"Irresistible"
Basado en Beyblade
By: Keysie Maxwell
Category: AU, romance, yaoi, lime…
Pairings : Varias, mas la principal es la inigualable, Kai x Rei
Raiting: PG-13
Declaimers: Este es mi primer fic de Beyblade y yo no vi la serie desde el principio, por lo que les pido piedad si cometo algún error… les pido por favor imaginarse a los personajes como en G-Revolutions, ya saben, la ropa, el estilo, etc… ¡Gracias por su atención!
'Pensamientos' . Diálogos Letra de la canción
Me gustaría recomendarles esta vez el fic de Bebylade, de la gran fanfiker Kaei Kon, titulado "¡Ni hablar!"
También informarles que esto contiene la canción de Jessica Simpson, llamada igual que este fanfic, "Irresistible" (lo utilizo como el ending)
Capitulo 4:
Su lápiz de grafito se balanceaba insistentemente entre sus dedos, causa del movimiento que los mismos hacían de arriba abajo. El reloj dejaba al minutero avanzar de manera perezosa, pero para sus ojos este palito estaba totalmente inmóvil. El pizarrón era cada vez más lleno de escritura que él debía copiar, mas para él esto parecía imposible en estos momentos.
Un sonido sordo hizo el frasco medio lleno contra el piso al caer
Movió sus dedos más desenfrenadamente ante el recuerdo, deseando olvidarlo, hacerlo desaparecer en su memoria. El lápiz entre ellos ya ni se veía por la velocidad con la que era movido y, de repente, sin más, no encontró de donde más sujetarse y salió volando por el aire, cayendo como en cámara lenta sobre la cabeza de uno de sus compañeros, sentado dos puestos delante de él y a su derecha.
Una gota de sudor recorrió su nuca al oír el golpe de la madera del objeto contra el cráneo del pobre compañero que había recibido el feroz ataque.
. Oops –Soltó bajito de forma inconsciente. El joven que había recibido el lapisazo (N/a: XD) recogía el cuerpo del delito del piso de manera aletargada, como si en realidad no quisiese hacerlo.
. ¿Esto es tuyo? –Le preguntó la voz leve del muchacho que ahora le miraba con sus radiantes ojos zafirinos.
"¡Vaya!" Pensó cuando le pudo admirar de frente "Nunca había notado a ése muchacho…"
. S-Sí, es mío –Respondió en un susurró para no llamar la atención del maestro que impartía su clase. Sonrió, agradecido, cuando el chico de cabello azul-plateado le extendió su útil escolar.
. Mi nombre es Garland Sibult –Mencionó de manera sarcástica –Un gusto conocerte así
El chino se sonrojó levemente ante las palabras.
. Rei Kon, igualmente –Notó una pequeña mirada reprochadora que le envió el profesor y se acomodó bien en su lugar, prestando un poco más de atención al pizarrón que antes.
§ ♣ § ♣ § ♣ §
. No puede ser… -Tomó su estómago con sus manos, lanzándose de espaldas sobre el verde pasto del patio del Instituto, justo bajo uno de los enormes árboles de durazno del lugar.
. ¿Qué te pasa ahora, Takao? –Rei murmuró un poco desinteresado, descansando la mitad de su cuerpo contra el tronco del árbol.
. Es mi estómago… -Reclamó, encogiéndose apenas en el pasto.
. Te dije que no comieras tanto, Taka-chan –El rubio pareció enfadado.
. No es eso, es que… ¡aún tengo mucha hambre! TT
. ¡HAMBRE!
Sus amigos saltaron en sus lugares mientras le miraban como queriendo decir "es qué no te bastó comerte cuatro bandejas de comida y todos los postres de la cafetería"… y la verdad es que su reacción no era para menos, tomando en cuenta que el japonés en verdad había hecho aquello…
. Sí, bueno… -Comenzó a jugar con sus índices, claramente avergonzado.
. ¿Quieres un panqué? –Un delicioso postre pronto estuvo frente a los ojos del agradecido japonés, que observaba el alimento con ojos de estrellas.
. ¡Gracias! –Tomó el dulce en sus manos y pronto comenzó a degustarlo, cuando cayó en cuenta de que… esa voz no era la de ninguno de sus amigos.
Los ojitos tormenta del nipón viraron al frente, topándose con una mirada grisácea y sonriente. Se asustó un poco, pues la persona que estaba frente a sí eras nada más y nada menos que una chica… una muy linda no era menos decir.
. Que bueno que te haya gustado –Le dijo amablemente la pelirroja.
. Salima…
. ¡Hola, primito, que bueno verte! –Saludó contenta la muchacha china.
. ¡PRIMITO! –Takao y Maxie estallaron, el primero atragantándose inevitablemente con el panqué, por la sorpresa.
. ¿E-Ella es tu prima, Rei? –El yanquicito preguntó con sus ojos grandemente abiertos.
. Yo… Hee… sí –Rió nervioso. Una gota resbaló por el costado de su cabeza -¿No se los dije?
. No realmente ¬.¬ -Kinomiya por fin pudio volver a hablar.
. ¡Ajaja! Que tonto soy –Golpeó levemente su cabeza con su puño, sacando apenas su rosadita lengua.
. ¿Ellos son tus amigos, Rei? –La pelirroja interrumpió la discusión un tanto descolocada.
. ¡Sí! Ellos son Max Mizuhara y Takao Kinomiya, el último está en mi salón U
. Es un gusto conocerlos, chicos. Yo soy Salima Kon, aunque no creo que haga falta el que me presente –Rió un poco, cerrando sus ojos al acto.
. No, no era necesario –Se llevó una mano a la nuca mientras reía.
