Lunes, 14 de febrero de 2022
Disclaimer: Esta fanficción está hecha sin fines de lucro, Ranma ½ es una obra de la gran mangaka japonesa Rumiko Takahashi, quien me enamoró con esta historia, la cual ahora me inspira para crear nuevas situaciones y aventuras protagonizadas por Ranma Saotome y mi preciosa Akane Tendo n.n, con la finalidad personal de mejorar mi escritura (o eso espero), además de que tal vez pueda entretener a alguien que me visite por aquí.
Capítulo I
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¿Otra vez por la cura?
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—¡Aiiiyaaa! ¡Ser hermosas como Shampoo! —gritó y su emocionado corazón amazona la empujó a abrazarlo sin soltar el ramo de rosas en rojo burdeos—. Aìrén —continuó con un suspiro para declarar sin ningún reparo—: wǒ ài nǐ. —Su respiración la delataba, disfrutaba de estar a su lado; estrechó con más fuerza a su futuro esposo.
Esa mañana definitivamente era perfecta; ella la prometida perfecta, Ranma el prometido perfecto y los dos en una cita más que perfecta.
Se habían encontrado cerca de la fuente de agua de un pequeño parque, a una hora que el heredero de la dinastía Saotome consideró apropiada. La ausencia de personas era evidente, salvo un jardinero de edad avanzada que estaba muy concentrado en arreglar los arbustos y las flores, y, en la esquina más lejana, una señora soñolienta que atendía un pequeño quiosco de golosinas y revistas.
Ranma, para responder el abrazo, con la palma de una de sus manos dio unos cuantos golpecitos en la espalda de Shampoo mientras, ansioso, observó con esmero a su alrededor, agudizando la vista, tratando de percibir una energía particular, como si buscara a… ¿Una banca vacía? Bueno, si ese fuese el caso, en un día laborable y a esas horas, no le costó encontrarla. Todas estaban disponibles. Entonces preguntó:
—¿Nos sentamos?
Lentamente, la muchacha de largo cabello violeta se separó y no tardó en tomarlo de la mano.
—Claro, mi amor —respondió dejándose guiar por él.
Una vez sentada, colocó su obsequio en su regazo y, aprovechando que ya lo tenía a lado, rodeó sus hombros con el brazo de Ranma.
El sol hacía que la atmósfera del parque estuviera rodeada por brillos verdes y amarillos, mientras la brisa fresca, débil y pasajera intentaba jugar con sus cabellos. Shampoo inevitablemente volvió a respirar con profundidad, inundándose con su aroma masculino, fascinada de recostar la cabeza sobre su fuerte pecho.
El artista marcial, valiente y decidido, trató de no mostrarse incómodo; pero inconscientemente tamborileó sus dedos sobre su propia rodilla. «¿Cuánto tiempo tendré que sobrellevar esto?», pensó y suspiró cansado. De nuevo miró a su alrededor, deseando que no hubiesen ojos fisgones que lo metieran en problemas.
De pronto, su acompañante de ojos carmesí, que a todas luces tenía envuelta en un acogedor abrazo lateral, se removió llamando su atención. Giró la cabeza para verla.
Shampoo, con aparente calma y con la confianza que le otorgaba su personalidad y su belleza, fijó sus ojos carmesí en los labios masculinos y empezó a cerrarlos al mismo tiempo que acercaba su rostro al de Ranma.
Sus intenciones eran claras. Y el joven Saotome lo sabía. En un santiamén se puso de pie.
—¡E-espera! ¡Aún no! —Extendió sus brazos en una posición de defensa—. N-no antes de que cumplas con tu parte del trato —advirtió nervioso.
Ella entornó los ojos dejando la ensoñación a un lado; estaba molesta.
—¡No dar nada si aìrén no besar!
—Quedamos en que primero me darías la cura.
—¡No! ¡Primero besar a Shampoo!
—Fui muy claro cuando acepté esto: el adelanto de la paga sería esta aburrida cita con rosas en rojo bu… bu… ¡En ese color que pediste! Luego tú me darías la cura para librarme de mi maldición y al final el be… be-beso.
—¡Pues ahora Shampoo querer su beso de amor antes!
—¡Grrr…! ¡No es justo!
