Hola hace tanto que no actualizaba hay muchas cosa que lo impidieron, espero que les guste esta continuación y hare todo lo posible por subir nuevos capítulos más seguido.
Disclaimer: Los personajes son de propiedad de Stephenie Meyer solo la historia es de mi autoría.
Capítulo 9. Repetición
El tiempo transcurría y el recuerdo por la pérdida de mis padres se hacía más llevadero, olvidar jamás mi corazón lo tenía muy claro simplemente estaba aprendiendo a sobrellevar la pena, en secreto mi tía había conseguido un excelente médico al principio había sido difícil pero las terapias me llevaron a progresar hasta disipar la culpa "nadie sabía lo que podía pasar" había agregado el doctor en una de las citas, esa frase se había grabado en mi mente, con la llegada de Rosalie y Emmett había retornado cierta armonía a mi vida, el cariño y fortaleza recibidos de los que me rodeaban me hacían agradecer cada día por lo afortunada que era.
Aquella mañana se había leído el testamento de mis padres, Alice y Esme habían querido acompañarme, pero el abogado había sido específico solamente íbamos a estar presentes tía Victoria y yo las había calmado prometiéndoles que les contaría todo al volver.
Las palabras que había leído el abogado me habían sorprendido en ese momento, aunque después que lo pensé bien mi papá siempre quería lo mejor para mí, me había dejado en las mejores manos de eso no tenía dudas.
-Hola Bella. Me saludaron ambas y me dieron un fuerte abrazo ya las esperaba desde la perdida de mis padres nos habíamos hecho más unidas que nunca nos sentamos en la pérgola del jardín.
- ¿y.… qué tal te fue? Me pregunto Alice tratando de que se notara casual, Rosalie también me miraba cautelosa pero expectante, les sonreí a quien mejor que a ellas para contarles.
-Se podría decir que muy bien.
-Como que se podría decir que bien ¿Qué decía en el testamento? Me interrogo preocupada esta vez Rosalie.
-En el testamento mi padre me dejo todo a mí como su única hija, pero…yo podre tomar posesión de mi herencia hasta el momento en que cumpla 21 o que me case.
-Y mientras tanto como vas a mantenerte si la herencia está congelada. Exclamo Rosalie preocupada la cara de Alice no era diferente.
-Mientras tanta tía Victoria va a ser la albacea de todos mis bienes.
-Y crees que esa es una buena elección.
-Alice, esa no fue mi elección mi padre fue el que tomó esta decisión él sabía lo que hacía, además su abogado de confianza fue quien legalizó todo no hay nada de qué preocuparse. Les dije sosegadamente y las mire a los ojos para infundirles la misma seguridad que yo sentía, pero pude ver que Alice no dejaría el asunto, nada inusual, lo que si me parecía raro era que Rosalie no la secundara.
-Bella amiga tu sabes lo mucho que te quiero y no está demás que consideres cuales son todas tus opciones, Jasper va a venir la próxima semana y puede revisar el testamento. Me miro esperando ansiosa una respuesta y me pareció razonable en mi tía si confiaba, pero al abogado apenas lo conocía no estaría mal una segunda opinión.
-Está bien déjame hablar con mi tía y ya dejemos ese tema, Rosalie cuéntame cómo vas en tu vida de casada ¿crees que pronto vamos a ser tías?
Dije aquello para desviar la atención de mí porque si de algo estaba segura era que Rosalie deseaba ser madre, pero el cambio de expresión de ambas me alarmo.
-No me asusten ¿Qué es lo que sucede? La interrogue mirándola a ella y luego a Alice.
-Precisamente eso, que ha pasado el tiempo y nada que resultó embarazada tengo mucho miedo de nunca poder ser madre. Dijo sollozando
-Porque no me lo dijeron antes. Me queje
-No queríamos mortificarte. Me contesto Rosalie limpiando una lágrima que rodaba por su mejilla.
-Yo estoy muy bien por favor ya no me oculten nada más. Les dije con voz firme y regresé a ver a Rosalie. -Rosalie tranquila, no digas eso no ha pasado tanto tiempo, estoy segura que pronto sucederá. Le dije y la tome de la mano para reconfortarla, Alice hizo lo mismo y le hablo con dulzura.
-Recuerda lo que dijo mi mamá que es normal, muchas mujeres demoran un tiempo en quedar embarazadas y ella sabe de lo que está hablando, ya no te angusties más que eso no te hace bien.
Nos miró más calmada y se secó las lágrimas de sus mejillas y sonrió –Gracias por su apoyo yo sé que cuento con Emmett, pero tenerlas a ustedes siempre hace que vea todo tan sencillo.
-Lo sé, eso es lo que hacen las hermanas ¿verdad?
