Hola!

Muchas gracias por todos los reviews!

Aquí os dejo otro capitulo (más largo que los anteriores, ok?).

Espero que os guste.

Un abrazo!

Y recordad:

"..." -> dialogo.

'...' -> pensamientos.


Cap 5: El Rey, la Barbie, Guimli y la cerveza

Legolas echó un último vistazo a la joven mientras el guardia la guiaba por otro de los numerosos pasillos del palacio. Él se dirigió hacia el despacho de su padre, debía informarle de lo ocurrido cuanto antes. Entró en la habitación y se acercó hasta la mesa. Su padre le miró preocupado y era para estarlo. Últimamente se habían vuelto a ver orcos de nuevo cerca de las fronteras del reino, algo que no pasaba desde antes de la destrucción del anillo.

"Hijo. Bienvenido a casa."- dijo al levantar la mirada. -"Que ha ocurrido? Te esperábamos antes?"-

"Pues veras padre ... "- su respuesta se vio interrumpida cuando la puerta se abrió de nuevo. Un joven elfo caminó con soltura hasta donde Legolas se encontraba y le abrazó.

"Bienvenido, hermano"- dijo una vez le liberó de su abrazo.

"Gracias, Thalion"- contestó Legolas a su hermano mayor.

"Llegas tarde"- le recriminó éste. -"Muy poco propio de ti"-

"Ya, ya. Ahora iba a cotarle a padre lo ocurrido."- dijo Legolas en su defensa.

"Y me han dicho que has llegado con compañía"- añadió Thalion, escondiendo media sonrisa.

"No es lo que piensas."- le contestó, no haciendo su enfado aparente.

"Estas seguro? No es muy habitual verte en compañía femenina. Dime, que tiene de especial?"- Siguió increpándolo.

"Es una bruja!"- sentenció furioso.

Thalion lo miró sorprendido y añadió -"Vaya, siempre pensé que preferías las doncellas en apuros"- y sonrió. –"Pero una bruja también está bien."- Legolas le miró furioso.

El rey no pudo más que sonreír ante la pequeña discusión de sus dos hijos. Es cierto que para el resto de los elfos del reino eran los príncipes, serios y leales, pero dentro de estas paredes eran una familia. Los miró detenidamente. Físicamente se parecían mucho, en cuanto al carácter... Thalion era el consejero perfecto, sensato, siempre observando y con la palabra justa para cada situación. En cambio, Legolas era el guerrero, valiente e intrépido, siempre preparado para una nueva aventura. Los soldados le seguían sin dudar, para ellos era su capitán, igual que los consejeros del reino escuchaban las palabras de Thalion como si vinieran del rey. Sonrió.

"Podríamos escuchar ahora tu historia, Legolas"- comentó el rey, dando por zanjada la disputa entre sus hijos. Ambos asintieron y Legolas pasó a relatar lo ocurrido, los orcos, la chica que apareció de la nada y su viaje hasta la ciudad.

"Orcos en el bosque"- susurró el Rey Thranduil.

"Las noticias que traigo no son mejores"- comentó Thalion. –"Ha llegado un mensaje de Gloin diciendo que se vuelven a ver orcos cerca de la montaña solitaria y todos ellos llevan la marca de la mano blanca de Saruman"- El rey asintió pensativo.

Thalion se giró hacia su hermano. –"El mensajero es Guimli"- Legolas sonrió, 'por fin una buena noticia.' Hacía mucho que no veía a su viejo amigo.

"Bien"- dijo el rey al fin. –"Hablemos primero con la joven, a ver si sabe algo. Legolas tráela aquí, por favor."-


Se dirigió hacía la habitación que habían asignado a la prisionera, y cuando estaba a menos de dos metros de la puerta, se escucho un grito. –"NO!"- Aceleró el paso y abrió la puerta de golpe. –"Se puede saber que pasa aquí?"- preguntó, perplejo ante la escena que tenía delante.

La joven Eva estaba envuelta en una toalla con el pelo empapado. La elfa que estaba con ella dio un pasó atrás del susto, pero Anne le miraba desafiante. 'Y ahora que quiere?' pensó al verle entrar de esa manera. Legolas le pidió con un gesto a la elfa que se fuera y cerró la puerta detrás de ella.

"Por que aun no estas vestida?"- preguntó, dando un paso hacia ella. Anne apretó la toalla contra si pero no retrocedió.

