Capitulo 6
STAY WITH ME
"It's all around
getting stronger, coming closer
into my world
I can feel
that it's time for me to face it
can I take it?..."
('Stand My Ground' ...Within temptation)
Encerrado en su habitación, aquella vacía y gran habitación. Ese lugar donde habia decidido ocultar sus secretos, aquel lugar al que había huido después de que aquel día, aquel nefasto día donde su corazón se paralizo ante la inminente perdida del ser que amaba, su corazón acongojado le guió a actuar de aquella manera... y luego viendo que no podia dar marcha a tras a lo que ese pequeño incidente había causado en su conciencia... no tuvo otra opción.
Frente al espejo del baño, su mano se alzó hacia su cabello y jalando con fuerza, libero la cascada negra de cabello azabache que sedozo y brillante, viendo que por fin estaba libre, se deslizó con elegancia hacia su rostro cubriendo uno de sus ojos negros.
Su mirada fija en su reflejo en el espejo, mientras sus manos empuñadas en el lavamanos temblaban por la fuerza de al presión ejercida por su desepero. Como había llegado hasta ese punto. Cómo pudo llegar tan lejos en lo que parecía ser su deseo y luego, sin previo aviso, por una imprudencia propia, retroceder incluso más atrás de lo que estaba en un principio.
Cerró los ojos y dio un gran suspiro... él se lo había buscado. Debía aceptar las consecuencias de sus actos responsablemente. Guió entonces sus manos hacia el toallón que se enrollaba en su cintura, ocultando su desnudez... y dejándole caer al suelo, simplemente entró en la ducha, necesitaba refrescarse, limpiar su cuerpo y quizá, solo quizá, limpiaría en algo su alma.
El agua entonces salió con fuerza de aquella regadera, bañando su cuerpo de aquel líquido transparente dándole una calidez que necesitaba en su interior y un calma momentanea, ralajando cada músculo de su cuerpo, mientras su mente en completo caos, no dejaba de atormentarle... estaba cansado de huir...estaba cansado de hacerse el fuerte, de no mostrar a nadie lo que en su interior había...pero, el destino cruel le mostró que su destino era continuar solo, ya que, incluso la persona que él creyó en su ilusión de alma solitaria, le acunaría en sus brazos mientras temblaba. Simplemente, por su estupidez, la había dejado ir.
En desespero echo la cabeza hacia tras, mientras su cabello mojado destilo gotas por su cuerpo que acariciado por sus propias manos trataba de no pensar... Llegó entonces a su nariz el aroma dulce del jabón en su mano y olvidando un segundo su tormento, comenzó a pasearlo por su pecho blanco llenando cada poro de su piel de aquel exquisito aroma... aquel aroma... aquel aroma...aquel aroma!
¡Cómo adoraba el olor exquicito de aquellas pastillas de jabón, escencias que le provocaban ilusiones mentales, llevándole en su desesperanza a lugares reconditos de su infancia... a veces. a otros sitios donde nunca hubo guerra, solo, un enorme campo de flores donde descanzar mientras el sol acariciaba su cuerpo.
Fragancia adormecedora, y sin saberlo, sus manos siguieron recorriendo su cuerpo, mientras en su mente, un par de ojos aperlados bajo una cascada de cabellos dorados se materializó cual fantasma, en hermosa grandeza...
Recuerdos llegaron en ese momento a su cabeza y decidio por un segundo olvidar la situación actual y solo concentrarse en aquella figura en su mente, que tanto le gustaba...
Aquellos ojos de largas pestañas rubias ocre, que ocultaban unos hermosos ojos aqua aprelados, el cabello rubio húmedo pegado a su frente totalmente mojado y unos labios temblorosos tan suaves y delicados que sin darse cuenta, sus recuerdos obligaron a sus manos a bajar más allá de su vientre y rodear aquella espada oculta siempre bajo sus ropajes, que ya comenzaba a despertar...
Recordó aquel día, cuando después de la misión, tuvo que sacar al rubio del lago oscuro y entre sus brazos, cargarlo hasta la orilla donde, cegado por la desesperación de hacerlo reaccionar... Sus labios deboraron los del rubio.
Aquella boca dulce que parecía prohibida ante la mirada de todos...pero que él teniendo la oportunidad aquella, no iba a desperdiciar... Y luego?...aquel pequeño y delagado cuerpo entre sus brazos...tan pegado al suyo, tan desesperado abrazado a su cuerpo... y aquel calor que comenzó a desbordar el suyo.
