"Like a Black Kitti"
Basado en el fic de Itzukiai de Gundam Wing
"ENTRE DOS DESTINOS"
Wufei x Quatre
By Seiryu
CAPITULO 03
PEQUEÑOS DETALLES.
La piel se le estremecía una y otra vez tan solo recordando lo que había sido capaz de decir el día anterior. Era como si algo en su inconsciente le hubiera dicho "Desconexión!" y su otro yo hubiese hablado. Su pequeño corazón latía aprisa, ni siquiera sabía como actuar después de su, digamos de forma sutil, arranque emocional, por no decir estupidez con patas caminante y vociferarte.
Se sentó junto a la ventana y mirando por el horizonte, en el pequeño aparato de radio comenzó a sonar una bella y lejana tonada, sus labios sonrieron, era la precisa que necesitaba en ese momento para sentirse aún más melancólico y desolado...
Sus labios soltaron un suspiro con sabor a tristeza y sin saber como, el nombre de aquélla canción le hizo entender lo que comenzaba a sentir...
"Forever Love..." susurró para si, mientras la tonada volaba por toda la habitación sumergiéndolo en un sueño ideal de lo que debería ser su vida, al lado de alguien, al lado de ese alguien del que se enamoraría en algún momento. Y como si nada, la figura de Wufei sonriéndole se apareció en sus sueños, y su piel volvió a estremecerse...pero...
Solo era un sueño, el chino jamás mostraría una debilidad como aquélla, enamorarse, eso no estaba dentro de los parámetros de fortaleza de un guerrero como Wufei, no, ese chico jamás mostraría ese lado sensible y mucho menos, por un hombre...y pensándolo fríamente, jamás lo mostraría por un ser tan insignificante y débil a su lado, como él...
Y si en algún momento imaginó que Wufei pudiera interesarse en un hombre, ese prototipo sería algo como Heero o bien el mismo Trowa y hasta Duo, pero no él...porque era demasiado pequeño y frágil...un cero a la izquierda a su lado.
"Quédate conmigo" susurró en un momento cuando la canción llegó a esa estrofa...la música le hacia poco menos sentirse hundido en el foso de la desesperanza.
Miro el cielo, un día nublado, así como su conciencia y pensamiento. Cómo actuar, como desenvolverse, como seguir adelante cuando había descubierto aquélla pequeña espinita en su corazón y que comenzaba a hacerse notoria respecto a Wufei...
Suspiro
"Tell me Why, Tell me True..." volvió a suspirar cantando en un suspiro aquélla tonada..."forever love"
Rió amargamente cuando la última nota se fue de su mente y de su alrededor y por fin en el horizonte, el sol salió mostrando su hermoso amanecer y liberó al cielo de las feas nubes que amenazaron al principio con llorar, así como el mismísimo corazón del pequeño rubio.
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Minutos después...
En la puerta de su habitación alguien tocó, y lentamente, ésta se abrió dejando a la vista, la figura alta de Trowa que observó con ternura el pequeño bollito en el que se había convertido el rubio al mirar por la ventana sumergido en su tristeza.
"Que ocurre pequeño" dijo el chico más alto al acercarse a su amigo.
"Nada, supongo que la Depre de no servir para nada me tiene así" sonrió amargamente sin ser capaz de mirar a los ojos a Trowa.
"No digas eso" le reprendió el chico de ojos verdes "sabes muy bien que sin ti, esta última misión contra Marimeia no hubiese sido lograda"
Quatre rió ante eso, que acaso Trowa tenía un sentido del humor negro?...o acaso no se había dado cuenta que en verdad, el no había ayudado en nada...
"Lo único que hice fue ir por los Gundams" le observó con sus pupilas turquesa esta vez directamente a los ojos a Trowa, el cual no supo que responder.
Quatre volvió a fijar su vista en el horizonte, mientras no sabía de que seguir hablando, cuando la voz de Trowa volvió a reprenderle.
"¡Cómo puedes valorarte tan poco, siendo que otros como Duo y yo te valoramos tanto!"
"La lástima no es un buen regalo...sabias?" respondió el rubio.
"Fue Wufei¿verdad?" preguntó con la voz cargada de enojo el latino "ese chino idiota, te dijo todas estas cosas!"
