Hola por fin con un nuevo capítulo, tengo que pedirles mil disculpas sé que demore mucho pero las pasantías me acortan el tiempo pero voy a poner todo mi empeño para que el próximo capítulo este lo más pronto, como siempre espero que les guste.

Disclaimer:Los personajes son de propiedad de Stephenie Meyer solo la historia es de mi autoría.

Capítulo 6. Respuestas

Había pasado más de tres semanas desde que Rosalie y Emmett se habían ido a su viaje de bodas, la primera carta había llegado hace unos días sus primeras impresiones eran que a pesar de haber sentido miedo durante el trayecto por la inmensidad del océano y que algún accidente hundiera el buque una vez superado había disfrutado cada instante del viaje pero el detalle fue para Venecia, Italia desde donde se remitía la carta el paseo romántico en Góndola acompañados de la música habían sido un momento mágico, la Basílica de San Marcos majestuosa solo le apenaba no haber viajado durante el carnaval porque habría sido una experiencia inigualable disfrazarse entre la muchedumbre.

Ahora se disponían a viajar a Londres prometiendo mandarnos una segunda carta en cuanto su visita a esa ciudad concluyera, era maravilloso saber que mi amiga era feliz pero a Alice y a mí nos hubiese entusiasmado enviarle una carta contándole lo que nos había pasado en este tiempo de mi parte me gustaría describirle como Edward se había presentado formalmente como mi novio con mis padres, estaba segura que las tres nos hubiésemos reído un poco de la situación aunque en ese momento no fue para nada divertido.

Flash back

-Buenas tardes. Había saludado Edward entrando a la casa y ubicándose en la sala donde mis padres, mi tía y yo ya lo esperábamos me saludo besando ligeramente mi mano y se sentó a mi lado, había decidido que lo mejor era venir solo ya que la vez anterior que pidió permiso para cortejarme lo había acompañado Esme y todo fue muy sociable, lo que no previó era que aquella vez fue una mera suposición de noviazgo pero ahora ya era una realidad.

-Buenas tardes. Le había respondido mi padre con seriedad la situación se estaba tornando incomoda lo tome discretamente de la mano para apoyarlo en el tiempo que lo conocía nunca lo había visto tan nervioso.

-Señor y señora Swan, como ustedes saben Bella y yo somos novios; quiero que no exista la menor duda de que mis intenciones son las mejores, no tiene de que preocuparse. Les dijo y me miro por unos segundos con ternura.

-Muchacho sé muy bien que tus intenciones pueden ser buenas pero también sé que pueden ser cambiantes por eso te recuerdo que Isabella como mi única hija es uno de mis mayores tesoros y como tal espero que la trates. La cara de mi padre era muy seria, en cuanto terminó de hablar regrese a ver con un rostro suplicante a él y a mamá para que no continuara el ambiente hostil.

-Puede estar tranquilo señor Swan. Le reitero Edward muy seguro de lo que decía. Mi padre solo asintió y su expresión se suavizo.

-Bueno ahora que quedo todo claro que les parece si almorzamos, ya todo está listo. Interrumpió mi mamá con entusiasmo, por la cara que tenía papá la peor parte ya había pasado y fue así, el almuerzo fue cordial como si fuéramos una familia y pude respirar mas calmada.

Fin flash back

Lo que más recordaba claramente era la cara seria de mi papá y la seguridad de Edward en sus palabras pero la sensación era lo mejor, me hacía sentir segura, protegida.

-¿Bella puedo pasar? Me pregunto tía Victoria.

-¡Entra¡ Le respondí mientras me arreglaba el cabello, Alice que no se perdía una oportunidad había organizado un festejo para Edward por su graduación de médico en la finca de la cual era dueña estaba feliz de celebrar con él uno de sus logros pero me hacía falta Jacob que se había ido unos días para seguir un curso y mejorar sus conocimientos.