. ¡Takao! –El rubio le miró con reproche, mas el japonés siguió riendo... esta vez con más nerviosismo.
. Bueno, Rei… ¿Vamos a pasear, como acordamos?
. Sí, por supuesto… ¡Nos vemos, chicos!
Sin más, ambos parientes chinos se levantaron y se alejaron del gran Instituto caminando a calmados pasos, a un mismo compás, siendo siempre seguidos en su camino por las miradas maravilladas de los alumnos del lugar que, esta vez, no solo se posaban sobre la mujer del dúo andante.
§ ♣ § ♣ § ♣ §
. ¿Rei? –Su voz sonó desconcertada, mas una sonrisa se dibujó en su rostro.
El pequeño se estremeció notoriamente cuando oyó su voz y su mirada se volvió asustada, con sus pupilas totalmente dilatadas por el miedo que le transmitía con sus ojos ámbares… Kai le miró tiernamente al notar esto.
. ¿Vas a bañarte, minino? –Leyó claramente los labios del ruso y un sonrojo tomó sus mejillas por asalto sin que se diese cuenta.
. N-No estoy seguro… todavía –Le respondió de igual manera, sin que ningún sonido saliese de su boca.
. Kawaii –Susurró levemente Hiwatari, bajando su rostro al suelo mientras cerraba los ojos. Rei pudo oír perfectamente lo dicho por el bicolor gracias a sus sensitivos oídos y se apresuró en tomar su frasco del piso y retirarse de las regaderas a paso presuroso, mas no sospechoso.
Fin del Flash Back
. Ojalá te hubieses quedado conmigo, neko –Bisbiseó, sonriendo sensualmente al pasar por su mente la infinidad de cosas que pudo haber hecho con el peli-negro en esas duchas.
. ¡Ni siquiera lo pienses! –Oyó una exclamación que casi le hace caer de la rama del árbol donde estaba sentado, descansando.
'¿Cómo rayos me…?' La pregunta quedó inconclusa cuando en su campo visual entró el dueño de sus pensamientos, caminando presurosamente, de un lado a otro, bajo el árbol donde él se encontraba… y sintió la necesidad de bajar a estar con él, pero cualquier deseo se vio reprimido cuando una chica se sentó en el tronco del árbol, a un lado del chino de cabello largo.
'¿Quién es ella?' Quiso preguntar, pero en lugar de eso, se vio a sí mismo acomodándose mejor en la rama para escuchar lo que fuesen a decir ambos abajo.
. No puedo hacer semejante cosa –Se cruzó de brazos, deteniendo por fin su incesante marcha.
. ¡Vaya, por fin! –Sonrió –Comenzaba a pensar que harías un agujero en la tierra
. Salima… -Gruñó entre dientes.
. ¡Oh, vamos! No es algo del otro mundo –Su primo se dejó caer al pasto, de rodillas -¿Por qué te cuesta tanto? –Alzó una ceja.
. No es algo fácil de hacer –Se ruborizó –Además, sabes que tengo problemas para expresarme de ÉSA manera
. Me doy cuenta, de otras forma, Lee se hubiese enterado de tus sentimientos hace mucho…
. ¡Salima! –Se exaltó notoriamente, más que rojo otra vez –Eso es historia pasada… era algo así como un amor de niño, nada más
. ¿Se les considera niños a los 13 años? o.o
. Salima… -Volvió a gruñir.
. O.k… o.k… -Suspiró –Pero ¿Qué piensas hacer esta vez? ¿Montar una escenita como la del vestidor?
Ahora sí que el vaso se derramó por completo. ¿Cómo diablos ella se había enterado de eso? Y pero aún… ¿Cuántos más lo sabían?
Aquellas palabras, por otro lado, hicieron que la persona sobre la rama del árbol donde descansaban los despreocupados chinos, esbozara una notoria sonrisa con sus gruesos labios.
. Porque no creo que eso se vea muy bien… -Terminó la frase, pero Rei en verdad no había oído nada.
. ¿Q-Qué dijiste? –Reaccionó luego de unos segundos de estupefacción.
. Dije "Porque no creo que eso se vea muy bien"
. ¡No, no! Antes de eso
. "¿Montar una escenita como la del vestidor?" –Inclinó su cabeza hacia un lado, curiosa -¿Es eso?
. ¿C-Cómo te enteraste? O.o –Rei rezaba a todos los dioses que lo tragara la tierra para siempre.
. Me lo comentó un amigo que estaba allí, Kane… ¿Por qué?
. ¿Alguien más lo sabe? –Estaba desesperado… ¿Era tan difícil que los dioses le oyeran esta vez?
. No lo creo… tal vez los chicos presentes, pero realmente no es algo muy importante. Nadie lo va a hacer correr como rumor, por si es eso lo que te preocupa
Rei se desinfló lentamente, cayendo acostado al pasto como hoja de papel. Se sentía TAN aliviado que por fin sentía la fresca brisa que corría por el jardín.
. Que bueno…
. ¿Ése era tu problema? –Rió levemente ante su descubrimiento –No tiene nada de malo que alguien te atraiga de ÉSA manera –Se levantó del piso –Bueno ¡Nos vemos luego… a ambos!
La muchacha gritó mientras caminaba en dirección a los salones, alzando su manos para despedirse con ella de su primo que la observaba contrariado por lo antes dicho, ahora sentado en el pasto.
. ¿Ambos? –Repitió muy bajito.
. Parece que la percepción es de familia –Oyó entonces la voz del otro que le acompañaba y se sintió fallecer.
Con los ojos muy abiertos, desvió su mirada hacia arriba, encontrándose con las miles de ramas del frondoso árbol, que se mecían con el viento, dejando entrar al sol a intervalos. La figura del bicolor se notaba claramente parada sobre una gruesa rama mientras se sujetaba con su mano izquierda de otra rama a su lado para mantener el equilibrio y, mientras,… le extendía la mano desocupada, para que subiese junto a él, en una invitación silenciosa.
