Capítulo 3: La carta

Frodo se levantó con los primeros rayos de luz. Corrió las cortinas y apreció un poco el pueblo. Al medio estaba el reloj, eran las seis de la mañana. Los techos de las casas estaban un poco húmedos. Seguramente llovió en la noche. Miró al cielo y notó que la luna estaba mucho más cerca que ayer. Tal vez tenían razón; este mundo podría estar llegando a su fin. El sonido de su estómago le alertó una cosa: era hora de desayunar.

Se vistió y bajó por las escaleras. En la recepción encontró a la misma mujer de anoche.

- Dónde encuentro el desayu…

- En la cocina. Se lo lleva a la habitación – estaba enojada.

- Gracias.

Frodo fue a la cocina, a medida que se acercaba, iba sintiendo un olor a quemado. Al llegar a la cocina, Anju estaba cocinando y por lo visto, había quemado el pan…

- Anju… - dijo Frodo – tu pan, está…

- ¡Ah¡Hola señor Frodo! – Anju se dio vuelta – Si se, ahora es mi turno y digamos que no soy buena cocinando – Puso leche, huevos, mantequilla y el pan quemado en una bandeja – Estaba a punto de llevárselo. Los de la royal tienen servicio a la habitación. Que amable que venga a buscarlo. Tome – Anju le entregó la bandeja – Que tenga un buen día.

Frodo se llevó su desayuno a su pieza y comió pan con una mantequilla deliciosa; era cremosa y tenía un suave color amarillo. Los huevos estaban bien preparados y venían sazonados con un poco de pimienta. La leche estaba fresca. Lo único malo era el pan que, aún estando quemado, le agradó a Frodo.

Tal perece que lo único malo que cocina Anju es el pan – pensó Frodo.

Como a las doce del mediodía, Frodo se despidió de Anju, quién empezaba su turno en la recepción y salió a pasear. El pueblo era muy pintoresco. Al frente de la posada se habían instalado unos malabaristas. Mientras hacían su actuación conversaban y Frodo pudo tomar algo de la charla:

- ¿Supiste lo que pasó con los deku 1? – dijo un malabarista vestido de rojo.

- ¡Si! – Respondió un malabarista vestido de azul – la princesa fue raptada y el rey está a punto de matar a un mono que se supone es el culpable.

- ¿Qué horror no crees? – dijo el rojo.

- Concuerdo contigo – dijo el azul.

Frodo se alejó y decidió visitar la parte norte del pueblo. Era mas deshabitada, solamente estaban ahí un guardia que custodiaba la salida norte del pueblo y un pequeño niño que trataba de reventar un globo. Frodo se fijó en el globo y notó que el dibujo del globo era idéntico a la máscara de la criatura que lo había raptado.

Frodo se fue por otra entrada y llegó a la parte de atrás del reloj. Fue a la izquierda y llegó a la posada. Entró. Adentro estaba Anju jugando al solitario.

- Buenos días señor Frodo – dijo cortésmente Anju.

Frodo se fijó en la hora. Eran las 1:58pm.

- Nada, solo venía a descansar – Frodo se sentó en unos sillones que quedaban al frente del mostrador - ¿muy aburrida?

- Si.

La puerta se abrió. Era el cartero. Se acercó al mesón y le entregó una carta a Anju.

- Ah! Ummm ¿Qué es esto? – dijo Anju.

- ¡Te he traído esto! – dijo el cartero.

- ¡Ah¡Espera! Esta carta ¿Dónde la…?

- Del buzón –sonrió el cartero.

- ¡Eso no es a lo que me refiero¿De cuál buzón?

- De un buzón en alguna parte.

- ¡Eso no es a lo que me refiero¡Por favor dime!

- Es un secreto – dicho esto el cartero se retiró.

- ¡Necesito saber! – le gritó Anju al cartero antes de que se fuera.

Frodo, quién se había fijado en la conversación, empezó a hurgar en su bolso y encontró la máscara de Kafei.

¿En serio así es Kafei? Pensó Frodo.

Se la probó. No era muy cómoda, pero te hacía pasar por otra persona. Anju se dio vuelta y miró a Frodo.

- ¡Ah¿Tú también estás buscando a Kafei? – Anju estaba emocionada – ¡Tengo un pedido! Kafei…yo tengo una pista…que te ayudará a encontrarlo. Hoy a las 11:30 de la noche, ven a nuestra cocina… hablaremos ahí.

