Capitulo VI:

-Hyoga, querido date prisa q se nos hace tarde para el baile-

-Ya voy Saori-

Esa noche Saori y Hyoga irían como invitados de honor a un baile q están organizando el gobernador de uno de los pueblos vecinos. El rubio no estaba muy animado con la salida, pero a la insistencia de su esposa el había aceptado, además era mejor salir q quedarse en el palacio.

-Hyoga te espero en el primer piso-

-Si si si…- Saori salio de la habitación dejando a un Hyoga asqueado –Maldigo el día q escogí a esta cotorra…espero q me dé, de una ves el heredero-

El joven príncipe se termino de vestir para luego salir de su habitación y dirigirse a la biblioteca, haría esperar un poco a más a su esposa.

Entro en la biblioteca, y como muchas otras veces se encontró con Shun.

-Q haces aquí?- el pequeño volteo, y apenas lo vio palideció notablemente –Pensé q estabas enfermo-

-…buenas tardes Hyoga, aun sigo enfermo, pero deseaba sacar unos libros- Shun tomo un libro del estante más pequeño y comenzó a caminar hacia la puerta –Saori lo debe estar esperando, ha ella no le gusta esperar mucho-

-Oye, no me devolviste mi libro-

-Mn? Perdón q libro-

-La balada del viento-

-"El libro q me dejo"…lo lamento je q tonto soy, pensé q me lo había…jajaja…tome- Se lo entrego luego de sacarlo del bocillo de su bata

-Lo terminaste?- su voz aun era fría, cosa q le daba escalofríos a Shun

-Si-

-Hn.- Hyoga le dio la espalda y comenzó a buscar unos documentos encima de la mesa

Shun al ver, q ya era ignorado en esa sala, se dio la media vuelta y antes de salir se despidió de Hyoga –Hasta mañana, q se divierta- y salio.

Desde el momento q Shun había conocido a Hyoga lo había tratado como un igual, pero después de la llegada de Saori, esta le obligo a q se dirigiera a él con más respeto, xq seria el nuevo rey y además xq muy pronto ella seria la primera esposa, las cosas solo eran cuestión de tiempo.

A Shun desde el primer momento q vio a Saori, se le clavo una espina en el corazón, esa mirada, esa forma de actuar, su todo, le daban miedo; era como decían algunas sirvientas, la nueva princesa era una bruja. Nunca se metía con ella, bueno trataba de no cruzarse con ella ni con Hyoga, este ultimo le cumplía todos sus caprichos, no importaba de q índole eran, todo por q ella era el instrumento para traer prosperidad al reino.

Era muy sabido q los príncipes no se llevaban muy bien, pero a pesar de todo lo q se decía, Saori 100pre buscaba la forma q su marido se molestara con Shun y lo castigara. Ella ya llevaba viviendo en el palacio 8 meses, y en todo ese tiempo Shun había recibido muchos castigos, uno de ellos era el estar encerrado en la torre, para el pequeño ese era el peor, ya q no era lo mismo estar en su habitación q pasarla en esa oscura torre.

Shun entro a su habitación y antes de comenzar a llenar su herbario (ese cuadernito lleno el capitulo pasado), se asomo por la ventana, y ahí diviso a Hyoga entrando al coche en el cual se dirigirían a ala casa del gobernador.

-Hyoga date prisa-

-…- el rubio no respondió y antes de subir completamente, miro en dirección a la habitación de Shun. No lo quería admitir, pero le daba un poco de remordimiento él dejarlo ahí y no llevarlo.

Al llegar a la fiesta, muchos de los invitados se acercaron a conversar con la joven pareja. Saori sujetaba posesivamente el brazo de Hyoga, mientras q este sonreí hipócritamente a la gente.

-Señorita Saori, joven Hyoga, sean bienvenidos- se acerco una señora de unos 50 años, vestida elegantemente.

-Gracias Varonesa Duni, no nos íbamos a perder esta fiesta por nada del mundo- dijo zalameramente Saori.

