Aviso: contiene un Y A O I ligero por el momento, pero se hará más intenso
conforme avance la historia...
Yu-Gi-Oh! No es mío.
.-_-_-_-_-_-_-_-_-_-.
CAPÍTULO 4
Yugi estaba acurrucado en un rincón de su tienda, su rostro sonrojado escondido entre sus manos. Ra, que había hecho? No tendría que haber golpeado a aquél chico, al fin y al cabo le había salvado la vida. Había matado a un animal inocente, cierto, pero al fin y al cabo en las leyes que su propio padre había redactado constaba que la vida de cualquier persona o animal es inferior a la del faraón y su familia. Había sido un mal educado, su padre debía estar avergonzado de él!
Decidido a arreglar las cosas, Yugi salió de su tienda y fue a buscar a su salvador. La luna ya brillaba en lo alto del cielo, y temía que el chico ya estuviera dormido. Tras un breve paseo entre las tiendas, divisó una figura sentada en la arena, mirando las estrellas. Reconoció el cabello con forma de estrella que tanto se parecía al suyo, y supo que había encontrado a quien andaba buscando.
-Mmm... eh... te importa si me siento contigo? -preguntó timidamente.
El otro chico levantó su mirada violeta oscuro, y asintió.
-Siento haberte golpeado antes -dijo Yugi, mientras se sentaba junto al desconocido- perdóname. Es que me gustan mucho los animales y no debería haber venido porque no soporto que los maten por diversión; siento mucho haber reaccionado de esa manera. Me perdonas?
Yami sonrió. Cómo no iba a perdonar a un ángel?
-Claro que te perdono. Me llamo Yami.
-Es un placer conocerte Yami, yo soy Yugi. Espero que seamos amigos a partir de ahora. -Yugi sonrió, y a Yami le pareció que ni las estrellas tenían un brillo tan bonito como esa sonrisa.
.-_-_-_-_-_-_-_-_-_-.
-El faraón Keops ha excedido el tiempo que le dimos para solucionar los problemas de su país. Ya va siendo hora de que vuelva a asistir a las reuniones de la Alianza -dijo un hombre de cabellos plateados cuyo rostro presentaba un curioso tatuaje, como si una lágrima negra hubiera resbalado de su ojo derecho y hubiera trazado una fina línea que terminaba en un curioso caracol.
-Que quiere que agamos? -preguntó una chica que se mantenía escondida en las sombras.
-Debemos enviarle un ultimátum. Nuestros mensajeros han regresado todos sin haber podido contactar con él, pues seguramente no quiere saber nada de nosotros. Es necesaria la ayuda de Egipto en este asunto, al fin y al cabo ellos son los que originaron el problema. Enviadle un último mensaje. Si no responde, deberemos pensar seriamente en reemplazarle.
La chica asintió y se desvaneció en la oscuridad.
El hombre de cabellos plateados jugó, pensativo, con su cetro mientras un gran pájaro se posaba en la parte superior de su trono de oro blanco.
-No podemos permitir que esto siga así, Ling. Debemos encontrar al enviado de los dioses para que nos ayude a dominar el Juego de las Tinieblas.
.-_-_-_-_-_-_-_-_-_-.
Oscuridad.
Calidez.
Voces.
-Por favor, debes encontrarnos.
-Faraón el futuro de tu tierra está en tus manos. Y el del mundo no tardará en ser tuyo también.
Yami miró hacia todas las direcciones, pero las voces resonaban en la oscuridad. Por algún motivo no tenía miedo, se sentía seguro.
-Quien sois? -preguntó, el eco respondiéndole durante unos instantes antes de que las voces volvieran.
-Sólo tú nos puedes dar forma, faraón.
-No soy faraón! -exclamó Yami.
-Tu destino dice que si lo serás.
-Quién sois? -repitió.
-Somos tus compañeros, tus sirvientes, tus amigos, tus consejeros. Sólo tú puedes darnos forma.
-Forma? -preguntó Yami- qué tipo de forma?
-La que quieras. Un objeto, un juego, ...
-Un juego? Un juego de cartas?