. Es una vista hermosa –Susurró, cerrando sus ojos para sentir la fresca brisa que el verano les brindaba.
. Es por eso que vengo aquí –Le respondió igualmente bajo, observando, sentado a un lado del chino, que había subido minutos antes al árbol y a la rama donde él estaba con algo de su ayuda, pues con su felina habilidad para trepar fue más que suficiente, la dulce vista del pequeño lago artificial rodeado de árboles y pajarillos volando por doquier.
. Kirei –Repitió el chino, arrullado por el encantador silencio que les había invadido desde que él subió con el ruso -¿Es aquí donde vienes cuando necesitas pensar, Kai?
Hiwatari volteó a mirarle, un tanto sorprendido por la pregunta, encontrándose con la más bella expresión de tranquilidad en el menor. Sonrió, en verdad era hermoso estar allí…
. No pensé que lo recordaras –Le dijo como respuesta, cerrando los ojos mientras una mueca en forma de sonrisa volvía a tomar su rostro pálido.
. Lo mencionaste el día que fuimos a tomar helados, lo recuerdo muy bien
. Sí, es aquí… es todo lo que necesito para relajarme y pensar cuando tengo algún problema. Aunque es algo que hago desde hace poco tiempo
. ¿Desde que llegaste?
. Así es
Otro silencio más tomó la escena. Los dos jóvenes se entretuvieron mirando el paisaje que les brindaba el bosque del Instituto y decidieron, silenciosa e inconscientemente, no interrumpir la tranquilidad que se había posesionado de ellos con palabras. Se quedaron en silencio, pensando en todo y en nada a la vez, sintiendo la presencia del otro de forma fuerte y persistente.
. Aquella vez… –El de cabellos azules habló precipitadamente, tomando por sorpresa a Kon, que interesado volteó su mirada hacia el hablante -¿Te molestó?
. ¿Eh? –Fueron las únicas palabras que abandonaron sus labios.
. Aquella vez en "Cold Delicious"… ¿Te molestó que te besara?
Entonces, los recuerdos golpearon su cabeza como una cubeta de agua helada en pleno invierno. Sus ojos se abrieron grandes y sus mejillas se tornaron de un carmín fuerte cuando comprendió lo que significaba el responder aquella pregunta.
. ¿Rei? –Urgió luego de unos segundos.
. Yo… -Su mirada se fijó en el piso bajo él, apenado visiblemente –Yo… no lo sé, Kai
Su rostro mostró apenas su sorpresa ante la respuesta. Luego, su expresión se volvió la de siempre; la de un experto conocedor. Aunque sus adentros estuvieran por demás emocionados.
. No sé que sentí aquella vez y, sinceramente, -Se detuvo unos momentos para pasar saliva –Preferiría no recordarlo…
. Entiendo –Rió apenas un ratito –Pero… ¿Al menos lo hago bien? –Su mirada se volvió seductora.
. ¡KAI! –Le encaró todo rojo, volteando desprevenidamente hacia el ruso, que se hallaba tan cerca de él que… sus frentes sufrieron las consecuencias y chocaron en un duro golpe por la velocidad que llevaba el neko.
. ¡Itai! –Soltó por instinto, llevando sus manos a su accidentada cabeza.
. Duele… -Rei se hizo un ovillito sobre la rama donde estaba mientras sujetaba su frente con ambas manos –Duele mucho
. ¿Estás bien, minino?
Una venita se reventó en la nuca de Rei, que era la única parte de su cabeza visible debido a su posición. Levantó su cabeza, desapoyando su frente dolorida de sus rodillas, para mirar con sus centelleantes ojos los rubíes del otro.
. No me llames minino…
. ¿Eh? ¿Por qué? ¿No te gusta, acaso?
. Me hace sentir un niño –Su voz sonó firme, pero no pudo evitar desviar su mirada de la rojiza que, por los rayos del sol que se colaban entre las rama y hojas, se apreciaban de un delicado color amatista.
. Creo que te queda bien –Sonrió, con su mano derecha elevó el rostro de Rei por el mentón, para que pudiese verlo a los ojos –Aunque ni a ellos podría compararlos contigo…
. ¿Qué quieres decir? –Se sintió desfallecer antes esa voz tan susurrante y seductora que le dirigía… aquella que sólo él había oído.
. Que eres hermoso, Rei
Los ámbares se dejaron ver en todo su esplendor cuando su dueño se hizo presa de la sorpresa… El rostro de Hiwatari se acercaba lentamente al ajeno. La brisa sopló suavemente otra vez, meciendo sus delicados cabellos. Rei se hallaba inmóvil, sosteniendo débilmente los varoniles hombros del soviético, mientras éste le atraía a su propio cuerpo, a su rostro.
Inconscientemente, el asiático ladeó ligeramente la cabeza, para dar más cabida al otro joven, cuando sintió sus narices rozar apenas con la punta, en un roce suave y atrayente, y cerró sus ojos cuando sus hálitos se unieron en uno solo, llenando de calor sus cuerpos… no pudiendo resistir mucho más todo ello…
. Kai –Bisbiseó, rendido a las emociones. Sus labios apenas tocando los ajenos –Yo…
. ¡Vamos, Haruna, que se nos hace tarde! –La voz de una jovencita cerca de donde ellos estaban les distrajo, haciéndoles detener a milímetros del otro -¡Vamos que ya sonó la campana!
. ¡Ya voy, Ichigo! –Fue lo último que oyeron además de los pasos de ellas alejándose veloces.
Un silencio se hizo presente.
