Disclaimer: Los personajes de Rurouni Kenshin no me pertenecen, solo la idea de la historia es mía.
Escrito por: Alcione Yil de Cfiro / RinKo InuKaiCapítulo 4: Conviviendo con un desconocido
-Primera parte -
- No es posible... qué no sepan dónde esta mi niña – decía una anciana al borde de la desesperación.
- Tranquila – dijo un anciano caminando hacia el ventanal que daba a las afueras de los hermosos jardines de la mansión Takani.
-Como me pides que me tranquilice... mi niña se encuentra en compañía de un hombre que no sabemos quien es... ni que le ha hecho a Meg – dijo la anciana mirando hacia la puerta donde entraba el Señor de la casa.
- Es un joven como de la edad de mi nieta... no es una mala persona... prometio que cuidaría de ella... si no... – dijo el anciano girando su cuerpo para encontrarse con la penetrante mirada del recien llegado.
- Es absurdo... no podemos confiar en ese hombre... temo por la vida de mi hija... ya debería estar de regreso son las 10:00 de la mañana... – dijo el hombre interrumpiendo las palabras del anciano, estaba desesperado.
- Saito... mi pequeña Meg debe estar asustada... actuo impulsivamente... es normal que no quiera regresar... tal vez piense que la obligarás a casarse o la reprendas – dijo el anciano caminando hacia él.
- Tú no entiendes nada Okina... se trata de mi única hija... mi tesoro... el recuerdo que me dejo su madre – dijo Saito en voz baja las últimas palabras.
- Te entiendo a la perfección yerno... pero en estos momentos sé que mi nieta esta en buenas manos... ese muchacho tenía valores que algunos de nuestro nivel no conocen... estoy más que seguro que unos días ella regresará o llamará... solo dale tiempo – dijo Okina con su voz serena posando su mano en el hombro del padre de su nieta.
- Pero... si este tipo le llega a poner una mano encima a mi Meg... TE JURO QUE NO CONTARÁ SU HAZAÑA... espero que tengas razón... y que en cualquier momento llame – dijo Saito con molestia en sus palabras mezcladas con preocupación.
- Con mi vida te respondo – dijo Okina tranquilo, recordando la mirada triste de su nieta – se que estará bien...
- me asusta la idea de pensar que mi niña este viviendo con un desconocido... por los CIELOS... ¿ Cómo habrá pasado la noche?... ¿ dónde habrá dormido? – decía la anciana para ella misma más que preocupada.
Saito volteo rapidamente tomando de los hombros a la nana, le hablo con ira
- Basta... deja de pensar en calamidades nana... Meg esta bien... confiemos en la palabra de ese joven... – los ojos de la anciana se abrieron de par en par, su cuerpo se sobresalto por el tono de las palabras del hombre, su mirada se clavaba en la los ojos de la mujer - mi hija esta en buenas manos – dijo con angustia intentando convencerse, sentío que Okina le palmeaba su espalda para que se tranquilizase.
- Lo... lam...en..to mi... Se...ñor... perdo..ne..me – balbuceo la anciana temerosa que bajo su vista apenada.
- No nana... perdoname tú a mí – dijo el hombre soltando de su agarre a la anciana, se incorporó caminando hacia la puerta para salir del lugar.
- ¿ Adónde vas Saito? – preguntó el anciano sereno.
- A descansar – giró la perilla – sólo te daré una semana... – clavo su vista en la madera - si en ese tiempo mi hija no aparece... te juro que hasta debajo de las piedras la voy a buscar... el joven ira a la cárcel – dijo saliendo del despacho.
- Esto no pinta nada bien – dijo la anciana asustada.
- Es tiempo suficiente para encontrarla – dijo el anciano mirando la puerta.
- Espero que tengas razón Okina – dijo la anciana mirandole – El señor Saito va matar a ese jovencito -
- No si, yo puedo evitarlo – dijo Okina decidido – Ella esta bien... lo sé – el anciano sonrió.
