"Irresistible"
Basado en Beyblade
By: Keysie Maxwell
Category: AU, romance, yaoi, lime…
Pairings : Varias, mas la principal es la inigualable, Kai x Rei
Raiting: PG-13
Declaimers: Este es mi primer fic de Beyblade y yo no vi la serie desde el principio, por lo que les pido piedad si cometo algún error… les pido por favor imaginarse a los personajes como en G-Revolutions, ya saben, la ropa, el estilo, etc… ¡Gracias por su atención!
'Pensamientos' . Diálogos Letra de la canción
Me gustaría recomendarles el fic de Bebylade, de la excelentísima NeKot, titulado "Cruel castigo"
También informarles que esto contiene la canción de Jessica Simpson, llamada igual que este fanfic, "Irresistible" (lo utilizo como el ending)
Capitulo 3:
Sus labios se vieron separados nuevamente; El corazón latiendo a mil por hora en una alocada carrera dirigida por las sensaciones del acto pasado; Sus manos sintiendo aún la suavidad del cabello negro que había tenido el placer de acariciar; Sus mejillas acaloradas y levemente sonrojadas por la agitación y la falta de aire; Su lengua maestra, que como intrusa había entrado en la boca ajena, aún sentía en toda su perfección el roce de su otra rosada compañera y los sabores que había descubierto allí… maravilloso, así era todo…
. Rei… -Musitó ronco, abriendo sus ojos camines.
. Kai, yo tengo que irme, lo siento –Apurado, el chino le interrumpió, evitando la vista del mayor cuando volteó hacia la entrada del instituto nuevamente –Yo… -Intentó seguir, pero de nuevo esa mano testaruda se posó sobre su muñeca, evitando su huida –Kai…
. ¿Me estás dando a entender… -Se detuvo, entrecerrando los ojos al ver la expresión de dolor en el chino –que no te ha gustado?
. ¡Kai, por favor! –Exclamó algo desesperado. Kai sabía… él lo sabía todo… todo lo que le hacía sentir –Tengo que irme… Salima me está esperando… por favor
El bicolor sin más le soltó, liberó al pequeño pelinegro que se fue corriendo apenas saboreó su libertad… y le dejó solo, con mil sensaciones en el cuerpo y otras cien preguntas en la cabeza.
Fin Flash Back
. ¿Me estás oyendo, Kai? –La voz al otro lado de la línea le sacó de sus cavilaciones.
. D-Da… ¿Decías? –Nervioso por su distracción, intentó retomar su porte frío.
. Hoy pareces estar muy distraído… ¿Seguro qué estás bien? –Hiwatari se alteró cuando oyó la preocupación en la persona que le hablaba.
. D-Da… Spasivo –Respiró hondo. Debía actuar normal si no quería preocupar al chiquillo –Pero no te detengas, sígueme contando cómo están las cosas por allá
. No muy bien que digamos –Suspiró algo cansado –La verdad es que Voltaire está peor que nunca. Parece un loco, desesperado por intentar encontrar un rastro tuyo, una señal, pero hasta ahora nada le ha rendido frutos y eso le altera bastante.
. ¿Se enteró algún medio? –Le interrumpió, tenso por el tema que tocaba.
. Sabes que a Voltaire no le conviene que ellos se enteren de tu escape. Boris se está encargando de que ellos pienses que estás pasando por una depresión o algo semejante, la verdad no he podido enterarme de mucho sobre eso…
. Con lo que has hecho es más que suficiente. Arriesgas tu pellejo cada vez que entras al dormitorio de mi abuelo por toda la información para mí –Él sonó tierno, algo extraño por demás.
. Sí, bueno, es lo mejor que puedo hacer para mi hermanito menor, ¿no?
. Creo que es más que eso lo que haces…
Un agudo ruido oyeron tanto el joven bicolor como el que se encontraba al otro lado de la línea, un sonido que les indicó el final de su conversación y el inicio de algo nuevo para uno de ellos, cosa que fue entendida por el hombre con quien hablaba el bicolor.
. Bueno, supongo que esto es el final, espero que me llames pronto… ¡Buena suerte, poka! –El pitido que el teléfono dio le indicó que el otro le había dejado.
. Poka… hermano -Susurró, colocando sobre su hombro el marrón maletín del instituto.
§ ♣ § ♣ § ♣ §
. ¡Wow! ¡Que lindo! –Suspiró una muchachita de corto cabello rosa apreciando la belleza que caminaba frente a ella, por el jardín del instituto Beyblade.