"Porque prefiero mi ropa"-

"Esas ropas no son adecuadas para presentarse ante el rey"-

"Eso me han dicho. Puedo saber porque?"- le cuestionó.

"Aquí, solo los varones visten pantalones"- le respondió.

"Pues de donde yo vengo, tu peinado es de chica."- dijo con calma. Legolas hizo una pequeña mueca. 'Un punto para mi' pensó ella.

"Ponte el vestido"- ordenó el elfo.

"O que?"- le retó. 'Ahora no llevas espada' (eso solo lo pensó).

"O te presentaras ante el rey desnuda"- dijo, simplemente. Anne frunció el ceño y le miró fijamente. 'Es capaz... Creo que me ha convencido.' Al ver la reacción en la chica, Legolas puso cara de triunfo y sonrió, pero no se movió de donde estaba.

Anne le echó una mirada asesina y levantó una ceja. –"Piensas quedarte a mirar, pervertido?"- Legolas dejó de sonreír. 'Pervertido!'

"Crees que me interesas!"- le medio gritó mientras se giraba para irse. Su cara volvía a mostrar su enfado.

"Crees que tienes alguna posibilidad!"- le chilló Anne antes que el elfo diera un portazo.

Se puso el vestido y se miró en el espejo. 'Hola, me llamo Barbie Fiesta Medieval, cree usted que Ken Principe Encantado tardará mucho en venir a recatarme?'. Suspiró y salió de la habitación.


Legolas la guió hasta una habitación en la que habían dos elfos. Ambos muy parecidos a él. Uno de aspecto más mayor y serio. 'El rey?' y el otro parecía poco mayor que Legolas y tenia unos extraños ojos grises. Aunque su cara estaba seria, su mirada parecía sonreír. 'Perfecto. Si son tan parecidos en carácter como en apariencia acabaré con tres espadas en mi garganta.'

El rey observó con atención a la muchacha que avanzaba hacia él. Parecía muy joven, veintipocos, de cabello y ojos castaños, la piel bronceada por el sol, esbelta y alta. Avanzaba con paso inseguro contemplando con atención la decoración de la sala. Cuando sus ojos se posaron en los del rey (ella lo había estado intentando evitar) se sintió un poco intimidada. Esos ojos azules, muy parecidos a los del príncipe, parecían evaluarla. El rey se encontraba sentado tras su escritorio con uno de sus hijos a cada lado en pie.

"Bien"- dijo el rey, suavizando su mirada. –"Mi hijo nos ha contado lo ocurrido. Puedes darnos alguna explicación de porque estabas en el bosque?"-

"No sé como llegué al bosque"- contestó Anne. La mirada del rey intimidaba aun más que la del hijo. 'Genial!'

"Explícanos tu versión"- ordenó.

Anne pasó a relatarles la historia, desde que salió de su casa en dirección al lago hasta que se encontró con Legolas. Todo bajo la atenta mirada de los tres elfos, lo cual la hacía sentirse inmensamente incómoda.

"Y entonces fue cuando su hijo me encontró, y haciendo gala de los buenos modales elficos, solo intentó matarme dos veces."- sentenció, dando por concluida su historia.

El rey y Thalion la miraron divertidos, mientras que Legolas volvía a poner cara de cabreo. 'Porque a tenido que decirlo así?' Los tres elfos la miraron durante unos segundos, hasta que Thalion habló.

"Parece que sabes más sobre la Tierra Media de lo que dices"- afirmó más que preguntó, con esa extraña mirada gris clavada en ella. La había estado escuchando atentamente, y hablaba con demasiada naturalidad sobre lugares que afirmaba acabar de conocer.

"Bueno, emmm..."- 'Y ahora que?' se preguntó Anne. 'Mentir está descartado, si el rey me pilla...'. Los miró uno por uno. 'Como queráis'. Y les contó de donde venia, los libros que hablaban de un lugar llamado Tierra Media y que, hasta hacia 3 días, creía ficción.

Cuando acabó su relato, los tres la miraban incrédulos. 'Bien, ahora a parte de bruja, soy una loca!...Ha sido una buena idea no mencionar las pelis!'. Seguían mirándola incrédulos. 'Bueno, piensan reaccionar hoy, no?'

"Eres consciente de lo irracional de lo que nos cuentas, verdad?"- dijo al fin el rey. Anne afirmó lentamente.