OoooOoooOoooOoooOoooOoooOoooOoooOoooO
Después de la embarazosa escena... había llegado a sentarse a la orilla de la cama... sentía el calor agruparse en sus mejillas... que habría pensado el joven que acompañaba a Sanosuke... - nada bueno de seguro – pensó para ella misma, pasaron escasos 15 minutos tras el vergonzoso suceso... cuando la puerta de la habitación se abrió lentamente, escuchó los suaves golpes contra la puerta.
- ¿ Se puede ? – preguntó Sanosuke sin asomar la cabeza, su mano sostenía la perilla... estaba nervioso por la reacción que pudiera tener la joven... ella no era igual que las mujeres que conocía por allí... que pasaban una noche juntos compartiendo una cama fría... sólo para satisfacer su instinto... y luego se marchaban... la señorita Takina era diferente... sonrió al dejar volar su imaginación... preguntándose lo que sería pasar una noche con ella... una cama cálida... con la que incluso dormiría toda la noche, velaría su sueño... la tendría recostada contra su pecho, sujeta por la cintura de manera posesiva... estaba seguro que una vez de tenerla así de cerca sería imposible dejarla ir... definitivamente era una mujer hecha para comprometerse para toda la vida y formar una familia... sonrió y tragó saliva a la vez... era una Diosa exquisita... como deseaba robarle unos cuantos besos...
- Adelante – se escuchó la voz femenina que atrajó de sus pensamientos a Sanosuke.
- Buenos días – entró a la habitación - ¿cómo dormiste? -
- Buenos días ... bien gracias – dijo Megumi sin mirarle.
Sanosuke supo por la actitud de la joven... que ella se había dado cuenta de los pensamientos pecaminosos que Tsuna había tenido hacia unos minutos.
- Lamento lo ocurrido hace un rato... no era mi intensión que te sintieras mal – dijo Sanosuke caminando hacia ella, podía observar sus piernas blancas. tersas, bien delineadas, distrajo su mirada hacia el rostro de la joven que ahora le miraba.
- No te preocupes... fue mi culpa... debi imaginar que tendrías amigos que te visitan... soy yo la que te ha venido a incomodar... – dijo mirandole fijamente a los ojos.
- No hay problema... ese es Tsuna, un amigo de la infancia... es de confianza – dijo Sanosuke sentándose a un lado de Meg.
La joven tensó su cuerpo al sentir el calor corporal del joven cerca... quiso ponerse de pie, pero fue detenida por la mano de Sanosuke que le asía por el hombro delicadamente, sin mucha fuerza... Meg se quedo quieta miraba sus manos entrelazadas jugar nerviosas, sus dedos se frotaban entre sí.
- Ese joven... debió... pensar que... yo... – dijo Meg balbuceando.
- ¿Tú que? – preguntó Sanosuke interrumpiéndole, posando su mano en la barbilla de la joven obligándole a que le mirara a los ojos, giró su rostro.
- Que... yo... – Meg tembló al contacto y al ver los ojos del joven muy cerca de los de ella... sus rostros estaban a escasos centímetros, sentía su respiración golpear sus mejillas – pase la noche contigo – soltó de golpe Megumi bajando la mirada en la misma posición.
- Eso no es cierto – dijo Sano hablando sensualmente... le gustaba tener cerca el rostro de la joven, le sostenía de la barbilla, la mantenía a su merced... era cuestión de inclinarse y tomaría prisioneros los labios de la joven – Mírame – susurró
Megumi obedeció, le miró, percibió un extraño brillo en los ojos de Sanosuke... se estaba asustada nunca antes alguien le había tenido tan de cerca y de la manera en que le tomaba la barbilla.
- Tsuna es de confianza, él sabe que entre tu y yo no pasó nada – dijo Sanosuke sin despegar sus ojos de los de la joven.
- Pero... la camisa que me puse – balbuceo... era presa de los nervios... – tu pantalón... Sanosuke... no soy una niña... ese chico... -
- No hay nada de lo que tengas que avergonzarte... él cree en mi palabra – dijo Sanosuke acercándose peligrosamente para desaparecer la distancia que les separaba.