. Matilda… -Gruñó ligeramente un alto chico de cabello platinado, tomando posesivamente a la chica por la cintura.
. ¡Ah Miguel! Que bueno que llegas ¿Ya viste lo que se avecina? –Comentó entretenida por la actitud del oji-celeste.
. Ya lo creo…
Sus mejillas tomaron un delicado color rojo cuando escuchó casualmente la conversación de ambos jóvenes y desvió su mirada al cielo, intentando aminorar el calor en su rostro, pero había algo allí arriba… él pasaba bajo un enorme árbol de duraznos y, sobre una de las gruesas ramas, descansaba un muchacho de rubio cabello y este, de piel morena y ojos aqua, le sonrió pequeñamente, observándolo fijamente con sus peculiares ojos de destello curiosos.
'Esto no me ayuda' Pensó algo contrariado, volviendo su vista al frente, sin detener jamás su marcha hacia las aulas.
. ¡Hey Mystel! Vaya sorpresa –Escuchó el peli-negro como hablaban desde lejos.
. Sí, creo que este año, a la gente allá arriba, se les ha caído un ángel del cielo -Saltó del árbol donde descansaba, cayendo de inmediato a un lado del peli-anaranjado que era su locutor, el cual sostenía en uno de sus dedos un magnífico pájaro azulino.
. ¿Hablas en serio? –Le miró atentamente.
. Yo no te mentiría –El ave azul salió volando cuando el trenzado se sentó a un lado del oji-esmeralda –Sería pecar…
'¡Inari!' Gimió internamente, realmente ahora no le favorecía en nada el hecho de tener el sentido auditivo más sensitivo de lo normal 'Me gustaría dejar de oír esas cosas...'
PLAF!
Su cuerpo se remeció al golpe recibido e inevitablemente cayó al suelo, siendo seguido por el montón de libros que igualmente se vieron en el piso luego de volar por los aires dentro del área de los casilleros al ser lanzados de sus brazos ante el fuerte choque.
. Itetetete… -Se quejó bajito, sobándose la parte baja de la espalda, la cual se había golpeado al caer sentado en el piso mientras con su otra mano tomaba con fuerza su gorra roja y azul.
. ¿Estás bien? –Inquirió una voz angustiada. Él abrió sus ojos ante ese calmo acento y se encontró con una acanelada mano extendida hacia sí –Lo siento, es que no me fijé por donde iba…
. No ha sido nada –Se apresuró en contestar, tomando la mano ajena con la suya para levantarse del suelo.
. ¿Estás seguro? –Insistió preocupado.
. Sí, en serio –Le sonrió al chico de rasgos gatunos con notorio cariño, pero entonces notó un detalle -¡Dios, mis libros!
Rápido se agachó a recogerlos, pero al intentar tomar el más cercano a su cuerpo, volvió a toparse con esa mano color canela, que tomó el libro por él. Ambos muchachos se levantaron del piso al mismo tiempo. Uno llevaba una gran sonrisa y el otro un sonrojo en las mejillas.
. En serio lo lamento –Le entregó los libros al chico de cabello azul tormenta.
. Te dije que ya pasó… ¡Gracias y adiós! –Terminó gritándole, meciendo su mano mientras corría hacia el patio.
. Vaya día –No pudo evitar murmurar así como tampoco la sonrisa en sus labios.
Siguió su camino hacia los casilleros y sin demora buscó el suyo, que era el #230, encontrándolo casi al instante debido a que estaba en la primera fila, ó sea, justo a un lado del pasillo que le llevaría a las aulas y era precisamente el último de toda la fila, es decir, el más cercano a la puerta de salida.
'Tengo suerte' Pensó aún sin perder su sonrisa, abriendo el pequeño casillero, casualmente justo a su altura, con la llave que llevaba en su cuello gracias a un collar, sacó los zapatos de interior dentro del casillero y, una vez se retiró los zapatos negros, se colocó los otros.
. Primer día de clases en Beyblade –Se recordó, cerrando sus ojos para evocar la imagen de su familia en las lejanas montañas –Me comunicaré con ellos aunque deba enviarles una carta
Decidido, tomó su maletín y cerró el casillero, ajustó el candado e iba a retirarse cuando una voz le detuvo…
. No esperaba un encuentro tan casual como este…
Rei se estremeció levemente a la voz e inclinó su cabeza a un lado de manera brusca, para poder observar al otro lado de los casilleros, donde divisó unos cuantos cabellos celestinos, casi grises, y la mitad del rostro de quien le habló pues los casilleros tapaban su visión.