"No tienen que decírmelas para que las note...yo no soy tonto, Trowa, si de algo sé en mi vida, es darme cuenta cuando alguien no es bueno para algo."
"Lo dice el chico que empujado por sus ideales casi nos destruye?...aquel al que ni Heero ni yo pudimos vencer en una pelea uno contra dos?...dime que no eres buen piloto y yo te recordaré mil veces como venciste a Heero en esa pelea." terminó por decir el latino sentándose a un costado del rubio.
"¡Orale! Ahora me sacas en cara que casi te mato?" dijo el rubio mirando serio a Trowa.-
"¡Claro! que no ves que quedé con trauma al espacio desde aquélla vez ¡Tu! malvado, que me atacaste sin mi permiso!" respondió serio el otro.
Se sostuvieron la mirada por un prolongado tiempo, hasta que sin poder más, ambos soltaron las risotadas y carcajadas a más no poder.
"Deberías ver la cara de Heero cuando le recuerdo que lo venciste" decía Trowa secando sus lágrimas de tanto reír.
"No hagas eso, Trowa, o Heero terminará haciendo un berrinche..." dijo serio el rubio, para luego volver a reír ambos ante la sola imagen del soldado perfecto haciendo berrinche.
"Bien" dijo ya más calmado el rubio con su sonrisa habitual, llena de ternura y cariño " a qué habías venido?"
"Es cierto...Todos están esperando en la cafetería para desayunar."
"Esta bien, entonces, vamos" terminó el pequeño rubio, tomando su abrigo y ayudado por Trowa, salieron en dirección a la cafetería.
Quatre no se sentía del todo aliviado, pero al menos, ya no estaba tan triste, la conversación con Trowa había ayudado a subir su ánimo una vez más, como para seguir su vida, con la misma pena que antes.
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Al llegar a la cafetería, los ojos del rubio quedaron fijos en la mesa donde se habían sentado los demás pilotos.
Como siempre Trowa se sentaría al lado de Duo, en frente Wufei y en la punta, Heero. El corazón de Quatre golpeó duro contra su pecho...al parecer, antes no lo había notado, pero ahora si, acaso él siempre se sentó al costado de Wufei y no se había dado cuenta?...no, era imposible.
Caminó con paso inseguro, y con las mejillas teñidas de un suave rosa, terminó por sentarse al costado del chino. Tenía frío, pero a penas se sentó a su lado, un calor suave y agradable, chocó contra su piel, un calor especial, que se desprendía del cuerpo de Wufei que le hacía sentir...extraño.
Al poco tiempo, Trowa llegó con su bandeja de comida y la puso frente al rubio.
"Ese no!" dijo Wufei suavemente, haciendo que Trowa alzara el rostro y fijara su vista en él, pero el chino ni siquiera se dio la molestia de dedicarle una mirada.
La mano de Wu tomó un pequeño postre que tenía en su bandeja y la intercambio con el que tenía el rubio en la suya.
"Dulce de leche, no mora, cuántas veces hay que repetirlo" dijo el chino levantándose de la mesa bajo la mirada enojada de Trowa.
Quatre le dedicó una sonrisa suave y apenada al chino, la cual, Wufei respondió con una también suave y libre de la molestia habitual que el oriental siempre mostraba en su ceño fruncido.
Trowa observó detenidamente las acciones de Wufei, era cierto, "¿Cuántas veces tendría que repetírselo?". Haciendo memoria, él siempre tomaba de la cafetería cualquier bandeja, sin preocuparse del postre que en ella venía, al igual que tomaba la de Quatre y Wufei siempre tomaba una con dulce de leche, por que cuando llegaban a la mesa, intercambiaba el postre de Quatre por el de él y el rubio le reprendía diciendo ¿cuántas veces debo repetirlo, dulce de leche, no de mora!.
Siempre...
Por qué se hacia tan notorio ahora.
Acaso era un juego de poderes que el chino había iniciado para hacer notar quien era el que conocía más al pequeño rubio... pero... ¿por qué?