- No creo que esto este bien – soltó de golpe Meg sin moverse... temía en lo que el joven pudiera hacerle – Invade mi espacio personal joven Sagara -
Sanosuke detuvo su movimiento, estaba a unos centímetros de probar la gloria, pero las palabras de la señorita Takani, le hicieron regresar de su hipnotismo, ella tenía razón... eso no era correcto... no podía aprovecharse de la situación... Meg confiaba en él, no podía darse el lujo de asustarla... tal vez la joven saldría corriendo y no quería pensar en desfortunios... recordó las palabras de su abuelo... el viejo simpático que le confiaba la vida de su nieta... - Muchacho cuídala mucho... es mi mayor tesoro... te mataré si algo le pasa – sonrió, El día que besará esos atrayentes labios... sería por que ella estuviera de acuerdo... no haría nada que ella no quisiera, se aparto de ella soltando su barbilla.
- Disculpa Megumi... – Sanosuke se puso de pie – no dejes de llamarme por mi nombre – dijo Sanosuke abriendo el closet para sacar ropa.
- hai – Megumi respiro tranquila... las sensaciones de su cuerpo la desconcertaban... se había molestado con ella misma por haber alejado a Sanosuke... una parte de ella había deseado que el joven no se apartará y que le hubiera besado... su primer beso... y con un desconocido... como en sus sueños.
Sanosuke sacó de un cajón una playera y del closet un pantalón de mezclilla – iremos a desayunar fuera – dijo sin mirarle, se dirigía al baño para cambiarse – hoy es mi día libre –
- Este... no creo que sea conveniente que salgamos – dijo Meg ruborizada al verle sin camisa... entrando al baño con su ropa.
- Te apena que puedan verte conmigo – dijo Sanosuke sin mirarle.
- No es eso... creo que al quedarme a dormir en tu casa... he dejado muy claro que la diferencia de clases sociales no me interesa – dijo Meg con determinación... cosa que sorprendió a Sanosuke.
-Entonces – giro su rostro para mirarle.
- Pues... recuerda no tengo que ponerme – dijo Meg bajando la cabeza clavando sus ojos en sus pies descalzos.
Escuchó una sonora carcajada... levantó su vista y le vio recargado contra el marco de la puerta de la entrada del baño... con una seductora sonrisa en sus labios... que la molesto de sobre manera... acaso se burlaba de ella...
- ¿ De que te ríes? – preguntó molesta Megumi levantando una ceja – ¿ qué es tan gracioso?... no te burles de mí – dijo notoriamente con su tono de molestia.
- Oh no Megumi, es que olvide que no tenías que ponerte... disculpa... no quise ofenderte – dijo Sanosuke entrando al baño – deja me cambio y pensaremos que hacer
OoooOoooOoooOoooOoooOoooOoooO
- Sigo preocupada mi amor... Meg no aparece y temo por lo que mi tío Saito pueda llegar hacer – decía una joven de cabellos azabache sosteniendo en sus manos un teléfono móvil.
- Megumi ya no es una niña... sabe cuidarse sola... – se escuchó la voz de otra persona al otro lado de la línea, un joven pelirrojo.
- Kenshin, eso ya lo sé... pero mi tío Saito es muy posesivo – suspiro – Okina San esta como si nada – dijo la jovencita.
- Kao chan, si Okina San esta en calma debe ser por que él sabe algo que nadie más sabe – dijo el pelirrojo con tranquilidad intentando contagiar a su prometida.
- Pues... la nana me dijo que el tío Saito le dio una semana a Okina San para encontrar a Meg chan... de lo contrario él mismo la buscará... y créeme cariño eso no es bueno – dijo la joven caminando de un lado a otro.
- Confiemos en Meg Chan... debe estar asustada... recuerda actuó sin pensar... lo más probable es que este bien... ya se reportará... no es una joven desconsiderada – dijo Kenshin.
- Ken – dijo con voz dulce.