'Al menos sus ojos están cerrados' Pensó un tanto sonrojado. El sonido de la puerta de metal cerrándose retumbó en la soledad del cuarto.
. Kai –Murmuró apenas, observando ése grandioso cuerpo apoyarse contra lo ancho de la fila de lockers.
. No nos habíamos visto en un largo tiempo –Habló casual, intentando aminorar la tensión que, sabía, se había formado en el chino.
. Sí… supongo… supongo que es porque ayer fue un día muy ocupado –Intentó seguirle la corriente al oji-rojo, pero la imagen de ése beso se repetía una y otra vez en su mente, poniendo a prueba su resistencia.
. El domingo siempre es así, un mal día
. Hum… en especial en día de clases –Se apoyó igualmente en los casilleros, quedando a un lado del soviético.
. ¿No te gustan, minino?
. ¿Las clases? –Kai asintió levemente -No sé si me gusten, pero… digamos que no es algo que quisiera hacer seguido –Sonrió. Kai le hacía sentir relajado, haciéndole olvidar el beso que se dieron apenas el sábado pasado y que tanto le atormentaba.
. ¡Pero que complicado! –Bufó inconscientemente, llamando la atención de Kon.
. ¿Lo dices por mí?
Hiwatari le miró inmediatamente, con algo de arrepentimiento en sus facciones, notando el agobio que el otro dejaba mostrar.
. Lo siento, hablé en voz alta, yo me refería a…
El timbre de inicio de clases interrumpió cualquier cosa que pudo decir y también la atención del gatito hacia él, ya que ahora éste miraba algo preocupado la salida hacia las aulas.
. Bien, entonces este es el final –Habló Kai primero, tomando la iniciativa –Espero que nos veamos luego ¡Poka! –Y se marchó corriendo, al momento que otras personas empezaban a entrar al cuarto donde dejó al chino.
§ ♣ § ♣ § ♣ §
. Veamos… segundo piso, aula II-A… -Confirmó con el papel que llevaba en sus manos, al leerlo –Supongo que este es
Miró el cartelito blanco que colgaba sobre la puerta celestina del aula y, una vez hubo respirado profundamente, deslizó la puerta hacia su lado derecho, pudiendo ver de este modo el panorama que se daba dentro del salón.
Todo como lo imaginaba allá lejos, en su aldea; algunos muchachos se encontraban de pie, cerca de los amplios ventanales abiertos por el sol de la mañana; otros descansaban en sus pupitres simplemente esperando el timbre; algunos más se encargaban de los aseos matutinos, que eran por turnos; y otros simplemente recién comenzaban a dejar sus cosas colgadas en los percheros de las paredes. Todos estaban finamente uniformados y arreglados.
'¡Vaya!' Evitó soltar la exclamación con sus labios mientras entraba al gran salón, con una fuerza desconocida, se animó a saludar.
. B-Buenos días –Tímidamente, pronunció cada palabra.
. ¡Muy buenos días! –Respondieron todos los alumnos dentro, con muchísima educación. Esto hizo feliz al peli-negro, que no tardó en demostrarlo con su amplia sonrisa.
. ¡Ah, pero que gusto verte de nuevo! –Una voz un tanto conocida le tomó desprevenido en los percheros, cuando colgaba su sombrero y chaqueta.
Sin pensarlo mucho, Kon volteó a ver hacia su izquierda, topándose de lleno con aquel par de ojos marrones oscuro que ya antes había tenido el placer de ver, mas no con tanto detalle como antes.
. ¡Oops, me disculpo! Yo soy Takao, Takao Kinomiya –Él estiró su mano al momento que cerraba los ojos para sonreír.
. Rei Kon, es un gusto conocerte –Estrechó la mano morena con energía.
. Igualmente… supongo que estás en este salón ¿no?
. Sí, soy nuevo –Tomó su mochila de un perchero.
. ¡Ah, eres tú de quien Maxie hablaba!
. ¿Maxie? –El nombre le causó mucha curiosidad.
. Sí, es mi mejor amigo, pero cursa el salón B y por eso… ¡Ayayai!
Rei dio un salto hacia atrás del susto, por su nuca corriendo una gran sota de sudor cuando un par de siniestras manos tomaron las mejillas del japonés, tirando de ellas como si se tratasen de un simple plástico derretido, moviéndolas constantemente, agrandando y cerrando igualmente la boca del igualmente sorprendido Takao.
. ¡Hasta cuando sigues haciendo lo mismo, Takao! –Gritó una voz demandante, tomando la atención de todos los presentes en el salón que, para sorpresa del oji-ámbar, ya se hallaban sentados en sus respectivos pupitres –¡Siempre estás llamando la atención de todos, jamás podemos comenzar en paz una clase por ti!
