Capítulo 17
Pasado el tumulto, mientras se dirigían a un restaurante cercano a festejar, Maki no soltaba a Kojiro del brazo; mientras Paola fingía demencia y caminaba de la mano con su esposo.
-Pero díganme ¿cuánto tiempo llevan de casados? –preguntó Maki con la naturalidad que la caracterizaba
-Ya casi un año y medio –contestó Ken orgulloso
-¿Y todo bien? –inquirió la japonesa, viendo de reojo la cara de pocos amigos de Paola
-Perfecto, en realidad creímos que no sería fácil, pero nos superamos a nosotros mismos –confesó el karate keeper
-¿Y a qué te dedicas Paola? –interrogó Maki con una pequeña sonrisa sincera, tratando de entablar charla con la Wakabayashi
-¿Me hablas a mi? –dijo Paola fingiendo sorpresa
-Ahá
-Ah, pues soy arquitecta y esposa, todo a medio tiempo –contó la germano japonesa sin mostrar mucho interés en la charla
-Jaja, vaya, gracias por eso –bromeó Ken sintiéndose referido
-¿Qué es más difícil para ti? –indagó Kojiro con una sonrisa de burla
-Ser esposa –aseguró Paola sin amilanarse
-Debes disculparlos –pidió Ken apenado- En ocasiones tienen disputas de sarcasmo que pueden sacar del quicio a cualquiera
Llegaron al restaurante e hicieron sus pedidos. Mientras Ken y Maki conversaban animadamente sobre un sin fin de temas, Paola y Kojiro preferían sólo escuchar.
-Espectáculo en vivo –exclamó Maki contenta, aplaudiendo al grupo que acababa de aparecer
-Veo que cualquier cosa banal logra emocionarte –comentó Paola con cierta burla
-Así soy yo –admitió la japonesa, sonriendo divertida
Los del grupo se presentaron y anunciaron un grupo de canciones de todo tipo y de todo idioma adaptado al japonés.
-¡Espero que bailen este tema! –exclamó el cabecilla del grupo, poniéndose a tocar
Paola, algo aburrida, tomaba un poco de refresco; lo mismo que Kojiro, en lo que Ken y Maki seguían con su conversación.
-Ella y yo, dos locos viviendo una aventura castigada por Dios
Un laberinto sin salida donde el miedo se convierte en amor
Somos su marido, ella y yo
Mi esposa y yo igual que ustedes compartimos en la vida un eterno amor
La dama perfecta, toda una belleza, ella es mi inspiración, somos felices ella y yo, ella y yo
Amigo ella y yo, sólo nos vemos a escondidas para ahogar esta prohibida pasión
Y aunque tiene dueño yo sólo tengo un sueño, ser su protector, somos su marido, ella y yo
Simultáneamente, al oír la letra de aquella canción, Paola y Kojiro casi escupen lo que tenían en la boca, sintiéndose muy incómodos.
-¿No quieres ir a bailar Kojiro? –preguntó Maki emocionada- Esa canción tiene buen ritmo
-Y una letra muy particular –reconoció Ken escuchándola atentamente
-No gracias, no estoy de ánimo –inventó el tigre japonés, mirando a Paola de reojo
-¿Y tú Ken? –indagó la japonesa
-Pues no lo hago muy bien, pero si quieres vamos –dijo Ken sonriendo- Ahora volvemos
Oye Don lucha por amor
No me aconsejes en tu posición
Quizás su marido no manda en su corazón
No sabes quién es víctima en la confusión
Oye mi pana lucha por amor
No, no me aconsejes en tu posición
Quizás ese tipo no manda en su corazón
Tú no sabes quién es víctima en esta confusión
Mi esposa y yo, somos felices, dos almas matices en lo que es el amor
Por eso te entiendo y aunque sea casada no te alejes por temor, no lo hagas Don, ay no, no, no
Mi amigo ella y yo teníamos claro que era una locura esta relación
Pero la carne nos llamaba y la cama nos hacía una invitación a sólo hacer el amor
Ay! ya te expliqué, cuando dos personas que se aman el amor tiene que vencer
Y que el marido entienda que perdió su hembra, ahora es tu mujer, no pueden ganar los tres
Maki y el karate keeper se fueron a bailar, mientras Kojiro y Paola no se atrevían ni a mirarse.