-Bella, ¿quieres que te ayude en algo? Me pregunto mi tía sentándose en el sillón que daba a la ventana parecía un tanto sombría no era común en ella.

-En realidad ya estoy lista tía, que te parece si mejor me cuentas lo que te tiene así. Le dije con total confianza en este tiempo nos habíamos hecho muy cercanas.

-Tienes razón quería contarte algo. Me dijo mientras miraba por la ventana.-Hace unos días me llamo la familia con la cual voy a trabajar y en unas semanas tendré que irme. La mire desconcertada y las palabras fluyeron solas.

-Tía no es necesario que te vayas, ya estás trabajando medio tiempo en la casa de reposo para ancianos y estoy segura de que mi papá no le molesta y si es por mi mamá, ella ya ha asimilado tu presencia y…..

-Bella yo sé que para ustedes yo ya soy como de la familia, es solo que yo ya me comprometí a trabajar con aquella familia fui muy bien recomendada y si fuera por Renée, ella está en todo su derecho este es su hogar, así que tranquila que prometo venir a visitarte seguido.

-Que sea una promesa entonces. Fue lo único que le pude decir me afectaba mucho que tuviera que irse, ella era de aquellas personas cálidas y afectuosas que se hacen querer con facilidad.

Mientras viajaba en el auto hacia la finca junto con mis padres tuve que fingir una sonrisa me sentía triste cada vez que recordaba que tía Victoria se marcharía y si lo pensaba tal vez por esa razón mi mamá me advirtió que no me encariñara tanto porque ella no se establecía en un solo lugar, tal vez para ella era más significativo conocer nuevos lugares o personas aunque si era así yo no podía ser egoísta y pretender que se quedara, seria desleal con mis propias aspiraciones porque yo también quería estudiar en el Conservatorio y no seguir lo tradicional que se espera de una señorita de sociedad, así que decidí que la apoyaría en su decisión para cuando llegamos a la finca la tristeza era mínima y más cuando vi a Edward que nos esperaba en la entrada junto con los demás.

En cuanto nos bajamos del coche todos nos saludamos y entre los murmullos de los saludos me acerque a Edward.

-Edward. Le dije emocionada y lo abrace.

-Mi Bella por fin llegas. Me susurro al oído y correspondió mi abrazo con el mismo entusiasmo, últimamente se me hacía difícil pasar mucho tiempo lejos de él y parecía que la sensación era recíproca.

-Hola Bella tan entretenida que no nos saludas. Me reprocho Alice haciéndose la ofendida, como si no me daba cuenta que esta dichosa de que Edward y yo por fin fuéramos novios.

-Hola Alice, Jasper. Los salude sujeta del brazo de Edward y sonreí al verlos juntos pues su relación evolucionaba maravillosamente y como no si era el desenlace de un amor que había surgido fortuitamente hace mucho tiempo, no me extrañaría que se casaran pronto, pero estaba divagando.

Todos nos dirigimos hacia una gran mesa ubicada en el jardín perfectamente arreglada para el almuerzo en los hermosos jardines frente a la casa principal de la finca, por lo menos esta vez Alice había organizado un evento más familiar que se desarrolló con espontaneidad cuando el almuerzo termino todos nos dirigimos hasta la casa y aproveche ese momento para darle un obsequio era una cajita que dentro contenía un bolígrafo con las iniciales de su nombre marcadas en letras de oro, el me abrazo agradeciéndome y se sintió tan bien, si alguien me hubiese contado que esto iba a pasar jamás les hubiese creído.

Dentro de la casa desde el balcón pudimos admirar el lago Michigan que estaba a lo lejos la vista era magnifica y me imagine paseando junto a Edward en ese mágico paisaje, regrese a verlo para convencerlo de pasear en el lago pero ni él ni Alice aparecían tan entretenida estaba que no me di cuenta cuando se fueron, minutos después lo vi entrar junto a Alice.