Fue entonces cuando notó que en aquel segundo, bajo la lluvia de la regadera, sus manos hábiles estaban masajeando de forma placentera su hombría, provocando que se endureciera a cada caricia...
La figura del rubio no se fue entonces de su mente, ni su cuerpo, ni sus labios, y sin ya poderlo evitar, su garganta dejo escapar su deseo vuelto gemido, mientras dejaba caer el jabón de su mano, para ya comenzar a acariciar su miembro con mayor fuerza y fricción.
"Quatre..." gimió con fuerza desde su alma mientras a lo lejos oyó con claridad...
"no deberías dejar caer el jabón de tus manos..." la voz del rubio le hizo abrir sus ojos de inmediato.
No lo podía creer, ahí, frente a él, dentro de la regadera, totalmente desnudo, dandole la espalda...estaba el gestor de todos sus ilusiones y entresueños...
Le pudo ver sonreír con algo de malicia, mientras sintió claramente como el cuerpo del árabe se pegó al suyo haciendo que su carne rozara la piel de las nalgas del rubio...
"creo que necesitas una mano aquí..." volvió a decir Quatre, mientras Wufei no podía parar de temblar al sentirle tan cerca, tan placenteramente cerca, y un gemido mas abandonó sus labios provocando que el rubio apretara más su cuerpo contra el de él...
"pero primero... el jabón." dijo con voz melosa, agachándose en ese minuto hacia delante a recoger la dichosa pastilla, provocando que sus nalgas se abrieran de tal forma que el miembro ya totalmente erecto de Wufei tocara su entrada...a lo que el rubio volteó a mirarle con deseo...
No hubo más palabras, y sin esperar otra invitación ni roce, el chino de un solo movimiento, introdujo su hombría dentro del rubio que gimió con fuerza, apoyando sus manos contra la pared de losa, para luego alzar las caderas y permitir que el chino entrara aún más profundamente.
"Quatre..." volvió a repetir Wu, mientras sin esperar nada más, comenzó a embestir la entrada del rubio con tanta fuerza y desespero, que sus gemidos parecían tan placenteros y a la vez agónicos que en todo el cuarto de baño, resonaba el eco inlcuso con el sonido de la ducha...
Le poseía con tanta desesperación que sin pasar mucho tiempo, ya estaba al borde del clímax, repitiendo una y otra vez el nombre del rubio. Entraba y salía con una fuerza increible del cuerpo del árabe, su corazón latía tan aprisa, su sangre recorria su cuerpo con tanta velocidad que casi el respirar se le hacía imposible, mientras no supo cuando ni como, tomo el cuerpo de rubio y girándole para quedar de frente a su rostro, le tomo entre sus brazos y aprisionándole contra la parede, siguió embistiéndole sin darse cuenta como sus uñas se clavaban en las caderas del rubio arrancando sangre de la piel bajo ellas, mientras sus labios aprisionaban los del rubio y mordía con fuerza desesperada la piel que su boca alcanzaba...
El orgasmo le atrapó con los ojos cerrados y los dientes clavados en la piel del hombro de Quatre, mientras con tres vertidas agónicas, sintió su cuerpo flaquear, temblando totalmente por la fuerza de su venida, cayendo de rodillas dentro de la tina...
Sus ojos se abrieron entonces, y vio la realidad...su mano aún sostenía su miembro, la cual estaba cubierta de su propia semilla, que al momento del orgasmo provocado por su masturbación había vertido...
Sonrió con impotencia...
Si, de nuevo...una vez más, se había ido de la realidad y había terminado masturbándose con la imagen y una ilusión tan real de lo que sería estar con el rubio...
Y su autoflagelo mental hizo arder sus ojos tanto, como si estuviera llorando...más no supo a ciencia cierta si lo hacia o no...o quizá simplemente no quizo averiguarlo... cerrándose nuevamente a la posibilidad de su debilidad ante el rubio, atribuyó la humedad...a la regadera que aún mojaba su cuerpo...