- si, cariño – se escuchó por el auricular
- Podemos desayunar juntos... necesito pasar un momento a solas fuera de la mansión – dijo la joven con suavidad.
- Lo que desee mi princesa – dijo Kenshin melosamente.
- Ken... te amo tanto – dijo Kaoru con un brillo especial en sus ojos.
- No más que yo... eres mi razón de vivir... en cinco meses serás mi esposa – dijo en respuesta a las palabras de la joven.
- mmm... eso si Meg Chan aparece y termina de diseñar mi vestido de novia... como se le ocurre huir – dijo una frustrada Kaoru.
- Te dije que dejarás ese asunto por la paz... Megumi regresará y tu vestido de novia será hermoso... aunque siendo Tú la que lo portes... será opacado con tu belleza – dijo el joven.
- Que cosas tan lindas me dices Ken – dijo Kaoru con un leve rubor rosado en sus mejillas.
- Sólo digo la verdad – dijo Kenshin
- gracias ... bueno te dejo para arreglarme – dijo Kaoru.
- Nos vemos en un rato... te amo – se escuchó un sonido semejante a un beso.
- Y yo a ti... estaré lista antes de que llegues – dijo la joven
- Hai – se escuchó
- Chao – dijo la jovencita terminando la llamada.
OoooOoooOoooOoooOoooOoooOoooO
- Listo – dijo el joven castaño saliendo del baño vestido con unos jeans de color azul y una camisa tipo polo.
Sanosuke miro curioso hacia la chica, aún se encontraba sentada jugaba perdida con los botones de la camisa a la altura de su pecho... se acercó lentamente sin intención de asustarle o interrumpirle en sus pensamientos... le habló inclinando su cuerpo hacia la altura de su oído para susurrarle – Ya estoy listo - Megumi aún pensaba en que había sido mala idea actuar de manera impulsiva... ¿Qué rayos había pensado?... mmm... ese había sido el problema le decía su conciencia... no pensaste Megumi Takani... tu padre te va matar... de esta no sales viva... se sobresalto al sentir la respiración de Sanosuke cerca de su lóbulo... le miró perdiéndose en su mirada castaña... el joven le miraba embelesado al aspirar su aroma... le sonrió... Megumi se movió dejando una distancia considerable en Medio de ambos.
- Iré a casa de una amiga y conseguiré algo que puedas ponerte – le dijo Sanosuke no prestando atención a la reacción de la joven.
- Hai – Megumi asintió.
- No te vayas a ir... eh – le dijo el joven sonriendo picaramente, haciendo un guiño con su ojo izquierdo al momento que se perdía por la puerta.
- Como si pudiera ir alguna parte, vestida de esta manera – bufó Megumi molesta... ese joven si que sabía hacerla desesperar – Ni la burla perdonas Sanosuke – la joven mirando con los ojos entrecerrados hacia la salida de la habitación.
- Lo decía por si las dudas – asomó su rostro para verla fruncir el ceño y ver como le aventaba un cojín.
- Creo que empezaré a Odiarte – dijo Megumi con una sonrisa maliciosa... un extraño brillo se apodero de sus ojos... le llenaron de vida el rostro pálido.
- Eso es cariño... te vez preciosa sonriendo de esa manera – dijo Sanosuke esquivando el cojín – el brillo de tus ojos resalta tu belleza... no dejes de sonreír ¿quieres? – dijo el joven castaño observando como Megumi borraba la sonrisa de sus labios para bajar su rostro clavando su mirada a sus pies descalzos, quería evitar que el joven se percatará que sus palabras le habían hecho ruborizarse... reflejo una media sonrisa al escuchar en su mente las palabras ... cariño ... preciosa... belleza...
- Regresaré pronto – dijo Sanosuke observando que su comentario más de darle confianza a la joven la había inhibido... ahora se daba cuenta que podía regresar a la vida ese angelical rostro e inyectar de felicidad esos tristes ojos... ese brillo que le hipnotizaba sin piedad.