-Jajaja ya veo…señorita, no le molesta si me robo a su alteza por un momento no?-

Saori tomo de primera esa invitación un tanto desagradable, pero no iba mostrara a ala gente q era descortés no? –Para nada, yo iré a saludar- y se retiro dejando al rubio y a la varonesa solos

-De q desea hablar bella Duni?-

-Tu 100pre tan atento Hyoga…mi niño tu sabes q yo te conozco desde q era muy pequeño, por algo era muy amiga de tu difunta madre- los dos iban alejándose hacia la terraza mientras conversaban –Me preocupa tu relación con Saori-

-Q te preocupa Tía?- ese apelativo solo se lo decía cuando estaban a solas.

-Ya sabes, me han dicho por ahí o mejor dicho Camus me ha dicho q hay problemas con Shun-

-No es nada…por favor q le puedo hacer?-

-Xq no lo trajiste?-

-Esta enfermo, además como voy a venir con los dos-

-Xq no?...to0dos sabemos q tienes dos compromisos, no es para tanto-

-Ya estoy harto de que todos me digan q trate mejor a ese maricon-

-Baja tu voz Hyoga, además xq te expresas de esa manera de Shun-

-No entiendes tía, no se xq me hicieron casara con un hombre, a mi no me gustan…pero parece q a él si-

-Adonde quieres llegar Hyoga, y en ningún momento te pregunte eso. Tu solo te estas enredando hijo, las cosas no son como tu crees-

-…- su ti tenia razón, el estaba perdiendo el control de la situación –lo siento-

-Estas muy alterado Hyoga, te aconsejaría, q te acercaras más a tu esposo, él me parece una persona muy buena y a los poco q pude conversar con él en una ocasión, me vi obligada a aceptar q él jovencito es muy sabio-

-Cuando hablaste con él, si…- Volteo sorprendido Hyoga

-Si lo tenias encerrado, ja pues lo hice el día de la boda hijo, aun q ese día no hubo mucha fiesta como lo hubo con la tuya con Saori, me quede lo recuerdas-

Flash Back

La fiesta q se había organizado luego de la pequeña ceremonia, no era nada del otro mundo, solo habían sido invitados algunos nobles, y entre ellos se encontraba el gobernador, con su esposa la Varonesa Dina.

Mientras la varonesa paseaba por una de las terrazas, se curso con el nuevo esposo del príncipe.

-Buenas noche, interrumpo-

-No para nada- el joven le regalo una preciosa sonrisa –Buenas noches tb-

-Joven Shun usted debe estar muy feliz, se a casado con uno de los jóvenes más cotizados y guapos, y además agreguemos q es un príncipe-

-Hai- Shun asintió ante el comentario de la mujer, pero no dijo nada.

-No esta feliz?-

-Pues…a mi me obligaron a contraer nupcias, pero no puedo decir nada, usted sabe como son estas cosas-

-Te molesta la compañía de Hyoga?-

-No para nada, él me parece una persona muy buena, solo q yo no le caigo muy bien, y eso…y eso es lo q me da un poco de miedo-

-No temas…pero cambiemos de tema, cuales son sus actividades favoritas- ambos se sentaron en una de las bancas

-Pues me gusta mucho la botánica, antes de venir aquí, yo estudiaba junto a un grupo de sacerdotes la naturaleza, pero bueno esa algo como un sueño trunco, un chico como yo nunca puede llegar a ser un botánico-

-Xq no?-

-Las obligaciones, además a hora q estoy casado, solo puedo hacer lo q se me diga y se me autorice-

-Ya veo…pero y cuéntame más sobre ti-

Fin del Flash Back

-Para él tampoco fue fácil esto del matrimonio sabes-

-Mnn.-

-Bueno no te interrumpo más, síguele con la fiesta- la varonesa se retiro, dejando a un pensativo Hyoga.

-"Para mi no es tan fácil aceptara las cosas así como así, aun falta más…Shun, no te soltare por nada"-

La fiesta continuo, Hyoga se estaba aburriendo tremendamente, tanto así q rechazo las múltiples veces q su esposa le había pedido q salieran a bailar. Lo único q quería hacer era volver a su palacio y dormir.

Mientras tanto en el palacio Shun terminaba de llenar su herbario con las ultimas hojas q Seiya le había conseguido.

-Cada día son más y más, años de trabajo y entrega, sino fuera por esto, me hubiera muerto de la aburrición- Cerro el cuaderno y lo fue a dejar al escritorio, cuado vio un pequeño calendario –Mañana es mi cumple años…vaya q rápido pasa el tiempo…ya son 21 años-

Se metió en su cama y apenas cerro los ojos quedo profundamente dormido, pensando en todo lo q haría el día siguiente.