. Pberbo… Hibrobmbi, esba vez… nbo fube mi… inbtenbciónb –Intentó explicar aún entre las torturas de la macabra castaña a sus espaldas.
. Sí, siempre dices lo mismo, Takao… ¡Pero ya basta de eso! –Rei se sintió incómodo ante semejante discusión. Sonrió nervioso al notar bolitas de lagrimas en los ojos del peli-tormenta -¡Señorita Kinkaite, exijo orden en este salón!
. ¿Ah? S-Sí, claro… -La joven maestra arregló sus gafas con nerviosismo –Takao, por favor toma asiento y guarda silencio… aaamm… en el receso arreglaremos tu castigo ¿está bien?
. ¡Pero señorita Kinkaite! –Puso su mejor carita de cachorro hambriento bajo la lluvia, mas la mujer esta vez pareció ignorarle, pues se concentró completamente en el libro de clases.
. No, señor, a tu asiento Takao –Dictó firmemente. El curso dejó salir una risa general en total relajo. Al parecer estaban acostumbrados a esos teatros.
. Kuso… -Susurró débilmente, el chino también rió por lo bajo -¿Te sentarás a mi lado? –Susurró al chino, con lagrimitas en sus ojos marrones.
. Claro -Respondió un poco más fuerte de lo debido.
. ¡Oh, vaya, así que eres tú! –La maestra festejó al notar la presencia del chino a un lado de la pared –Tú eres Rei, ¿no?
. S-Sí –Un sonrojo ligero se posó sobre sus mejillas cuando los alumnos voltearon a verle, atentos a cualquier movimiento.
. ¡Pero no seas tímido, pasa al frente!
Si antes se sentía apenado, ahora había alcanzado el máximo de vergüenza. Mientras caminaba entre los pupitres hacia al frente, todos parecían clavarle con la mirada, observándole de arriba abajo sin disimulo. Una vez que hubo llegado a un lado de la maestra, frente al pizarrón que ahora llevaba escrito su nombre en perfecto mandarín, susurros de los alumnos más antiguos se dejaron oír.
. ¡Chicos, él es Rei Kon, viene desde el sur de nuestro país y es su primer año aquí, por lo que espero hospitalidad con él, por favor! –Ella sonrió a los muchachos que respondieron con un armonioso 'SÍ' grupal -¿Rei, algo que decir?
. ¡Ah! Bueno, es un gusto conocerlos a todos ustedes –Hizo una reverencia leve y se levantó, dirigiendo su mirada a la muralla al fondo del cuarto –Espero que nos llevemos bien, en este año escolar…
§ ♣ § ♣ § ♣ §
. ¡Maxie!... ¡Max! –Llamaba insistentemente una voz detrás de sí, así que, por un asunto de paz colectiva, volteó a ver quién era el causante de tanto ruido en el pasillo.
. ¿Takao? –El rubiecito pareció extrañado, mas no por encontrarse a su amigo en la tienda de comida del Instituto, sino, más bien, por ver a este acompañado por un chico de cabello negro que nunca antes había visto.
(N/A: ¿Han notado aquellos puestos que muestran a veces en el Anime, donde los estudiantes pueden comprar cualquier clase de comida durante los recreos? Bueno, al menos yo vi uno en 'El príncipe del Tennis'… ¡Bien! Allí estaba Maxie )
. ¡Max, viejo que bueno verte luego de todo este tiempo! –Le abrazó efusivamente el peli-azul, sonrojando al yanqui de ojos azules que, totalmente anonado, no atinó a corresponder el gesto -¿Qué has hecho, amigo? ¿Cómo has estado? ¿Tu padre está bien en los EE.UU.? ¿Hiciste algo interesante en las vacaciones? ¿Compras…?
Un dedo en sus labios fue suficiente calmante para el moreno de gorra y su incesante parloteo. El chico estadounidense sonrió grandemente al de piel acanelada que había cumplido el milagro de detener el mar de preguntas que había desencadenado el japonés en menos de 30 segundos.
. Nada en particular, sólo pasé tiempo de caridad con mi madre y mis hermanos, Michael y Rick… -Se detuvo un poco a pensar en las preguntas anteriores –Me he sentido muy bien y mi padre goza de muy buena salud… Sí, jugué un poco del juego electrónico "Angelic Layer" (N/A: XD)… Y sí, Takao, compré algo para ti…
. ¡Yupi! ¡Eres el mejor, Maxie! ¡Gracias! –Volvió a abrazarlo, pero así de rápido como empezó el gesto, terminó -¡Demonios, que bien me siento!