- Hai – Megumi escuchó los pasos del joven alejarse y salir del lugar, dando un portazo... se puso de pie quedando justo frente al tocador... viendo su reflejo en el espejo... confirmó las palabras del castaño... el brillo de sus ojos regresaba poco a poco...
OoooOoooOoooOoooOoooOoooO
- ¿Y es linda? – una pregunta al aire proveniente de una cocina.
- Muy hermosa... tiene ojos marrones... cabello largo azabache hasta la altura de la cintura... tez blanca... labios rosados... – dijo un chico dando mordida a una pieza de pan tostado con mermelada.
- Basta que me pongo celosa... te fijaste muy bien en ella, Tsuna – dijo la joven dejando una taza humeante con café de contenido.
- Sayo... tú me preguntaste – dijo atrayéndola hacia él, mientras pasaba su brazo por la cintura de la joven.
- De todas formas... dices que Sanosuke casi te jura que no paso la noche con ella... mmm... viniendo de Sanosuke no sé que creer – dijo la chica sentándose en el regazo de su acompañante.
- Créelo... mi amigo será lo que quieras.. Pero si es un caballero... y como te digo la señorita no tiene cara de ser una chica fácil... al contrario tiene una presencia elegante... a mi se me hace que Sanosuke secuestro a la novia – dijo Tsuna.
- mmm... eso es más extraño aún... – dijo con serenidad - ¿ cómo que secuestro a la novia?... ¿de qué hablas? – preguntó curiosa y con sorpresa Sayo sin despegar su vista de los ojos de su novio, al terminar de procesar las palabras que le había hecho saber Tsuna.
- Pues mira... cuando le insinué a Sanosuke que la jovencita era su cliente... él primero guardó silencio y luego me dijo que luego me contaba... aparte de que me dijo que de eso ni una palabra a nadie... – dijo Tsuna
- Ni a mí – preguntó con los ojos abiertos de par en par la joven.
- Ni a ti – dijo Tsuna.
- Cariño, no sabes guardar secretos... ya me has dicho todo – dijo Sayo besando sus labios.
- Bueno... tú eres mi novia... aparte se que no vas a decir que te dije o ¿sí? – le miró con la ceja alzada.
- Claro que no... soy una tumba – dijo Sayo con una sonrisa, deposito un casto beso en los labios de su novio.
Toc, Toc – se escucharon golpes tras la puerta...
- mmm¿ quién será? – dijo la chica con molestia... se encontraba sentada en las piernas de su novio... de una manera agradable haciéndose cariños que no quería apartarse de él.
Se escuchó una vez más los golpes contra la madera.
- Ya voy , ya voy – dijo la castaña poniéndose de pie pesadamente para abrir la puerta.
La joven abrió la puerta, encontrándose con su amigo y compañero de trabajo.
- Buenos días cariño – saludó Sanosuke con un beso en la mejilla de la joven.
- Buenos días Sanosuke – dijo la joven en voz muy alta para que su novio estuviera alerta.
- ¿ Dime acá esta Tsuna ? – preguntó el castaño entrando al departamento.
- Aja... en el comedor – le miró caminar hacia el comedor.
- Necesito que me hagas un favor - dijo el castaño caminando en busca de su amigo.
- Claro – caminando detrás de él – ¿ quieres comer algo? – preguntó viéndole sentarse.
- Buenos días Tsuna – saludo el castaño.
- ¿ Que tal amigo... como amaneciste? – le dijo de manera calmada bebiendo de la taza con café.
- Gracias Sayo... ya tengo planes – respondió el castaño.
- ¿Cómo te fue ayer en tu trabajo? – preguntó de manera inocente Sayo... para ver que averiguaba... pero... el castaño era demasiado listo y conocía a sus dos amigos como la palma de su mano.
- le has dicho a Sayo¿cierto? – dijo el castaño sin mirar a la joven, su vista estaba puesta en su amigo.
- Sanosuke... sólo fue una pregunta¿ de qué hablas? – dijo la joven,
- No sabes hacer de detective Sayo... debía suponerlo; Tsuna no puede guardarte un secreto – dijo Sanosuke molesto.
