El señor de los anillos: El viaje a Termina
La Historia de Pippin y Merry
Capítulo 13 - El viaje a otro mundo III
Frodo se adelantó al resto del grupo, quería ver cuanto alcanzaban a cabalgar antes de que oscureciera. El camino a seguir no era del todo amistoso, por lo que decidió que acamparían allí.
- ¡Sam! – Gritó – nos detenemos aquí, el camino es muy difícil.
- Si, mi señor – respondió Sam.
El caballo de Pippin estaba nervioso. Forcejeaba las riendas, como queriendo escapar.
- Tranquilo, tranquilo – le dijo Merry a su caballo.
- ¿Qué pasa? – preguntó Pippin.
- Nada, es solo el caballo, creo que algo lo alter…
Algo lo había tirado abruptamente de su caballo. Merry empezó a caer, atravesó el suelo, cruzó la tierra y cayó en un túnel que parecía no tener fin. De repente todo se paró y Merry notó que había tocado fondo. Cuando abrió los ojos, estaba en un pozo de verdad, cubierto hasta la mitad con agua. Había un balde al lado suyo. Escuchó voces llegando al pozo. Eran de mujer, mas bien, de niña.
- ¡…y no te olvides de traer agua para las vacas, Romani! – dijo una voz de mujer adulta.
- Si, hermana – dijo la niña Romani.
Merry empezó a gritar.
- ¡Ayuda¡Estoy atrapado en el pozo, vengan por mí!
Romani se acercó y miró en el pozo.
- ¡Cremia¡Ven rápido! – La hermana mayor vino corriendo - ¡Hay un niño atrapado en el pozo!
Cremia se asomó por el agujero.
- ¡Tienes razón! – Dijo Cremia – trae una vaca y una soga, rápido.
- ¡Si hermana! – Romani salió corriendo al establo.
- ¡Oye tu! – Le gritó Cremia a Merry - ¿estás bien?
- ¡Si! – gritó Merry, que, con su ronca voz dejaba claro que no era un niño.
- ¡Muy bien¡Vamos a sacarte!
Cuando Romani llegó con la vaca, Romani, Cremia y la vaca tiraron y pudieron levantar a Merry. Cuando estaban a punto de sacarlo, un pedazo de roca cayó encima de él y lo dejó inconsciente.
- Antes de que Merry desapareciera -
Merry ya no estaba más en su caballo. Pippin se puso nervioso. No se podía mover. De hecho, ya no estaba encima del caballo. Estaba en un lugar extraño, rodeado de luces rojas y negras que formaban un círculo a su alrededor. Quería gritar, pero no podía. Una criatura extraña apareció al frente de él. Sentía que la criatura lo arrastraba lejos y más lejos. Súbitamente, sintió que algo lo frenaba. Recibió un duro golpe en la cabeza y se quedó dormido.
Cuando abrió los ojos, estaba en un establo. El olor a heno y a excrementos le traía vívidos recuerdos de la comarca. Trató de pararse, pero sus miembros estaban muy adoloridos. Una figura entró al establo. Era un hombre alto, un poco enjuto de rostro y de constitución delgada. Tenía un bigote.
- Veo que despertaste, fue una gran sorpresa para mi y mi hermano el haberte encontrado en el pozo de agua.
- Si. Gracias por ayudarme – Pippin se tocó la cabeza - ¿dónde estoy?
- Estas en el rancho de los hermanos Ingo.
- ¿Cuánto tiempo llevo aquí?
- Mucho. Y tendrás que pagarnos lo que nos ha costado – el hombre le pasó una pala – limpiarás la basura del establo hoy y mañana irás a dejar el heno al rancho Romani.
- P-pero yo…
- Nada de peros. Trabajarás hasta que saldemos cuentas.
Pippin se quedó contemplando su pala.
Después de todo un día de trabajo, Pippin se sentó en su cama improvisada hecha de heno y contempló el techo. Pensaba si talvez Merry estaba en un mejor lugar…
Cuando Merry abrió los ojos, estaba en una cama, en una casa. Una niña pequeña estaba a su lado, mirando por la ventana. Todos los recuerdos del pozo se le vinieron a la mente.
- ¿Romani? – preguntó Merry.
- ¡Kyaaa!1 – gritó Romani - ¡como te acuerdas? Estas mucho mejor ahora. Cuando Cremia y yo tratábamos de sacarte del pozo, te golpeaste con una piedra. Cremia te trajo hasta acá.
- Muchas gracias. Oye ¿no viste junto a mí a una persona parecida a mí?
- No que yo sepa.
La puerta se abrió.
- Ya llegué - gritó Cremia.
- ¿Cómo te fue con el heno? – preguntó Romani.
- Bien. Hoy no vino un Ingo. Parece que contrataron a alguien nuevo.
- ¿Quién es? – preguntó Romani.
- Un tipo que se hacía llamar Pipón o Pippin.
Merry se levantó de la cama ¡era Pippin! Salió corriendo de la pieza y se dio cuenta de que la casa tenía dos pisos. Bajó al segundo y se acercó a Cremia.
- ¿De dónde venía ese Pippin?
- Del rancho de al lado – dijo Cremia – sales de nuestra granja y sigues el camino. El primer camino que veas es la entrada del rancho Ingo.
- Gracias dijo Pippin – salió corriendo, dejando a una Cremia asombrada y a una Romani sorprendida.
Pippin iba saliendo del rancho Romani cuando una voz muy familiar lo empezó a llamar desde el rancho. Pippin se dio vuelta y no pudo evitar una sonrisa. Era Merry.
- ¡Pippin! – gritaba.
Cuando ya estuvieron juntos, se dirigieron al rancho Romani. Allí se juntaron con las niñas y les contaron su historia, hasta el punto del que tenían recuerdos.
- ¿Así que te llamas Pippin? – dijo Cremia.
- Jeje. Eres igual de bajo y peludo que tu amigo – dijo Romani.
- Pero bueno, si vienen de otro mundo y no tienen donde dormir, pueden quedarse aquí si lo desean. Pero tienen que trabajar.
El color se fue de la cara de Merry.
- Claro, no tanto como en tu caso Merry – dijo Cremia.
Merry se alivió.
- Los dejaremos solos – dijo Romani – este va a ser su cuarto.
Pippin y Merry se quedaron solos. Merry, muerto de cansancio, se acostó en la cama.
- ¿Sabes Pippin? Esos desgraciados Ingos me dejaron muerto. Y por tu apariencia, diría que estás pensando en qué les pasó a Froso y a Sam. No te preocupes, lo pensaremos mañana.
- Jaja. Buenas noches.
Pippin se acostó y cerró los ojos.
¡Esta es la última historia en la saga del viaje a Termina! Espero que disfruten como comienza. Decidí hacer la historia de Pippin y Merry juntos porque los consideraba el "dúo inseparable" Mándeme sus comentarios.
Aclaraciones:
1: Para aquellos que no sepan, esta expresión es ocupada generalmente en los mangas que significa sorpresa o alegría. Se aproximaría a los ¡Aaaaay! Pero no con el sentido de asombro o miedo. No confundir con el clásico grito karateka.