"Pero no deja de tener sentido"- sentenció Thalion. -"Al fin y al cabo, apareció de la nada."- Sus ojos grises volvieron a los de Anne. -"Dime, cual de los miembros de la compañía del anillo es tu favorito?"-

'Como!' Anne se quedó perpleja, 'Que es esto una clase de literatura o que?'. Thalion volvió a insistir, parecía muy interesado.

"Solo puedo elegir uno?"- dijo Anne, más relajada por el cambio en el tema de conversación. -"Dos como mucho"- le respondió.

'Vamos a ver, el elfo está descartado, por supuesto!'-"Sa..."- empezó

"Saruman!"- gritó Legolas -"Sabia que eras una bruja!"-

"Sam!"- gritó Anne enfadada.'Que pesadito con lo de ser bruja!' -"Y Gandalf"- volvió su mirada a Thalion.

"Por que?"-

"Bueno, Sam nunca abandonó a Frodo y lo acompañó hasta el final, aunque el anillo no era su carga. Y Gandalf porque se enfrentó al Balrog sin dudar aun sabiendo que no tenia ninguna posibilidad"- Thalion asintió, parecía convencido con su respuesta. -"No como otros que se pusieron a chillar"- añadió Anne, mirando de reojo a Legolas.

"Insolente!"- le espetó este. 'Eso por llevarme atada, estúpido!' le miró desafiante Anne. 'Amenaza con matarme delante de tu padre, venga?'

"Es suficiente"- dijo el rey. Y con eso ordenó a uno de los guardias que la llevaran de vuelta a su habitación.

"Y bien, que pensáis hacer con ella padre?"- preguntó Legolas.

"Su historia no deja de ser extraña pero no me ha parecido que mintiera."- respondió. –"Creo que lo mejor es llevarla ante Lord Elrond, puede que el vea en ella mas que nosotros. Según tengo entendido Guimli parte mañana hacia Rivendell con un mensaje de su padre, no?"- preguntó a Thalion quien afirmó.

"Bien, en ese caso quiero que vayas con él"- dijo, mirando a Legolas. –"y lleves a la joven contigo."- Legolas asintió y salió de la sala en busca de Guimli. Hacía mucho que no le veía y tenia ganas de saber lo que ocurría en la montaña solitaria.


Cuando faltaba poco para que anocheciera, una doncella guió a Anne hasta los comedores. Era la hora de la cena y estaba muerta de hambre. El comedor era una gran sala con amplios ventanales que daban a los jardines. Había numerosas mesas alargadas repletas de comida, la mayoría estaban llenas de elfos que comían y charlaban tranquilamente. Al fondo y mas elevada que las demás, estaba la mesa de la nobleza. Anne pudo ver al rey y los príncipes preparados para la cena.

La doncella le señaló una de las mesas próximas y se retiró. Anne se sentó en uno de los asientos libres y se dedicó a contemplar las bandejas de comida. Estaba muerta de hambre y lo vio todo delicioso, aunque la mayoría eran verduras y frutas. Empezó a comer, probándolo todo, y entre bocado y bocado, se dedicaba a observar la sala y a los presentes con atención.


"Una bruja?"- preguntó Guimli llevándose otro trozo de manzana a la boca.

"Si, apareció de la nada. Ya te lo he contado diez veces"- respondió Legolas.

Guimli volvió a mirar a la muchacha con atención, igual que había hecho unas diez veces desde que había entrado en el comedor. Desde la mesa presidencial se tenía muy buena vista de lo que pasaba en el resto de la sala. Y lo único que había visto era a una joven comiendo y mirando embobada a su alrededor.

"A mi no me parece una bruja"- dijo. -"Te ha dicho ella que es un bruja?"-

"Claro que no, ella lo ha negado"-

"Entonces, que te hace sospechar?"- volvió a preguntar.

"A parte de haber aparecido de la nada? Nos ha contado una historia totalmente inverosímil y no ha querido decir su nombre"- sentenció Legolas.

"Entiendo."- afirmó Guimli. -"Y eso la convierte en bruja."- Legolas le echó una mirada asesina. -"Donde quieres ir a parar?"-

"Pues que quizá no te dijo su nombre porque la estabas amenazando con una espada"- le dijo y añadió sonriente. -"Te voy a demostrar lo que se consigue con los modales de los enanos"- y dio un saltito para bajar de la silla y guiñándole un ojo se dirigió hacia la muchacha.


