Domingo, 27 de febrero de 2022

Disclaimer: Esta fanficción está hecha sin fines de lucro, Ranma ½ es una obra de la gran mangaka japonesa Rumiko Takahashi, quien me enamoró con esta historia, la cual ahora me inspira para crear nuevas situaciones y aventuras protagonizadas por Ranma Saotome y mi preciosa Akane Tendo n.n, con la finalidad personal de mejorar mi escritura (o eso espero), además de que tal vez pueda entretener a alguien que me visite por aquí.


Capítulo II

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* 3Ɛ *

Por fin mía

* 3Ɛ *

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La tenía a su merced.

Indefensa. Pacífica. Hermosa.

Reposando enfrente de él.

Receptiva.

De seguro ansiosa por escuchar la apasionada y franca declaración de su querer.

—Tú, Tendo Akane:

Sol radiante de la mañana,

luna mística de la noche,

lluvia mágica de verano,

recio viento del mar.

Con la punta de sus dedos, diestros y largos, el capitán del club de kendo del Instituto Furinkan acarició una rodilla de su hermosa diosa con alma de tigresa, y comenzó a ascender por el costado del muslo, sintiendo la tersura que lo enloquecía. Prosiguió:

—Yo, Kuno Tatewaki:

Una gota de agua que se evapora por tu calor,

una insignificante estrella que no opaca tu belleza,

fuego que se rinde ante tus aguas repentinas e impetuosas,

una frágil embarcación sometida por tu fuerza.

En el trayecto de la caricia, lenta y colmada de pasión, su espíritu se incendiaba. Era inevitable, el hecho de subir esa recatada falda, larga y plisada, hasta dejar una franja desnuda de la pierna de Akane, lo estaba consumiendo.

—Y nuestro amor:

Una especial relación como la del agricultor y la tierra fértil,

cuando yo,

afanado y deseoso,

finalmente puedo trabajar en ti;

finalmente

puedo arar todas tus delicadas superficies con mis manos poderosas,

finalmente

puedo disfrutar la siembra arrebatada de nuestros fogosos corazones,

finalmente

puedo cultivar con infinita devoción: mi semilla.

Aquella santa semilla

que después de mezclarse con tu virginal esencia,

podrá concebir el fruto de nuestro perenne amor.

Llegó a la cadera temblando, ansioso por descubrir más del femenino cuerpo.

—Quiero la mejor cosecha y sé que solo la obtendré después de tenerte. —Con estas últimas palabras, y con los dedos estancados en aquella zona torneada, Tatewaki usó la otra mano para acariciar el rostro de su amada antes de besarla con devoción.

Y Akane, cual muñeca sin vida, no reclamó, no suspiró, no gimoteó, no sollozó ni se movió.

¿Cómo podía ser aquello?

Toc, toc, toc.

«Ahora no», respondió el Rayo Azul de Furinkan en su fuero interno, intentando ignorar el llamado a su puerta. Respiró pausadamente, concentrándose en su excitante labor.

La aventura continuó dirigiendo su vista a regiones más elevadas cubiertas por una blusa de tela fina y pequeños botones en hilera.

—¿Seré yo el valiente alpinista que descubrirá y conquistará tus nevadas montañas endurecidas por el frío? —preguntó sintiéndose aún muy inspirado—. Sí, seré yo aquel audaz viajero quien estará sobre tus terrenos, derritiendo la nieve que te cubre con mis ardientes bes…

Toc, toc, toc. Otra vez esos golpes.

«Maldita sea». Tatewaki se quedó quieto y callado, esperando que lo dejaran en paz.

Al otro lado de su dormitorio, Sasuke Sarugakure, impaciente por hablar con su joven señor Kuno, quiso tocar por tercera vez, sin embargo desistió. «¿Lo estaré interrumpiendo?», intuía. «Pero ¡tengo que darle una noticia importante!», se dijo convencido. Entonces, con dudas y con temor, se atrevió a recorrer la puerta. Lo primero que sintió fue un calor húmedo, después un olor dulzón. «Incienso de canela», reconoció. Y finalmente, los murmullos de Tatewaki, quien se encontraba solo, encima de una delgada colchoneta en el centro de su habitación.

Su postura, de padmasana, reflejaba su profunda meditación, sentado con las piernas cruzadas y las manos relajadas sobre sus rodillas, realizando el hridaya mudra para liberar emociones reprimidas.