Quatre sin siquiera levantar la vista y con las mejillas aún teñidas de rosa, desayunó lo más rápido posible y tomando el dulce de leche entre sus manos, salió corriendo de la cafetería dejando a los demás sin entender, pero, sin darse cuenta, un par de ojos verdes, tomaron con detalle cada pequeña reacción y sonrojo por parte del par de chicos.
Y más para si que como una idea a viva voz para todos, una sonrisa juguetona se apoderó de sus labios al comprender lo que comenzaba a suceder...
"polos opuestos...se atraen." sonrió aún más ante su pensamiento.
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Salió corriendo con todas sus fuerzas de la cafetería, tenía que huir de allí, del recuerdo, de las sensaciones que acababa de experimentar. Era extraño, demasiado para él, las actitudes, los arranques de idiotismo y sensibilidad que sin comprender aún "cómo" el rubio ejercía y provocaba en el le tenían en jaque total..
Quatre, un niño rico, demasiado débil y sensible, demasiado delicado y... "Rubio"...Rió al buscar aquel apelativo cuando los defectos del árabe se le acabaron...pero, debía aceptarlo, desde ya hacía algún tiempo que sentía aquel "sentimiento", por llamarlo de alguna manera, por Quatre, y también, por cada una de los defectos del rubio...
Y conocía la verdad desde hacía ya mucho... al parecer, aquel sentimiento, aquel raro escape hormonal, del cual al principio se hizo el desentendido, se había creado, en especial, al sentir atracción por cada una de las debilidades del rubio, que sin entender la idea de que si los odiaba, a la vez, le fascinaban, en especial...en el el árabe.
Suspiró Ya casi no lograba entender nada, ni siquiera por que le atraía, pero de que el rubio le gustaba, pues si...le gustaba, y mucho.
En ese preciso momento, Quatre salía de la cafetería en dirección al pequeño jardín ubicado entre los dormitorios y el lugar desde donde venía. Los ojos negros se clavaron fijos en la figura delgada que con la rapidez con la que abandonó el lugar, bajo el pálido sol de invierno, sus cabellos brillaron con majestuosidad mientras su mano se posaba con desespero sobre su pecho, y sus ojos tristes, veían con desesperanza el cielo.
Por qué dolía verle así..."pregunta tonta" dijo en un suspiro, y con paso lento, caminó hasta donde se hallaba el rubio.
"Estas bien?" preguntó el chino, haciendo saltar al rubio de la impresión.
"Wu...Wufei!...eeeehh, digo sí, si estoy bien" sonrió apenado al oírse tartamudear.
"No parece..."dijo el chino alzando su mano y posándola sobre la frente del rubio.
"Que estoy bien!" volvió a decir dando un paso hacia tras esquivando la mano.
"Esta bien..." respondió Wufei casi en un susurro lleno de molestia al sentirse ofendido...después de todo, el solo quería ayudar...
Su rostro volvió a su semblante habitual y dando media vuelta, comenzó a caminar para irse, pero...
"Wufei!" llamó el rubio "no te enojes, yo no quise..."
"¿Vienes?" preguntó de pronto el chino.
" ¿eh?"
"Voy a dar un paseo...¿vienes conmigo?"
Qué responder a eso...no sabía, pero no deseaba pensar en ese momento. Quatre solo sonrió suavemente, que diablos hacia él volviendo todo esto una tormenta, apenas con tres gotas. Era mejor no pensar ni calentarse la cabeza con melcochas sin sentido. Asi que simplemente asintió y comenzó a caminar junto a Wufei, sin saber a donde, solo, haciéndose compañía el uno al otro...
Un gesto de amistad, un detalle sin sentido...simplemente, un pequeño detalle en su amistad, que parecía florecer ahora que se acercaba la primavera.
Continuará...
N/A. bien, un capitulo bastante pa' tra', y es que la musa de la inspiración se fue y me dejo pagando...snif.
Gracias a aquellas que están leyendo, y por sus comentarios. ya sé que no es la pareja habitual, pero también es linda, si se ve con tranquilidad y dulzura.
Bueno, cualquier comentario, ya saben, yo recibo lo que sea, y lo leo.
Todo tuyo Faby, como siempre.
Trowa, olvídalo hombre. Estoy en Nirvana, así que no molestes...jejeje. Cuidate mucho.
Seiryu