El viento sopló nuevamente, arrastrando algunos pétalos rosado pálido que volaron cerca de ellos dos.
Sus ojos abiertos hundiéndose en los colores del otro. Ambos detenidos a apenas milímetros del otro rostro. Sus labios rozándose aún, esperando el beso que se interrumpió.
Rei yacía sentado en la rama, con sus manos en los hombros del bicolor, sosteniendo fuerte la tela de la chaqueta escolar color oliva, su rostro casi pegado al del europeo y sus ojos grandemente abiertos, impresionado por lo que estuvo a punto de realizarse.
Kai, por su parte, estaba hincado en la rama, a unos centímetros de Rei, una de sus manos sosteniendo firmemente la ajena, que se apoyaba en su hombro contrario, uniendo sus dedos de forma fuerte y, la otra, tomando la barbilla del de piel canela, sus ojos reflejando tranquilidad hacia los ámbares. Él se había inclinado levemente para alcanzar los labios asiáticos.
. ¡Damn! –Musitó Hiwatari, alejándose nuevamente del chino, que no despegó su vista de él en ningún momento.
. ¿Q-Qué fue todo eso? –Se atrevió a preguntar. Su mirada reflejaba su confusión.
. Debemos irnos o llegaremos tarde, Rei –La voz que Kai utilizó para hablarle le hizo extrañar el que le llamara minino… su tono se oyó frío.
. Sí, tienes razón –Se paró, siendo imitado por el ruso –Aunque ya vamos tarde…
. Nos van a castigar por esto… ¡Ah!
Kai sintió una dulce presión en su tatuada mejilla izquierda y se estremeció levemente… talvez de felicidad, talvez de emoción… cuando comprendió, que esa presión se la regalaban los delgados labios del peli-negro.
. ¡Nos vemos! –Le guiñó un ojo antes de saltar hacia el suelo, donde cayó perfectamente parado para iniciar una carrera hacia el instituto.
. Kotënok –Susurró, llevando su mano hacia su recién besada mejilla –En serio deseo que no te hubieses marchado de ésas duchas…
Musitó sonriendo. El viento se encargó de remover su cabello mientras observaba aún la ágil figura del chico por entre os árboles.
§ ♣ § ♣ § ♣ §
. ¡Cielos! Creo que me sacó todo el cabello –Reclamó, jalando el cabello que sobraba de su firme trenza, provocando que algunos se soltaran y quedaran entre sus dedos.
. No seas exagerado ¬.¬ -Objetó el muchacho que caminaba a su lado –Además, lo que ocurrió fue totalmente por tu culpa, tienes que atenerte a las consecuencias
. ¡Oh, sí! Resulta que ahora es mi culpa que tu pajarraco ése se haya asustado y comenzara a picotearme la cabeza ¿Ne Brooklyn? –El rubio comenzaba a odiar al peli-anaranjado.
Ambos entraron al salón que estaban buscando, sin frenar su discusión.
. ¡Cualquier animal se asustaría si te viese aparecer colgado de cabeza de una rama!
. Pero tú no te asustaste… -Murmuró pensativo, sentándose en el escritorio del profesor.
. ¿Qué insinúas, Mystel? ¬-¬ -Una vena roja resaltó en su frente.
. ¡Yo, absolutamente nada… bueno! –Se echó a reír de buena gana, olvidando el enojo que el otro demostraba.
. ¡Ya vas a ver que YO te voy a dejar sin cabello!
. ¡Buenos días! –Una voz ajena a la discusión interrumpió la persecución que estuvo a punto de darse dentro del gran salón de repostería –Eeeehh... ¿Interrumpo algo? –El peli-negro sintió una gota en su cabeza.
. ¡No, no, no! Absolutamente nada U –Brooklyn llevó sus manos tras su espalda, llevándose de corbata a su acompañante antes sentado… al cual aún tenía tomado de su atado cabello.
. Bien… mmm… ¿Ustedes también asisten al club de repostería? –Intentó iniciar conversación, no confiando mucho en lo que dijo el peli-naranjo.
. Sí, yo desde el año pasado
. ¡Genial! Entonces, ¿Podría por favor instruirme en cómo se trabaja aquí, joven…? –Se detuvo al recordar el pequeño detalle de sus nombres.
. Brooklyn Masafield, llámame así nada más, sin formalidades –Le sonrió amigablemente.
. Rei Kon, mucho gusto –Le sonrió, estrechando la mano nívea.
. ¡Book-chan, mi cuello me está matando! –Gritó una voz desesperada, llamando la atención de los otros hablantes.
. ¡Mystel!
El de ojos verdes soltó la trenza de su compañero totalmente avergonzado, dejando por fin libre al de piel trigueña, que, libre de su fatal agarre, se pudo enderezar correctamente a un lado de Masafield, que era un poco más alto que él.
. ¿Querías matarme, Brooklyn? –Le miró recriminante –No puedo creer que te hayas olvidado así de mí, casi me sacas el cuello de su lugar –Su mirada se volvió la de un cachorro bajo la lluvia.
. Gomen ne… no quise hacerte daño, pero estaba tan entretenido con Rei que olvidé que aún te sujetaba –Llevó una mano tras su cabeza, avergonzado de todo aquello.
. ¡Sí claro, siempre es lo mismo, llega alguien más y simplemente yo no existo! –Se cruzó de brazos, desviando su mirada a otro lado.
. No te pongas melodramático, Mystel
. Estoy en mi derecho
. Pero si…
. ¿Ustedes dos son novios? –La pregunta salió espontánea de los labios del chino, interrumpiendo al de ojos verdes.