-Tú proposición ha sido aceptada. Cartas. Seremos tu juego. Has de vigilar. En este juego del destino, hay mucho mas de lo que puedes imaginar en juego. Nosotras te guiaremos, confía en el corazón de las cartas y todo saldrá bien.
-No lo entiendo.
-Pronto lo entenderás...
.-_-_-_-_-_-_-_-_-_-.
Yami despertó sudando frío; había tenido el sueño más extraño de toda su vida. Decidiendo que había sido sólo eso, un sueño, se volvió a recostar en la cama. Repentinamente, sus ojos se abrieron de par en par: en sus mano tenía una baraja de cartas! Estaban hechas de un tipo de papiro que jamás había visto ya que era mucho más resistente y grueso. En cada una de ellas había dibujado un personaje distinto, en algunos casos eran monstruos y dragones, magos y hechiceras, y algunas eran poderes.
La primera de toda la baraja era la de un mago oscuro con un cetro de curiosa forma. Algo en ese hechicero le agradó, y tuvo un sentimiento raro, como si supiera que esa carta le iba a gustar. Acarició suavemente la figura del mago, y el ojo de Horus(1) brilló con fuerza en su frente sin que él lo supiera.
Con sorpresa vio como una figura se materializaba al lado de su cama. Y se arrodillaba respetuosamente a su lado.
-Faraón, es un honor que nos volvamos a encontrar -la misma voz de su sueño hablaba ahora desde los labios del Mago Oscuro.- Debe escucharme con atención, luego responderé con gusto todas sus preguntas. Al Faraón Keops no le quedan muchos días de vida, y él le escogerá a usted como sucesor. -al ver que Yami iba a interrumpir, el Mago le silenció con un movimiento de la mano- más adelante usted mismo verá como ocurre, pero no puedo darle más información, ni puedo decirle bajo que circunstancias. Será llamado por los países de la Alianza a una reunión donde le dirán información muy importante. Por favor, debe asistir a esa reunión, y deberá -el Mago sonrió ligeramente- acompañarle su pareja, aunque creo que eso no supondrá un problema.
-Mi pareja? -Yami enarcó una ceja, curioso.
-No puedo revelarle quien es, sólo deje que el destino siga su curso y no olvide asistir a la reunión de la Alianza. Usted tiene el poder de llamar a sus cartas, puede convocar a cualquiera de nosotras solo con acariciar la superficie, pero le recomiendo que no libere a ningún monstruo son... digamos que un poco agresivos. -con una última reverencia, el Mago Oscuro desapareció, dejando a un Yami pensativo con las cartas en la mano.
.-_-_-_-_-_-_-_-_-_-.
-Maldita sea, parece que los Dioses están en mi contra! -exclamó la furiosa voz de Rejab. A su lado, un grupo de tres hombres cubiertos en túnicas negras escuchaban pacientemente.
-Quiero ser faraón! -continuó Rejab- Pero parece que él no está dispuesto a retirarse! Además, tiene una desesperante salud de hierro. Voy a tener que usar la fuerza, está claro. -Rejab terminó con su monólogo y miró a los tres hombres- vamos a atacarle cuando vuelva de visitar su pirámide. No sé que le ha dado por ir a verla cada noche, y sólo va acompañado por un soldado. Les prepararemos una emboscada y me aseguraré de que no salga vivo para contarlo.
Escondido al otro lado de la tienda, Joey lo había escuchado todo.
.-_-_-_-_-_-_-_-_-_-.
Al día siguiente, tras el regreso a palacio del grupo que había salido a cazar, el faraón Keops llamaba, sin saber la cantidad de complots que se estaban alzando en su contra, a su hijo pequeño y a Yami.
Al entrar en el salón del trono, Yami besó respetuosamente el cetro del faraón, y se mantuvo arrodillado delante suyo.
-Me han informado de la valiente actuación que hiciste para salvar a mi hijo -sonrió Keops- y he de recompensarte de alguna forma. A parte de asegurarte que serás el nuevo General del Ejército del Faraón, como todavía queda un tiempo antes de que puedas ejercer este cargo, voy a nombrarte guardia personal del príncipe Yugi, y tendrás a tu mando un grupo de hombres que te esperan en tu nueva sala de trabajo.