Ya era más de la media noche y la joven pareja arribaba al palacio.

-Cariño, vallamos a dormir-

-Ve tu Saori, yo aun tengo asuntos q hacer-

-Pero si me dijiste q estabas muy cansado, por eso regresábamos-

-Haz lo q te digo- Le dijo fríamente, a los q Saori asintió haciendo un puchero.

Después q la joven se fuera, Hyoga subió al segundo nivel, y se dirigió a la habitación de Shun. Al entrar lo pudo ver profundamente dormido, a pesar de que la habitación estaba en penumbras pudo distinguir claramente el rostro pálido de Shun, pálido y blanco como la nieve, xq raras veces salía. Le acaricio la mejilla suavemente, para luego alejarse de la cama como un rayo.

-"Dios Hyoga calmante"- se decía él mismo, como una forma de autocontrol. Al retroceder unos pasos choco contra el escritorio, y pudo ver muchos libros y cuadernos de notas. Abrió uno q le llamo mucho la atención, este era de color verde, la tapa estaba hecha a base de una tela muy fina cubierta por cantidad de hojas –Un herbario- susurro Hyoga. Dentro de este pudo apreciar muchas clases de hija silvestres, algunas conocidas para él y otras no. Debajo de cada una hacia como un pequeño comentario o mejor dicho un estudio, una descripción de lo q era.

Dejo el cuaderno en el mueble y siguió mirando las cosas, y entre ellas hallo un calendario, en este estaba marcado el día 13 de Setiembre, y con letras grandes "21años de prospera vida"

-Mañana es su cumpleaños, mejor dicho hoy es su cumpleaños- el nunca se había tomado la molestia de averiguar esas cosas, era por eso q durante esos 5 años, nunca se le había festejado algo al joven.

Hyoga retorno a la cama y sentó al filo de esta. Al hacer esto la cama se movió suavemente, haciendo q Shun despertara.

El peliverde abrió los ojos y lo primero q vio fueron esos hermosos ojos celestes, estaba en un completo shock, pero rápidamente reacciono al darse cuenta a quien pertenecían.

-Hyoga…- retrocedió en su cama, pegándose más a la cabecera, mientras se tapaba con las sabanas.

-Vengo a darte tu regalo de cumpleaños-

-"Regalo, lo mismo dijo esa ves" No por favor no lo hagas-

Hyoga se extraño las palabras de Shun, pero aun así se le acerco –Xq no quieres q te de tu regalo? Pensé q te gustaría q te diera una sorpresa-

-Por favor Hyoga, no lo haga-

-No me trates de usted, xq lo haces…no huyas- la voz de Hyoga seguía fría

-No quiero q me hagas lo de esa ves…por favor no lo hagas- Shun comenzó a llorar.

Fue en ese momento cuando Hyoga se dio cuenta a lo q se refería Shun. El joven temía q lo volviera a tomar a la fuerza –"Tanto daño te hice pequeño?"- El rubio se acerco más hacia Shun, e impulsivamente le cogió la mejilla, ante tal acto el pequeño cerro los ojos.

-Hable los ojos-

-…- Shun lo abrió, y pudo ver como los labio de Hyoga se acercaban lentamente a los suyos.

Los pocos centímetros q los separaban se hicieron una nada. Hyoga había posado sus carosos labios sobre los delgados de Shun. Mientras q el primero besaba la dulce boca de Shun, este no hacia nada, simplemente temblaba y no respondía al beso.

Hyoga sintió q Shun temblaba, sintió el miedo q el pequeño sentía. Como una muestra de protección y confianza, el rubio comenzó a masajéale ambas mejillas bajando hasta su cuello y llegando finalmente a sus manos, en donde las cogió y entrelazo sus dedos; por la sorpresa Shun abrió instintivamente los labios, permitiendo a Hyoga introducir su lengua, al principio Shun estaba renuente, pero al correr de los segundos el pequeño correspondió.

Ese tímido beso, q había comenzado con suavidad, se estaba volviendo en un mar de sensaciones, muchas cosas pasaban por las mentes de los príncipes, pero aun a pesar de eso, ellos no se despegaban, era como si fuera la única ves q lo fueran hacer, pero lamentable el mágico momento se corto, cuando ambos jóvenes se separaron por la falta de aire.