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"nos vamos?" preguntó el latino haciendo su acto de aparición frente a Quatre que le observó con la mirada vacía.. "que ocurre Quatre..."preguntó el latino al observar al rubio en un hermoso traje blanco elegante y sencillo, con el cabello echado sobre sus ojos, para que su tristeza no se viera tan fácilmente...mas...que podía hacer él para que Trowa no se diera cuenta alguna vez de su condición... Miró hacia otro lado... era imposible, Trowa siempre sabía lo que ocurría con él...siempre.
"nada demasiado importante" sonrió forzándose a demostrar que estaba bien... Trowa simplemente frunció en ceño y acercándose al rubio, le abrazó cariñosamente, depositando un beso húmedo en sus labios.
"Todo estará bien, Quatre... prometo que pase lo que pase, yo cuidaré de ti." prometió el moreno, mientras sonriéndole de forma calma, tomó de su mano y le guió hasta donde era el baile que la Señorita Relena (Rellena Ballena Relela) había organizado para el cúlmino de la guerra.
Al entrar observaron con ojos fijos e incrédulos que el hambiente estaba más que denzo.
Quatre vio claramente como Relena hablaba con sus invitados sin despegar un ojo de una conversación por demás extraña entre Heero y Duo a un lado del bar instalado aquella noche.
Trowa fijo sus ojos en Duo, que parecía aún más perdido que siempre, sus ojos violetas estaban casi acuosos, mientras intentaba hacerle entender algo a Heero, que el soldado perfecto, en su omnipotente perfección no lograba entender.
Quatre apretó la mano de Trowa cuando en ese preciso instante, aparecido de la nada Wufei se acercaba a Duo y trataba de controlarle, de decirle algo para que dejara a Heero en paz, mas en ese segundo, sus ojos aqua totalmente vacíos se toparon con la mirada ennegrecida de Wufei que con los ojos abiertos de par en par, le observó directamente durante los segundos que el rubio pudo sostenerle...
Quatre no podía evitarlo...no podía, pensó que si, pero no fue tal cual creyó. Simplemente, no podía dejar de temblar cuando aquellos ojos negros y penetrantes se posaban sobre su figura... y por fin comprendió su error al haber asistido a aquella reunión...
No por el echo de que Wufei estubiera ahí y el quisiera alejarse...no, no fue por eso su error...
Su gran error fue claramente, creerse capaz de no sentir...capaz de no ver lo que su conciencia le mostraba a cada segundo... Él era débil.
Débil de la forma más latimera posible. Ni siquera podía mantener la promesa que a si mismo se había echo. Y en este momento, el único apoyo que tenía a la mano...como podía ver, era Trowa...mas éste, parecía preocupado de otra cosa.
Entonces en ese momento simplemente desvió su vista de la de Wufei, ocultando su propio tormento de aquel, que si en ese instante, hubiese observado, se habría dado cuenta de su fractura casi audible para todos los ahí presente.
Trowa observó claramente como en ese instante, Relena se acercaba a Duo y comenzaba a decirle una sarta de cosas que no logro entender, pero que supo eran dolorosas, tan solo y simplemente, por la mirada de Duo. Sus ojos parecían opacarse con cada letra dicha por aquella mujer. Era como si con cada palabra, una daga se clavara en el corazón del norteamericano y que con maldad, la mujer la moviera en circulos para que así doliera más.
Para después alejarse con una sonrisa triunfal en el rostro y la cara de bastarda oculta dentro de la cartera de princesita qeu cargaba. Los puños de Trowa se apretaron con fuerza, al momento, sintió la mano pequeña de Quatre entre ellas. y simplemente, tratando de calmarse, le observó con sus ojos esmeralda totalmente pasivos.
"Ahora es a ti, amigo...¿Qué te ocurre?" inquirió el rubio con sus ojos inmensamente inocentes y dulces fijos en los del latino.
"nada de cuidado... pequeño... nada de cuidado." respondió con su voz siempre amable hacia el rubio.
Así transcurrió la noche para estos dos amigos, perdidos entre la muchedumbre desconocida, escondidos en el balcón tomando (según ellos) el fresco de la noche, conversando de vanalidades y estupideces varias...
Eran ya casi las 2 de la madrugada, cuando aún en el balcón, oyeron claramente la conversación de dos tipos que salieron en ese momento también al lugar donde ellos estaban...
"llevan casi media hora, con la mirada fija el uno en el otro y ninguno da marcha a tras..." rió uno agraciado por lo que le comentaba al otro. "terminarán entoxicados de tanto licor"
"cuanto llevarán en esa apuesta de resistencia?... yo vi una botella de ron y dos de tequila..." dijo el otro preguntando al primero.
no lo se, solo se que el que va ganando es el chino, pero el de cabello largo no parece querer rendirse..."
