respondió Lana con falsa calma. "Me preocupa mucho, considerando que acaba de cumplir los ocho meses. Por eso no estoy tan segura de dejarla salir".

"Lana-san debe tratar de calmarse", la florista rápidamente se acercó a la señora para darle un abrazo. "Debe recordar que si algo pasa o Lucy-chan se siente mal, todos en la villa la ayudarán inmediatamente".

"Y mi consultorio y mis servicios estarán listos por cualquier inconveniente que su hija pueda tener", le aseguró el doctor.

Lana agradeció con una sonrisa. Ella y su hija tenían tanta suerte de haber conocido a esas personas.

El embarazo de Lucy había sido bastante complicado con el descubrimiento de su enfermedad, pero gracias a Dragon y a las personas en la villa, Lana pudo sentir apoyo con lo que seguramente, le quitaría a su preciada hija…

Ella en verdad agradecía tener el apoyo suficiente en esas etapas, tan difíciles que su hija había sufrido en ese embarazo…

"La Inocencia Viste De Etapas"

Luffy admitía que ese mes y medio que había pasado en aquella isla, se sentía en completa calma. Aunque la paz y tranquilidad que sentía no quitaba el hecho de que cada cierto tiempo sentía remordimiento por haber dejado a Thatch, Izo y las enfermeras sin haberse despedido. Y hay que mencionar que extrañaba a Stefan, quien había hecho demasiado por ella a pesar de ser un lindo e inofensivo perrito.

También estaba el hecho de que estaba comenzando a aburrirse en la isla. Y considerando que su abuela no le permitía hacer absolutamente nada, y que cada vez que salía de la panadería para explorar los alrededores, siempre había alguien que se lo impedía, Luffy se estaba comenzando a sentirse sofocada…

"Señorita Lucy, creo que va siendo hora de que regresemos con la señora Lana".

Luffy frunció el ceño, mientras se disponía a caminar más rápido. Ciertamente una de las tantas cosas que la tenían completamente abrumada era aquel insistente chico…

Su abuela incluso había comenzado a actuar extraño cuando se trataba de aquel necio que apenas la conoció decidió que debía seguirla a todas partes y arruinar sus planes, pero no ese día. Y como la mujer que se convertiría en el nuevo rey de los piratas, hizo lo que se le dio la gana e ignoró los insistentes llamados del chico.

"¡Por favor señorita Lucy! Si no regresamos pronto, su abuela se preocupará muchísimo".

El chico pudo respirar tranquilo cuando vio que la chica paró su caminar, pero su tranquilidad duró poco en cuanto ella lo miró y se acercó para encararlo.

Luffy estaba completamente harta de todo eso…

Para empezar, se suponía que todos en la villa la llamarían Luffy para evitar conflictos o tristes recuerdos con respecto a su madre. Pero por alguna razón, sentía que nadie había hecho caso o simplemente querían anclarse a un pasado que jamás regresaría.

También estaba el hecho de que parecía que algunos entre ellos su abuela y aquel molesto chico, creían que se quedaría por mucho tiempo en la isla o que incluso viviría con simpleza, pero eso jamás sucedería.

Luffy tenía una meta y aunque el bebé no estaba en sus planes, ella simplemente los modificó y en cuanto su hijo o hija naciera, comenzaría a entrenar arduamente para mantener a su bebé y a sus nakamas a salvo y bien protegidos. Eso no lo lograría en esa isla rodeada de gente que aparentemente no querían regresar afuera y ver el mundo y sus maravillas…

"Tom quiero aclararte algo… Ya he dicho que me llamen Luffy".

"Lo sé, pero no me parece correcto que use ese nombre. Sinceramente me parece más acorde usar su nombre tal cual, es lindo, igual que usted…"

Luffy frunció aún más el ceño al ver las mejillas sonrojadas del chico. "¡Entonces te prohíbo que me llames Lucy!" Respondió enojada. "Además, te digo que dejes ya de seguirme. Es molesto".