«¿Qué hago?», se preguntó el ninja. Sabía que su amo ejecutaba esa asana cada vez que necesitaba conectarse con la señorita Tendo, de una forma retorcida y un tanto enfermiza. Sacarlo de ese trance le podía resultar peligroso. «No quiero que me castigue», deseó. Luego, echó un vistazo al único póster enmarcado que ocupaba una de las paredes; el de Akane. «Es muy bella», pensó entristecido por su destino. Sacudió la cabeza. Era tarde para arrepentirse.

—M-mi señor… —susurró sin perder más tiempo.

La atmósfera se había estropeado para Tatewaki Kuno, y por más que trató de permanecer abstraído en sus fantasías, le fue imposible, ya no podía verla, tocarla ni saborearla; el cuerpo de su amada se difuminaba. «¡Por un demonio! ¡No! Justo cuando estaba llegando a otro nivel de concentración donde hubiera podido escucharla y olerla». Su espíritu, antes vigorizado por el deseo, gradualmente regresó a su cuerpo agitado. Y al instante de sentirse estable, se levantó de su lugar dominado por la furia y reclamó:

—¡¿Por qué te has atrevido a interrumpirme, inservible vasallo?!

El pobre Sasuke se cubrió la cabeza y se arrodilló en la entrada.

—Lo-lo-lo siento, mi-mi s-s-señor —tartamudeó de miedo. Y a punto estuvo de ser golpeado cuando anunció con desesperación—: ¡Todo está listo! ¡Todo está listo para irnos!

El Rayo Azul detuvo su puño.

—¿Cómo?

—¡Sí, señor Kuno! ¿Lo recuerda? —El fiel ninja se descubrió para mirarlo y aclaró a toda velocidad—: ¡Tengo todo preparado para irnos de Japón con la señorita Akane!

—¿De verdad? —preguntó Tatewaki aplacando su aura iracunda.

—S-sí, sí.

—¿Los papeles de la escuela?

—Listos.

—¿Las autorizaciones de viaje?

—Listas, aunque debo decir que fue lo más difícil de conseguir porque…

—No me importa. ¿Los pasaportes y las visas?

—Listos.

—¿El auto?

—Afuera.

—¿El equipaje?

—Listo.

—¿El avión privado?

—Reservado.

—¿El departamento?

—Conforme a como usted solicitó.

—¿Mi… padre? —preguntó despectivo; aunque no se llevaban enteramente bien, sabía que aún lo necesitaba.

—Al tanto de todo, como usted me ordenó. El señor sabe lo necesario y está dispuesto a apoyarlo.

—Y qué es lo que sabe exactamente.

—Que usted y su… novia quieren abrirse paso hacia nuevos horizontes.

—Estupendo…

El primogénito Kuno sintió una llamarada instantánea en el vientre, cuyo ardor fue creciendo a medida que se acercaba hacia la enorme fotografía de la única dueña de su corazón. «Única, mi única Tendo Akane, única, única, única, única…», se repetía una y mil veces. «Única, única, única…». Con el intenso fervor propio de un sacerdote. «Única, única, única…». Tratando de olvidar que alguna vez tuvo ojos para alguien más, tratando de no avergonzarse de sí mismo por haber estado perdidamente enamorado de… un hombre, tratando de curar su intachable masculinidad humillada por el atroz engaño de… «Te odio, Saotome». Porque ya no habían más vendas que cubrieran sus ojos, porque la realidad le gritaba que aquella chica del cabello de fuego no existía ni debió existir en su vida, porque ahora todo su amor le pertenecía a… «Mi única Tendo Akane».

La insólita revelación se dio días atrás, en las duchas del Instituto Furinkan.

Aquella tarde, Tatewaki, impulsado por seguir siendo el mejor en el dominio del shinai, se había quedado después de la práctica regular de kendo afinando sus técnicas en el gimnasio del Instituto. Al culminar su exhaustivo entrenamiento, sudoroso y con las muñecas sentidas, se encaminó a bañarse para relajar sus músculos.

Todo estuvo resultando normal y tranquilo. Hasta que escuchó a alguien. De inmediato supo que ese alguien era mujer, pues su voz femenina la delataba; refunfuñaba palabras ininteligibles, realmente molesta por quién sabía qué. Supuso que se trataba de la encargada de limpieza, quejándose por un trabajo que él agradecía nunca tener que realizar, pues su acomodada y merecida posición social no lo permitiría en esta vida. Poco después, escuchó que la presunta trabajadora entraba a la ducha de al lado. Curioso y perplejo, asomó la cabeza para comprobar si la muchacha en efecto se atrevía a usar los baños para varones; sobre todo porque no era difícil darse cuenta de que un alumno se encontraba ahí, de que los cubículos no tenían puertas y de que él no tenía más opción que pasar enfrente de la chica —quizá desnuda— antes de tomar su toalla y dirigirse a los vestidores. ¿Quién sería aquella descuidada?