En ese momento, sabían Quatre y Trowa, que si pertenecieran a un animé, una gote grande de sudor se habría posesionado sobre sus cabezas...
Esos dos...siempre lo mismo, apostaban entre ellos, y si uno no se rendía, el otro tampoco...par de cabezas duras.
"crees tu, que sea posible que alguna vez... esos dos dejen de hacer estas apuestas estupidas" preguntó Trowa mirando al cielo...
"Quieres una respuesta real...o prefieres seguir teniendo fe?" respondió el rubio negando suavemente.
"será mejor que vayamos por ellos y salgamos de aqui... " agregó el latino comenzando a caminar hacia la entrada hacia el gran salón.
"si... será mejor salir de aquí..." terminó el rubio, comenzando a caminar también, mientras en su cabeza, solo se repetìa una y otra vez que era un iluso al pensar que con su ultimatum el chino sentiría algo de presión, que por último, sentiría la predida de su amistad un poquito... pero no.
Al parecer, seguía siendo el mismo idiota de siempre, cabeza de chorlito que siemplemente le importaba todo un puto comino y que la había pasado muy bien esta noche, una vez más, jugando a ser el mejor con su oponente preferido.
Apretó los dientes al darse cuenta de su posición ahí... ni siquiera era lo suficientemente apto, como para ser un oponente digno del chino... que más podía esperar...
Suspiro profundo y caminó hasta la mesa donde le par de idiotas colosales, seguía bebiendo vaso tras vaso, completando asi, una torre de innumerable cantidad...
Reuniendo algo de valor, y alentado por Trowa, el cual sabía que a pesar de ser un chico muy dulce, Quatre era el único que podía acabar con las siempre escaramusas entre Duo y Wufei.
El rubio se acercó con cautela, al momento en que estos, dejaban otro vaso mas sobre la torrecilla... y carraspeando un poco, por fin les habló.
"no es ni el momento ni el lugar indicado para hacer este tipo de juegos." dijo el rubio tomando la botella de licor con la cual competían y entregándoselas al camarero.
"Ey! Q-men!... this is the last battle!... además es más divertido que oir las estupideces que dice Relena o las palabras tan dulces de Heero, oye! soy un fracasado, pero no tienen por que recordarmelo!" Dijo Duo con sus ojos acuosos mirando a Quatre... y este comprendió.
"yo me llevaré a este fiestero... para que... se le pase lo payaso" dijo Trowa tomando desde abajo de los brazos a Duo y alzandole con facilidad... para luego colocarlo en su hombro y cargarlo fuera del lugar...
En ese segundo el Rubio miró a Wufei que sosteniendo el último vaso en su mano, lo bebió, asi demostrando que había ganado la pequeña guerrilla.
"es suficiente..." dijo Quatre, tomando al chino de un brazo e incitándole a levantarse. "Vamonos."
Wufei no dijo nada. Sus ojos estaban fijos en el rostro hermoso de Quatre, que pasando uno de sus brazos por sus hombros y el suyo por la cintura del chino, le sacó caminando de aquel lugar... hacia las habitaciones.
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La caminata hacia la habitación de Wufei (que era la más cercana) fue demasiado silenciosa. El respirar calmo de Wufei en su oreja, le anunciaba que el chino le observaba a cada segundo, y el rubio, sin el valor necesario, simplemente evitba.
El pequeño jardín entre la entrada del internado y las habitaciones parecía en ese segundo eterno... El corazón de Quatre no paraba de golpear duro contra su pecho... que juraba que en cualquier momento, el chino ebrio que llevaba a su lado, se daría cuenta.
"no tenias que hacer esto" escuchó de pronto la voz de Wufei que quebraba así el denzo silencio y hacia latir aún más fuerte su corazón...
"si, como no... acaso puedes caminar solo?" respondió molesto el árabe ante la poca delicadeza de Wufei al demostrarle una vez más que no le necesitaba.
"claro que puedo!" chilló enfadado el chino al darse cuenta que el rubio le trataba solo como una carga...y soltándose de su agarre, dio dos pasos hacia delante tratando de que el camino se quedar quieto, y ese pilar que estaba al frente se quitara de su camino o chocaría con el...