- Pues si ya lo sabes para que expones a tus citas en el departamento – dijo Sayo mirándole.
- Para empezar... no es mi cita y en segundo saben que nunca he amanecido en mi departamento con una mujer y por último... La señorita que estaba en mi departamento durmió en mi cama, yo dormí en el sofá... aunque no lo creas Tsuna – dijo el joven viendo la cara que ponía su amigo – te estoy diciendo que la joven que esta en mi casa es la chica a la que ayer llevaba para casarse pero se arrepintió y como era tarde la traje a mi casa... no tenía que ponerse... no podía dejarla dormir con un vestido de novia... le preste una camisa y bueno ya no daré más explicaciones no tengo por que – dijo Sanosuke dándose cuenta que prácticamente ponía al tanto de todo a los chicos... que le miraban asombrados por lo que les decía... – así que sírvanse por bien informados cuando les digo que no podría tocar a la señorita -
- Lo que tu digas Sano – dijo Sayo bajado la mirada.
- No es lo que yo digo... es lo que es – dijo un molesto Sanosuke – me siento algo nervioso... aunque no lo crean... no sé que vaya ocurrir, su familia tiene mucho dinero y pueden acusarme de secuestro... definitivamente actué sin pensar -
- La joven debe ser muy linda... tal como la describió Tsuna para que no hayas podido resistir a sus encantos – dijo Sayo sonriéndole.
- Pues es muy hermosa... eso no lo voy a negar...- dijo Sanosuke mordiendo pan tostado con mermelada.
- ¿ Y qué piensas hacer? - preguntó curioso Tsuna.
- No lo sé... ella tiene que decidir que hacer... no la puedo echar del departamento... le prometí que le protegería a su abuelo – dijo el castaño
- Por el cielo... ¿qué tú hiciste... qué? – dijo la chica sobresaltada.
- Lo que escuchaste – movió su cabeza hacia atrás pasado sus brazos enlazados en la nuca.
- Pues estas en un grave problema... si te denuncian te quedarás sin trabajo... te vendrán a buscar – dijo Sayo.
- Ahí es donde necesito de tu ayuda – sonrió mirándole de reojo en la misma posición.
- ¿Nani? – preguntó la chica desconcertada.
- Me mantendrás informado de lo que ocurra en la oficina, si es que me van a buscar... mañana me reportarás enfermo... – dijo el castaño.
- Qué pasará si van a tu casa a buscarte... encontrarán a la chica – dijo Sayo preocupada.
- No encontrarán a Megumi en casa... ya que estará acá contigo... no puedes negarte hacer ese favor – dijo Sanosuke poniéndose de pie y mirándole.
- Pues sabes... que te ayudaría en cualquier cosa... pero Sanosuke te estas arriesgando mucho por alguien que apenas y conoces – dijo Sayo.
- Es una buena jovencita... ella no tiene la culpa de que su padre quiera controlar su vida – dijo Sanosuke recordando el rostro lleno de lagrimas de Megumi cuando le pedía de su ayuda para escapar de su condena.
- Tsuna dile algo... por el amor de Dios – dijo Sayo mirando a su novio.
- Bien amigo... cumple tu promesa... protege a esa chica hasta de su propia familia si es necesario – dijo Tsuna sonriendo.
- Gracias amigo sabía que comprenderías – dijo Sanosuke.
- Tsuna que locuras dices... eso no era lo que esperaba, no tienen remedió – dijo la mujer más preocupada aún.
- Otra cosa más – dijo Sanosuke distrayendo a la chica de la discusión que iniciaría con su novio.
- ¿Hay más? - preguntó incrédula Sayo
- Necesito que me prestes ropa para Megumi... ella sólo tiene un vestido de novia y mis camisas... no creo que sea conveniente que salga así a la calle... quiero sacarla de paseo... es mi día libre – dijo Sanosuke.
- Ya veo – Sayo entró a una recamará, minutos después salió con una bolsa con algo de ropa – eso le servirá para tres días... debes llevarla a que compre algo más... – dijo Sayo entregándole la bolsa.
