Hola! Bueno, pues aqui hay otro capitulo. Pero primero:

Gracias firts-ayanami por tus comentarios, me alegra que te guste esta historia. He de decir que he leido Buscando un futuro y La vida contigo, y me encantaron. Si alguien no los ha leido, que no lo dude, desde aqui os los recomiendo!

Y a ti, ElI bRoDY, gracias por tan positivo review. Sólo he recivido 2 por el capitulo anterior y me estaba empezando a deprimir. Tu comentarioha sido una inyección de energía positiva. Y no te preocupes, hay fic para rato! ja ja ja!

Y a los demas, gracias por leerme. Y dejad comentarios, nada de ser tímidos!

Ahora algunas aclaraciones:

"..." : representa el dialogo.

'...' : indica que se trata de pensamientos

Hasta pronto!


Cap 4: Cosas de chicas y ropa limpia

La mañana siguiente llegó demasiado pronto para el gusto de Anne. Se despertó con los primeros rayos del sol y no pudo volver a dormirse. Le dolía la espalda de dormir en el suelo y fue incapaz de volver a encontrar una posición cómoda. Oyó ruido detrás suyo, el elfo ya estaba en pie recogiendo sus cosas. 'No tengo mas remedio' pensó, y con un suspiro se incorporó.

Cuando Legolas se percató de que había despertado, le tendió otro trozo de lembas ('genial, más galletitas' pensó Anne) y continuó recogiendo. Miró a su alrededor mientras mordisqueaba el pan y su mirada se paró en su mochila y una idea vino a su mente.

'Valoremos la situación.' Pensó, 'si le pido mi mochila pueden pasar dos cosas. A) Que me la deje coger, lo que estaría muy bien, o B) que su espada acabe en mi garganta, lo que no estaría tan bien'. Dudó un segundo, y al final se decidió a pedirle la mochila lo más amablemente posible (por supuesto, no quería hacerlo enfadar).

'Allá voy'

"Eh! Existe alguna posibilidad de coger mi mochila sin que tu espada acabe en mi garganta?"- 'Creo que he sido lo suficientemente educada, no?'

Legolas la miró sorprendido. -"Para que la quieres?"-

"Me gustaría asearme un poco."- La miró dubitativo. -"Ya sabes, cosas de chicas"- añadió Anne con voz inocente.

La estudió durante un segundo y le tendió la bolsa. -"No intentes nada"-

Abrió la mochila y empezó a remenar el contenido. 'Móvil, móvil, donde estas?'. Casi la había registrado por completo y no aparecía. 'Mierda, donde ... Joder!... Lo tiene él?' Le miró fijamente. 'Estúpido elfo!'. Legolas notó su mirada y se giró justo en el momento en que ella desviaba la suya. 'Compórtate o sospechará.' Así que sacó el cepillo y una goma de pelo y empezó a peinarse.

Al poco rato se pusieron en camino. El día transcurrió tranquilo. Caminaron durante todo el día sin hacer ninguna pausa y prácticamente todo el tiempo en silencio, excepto las doscientas quejas del elfo sobre el lento paso de la chica. El sol ya estaba bajo y faltaba poco para que anocheciera, y apenas habían avanzado dos terceras partes del camino que Legolas quería hacer. 'Porque camina tan lenta, lo hace expresamente?' Empezaba a desesperarse, tenía ganas de llegar a casa.

"Camina más deprisa"- le ordenó.

'Más deprisa, más deprisa. Todo el día igual, es que no sabe decir nada más?' pensó Anne. 'Al menos no me ha amenazado con la espada...aun'

"Más deprisa"- insistió Legolas. 'Estoy harta, es que no piensa parar nunca? Estoy tan cansada...'

"He dicho ... "- empezó de nuevo.

"Bueno, ya vasta de más deprisa, más deprisa"- se giró Anne de repente. Legolas se sorprendió de su reacción y también ella. 'Vaya, he dicho eso en voz alta? Pues ya que he empezado...' -"Estoy harta de este estúpido peregrinaje a ninguna parte, quieres ir más rápido? Pues ve más rápido, pero yo me quedo aquí!"- Y dicho esto, se dejó caer al suelo, se acurrucó y cerró los ojos. 'Ahora si que me mata. Adiós mundo!'