Frodo se fue de la posada y decidió recorrer la ciudad. Fue a la galería de tiro al arco, donde una pareja de enamorados servía de guía. También entró al salón de juegos y jugó a la búsqueda del tesoro. Finalmente decidió conocer la parte oeste del pueblo. El reloj marcaba las tres de la tarde.

La parte oeste del pueblo era comercial; a lo largo de la subida, que desembocaba en la parte norte del pueblo, había numerosas tiendas. Había incluso una lotería. Frodo entró en una tienda. Adentro estaba un vendedor rascándose la espalda. No prestaba atención a Frodo.

- ¿Vas a quedarte todo el día mirando? – le dijo algo.

- ¿Qué? – Frodo miró a su izquierda, solamente había un espantapájaros.

El espantapájaros le habló:

- Oye tú. Te hablo – dijo el espantapájaros.

- ¿Qué quieres? – preguntó Frodo.

- Yo me la paso solo aquí. Eres la primera persona que me responde ¿Quieres ver cómo bailo?

- Bueno.

El espantapájaros empezó a bailar una canción. Según él, era la "canción del tiempo". Frodo sintió que el tiempo iba acelerando, se sentía raro, como metido dentro de un remolino. El mundo giraba, pero todavía veía al espantapájaros bailar. Cuando terminó, Frodo se sintió normal. Solo dos cosas habían cambiado: el vendedor no estaba y estaba muy oscuro. Miró el reloj, que otra vez era una copia del reloj del pueblo y marcaba las 11 de la noche. Tenía que ver a Anju.

- Gracias por la canción – dijo Frodo al espantapájaros – Adiós.

Frodo salió de la tienda y subió por la calle, antes de salir de la parte oeste, se quedó mirando a unas bailarinas que practicaban para el carnaval. Se quedó ahí unos 20 minutos y luego decidió partir.

Llegó a la posada y fue a la cocina. Anju todavía no llegaba. Eran las 11:25. Decidió ir al baño. Estaba abriendo la taza cuando una mano salió de ahí.

- ¡PAAAPEEEEL! – Gritaba - ¡papel por favor!

Frodo salió del baño apresurado y regresó a la cocina. Ahí lo esperaba Anju. Se dio vuelta:

- Perdón por molestarte tan tarde. Es sobre él… Kafei…. Recibí una carta de él.

¿Es extraño no? Recibir una carta de alguien que está perdido… ¡Pero no me equivoco al decir que es de él! Está claro para mí ¡Por favor!

- Está bien – dijo Frodo. Ya se había metido a fondo en el problema de Kafei.

-Aquí está mi carta. Ponla en un buzón. Cuando esta carta sea llevada… cuando él reciba mi letra… ¡tú podrás encontrarlo! Cuando lo hagas, dile que Anju lo espera. Y por favor, después de que lo veas, dime cómo se veía. Tengo miedo… yo… yo no puedo ir ¿Puedo confiar en que lo harás?

- Si, claro.

- Muchas gracias. Por favor envíala de inmediato.

Frodo salió de la posada y metió la carta en el primer buzón que encontró. El buzón era raro, porque tenía forma de casa puesta en un palo. De repente el buzón se movió.

- Tu carta fue recibida, será entregada mañana ¡Ka-ching1!

- Frodo se volvió a la posada, saludó a Anju y se acostó. El problema de Kafei le seguía en los sueños ¿Quién era¿Cómo era? Esa noche Frodo también estaba preocupado… La luna estaba mucho más grande que ayer.


Este es el tercer capítulo de mi fic. Los fans de Zelda que hayan jugado Majora's Mask y que obtuviesen todas las máscaras ya se deben haber dado cuenta de que Frodo se involucró en la historia de Kafei, vale decir, en los pasos para obtener la Couple's Mask. Recuerden, cualquier sugerencia es bien recibida.

Aclaraciones:

1: El sonido ¡Ka-ching! Es usado generalmente para describir el sonido que emite una caja registradora al acceder al dinero. Se ocupa cuando se habla de dinero.

Para los próximos capítulos, voy a copiar las conversaciones originales y traducirlas, además de agregar cosas mías (sino no sería de mi creación), por lo que me va a tomar más tiempo publicar cada capítulo.