Capítulo 4: El pendiente de las memorias

¡Toc-toc!

Frodo se levantó sobresaltado, alguien tocaba la puerta. Se levantó enseguida. No tenía ropa de dormir, solamente se cambió de polera y abrió la puerta. Era Anju.

- Buenos días señor detective, jaja – Anju dejó la bandeja con el desayuno en la mesa de Frodo – Hoy el pan no se quemó.

- Muchas gracias.

- Señor – Anju se puso más seria – debo darle algunas instrucciones… para localizar a Kafei… ¿Dejó la carta en el buzón?

- Si, anoche.

- Muy bien, esto es lo que haras: esperarás cerca del buzón hasta que llegue el cartero. Lo sigues por todo su recorrido hasta que encuentres el buzón donde sacó la carta y donde ahora la debería dejar. Con eso es más probable que encuentres a Kafei.

- Gracias Anju – dijo Frodo - ¿cuál era tu relación con Kafei?

- Él era mi prometido – Anju se entristeció.

- Disculpa – dijo Frodo.

- No, no importa – Anju se retiró.

Frodo miró su el reloj. Eran las 8:30am.

De acuerdo a lo que dijo Anju, Frodo se escondió detrás de unas cajas apiladas cerca del buzón. Para su sorpresa, los malabaristas estaban ahí de nuevo. Se esforzó por escuchar lo que decían:

- ¿Supiste lo que pasó con los deku? – dijo el rojo.

- ¡Si! – Respondió el azul – la princesa fue rescatada por un misterioso niño vestido de verde 1 y el mono quedó libre de culpas.

- ¿Qué raro no crees? – dijo el rojo.

- Concuerdo contigo – dijo el azul.

Frodo se interesó¿habría sido el niño de verde el mismo que el vio la noche en que llegó?

Justo en ese instante llegó el cartero. Frodo se asomó y vio como el sujeto sacaba la carta de Anju y se la metía en el bolso. El cartero se dio vuelta y siguió andando. Frodo lo siguió. Cuando iban por la calle, Frodo creyó, por un momento, haber visto a Sam. Pero como le había prometido a Anju, continuó persiguiendo al cartero.

Llegaron a la parte norte de la ciudad y el cartero empezó a sacar las cartas. El niño que trataba de reventar el globo seguía ahí. Frodo decidió ayudarlo y, sin que el niño se diese cuenta, lanzó una roca y reventó el globo. El niño quedó asombrado. El cartero ya se iba y Frodo lo siguió. De repente comenzó a llover.

Por lo visto, el cartero se dirigía a las oficinas de correo. Cuando entró, Frodo se quedó esperando en la plaza donde ayer había visto a las bailarinas.

Estaba mirando al cielo, dejándose mojar por las suaves gotas de agua cuando un goron que venía apresurado. Como no pudo evitarlo, ambos chocaron. Lo que le extrañó a Frodo es que al goron se le salió la cara. Frente a sus ojos, vio que la cara no era una cara de verdad sino una máscara y que el goron no era goron sino el mismo niño de verde.

- ¡Auch¡Fíjate por donde caminas! – dijo el niño.

- Disculpa – Frodo lo miró – perdona, pero ¿me podrías decir tu nombre?

- Link – dijo él, señaló a su hada – ella es Tatl.

- Hola – dijo Tatl.

- Oye – Frodo vaciló – escuche que alguien hablaba de ti hoy ¿tu salvaste a una princesa Deku?

- Corren rápidos los hechos – dijo Tatl.

- Si, fuimos nosotros – Link se levantó – me caes bien¿Cómo te llamas?

- Frodo.

- Muy bien Frodo – link sacó una ocarina – este mundo está llegando a su fin, pero si alcanzó a despertar a los cuatro gigantes, tal vez lo libre de tan mal destino. Nos veremos pronto – el niño tocó una melodía y unas alas blancas lo envolvieron y lo hicieron desaparecer.

- Vaya – dijo Frodo. En ese instante el cartero salió de las oficinas. Frodo se apresuró en seguirlo.

Lo llevó al lavadero, en la parte suroeste del pueblo. Frodo vio que el cartero tocaba una campana y que del otro lado del río salía un niño con una máscara amarilla a buscarlo. Frodo decidió inspeccionar el lugar de donde había salido el chico. Salto el río y se metió rápidamente en la casa.

Adentro había unas escaleras a la izquierda, Frodo subió y se encontró en una pequeña habitación con una cama, una mesa y unas cajas apoyadas en la pared. De repente se escuchó la puerta. Era el niño. Llegó a la habitación y se quedó mirando a Frodo.

- Pelo crespo, baja estatura, pies descalzos – sacó la carta – Anju escribió sobre ti en su carta. Parece que buscas a Kafei ¿puedes guardar un secreto?

- Si, claro.

- Anju confió en ti. Yo también lo haré – Se sacó la máscara – Yo soy Kafei.

- El Kafei que busco es un adulto, cuando te miro veo solo a un niño – dijo Frodo.

- Un extraño ser que llevaba una máscara me transformó en esto. Pero no me escondo porque luzca así. Cuando me cambiaron, fui a ver a la Gran Hada en la fuente en la parte norte. Pero en el camino, mi preciada máscara, una máscara de bodas, me fue robada por un hombre con una cara sonriente.

- Ya veo - dijo Frodo – cuanto lo lamento.

- Antes de mi ceremonia de bodas, yo era muy feliz. Yo fui robado por lo que me transformé – puso las manos en un pendiente que llevaba en el cuello – Yo se que Anju está preocupada… pero no puedo salir todavía. Le prometí que iba a traer la máscara – se sacó el pendiente – Este pendiente… dáselo a Anju.

Frodo tomó el pendiente, era precioso. Eran dos óvalos azules unidos a uno verde. A su vez, el óvalo verde en la parte inferior terminaba en dos rombos verdes. Arriba, el óvalo su unía a una cadena.

- Todo lo que dijimos es un secreto – dijo Kafei –mira por ese hoyo, Kafei señaló un pequeño agujero en la pared – las cosas robadas en este pueblo siempre terminan en la tienda de curiosidades. Espero para que ocurra. Desde ese hoyo, yo miro diariamente a los clientes. Ese ladrón aparecerá. Esperaré a que eso ocurra.

- Gracias – miró a Kafei – vendré mañana a verte. Adiós.

- Adiós. Muchas gracias por la ayuda.

Frodo se marchó del lavadero y regresó a la posada. Eran las 8pm. Anju estaba en el mostrador.

- Oh… ¿te encontraste con él?

Frodo le pasó el pendiente – Ten.

- ¡Ah! Es de Kafei… Gra… Gra… Gracias ¡Muchas gracias! He decidido esperarlo. Hice una promesa. Estoy bien, le creo.

Frodo se marchó a su habitación. Buscó en su baúl su cuchillo. Lo guardó en su ropa. Tal vez sería necesario. Después de eso, se acostó. El día había sido corto. La lluvia cesó. Afuera, el cielo estrellado pasaba desapercibido debido a la magnitud de la luna. Mañana, quizás, sería el día final.


¡Listo! No saben lo difícil que es jugar Majora's Mask e ir anotando lo que dicen las personas. Pero bueno, aquí está la quinta parte (capítulo 4) de mi fic. Espero que lo disfruten.

Quisiera agradecer a las pocas personas que me han apoyado en este fic ¡Todos los comentarios son bienvenidos! ¡Gracias!