Rei y Max tuvieron la "satisfacción" de ver el súper baile de la victoria de Takao, que comenzó a mover sus manos, caderas y piernas a un mismo compás, haciendo círculos, moviéndose por todo lo ancho del pasillo.
. Eeeemm… Takao, ¿No piensas presentarme a tu nuevo amigo? U
. ¿Eh? –El ojos semi-rojos se detuvo abruptamente a la dulce voz del cachorrito -¡Ah, claro! –Una gota resbaló por su nuca mientras volvía cerca de sus amigos.
. Maxie, él es Rei Kon, el chico nuevo del que hablaban los profesores y Rei, él es Max Mizuhara, mi mejor amigo –Dio las presentaciones respectivas el nipón.
. Es un gusto Max –Estiró su mano hacia él.
. ¡Naa! El gusto es todo mío, la gente ha hablado mucho de ti –Volvió a aclarar, recibiendo entre la suya, la mano de Kon.
. ¿En serio? No esperaba algo así
. ¿Sí? Pues qué humilde
. Es una cualidad…
. ¡Oigan, ya suéltense! –Kinomiya infló sus mejillas, caprichoso en que le escucharan.
Por otro lado, Rei y Max soltaron sus manos con un leve sonrojo en sus mejillas, acabando con el contacto suave.
. ¡Hey, chico, es tu turno! –Llamó la muchacha que atendía la tienda, alzando su mano también para llamar la atención del yanqui.
. ¡Ah, sí! –Y se acercó corriendo al mostrador para pedir.
. ¡Maxie, dame una soda de uva y unos panes, ¿sí! –Takao gritó al rubio, que sólo le hizo una seña con la mano -¿Quieres algo, Rei?
. No, la verdad es que a estas horas no se me antoja comer / -Habló tímido.
. Bien…
Los ojos de Rei vagaron por el pasillo para distraerse en algo mientras esperaban al norteamericano, pero estos ambarinos soles no esperaban encontrarse de nuevo con aquello; A un lado del ventanal que estaba en el pasillo que se intersecaba con el que ellos ocupaban, parado con expresión calma, de ojos cerrados y una pierna flexionada hacia la pared, se hallaba Hiwatari… bebiendo muy lentamente una soda de uva, como la que Takao había pedido, disfrutándola a cada sorbo, pero sin perder esa expresión pacífica, casi indiferente de su rostro, aún con sus ojos rubíes ahora abiertos hacia el ventanal que tenía enfrente de él, en la otra pared del pasillo donde descansaba.
'Kai…' Su mente trajo de nuevo ése codiciado nombre.
¿Me estas estás dando a entender… que no te ha gustado? La frase volvió a resucitar, trayendo con ella también el recuerdo de aquel beso antes robado por el mismo bicolor que ahora contemplaba en silencio.
'¿Quién eres?' Se preguntó un tanto abrumado por la imagen del "incidente".
. ¡¡¡REEEEEEEEEEEEIIIIII! –Takao volvió a gritar en el oído sensible del chino, poniendo sus manos a los lados de su boca para enfocar el sonido directo a su objetivo.
. ¡¿Eh! ¡Ta-Takao! –Exclamó asustadísimo, erizado hasta el último de los cabellos y con el corazón queriéndosele salir del pecho.
. ¿Qué te pasa, hombre? ¿Es qué eres sordo? –Bufó molesto el moreno, llevando sus manos a las caderas en gesto enfadado.
. No, lo siento, estaba pensando en otras cosas –Se disculpó algo arrepentido por ignorar a Takao.
. ¿En serio? ¡Pues no veo que pueda ser tan importante que incluya también a Hiwatari! –Recriminó de nuevo, refiriéndose obviamente a la no muy disimulada mirada que el chino le dirigía a Kai.
. ¿Lo conoces? –Inquirió de pronto, algo sorprendido.
. ¡Por favor, todos los hacen, es Hiwatari! –Lo último lo mencionó enfadado, dando un sorbo a su Ponta. (N/K: Es el nombre de la bebida de uva que Takao pidió XD)
. ¿Todos… lo hacen? –La mente del neko trabajó a mil para encontrar una respuesta lógica a esta frase, pero no pudo hacerlo, confundiéndose más.
. Sí o por lo menos en esta ciudad la gran mayoría –Maxie apoyó al peli-tormenta, con una sonrisa muy grande.