-¿Ya tomaste tu decisión o no? –preguntó él repentinamente
-De qué o qué –inquirió ella aburrida
-Sobre lo que te pedí –aclaró Kojiro, inclinándose hacia delante para hablar más bajo
-Ya te dije, si tienes a Maki, pídeselo a ella –devolvió Paola con altanería
-Pero yo no la quiero a ella –aclaró el muchacho, percatándose que nadie los miraba para poder tomarla de la mano- Por favor...
Paola lo miró y notó sinceridad en sus ojos, lo que la obligó a desarmar el escudo que había estado poniendo.
-¿Y luego qué?
-No entiendo
-¿Y luego qué haremos? ¿qué nos pasará después? –interrogó Paola
-Tú continuarás tu matrimonio en lo que yo intento olvidarte –explicó Kojiro con tristeza
-Y así terminará este capítulo –murmuró ella suspirando
-No podemos hacer nada...
-Lo sé...
-Te amo, eso nunca lo olvides –susurró Kojiro, dándole un beso en la mejilla
Ella sonrió con lágrimas en los ojos y tuvo el impulso de abrazarlo. En lo que bailaban, mientras bromeaban y comentaban sobre lo tremenda que era la letra de la canción que bailaban, Ken y Maki miraron a su mesa, creyendo que se encontrarían con la cara de gruñones de Paola y Kojiro, pero la sonrisa se les borró del rostro cuando los vieron abrazados.
Amigo pido perdón yo nunca te fallé, me traicionaron las ganas de volverla a ver
Y aunque todavía no puedo creer lo que este amargo encuentro me hizo comprender
Pues tú también llegaste a ése lugar donde tantas veces yo la fui a buscar
Y aunque no es fácil lo que voy a hacer admitiré que salí con tu mujer, salí con tu mujer
¿Qué?
Salí con tu mujer, salí con tu mujer, salí con tu mujer
Que te perdone Dios yo no lo voy a hacer, los perdí a los dos y a la misma vez
Ya veo que todo era mentira cuando ella me decía que se iba pa' Puerto Rico a vacaciones con su amiga, me mintió
Tú y ella en una cama allá en Valle Amor, quizás en Isla Verde o Carolina, cuántos hoteles ensució
Tú también, los odio a los dos
-¿Pasa algo? –inquirió Ken preocupado, prácticamente corriendo hacia ellos
-No, nada –respingó Paola, soltando a Kojiro
-Ya sabes, Paola y su añoranza por Japón –inventó su amigo, fingiendo demencia
-Pues no eres la única, en este corto tiempo yo también lo añoro –añadió Maki, mirándolos desconfiada, ya que su sexto sentido de mujer le decía que algo no andaba bien allí
-¿Quieres irte ya? –preguntó su esposo mirándola con cariño
-Por favor –pidió Paola poniéndose de pie
-Lamentamos el incidente –se disculpó Ken- De todos modos muchas felicidades Maki
-Gracias Ken –respondió ella con una sonrisa
-Te veo mañana –se despidió, estrechando la mano de su amigo
-Hasta mañana –dijo Kojiro
-Adiós –dijo Paola con una pequeña sonrisa, estrechando la mano de Maki y agachándose a darle un beso en la mejilla a Kojiro- Mañana... –susurró en su oído, alejándose luego con Ken
Kojiro aclaró la garganta para disimular su sorpresa y emoción, mientras Maki miraba con sospecha alternativamente al muchacho y a la chica, ya que se había percatado del "detallito".
Oye entiéndeme. Entre ella y yo, soy quién más sufro con todo esto, me mata el dolor
Fue una traición
Perdí un amigo por la tentación, perdón...
Adiós...
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Nah...tenía que ser. La canción es la misma que puse en el songfic "Ella y yo", que valga la repetición, es de Don Omar (el único cantante de reggaetón que tiene mis respetos nn)
Jajaja, Paola es tan "tierna y sociable" con Maki, que me mata de la risa XDD