"Lamento si la hice enojar con mi actuar", el chico rápidamente se disculpó. "Pero en su estado, lo mejor es que tenga a alguien que la cuide y pueda protegerla. No sé si lo sabe, pero en la isla, soy uno de los hombres más fuertes…"

Luffy levantó una ceja en señal de confusión. "Mi abuelo me entrenó desde que era muy pequeña y toda mi niñez y adolescencia me la he pasado entrenando. No estuve mucho tiempo con los piratas de Barbablanca, pero había comenzado a entrenar con el haki, y eso sin contar mis técnicas y mis poderes de fruta del diablo. Tom, no sé quién te metió la idea de que soy una damisela frágil que necesita ser rescatada, pero eso no es lo que soy y no pienso serlo jamás y eso no cambiará solo porque esté embarazada".

Los ojos verdes del chico La miraron con sorpresa. Luffy incluso pudo ver que Tom había comenzado a temblar con nerviosismo, pensando seguramente en alguna tontería para refutar. Y con franqueza, ella esperaba que no dijera nada más…

Algo que no se le cumplió…

"Señorita Lucy, está embarazada y seguramente sigue dolida con el padre de ese bebé, pero le aseguro que hay hombres que estarían dispuestos a ver por ese bebé como si fuera suyo…"

El chico cerró los ojos con las mejillas completamente sonrojadas, esperando ser correspondido, pero en su lugar, recibió un puñetazo en la cara que lo mandó lo suficientemente lejos e hizo el ruido suficiente para que todos los que pasaban trabajando, se detuvieran a ver completamente sorprendidos a la chica del sombrero de paja.

"Que te quede muy claro idiota, yo no necesito de un tonto para hacerse cargo de mi bebé. Puedo cuidarlo y amarlo por mi cuenta" Luffy se aseguró de acomodar su sombrero de paja en su cabeza, mientras veía con determinación a todos en la villa. "Que les quede claro a todos, yo soy Monkey D. Lucy… Sombrero de paja Luffy, ¡La mujer que algún día se convertirá en el nuevo rey de los piratas y la persona más libre del mundo!"

Luffy pudo sentirse completamente satisfecha con lo que había hecho, pero aún quedaba hablar seriamente con alguien. Podía ser que fuera despistada, pero no era ciega, pudo notar las miradas de todos.

La gente había creído erróneamente que ella se quedaría en la isla y seguramente era gracias a su abuela. Así que Luffy iba a aclarar las cosas de una vez por todas…

~..~

Lana aprovechó ese día de descanso para limpiar los dos vestidos más preciados de su hija. La sonrisa en su rostro no se borraba mientras lo hacía y era gracias a la presencia de su nieta.

Ella en verdad agradecía a Dragon por mandarla y justo a tiempo, para que pudiera consentir el embarazo de su nieta…

"¡Abuela!"

Lana dejó su trabajo completamente extrañada de ver a Luffy justo entrar a la habitación, pero era más que nada porque no venía acompañada del buen Tom.

"¿Sucedió algo? ¿Por qué no estás con Tom-kun?" Preguntó completamente preocupada, mientras examinaba a su nieta en busca de algún mal.

Pero Luffy no parecía lastimada o con algún signo de dolor. En su lugar, parecía enojada por algo que ella desconocía por completo…

"¡Abuela, no me agrada Tom!" Respondió en voz alta. "Es un imbécil machista y tuve que golpearlo cuando insinuó que mi bebé necesitaba un hombre que lo viera como suyo", de solo pensar en lo ocurrido, tenía ganas de regresar y volver a golpear a ese imbécil. Y con las náuseas que ahora sentía al recordarlo, seguramente su bebé pensaba lo mismo.

"Oh, cariño…" Lana sacudió su vestido con calma. "Al parecer tus cambios de humor han comenzado" mencionó con una sonrisa, mientras trataba de calmar a su nieta.

Luffy negó, mientras se separaba de su abuela. "No… Esto no es tan simple abuela. La gente en la villa se veía completamente sorprendida en cuanto grite mi sueño. Parecían no saber que apenas pueda, me iría de aquí para navegar por el mar en busca de mis sueños…"

Lana se sobresaltó por un momento. Repentinamente comenzó a temblar, mientras negaba. Aun temía perder a su única nieta y con todo lo que estaba pasando en el mundo exterior, lo mejor para su nieta era quedarse con ella en la isla.

"Linda, ¿No has pensado en quedarte y formar una vida aquí? El bebé y tú estarían a salvo en esta isla y podrías formar una familia más adelante…"

Luffy negó con el ceño fruncido. "¡No!" Respondió con dureza. "Abuela, creo que se te olvida que no soy mi madre. Soy una Lucy completamente diferente a ella. Mientras mi madre quería una vida pacífica en este lugar, siendo una esposa y madre fiel, yo busco aventuras, diversión y más que nada, libertad, eso no lo voy a tener atrapada en esta isla…"

"Pero si aquí eres completamente libre de hacer todo eso…"

"¿Lo soy?"