No lo creía. Entre todas las situaciones que pudo imaginar, la que le tocó vivir, no-lo-cre-í-a.

Le tomó menos de un segundo reconocer aquella trenza roja que desapareció tras la delgada pared que los separaba. Y le tomó un segundo completo recordar que para él las casualidades en el amor no existían; si la dueña de aquellos cabellos rojizos y trenzados estaba ahí, era porque lo estaba buscando.

Cautivado por aquella timidez que la llevaba a fingir ese encuentro casual, Tatewaki aceptó la clara e incuestionable petición de una de sus hermosas admiradoras: la de bañarse juntos. No lo pensó mucho, dejó que sus actos hablaran por sí solos, y la abrazó; impetuoso, fuerte, fascinado.

De ahí que pudo sentir su pequeño, suave y frágil cuerpo entre sus brazos. Pudo sentir el agua calentándose mientras los recorría por completo. Pudo sentir una rabiosa energía expandiéndose como las ondas de una terrible explosión. Pudo sentir la transfiguración de finas curvas en duros músculos. Y pudo sentir un potente golpe en el estómago que lo dejó sin aliento.

Todo aquello lo sintió al mismo tiempo; con sus manos, con sus ojos, con todo su cuerpo.

—¡Déjame en paz, demente! —escupió aquel hombre embravecido de cabellera negra entre las volutas de vapor.

¿Qué hacía Saotome ahí? Para el joven Kuno cada momento fue más y más confuso.

—¿Q-qué le hiciste a m-mi chica de la trenza? ¿D-dónde está? —balbuceó tambaleante, agarrándose el abdomen, tratando de calmar su agudo dolor y su inevitable estupor.

—¡¿Quieres saber dónde está?! —increpó aquel insolente con sus ojos en un azul ennegrecido, abriendo la llave de agua fría—. ¡Aquí está! —gritó mientras su voz se afinaba y nuevamente emergía uno de sus amores, quien, lanzándole una mirada asesina, cerró la llave hace instantes abierta y giró la de agua caliente—. ¡Aquí estoy! —volvió a vociferar, recuperando la gravedad de su voz y el porte de su gallardía—. Compréndelo de una vez, Kuno. La chica pelirroja no existe. Solo existo yo, Ranma Saotome. Y ya no te aguanto más. —Enfurecido y enajenado, el artista marcial repitió su accionar con las llaves de la ducha, cambiando de cuerpo como cambiar de sombreros frente a un espejo.

Agua fría: la sensual mujer del cabello de fuego aparecía.

Agua caliente: su peor enemigo se hacía presente.

Agua fría. Agua caliente. Agua fría. Agua caliente.

Agua caliente. Agua fría…

Ocho, once, quince, veinte… Varias veces Tatewaki observó aquella increíble transformación.

Acto seguido, escuchó su timbre de voz, tan varonil como el de él mismo, tan grave como su irrefutable amenaza:

—Escúchame bien, Kuno. No vuelvas a acercarte a mí, desde ahora no quiero oirte ni respirar. Mucho menos quiero verte cerca de Akane. Si lo haces, más vale que estés listo para la batalla más dura de tu vida. —Y Ranma se marchó.

Al quedarse solo, el Rayo Azul permaneció con la mirada perdida; oyendo la caída del agua sobre los azulejos del piso antes de perderse por el sumidero con su familiar gorgoteo; cubierto únicamente con un manto imaginario hecho con hilos de confusión; pensando…

Pensando…

Pensando…

Por varios días.

Hasta que, como una epifanía, entendió qué pasaba: «Hechicería».

No en vano le bien llamaba hechicero, porque siempre supo que se valía de magia, seguramente negra, para hacer su voluntad. Sino ¿Cómo explicar que Akane no fuera suya completamente? ¿Cómo se dejó engatusar por una mujer pelirroja que ahora con claridad la veía tan vulgar? ¿Cómo traicionó a su gran, primer y único amor salvaje? Iba armando el rompecabezas: «Este sucio campesino, para quedarse con mi querida, inocente e inalcanzable Akane, ha planificado el ardid más impúdico y miserable: usando el aspecto de una mujer atractiva… me hechizó. Me enamoró. De ella. De él. ¡Saotome Ranma, eres un canalla!». Era innegable, Tatewaki había incurrido en la traición, dejó de ser fiel a la menor de las Tendo por… «Ese… ¡Ajjj! Y lo peor es que mi hermosa Akane muchas veces ha atestiguado ese mal amor. Pero ¡no sabía de quién se trataba en realidad!». Ahora también comprendía el porqué de aquellos celos de la chica del cabello de fuego cuando se acercaba a su dulce diosa con alma de tigresa; nunca fueron por él, siempre fueron por Akane.