Sonreímos, a pesar de que Rosalie y yo habíamos crecido como hijas únicas jamás nos faltó ese cariño y apoyo incondicional de hermanas éramos el soporte la una de la otra y estaba tan agradecida como Rosalie por aquello y más cuando acababa de pasar por mi noche más obscura.
Después de aquella conversación y de que Rosalie nos relatara una anécdota divertida de su viaje de bodas, Alice no pudo contener la emoción por la idea que tenía en mente.
-Voy a hacer una fiestita por el cumpleaños de mi mamá que es en tres semanas. Soltó con su acostumbrada emoción.
-Alice me disculpas si no voy. Le dije suplicante aún no estaba tan bien como para las fiestas de Alice seguro que Esme me entendería lo único sería dejar a Edward solo en la fiesta y eso me hizo dudar.
-Bella creo que no me explique bien en realidad no es una fiesta es una reunión familiar, mi mamá va a estar muy triste si no vas y Edward vas a dejarlo sólo durante la celebración.
-Está bien voy a ir. Le dije dándome por vencida mi punto débil en estos asuntos era Edward y Alice ya lo tenía claro, vi como Rosalie se reía sólo a mí se me ocurría querer llevarle la contraria, después de todo yo había dicho que estaba bien.
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En cuanto Alice y Rosalie se fueron acudí a la cita con el psicólogo no me gustaba tener secretos con ellas haría todo lo posible para que no fuera por más tiempo lo que les había dicho de estar bien no eran solamente palabras.
-Bella, tengo buenas noticias esta será la última terapia a la que tendrás que venir. Me dijo al finalizar la sesión.
- ¡Es en serio lo que me dice! Exclame feliz.
-Sí, muy en enserio. Aseveró. -Pero antes de irte quiero que siempre tengas presente, no solamente debes vivir para los demás sino también para ti misma, ten presente que tus padres siempre van a vivir través de ti en tus recuerdos eso nunca lo olvides.
Esas palabras seguían resonando en mi cabeza en cuanto llegué a mi casa, subí a mi habitación y de uno de los cajones de mi tocador saque un álbum vi las fotografías una por una recordando, me detuve en una de ellas era de mis padres y de mi cuando bebé la expresión en sus rostros manifestaba el cariño y la adoración de mis padres.
Ver aquello me hizo sentir que podía continuar por ellos por los demás y en especial por mí. Respire profundo y busque a mi tía tenía que hablar con ella del abogado me dirigí al despacho de mi padre donde me indico Emily que ella se encontraba toque la puerta y desde adentro le escuche decirme que entrara.
-Tía podemos hablar.
-Claro que sí Bella. Me dijo y ordeno los papeles que tenía sobre el escritorio en los últimos días había estado revisando documentos que le proporciono el abogado, me senté frente a ella.
-Tía acabo de llegar de la terapia y el médico me dijo que ya no tengo que ir a más sesiones. Le dije muy contenta.
-Qué maravilloso, yo sabía que lo ibas a superar, tus padres confiaron en mi para cuidarte por eso cualquier duda o problema que tengas dímelo con toda confianza.
-Lo sé tía parece que me leíste el pensamiento he estado meditando un poco y yo no conocí tan bien al abogado como para tenerle confianza y… estaba pensando en que Jasper que es abogado los revisé. Dije aquello y la miré para advertir su reacción.
-La verdad es que te tengo que confesar que yo también estaba pensando lo mismo y me parece bien que sea el novio de Alice así tendremos más confianza.
-Ya que eso quedo resuelto, cuéntame según tengo entendido tu conseguiste la admisión que querías en el Conservatorio de música, que has decidido sobre eso ahora que nada te preocupa.
-Eso ya lo he decidido voy a estudiar en el Conservatorio. Le dije muy resuelta de las decisiones que estaba por tomar esta era la primera.
-Me parece muy bien de ahora en adelante solo debes pensar en tu bienestar. Oímos que golpeaban la puerta.
-Perdónenme por interrumpirlas, pero Jacob vino a verte Bella te está esperando en la sala. Expresó Emily un tanto precavida, regrese a ver a mi tía con una gran sonrisa.
-Ve, hija y saluda a Jacob de mi parte. Me dijo tomando nuevamente los papeles y salí hacia la sala.
-Hola Jacob. Exprese y dejando de ver una foto de mis padres y yo, volteo.
-Hola hermanita. Me saludo y me abrazo. – ¿Cómo has estado?
-Muy bien, aunque triste porque no te veo muy a menudo. Me miro con abatimiento. -Bella yo…. intento explicarse.
-No tienes que explicar nada te entiendo perfectamente sólo era una broma ya sabes. Le dije y sentí remordimiento después de todo el que él y Edward tuvieran que pasar tanto tiempo en el hospital me había servido para evitar preguntas si me negaba a verles por ir a las terapias.