Lana pudo detectar ironía en aquella pregunta. Mordió su labio al saber la respuesta que su nieta le daría…

"Abuela, este mes y medio fue calmado, demasiado relajante y lo necesitaba para sanar. Agradezco poder conocerte y conocer todo sobre mi madre y mi padre, pero no me puedes pedir quedarme atrapada en un sitio, cuando mi lugar es el mar… Además, ningún lugar es seguro para mí o para mi bebé, por eso debo hacerme más fuerte, para poder mantener a mi bebé a salvo. Y tampoco pienso repetir la historia dejando a mi bebé y yendo a mis aventuras, porque hasta su padre sufrió la soledad por estar 'a salvo' del gobierno mundial".

Lana no pudo evitar mirar a su nieta con tristeza. "Te entiendo…" Murmuró con aflicción.

Solo ahora Lana, podía ver las diferencias entre su hija Lucy y su nieta Lucy…

Mientras que su hija era feliz con tener un lugar al cual llamar hogar, su nieta buscaba todavía más…

Su hija era feliz siendo una mujer normal con un esposo y una hija, pero su nieta buscaba la manera de hacerse más fuerte para proteger a los que ama…

Eran tan parecidas y al mismo tiempo tan diferentes…

Así que decidió darle a su nieta por su lado y enmendar el error que casi cometía. Rápidamente borro todo rastro de tristeza, y lo reemplazo por una sonrisa.

"Entonces Luffy-chan, ¿Por qué no me cuentas bien lo que Tom-kun hizo para merecer una paliza? Podrías ayudarme a limpiar estos vestidos, mientras me cuentas…"

Luffy dejó de lado su enojo al ver la comprensión reflejada en los ojos de su abuela. Rápidamente sonrió, mientras asentía y entraba a la habitación de su abuela.

No omitió ni un solo detalle y al final, su abuela le dio la razón a ella…

"No había visto estos vestidos, ¿Son tuyos?"

Lana negó con una triste sonrisa. "Son los primeros regalos que tu padre le hizo a tu madre. Ella los atesoraba tanto, que sólo los uso en pocas ocasiones y muy especiales. El vestido blanco de hecho, lo uso el día de su boda y el rojo, lo usó cuando le dio a tu padre la noticia de su embarazo".

Luffy vio maravillada ambos vestidos, mientras pasaba su mano con demasiada delicadeza por las finas telas. Se notaba que su abuela mantenía bien cuidados ambos vestidos, pues a pesar de los años, parecían nuevos.

"Son muy bonitos", murmuró sin perder de vista el vestido blanco.

"Tal vez cuando te cases puedas usar ese vestido" mencionó Lana en broma.

Luffy frunció el ceño, mientras negaba. "No pienso casarme y tampoco me gustan los vestidos" dijo de brazos cruzados.

Lana comenzó a reír, mientras le restaba importancia. Ella ya había visto que a su nieta no le gustaban los vestidos, pero tuvo que adaptarse, aunque sea con la ropa que su hija había usado cuando estaba embarazada.

De hecho, había tenido que ser ingeniosa al ver la incomodidad de su nieta con respecto a los vestidos, así que decidió darle solamente las bermudas, blusones y overoles que curiosamente combinaban a la perfección con ese sombrero de paja. Y con la pancita recién formada, la ropa hacía lucir a su nieta completamente adorable.

"¿Y cómo ha estado el bebé el día de hoy?" Preguntó animada, mientras daba una caricia al vientre donde su bisnieto crecía.

Luffy sonrió, mientras pasaba su mano por su vientre. Apenas y se notaba hinchado, pero ciertamente, le daba una sensación agradable pasar sus manos en aquel lugar.

"Creo que se alegró cuando golpee a Tom", respondió con una enorme sonrisa llena de orgullo.

"Pobre Tom-kun, pero en parte fue mi culpa alentarlo, así que me disculpo contigo linda".

Lana estaba demasiado apenada por su actuar. En especial cuando casi causa que su nieta se alejara en su estado.