—Maldito Saotome —despotricó el primogénito de los Kuno mientras salía de sus recuerdos y sus reflexiones sin dejar de apreciar el póster de su amada.

—Ejem. Señor, ¿puedo retirarme? —se atrevió a preguntar Sasuke.

—Sí, vete. No te olvides de avisarme una hora antes de que llegue el momento. Y cierra la puerta después de salir.

El sirviente hizo una reverencia y salió de sus aposentos.

En soledad, Tatewaki no dejó de fijar la vista en la sonrisa deslumbrante y estática de Akane. Lentamente, levantó una mano y comenzó a deslizar sus dedos, índice y medio, sobre el borde de los labios; planos y fríos.

—Mi amor —pronunció con ternura—, desde pequeño he estado acostumbrado a tener siempre lo mejor, y esta vez no será la excepción; serás mía, Tendo Akane. Mi padre nos ayudará hasta que nos casemos y nos establezcamos. Viviremos en Canadá, terminaremos la preparatoria e iremos juntos a la universidad. Siempre te cuidaré y llevaré con orgullo de la mano. Seré envidiado y sin lugar a dudas odiado, pero no te preocupes, estoy acostumbrado a ese sentimiento de los demás hacia mí, porque lo tengo todo, porque te tendré a ti.

»Falta muy poco para salvarte de ese insignificante, aprovechado, corriente y hechicero Saotome. Un ser tan ruin y menesteroso como él no te merece. —Acercó el rostro al retrato que capturaba a la hermosa adolescente y presionó los labios sobre su arco de Cupido; cerrando los ojos, imaginando su afortunado futuro, con las pulsaciones aceleradas por lo poco que faltaba para realizar uno de sus sueños más importantes.

Se separó contemplando aquellos orbes amielados que lo seducían y agregó:

—Esta noche será el nuevo inicio de nuestro romance, Akane de mi vida, Akane por fin mía.

Continuará…

* 3Ɛ *


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Notas de autora

¡Holi, holi! ;D

¿Cómo están? Espero que bien n.n. No ha pasado mucho tiempo ¿Cierto? :D Estoy avanzando poqui con este ficcito, pero estoy avanzando °lll-lll°.

Agradecimientos

A las páginas de FB Mundo Fanfics Inuyasha y Ranma, Fanfics y Fanarts de Ranma Latino, Ranma Fanfics Por Siempre y Mamá Nodoka :D, por pasar la voz de la actualización del capi anterior: «¿Otra vez por la cura?». Me emociona que a pesar de que estoy un tanto alejada de las redes sociales ustedes siempre me apoyan *-*, son muy generosas, no las merezco como amigas T-T. ¡Muchas gracias por todo! [Abrazotes] :D

A TODOS mis amables y queridos lectores, en especial a zhiootkonny, Benani0125, Carol FVargas, YokoLyn, Romina Landa, Alicia n.n, Bayby Face, SARITANIMELOVE (x2) y Mividaerestu; no se imaginan lo motivante que son sus palabras, porque ellas significan verazmente que, a través de mi escritura, fui capaz de generar una emoción, así sea pequeñita, pude lograrlo ^_^.

A los lectores que dan un follow y/o favorite, gracias por su atención y oportunidad ^ω^.

Sobre «Por fin mía»

Este capítulo lo califico como muy… Kuno °lll-lll°. Intenté sumergirme en su mundo apasionado, ¿poético?, egocéntrico, turbio… Y fue muy loquillo hacerlo O.o, porque (aunque no deja de ser interesante) adoptar ciertas personalidades como la de, por ejemplo, Tatewaki puede resultar un poqui chocante °-°, pues es complicado estar de acuerdo con su forma de ser y sus actitudes :S. Aun así, cubrirse con la piel de cada personaje y dejar de ser una misma, considero que es una de las cosas divertidas-de descubrimiento-locas a la hora de escribir historias :).

Buenis, ahora hablemos un poco sobre la declaración inicial de Tatewaki… ¿Creyeron que pasaría algo que al final no pasó? :S °lll-lll°, y en cuanto a la forma, ¿se notó en sus versillos libres la correspondencia que se me ocurrió y llamo «Si tú eres, entonces yo soy»? Por ejemplo, el primer verso de la primera estrofa dice «Sol radiante de la mañana», entonces en el primer verso del segundo párrafo dice «Una gota de agua que se evapora por tu calor». Espero que se pueda notar [changuitos de la suerte] n.n:

Primera estrofa:

Sol radiante de la mañana,

luna mística de la noche,

lluvia mágica de verano,

recio viento del mar.