-Es un honor, mi Faraón. -con una reverencia, Yami abandonó la sala.
Keops estaba satisfecho de tener un chico como Yami a sus ordenes, leal y dispuesto a dar su vida por la familia Real; y Yami estaba agradecido de tener una excusa para estar cerca de su ángel, aunque ahora estaba un poco confundido.
Debía vengar a su madre, y había jurado destronar al faraón. Pero entonces, su venganza debía afectar a Yugi también? Iba a ser una venganza? Parecía que los dioses le habían otorgado ya un destino como faraón, y de esa manera ya no sería una venganza. Entonces, llegó a una conclusión que iba a cambiar, sin que él lo supiera, de una manera drástica el rumbo de su vida.
Iba a dejar de lado la venganza si con eso conseguía el amor y la seguridad de su ángel.
.-_-_-_-_-_-_-_-_-_-.
(1)El ojo que aparece en la frente de Yami es el Ojo Protector de Horus, si no me equivoco.
.-_-_-_-_-_-_-_-_-_-.
Yugi: O_o qué? Este capítulo me ha confundido!
Laie: ^o^ es normal! Dentro de poco las cosas se van a ir solucionando.
Yami: he tomado una buena decisión, Yugi es más importante! ^//^
Yugi * se sonroja* *^//^*
Laie: hay que ver lo lindos que sois los dos! ^o^*
.-_-_-_-_-_-_-_-_-_-. AgRaDeCiMiEnToS a LoS ReViEwErS .-_-_-_-_-_-_-_-_-_-.
** Windgirl: Ves, Yami? Si haces caso de Windgirl irás por el buen camino! La venganza no es buena! * Yami se sonroja y mira hacia otro lado* creo que le hemos herido el orgullo ^o^. Me alegra que te guste mi fic, me hace muy feliz! *Laie empieza a bailar * Espero que puedas mantener tu lado maligno! Si no, siempre puedes unirte a los malvados que dentro de poco aparecerán en mi fic! *unas sombras sonríen malvadamente y saludan * aunque te prefiero con los buenos! * Yami y Yugi asienten* ^__^
** Alba: ^o^ te gusta como escribo??!! Soy feliz!! * hace la danza de la felicidad* Espero leer más reviews tuyos pronto!
** Amazona Verde: que tal tu mano? * Laie pone carita preocupada* he de vigilar la salud de mis reviewers! ^^* Las dos estamos de acuerdo en q Yugi es un ángel, ne? *Yami pone carita de celoso * ^o^ q lindo! Otra fan de la Mitologí antigua!! *empieza a bailar de nuevo * que bien!! ^__^
** Yami-Horus: mwha ha ha Yami, has escuchado? Te denunciará a la sociedad protectora de animales! *Yugi asiente, está a favor de Yami-Horus * que dices en tu defensa? *Yami abraza a Yugi * ¬_¬ ok, ok, que me dices, Yami- Horus, le perdonamos esta pq lo hizo para salvar a Yugi? Que no se repita eh, Yami? Gracias por tu review, me has hecho muy feliz! ^///^
** Ita Andehui: je je je animalcida, tienes razón! No podía ser un homicida con un león ^___^ A mi también me encantaría ver ese cuadro, pero de momento tendremos que imaginarlo, pq si dibujara bien quizás haría un fanart pero... *Laie mira una hoja con unas rayas mal dibujadas * no se me da bien dibujar a Yugi! ¡__¡ Alguien se anima a dibujarlo? ^o^
** Youkai no Ryu: *Laie le abraza fuertemente * escuchad todos/as!! Sabe más cosas de Atlantis!! Leed lo que me explicó, es muy interesante! ^o^ ::
"salió una vez que había una civilización (que suponen, son los de atlantis) que se transladaban de un lugar a otro en vainas, y que tenían una arma, que con tan sólo soltarla (lo que me hace pensar que estaban en el cielo)destruía ciudades enteras...(una bomba nuclear? O.o)"
Gracias por la información y por decirme que el filósofo era Platón! Eres una gran ayuda! Tengo 15 años recién cumplidos * Laie sonríe orgullosamente* me alegro que te guste mi fic y en cuando publique este capítulo voy a ir a leer tu fic! ^o^ ya te dejaré un review!