. ¿De verdad? . –En serio que ya no entendía nada…
. ¡Vaya Rei, no sabía que fueras despistado! –Kinomiya sonrió grandemente, dando una mordida a su pan.
. Pero… yo no lo soy… -Susurró. Entonces, la campana de entrada hizo su aparición.
. O.o ¡Cof, cof, cof! –Se atoró el moreno cuando el ruido se hizo presente –Diablos, debo terminar de comer rápido –Maldijo, tomando a grandes sorbos su bebida.
. Bueno, ya tocaron… ¡Nos vemos! –Mizuhara se fue corriendo en dirección contraria a donde Rei y Takao estaban, moviendo una mano alzada a modo de despedida.
. Nos vemos –Rei elevó apenas su mano para moverla igualmente -¿Nos vamos, Takao? –Inquirió al que aún comía.
. S-Sí… no hay… problema
§ ♣ § ♣ § ♣ §
Deportes… nunca me interesó mucho aquella clase. Correr y saltar nunca llamó mucho mi atención, yo preferiría estar haciendo cosas mucho más productivas que estar corriendo sin descanso alrededor de una gran cancha, pero supongo que no tengo más opción que hacer lo que me piden si no quiero problemas luego… aunque… talvez esta motivación se deba a otra cosa aparte de mi buen comportamiento, talvez hay algo más que me motiva a seguir haciendo todo este ejercicio innecesario para mí, talvez… en algo influya el hecho de que los de segundo compartan esta clase con nosotros…
. ¡Esto es tortura! –Volvió a gritar al aire, intentando correr al ritmo de sus compañeros de clase, mas sin lograrlo -¡Chiiiiiiicoooos!
El más bajito de los dos delante del muchacho que gritaba, bajó un poco su velocidad para alcanzar al antes nombrado, que a duras penas y sí se mantenía de pie y trotando.
. ¿Te sientes bien, Takao? –Inquirió el rubio un tanto preocupado.
. Lo dudo mucho… -Se detuvo de golpe, siendo imitado por el yanqui unos pasos más adelante –Esto es…terrible… Maxie
. Yo lo sé, pero ya falta poco –Intentó animarle, sonriendo al acto –Además, sino comenzamos a correr de nuevo, el profesor nos va a poner un castigo… y ya sabes como es Hiiro cuando se enoja U
. ¡Damn, odio que trabaje en este Instituto! –Retomó su marcha, siendo seguido por Maxie, que ya iba a su lado.
Introducción
Mientras, unos metros más adelante, corría nuestro peli-negro, vistiendo sus shorts blancos y la camiseta roja de deportes, intentando mantener su marcha ágil a pesar del calor que les brindaba el fuerte sol y su propio cuerpo, que estaba más que cansado de tener que trotar tantos metros… Digo, ¡Ya iban 4 vueltas por esa cancha de fútbol!.
. ¡Inari! –Gimió por primera vez en cansancio, tirando la camiseta desde el pecho para que el aire acariciase su piel y le refrescase -¡Que calor!
. ¿Estás cansado, minino? –Otra voz se le unió desde atrás.
'¿Minino?' La palabra retumbó en su cabeza como el sonido de un Gong directo en el oído. ¿Quién sería lo suficientemente atrevido para llamarle así?... volteó apara averiguarlo, visiblemente enojado, pero todo ese enfado se esfumó al ver nuevamente aquella figura.
. ¡Kai…! –Dejó salir más que asombrado, pero sin detener su marcha.
Hiwatari pronto estuvo a su lado, trotando con él.
. ¿Q-Qué estás haciendo aquí? ¿¡No me digas que vas en mi salón?
El bicolor dejó escapar una pequeña risa entre dientes ante el desespero en la voz del chinito y las ocurrencias del mismo… en verdad que era agradable causar semejante efecto en el minino.
. No, Rei, yo estoy cursando cuarto
You know, I don't know what it is
But everything about you is so irresistible
El de ojos ámbar quiso entonces que la tierra que pisaba se convirtiera en arenas movedizas para que así le tragara la tierra. ¿Cómo pudo olvidar que los de cuarto compartían con ellos la clase de deportes?
. Es cierto, lo había olvidado –Se sonrojó levemente.
Unos cuantos segundos de silencio se desencadenaron entonces, dejándolos a ambos divagar en dentro de sus mentes.
. ¿Y cómo ha sido tu primer día aquí? –El ruso decidió romper el hielo luego de un buen rato.