-Veo que tu buen humor ha vuelto, te parece si salimos a pasear un rato.
-Me parece perfecto solo le aviso a mi tía. Le dije y corrí hasta el estudio, pero me encontré con Emily.
-Emily por favor dile a tía Victoria que voy a salir a pasear con Jacob.
-Claro que si vete tranquila. Me dijo con una sonrisa. -Gracias.
Le dije y me dirigía a la sala, tomada del brazo de Jacob caminamos hasta el parque cerca a la casa, me traía muy buenos recuerdos actuales y pasados, el clima de estos días era el mejor tan cálido.
-Cómo te va en el hospital. Le pregunte casi no habíamos podido hablar de sus asuntos el mundo había girado a mi alrededor y eso no era equitativo.
-Bastante bien, absorbe la mayor parte de mi tiempo, pero no me molesta me gusta lo que hago lo único malo es que ya no pude estar tan pendiente de ti como hubiese querido.
-No te preocupes por eso no puedes detener tu vida por mí, sabes que te entiendo, estaba acordándome hace poco que querías seguir estudiando.
-Si todo este tiempo reuní algún dinero el resto estoy muy seguro que puedo conseguir una beca. Dijo lo último lleno de confianza y yo sabía que lo lograría, aun así.
-Jacob yo podría ayudarte ya sabes con lo de mi herencia…
- No, de eso no hay nada que hablar lo sabes muy bien. Con el tono que hablo sabía que no podría convencerlo, pero ya encontraría los medios para que recibiera mi ayuda. -Y que tal te va viviendo con tu tía te has acoplado al cambio. Continúo para cambiar el tema con una sonrisa.
-Todo está muy bien desde que llego ella se ha portado conmigo como una segunda madre y eso aún continúa.
-Bella tu sabes las situaciones son cambiantes cualquier cosa que necesites no dudes en buscarme.
-Para tu tranquilidad te prometo que si algo sucediera tú vas a ser el primero en saberlo sino es por mí por Emily y ya mejor vamos a comprar uno de esos pasteles tanto me gustan sí.
Con una sonrisa Jacob asintió y caminamos para comprar la exquisitez que tanto me gustaba.
Al día siguiente me despertó el cosquilleo de los rayos del sol que entraban por la ventana estaba más que contenta porque Edward había prometido venir a visitarme antes de su turno en la tarde, por el trabajo en el Hospital casi no lo veía lo extrañaba mucho aun así nunca se lo he hecho saber porque, aunque en un inicio estudio medicina obligado por su abuelo ahora se había convertido en algo que adoraba.
Me levante, me arregle Emily me ayudó con el peinado y bajamos a desayunar junto a tía Victoria, las tres n0s habíamos convertido en una familia y en cuanto los documentos del testamento fueran revisados por Jasper, Emily tendría las mismas oportunidades que yo.
El timbre sonó y mi corazón se alboroto seguro era Edward las vi a ambas con una gran sonrisa y mi tía me hizo señas de que fuera a abrir la puerta, en cuanto lo vi y entro a la casa no pude evitar abrazarlo, percibí su aroma la culpa me había hecho permanecer en una especie de letargo.
-Mi Bella te he extrañado. Me susurró y su voz fue como un canturreo que me causó una agradable sensación. -Yo también te he extrañado, muchísimo. Le dije y suspiré, el abrazo no duro mucho mi tía podía entrar en cualquier momento y no quería malos entendidos, justo a tiempo porque entró a saludarlo.
-Buenos días Victoria. La saludo con cordialidad.
-Buenos días Edward. Respondió a su saludo con una sonrisa amistosa.
-Voy a salir, pero Emily está en la cocina. Dijo aquello y antes de salir sonrió tenía que cumplir su rol de protección materna.
-Cómo has estado.
-Bastante bien y de ahora en adelante mucho mejor. Hablé y lo vi a sus preciosos ojos verdes. -Ya Alice te contó que piensa hacer un pequeño festejo por el cumpleaños de Esme.
-Sí y ya está pensando en diferentes opciones, yo no sé de donde tiene tanta energía.
-Y me lo dices a mí que seguramente me va a pedir que le ayude. Me reí imaginándome la situación.
-Al final de cuentas vamos a disfrutar de la velada.
-Me parece perfecto.
-Ya te he dicho el día de hoy lo mucho que te amo. Negué con la cabeza.
-Pues que no te quede duda que te amo mucho. Iba a decir algo más, pero en ese instante no pude evitar besarlo, el toque de nuestros labios fue sublime y con la sensación de estar en las nubes y segura de que lo amaba más que a mi vida me perdí en sus besos.
