Capítulo 3

Como a todo jugador nuevo la bienvenida que le dieron los demás jugadores de la Juventus no fue nada amistosa. Para ellos Ken no era más que un simple extraño que trataba de reemplazar a un amigo suyo. Sin embargo Kojiro trataba de animarlo, recordándole que él, Genzo y Tsubasa alguna vez habían pasado por las mismas hostilidades. A mitad de entrenamiento el preparador físico se llevó al nuevo portero para realizar la revisión física rutinaria.

Luego de terminada la jornada matinal de entrenamiento, los jugadores se dispusieron a prestar algunas entrevistas a los periodistas apostados alrededor del campo de juego.

-Mira –le dijo Salvatore a Franz, al descubrir entre la multitud de reporteros a una cara nueva

-Es bonita –opinó el alemán sonriendo complacido- Voy a ver si quiere una entrevista

-Si te rechaza, luego lo intento yo –anunció su amigo guiñándole un ojo

-Hola –saludó Schester con una sonrisa- ¿Buscas una nota?

-Más bien busco a alguien... –replicó la muchacha mirando a su alrededor

-¿Algún jugador en especial, rect? –insistió el alemán

-Pues sí, pero no está por aquí –devolvió Paola en alemán con una pequeña sonrisa, sorprendiendo al jugador

-¿Eres alemana? –inquirió Franz en el mismo idioma, mostrándose interesado en ella

-Del ombligo para abajo –bromeó la chica- Por lo demás soy mitad japonesa

-¿Paola? ¿qué haces aquí? –preguntó Kojiro, acercándose a ellos

-Buscando a Ken ¿dónde se metió?

-E...¿ella es Paola? –preguntó Schester sorprendido

-Mucho gusto, aunque no creo conocerte –dijo la joven

-Él es Franz Schester, un compañero de equipo –presentó Kojiro- Ella es Paola Waka...

-...shimazu –completó Paola sonriente

-¿Tú eres la esposa del nuevo? –inquirió el alemán mirándola de arriba abajo

-Al menos eso dicen las malas lenguas, y claro, mi certificado de matrimonio –alegó ella sarcástica

-Tiene suerte –murmuró Franz en su idioma natal

-No creo que Ken salga en un buen rato –contó Kojiro- Creo que no lo verás sino hasta la noche

-Rayos, yo quería almorzar con él –dijo su amiga desilusionada

-Si quieres puedo acompañarte –ofreció el delantero

-¿Aunque nos pongamos a pelear? –inquirió ella divertida

-Aun así –alegó su amigo sonriendo

-Está bien, báñate y aquí te espero

-Vaya, gracias –se indignó Kojiro, marchándose hacia las duchas

-Arrivederci –se despidió el alemán, marchándose

-Sayonara –devolvió Paola con una sonrisa

Por su parte (ya sé que la frasecilla le causa gracia a mi prima XD) Ken estaba siendo sometido a una evaluación física exhaustiva, de manera que el tiempo pasó volando para él, que ni se percató cuando llegó el mediodía.

Cuando Kojiro salió Paola lo esperaba mirando distraída la cancha de entrenamiento. Al verla no pudo evitar sonreír al venir a él muchos recuerdos de ella en el colegio: físicamente no había cambiado mucho, y por su comportamiento infantil parecía que tampoco personalmente XD, sin embargo había un detalle en ella que era diferente, y no era el anillo que traía, sino algo difícil de definir.

-Ya estoy –le dijo cuando estuvo junto a ella

-¿Qué no conoces algo más decente que la ropa deportiva? –interrogó Paola mirándolo de pies a cabeza

-Qué esperabas ¿que vista de Dolce y Gabbana? Nada que ver, yo entreno y me visto como lo que soy: un futbolista –se defendió el muchacho

-Y uno muy malhumorado, por cierto –se burló su amiga, poniéndose a caminar

-Miren al burro hablando de orejas

-Y miren a Pinocho hablando de narices

-Jajaja, nunca cambiarás ¿verdad Wakabayashi?

-¡Deja de decirme así! –reclamó Paola

-¿Por qué te molesta tanto?

-Porque bien sabes que todos prefieren llamar a Genzo por su apellido ¡y yo no soy él!

-Ok, ok, no te enojes, entonces te buscaré otro apodo

-Ni que fuera tu mascota –bufó Paola

-Veamos... –analizó Kojiro, mientras ambos llegaban a la avenida

-Nada de "amor" "cariñito", ni cosas por el estilo –ironizó la muchacha

-Ni que fuera tu esposo –alegó el tigre japonés enarcando una ceja

-Cuando Kazuki se pone a fregar la paciencia me dice "queridita" –contó Paola con fastidio

-Ah, pero eso porque es Sorimachi, jajaja –rió el delantero- Pero empecemos por lo primordial, ¿cómo te dice Ken?

-Paola

-Claro, pero ¿y de cariño?

-Hummm...Paola

-¿Qué acaso no te puso algún apodo en especial?

-¿Debería? –devolvió Paola con ironía

-Mínimamente...

-A veces me dice "Pao" –contó ella con orgullo

-Definitivo: ustedes son la pareja más antiromántica del mundo –dijo Kojiro resuelto

-Bah, tú ni hables, que ya te veo diciéndole a Maki "osita", "corazoncito", "puchunguita", jaja –se burló Paola

-Te diría "eres la reina del sarcasmo", pero sólo llegas a princesa –se defendió el japonés ofendido

-Anda tú, qué insultazo –ironizó la chica

-¡Ahí está! –exclamó Kojiro

-Quién –preguntó Paola buscando con la mirada

-Digo que ahí está el apodo...

-Dónde

-Serás "la princesa del sarcasmo"

-¿Un apodo tan largo? No pega –resolvió Paola

-Entonces te diré "princesa", y ya sabrás por qué –alegó el muchacho sonriendo divertido

-Bah, entonces yo te diré...¡tigrito!

-Y dale con eso...

-Qué querías, eso de "princesa" no me gusta

-¿Qué te parece "principezza"? –propuso su amigo

-Es lo mismo...

-Pero suena diferente

-A mi me da igual, de todos modos no me gusta –se quejó Paola ceñuda

-Entonces...te diré así

-Qué lindo eres –dijo la chica con sarcasmo

-No más que tú, créeme –devolvió él en el mismo tono fingiendo una sonrisa

Después de almorzar en un restaurante cercano, Kojiro acompañó a Paola a su casa, donde ella se quedó toda la tarde organizando las pocas cosas que tenían en su nuevo departamento.

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Jajaja, pregúntenle a Lily por qué la frasecilla le causa tanto bochorno y gracia XDD

Tuve que incluir a Franz en el fic, pero ni idea de por qué, simplemente se me ocurrió: compré su pase y lo vendí a la Juve XDD