Legolas tardó unos segundos en reaccionar. 'Menuda explosión!' -"Levanta! Aun no vamos a parar"- 'Nada, ni se mueve' Se inclinó a su lado y la zarandeó. -"Vamos, Eva. Seguiremos caminando mientras haya luz"- Pero con eso tampoco obtuvo ningún tipo de reacción por su parte. La verdad es que habían caminado un buen trecho. Para un elfo no era gran cosa, pero para un mortal... 'Esta bien. Este no parece mal sitio para pasar la noche'. Y empezó ha preparar el fuego.

La verdad es que Anne estaba tan cansada que se quedó dormida poco después de acurrucarse en el suelo. Cuando despertó había un fuego a su lado y estaba tapada con una manta. Legolas estaba sentado frente a ella al otro lado de la fogata examinando sus flechas. 'Que pesadito con las flechas'. Se dio la vuelta y en seguida volvió a quedarse dormida.


El día siguiente fue como el anterior. Caminar, caminar y más caminar. Anne empezaba a preguntarse si realmente existía una ciudad en ese bosque cuando, de pronto, Legolas la hizo detenerse. Se giró para preguntarle pero la mirada del elfo estaba perdida entre los árboles. Al mirar en esa dirección pudo ver a un par de elfos saltar de dos árboles situados ante ellos. 'Habremos llegado?'

Los elfos y Legolas intercambiaron unas palabras en lo que Anne supuso que era élfico, ya que fue incapaz de entender nada. Aunque le pareció que hablaban de ella, ya que varias veces durante la conversación, los elfos se giraron para mirarla. Al final, los tres elfos se acercaron a ella. Uno de ellos, rubio y de ojos azules (para variar), le cogió el brazo y la obligó a seguir caminando. Mientras que Legolas y el elfo restante caminaban detrás. El paseo continuó durante a penas unos quince minutos hasta que llegaron a una inmensa puerta de piedra con un guardia a cada lado.

Una vez la cruzaron, Anne pudo ver unos grandes jardines con árboles inmensos y en el centro un palacio de una sola planta, medio excavado en la roca. Los jardines estaban llenos de elfos, la mayoría rubios, aunque había alguno moreno. Todos ellos saludaron a su príncipe con respeto y muchos miraban después hacia Anne con curiosidad. 'Me siento observada.' Una vez llegaron al palacio, Anne y su escolta siguieron un pasillo, mientras que Legolas siguió otro.

El guardia la guió hasta una habitación, la hizo entrar, desató sus manos, 'Por fin!' y cerró la puerta al salir. Anne miró a su alrededor. Era una habitación sencilla, no muy grande, con un pequeño ventanal. Y tenía una cama! Justo cuando se disponía a tirarse en ella se abrió la puerta. 'Ups! Casi me pillan haciendo el imbecil'. Una joven elfa sonriente le dijo que tenía el baño preparado y que se aseara mientras ella se llevaba la ropa sucia y le traía algo limpio.

'Baño, ropa limpia!...Espera, donde esta el truco?' Pero tenía tantas ganas de sacarse todo ese barro de encima que hizo lo que la elfa le había dicho.

Después de un buen baño se sentía mucho mejor. Estaba más relajada y por unos instantes se olvidó de todo lo ocurrido. Se miró al espejo. La herida seguía teniendo mala pinta, así que puso sobre el corte, con cuidado, una especie de pomada que la elfa había afirmado que ayudaría a que curarse. Visto el buen resultado, se puso un poco en las heridas de las manos. Se sorprendió al ver que las únicas heridas que tenía eran las provocadas por la cuerda de los orcos. 'Que extraño, el elfo me ha llevado atada más tiempo.'

Salió del baño con la toalla enrollada alrededor de su cuerpo para descubrir el truco! Sobre la cama había un vestido azul claro de corte sencillo. 'Te lo puedes creer? No pienso ponerme eso'. En ese momento entró la elfa.

"Ya deberías estar vestida"- Anne la miró con incredulidad -"Ocurre algo?"- preguntó la elfa.

"No pienso ponerme ESO!"- dijo, remarcando la palabra 'eso', señalando al vestido

"No es de tu agrado? Es un vestido bonito"- contestó, sin dejar de sonreír.

"Prefiero mi ropa, donde está"-

"Esas ropas no son adecuadas para presentarse ante el rey"- afirmó.

"No-Pienso-Ponerme-Eso!"- medio gritó la chica. –"Me he pasado los dos últimos días perdida por el bosque con un elfo que encontraba divertido amenazarme de muerte y ahora pretendéis convertirme en la Barbie Fiesta Medieval! Ni pensarlo!"-

"Pero..."-

"NO!"- La pequeña discusión se vio interrumpida cuando la puerta de la habitación de abrió de golpe. 'Y ahora que?'