Anne miraba con disgusto su copa. Vino, el vino no le gustaba demasiado. 'Supongo que no tendrán una coca-cola, no?' Volvió a mirar a su alrededor. Nadie se había sentado a su lado y los elfos que tenia cerca hablaban en élfico. Continuó mirando las diversas mesas y llegó a la presidencial. Allí, sentado al lado de Legolas, había un enano. 'Será Guimli?'. Parecían conversar tranquilamente, cuando de pronto el enano la miró sonriente, se levanto dando un gracioso saltito y se dirigió hacia ella. 'Viene hacia aquí?' Centró su atención en el plato.

"Buenas noches"- dijo una voz ronca delante de Anne. 'Pues si que venía aquí'

"Buenas noches"- contestó. 'Seamos educadas, no quiero caerle mal a otra raza.'

"Soy Guimli, hijo de Gloin, para servirla"- e hizo una cómica reverencia. Anne lo miró divertida y le devolvió la sonrisa.

"Me llamo Andraya, es un placer."- y le invitó a sentarse con un gesto.

"Curioso nombre"-

"Lo se, también es extraño en donde vivo. Por eso todo el mundo me llama Anne."- Guimli le sonrió.

"Bien, Anne. Os gusta la cerveza?"- Anne le miró curiosa mientras Guimli continuaba. -"He traído conmigo un par de botas de mi ciudad, la mejor de nuestra cerveza."- añadió con orgullo. -"Sería un placer que la probarais. A los elfos no les agrada y he observado que apenas habéis probado el vino."-

"Me encantaría, gracias"- 'Cerveza! Cerveza! Cerveza!' Mentalmente estaba bailando de alegría.

Guimli hizo señas a uno de los sirvientes y pronto tuvieron en la mesa un par de jarras. Anne dio un pequeño sorbo. Estaba buena, no sabia exactamente como la de casa pero era mucho mejor que el vino. Se la bebió toda de un trago mientras Guimli la miraba sorprendido.

"Eso significa que es de vuestro agrado?"- preguntó divertido. Anne rió y asintió. 'Vaya, no me había reído desde que esta paranoia empezó.'

Guimli vació su jarra de un trago (él no iba a ser menos!) y pidieron más cerveza. Pronto estuvieron charlando como viejos amigos entre trago y trago. Guimli era muy divertido, le contó su trayectoria como jinete y Anne era incapaz de parar de reírse. Entre la cerveza y que Guimli, más que narrar la historia la estaba representando, Anne apenas podía respirar de tanto que reía. Por su parte Anne le contó como había llegado (o aterrizado) en el Bosque Oscuro y su paseito con el príncipe.

La noche avanzó y el sueño la fue venciendo. Así que, muy a su pesar, se despidió de Guimli y se dirigió de nuevo a la habitación. 'La próxima semana será laaaarga'pensó. Ya la habían informado de su partida hacia Rivendell del día siguiente con cierto príncipe como acompañante, así que le alegró saber que Guimli también iría con ellos. 'Al menos no estaré a solas con ese psicópata' pensó.


En la mesa principal, el rey y sus dos hijos discutían los posibles motivos de las incursiones de los orcos. De vez en cuando las risas que venían de una de las mesas les distraía (Los elfos no solían ser tan escandalosos.) Al poco rato, Guimli volvió a la mesa sonriente.

"Vaya, parece que lo ha pasado bien, maestro enano"- comentó Thalion. Guimli solo sonrió.

"Así que cuando te referías a los modales de los enanos, querías decir beber cerveza y reír como locos"- le increpó Legolas. Guimli volvió a sonreír. -"Han funcionado?"- le preguntó.

"Mejor que los tuyos"- le respondió el enano, sonriente.

"Y bien?"- se interesó el rey. -"Que os ha dicho?"-

"Se llama Andraya"- dijo triunfante, y les contó todo lo que Anne le había contado sobre su extraño mundo. Como vivían, los vehículos que habían sustituido a los caballos...

"Ah! Hay algo más"- dijo y mirando intencionadamente a Legolas, añadió. -"Se ha alegrado mucho al saber que os acompañaré en el viaje a Rivendell. Dijo algo sobre que no le apetecía pasarse una semana a solas con el elfo psicópata"- Legolas le miró amenazador. -"Eh! Yo solo soy el mensajero!"- y ya no pudo contener más la risa.

"Parece que le has causado una gran impresión"- continuó Thalion. -"Aunque no buena, exactamente."- y se unió a las risas de Guimli.

"Es una bruja"- murmuró Legolas.