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Dos semanas había pasado cada minuto que estaba lejos de él se me hacían eternos me llamaba siempre cada noche, pero no era lo mismo, creía que entendía a Rosalie y a Alice cuando las veía apesadumbrarse por la lejanía de Emmett y Jasper, padecerlo era otra historia.
Mi inscripción en el Conservatorio ya era un hecho no le había dicho nada a Edward quería que fuera una sorpresa la fiesta sería el lugar perfecto.
Esta semana era una locura igual que las otras con los detalles de la fiesta hoy precisamente el chofer me llevaría a la mansión Cullen para que Jasper revisara los documentos del testamento, Alice había insistido en que me arreglara mejor que nunca.
Llegué a la entrada me esperaba Alice, Rosalie y Esme no vi a Edward por ningún lado.
Las salude y entramos hasta la sala donde creí que vería a Jasper, pero tampoco estaba.
-Tienes los documentos del testamento. Me pregunto Alice sonriendo.
-Si. ¿Dónde está Jasper para que los revise? Ya quería salir de este asunto de una vez por todas.
-Dámelos a mí que yo se los llevo, tú ve al jardín que Edward te está esperando.
-Es en serio. Les dije y las miré tratando de descifrar que fraguaban, las tres asintieron y caminé hasta la entrada que daba al jardín y unos pasos más adelante entre unos rosales lo pude ver era un ángel que me esperaba, como un sueño hecho realidad, caminé hasta su encuentro y me envolvió con sus brazos me sentí segura.
-Hola mi Bella, te he extrañado. Me susurró y me dio un beso fugaz en los labios.
-Yo también muchísimo. Atiné a decir sintiendo una extraña sensación de sospecha.
-Te parece si paseamos por el jardín. Me dijo con una sonrisa encantadora y de su brazo caminamos hasta una glorieta preciosa llena de flores nos sentamos parecía nervioso o era mi imaginación e tomó mis manos y me miro directamente a los ojos.
-Bella, tú sabes que desde hace mucho tiempo eres el centro de mi vida. Aquellas palaras hicieron que mi corazón latiera más rápido ¿podía ser lo que me estaba imaginado? -Y lo que más quiero en este mundo es estar a tu lado para siempre. Edward se arrodillo y saco una pequeña caja azul de su bolsillo ahora sí no había duda la palabra matrimonio hizo eco en mi mente.
-Bella me harías el gran honor de convertirte en mi esposa.
-Claro que acepto. Dije aquello casi en un susurro por la emoción y sitúo un precioso anillo en mi dedo.
Regresamos hasta donde estaban los demás Alice, Rosalie y Emmett ya nos esperaban en la estancia mirando por la ventana de la entrada nos recibieron con una gran sonrisa.
-¡Felicidades Bella! Me abrazo Alice e inmediatamente felicito a Edward. "te dije que el anillo le iba a quedar perfecto" escuche que le decía.
-Felicidades amiga, estoy muy contenta por ti. Expresó Rosalie inmediatamente Emmett me abrazo me iba a decir algo más seguro alguna de sus bromas, fue interrumpido por Alice que tomándome del brazo me alejo.
–Ahora si podemos empezar a planear la boda doble. Me dijo muy bajito para que Edward y Emmett que ya estaban entretenidos entre bromas no la oyeran.
–Jasper ya tiene todo listo y en poco tiempo va a venir a hablar con mis padres ¡!esto va a ser increíble no te imaginas todo lo que ya tengo pensado! La regrese a ver con una mirada de súplica. –Te parece si esperamos entonces hasta la próxima semana para empezar a planificar además no querrás que se enteren antes de tiempo. Le dije y asintió.
–Tienes razón, lo siento es que estoy tan emocionada que ni siquiera te pregunte si querías la boda doble. Me dijo y me regresó a ver con su acostumbrada mirada de súplica por si aún no me había convencido.
-Claro que quiero una boda doble. Le dije con sinceridad, sonriendo en algún momento ya había pensado en eso y la idea me había parecido fascinante no ser solamente yo el centro de atención.
-Pero respira, relájate que tenemos mucho tiempo para organizarnos y tienes que concentrarte en la fiesta de cumpleaños de Esme.
-Sí, Alice date un respiro y vivan este momento tan maravilloso. Agregó Rosalie, sus palabras me hicieron dar cuenta de mi realidad, de verdad estaba comprometida me quede ida mirando hacia el jardín hasta que sentí como alguien me tomaba del brazo y me sacaban de mis meditaciones, vi el rostro angelical de Edward, su mirada como si yo fuera su más grande tesoro haciendo que me sintiera mejor que bien, que más señal de que esto de verdad estaba pasando que la vida me compensaba.
-Al parecer la tía abuela llegó de visita y está con tía Esme en la sala, vamos a saludarla. Nos alertó Rosalie.