. ¡Muy bueno! –Sonrió –Ya tengo nuevos amigos y me han acogido de maravillas todos los profesores, que por cierto son muy amables siempre…
. Se te nota muy feliz. No sabes cuanto me alegro –Dijo sin darse cuenta. Un pequeño tono rosa tomó sus mejillas al darse cuenta de esto, tentó corregirse, pero...
. Gracias… -Kon interrumpió cualquier cosa que fuese a decir el bicolor -¿Y tú, te la has pasado bien? –Cambió de tema al notar la tensión en el de ojos rubí, que rápido sonrió.
. Sí, es un buen colegio y la gente es agradable –Prefirió no entrar en detalles y Kon lo notó.
. Que bueno. También me encanta escuchar que estás bien –Rei aceleró un poco su marcha luego de decir esto -¡Nos vemos en otra ocasión!
Hiwatari sonrió levemente, viendo a Rei alejarse corriendo… con ése pequeño equipo de deportes cubriendo apenas su bien formado cuerpo acanelado.
. Eres en verdad un pervertido, Kai –Se regañó a sí mismo, volviendo su vista a la pista de cemento por donde trotaba.
. ¡Vaya confesión, Hiwatari! –Esta vez fue el turno del ruso para sorprenderse ante una voz ajena.
. ¿Bryan? –Su rostro pasó veloz a un gesto de desagrado.
. ¡Vaya Kai, no sabía que tuvieras semejantes mañas! –Miró al peli-negro que antes estaba con el ruso más bajo –Parece ser muy lindo ¿pero no crees que es muy chiquito?
Don't you try to tell me that he's no my type
To hide what I feel inside
When he makes me weak with desire
. No tengo idea de qué estás hablando - Una venita roja saltó en el costado de la cabeza de Kai.
. ¡Oh, vamos, si tú mismo lo dijiste! –Le miró de reojo –Que eras un pervertido… quizá que hayas estado planeando hacerle a ése pobre muchacho dentro de ésa enorme cabezota tuya
. Bryan, yo no me refería a eso –Cerró sus puños en un gesto de enfado, intentando calmarse.
'Recuerda, Kai, distráete… piensa, piensa en… en ¡Un campo! Sí… un amplio campo con flores… ¡Sí, eso!' Pensó alarmado, desesperado.
. ¡Sí, claro! Eso dicen todos –Sonrió con cinismo, feliz de estar logrando su objetivo –Y luego… ¡PAM! Los atrapan por la espalda…
Bryan sabía muy bien lo que estaba haciendo. Estaba alterando a Hiwatari fácilmente.
. Y no precisamente para jugar a las escondidas, ¿verdad? –Miró pícaramente al peli-azul.
'Recuerda… el campo, el enorme campo con… con… con abejas asesinas que persiguen al idiota de Kuznetzov con un panal en la cabeza, para picarle y matarlo…' Una sonrisa malévola cruzó sus labios… sí, ahora estaba más tranquilo.
. ¡Bueno, sólo ruego por la salud mental del pequeño!
. Bryan… no vas a lograrlo –Le dijo tranquilo, sonriendo al imaginar la expresión del ruso más alto antes sus palabras. Sin embargo, el otro simplemente sonrió visiblemente contento.
. Ya vas a ver… que no aguantaras por mucho tiempo –Murmuró para sí, viendo la figura delgada de Rei ahora descansar luego de terminar sus vueltas, y alejándose de Kai que, por la cercanía que tenían, le había escuchado cada palabra… y ahora, le miraba con asombro.
I know than I'm supposed to make him wait
Let him think I like the chase
But I can't stop fanning the fire
§ ♣ § ♣ § ♣ §
. ¡Eso fue increíble! –Takao chilló nuevamente, emocionado a simple vista mientras entraban los chicos en los vestidores de varones luego de tango ajetreo en la clase de deportes.
. Sí, Rei, lo que hiciste allá afuera fue muy impresionante –Maxie sonrió grandemente, abriendo un casillero dentro del vestidor, donde aún quedaban pocos muchachos cambiándose o duchándose.
. ¡Vamos, no es para tanto!. Además, ya ha pasado un tiempo ¿no creen que deberían dejarlo ya?
. ¿Dejarlo? ¡Rei, hiciste un salto casi mortal! –Kinomiya alzó sus manos para intensificar sus palabras.
. U No, no lo fue…
I know I meant to say no
. ¡Por favor, te levantaste del aire como tres metros y diste CUATRO volteretas aún allí! –Con sus manos mostró el número mencionado -¡Eso para mí es mortal!