Segunda estrofa:

Una gota de agua que se evapora por tu calor,

una insignificante estrella que no opaca tu belleza,

fuego que se rinde ante tus aguas repentinas e impetuosas,

una frágil embarcación sometida por tu fuerza.

Correspondencia:

Ej.: (Si tú eres) sol radiante de la mañana, (entonces yo soy) una gota de agua que se evapora por tu calor.

Ej.: (Si tú eres) lluvia mágica de verano, (entonces yo soy) fuego que se rinde ante tus aguas repentinas e impetuosas.

Traté de jugar con ese estilo medio poeticón que tiene Tatewaki al hablar, y mezclé su diálogo personal usando la raya (—) con la estructura poética. Sé que no es correcto mezclar así a lo loco °lll-lll°, pero, como dije, solo traté de jugar ;9 saliéndome un poquito de las reglas convencionales :S ¿Qué tal quedó? ¿Se entendió? ¿O se vio muy raro? :S A mí me parece que la poesía es muuuy difícil :( y admiro a quienes logran desarrollarla *-*, así que yo solo intenté… No sé qué intenté °lll-lll°, ji, ji, ji XD, pero quedó como lo leyeron n.n.

Buenis… ¿Qué les pareció que Kuno por fin entendió que Ranma y la chica del cabello de fuego son la misma persona? ¿Y su plan para llevarse a Akanita a Canadá? Parece que todo está perfectamente calculado :S. Era necesario ocupar este capi con estos aspectos para dejar en claro el interés exclusivo de Tatewaki a mi preciosa peliazul °-°. Espero no haya sido muy aburrido o ¿Insufrible? :S

Nooo… se pierdan los próximos capítulos n.n.

Sabían que...

¿Sarugakure es el apellido de Sasuke? :0 Sinceramente yo no recuerdo haberlo escuchado en el anime, y todavía no lo he comprobado, pero lo encontré en una conocida página del fandom de Ranma 1/2. Me pareció interesante usarlo n.n.

El incienso de canela nos ayuda a focalizar las ideas y mejora la concentración. Además, la canela per se, tiene valores afrodisíacos °lll-lll°. Ahora ya sabemos por qué Kuno lo usó :S.

Asana es la postura corporal de ciertos tipos de yoga.

Padmasana, también conocida como posición de loto, es una asana clásica de yoga considerada bastante difícil de hacer, sobre todo porque se necesita mucha flexibilidad para realizarla correctamente, y así alcanzar una meditación profunda (como la de Tatewaki en este cap. :S), además, favorece la respiración, calma la mente y mejora la estabilidad física.

Mudra, en el hinduismo y en el budismo, es la posición simbólica de la mano y los dedos que propicia la canalización de energía, la meditación, etc.

Hridaya mudra (gesto del corazón), consiste en colocar la punta del dedo índice en la raíz del pulgar, y juntar las yemas de los dedos medio y anular con el pulgar (me hubiese gustado insertar una imagen aquí T-T). Este mudra aumenta la vitalidad del corazón, ayuda a liberar emociones reprimidas (por eso me pareció que Tatewaki elegiría este mudra para fantasear con Akanita :S), alivia las penas y se puede practicar durante conflictos emocionales.

Shinai es un sable de bambú (menos letal que la katana y el bokken) utilizado en los entrenamientos del kendo. Mantenerlo en buen estado es importante, porque así el deportista evita que (1) sus movimientos sean lentos y pesados, y (2) lesionarse a sí mismo o al adversario.

Ya saben…

Disculpen si los posibles errores que encontraron cortaron el hilo de la lectura :(, trato de evitarlos, pero a veces pueda que se sigan escapando.

Si no es mucha molestia comenten: dudas, críticas, sugerencias, gustos, disgustos, buenos ánimos y/o todo lo que quieran escribirme para mejorar mis ideas y escritura aún supernovel.

Si tienen cuenta FF y me escribieron una reseña NO OLVIDEN REVISAR SUS INBOXS, siempre trato de responderles (sobre todo cuando estoy cerca a actualizar ;D) y seguir agradeciéndoles por ahí n.n. No lo hago por aquí porque a veces me emociono y mis respuestas son larguitas, ji, ji, ji n.n.

Les comento que empecé a desarrollar el siguiente capi :), el título tentativo es «Tan cerca y tan lejos» n.n. No sé cuánto tiempo tardaré en terminarlo :(, pero intentaré que no sea mucho. Paz y amor para sus vidas. Hasta pronto n.n.

StaAkaneFan.