"Más tarde iré a disculparme con él y dejarle en claro que no es de tu agrado. Pero por ahora, te prepararé un buen platillo y como postre esas galletas que tanto le gustan al bebé".

Luffy asintió con emoción, mientras veía salir a su abuela. Contempló una última vez los dos vestidos de su madre y salió con una enorme sonrisa.

Ahora mismo, tenía hambre de solo pensar en la comida que su abuela le prepararía y parecía que el bebé estaba igual que ella…

Y justo antes de que su abuela se alejará lo suficiente, ella pudo sentir un pequeño golpe que provenía de su vientre...

Luffy abrió los ojos con sorpresa, mientras guiaba sus manos a esa zona. Poco después lo sintió nuevamente, un pequeño pero imperceptible golpe que la hizo sonreír de emoción.

"¡Abuela! ¡El bebé pateo!"

Lana regreso sus pasos para situar su mano al vientre de su nieta. Sonrió también en cuanto sintió la patada del bebé que aparentemente ya estaba por hacerse notar todo el tiempo.

"Es algo normal querida, después de todo cuando llegaste tenías los tres meses recién cumplidos y con el tiempo que has pasado, estas cerca de cumplir los cinco. Así que te sugiero que comiences a prepararte para muchas otras patadas sorpresa".

Lana aún recuerda cómo fue su propio embarazo: Tranquilo, pero no lo suficiente. También recuerda el embarazo de su hija, el cual no fue tan tranquilo, considerando que su nieta era demasiado energética aun en el vientre.

Así que como el buen 'D' que ese bebé era, seguramente sería igual o peor que Luffy…

En verdad agradecía poder ayudar a su nieta en esas tiernas etapas. Al menos eso podría hacer por Luffy en esos meses que aún faltaban para el día del parto…

~..~

Nadie en el Moby Dick podía hacer a Ace entrar en razón. Él simplemente salía al mar en el Striker y regresaba al barco cuando era de noche y completamente agotado.

Lo peor, es que sus aliados solo hablaban para reportarse con noticias nulas, pero prometiendo siempre estar atentos en cuanto encontrarán noticias sobre Lucy.

"Ace, te aseguro que encontraremos a Lucy, pero debes parar de irte sin nadie y sin haber descansado lo suficiente".

Marco como siempre, desde hace mes y medio, trato de hacer a Ace entrar en razón, pero tal y como sucedía desde entonces, Ace hacía caso omiso y lo pasaba de largo.

"Dejando de comer y haciendo lo que se te venga en gana no traerán a Lucy-chan de vuelta. Debes hacer caso a lo que Marco te dice, Ace", Thatch le cerró el paso con una mirada llena de advertencia.

Podía ser que apenas vio a Ace despierto le dio unos buenos golpes que lo dejaron en cama nuevamente, pero como Marco le había dicho antes: La culpa recaía en todos por no decirle a Ace la verdad desde un principio.

Por supuesto, eso no impidió que golpeara a Deuce por haberse metido donde no debía, considerando que fueron sus palabras las que causaron que Lucy se fuera en primer lugar.

"Debo encontrar a Luffy" dijo frustrado. "Soy más rápido en el Striker y puedo abarcar más islas si lo hago desde temprano".

Marco negó rápidamente. "Pero te estas desgastando tan estúpidamente Ace", lo reprendió completamente preocupado. "Te dije que creo tener una pista, pero debemos regresar a Arabasta y si todo sale bien, llegaremos en una semana cuando mucho".

Podía ser que habían tardado meses para llegar hasta Sabaody, pero ahora mismo, Thatch y los demás chefs se habían asegurado de mantener la comida lo más posible, para no hacer paradas continuas y si algún idiota quería pelea, su capitán incluso los mandaba a volar antes de que los hicieran detenerse.

Ahora mismo tenían prisa por llegar a Arabasta o su única pista desaparecería y no sería fácil de encontrar…

"No sé porque crees que ese imbécil es mi hermano. Marco, te digo por última vez que Sabo está muerto".

Marco y Thatch negaron cuando vieron a Ace tratar de salir nuevamente, pero la recién llegada Whisky pudo detenerlo y sedarlo justo antes de que logrará huir nuevamente.

"¿Por qué son tan condescendientes con un paciente que obviamente es necio? " Preguntó la mujer con calma, mientras tomaba los signos vitales del inconsciente Ace.