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Y ya está por ahora! Nos vemos en el siguiente capítulo, os puedo adelantar alguna cosa como que saldrán más 'buenos', y las cosas empezarán a aclararse!
Yu-Gi-Oh! No es mío.
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CAPÍTULO 4
Yugi estaba acurrucado en un rincón de su tienda, su rostro sonrojado escondido entre sus manos. Ra, que había hecho? No tendría que haber golpeado a aquél chico, al fin y al cabo le había salvado la vida. Había matado a un animal inocente, cierto, pero al fin y al cabo en las leyes que su propio padre había redactado constaba que la vida de cualquier persona o animal es inferior a la del faraón y su familia. Había sido un mal educado, su padre debía estar avergonzado de él!
Decidido a arreglar las cosas, Yugi salió de su tienda y fue a buscar a su salvador. La luna ya brillaba en lo alto del cielo, y temía que el chico ya estuviera dormido. Tras un breve paseo entre las tiendas, divisó una figura sentada en la arena, mirando las estrellas. Reconoció el cabello con forma de estrella que tanto se parecía al suyo, y supo que había encontrado a quien andaba buscando.
-Mmm... eh... te importa si me siento contigo? -preguntó timidamente.
El otro chico levantó su mirada violeta oscuro, y asintió.
-Siento haberte golpeado antes -dijo Yugi, mientras se sentaba junto al desconocido- perdóname. Es que me gustan mucho los animales y no debería haber venido porque no soporto que los maten por diversión; siento mucho haber reaccionado de esa manera. Me perdonas?
Yami sonrió. Cómo no iba a perdonar a un ángel?
-Claro que te perdono. Me llamo Yami.
-Es un placer conocerte Yami, yo soy Yugi. Espero que seamos amigos a partir de ahora. -Yugi sonrió, y a Yami le pareció que ni las estrellas tenían un brillo tan bonito como esa sonrisa.
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-El faraón Keops ha excedido el tiempo que le dimos para solucionar los problemas de su país. Ya va siendo hora de que vuelva a asistir a las reuniones de la Alianza -dijo un hombre de cabellos plateados cuyo rostro presentaba un curioso tatuaje, como si una lágrima negra hubiera resbalado de su ojo derecho y hubiera trazado una fina línea que terminaba en un curioso caracol.
-Que quiere que agamos? -preguntó una chica que se mantenía escondida en las sombras.
-Debemos enviarle un ultimátum. Nuestros mensajeros han regresado todos sin haber podido contactar con él, pues seguramente no quiere saber nada de nosotros. Es necesaria la ayuda de Egipto en este asunto, al fin y al cabo ellos son los que originaron el problema. Enviadle un último mensaje. Si no responde, deberemos pensar seriamente en reemplazarle.
La chica asintió y se desvaneció en la oscuridad.
El hombre de cabellos plateados jugó, pensativo, con su cetro mientras un gran pájaro se posaba en la parte superior de su trono de oro blanco.
-No podemos permitir que esto siga así, Ling. Debemos encontrar al enviado de los dioses para que nos ayude a dominar el Juego de las Tinieblas.
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Oscuridad.
Calidez.
Voces.
-Por favor, debes encontrarnos.
-Faraón el futuro de tu tierra está en tus manos. Y el del mundo no tardará en ser tuyo también.
Yami miró hacia todas las direcciones, pero las voces resonaban en la oscuridad. Por algún motivo no tenía miedo, se sentía seguro.
-Quien sois? -preguntó, el eco respondiéndole durante unos instantes antes de que las voces volvieran.
-Sólo tú nos puedes dar forma, faraón.
-No soy faraón! -exclamó Yami.
-Tu destino dice que si lo serás.
-Quién sois? -repitió.
-Somos tus compañeros, tus sirvientes, tus amigos, tus consejeros. Sólo tú puedes darnos forma.
-Forma? -preguntó Yami- qué tipo de forma?
-La que quieras. Un objeto, un juego, ...
-Un juego? Un juego de cartas?
-Tú proposición ha sido aceptada. Cartas. Seremos tu juego. Has de vigilar. En este juego del destino, hay mucho mas de lo que puedes imaginar en juego. Nosotras te guiaremos, confía en el corazón de las cartas y todo saldrá bien.
