Primero de todo agradeceros los reviews, me anima a continuar que os guste la historia.

Un pegueño recordatorio:

"..." : representa el dialogo.

'...' : indica que se trata de pensamientos

Bueno, espero más reviews!

Cap 3: Teléfonos y espadas

Caminamos durante horas en silencio. Mi cabeza no paraba de divagar sobre los últimos acontecimientos. 'Cómo era posible que estuviera en la Tierra Media. Es mas, como saber que estaba en la Tierra Media con Legolas y no en un bosque cualquiera con un fanático? O metida sin querer en algún estúpido juego de rol? Bueno, si es el autentico Legolas, es un elfo, y si es un elfo, tiene orejas picudas, no?' El problema era que caminaba detrás mió y cada vez que tropezaba o no seguía el "camino" (él afirmaba que lo había pero yo no lo veía por ninguna parte), notaba su mirada clavada en mi nuca y no era muy agradable. 'Así que mejor sigo caminando. En algún momento volverá a ponerse delante, no?'

PUM

"Au!"- 'Quien ha puesto una pared en medio del bosque?'. Levanté la vista para saber contra que había chocado y vi al "supuesto elfo" ante mí de espaldas preparando su arco. 'Me he perdido algo?'. Un gruñido me sacó de mi atontamiento. Los tres orcos de la noche anterior estaban ahí! Y sí, a la luz del día daban más miedo.

Sin previo aviso, los orcos empezaron a correr hacia nosotros, mientras Legolas, inmóvil en el mismo lugar, empezó a disparar. Uno de los orcos cayó, con tres flechas en su cuerpo, antes de alcanzarnos. Pero los otros dos ya estaban muy cerca. El elfo sustituyó el arco por sus espadas y en tres segundos ambos orcos cayeron al suelo sin vida. Se agachó a examinar los cuerpos mientras que lo único que fui capaz de hacer fue parpadear. 'Que acaba de pasar?'

Un suave gruñido salió de la boca del elfo al encontrar lo que buscaba. El escudo que sostenía tenia pintada un gran mano blanca. Lo lanzó con disgusto mientras se ponía en pie y miraba a su alrededor. Cuando sus sentidos le convencieron de que no había más enemigos cerca se giró hacia mí.

"Sigamos"- Aun me encontraba en estado de shock. Todo había pasado tan rápido... Me quedé mirándolo con la boca medio abierta. 'Pues si que es un elfo. Nunca había visto a nadie moverse tan rápido. Y ahí están sus orejas.'

"Eh! Eva! Te encuentras bien?"- 'Eva?' eso me hizo salir de mi trance.

"Dime otra vez donde estoy"- conseguí decir. Me miró como si le estuviese tomando el pelo y me indicó que siguiera caminando.


Continuamos nuestro camino sin parar ni un segundo (por desgracia para mis pies) hasta que el sol estaba tan bajo que apenas entraba luz entre las ramas. Lo cual agradecí profundamente ya que no tuvimos más remedio que parar. Después de media hora de buscar un lugar seguro donde pasar la noche (él buscaba, yo me limitaba a mirar como saltaba de una raíz a otra), pareció encontrar un hueco de su agrado y empezó a preparar un fuego. Así que me acomodé lo mejor que pude entre unas raíces y me limité a observarle. Una vez estuvo satisfecho con el fuego, fue hacia su bolsa. Sacó algo de ella y lo partió, no vi de qué se trataba hasta que me tendió uno de los trozos.

"Come"- dijo, mientras cogía el fragmento de galleta que me ofrecía. La verdad es que estaba muerta de hambre, iba a necesitar más que eso. Debió ver la duda en mi cara, porque no tardó en decir:

"Lembas, un mordisco de este pan puede saciar a un hombre fornido"- le miré incrédula. 'Ya!'. Se limitó a comerse su trozo y yo le imité. Sabía bien, parecido al sabor del pan pero un poco dulce y, la verdad es que, dejé de tener hambre con el segundo bocado. Aun así me comí todo el trozo que me dio. 'Ves a saber cuando volveré a comer'. Cuando levante la vista, Legolas estaba abriendo MI MOCHILA!

"Que haces! No toques mis cosas!"- me abalance sobre él para intentar quitarle la mochila de sus manos, pero él fue más rápido (obviamente), y agarrándome del brazo me obligó a volverme a sentar.