Los otros dos muchachos se quedaron estáticos en su pelea, uno frente a otro, con poses amenazantes, mirando totalmente perplejos al joven chino de ojos ámbares, que esperaba pacientemente frente a ellos, con expresión inocente.
. ¡Claro que no! –Se rió el rubio levemente, una vez que pudo reaccionar –Somos amigos de la infancia, nada más
. Así es ¿Por qué lo pensaste? –Sonrió tranquilo.
. No, por nada, olvídenlo… -Prefirió callar lo que había visto entre ellos.
. Ok, ok. Entonces… te explicaré como va todo en este club
. ¡Me parece excelente!
§ ♣ § ♣ § ♣ §
. ¿Podrías dejar eso mientras vamos por los pasillos? –Su voz sonó fastidiada, justo como se sentía en esos momentos.
. ¡Jajaja! Me encantaría, pero me parece… ¡Jajajaja! Sumamente difícil… en estos momentos –Se sujetó el estómago, intentando recuperar el aire perdido con sus carcajadas.
. Ya vas a ve cuando te vea en un grupo de estos, Hiwatari ¬ ¬
. Cosa que dudo enormemente, Kuznetzov, después de todo, no he perdido mi tiempo y me he inscrito en el club de carpintería –El desafío en la mirada lavanda se desvaneció ante el cinismo de los rubíes.
. Ese no entra en la categoría de manualidad por la cantidad de herramientas que se utilizan –Frunció en seño ante las palabras.
. Te equivocas otra vez. Tengo el permiso del director y la autorización de la directiva de manualidades y han considerado carpintería dentro de este ramo de clubes para mí –Sopló su dedo índice, como si de un arma de tratase –Por lo tanto, puedo ahorrarme la vergüenza de entrar en clubes de chicas…
. Maldito suertudo ¬.¬
. ¡Vamos, Bryan, si el club de repostería no está tan mal! –Le golpeó el hombro, como apoyándole, volviendo a estallar en risas.
. ¡Cierra ya tu maldita boca, Hiwatari! –Le tomó las mejillas, estirándoselas fuertemente, recibiendo un golpe del bicolor en el pecho que le obligó a soltarle.
. Troglodita… -Gruñó, sobándose una tatuada mejilla.
. Imbécil –Devolvió el insulto.
. ¡Ya vete a tu club! –Le apuntó con su mano libre la puerta a su izquierda.
Bryan dudó unos momentos en abrir la mencionada, pero luego de debatirse segundos mirándola llegó a la conclusión de que no lograba nada con pelear con un objeto inanimado y que, por más que quisiese, ése cuarto no se iba a incendiar de la nada para evitar que asistiera y que era mejor que se apurara antes de que le tomaran por ausente…Suspiró. Ya ni modo… tomó el gancho de la puerta y la deslizó hacia un lado, revelando el amplio salón de repostería, donde varios estudiantes conversaban animados cerca de pupitres con cocinillas individuales mientras se colocaban delantales sobre la ropa para no ensuciar la misma… Vaya, parecía que no iba a ser tan desagradable como había pensado con anterioridad.
El ruso más bajo también se vio inmerso en aquel cuadro que se daba dentro del salón. Se veía muy agradable y acogedor y las personas dentro estaban más que relajadas a pesar de que el maestro s encontraba dentro. Sonrió, esto si que era bueno, al parecer, los clubes no eran ninguna tortura…
'¿Qué demonios?' Su mente gritó cuando, llevando algunos frascos, encontró al pequeño peli-negro entre la multitud de alumnos. Su respiración se detuvo momentáneamente mientras le veía caminar entre los pupitres con las cocinillas, hasta detenerse en uno, donde le esperaban dos muchachos más grandes que él.
. ¡Rei! –Se erizó hasta el último cabello mientras exclamaba lo más bajo posible, llamando la atención del de cabellos grises, casi lavanda.
. ¿Rei? –Repitió, fijando su mirada otra vez al salón -¡Ah, pero si es el pequeño al que pervertías con la mirada en clases de deportes, en la mañana!
. ¿Qué dijiste? Yo no lo pervertía –Le miró con fiereza, pero se vio ignorado cuando Kuznetzov comenzó a caminar al interior del club.
. Pero mira nada más que suerte tengo –Habló mientras pasaba por su lado –Estoy en el club del chico que tanto deseas…
La puerta se volvió a cerrar ante sus ojos y se sintió arder por dentro. ¡Ése engreído, ése… ése bastardo y su maldita suerte! ¡Demonios!... lanzó un golpe al piso con su pie, frustrado y enfadado con todo aquello. Ése Bryan le sacaba de quicio ¬.¬
. Ese demonio ¬¬ -Cerró sus manos en puños a un lado de su cuerpo, justo entonces, su celular comenzó vibrar en el bolsillo de su pantalón –Damn, no ahora...
De mala gana sacó el aparato de su bolsillo y lo abrió, contestando la llamada automáticamente. Se llevó el celular al oído, cerrando los ojos mientras se apoyaba en una pared.
. ¿Privet? –Habló malhumorado.
. ¡Que manera más gentil de saludarme! También es un gusto oírte –La voz contestó desde el otro lado de la línea.
. Lo siento, es que ocurrió algo que me alteró –Volvió su vista a la puerta.
. Puedo darme cuenta, pero me sorprende porque no pierdes los estribos con cualquier cosa –Rió levemente el muchacho –Debe ser algo realmente malo
. Y lo peor de todo ese que ese "algo" tiene nombre y apellido… -Suspiró, un poco más calmado -¿Cómo estás tú allá, hermano?
. Por mí no tienes de que preocuparte, lleno de mayordomos en esta enorme mansión, obtengo lo que quiero demasiado fácil… en especial porque ya no estás tú, de quién estaban pendientes las 24 hrs. del días
. ¿Insinúas que es un alivio tenerme lejos?