Un paso adelante, dos pasos, tres...y el rubio vio claramente como el chino en desequilibrio, retrocedía cuatro... de nuevo, uno dos tres... y parecía ante los ojos del rubio, claramente, que Wufei un paso más y volvería al punto de partida. Sonriendo por primera vez, realmente, desde que había decidido alejarse del chino, se acercó a él y poniendo una mano en su hombro susurró...
"no, no puedes..." dijo finalmente para luego volver a tomar su brazo y hacer que le rodeara por los hombros, mas en ese preciso momento, Wufei guió su otra mano hacia la cintura del rubio y le atrajo hacia si, abrazándole asi por completo.
Los ojos de Quatre se abrieron de sobremanera al sentir a chico más alto tan cerca de él... y sobre todo, era la primera vez que sin él hacer nada para que ocurriera, Wufei le abrazaba de tal forma...para luego susurrarle...un suave...
"lo siento..." la piel de Quatre se erizó por completo, mientras su corazón ya parecía querer escapar de su pecho...
"Wufei... no estoy enojado..."dijo suavemente contra el hombro del chino mientras este comenzaba a soltarle "por eso te estoy ayudando... para que llegues bien a tu dormitorio y nada malo te pase..." terminó mintiéndole a Wu, ya que el sabía de sobremanera que en un punto muy profundo de su corazón, si...si estaba enojado con el chino...enojado por que como diablos no se daba cuenta que el estaba...el estaba...
"okay...entonces si no quieres que nada malo te pase a ti también...deberé soltarte en este preciso momento y correr hasta el arbolito mas cercano..."dijo, deshaciendo rápidamente el abrazo y corriendo hacia un arbusto con la mano en la boca...para que luego, el rubio pudiera oir claramente como el chino se deshacia de la forma menos ortodxa del alcohol ingerido...y de paso, todo lo comido el dia anterior... y el anterior a ese.
Se acercó entonces hasta un...aún más pálido que de costumbre... Wufei, y volviendole a tomar como antes, le ayudo a caminar hasta la recamara...donde echandole sobre la cama, quito sus zapatos, y desbotonó la camisa del cuello ajustado para que pudiera dormir...
Cuando le vio ya acostado bajo las cobijas, dio media vuelta e iba a salir de la habitación, pero una mano en su muñeca se lo impidió...
"te vas?" dijo el chino mirando fijo los ojos aqua del rubio..."pensé que te quedarías al menos para hacer compañia..." susurró el chino haciendo que las mejillas de Quatre ardieran en un hermosos rojo pena.
"pero solo tienes una cama..."respondió el rubio viendo que Wufei no soltaría su mano...
Haciendose hacia una orilla... y poniendo una almohada en la cabecera del lado contrario, el chino volvió a fijar sus ojos en el rubio "ahora ya hay espacio" terminó soltando la mano del rubio, para luego simplemente quitarse la parte de arriba del traje, quedando con el torso desnudo.
Entonces Wufei notó la incomodidad del Quatre...y sin saber que más hacer, abrió las cobijas...dejando una de separación entre donde el estaba y la parte en la que debia acostarse el rubio.
"ven..."simplemente dijo y jalando la mano del rubio, le hizo caer en la cama y quitándole la chaqueta del traje, y los apatos, le arropó, acostándose de frente a él mirando como el árabe de un momento a otro, se había quedado mudo.
"pasa algo?" preguntó "demasiado incomodo?" volvió a preguntar... tratando de sacar de su mutismo al rubio.
Quatre simplemente fijo sus ojos en los del chino y tomando todo el valor que tenía escondido en su interior habló.
"Que es lo que en verdad quieres Wufei... por que...por que haces esto." inquirió el rubio con voz firme.
"la respuesta mas sencilla sería...por que quiero tener en mi memoria, que al menos, con un poco de licor, fui capaz de pedirte pasar la noche conmigo... hago esto. por que quiero tener en mi memoria el echo de que fui capaz de dormir contigo y no huir a esconderme..." respondió firme... ya no habia vuelta a tras... el alcohol, quiza la cercanía del rubio después de haber pensado que ya jamás le volvería a tener... no supo a ciencia cierta que fue lo que le guió a abrir su corazón...pero lo que jamás pensó recibir en respuesta, le llegó de golpe...
