Capítulo 8

Al día siguiente, muy temprano, Ken se levantó de la cama y despertó a su esposa para darle un abrazo y un beso de despedida.

-Voy a extrañarte –le susurró Paola al oído sin querer soltarlo

-Tú misma dijiste que serán sólo unos días –replicó Ken con cariño, sin querer comentar entonces el mal presentimiento con el que había amanecido ese día

-Cuídate mucho y no dejes de esforzarte –le dijo ella, tomándolo del rostro con ambas manos-Yo te llamaré cada día

-Espero que me llames como receta médica –dijo él sonriendo

-No te entiendo

-Cada ocho horas –bromeó su esposo, abrazándola otra vez

Después de desayunar juntos Ken se fue a entrenar, sin dejar de sentir una opresión extraña en el pecho. Posteriormente Paola llamó a un taxi y se fue al aeropuerto.

Una vez allí se dispuso a buscar un teléfono para contarle a Kazuki de su viaje. Mientras buscaba el tan ansiado aparato, no notó que un poco más allá había un grupo de muchachas gritonas que aparentemente esperaban a alguien.

-¿Moshi moshi?

-¿Kazuki?

-¿Pao?

-La misma que viste y calza unas sandalias –bromeó su amiga, mirándose los zapatos XD

-¿Y a qué debo el milagrote?

-A que me voy para Córcega –contó ella

-¿Con Ken? –preguntó Kazuki rápidamente

-No, voy sola –corrigió Paola con cierto desánimo

-Te escuchas extraña ¿estás bien? –se preocupó su mejor amigo

-Además de sola, todo bien

-¿Pelearon?

-Nah, pero igual no puede evitar dejarme sola

-Así que los cuentos de hadas en realidad no existen –bufó Kazuki preocupado por ella

-Ya ves que no, y a veces tienden a complicarse –dijo Paola más para sí

-¿Por qué lo dices? –inquirió su amigo con cierta sospecha

-Algún día te contaré, es que no es apropiado decir ciertas cosas por teléfono

-Está bien. Pero dime ¿cómo está Kojiro?

-Este...bien, muy bien –contestó la muchacha algo incómoda

De repente unos gritos comenzaron a inundar el aeropuerto, por lo que Paola no podía escuchar bien a Kazuki al otro lado de la línea.

-¡Kuso! Malditas gritonas –gruñó la joven- Te llamo desde Córcega porque no te escucho nada

-Bien, entonces estaré esperando –dijo Kazuki escuchándola apenas- Cuídate y que te vaya bien

-Adiós Eirina

-Adiós "queridita"...

Paola colgó mientras murmuraba "infeliz de Kazuki, siempre con sus bromas". Como los gritos persistían, y si había algo que ella detestaba eran los lugares ruidosos, decidió marcharse rápidamente hacia la zona de preembarque, sin percatarse que a pocos metros de ella estaba Kojiro, fastidiado también con sus fans desquiciadas, tratando de pasar entre ellas mientras repartía algunos autógrafos.

Los pasajeros comenzaron a subir al avión. Dado que Paola no era muy afecta a ciertas costumbres que su familia sí tenía, decidió irse en clase turista, además que le divertía más que los ñoños de primera clase XD El que no pudo evitar la clase para VIP fue Kojiro, quien buscaba algo más de tranquilidad.

La vista de la isla desde la altura era preciosa. Paola estaba más que deseosa de pisar tierra cuanto antes para disfrutar de ese descanso aunque sea sola, además que un niño sentado cerca de ella se había mareado y había estado vomitando casi todo el viaje XD Cuando bajó, felizmente para ella, su maleta fue una de las primeras en aparecer, así que la tomó y se fue un busca de un taxi. Al llegar al hotel se fue a su habitación, donde descansó un rato y bajó a almorzar cuando le dieron ganas.

Por su parte el tigre japonés estaba pensativo encerrado en su habitación, que casualmente (de eso nada, yo lo arreglé todo XD) quedaba en el mismo hotel que Paola, claro que ninguno tenía la menor idea de aquello. Después de almorzar Paola decidió retornar a descansar un poco para luego aprovechar la piscina del hotel. Subió a un ascensor y cuando éste se cerró del otro salió Kojiro, a quien le había dado un poco de hambre y se dirigía al restaurante.

Rato después Paola bajó al área de la piscina, donde se acomodó en una silla reclinable para tomar un poco de sol. Como Kojiro se encontraba algo aburrido decidió pasear un poco por los lindos jardines del lugar, yendo a parar al poco tiempo a la piscina.

-Es bonita, pero algo extraña –escuchó comentar a un muchacho que estaba por allí

-Quise acercarme y entablarle conversación, pero me ignoró olímpicamente –dijo un amigo suyo- Ahora anda con un cartel de lo más gracioso

-Je, donjuanes –pensó Kojiro fastidiado

El japonés iba paseando alrededor de la piscina, cuando sin querer observó a una pareja que estaba un poco más allá: la muchacha tenía puesto un traje de baño de 2 piezas color azul cielo, unas gafas negras y una gorra azul que hacía juego con lo que llevaba puesto, y estaba tomando sol de lo más tranquila; mientras a su lado estaba un tipo bien parecido que llevaba unas bermudas negras, sentado en una silla junto a la chica, aparentemente entablándole conversación.

-No puede ser... –susurró Kojiro estupefacto, bajando las gafas oscuras que tenía puestas- ¿Paola?

-Entonces dime ¿tienes o no tienes nombre? –inquirió el muchacho de bermudas negras

-Ya le dije que no me tutee y que deje de fastidiarme

-No te hagas la difícil -replicó él con altanería

-¿Y qué pretende? ¿que sea una mujer fácil? –replicó Paola con fastidio- Además ¿qué no vio mi gorra?

-Pura propaganda para hacerte más interesante...

-Ya déjeme en paz –exigió la muchacha, incorporándose de la silla

-Espera –le dijo él, tomándola del brazo

-¡Suélteme! Quién se cree que es...

-Suéltela –exigió alguien en tono severo

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¿A aquello se podría considerar casualidad o destino? ¿ustedes qué opinan? Como que la cosa se va complicando

Por cierto que Paola no insulta por mala a Kazuki, lo dice todo con cariño nn