-Si vamos. Camine del brazo de Edward; Alice y Rosalie del brazo de Emmett en cuanto entramos a la sala todos saludábamos a la tía abuela cuando ingresó un caballero.
-Permítanme presentarles a Garrett Facinelli. Manifestó la tía abuela uno a uno iba mencionando nuestros nombres y él se acercaba a saludarnos.
-Isabella, es un gusto conocerla.
-El gusto es mío. Le conteste y me sonrió con cordialidad mientras terminaba de saludar a los otros lo mire un poco más se me hacía familiar, sus ojos de color miel y su melena rubia perfectamente peinada.
Después de eso parte de la conversación fue acerca del caballero que la acompañaba era su ahijado y había venido para supervisar la compra de un terreno, en este se construiría la nueva fábrica de automóviles Opel con sede en Chicago, el que más se entusiasmó con el tema como personaje de negocios fue Emmett y Carlisle que llegó después; el asunto no era del todo mi interés pero tanto Alice, Rosalie y yo habíamos aprendido a apreciarlo después de tantas desoladoras noticias durante el tiempo que duró la guerra.
La plática no duró mucho, Esme ya le había contado a la tía abuela sobre el matrimonio y las felicitaciones no se hicieron esperar.
–Bella muchas felicidades, estoy muy contenta de que por fin el amor que siente Edward y que tú ahora correspondes se realice, ya sabes pequeña lo sentimental que soy. Manifestó después de darme un afectuoso abrazo riendo.
-Gracias tía Charlotte. Le dije riendo junto con ella y me sonroje era increíble que hasta la tía abuela se hubiese dado cuenta de ese amor escondido detrás de la hostilidad.
Esme y Carlisle fueron los siguientes en felicitarme de haber estado completamente sola de seguro ellos me hubiesen acogido, aun con esa reflexión la nostalgia por la ausencia de mis padres me invadió no estarían en este día tan importante y en mucho más, pero estaría mi tía Victoria que era como una segunda madre para mí y a la que por cierto no sabía nada de lo que estaba sucediendo o ¿tal vez sí?
Unos minutos después trajeron bebidas y bocaditos ellos siempre pensaban en todo, a pesar de que tenía a Edward junto a mí sentí intranquilidad necesitaba calmarme y en cuanto vi que Alice y Rosalie estaban distraídas le dije que me retocaría el maquillaje y salí rumbo al baño una vez allí derramé unas cuantas lágrimas mis padres me hacían mucha falta. Cuando me sentí mejor caminé hasta la sala, pero algo me llamó la atención.
-Buenas noches Sue ¿te sucede algo? Le pregunte al encontrarla sola en el balcón, mirando hacia el cielo.
-Bella mi niña. Me dijo mirándome con ternura. –No sucede nada, es que estos acontecimientos me traen recuerdos buenos y malos de situaciones pasadas y como la vida a veces no es justa, pero eso no importa no me hagas caso. Dijo aquello, suspiro y me quedo viendo detenidamente.
Creo que a la que le pasa algo es a ti ¿quieres hablar de eso?
-No, yo estoy bien es la emoción supongo que me tiene abrumada. Le conteste con una sonrisa precavida queriendo engañarla.
-Bella no pienses en nada más y sé feliz, estoy segura que Renée y Charlie estarían dichosos este día, tanto como yo lo estoy porque que las quiero como si fueran mis hijas, aunque no sea de verdad su mamá.
-No Sue no digas eso yo sé que nunca te lo dije, pero te quiero mucho, eres como una madre para mí y estoy segura que Rosalie y Alice sienten lo mismo.
Aquellas palabras le iluminaron el rostro y me abrazo y pude sentir todo su cariño tan reconfortante como el de mi mamá que tanto necesitaba en estos momentos.
-Gracias mi niña yo ya lo sabía, pero oírlo es maravilloso y ahora que le parece si vamos con los demás seguro se preguntaran porque te demoras. Iba a decirle que sí, pero regreso a ver hacia el pasillo.
-Parece que no va a ser necesario.
-Bella te estaba buscando ¿Está todo bien? Me interrogo Edward ¿tan mal tenía la expresión en mi rostro?
-Sí, ¿por qué? Expresé con una gran sonrisa intrigada por su pregunta.
-Al ver que no volvías Alice bromeo que tal vez te habías arrepentido. Me dijo mirándome era como si tratara de descifrar mi expresión.
-No para nada, aunque hay algo que me está rondando en la cabeza y prefiero decírtelo de una vez.
-Dime lo que sea yo te voy a comprender.
-Edward yo sé que ustedes apenas conocen a mi tía, pero pienso que ella debió ser la primera en saber de nuestro compromiso.
