Cap 6:De camino a Rivendell
Al amanecer del día siguiente todo estaba listo para empezar el viaje. Después del desayuno se dirigieron a los establos, donde dos caballos estaban listos para ellos. 'Espera un momento' pensó Anne. 'Dos caballos? Y Guimli no sabe cabalgar...Ah! El otro es para mi!' Legolas se acercó a uno de los caballos, le susurró unas palabras y de un salto, se montó en el. 'Presumido!' y ayudó a Guimli a subir detrás.
"Ocurre algo?"- le preguntó a Anne al ver que no se movía. Ella se limitó a mirarle. -"No me digas que no sabes montar"-
"No sé montar"-
"Por que no sabes montar?"-
"Porque nunca he necesitado aprender"-
"Pues este es un buen momento"- sentenció Legolas. -"No te preocupes, el caballo me hará caso aunque lo montes tú"-
"Te hará caso a ti?"- medio murmuró Anne. 'Estoy muerta.'
"Vamos, nena. Es muy fácil"- la animó Guimli. Anne le sonrió 'Nena?' y intentó subir al caballo, solo que cogió demasiado impulso y –"Aaaaa!"- cayó por el otro lado, 'al menos bajar se me da bien', pensó mientras se ponía en pie y miraba si estaba entera.
"Animo!-" le dijo Guimli, mientras Legolas observa el espectáculo conteniendo la risa. 'Nunca he conocido a un mortal tan patoso' pensó. Anne les lanzó una mirada asesina a ambos antes de volverlo a intentar, y esta vez consiguió mantener el equilibrio. –"Uf!"- 'allá vamos'.
Legolas y el enano iban en primer lugar, mientras que Anne iba detrás de ellos, o más bien era el caballo él que les seguía, ya que Anne estaba demasiado ocupada intentando no caerse ni darse contra ninguna rama. Las cuales estaban demasiado bajas para su gusto. Poco después, el bosque se volvió más frondoso , con lo que tuvieron que continuar a pie. 'Por suerte' pensó Anne. Legolas les informó que tardarían 3 días en salir del bosque y que, mientras siguieran en él, tendrían que hacer a pie la mayor parte del camino. Una vez fuera volverían a cabalgar.
'No sé que es peor, el caballo o 3 días caminando!' pensó Anne desanimada.
Todo aquello era demasiado!. Estaba en la Tierra Media, de paseo hacia
Rivendell, con Legolas y Guimli, y por si fuera poco era la prisionera. La
verdad es que no entendía nada, aun esperaba despertar en su camita y descubrir
que no había sido mas que un sueño. Pero por el contrario, tenía que
contentarse con dormir en el suelo. Como iba a volver a casa?
'Por que hay forma de volver, no? Alguna especie de puerta de emergencia?' pensó. 'Con un poco de suerte Lord Elrond sabrá que hacer...espero'.
Por lo menos, esta vez no iba atada, ya es algo. Además, le habían devuelto su ropa (limpia y planchadita), así que no tenía que ir por ese bosque en vestido. De todas maneras el elfo no le quitaba ojo de encima. 'Es un desconfiado. Donde cree que voy a ir?'.
Los dos primeros días pasaron rápidos, sobretodo gracias a Guimli y su interminable monólogo sobre los mil quinientos motivos por los que prefería el hacha a la espada. Cuando al anochecer del segundo día parecía que se le habían acabado las comparaciones posibles, empezó con las mil quinientas de por que prefería el hacha (otra vez) al arco y las flechas. Así que tuvo conversación para dos días más. Legolas hacía algún comentario cada vez que Guimli se sobrepasaba, pero en líneas generales no dejaba de ser un monologo.
Anne escuchaba con atención, tampoco es que tuviera nada mejor que hacer. Y Guimli estaba mas que complacido de tener una audiencia tan fiel. (Que iban a hacer? Fugarse!)
Al final del cuarto día, el elfo ya estaba un poco harto de tanta divagación y salió en defensa de sus armas favoritas. Con lo que el monólogo fue sustituido por una conversación/discusión entre los dos. Sin dejar de echar miraditas a Anne, por supuesto. Ella empezaba a estar un poco hartita. 'Eso, contrólame! No vaya ha ser que me dé por huir hacia la NADA!'. Para aquel entonces ya hacía un día que cabalgaban, y Anne aun no se había caído, lo cual estaba muy bien.