¿Y cuándo la vida había sido justa con Ranma? Él no conocía la tan aclamada justicia. «¿Y cómo hacerlo si desde pequeño no pude crecer junto a mi madre como tenía que ser; si mi propio padre me arrastró a un entrenamiento obligado y casi inhumano para convertirme en el mejor artista marcial sin importar las consecuencias que ahora padezco; si no importan mis sentimientos al momento de comprometerme en matrimonio a cambio de efímeras comodidades; si vivo con una horrible maldición que no puedo solucionar de manera rápida y efectiva; si no puedo terminar de gustarle a Ak…?». Bufó. Estaba seguro de que la justicia no existía para él.
—¿Y bien? ¿Aìrén quererse curar? —preguntó Shampoo impaciente y provocativa.
«¿Y cómo no?», contestó Ranma para sí. Pero tenía que ser muy inteligente para lograr que le diese la cura sin meterse en líos.
—Un trato es un trato, Shampoo. Si no hay cura, no hay beso —insistió tajante.
—Bueno, entonces Ranma ser chica toda su vida. —Le dio la espalda con el propósito de irse. La guerrera amazona no era tonta.
«Maldición», renegó él. Debía actuar rápido.
—Espera. Por lo menos muéstrame la cura para asegurarme de que la has traído.
Shampoo se detuvo y sonrió antes de voltear con gesto altanero.
—Eso ser imposible.
—¿Por qué? —Se extrañó. «¿Es que ya no la tiene?».
—Porque aìrén ser un pillo y escapar con cura apenas ver sin cumplir palabra.
Ranma dio un respingo. Efectivamente así lo había planeado desde el principio.
—Y-yo no haría tal cosa, soy un guerrero honorable —expresó irguiéndose y cruzando sus brazos para darle más veracidad a sus palabras.
—Shampoo no creer ¡Jump!
«Tengo que conseguirla».
—No te enojes, Shampoo —dijo con embaucadora zalamería—. ¿Cómo no vas a creer en mí? ¿Acaso no cumplí con la primera parte?
—Sí, pero a mí no engañar. Yo ir a la segura. Si aìrén no dar beso entonces Shampoo no dar cura.
El heredero Saotome quería y no quería ese trato. Volvió a observar a su alrededor. «Si no fuera porque sé que ahora sí la tiene». Era cierto, después de tantos engaños, esta vez sí-era-cierto. Como fehaciente prueba, ella y Mousse ya no se transformaban; la chica del cabello de fuego lo había comprobado con sus propios ojos.
Fue la tarde lluviosa del día anterior cuando de regreso a casa, después de entregarle un presente de Kasumi al doctor Tofu, Ranma corría por los tejados deseoso de tomar un baño de agua caliente, hasta que, a medio camino, vio en medio de la calle a los artistas marciales chinos empapados de pies a cabeza, sí, pies y no patas. No le importó mayores explicaciones más que el CÓMO lograron dejar de estar malditos y pedirles que compartieran esa dicha con él que en ese momento era una ella.
¿Cuál fue la consecuencia?
Cita. Rosas en rojo burdeos. Y un condenado beso.
«¡Demonios!».
Tomando en cuenta su anhelo por ser un chico normal, no reparó en ningún inconveniente para aceptar el trato con Shampoo, quien solía ser más astuta que Ranma cuando el pobre se sentía desesperado. Solo le importó que era la cura temprana y definitiva contra la maldición que ensuciaba su satisfacción de sentirse el hombre entre los hombres. «No pensé que esta situación se complicaría».
¿Qué debía hacer ahora?
Los engranajes de su cerebro comenzaron a trabajar. Dos tercios de la negociación ya estaban cumplidos, únicamente faltaba darle un beso, no significaba nada ¿Verdad? Porque solo le entregaría un momento, un toque; no su vida ni su corazón. Sería un beso vacío, uno por conveniencia que luego olvidaría, uno que lo liberaría de su caótica condición. «Uno del que nunca puede enterarse Akane», se juró.
—Estar cansada de esperar, aìrén —apremió la joven amazona sacándolo de sus cavilaciones.