"Solo quiero verificar que no llevas ninguna arma"- y dicho esto empezó a sacar objetos de la bolsa. Me limité a mirar como inspeccionaba mi bolsa (y la desordenaba), después de unos minutos encontró mi móvil (es uno de esos que tiene una lucecita que parpadea), lo cogió con cuidado, lo miró con sospecha y me miró.

"Que es esto?"-

"Un teléfono"- dije, medio riendo al ver su expresión. Se inclinó hacia mí con cara de pocos amigos. -"No es un arma"- dije en mi defensa -"se usa para hablar con otras personas"- Dejó de fruncir el ceño, parecía que lo había entendido.

"Sabia que eras una bruja"- dijo muy serio. 'Vale, quizás no lo ha entendido'

"Una bruja?"- pregunté incrédula, -"Por que crees eso?"-

"Te vi aparecer de la nada a orillas del lago"- Sentenció.'Espera un momento...'

"Que me viste aparecer? Entonces también viste como me atacaron las cosas con grapas en la cara! Por que no hiciste nada?"- medio grité. 'Te lo puedes crees, el chico ve como me secuestran y se queda mirando. Quizás no es tan valiente como Tolkien nos hizo creer.'

"Porque eres una bruja"- Dijo, como si eso lo aclarara todo. -"Y esos orcos estaban allí esperando a que aparecieras."- 'Ya basta de llamarme bruja. Respira, cálmate.'

"Vamos a ver."- dije con voz de maestra. -"En serio crees que si fuera una bruja podrías tenerme prisionera con solo atarme las manos"- Le dije mostrando las ataduras. Me miró fijamente, como midiendo si representaba una amenaza para él y, en medio latido, se abalanzó sobre mí, sacó una de sus espadas y volvió a colocarla en mi garganta. Con su mano libre me agarró por el cuello. Su cara a dos centímetros de mí. Y sus ojos fijos en los míos.

"Me estas diciendo que debería matarte"- susurró. 'Creo que no ha pillado donde quería llegar.' Tragué con dificultad.

"Esperaba que creyeras que no soy una bruja"- dije, con la voz entrecortada.

"Si intentas algo, te mataré"- Y con eso se apartó de mi, se sentó al otro lado de la fogata y me lanzó una manta. -"Ahora duerme"-

'Como si pudiera, con el susto que llevo encima'. Me dejé caer de lado, de espaldas al fuego y me tapé. Me llevé la mano a la garganta, aun podía sentir el frio del metal en mi piel. Y sin quererlo tímidas lagrimas empezaron a deslizarse por mis mejillas. No se cuanto tardé en dormirme, pero no dejé de llorar hasta entonces.


Observé como se tapaba con la manta y se tumbaba de espaldas a mí. La verdad es que no tiene aspecto de bruja, ni siquiera parece peligrosa, pero hace tiempo que aprendí a no fiarme de las apariencias. Si no hubiéramos sido tan inocentes, Saruman no habría conseguido engañarnos durante tanto tiempo. Por desgracia su traición nos costó muy cara. La guerra se extendió por todo el oeste y a punto estuvimos de no sobrevivir a la batalla del Abismo de Helm. Muchos murieron allí. Pero eso ya era tan solo un recuerdo. Hacía más de ocho años de la destrucción del anillo, y durante ese tiempo en la Tierra Media se había vivido en paz. Aunque últimamente se volvían a ver orcos por el bosque, quizá ...

Volví mi atención a la chica, 'Eva' pensé, casi consiguió engañarme. La vi aparecer de la nada mientras perseguía a esos orcos. Creía que se trataba de un pequeño grupo de rastreadores, por eso me sorprendió que se detuvieran durante tanto rato cerca del lago. Decidí esperar para ver lo que estaban tramando, y entonces apareció ella. Es realmente una bruja? También esperaba encontrarse con los orcos? Entonces por que se separó de ellos? Demasiadas preguntas. 'Ada sabrá que hacer. En momentos como este me alegro de no ser rey.'

Decidí deshacerme de esos pensamientos y centré mi atención en verificar el estado de mis flechas. Una por una comprobé su estado (siempre hay que estar preparado). Cuando acabé la luna ya estaba alta, debía ser más de media noche. Volví a mirarla, parecía que se había dormido. De todas maneras me quedé despierto toda la noche.