. No, pero sí el que eras bastante caprichoso y remilgado –Se echó a reír, contagiando de su buen humor al bicolor, que esbozó una gran sonrisa.
. No mientas, sé que me extrañas…
. Cualquiera lo haría y yo con mucho más razón e intensidad pues eres mi hermanito querido XD
. Deja ya de decirme así ¬¬
. ¡¡Pero si realmente lo eres, Kai-chan! .
. Fastidioso… me haces sentir como un niño pequeño -Soltó una risita baja, evocando la imagen de su hermano en una situación como esa -¿Cuál es el motivo de tu llamado?
. Bueno, quería informarte que tengo planeado ir a Meou este fin de semana
. ¡¿CH'TO!-Gritó un inmenso bicolor contra el pobre aparato rubí entre sus manos con algo de furia.
. ¡Ja! Que gusto saber que te alegró mi noticia –Se burló el jovencito, acomodándose bien el cabello que se despeinó con el grito de su pariente.
. Discúlpame, pero ¿no crees qué estás actuando muy precipitadamente? –Se arregló el cabello con su mano desocupada –Si mi abuelo te descubre o empieza a hacer de detective contigo, puede dar conmigo…
. Yo lo sé, pero quiero verte, saber como has estado, cuando has crecido, si ya has dado tu primer beso, si conociste a alguien, si tienes amigos, si la prensa te…
. ¿No crees que vas muy acelerado? Sólo han pasado dos días –Miró su reloj –Escucha, luego hablamos, tengo que presentarme en un club y voy atrasado, ¿sí?
. Bueno, bueno, como quieras –Colgó el teléfono –Y yo que pensé estaría feliz –Suspiró el mayor de los antes hablantes.
§ ♣ § ♣ § ♣ §
. ¡Esto está delicioso! –Un sonrojo pequeño apareció en sus mejillas cuando probó el dulce que su nuevo amigo había preparado.
. Es un barozzi –Sonrió tímidamente al muchacho de cabellos rubios, con el que compartía mesa.
. ¡Brooklyn, tienes que probarlo! –Instó el muchacho mientras acercaba un trozo del dulcecito a los labios de su amigo de ojos verdes.
El chico tomó el dulce de chocolate del tenedor donde se lo extendían y de inmediato el delicioso sabor llenó su boca, embriagándolo con su aroma y el magistral sabor exquisito que le brindaba la capa de chocolate y el relleno un poco más líquido en el interior. En verdad era sorprendente lo que su compañero había hecho.
. Sabroso… -Susurró algo perplejo, sintiendo aún el dulce sabor -¡Has hecho un estupendo trabajo!
. No es nada –Un sonrojo tomó sus carrillos –Es sólo algo pequeño que me enseñaron en mi aldea
. ¿Algo pequeño? ¡Pero si es grandioso Rei! –Extendió sus manos al momento que pronunciaba aquello.
Los demás presentes en el salón de repostería sonrieron grandemente ante la divertida escena que les regalaban los tres muchachos acomodados en la primera mesa, frente al profesor que les impartía las clases y que, por ahora, había dejado que sus estudiantes demostraran sus habilidades.
. Tienes talento, pequeño –Otras voz desconocida para ellos se les unió en los halagos, llamando la atención de los tres más pequeños –Es un barozzi muy bien logrado
. ¿En serio lo cree? –Un sonrojo llegó a su rostro al mismo tiempo que una gran sonrisa a sus labios.
. Te lo está diciendo un fanático de los dulces –Le guiñó un ojo el sujeto mayor –Nunca he hablado tan en serio
. ¡Me alegra mucho oír eso…!
. Bryan, Kuznetzov Bryan
. Rei Kon –Se presentó con una gran sonrisa.
. Sí, lo sé, un amigo mío te conoce bastante bien…
. ¿Eh?
. No, no es nada –Sonrió para sí –De todas formas, fue un placer haber hablado contigo
. Lo mismo digo… -El de cabellos lavanda se alejó a paso lento, siendo seguido por la fija mirada del neko.
. ¡Que rápido conseguiste novio! –Bromeó el rubio de trenza, riendo bajito al notar la especial atención del chino hacia Kuznetzov.
. ¿Eh… hablabas de mí? –Habló distraído, volteando hacia el moreno.
. No, de Brooklyn…. –Ironizó, rodando los ojos -¡Claro que hablaba de ti! Ese chico se notaba muy interesado en ti –Se apresuró en decir al ver al chino hablar la boca para responder su comentario sarcástico.
. No creo que haya sido con un interés amoroso
. El que haya sido era muy notorio –El pelirrojo acompañó a su amigo en lo que decía.
. ¿Tú también, Brooklyn? –Hizo un puchero mientras se sentaba en un banco, cerca del horno donde había hecho su barozzi.
. ¡Ajajaja… pero que lindo eres! –Exclamó divertido antes de extender frente a los ojos ambarinos una pequeña y curiosa galleta de color anaranjada –Ten. Esto seguro te va a subir el ánimo
Rei sonrió grandemente al amable gesto y tomó delicadamente la fina galletita que, suponía para nada herradamente, había horneado el chico que se la ofrecía, que justo en esos momentos le miraba con expectación brillando en sus lindos ojitos celestes.
. Muchas gracias –Lanzó la comida dentro de su boca e inmediatamente un conocido sabor inundó su boca de forma placentera. El deleitante gusto le hizo sumergirse en sus más preciados recuerdos de la infancia y se vio obligado a cerrar los ojos del gusto.
. ¿Y, qué me dices, Rei? –Decidió apresurar él mismo el tan ansiado veredicto, al ver el tiempo que tardaba el chino.