-Bella, acompáñame. Me dijo emocionado Edward y me tomo de la mano, de reojo pude ver Alice que hablaba con Jasper y se acercaba a mis padres.

-¿A dónde vamos? Espérate y les aviso a mis papas. Exprese fascinada y con mucha curiosidad de saber hacia dónde nos dirigíamos.

-No es necesario Alice ya se está resolviendo eso y si vienes vas a saber a dónde corremos, te aseguro que te va a gustar.

Lo mire con deslumbrada, que lugar era que estaba seguro de que me iba a gustar, salimos de la casa y caminamos por un sendero atrás de nosotros iban Alice y Jasper en poco tiempo llegamos a los establos; tenía toda la razón este lugar me encantaba, hipnotizada me adelante para mimar a los caballos siempre los considere criaturas encantadoras, por eso con apenas 12 años Alice, Rosalie y yo habíamos aprendido a montar a caballo para todas fue una agradable experiencia pero en cuanto pude cabalgar con mayor velocidad y sentir el viento acariciando mi cara para mí se convirtió en uno de mis actividades favoritas cada fin de semana que podía trataba de que la pasáramos todas en esta finca hasta que una vez acompañada por Jacob me caí por accidente, aunque solo fueron algunas raspaduras me hizo prometerle que no volvería a cabalgar a esa velocidad, entendí que era por mi seguridad y si lo deducía claro que Edward sabría mi gusto por los caballos él nos acompañó en muchas ocasiones.

-Lo ves te dije que te iba a gustar.

-Sí, lo sé pero no me avisaron para traer ropa adecuada para montar. Les dije muy triste hace tanto que no cabalgaba.

-Quien dijo que no tienes ropa adecuada para cabalgar, parece que no me conoces amiga. Exclamo Alice sonriendo satisfecha me tomo del brazo y regreso a ver a Jasper y Edward.

–Mientras nos arreglamos que les parece si tienen listos los caballos, solo tenemos un par de horas para pasear. Les dijo con voz dulce, ambas nos dirigimos a la casa que estaba cerca allí nos encontramos con Sue para ayudarnos y para vigilar pensé.

-Las espero aquí en dos horas niñas. Nos recordó Sue, nosotras solo asentimos.

-Seguro que Emily te ayudo a conseguir mi ropa. Le pregunte mientras caminábamos devuelta a las caballerizas

-Sí, ella me ayudo gustosa en cuanto le conté el plan.

En cuanto llegue no espere nada y subí al caballo estaba emocionada esta vez no solo por los caballos sino también porque Edward estaría a mi lado.

Paseamos en parejas el sol brillaba a pesar de eso la brisa hacia que el ambiente se sintiera acogedor aproveche un par de veces para cabalgar a mayor velocidad, jugamos correteando en el agua, fatigados sujetamos los caballos en un árbol y nos sentamos en uno de los troncos que estaban frente al lago, Alice y Jasper ya se habían quedado atrás minutos antes.

-Recuerdas las veces que peleamos de niños en esta misma finca. Me dijo con una sonrisa intrigante.

-Si lo recuerdo aunque no entiendo del todo tu hostilidad por Jacob, estoy entre el prejuicio y los celos, no sé en qué punto cambiaron. Le pregunte ansiosa de saber desde cuando fue su apego por mí.

-Tienes razón en un principio fueron aquellos prejuicios que asimilé de mi abuelo los que me provocaban tanta furia pero tengo que confesar que fue la pelea que tuve con Jacob y la conversación con mi tía Esme lo que me hizo entender que lo que sentía eran celos y que los estaba disfrazando.

-Es decir que desde ese momento tu sabias que me querías, entonces no entiendo el comentario en el balcón el día de mi fiesta de cumpleaños. Dije lo último en un susurro él no sabía que había escuchado a escondidas pero mi subconsciente quería saber.

-¿De qué comentario hablas? Me pregunto Edward con voz suave.