-Bella cariño. Me hablo con dulzura. -Estas en un error Esme y yo fuimos a hablar con Victoria hace dos días, pero ella no te dijo nada porque yo quería que fuera una sorpresa y si no está aquí es por asuntos que tenía que resolver no se bien que.
-Edward tranquilo, discúlpame por juzgarlos así. En serio lo siento.
-Entonces todo está bien. Me dijo con cautela.
-Todo es perfecto. Expresé con una gran sonrisa mirando encantada como el fulgor de la tarde hacia que su cabello resplandeciera y en ese mágico momento le robé un beso.
Volvimos a la sala y vi como Alice y Rosalie se reían de su broma éramos malas cuando nos lo proponíamos yo sólo las miré con la ceja levantada en señal de desaprobación.
La tía abuela no dejaba de felicitarnos la alegría se podía sentir en el ambiente y en un corto tiempo había llegado la hora de irme nos despedimos de todos y Edward me llevo a mi casa era increíble la alegría que sentía ya en el auto decidí resolver una duda.
-Edward ¿a ti no se te hizo familiar el señor Facinelli?
-Claro que se me hizo conocido no te acuerdas que cuando Jacob y tú se les ocurría una travesura y ni a Rosalie o Alice les gustaba la idea él era su cómplice. Me respondió con una media sonrisa.
-Pues creo que me acuerdo, no sé. Manifesté y poco a poco fui recordando mi niñez apenas tenía unos 8 años.
-Eso es porque no vivió mucho tiempo en Chicago, creo que después de un tiempo sus padres decidieron mandarlo a estudiar a Europa. Continúo hablando, pero las imágenes vinieron a mi memoria y sin pensarlo roce con mis dedos la cicatriz que tenía en el brazo.
Edward sonrió.
-Precisamente esa cicatriz fue el resultado de una de sus travesuras una de las últimas yo no sé cómo no te daba miedo. Sí, lo que me decía era cierto después de aquel incidente mi mamá había hablado conmigo hasta Jacob se había llevado su parte y Garrett unos días después se había ido a Europa - ¿por mi culpa? Le había preguntado a mi mamá ella me había asegurado que el viaje ya había sido planificado con anticipación no me lo había creído del todo, la espinita de la culpa se había quedado en mi corazón.
-Si me acuerdo, pero tú no hables mucho o acaso no te acuerdas de tus propias travesuras. Exprese en tono burlón tratando de olvidar la espinita y para llevarle la contraria, ese fue el detonante para hablar de los buenos momentos de nuestra infancia y como se sentía triste de haber desperdiciado tanto tiempo por no haber entendido antes el origen de su ira, aunque yo tampoco le había dado oportunidad.
Llegamos a mi casa y me acompaño hasta la puerta, Emily nos abrió y la saludamos, le pregunte por mi tía, ella aun no llegaba así que Edward se despidió de nosotras y se fue no sin antes reiterarme lo mucho que me amaba.
En cuanto nos quedamos solas Emily no pudo contener por más tiempo su emoción. -Felicidades Bella, no sabes cómo me ha costado para no decirte y dañar la sorpresa ya sabes como soy. Expresó dándome un abrazo muy fuerte no creí que tenía tanta fuerza.
- Gracias Emily estoy tan feliz. Le dije apenas en un suspiro la alegría ya no me cabía en el pecho me faltaba el aire.
-Para celebrar hice un pastel delicioso relleno de mora ¿quieres un pedazo ahora o prefieres esperar a Victoria?
-Creo que mejor la esperamos. Le dije sonriendo al ver su emoción y regresé a ver el reloj. -En estos momentos deberías estar en el colegio.
-Si lo sé, pero con la agitación de tu compromiso decidí no ir hoy.
-Yo quisiera ser maestra pero ya sabes eso es complicado… no hablemos de mi cuéntame cómo fue que Edward te pidió matrimonio…
-No Em quiero que hablemos de ese tema porque una vez que me case yo quiero ayudarte ya no tendrás de que preocuparte.
-Bella no es necesario, no te sientas comprometida a ayudarme yo actué correspondiendo al cariño que he recibido de ustedes. Me dijo y sonaba sincera.
-Em una vez te agradecí por cuidarme como una hermana mayor y me ratifico en esas palabras te quiero como a una hermana y mis padres te querían tanto como yo así que no pienses y acepta mi apoyo en nombre de ese cariño. Le dije aquello mirándole a los ojos para que confiara en mis palabras.
-Gracias Bella yo, no tengo palabras. Expreso y me dio un fuerte abrazo que correspondí muy contenta en ese momento escuchamos que la puerta se abría.
-Buenas noches chicas. Nos saludó sonriendo al ver la escena.