. Es… deliciosa –Estaba un tanto fuera de sí por el golpe de sabores y casi sin pensarlo preguntó -¿Es fruta de la montaña, verdad?
. ¡Sí! Es valla de montaña, están en el sur –El bajito chico sonrió maravillado.
. La conozco muy bien. Yo vengo de allá
. ¿En serio? –El chino asintió sonriente -¡Yo amo ése lugar!
. Va cada vacación que puede… -Comentó el pelirrojo.
. Es increíble que no nos hayamos visto antes siendo que las aldeas son tan escasas por esos lados
. Sí, es lo mismo que yo estaba pensando
. ¡Alumnos! El tiempo se ha terminado y ya es hora de que entreguen los postres que prepararon como primera etapa –El profesor les sonrió a todos amablemente, mientras posaba sobre su mesón un pastel de chocolate -¡Y por supuesto que yo también he traído algo para mis alumnos!
§ ♣ § ♣ § ♣ §
Introducción
. Adoro la clase de repostería –Un sonrojo tomó sus morenas mejillas cuando degustó el delicado sabor del trozo de pastel -¡Siempre se prueban cosas deliciosas!
. Takao, tú sueles decir lo mismo de cada comida que pruebas… -Al rubio le salió una gota tras la cabeza.
. ¡No es verdad! Hay comidas que no me gustan… como… como… -Sus ojos rojos se abrieron grandes cuando se vio sin palabras
Sus dos acompañantes estallaron en risas cuando le notaron trabado bajo la red que él mismo había tejido. Kinomiya simplemente infló sus mejillas, como siempre que se enojaba.
. Alguna vez oí que comer en grandes cantidades es saludable –Rei decidió aligerar la situación al notar que si japonés amigo, cruzado de brazos a modo de enfado, miraba hacia el lugar contrario a ellos –Supongo que el que disfrutes cada comida que pruebes es algo bueno…
. ¡Claro que lo es! –Acomodó el maletín en sus hombros y siguió su camino, esta vez mirando al frente –Es importante valorar las comidas que la gente se esfuerza por hacer
. ¡Por supuesto, viejo! –Abrazó a Takao por los hombros, amistosamente y notó algo en las manos de Rei -¿Por qué aún tienes un barozzi?
You know, I don't know what it is
But everything about you is so irresistible
Sus mejillas tomaron un carmín color cuando la pregunta llegó. Él había estado un poco nervioso al principio, cuando entrego a sus amigos sus dulces, pero a medida que se fueron acercando a la salida, él comenzó a relajarse, pensando que ya no lo notarían… Y ahora Maxie… ¿qué haría? Definitivamente no podía decir la verdad.
. Yo… he hecho uno para mi prima también –El tono rojo en sus mejillas fue más notorio y él se vio en la obligación de bajar su cabeza para que no fuese notorio.
. ¿Salima?
. Pero ella debe estar en el edificio de mujeres ya, seguro no te van a dejar ingresar… -Suzuhara era muy astuto.
. Sí, bueno, creo que yo puedo hallar la forma de entrar sin que me vean
. Eso espero, porque si te ven vas a tener grandes problemas, amigo –Rió maliciosamente cuando salieron hacia el patio central, que separaba los edificios de los cuartos, con el gran edificio de las aulas -¿No será que se lo llevas a otra persona?
. ¿Eh? –Y otra vez volvía ése nerviosismo malvado.
. ¿A una pretendiente, talvez?
. Este interrogatorio no nos va a llevar a nada, chicos, mejor lo dejamos ¿sí?
Los dos muchachos se miraron entre sí un tanto extrañados, pero el norteamericano decidió, de forma rápida, que el chino tenía razón y que era mejor para con todo eso.
'Después de todo, tarde o temprano va a caer' Y una sonrisa mínima y malévola tomó sus labios.
. ¡Esta bien! Pero nada más porque Takao y yo tenemos asuntos importantes que atender –El yanqui enganchó su brazo con el del moreno -¡Nos vemos, Rei!
Y ellos simplemente se fueron de allí, dejándole algo sorprendido y extrañado por la actitud tomada por su joven amigo rubio y esperando que éste último no supiese tanto como parecía disimular.
Don't you think I'm trying to tell my heart what's right
That I should really say goodnight
But I just can't stop myself falling
. ¡Bueno! –Suspiró con una diminuta sonrisa, al verlos entrar al edificio de los dormitorios, a la izquierda del de las aulas.
(N/a: ¡Saludos a mis lectores! Yo simplemente he querido hablarles esta vez de la distribución de este lindo instituto, así que: Bueno, al entrar por la reja principal, se ven tres edificios, en el centro donde se imparten las clases, a la derecha los dormitorios de varones y, a la izquierda, los dormitorios de las damas. Tras los edificios mencionados están el gimnasio, la alberca, la cancha, etc. ¡Gracias por su atención y recuerden que esto ha sido mirado con el enfoque de "si yo estuviese mirando desde el portón"!)
. Supongo que ahora no me queda más que buscarlo…
. ¿A quién? –Susurró una voz en su oído derecho, provocando un respingo de su cuerpo.
. ¡Kai! –Dio un paso hacia delante para separarse de ése cuerpo bien formado y volteo, manteniendo su mirada de sorpresa –Yo... tú… ¿qué haces aquí?
. Pues tuve que asistir a un taller y acabo de salir
. ¿También asistes a un taller de manualidades? –El chino se sorprendió.
. Bueno, es lo que necesito para completar mi "Pacman" –Habló con media sonrisa en el rostro, mas Rei pareció no entenderle, pues cuestionó.
. ¿A qué te refieres?