- ¿algo más? – preguntó recibiendo la bolsa.
- Aja... ropa interior – susurró para el oído del joven, logrando un sonrojo en las mejillas de él - no creo que tú quieras comprársela – le dijo la chica guiñándole el ojo, le sonrió.
- Gracias Sayo... eres un amor – dijo Sanosuke.
- Cierto... mi amor – dijo posesivamente Tsuna abrazándola por la cintura por detrás.
- Lo sé – dijo Sanosuke dirigiéndose hacia la puerta.
- Sano, pueden venir a cenar con nosotros, si a tú protegida no le incomoda – dijo Sayo con una sonrisa.
- Gracias aquí estaremos como a las 8:00 pm – dijo el joven castaño girando la perilla, saliendo del lugar.
La pareja vio retirarse a su amigo con firmeza y determinación, le desearon suerte en silencio.
- Tsuna por que no intentaste convencer a Sano de que regresará a la joven a su casa – preguntó Sayo recargando su cabeza hacia tras topando con el pecho del joven que la tenía abrazada.
- Por que sería inútil – dijo Tsuna girando a Sayo para que quedare frente a él.
- ¿Inútil? – preguntó la jovencita mirándole fijó en sus ojos.
- No viste el brillo de la mirada de Sanosuke ... es la mirada de un joven enamorado... tratándose de Sanosuke lo último que hará es querer apartar a la joven de su lado – dijo Tsuna con voz apagada – es una lastima que se haya enamorado a primera vista y de la persona equivocada... déjalo ser feliz mientras pueda -
- Tienes razón... espero que Sano no sufra... no se lo merece – dijo la joven abrazándose de su novio.
OoooOoooOoooOoooOoooOoooOoooOoooO
Hola chicas... espero que la demora haya valido la pena... lamento que me hayan esperado tanto... pero anduve algo ocupada... pero bueno este capítulo para compensar lo hice largo... así que espero que lo disfruten... si recibo muchos reviews... actualizaré para el jueves... puesto que esta es la primera parte de conviviendo con un desconocido, me quedo muy largo así que lo he dividido en dos partes...
Comadre espero que te gusten las escenas de Sano y Meg... si hay algo que no va con ellos... no dudes en jalarme de la orejas... jeje... tu ahijado esta creciendo...
Ahora los agradecimientos: tomoerelena, Alexandra Shinomori, Emina-dono, Cleoru Misumi, MONIKA-DONO, Aiko1504 (Hola amigui, espero que te guste el capí, gracias por tu apoyo, espero tu reviews) Arashi Shinomori, misao de shinamori( Hi, gracias por tu apoyo amiga... eres muy buena amiga... no lo dudes... yo no lo hago), Lara( Hola Lara... sabes me gustaría poder tener contacto contigo, si no es molestia podrías dejarme tu correo para agregarte a mi msn... este capítulo va dedicado a ti y el que sigue también, solo que lo dividí en dos partes ... espero lo disfrutes) gabyhyatt, Arcasdrea. Chicas muchas gracias por sus bellos comentarios... me dan mucha motivación... las quiero mucho a todas, saben que las que no están acá respondidos sus reviews es que lo hago por el REPLY.
Nota aclaratoria : Para las chicas que pensaron que Shogo quiere algo con Misao... pierdan cuidado que no es así... Misao es la mejor amiga de Shogo y la conoció en otro país mientras estudiaba literatura... así que si Aoshi debe a alguien su felicidad es a su Hermano mayor... más adelante pondré algo sobre la relación entre Shogo y Misao... que es más de Hermano mayor a Hermanita menor...
Como saben este fic esta dedicado a mis amigas las chicas Kazuko... somos las mejores...
Pd. Durante el resto del día en mis ratos libres voy actualizar otros fic... así que estén al pendiente.
NO OLVIDEN DEJAR UN REVIEWS AUNQUE SEA PEQUEÑO... besos y abrazos..
Les quiere Alis Chan...