Literalmente... un golpe le llego... un golpe seco de puño contra su mejilla mientras unas caprichosas lágrimas se descogaban de las largas pestañas del rubio.
"como te atreves!" fue la respuesta del rubio mientras el chino sostenía sus manos para que no volviera a golpearle de esa forma (chiquito el niño, pero golpea duro...jajajaja)"jugando conmigo de esa forma, acaso no tienes honor, no te enseñaron a no jugar con los sentimientos de los demás!" decia descontrolado mientras trataba de liberarse del agarre del chino que no parecía querer dejarle ir...
"no juego...sabes lo que me costo decir esto?...haz tenido en cuenta eso?... sabes como soy, como diablos voy a estar jugando contigo!" respondió era ahora o nunca... ganar o perder... y el alcohol en su sangre no le permitiría acobardarse ni dar pie a tras...
"no te creo, no puedo creer lo que dices... no puedo...NO PUEDO!" agregó el rubio con voz quebradiza y cerrando los ojos rindiendose ante la superioridad de la fuerza de Wufei...
"pues tendrás que creerlo... me gustas Quatre...me gustas mucho." dijo acercándose al rubio y presionando sus labios sobre los él... a lo que el más pequeño simplemente le empujo y puso una almohada sobre su boca. "que pasa ahora!" dijo el chino con algo de molestia y desilución al parecer por el rechazo del rubio.
"tu aliento es asqueroso..." respondió el rubio riendo suavemente tras la almohada..."estas ebrio Wufei. y tu aliento te acompaña en cada sentido de la palabra..." volvió a reir..
"al menos de algo sirvió todo el asunto, no?" sonrió casi por reflejo al darse cuenta que el rubio, muy a su sorpresa...no le rechazaba... ni nada, algo que en su mente, ni remotamente posible, había llegado a ser.
"esta bien...mira, voltea hacia allá..." rio Quatre señalando la pared a la espalda de Wufei. "mañana, cuando te duches, asees tus dientes y ...digamos, estes más cuerdo que ahora, hablaremos, si?" agregó mientras veía como el chino volteaba hacia la pared a regañadientes.
"esta bien...pero mañana tendrás que dejar que te bese." terminó el chino, tomando la mano de Quatre y haciendo que le rodeara por la cintura para así por fin quedarse dormido.
Pronto el silencio se hizo presente...Wufei por fin había quedado rendido bajo la influencia del alcohol y le sueño, mas había dejado un alma en vela... tratando de autosugestionarse de que, no hiciese falsas esperanzas, que no creyera las palabras de Wufei, puesto que solo la había dicho por los efectos del licor, engañado por una anciedad sin sentido...
Mas, su corazón inocente e inexperto en el amor, no pudo más que regocijarse de felicidad al saber que Wufei, correspondía en algo lo que él sentía.
Solo había que esperar la mañana siguiente, para asi, sonreír tranquilamente...o morderse el alma una vez más. por el destino cruel que le seguía desde niño...
Aquella noche...Quatre Raberba Winner...no pedo un ojo hasta el amanecer...mientras su corazón latía con pesades ante la inminente llegada del desenlance real.
chip
chip
chip
chip...
Continuará!...
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N/A: waaaaaaaaaaaa que capitulo mas tediosooooooo, odio el angust! lo odio! jajajaja. no, mentira. pero si quedo tedioso.
okay, ahi esta, para las que me pidieron saber lo que pensaba Wufei realmente del rubio, y para las que querian un POV de wufei...Olvidenlo, los POV, los odio, eso si, pero no me diran que quedò mejor el capi asi...
bien. el primer Lemon algo rarito dentro de este fic...
Espero que les agrade.
Perdóoooooon por la demora. y well. eso es todo.
nos vemos en el proximo capitulo. y si se me quedo algo en el tintero, o bien, necesitan hacer una pregunta o un comentario...solo haganlo a esta direccion.
c k a m u r a i (arroba) y a h o o . c o m . a r
eeeeeeeeeh eso. y si no, pues dejen un review...que me encanta saber que la menos, esto se ta leyendo
aunque sea un "charlie estuvo aqui..." jajaja.
yaaaaaaaaaaaaaaaa. el proximo capitulo... veamos, Wufei dara el si...u otra vez escapara de sus sentimientos?
bye bye
Seiryu D' Baltazor... Lexus Hiemalis ... uu C-ya!