-No lo entiendo.
-Pronto lo entenderás...
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Yami despertó sudando frío; había tenido el sueño más extraño de toda su vida. Decidiendo que había sido sólo eso, un sueño, se volvió a recostar en la cama. Repentinamente, sus ojos se abrieron de par en par: en sus mano tenía una baraja de cartas! Estaban hechas de un tipo de papiro que jamás había visto ya que era mucho más resistente y grueso. En cada una de ellas había dibujado un personaje distinto, en algunos casos eran monstruos y dragones, magos y hechiceras, y algunas eran poderes.
La primera de toda la baraja era la de un mago oscuro con un cetro de curiosa forma. Algo en ese hechicero le agradó, y tuvo un sentimiento raro, como si supiera que esa carta le iba a gustar. Acarició suavemente la figura del mago, y el ojo de Horus(1) brilló con fuerza en su frente sin que él lo supiera.
Con sorpresa vio como una figura se materializaba al lado de su cama. Y se arrodillaba respetuosamente a su lado.
-Faraón, es un honor que nos volvamos a encontrar -la misma voz de su sueño hablaba ahora desde los labios del Mago Oscuro.- Debe escucharme con atención, luego responderé con gusto todas sus preguntas. Al Faraón Keops no le quedan muchos días de vida, y él le escogerá a usted como sucesor. -al ver que Yami iba a interrumpir, el Mago le silenció con un movimiento de la mano- más adelante usted mismo verá como ocurre, pero no puedo darle más información, ni puedo decirle bajo que circunstancias. Será llamado por los países de la Alianza a una reunión donde le dirán información muy importante. Por favor, debe asistir a esa reunión, y deberá -el Mago sonrió ligeramente- acompañarle su pareja, aunque creo que eso no supondrá un problema.
-Mi pareja? -Yami enarcó una ceja, curioso.
-No puedo revelarle quien es, sólo deje que el destino siga su curso y no olvide asistir a la reunión de la Alianza. Usted tiene el poder de llamar a sus cartas, puede convocar a cualquiera de nosotras solo con acariciar la superficie, pero le recomiendo que no libere a ningún monstruo son... digamos que un poco agresivos. -con una última reverencia, el Mago Oscuro desapareció, dejando a un Yami pensativo con las cartas en la mano.
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-Maldita sea, parece que los Dioses están en mi contra! -exclamó la furiosa voz de Rejab. A su lado, un grupo de tres hombres cubiertos en túnicas negras escuchaban pacientemente.
-Quiero ser faraón! -continuó Rejab- Pero parece que él no está dispuesto a retirarse! Además, tiene una desesperante salud de hierro. Voy a tener que usar la fuerza, está claro. -Rejab terminó con su monólogo y miró a los tres hombres- vamos a atacarle cuando vuelva de visitar su pirámide. No sé que le ha dado por ir a verla cada noche, y sólo va acompañado por un soldado. Les prepararemos una emboscada y me aseguraré de que no salga vivo para contarlo.
Escondido al otro lado de la tienda, Joey lo había escuchado todo.
.-_-_-_-_-_-_-_-_-_-.
Al día siguiente, tras el regreso a palacio del grupo que había salido a cazar, el faraón Keops llamaba, sin saber la cantidad de complots que se estaban alzando en su contra, a su hijo pequeño y a Yami.
Al entrar en el salón del trono, Yami besó respetuosamente el cetro del faraón, y se mantuvo arrodillado delante suyo.
-Me han informado de la valiente actuación que hiciste para salvar a mi hijo -sonrió Keops- y he de recompensarte de alguna forma. A parte de asegurarte que serás el nuevo General del Ejército del Faraón, como todavía queda un tiempo antes de que puedas ejercer este cargo, voy a nombrarte guardia personal del príncipe Yugi, y tendrás a tu mando un grupo de hombres que te esperan en tu nueva sala de trabajo.
-Es un honor, mi Faraón. -con una reverencia, Yami abandonó la sala.