-Buenas noches Victoria. Le saludo Emily con una sonrisa cautelosa y se fue a la cocina.
-Hola tía bienvenida. Le dije y ella regreso a ver el anillo y me miro con abatimiento.
-Bella hija felicidades. Expreso y me abrazo muy fuerte. -Perdóname por no haber estado en este momento tan importante de tu vida, pero tuve que ir a gestionar una donación para el asilo…
-Tía tranquila te necesite, pero ahora que se las razones, sería egoísta de mi parte, yo soy muy feliz. La mire sonriendo porque no solo eran palabras de verdad me sentía feliz.
-Gracias Bella no sabes cuánto me cuestione tu padre confió en mi para cuidarte, ah por cierto para no dañar la sorpresa Jacob me dejo esta nota para ti. Tome en mis manos aquel papel con curiosidad.
Bella hermanita ¡muchas felicitaciones! sé que cuando leas esto vas a estar muy feliz y espero que me perdones por no poder estar en este momento y darte un abrazo tu sabes mis razones, ya tuve una plática con Edward ya sabes yo siempre voy a estar para cuidarte así que no te preocupes de nada.
Te quiere, Jacob.
Termine de leer la nota con mis ojos llenos de lágrimas.
-Porque esas lágrimas, tanto te afecta que Jacob no esté presente.
-No, estas lágrimas son de alegría y de ahora en adelante espero que sean solo de alegría.
-Y así va a ser ya lo veras. Ratifico mi tía y apretó mis manos con fuerza para darme confianza. Para ese momento Emily ya nos estaba llamando para la cena al final saboreamos el pastel que preparo Em y tía Victoria nos contó historias de las travesuras de ella de mi mamá hasta muy tarde.
Después me di un baño para relajarme y me fui a dormir pero con tantas emociones no sirvió de nada no estaba para conciliar el sueño tome el anillo de compromiso de mi mesita de noche aquel era el símbolo de que un gran cambio se acercaba a mi vida uno maravilloso era cierto que no tendría a mis padres pero tampoco podía ser injusta estaba rodeada de muchas personas que me querían y hasta el pasado me traía recuerdos gratos Garrett, había sido muy agradable volver a verle de alguna manera representaba mi espíritu de aventura ese que deje de lado porque no era lo adecuado para una dama de sociedad y la complicidad de las travesuras de la niñez tal vez por eso Edward se incomodó cuando lo saludé debía ser eso no había razón para que sintiera celos cerré los ojos pensando en un futuro con Edward y así sin darme cuenta me quede dormida.
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Sentada frente al espejo arreglando mi cabello me reía recordando los días de locura que había pasado con los preparativos de la fiesta y es que aprovechábamos cada viaje a las tiendas para revisar accesorios para la boda al principio era uno que otro aspecto pero en cuanto Jasper le confirmo a Alice que hablaría en un mes con sus padres su entusiasmo no tuvo límites íbamos de un lugar para otro y para mi sorpresa me entretenía y como no después de todo era mi boda es que en cuatro meses sería la gran boda lo habíamos hablado entre Alice (que se excusaba de estar ahí por organizar el evento), Edward, Esme y mi tía todos estuvimos de acuerdo estaba feliz pero aun así no dejaba de sentir nervios en estos momentos extrañaba mucho a mi mamá ella siempre tenía las palabras correctas para guiarme.
- ¿Estas lista Bella? ya es hora de irnos. Expreso Emily asentí y salimos rumbo a la fiesta.
Una vez en la reunión esperaba ansiosa a que Edward llegara, aunque Alice me aseguro que no tenía de que preocuparme pues había llamado muy tempano solo atendería un paciente más aun así no podía evitar mirar hacia la entrada a cada momento.
Alice y Rosalie intentaron distraerme y lo estuve por un rato hasta que Emmet y Jasper demandaron su atención no quería estorbarles y con el pretexto de ir por uno de mis postres favoritos a la cocina me alejé de ellos con rapidez sin darles tiempo a detenerme, en efecto caminé hasta la cocina, pero el balcón llamo mi atención abrí las puertas y subí el escalón, desde allí la fiesta se veía en su gran esplendor los colores y la gente armonizaban además se me hizo más fácil divisar su llegada.
-Aun te sigue incomodando las multitudes. Escuché una voz burlona que casi no distinguí pero que al verlo fue inconfundible.
-Eso era antes cuando era una niña, amigo Garrett. Le respondí acercándome.
-Entonces me recuerdas es decir que nos conocíamos de niños.
-Claro que me acuerdo de ti mi compañero de aventuras.
-Sí, de eso ya hace tanto tiempo ahora ya hasta estas comprometida el tiempo paso demasiado rápido.
En cuanto pronuncio el compromiso subí de inmediato al balcón y pude divisar en la entrada el auto de Edward.
