Capítulo 2: Kafei

Dentro del bar, el ambiente era cálido. Una melodía tranquila inundaba el local. Frodo tuvo que bajar unas escaleras para llegar al lugar principal. Al frente, tenía un escenario (que estaba vacío) y a su derecha, el bar y el mesón. Frodo sacó unas monedas y pidió un vaso de leche. El camarero empezó a hablar con una persona que estaba al lado de Frodo.

- No se lo que tu pienses, pero que la luna cada vez esté mas cerca no me pone muy tranquilo – dijo el camarero.

- Yo también estoy preocupado, hoy fui con la adivinadora y me dijo que quedaban cuatro días para que este mundo terminase – dijo el sujeto.

Frodo no quiso escuchar más de la conversación, dejó su vaso a medio llenar y se fue del bar. Si este mundo está destinado a la perdición, yo no seré parte de él - pensó. Se fue a la posada. Adentro estaba Anju.

- ¿Como le fue señor Frodo? – preguntó.

- ¿A qué hora cierra la alcaldía? – dijo Frodo.

- A las diez¿porqué la prisa? - Anju miró su reloj – aún son las nueve y media.

- Gracias – Frodo se fue.

- Que chico tan apurado – dijo Anju.

- ¿Que pasa querida? – dijo otra mujer que venía saliendo de la cocina.

- Nada, es solo un cliente que parece muy preocupado – Anju miró a su colega - ¿Supiste lo que me pasó hoy?

- Cuéntame – dijo la mujer.

- El señor Frodo tomó su reserva a la hora justa. Cinco minutos después llegó un goron 1 (ver aclaraciones) reclamando la misma reservación.

- Esos gorons siempre son taan frescos – la señora volvió a sus labores – por cierto¿qué prefieres más¿Pollo al curry ó carne con papas?

- Que sea carne con papas, pollo es para los jueves.

Frodo salió de la posada, giró a la izquierda, subió unas escaleras y se encontró en una plaza. Al frente de él estaba la alcaldía y a su lado un niño que guardaba la entrada a un agujero en la pared, tenía una polera blanca y shorts azules. Abrió la puerta y se encontró en una sala con forma de letra t. Las paredes y el piso eran de vívidos colores, había cuadrados verdes, amarillos y naranjos que le daban un toque alegre a las oficinas. No había nadie, salvo la recepcionista, quien estaba en un mesón entre dos puertas. Era muy joven y tenía el pelo verde. Frodo se acercó.

- Quisiera hablar con el alcalde – dijo Frodo.

- Mmmm lo lamento, el alcalde está en una reunión muuuy importante querido – la recepcionista trataba a Frodo como si él fuese un niño – pero puedes ver a la esposa si se trata de asuntos del carnaval.

- Muchas gracias – Frodo vaciló - ¿Cuál puerta?

- La de tu derecha querido.

Frodo se fue a la derecha y entró, adentro estaba una señora gorda con un vestido amarillo y una bufanda roja que serpenteaba. Al lado, la chimenea estaba prendida.

- ¿Qué deseas?- le dijo la esposa del alcalde, todavía no lo había mirado a la cara.

- Yo quiero saber como irme de este mundo señora – dijo Frodo.

- ¿QUÉ! – Dijo la señora – oye, tu me eres familiar… ¡ah! Pero si eres el detective que contraté jaja¡que tonta de mí! Era obviamente una broma – la señora buscó entre sus cosas y sacó una máscara – esta es la máscara que usan los miembros de la brigada Kafei – se la entregó a Frodo – Póntela.

¿Brigada Kafei? pensó Frodo.

- Si, si. He oído que han tenido muchos problemas para hallar a mi hijo – Frodo empezó a comprender algo de lo que decía – pero si es correcto lo que dicen, tú deberías ser de gran ayuda.

-Si, claro – Frodo no sabía que decir – ¿me podría decir a qué hora puedo hablar con el alcalde?

- No creo que puedas hablar con el durante esta semana. El carnaval del tiempo es algo en lo que se debe poner mucha dedicación. Pero si todo va bien, yo creo que pasado mañana podrías hablarle ¿Es muy urgente?

Frodo no quería alterar a la pobre señora – No.

- Bien. Espero que encuentren a mi hijo lo antes posible. Su boda es en dos días ¿sabes?

- Lo tendré en mente.

- Muy bien. Puedes irte.

Frodo se fue de la oficina, al salir, la recepcionista le dio un caramelo. Llegó a la posada y le extrañó que estuviese cerrada. Pensó que Anju habría ido a comprar leche. Se dedicó a observar su alrededor. Al lado del bar, un guardia vigilaba la salida este de la ciudad. Mas a la derecha, unas pocas luces iluminaban lo que pereciera ser un hada. La galería de tiro al arco estaba cerrada al igual que el salón de juegos. De repente, vio una sombra deslizarse por la oscuridad. Lo siguió.

Llegó hasta la alcaldía, se escondió detrás de una casa y logró ver como un niño vestido de verde que llevaba un escudo con tres triángulos y una espada hablaba con el pequeño que Frodo había visto antes de ingresar a la alcaldía. Estaban acordando algo y Frodo alcanzó a escuchar que el niño de verde dictaba una secuencia numérica, seguramente una clave de acceso a un club secreto. Frodo desistió de su búsqueda y se encaminó a la posada. Se le ocurrió ocupar su llave y, para su asombro, logró entrar.

Adentro estaba una mujer con cara de cocinera. Seguramente el turno de Anju había terminado.

- ¿Me puede indicar donde se ubican las habitaciones royal? – dijo Frodo.

- La habitación royal. Primera habitación al subir las escaleras. Buenas noches – la mujer tenía tono de pocos amigos.

Frodo subió las escaleras y entró a su habitación. Se encontró en la habitación más lujosa de su vida. Estaba muy oscuro. El reloj, que asemejaba el reloj principal del pueblo, marcaba las 10:30. Se acostó en la enorme cama y se durmió. Las ideas y sucesos del día le crearon sueños y visiones muy confusas. Mañana sería el día tres antes del fin. No era una frase muy alentadora…


Listo, este es el segundo capítulo. ¿Bueno? Léanlo y me mandan sus comentarios. Para los jugadores de Zelda que encontraron un error, mándenmelo y lo corrijo.

Aclaraciones:

1: los Goron son un tipo de criaturas características del mundo de Zelda. Son de forma ovalada, con la cabeza en la punta del ovalo, una boca larga y unos ojos redondos. Su espalda está hecha de roca y se pueden enrollar para deslizarse montaña abajo.

Los Deku son otro tipo de criatura. Son bajos en estatura y muy cabezones. Su cabeza redonda tiene un orificocircular (que hace de boca) por el cual pueden tirar semillas a grandes velocidades.