. Pues eso parece el gráfico de mis actividades… tengo en cero completo las artes manuales
. Es que no van contigo –Rió levemente al imaginar al bicolor haciendo un biscocho o cualquier cosa dentro de la cocina –Realmente veo los deportes como lo tuyo
. ¿En serio? –Se apoyó en la pared que tenía a sus espaldas, cruzándose de brazos por la costumbre –Pues tienes buen ojo para esas cosas, mi…
Se detuvo de golpe, por suerte antes de cometer el error nuevamente, llamando la atención del neko, que le quedó mirando atentamente ante su interrupción en la última palabra.
Maybe I tell him that I feel the same
I don't want to play no game
Cause when I feel his arms wrapped around me
. ¿Qué pasó? –La curiosidad pudo más que él y, al final, se vio irrumpiendo en los pensamientos de Hiwatari -¿Por qué te detuviste?
. ¡Ah, no es nada! –Pensó en algo rápido, intentando evadir el tema, que no era algo grave, pero mejor evitar que lamentar el regaño –Sólo que… no me había fijado antes en el dulce que traes
. ¡E-Eso! –Un sonrojo tomó sus mejillas entonces –Bueno, la verdad es que yo… había… había guardado este para ti, porque… yo…
. Muchas gracias. Es un gesto muy bonito
Su interior saltó de alegría y en su mente formó una sonrisa cuando le vio tan cohibido por una simple respuesta, por lo tanto, se vio en la obligación de interrumpirle para sacarte de su timidez tan común últimamente y lograr hacerle sonreír otra vez.
. ¡No, gracias a ti por recibirlo! –Sacó del plato el papel film que le envolvía y se lo extendió al ruso para que lo recibiese –No sé si te gusta el chocolate, pero en verdad yo necesitaba tu opinión
. Comprendo… -Tomó el dulce del plato y le miró antes de cualquier otra cosa, notando el dulce color algo negruzco que tenía –Por otra parte, los barozzi son mis dulces favoritos, pues combinan lo dulce con lo amargo de manera exquisita
I know I meant to say no
Y, de una vez, lo probó. El asalto que le provocaron los sabores a su boca fue inmenso y él no pudo explicar la fría corriente que le recorrió la espina, como si un rayo le hubiese azotado, cuando llegó a la capa interior del biscocho, donde se hallaba el dulce chocolate, mezcla con leche, casi derretido en el interior… entonces, un pensamiento acudió a su mente, recordándole el sabor que los labios del asiático frente a él, expectante, le había causado.
'Sí, eso es a lo que me recuerda…'
A unos segundos de silencio se vio sometido el chinito de pelo negro antes de que su respuesta llegara… mas esta no era la que él esperaba.
Los brazos del ruso le tomaron por la cintura y le atrajeron hacia él, dándole la vuelta de manera un tanto brusca, para que quedase con la espalda en contra de la pared, con el bicolor tapándole la salida, mientras unas fuertes manos le tomaban por la muñecas, manteniendo sus manos por sobre la cabeza de ambos… y sus labios unidos en un fogoso roce.
Bus he's irresistible
Up close and personal
Now inescapable
I can hardly breathe
Mas el apaciguamiento que Kai experimentaba no duró por mucho tiempo, y pronto su lengua traviesa comenzó a buscar el acceso a esa húmeda boquita algo sonrosada por la presión a la que se mantenían, paseándose por entre los labios gruesos, mojándolos lenta y cándidamente, incitando al menor a ansiar más contacto, más de ésos choques eléctricos que les sacudieron la primera vez, lográndolo luego de unos segundos de estar hostigando.
Rei abrió sus labios ya húmedos, con un suspiro que quebró su defensa, y pronto la lengua del ruso estuvo haciendo lo suyo, jugueteando, haciendo todo tipo de travesuras dentro de su cavidad bucal, provocando a su otra compañera a moverse y seguirla, acto que le fue imposible negarle a su cuerpo, que rogaba por un poco de atención; sin duda, el deseo era más fuerte que él y simplemente era demasiado delicioso aquello que experimentaba como para negárselo.
Dentro de sus bocas, y con cada contacto, el sabor del barozzi era compartido, llenándolos de un fuerte deseo y haciéndoles degustar lo maravillosamente dulces de sus bocas junto al postre que Kai había probado… era increíble e inexplicable la cantidad de sabores que sentían y, al mismo tiempo, les instaban a continuar.
Cuando se separaron fue por la falta de aire, y esto sólo fue por sus rostros, ya que sus cuerpos seguían unidos, negándose a perder el calor que el otro les brindaba; Sus rostros estaban por completo sonrojados por el reciente acto y sus ojos observaban las joyas ajenas con detenimiento, como no pudiendo creer lo maravilloso que había sido.
More than just physical
Deeper than spiritual
He's ways are powerful
. Eso… eso fue… -Kon intentó expresar algo, pero sus labios se trababan, excitados ante lo que acababan de experimentar.
. El sabor de tus labios es lo que yo sentí cuando comí el barozzi… -Se explicó el ruso-japonés, con palabras entrecortadas por el rápido respirar que llevaba –Y yo quería que supieras el dulce néctar, delicioso, que tiene tu boca y me ha hecho delirar hasta este momento
. Kai –Sus mejillas, de por sí rojas, volvieron a tomar color violentamente.
. Lo siento nuevamente… y gracias
Antes de que el neko-jin pudiese expresar algo, Hiwatari l soltó y se dispuso a marcharse, caminando a paso calmo en dirección contraria a los cuartos de los hombres, sino que hacia el patio de la escuela, seguro… a pensar un poco, como se lo había dicho antes…
. Yo también te lo agradezco mucho, Kai –Y una de sus manos, se fue a posar sobre sus labios, que callaron el secreto.
Irresistible to me
Tsuzuku……………