-Yo por casualidad escuche una conversación que tenías con Alice el día de mi fiesta de cumpleaños, ella te agradecía por haberte portado bien conmigo y Jacob aunque no sabía cuál era tu problema fue cuando dijiste que no podías tolerar mi afecto por Jacob no escuche más y me fui pensando que tu trato agradable había sido por compromiso. Edward retiro un mechón de cabello que el viento convenientemente sitúo en mi rostro y me dijo con adoración.

-Pues si te hubieses quedado a escuchar la conversación completa sabrías hace tanto que mi único problema era que estaba enamorado de ti y esa era la razón por la que no soportaba tu cercanía con Jacob.

Mi corazón se hincho de tanta alegría una cosa era saber que te querían pero escucharlo no podía describir con palabras la mezcla de sensaciones que se sentía.

-Tantos malentendidos que nos hubiésemos evitado si me lo decías desde un principio.

Le dije sonriendo acariciando su mejilla, Edward cerró sus ojos por unos segundos por mi contacto.

-Si no te lo dije fue precisamente porque pensaba que sentías algo más que amistad por Jacob, fue después que hable con él y me aclaro que te quería como a una hermana que me atreví a pedirte que fueras mi novia en el Conservatorio y el que aceptaras me hizo la persona más feliz de este planeta.

Lo mire a los ojos encantada de lo que acababa de escuchar, lentamente se acercó a mí para darme un beso que me hizo perder la noción del tiempo y de lo que estaba a mi alrededor esta vez me atreví a rozar con mis dedos su cabello cuando el beso finalizo me quede apoyada en su regazo y rogaba porque el momento no terminara.

-Bella no quisiera decir esto pero ya debemos regresar. Me dijo luego de unos minutos.

-Si tienes razón. Le respondí con desánimo aunque ya más consciente de que mis padres estarían intranquilos si demoraba más.

Nos subimos a los caballos y fui cuidadosa para no caerme aún estaba en las nubes en el camino muy cerca nos encontramos con Alice y Jasper que también habían aprovechado para observar el paisaje como Edward y yo.

Todos juntos nos dirigimos de vuelta a las caballerizas ni bien llegamos Alice y yo nos fuimos a cambiar de ropa lo que era una lástima porque sí que me sentía cómoda con más libertad, regrese a ver a Alice sonreía y suspiraba distraída.

-Parece que tu amor por Jasper te tiene en otro mundo, no amiga que desde que llegamos no has dicho ni una palabra ni para interrogarme como me fue con Edward. Alice me regreso a ver con un brillo en sus ojos

-Bella yo no debería contarte esto pero Jasper…. quiere casarse conmigo. Me dijo emocionada.

-¡En serio! ¡No lo puedo creer! Le dije en voz alta entusiasmada.

-Shhh Bella que Edward te puede escuchar y todavía no es el momento de que se entere.

-Y eso porque, Alice explícame que ya me estas preocupando.

-Bella no es nada, Jasper sabe que yo no podría estar separada de mi mamá de Rosalie y de ti, bueno de mi familia así que quiere abrir una oficina aquí en Chicago pero mientras esto sucede no se debe enterar nadie, él quiere hablar con mis padres primero para que no exista ningún inconveniente tu sabes lo sobreprotectores que pueden ser. Dijo lo último como un ruego.-Alice no te preocupes ahora parece que tú no me conoces yo jamás le diría a nadie y eso incluye a Edward. Le dije y le di un fuerte abrazo.

-Felicidades amiga. Añadí emocionada nuevamente pero esta vez en voz baja.

-Pues no me felicites tanto porque yo estoy sospechando que Edward también está por el mismo camino, te imaginas podríamos hacer boda doble o si lo prefieres….

-Alice que te parece si mejor esperamos a que las cosas sucedan y entonces haces planes. La interrumpí ella estaba demasiado acelerada con este tema y cuando parecía que iba a continuar con eso un sonido en la puerta me salvo.