Shun tenia los labios entre abiertos aun, y sin querer una lagrima le surco el rostro. Hyoga le limpio la pequeña gota y fue el primero en hablar.

-Xq lloras?- su vos seguía igual de fría, parecía q el beso no le había afectado en nada, pero el sabía aparentar muy bien.

-Tengo miedo-

-Miedo de q?-

-Miedo de ti, de lo q me vallas hacer- Shun bajo la mirada, aun seguían cogidos de una mano.

Hyoga siguió la mirada de Shun para ver sus manos.

-No tengas miedo, no te voy hacer nada…tu regalo de cumpleaños será…- no pudo terminar xq Shun lo detuvo

-No necesito q me des algo Hyoga, así estoy bien, así estuve bien durante 5 años- Shun soltó la mano del rubio, escondiendo la suya tras las sabanas.

-Hay un caballo blanco en las caballerizas, me lo acaban de mandar…es tuyo-

-Gracias…-

-Q sucede-

-No se montar- Shun lo miro directo a los ojos

-Mas tarde saldré a cabalgar con Saori, ven y te enseñare-

-…- Shun asintió con la cabeza, parecía q lo suyo con Hyoga cambiaria –"Le importo, creo q le importo, me beso"-

Hyoga se levanto y se dirigió hacia la puerta, y antes de salir volteo a la cama, donde aun se encontraba sentado Shun.

-Lo q paso esta noche, no fue nada…olvídate de eso….no te hagas ilusiones- y así como apareció se fue.

Al cerrarse la puerta Shun comenzó a derramar lagrimas de angustia e impotencia. Hyoga era realmente cruel, al ilusionarlo de esa manera.

Fuera de la habitación, un perturbado Hyoga se dirigía a su estudio, las cosas se le estaban saliendo de control, no podía ser, lo había besado y no había sentido, asco ni repulsión, se había sentido de maravilla –"Demonios, me gusto, me gusto…él me gusta"-

Muy temprano, a la mañana siguiente, los caballos, para q los señores de la casa salieran a pasear ya estaban preparados.

Saori salio imponente del palacio y subió a una bella yegua de color caramelo. Seguida de ella bajo Hyoga, quien se subió a un corcel negro, de repente llegan uno de los capataces, nada más y nada menos q Seiya, con la nueva joya del África, el corcel blanco llamado Lucil, el cual habías sido mandado por un poderoso emperador como regalo de bodas para Hyoga y Shun, el regalo llegaba atrasado, pero valía la pena.

-Señor, el regalo- Señalando al corcel –La joya de oriente "Lucil"-

El caballo, poseía una hermosa montura parecida ala que traía el caballo de Hyoga, parecía como si hubiera sido preparada especioamnete para ser el compañero de Deucalion.

-Oh Hyoga, es para mi?- Pregunto Saori, bajándose de su yegua y no dando tiempo a Hyoga continuo –No sabia, q me ibas dar tan bello obsequio, las monturas indican q es compañero de tu caballo…eres tan dulce, quieres q sea tu compañera para esto tb-

Hyoga no sabia, si reír o callar a Saori, el en su vida le daría un regalo así a esa bruja, pero la haría sufrir un rato más creyéndose la dueña de Lucil.

Shun bajaba las escaleras a toda prisa, lucia un hermoso conjunto verde esmeralda para motar, aun q no fuera muy tomando en cuenta, en ese palacio, él seguía siendo el príncipe de un prospero país por lo q cada q salía de palacio lo hacia con hermosos trajes mandados hacer especialmente para el. Desde las escaleras, se podía escuchar la bulla q había en la entrada del palacio, por lo q apuro más el paso.

En la entrada de palacio, Saori seguía haciendo un espectáculo, tirando loas y exhibiendo al caballo ante los criados q habían salido a la entrada a ver lo q sucedía. También, se podía ver como llegaba un caballo al palacio, obviamente eran visitas, la figura se fue acercando cada ves más hasta hacerse visible, era Camus.