Keops estaba satisfecho de tener un chico como Yami a sus ordenes, leal y dispuesto a dar su vida por la familia Real; y Yami estaba agradecido de tener una excusa para estar cerca de su ángel, aunque ahora estaba un poco confundido.
Debía vengar a su madre, y había jurado destronar al faraón. Pero entonces, su venganza debía afectar a Yugi también? Iba a ser una venganza? Parecía que los dioses le habían otorgado ya un destino como faraón, y de esa manera ya no sería una venganza. Entonces, llegó a una conclusión que iba a cambiar, sin que él lo supiera, de una manera drástica el rumbo de su vida.
Iba a dejar de lado la venganza si con eso conseguía el amor y la seguridad de su ángel.
.-_-_-_-_-_-_-_-_-_-.
(1)El ojo que aparece en la frente de Yami es el Ojo Protector de Horus, si no me equivoco.
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Yugi: O_o qué? Este capítulo me ha confundido!
Laie: ^o^ es normal! Dentro de poco las cosas se van a ir solucionando.
Yami: he tomado una buena decisión, Yugi es más importante! ^//^
Yugi * se sonroja* *^//^*
Laie: hay que ver lo lindos que sois los dos! ^o^*
.-_-_-_-_-_-_-_-_-_-. AgRaDeCiMiEnToS a LoS ReViEwErS .-_-_-_-_-_-_-_-_-_-.
** Windgirl: Ves, Yami? Si haces caso de Windgirl irás por el buen camino! La venganza no es buena! * Yami se sonroja y mira hacia otro lado* creo que le hemos herido el orgullo ^o^. Me alegra que te guste mi fic, me hace muy feliz! *Laie empieza a bailar * Espero que puedas mantener tu lado maligno! Si no, siempre puedes unirte a los malvados que dentro de poco aparecerán en mi fic! *unas sombras sonríen malvadamente y saludan * aunque te prefiero con los buenos! * Yami y Yugi asienten* ^__^
** Alba: ^o^ te gusta como escribo??!! Soy feliz!! * hace la danza de la felicidad* Espero leer más reviews tuyos pronto!
** Amazona Verde: que tal tu mano? * Laie pone carita preocupada* he de vigilar la salud de mis reviewers! ^^* Las dos estamos de acuerdo en q Yugi es un ángel, ne? *Yami pone carita de celoso * ^o^ q lindo! Otra fan de la Mitologí antigua!! *empieza a bailar de nuevo * que bien!! ^__^
** Yami-Horus: mwha ha ha Yami, has escuchado? Te denunciará a la sociedad protectora de animales! *Yugi asiente, está a favor de Yami-Horus * que dices en tu defensa? *Yami abraza a Yugi * ¬_¬ ok, ok, que me dices, Yami- Horus, le perdonamos esta pq lo hizo para salvar a Yugi? Que no se repita eh, Yami? Gracias por tu review, me has hecho muy feliz! ^///^
** Ita Andehui: je je je animalcida, tienes razón! No podía ser un homicida con un león ^___^ A mi también me encantaría ver ese cuadro, pero de momento tendremos que imaginarlo, pq si dibujara bien quizás haría un fanart pero... *Laie mira una hoja con unas rayas mal dibujadas * no se me da bien dibujar a Yugi! ¡__¡ Alguien se anima a dibujarlo? ^o^
** Youkai no Ryu: *Laie le abraza fuertemente * escuchad todos/as!! Sabe más cosas de Atlantis!! Leed lo que me explicó, es muy interesante! ^o^ ::
"salió una vez que había una civilización (que suponen, son los de atlantis) que se transladaban de un lugar a otro en vainas, y que tenían una arma, que con tan sólo soltarla (lo que me hace pensar que estaban en el cielo)destruía ciudades enteras...(una bomba nuclear? O.o)"
Gracias por la información y por decirme que el filósofo era Platón! Eres una gran ayuda! Tengo 15 años recién cumplidos * Laie sonríe orgullosamente* me alegro que te guste mi fic y en cuando publique este capítulo voy a ir a leer tu fic! ^o^ ya te dejaré un review!
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Y ya está por ahora! Nos vemos en el siguiente capítulo, os puedo adelantar alguna cosa como que saldrán más 'buenos', y las cosas empezarán a aclararse!