-Tengo que irme. Articule muy emocionada y me precipite a bajar los escalones, pero en cuanto pise el primer escalón el madero se soltó y resbale estaba segura que me estrellaría en el suelo en lugar de eso unos brazos fuertes me atraparon a pesar de eso se desequilibró y caí sobre el en el piso.
-Como siempre soy una torpe. Nos pusimos a reír como unos locos por la situación aún en el suelo.
- ¿Qué es lo que está pasando?
-Nada no está pasando nada. Le respondí tratando de incorporarme, un dolor terrible en mi tobillo me lo impidió solo pude ver como se alejaba furioso Garrett me ayudo a levantarme y me senté en un mueble cercano desesperada le imploré que lo buscará.
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Estaba en mi habitación no podía dormir acostada en la cama me quede mirando al techo se había subido a su carro y se fue demasiado enojado para las explicaciones de aquello que creyó ver eso era lo que me habían dicho todo y aunque prometieron interceder por mí, dudaba que sirviera era un terco.
Era mi imaginación había oído unos golpes de piedras en mi ventana con miedo y con malestar en mi tobillo me acerque, no podía creer que Edward estuviera en la calle me vio y no demoro en escalar por las enredaderas de la cerca abrí la ventana con cuidado de no hacer ruido lo ayude a entrar, lo abrace en cuanto estuvo a salvo en mi habitación.
-Bella perdóname ya todos me explicaron lo que sucedió. Me susurro desesperado.
-Entiendo que la situación era muy comprometedora aun así no debiste irte así. Me sostuvo el rostro y mirándome a los ojos susurro cada palabra.
-Lo sé, jamás volveré a dudar o por lo menos irme sin escucharte tú eres lo más importante en mi vida.
Nos besamos con pasión como si el mundo ya no existiera nuestras respiraciones se aceleraron y en medio del éxtasis de ese momento nuestros cuerpos se hicieron uno.
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Lo que sucedió aquella noche nos había unido aún más y Edward a pesar de que le había asegurado que todo estaba bien hizo todo para adelantar la boda, aseguraba que al graduarse quería especializarse en New York y quería irse conmigo.
Casi un mes después decidí ir a visitar las tumbas de mis padres de alguna manera quería contarles todos los acontecimientos en mi vida ellos estarían tan felices como yo lo estaba le dejé unas flores en cada tumba y les prometí venir más a menudo caminaba a las afueras del cementerio cuando un auto deteniéndose llamo mi atención.
-Hola Edward, amor de mi vida. Lo salude sorprendida se suponía que nos veríamos en la tarde
-Sé que te vería en tu casa más tarde pero mi viaje se adelantó y no quería irme sin darte esto
De su bolsillo saco una caja roja aterciopelada lo abrí y ante mis ojos apareció un collar precioso con un dije dorado en forma de corazón con alas a los lados y en el centro una piedra roja.
-Es precioso. Logre expresar Edward lo tomo delicadamente de mis manos y la abrió no me había dado cuenta de que era un relicario.
-Aquí dentro están nuestras fotografías
-Juntos para siempre. Le dije sonriendo mirándolo a los ojos.
-Si eso es lo que simboliza para siempre. Me lo confirmo y lo abrace.
-Te amo muchísimo vuelve pronto. Le susurre en el oído. Lo vi alejarse en su auto sintiendo que mi corazón se comprimía por dentro.
Miraba por la ventana de mi cuarto con nostalgia habían pasado apenas dos días desde que se fue y me hacía muchísima falta, Alice me entretenía con lo de la boda ya se había resignado a no sería una doble era abrumador toda esta situación, lo único que me animaba era saber que él llegaría muy pronto oí el timbre de la puerta ya era muy noche me dio curiosidad y mire desde el primer escalón mi tía abrió eran Alice y Esme no me lo pensé dos veces y baje para saber que sucedía las tres se dirigieron a la sala entre y en cuanto vi sus rostros un escalofrió recorrió mi cuerpo.
-Bella ven siéntate tenemos que hablar contigo. Me hablo suavemente pero su rostro afligido no cambio me senté en medio de las dos en silencio esperando lo peor.
-Hace unas horas la policía acudió a investigar por un accidente en carretera… el auto de Edward perdió pista y se precipito hacia un rio.
-Edward está bien, solo está herido, él está bien verdad. La interrogue desesperada, mis ojos se llenaron de lágrimas.
-Bella revisaron el carro y a Edward no lo encontraron la policía cree que fue arrastrado por la corriente lo están buscando. No pude continuar escuchando me faltaba el aire Alice me abrazo instintivamente esto no podía estar pasando nuevamente me repetía mentalmente y me desvanecí escuchando a lo lejos voces incomprensibles.