Él se restregó la cara con ambas manos antes de hablar:
—Ufff. Está… bien. Tú, tú ganas. —Vio cómo Shampoo, incrédula, exorbitó sus ojos al escucharlo—. Peeero será un secreto ¿De acuerdo? —determinó.
—¡Sí! Yo no decir nada. Ser nuestro secreto —respondió enseguida. «Que yo romper después». Sus ojos brillaron más al imaginar el rostro de las otras prometidas al enterarse. «En especial de fea chica Tendo».
—Y hay otra cosa más —agregó Ranma.
—¿Otra?
—Sí. Antes de besarte, quiero que me enseñes la cura.
—No, eso no. Y ya saber mis razones.
—¿Y cómo se supone que estaré seguro de que después de besarnos me la entregarás?
—Tener que arriesgarte, mi amor. O… ¿Tú ser un cobarde? —insinuó a propósito para herir su ya sensible orgullo.
—¡Claro que no!
—Entonces dejar de hablar y besarme ¡Ahora! —Ella se abalanzó sobre él con vehemencia enredando los brazos en su cuello, cerrando los ojos y entregando sus labios.
Ranma asombrado y atrapado solo atinó a estirar el cuello hacia arriba, pensando: «Al mal paso darle prisa».
Sin embargo, antes de corresponder el beso, el cielo llamó su atención: las nubes, blancas y con sombras grises, suavemente fueron modelando una corta melenita, que poco a poco iba enmarcando un rostro, cuya expresión le hizo sentir el calor del sol en las entrañas; pues significaba que él era especial para la preciosa mujer que divisaba en el firmamento. Pudo distinguir su mirada reprobatoria exigiéndole una explicación, su bonita nariz alzada en un gesto de desaprobación que le provocó una ligera sonrisa al saberla celosa, y sus labios fruncidos… Esos labios… le hicieron cuestionarse: «¿Cómo me sentiría si Akane besara a alguien que no fuera yo por el motivo que fuese?». Su gesto mudó a uno severo.
—No vale la pena —susurró con dureza.
—¿Qué?
El heredero Saotome tomó los brazos de Shampoo.
—Dije que no vale la pena. Días más, días menos, en algún momento volveré a China y no te necesitaré para entonces. —La alejó con firmeza—. Quédate con la cura por ahora —determinó con resentimiento y dio media vuelta para empezar a correr e irse.
«¿Qué pasó?», se preguntó la muchacha de cabello violeta. Estaba a punto de besar a Ranma y, literalmente, en un abrir y cerrar de ojos él ya la estaba alejando, hablándole con enojo y escapando de ella.
¿Había rechazado un beso suyo?
—¡Ranma! —gritó como primera reacción después de quedarse sola en medio del parque— ¡Ranma! ¡Ranma, regresa! —Dudaba que no la pudiese escuchar, porque juraría que sus gritos se oían a trescientos metros a la redonda.
¿La estaba ignorando?
Lanzó las indefensas flores al suelo sin remordimiento y se apresuró a seguirlo. «Esto no quedar así», se propuso. Lo atraparía y obtendría su beso porque Ranma sería su esposo, solamente de ella y de nadie más. «¡De nadie!». No obstante, en alguna parte de su cabeza, por más que deseaba bloquear ese pensamiento, apareció… «Esa chica, esa odiosa chica sin gracia…».
¿Por quién más se iría así?
No le costó responder a esa pregunta.
Se detuvo en una esquina con la garganta seca y el corazón amenazando con salir de su pecho.
Ya no lo veía.
—Maldición —masculló frustrada y luego vociferó con voz en cuello—: ¡Te odio! —Provocando que unas palomas que posaban en los cables de luz volaran asustadas. «La odio», repitió para sí.
Tras ya no escuchar los aleteos, con desesperanza y los ojos vidriosos preguntó al viento:
—¿Por qué, mi amor?
Celosa y agotada, decidió regresar al lugar donde tendría que encontrar su bicicleta.
«Ranma...», lo nombró llevando por un momento una mano a su pecho y la otra a limpiar aquellas lágrimas caprichosas que la avergonzaban como mujer amazona que no se rinde ante un hombre.
Suspiró un par de veces y al instante apretó su mandíbula al recordarla.