Risas se escucharon por todo el vestidor. Al parecer, todos los pocos presentes dentro de estos estaban prestando atención a la entretenida narración que llevaba a cabo el oji-marrón.
. Pero…
. Nada de peros, fue genial y punto –Se cruzó de brazos, como indignado.
. Está bien, como quieras, vámonos ya ¿quieres? –Mizuhara tomó el brazo del japonés con una mega gota surcando su nuca y se lo llevó a rastras hasta las regaderas, siendo seguidos con la mirada por todos los presentes, incluyendo a Rei que no cabía en su vergüenza.
. Que alivio –Suspiró con una sonrisa, comenzando a caminar hacia los casilleros, para sacar su uniforme y sus útiles de aseo.
Sacó sus cosas y cerró la puerta del casillero, guardando con su mano desocupada, entre sus ropas, la llave que llevaba en una cadena. Luego, cosas en mano, se dirigió también a las regaderas dispuesto a tomar una reparadora ducha luego de tanto ejercicio, para relajar sus músculos y enfriarse la mente.
'Pero…' El recuerdo de Kai en la pista de trote le hizo detenerse súbitamente en la puerta hacia las duchas. Un sonrojo atravesó sus mejillas al pensar en el cuerpo desnudo del bicolor ' ¡Esto no puede estar bien, Inari!'
Bus he's irresistible
Up close and personal
Now inescapable
I can hardly breathe
Sacudió su cabeza con un poco de violencia, provocando a su largo cabello ondear a sus espaldas por el fuerte movimiento… su cabeza se estaba saliendo de control y su gran imaginación no le ayudaba en mucho que digamos. Tenía que relajarse, eso y ver si el ruso estaba por allí, cosa que, ahora que lo pensaba, era un tanto improbable pues era tarde y seguramente él ya se había marchado a su casa… sí, eso era…
'Así que ahora… tranquilo' Respiró profundo y con firme decisión entró al cuarto de azulejos… toda su tranquilidad se esfumó entonces.
Frente a sus curiosos ojos y como si de algo etéreo se tratara, se erguía esplendoroso el hermosísimo cuerpo níveo del anterior dueño de todos sus pensamientos… y decía anterior pues ahora su mente se hallaba totalmente en blanco ante la sorpresa… el fornido cuerpo húmedo, exquisito se mantenía bajo el chorro de agua cristalina, disfrutando notoriamente del leve y frío contacto; sus fuertes brazos, alzados a la altura de su cabeza mientras sus dedos acariciaban sus azulinos cabellos; su vientre plano se contraía levemente por el contacto con el líquido frío; su pecho con músculos marcados subía y bajaba tranquilo por la respiración de su dueño y sus piernas musculosas le mantenían en pie, exquisito, justo en la primera regadera, expuesto a su mirada curiosa…
Un casi inexistente dolor en su entrepierna le hizo despertar de su repentino letargo, haciéndole caer en cuenta de lo que había estado haciendo, casi de inmediato, un gran rubor cubrió sus mejillas canelas… esto no podía estarle pasando a él, menos… menos con otro hombre ¡Y uno mayor que él!
More than just physical
Deeper than spiritual
He's ways are powerful
'¡Demonios!' Se atrevió a maldecir mentalmente luego de mucho tiempo sin hacerlo, desviando su mirada del hechizante espectáculo en las duchas, con algo de renuencia 'Esto está mal ¡Está muy mal!'.
Apretó sus cosas contra su pecho de puro nerviosismo, al mismo tiempo intentando huir de ahí… aunque bueno, no era algo muy difícil, solo era cuestión de caminar y ya, pero su mente no estaba razonando del todo sus acciones y debido a su nerviosismo esto era mucho muy difícil.
'Bien, tengo que tomarlo con clama' Respiró profundo, pero sin hacer el menor ruido. Seguidamente, comenzó a retroceder a pequeños pasos, intentando de este modo no llamar la atención del ruso que ahora llevaba sus obres rubíes abiertas… se había dado cuenta de los sensitivos sentidos de Kai antes y no pensaba, por ningún motivo, atraer su atención hasta él. De hecho, ni siquiera sabía por qué no deseaba ser encontrado, total, no era extraño que él quisiera entrar a las regaderas a bañarse como todos.
'Pero…' Su mente de nuevo dudó. El chino se detuvo algo conmocionado aún en la puerta de las duchas 'Yo… yo lo deseo'
Entonces, el traicionero frasco de shampoo que llevaba entre sus brazos cedió a la presión ejercida, cayendo irremediablemente al piso de cerámicas…
Irresistible to me
Tsuzuku………