-Niñas que bueno que ya están aquí porque sus padres están intranquilos. Exclamó Sue con voz de alivio, Alice y yo la vimos con ternura ella siempre había cuidado de las tres y jamás dejaría de cuidarnos y vernos como unas niñas.

-Calma Sue que ya estamos listas vamos, vamos. Le dije y las jale a ambas hasta donde Jasper y Edward nos esperaban mis padres podían ser muy condescendientes pero tenían sus límites con respecto a mi relación con Edward.

Llegamos hasta donde los chicos nos esperaban y nos fuimos tomadas del brazo de nuestros novios Sue fue en el medio tomada del brazo de ambos, así caminamos deprisa hasta que pude divisar a todos en especial a mis padres no había rastros de preocupación en su mirada en realidad todos se veían relajados.

El día paso muy rápido nos fuimos unas horas después que llegamos de los establos me despedí de Alice felicitándola una vez más, de Edward con un abrazo que aprovecho para susurrarme un te quiero al oído yo también te quiero le expresé sintiendo cosquilleos en todo el cuerpo así y otra vez en las nubes llegue a mi casa.

En mi cuarto sentada en el sofá observe por la ventana como el sol se perdía en el horizonte un día más terminaba y me sentía agradecida con la vida tenía todo lo que me hacía feliz pero había algo que me perturbaba, me senté frente a mi habitación mirando hacia la nada cuando un rayo del sol ilumino mi habitación y me llamo la atención mi violín estaba en un rincón el objeto de mi afecto, pensé hace tanto que no tocaba alguna melodía había tratado de dejarlo de lado por un tiempo para tomar con calma la respuesta del Conservatorio lo mire un poco más y por impulso lo tome y toque El Preludio Andantede Vivaldi que me sabía de memoria me deje llevar por el sonido, la última nota se extinguió y escuche que tocaban mi puerta.

-Bella, hija puedo pasar.

-Sí, mami. Le conteste y me volví a sentar en el sofá, mi madre entro y se sentó a mi lado.

-Hija hace tanto que no tocabas el violín, ¿esto tiene algún significado?

Me pregunto sonriendo como si sospechara algo.

-No mami en realidad fue un impulso en cuanto vi el violín no me pude resistir.

Le dije tratando de disimular mi madre me conocía bien el violín la alerto de algo.

-Bueno pero ya sabes que si quieres conversar de cualquier tema puedes buscarme con toda confianza, por ejemplo de cómo te va con Edward. Me dijo fingiendo desinterés, yo la mire con una sonrisa marcando mi rostro.

-Mami, mi relación con Edward va muy bien nos estamos conociendo, ya el tiempo dirá y si evoluciona en algo más formal que ser novios te prometo que a la primera que se lo voy a contar es a ti. Le dije y pude verla a los ojos porque no era una mentira Edward en realidad no había hablado conmigo solo eran suposiciones de Alice.

Mi madre asintió me abrazo y se fue, deduje que más tranquila ella siempre había querido que tuviera novio fue una de las cómplices de Alice pero al parecer la idea de una boda tan pronto la superaba.

Me puso feliz poder tranquilizar a mamá y tal vez a mi padre sobre ese tema pero y si Edward de verdad estaba pensando en proponerme matrimonio, por un segundo me lo imagine y no me desagrado yo ya estaba locamente enamorada de él pero me estaba adelantado a los acontecimientos, cautela ante nada me dije a mi misma.

Distinguí por la ventana que tía Victoria estaba entrando a la casa que oportuno necesitaba hablar con alguien baje las escaleras hasta llegar a la sala contenta de tener una tía como ella y afligida de que se fuera ahora que estaba sumergida en este viaje asombroso.

Espero que les haya gustado, gracias por continuar leyendo esta historia.

Saludos Eli Lara Cullen.