—Chica gorda y violenta, Ranma ser mío por ley, él merecer a alguien como Shampoo porque tú no tener gracia, no ser bonita, no ser hábil, no ser nada… —refunfuñaba a cada paso de su andar esbelto y serio—. No llegar ni a mis talones, no comparar conmigo, no, no, no… —Empuñó fuertemente sus manos incapaz de reconocer que a pesar de todos los defectos que le atribuía, ella…
«No».
No, nunca aceptaría que bastaba un ínfimo ademán suyo para que su aìrén se rindiera y la prefiriera, que no servía ser una experta y hermosa guerrera si su contrincante usaba técnicas que no comprendía y que por más que lo intentaba no podía vencerlas, que ya había pasado mucho tiempo y no conseguía conquistar a su amado Ranma, que… que…
«¡No!».
No, nunca, nunca aceptaría que Akane era ¿Invencible?
—¡Jamás! —bramó y dio un zapatazo agrietando el piso.
A los pocos minutos, envuelta con pensamientos turbios y quejumbrosos, Shampoo llegó al lugar donde dejó su bicicleta. Iba a montarla cuando una pareja de enamorados pasó delante de ella. Frunció el ceño. En ese momento le pareció patético que se tomaran de las manos, que se hablaran al oído, que rieran en complicidad, que se abrazaran…
—Estúpidos —murmuró con el estómago revuelto. Subió a su bicicleta y empezó a pedalear mientras suavizaba su gesto y susurraba—: Sé que aìrén amarme. —Para Shampoo la cita y el ramo de rosas en un rojo que declaraba pasión no eran el resultado de un chantaje, sino de los intensos y confusos sentimientos de su futuro esposo hacia ella.
Además deducía: «La esperanza ser lo último que perder, y aìrén no perder la esperanza en Shampoo». Por eso creía que Ranma, a pesar de las constantes mentiras, continuaba confiando en su palabra cuando le decía que poseía la cura que contrarrestaba las maldiciones de los estanques de Jusenkyo, por eso era fácil salirse con la suya y que él aceptara sus condiciones siguiendo un excitante juego donde Shampoo adoptaba el rol de una gata dominante que tenía que atrapar a su apetecible y travieso ratoncito de trenza azabache. «Aìrén querer consentir y enloquecer a futura esposa porque amar, no por otra cosa ser», pensaba convencida.
—No rendirme —resolvió entre murmuraciones—, menos frente a falsa chica Tendo. Tu carita de ni un mosquito matar, tu sonrisita hipócrita de claras intenciones, tus coquetos movimientos mal disimulados, tu formita de vestir como niña buena… A mí no engañar. Ser oveja con piel de cordero. En cambio, orgullosa Shampoo mostrar tal como es: bella, amorosa, aguerrida, con muchas cualidades para una excelente esposa ser, y lo más importante: por fin tener cura que no dudar en dar a Ranma cuando él besarme y después ir a Nekohanten para entregar y probar, pero aìrén no cumplir con beso pactado ¡Por culpa de chica violenta! ¡Y porque Ranma idiota ser al no decidirse por Shampoo como esposa! Yo ser la mejor prometida, ¡¿qué pasar con ciego aìrén para no notar?!», sinceramente no lo entendía.
Estaba hastiada de su situación donde ella era una más.
—Esto deber cambiar —se propuso y aceleró.
Lo tenía decidido: exigiría respeto para su compromiso, enamoraría a Ranma a cualquier precio, lo obligaría a corresponderle de ser necesario, desaparecería a quien le resultara un estorbo.
«Tendo Akane, yo dar Beso de la muerte y todavía no cobrar tu vida», recordó.
Continuará…
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Notas de autora
¡Holis! ;D
El que se compromete en deuda se mete ¿Cierto? °lll-lll° ;) Por eso, si ayer al final de mi nota anuncié que hoy publicaría el primer capítulo, pues aquí estoy puntual n.n (por aquí ya son las 22:00 h).
Antes de continuar quiero desearles… ❤️ ¡Amoroso día de San Valentín! ❤️ Ah… El amor… Qué palabra y sentimiento más fuerte ¿Verdad? n.n Yo comparto el pensamiento de que el amor es el don de los valientes, sobre todo el romántico, de ahí que admiro mucho a quienes se atreven a amar, lo expresan y lo transmiten *-*. Espero que hayan pasado un día muy bonito n.n rodeados de todo tipo de amor, empezando por el autoamor ^_^.