"¡Tú eres demasiado ruda con los demás!" Dijo Thatch con reclamo.

"Cariño, podrás cuestionar mis métodos, pero no mis resultados. Ace está dormido y me aseguraré de que así sea en las próximas horas. Sugiero que le pongan algún brazalete de piedra marina y le escondan el Striker para que deje de estar saliendo como un idiota".

Marco asintió, mientras que Thatch solamente veía con temor a la mujer. Aun no entendía del todo como podían tener a una mujer tan aterradora como lo era Whisky como la jefa de las enfermeras.

Pero tenía un punto, debían hacer algo para evitar que el torpe de Ace siguiera autodestruyéndose con cada tontería que se le ocurría hacer. Después de todo, aun debía encontrar a Lucy para poder disculparse…

~..~

Sabo y Koala veían con interés a Nico Robin, quien parecía algo decepcionada con lo que había logrado encontrar.

"¿No era lo que buscabas? " Preguntó Koala con preocupación.

Robin miro a los dos revolucionarios y negó seriamente. Agradecía que Lucy hubiera cumplido su promesa y hubiera mandado a los revolucionarios a ayudarla en lo que salía al mar de manera oficial, pero sentía que, con su fracaso, no valía la pena seguir buscando.

"Tal vez cuando la señorita Lucy, salga al mar como pirata, te ayude a encontrar lo que buscas, ¿No lo crees?"

Robin pensó en las palabras del chico. Tal vez tenía razón, después de todo, ella nunca hubiera imaginado tener la ayuda de los revolucionarios o tener a alguien que la quisiera en su tripulación solo con mirarla.

"Supongo que tienes razón, Sabo-kun".

Sabo sonrió, mientras asentía. Por alguna razón, sentía que la hija de su jefe era capaz de hacer eso y más. Solo esperaba que la chica estuviera a gusto ahora que estaba con su familia y no con ese imbécil de puño de fuego.

Inconscientemente comenzó a fruncir el ceño cuando recordó que Puño de fuego había roto el corazón de la pobre chica. Sin duda alguna, en cuanto lo viera, se aseguraría de darle una buena paliza por haberse atrevido a hacer tal cosa…

"¿Le sucede algo? " Le pregunto Robin en murmullo a la otra chica.

Koala solamente negó entre suspiros. "Solo es Sabo siendo Sabo", respondió con cansancio.

Ese amigo suyo parecía tener un raro actuar de hermano mayor sobreprotector…

Pero no era momento de hacerle caso, considerando que tenían que hacer su movimiento para sacar a Crocodile del juego, ahora que al necio de Sabo y su intuición de justiciero no podían dejar a las personas en poder de un hombre corrupto…

~..~

Teach veía al hombre frente a él con cierta diversión. Y considerando que aquel era un traidor a la causa de Dragon el revolucionario, era más diversión para disfrutar.

"¿Estás seguro de que no quieres llevarnos a una trampa? Porque si es así, aún es tiempo de que salgas despavorido y no esperes a que encontremos a tu familia…"

Su contacto lo había mandado y le había dicho que aquel hombre era confiable.

"No será sencillo entrar en la isla, pero le aseguró que podrá hacerlo", respondió sin titubear. "Créame cuando le digo, que, si el clima sigue a su favor, llegarán justo a tiempo para poder entrar a la isla…"

Esa respuesta era todo lo que Teach necesitaba escuchar. Solo un poco más y podría obtener su venganza en contra de la molesta mocosa que le había arruinado sus planes…

Continuará…

~°ɞ°~~°ɞ°~

NOTAS: Y eso ha sido todo por este capítulo. Si les gustó, les agradecería que me lo hicieran saber con sus lindos comentarios :3

Pues querían a Luffy con pancita, pues la tienen… Y, además, ya vio el vestido que usará en la guerra :0

Y pues, parece que ni las enfermeras le atinaron con los meses, considerando que hicieron el chequeo a las prisas. Luffy tiene casi los cinco meses xD

Ace anda desesperado ya… Y Sabo, pues él ni enterado todavía xD

Fue un capítulo muy corto, pero con todo lo que se viene, se harán más largos ¿quizás? xD

Próximo capítulo: "La Inocencia Viste De Inquietud", donde Luffy siente que las cosas van a cambiar muy pronto…

En fin, nos leemos pronto…

Chau chau (^3-)/