-Hola a todos….ah ya veo q llego la bella Lucil- exclamo un risueño Camus

-Es bella cierto- le dijo Saori

-Siii…ah Shun te felicito- le dijo al pequeño, cuando lo vio aparecer tras las criadas, q habrían paso para q saliera –Esta tan bella, exacta para ti-

-Perdón, de q habrás Camus?...ella es mía-

-Como q tuya? Lucil fue un regalo del Emperador Galio para Shun-

-O.o- Saori no sabia q hacer ni decir, simplemente se sintió sola, parada ahí en medio de la entrada, con el viento jugar con su larga cabellera

-Buenos Días Camus- se dirigió Shun

-Bellísimo como 100pre…te gusta Lucil-

-Si es muy bella-

-Bueno q esperas, sube-

-Hai- Shun fue ayudado por Seiya, quien no dejaba de reírse por el papelón q acababa de pasar la señora

-Diviértete- le susurro Seiya

-Gracias amigo- le respondió Shun, para luego cardarse q había alguien más allí aparte de todos ellos, Hyoga –Oh lo siento…buenos días Hyoga-

-Hola- fue la simple y seca respuesta del rubio –Camus nos acompañas?-

-No, yo mejor me quedo-

-Saori sube date prisa-

-Yo, Hyoga por q ese regalo es para el-

-No entiendes q se lo mandaron a él-

-Pero yo soy tu esposa-

-Y yo tb soy su esposo- hablo Shun sorprendiendo a todos, pero más q nada a Hyoga-

-A ti nadie te pidió q hablaras, en esta casa no tiene ni voz ni voto. Yo soy más q tu, recuerda q yo soy la esposa q sí sirve-

A Shun le cayeron como un balde de agua fría las palabras de Saori, no sabia q contestarle, en parte la mujer tenia razón. Pero ante de poder hacer algo Hyoga sujeto las riendas del caballo de Shun y hablo.

-Basta Saori, en esta casa él q manda soy yo, y pues date cuenta q aun no me das ningún heredero, por lo q Shun aun es mi primer esposo, y merece tu respeto- las palabras salieron frías y potentes de esos precioso labio –Será mejor q te quedes-

-Pero…-

-Te quedas, yo no estoy de humor como para aguantar tus quejas Saori, así q se buena esposa y quédate- Sin darle tiempo de contestar Hyoga hizo avanzar a ambos caballos alejándose del palacio.

Shun no pudo reaccionar, la acción de Hyoga había sido tan rápida q no le dio tiempo de decir o pensar algo.

-Ahhh, más despacio Hyoga…yo no se montar-

-Pues ya estas aprendiendo-

Ambos siguieron a la misma intensidad de galope por aproximadamente una hora, hasta q llegaron a un hermoso paraje lleno de flores silvestres y grandes albores, en ese lugar tb se podía escuchar el ruido de una cascada, era más q seguro q había un pequeño largo o riachuelo.

-Vallamos hacia el agua…los caballos están exhaustos, necesitan beber algo- Shun asintió e hizo q Lucil siguiera a Deucalion. Realmente la yegua q le habían dado era muy mansa o bueno lo era con el, ya q Shun aun sin saber montar parecía todo un experto.

Bajaron de los caballos dejándolos pastar y tomar agua, mientras ellos se sentaron a orillas del lago. Cada uno estaba sumido en sus pensamientos, pero principalmente Shun.

-"Xq hizo eso? Será tal ves q el sienta algo por mi?...no no q va ser, seguro q fue por contradecir a Saori, si q la tipa es una pesada, pero ya me las pagara me vengare de cualquier forma y…"-

-En q piensas?-

-Perdón?- Shun detiene su monologo mental y voltea a ver a Hyoga quien estaba a su lado

-Te vi tan callado y mirando a la nada…-

-Mmm, si quieres estar solo, yo me voy- Comenzó a ponerse de pie

-No te he dicho q te vallas…quería conversar contigo- Shun volvió a sentarse

-De q deseas hablar-

-Xq te casaste conmigo-

-Me obligaron-

-Xq no escapaste-

-Xq no podía-

-Xq sigues aquí, conmigo si cada día te humillo más q el anterior, xq aceptaste venir conmigo aquí, tal vez te vuelva hacer lo de la noche anterior, no temes?-

-He soportado todo eso durante 6 años, creo poder hacerlo uno más-

-Q sientes por mi Shun…xq yo por ti solo siento odio, un odio tan grande q perfora mi corazón-

-Yo…yo…yo te amo Hyoga…lo hago desde el momento q te vi-