Agradecimientos
A las páginas de FB Mundo Fanfics Inuyasha y Ranma y Fanfics y Fanarts de Ranma Latino (Lemonsai n.n) por promocionar con agradables palabras este nuevo ficcito mío [lindas flores para ustedes] :D.
A TODOS mis amables y queridos lectores, en especial a Carol FVargas, Benani0125 y Guest; muchísimas gracias por su buena vibra desde este nuevo inicio ^ω^.
A los lectores que dan un follow y/o favorite, gracias por su atención y oportunidad *-*.
Sobre «¿Otra vez por la cura?»
Debo aceptar que no es un capítulo… ¿Adecuado? Para estas fechas románticas °lll-lll°… ¡Lo siento! :( Pero ya nos va introduciendo a la historia ¿No? :)
Ahora las preguntas son… ¿Dónde estará Akanita? ¿Ranma hablará con ella sobre esta oportunidad de ser un chico normal? ¿Qué estará pensando Shampoo para cumplir con el Beso de la muerte? :0
Nooo… se pierdan los próximos capítulos. Ji, ji, ji X9.
Sabían que...
Las rosas en rojo burdeos, cuando se regalan a esa personita especial, expresan amor ardiente y violenta pasión :0 n.n. Además este color representa la belleza imperecedera. Así que por eso Shampoo quería ese color ¿Eh? °lll-lll°
Aìrén es la transcripción fonética de cónyuge o esposo en chino (爱人) y está compuesta por los caracteres 爱 (ai: amor) y 人 (ren: persona). Esta palabra también puede ser escrita como «airen» o «airén». A mí me gustó usar la forma «aìrén», me pareció más china, ji, ji, ji XD.
Wǒ ài nǐ (我爱你), «te amo» en chino mandarín, es una frase que en China expresa una emoción extremadamente fuerte y muy seria, usada sobre todo dentro del matrimonio y jamás de forma casual (también puede expresar amor familiar, no solo entre la pareja c:). Debido a esto, para decirle «te amo» a una persona con quien se está iniciando algo bonito, es más apropiado decir frases como «wǒ xǐhuān nǐ» (我喜欢你), que literalmente significa «me gustas», o incluso es mejor decirlo en inglés, «I love you», antes de usar un poderoso «wǒ ài nǐ» ^.^. Además, al parecer, los chinos prefieren demostrar su amor de forma no verbal (besos, abrazos, comportamiento que delate el interés romántico), así que son más frecuentes las acciones significativas que decir «wǒ ài nǐ» :D. Creo que ahora entiendo un poco más los nervios de Ranma al escuchar a Shampoo pronunciar está peculiar frase :S, y también la expresividad eufórica de ella para demostrarle su interés °lll-lll°.
Aclaración
Cuando escribo «wǒ ài nǐ», la acentuación de la «ǒ» y la «ǐ» en mi compu se desubica :C, pero en mi celular no :o. Así que por si les pasa como en mi compu… °lll-lll°: el acento que es como una uve pequeñita va encima de las vocales «o» e «i» y no a un costado ¿Oki?
Ya saben…
ツ Disculpen si los posibles errores que encontraron cortaron el hilo de la lectura :(, trato de evitarlos, pero a veces pueda que se sigan escapando.
ツ Si no es mucha molestia comenten: dudas, críticas, sugerencias, gustos, disgustos, buenos ánimos y/o todo lo que quieran escribirme para mejorar mis ideas y escritura aún supernovel.
ツ Si tienen cuenta FF y me escribieron una reseña NO OLVIDEN REVISAR SUS INBOXS, siempre trato de responderles (sobre todo cuando estoy cerca a actualizar ;D) y seguir agradeciéndoles por ahí n.n. No lo hago por aquí porque a veces me emociono y mis respuestas son larguitas, ji, ji, ji n.n.
Reitero mis románticas y amistosas felicitaciones por el día de hoy :D, enviándoles al mismo tiempo buenísima vibraaa ++++++... Paz y amor para sus vidas. Hasta pronto n.n.
StaAkaneFan.