Al anochecer, buscaron un buen lugar donde pasar la noche y lo prepararon todo para acampar. Guimli y Legolas seguían con la conversación/discusión sobre armas y cuantos orcos eran capaces de matar con ellas. Cuando parecía que Legolas había acorralado a Guimli con sus argumentos, este desvió su atención hacia la chica.
"Eh, nena! Has estado muy callada. Tú que opinas?"- Anne le miró sorprendida. No se esperaba que quisiera saber su opinión.
"Mmm... Pues, mis principios pacifistas me prohíben opinar sobre estos temas."-
La miraron sorprendidos. 'Que he dicho? No hay pacifistas en la Tierra Media?' pensó.
"Quieres hacernos creer que de donde vienes no hay armas?"- preguntó Legolas con cierta ironía.
"Claro que las hay. Pero las vuestras son juguetitos a su lado."- La miraron aun más sorprendidos. Ella les explicó como eran las armas de su mundo, desde las pistolas hasta las armas biológicas y las nucleares. Y lo que se podía llegar a hacer con ellas e, incluso, lo que ya se había hecho. -"Es horrible"- concluyó triste y miró al suelo.
"Mmm. Matar en masa a inocentes. Que hay de honorable en eso? Donde ha quedado el valor y el honor del guerrero?"- preguntó Guimi. Anne se limitó a subir sus hombros.
"No creo que haya valor ni honor en un guerrero"- le contestó. Guimli la miró sorprendido.
"Cuidado con lo que decís, estáis entre guerreros"- le respondió fríamente Legolas. Anne le miró unos segundos.
"Vaya. Y yo todo este tiempo pensando que erais unos secuestradores"- se limitó a responder mientras se acurrucaba en su manta.
Aunque, agradecía a Guimli la oportunidad de unirse a tan fantástica e interesante conversación, al hablarles de su mundo sintió nostalgia. No pudo dejar de pensar en lo que estarían haciendo sus amigos o incluso ella misma de nunca haber ido a parar a ese lugar. Por suerte no pensó mucho en ello, estaba tan agotada que se durmió enseguida.
Legolas observó como la chica se dormía, y poco después escuchó los sonoros ronquidos de Guimli. Sonrió. 'No cambiará nunca'. Como cada noche, era el último en dormirse y el primero en despertar. Se dispuso a examinar sus flechas con calma, mientras pensaba en las palabras de Anne. No podía creer que los hombres hubiesen llegado a esos extremos, ni que en ese mundo no existiesen elfos ni enanos ni medianos. Como era posible? Quizá les estaba mintiendo, la volvió a mirar. Su padre estaba convencido de que no había mentira en sus palabras, y lo cierto es que vestía y se comportaba de una manera extraña, diferente a cualquier raza de la Tierra Media, así que quizás fuese cierto. De todas maneras, no le hacía ninguna gracia llevarla desatada. Su padre había insistido en ello diciendo que no había pruebas de que fuera un bruja, la verdad es que no parecía peligrosa pero...
Anne se inquietó en su sueño y abrió de golpe los ojos. 'Menuda pesadilla!' pensó. 'Otra vez esos orcos!'. Miró a su alrededor para situarse. -"Sigo aquí"- murmuró cuando comprendió donde estaba. -"Esto si es una pesadilla..."-
"Duerme, mañana será un día largo"- le dijo Legolas.
'Para variar' pensó Anne, mientras miraba a su alrededor, aun asustada, esperando ver aparecer a esas horribles criaturas en cualquier momento. Miró al elfo, seguía con sus flechas. La luz del fuego hacía que su piel se viera más pálida, mientras que su cabello y sus ojos brillaban reflejando las llamas. 'Es bastante guapo' pensó 'lastima que sea un psicópata'. Y sus pensamientos volvieron a lo que ocurriría en Rivendell.
Legolas al sentirse observado la volvió a mirar. -"Que ocurre?"-
"Nada"- El elfo volvió a su tarea pero al notar que ella no desviaba la mirada, volvió a alzar la vista con cara de 'que quieres?'
"Mmm..."- empezó Anne. -"Por que me llevas a Rivendell?"-
"Para que Lord Elrond hable contigo"- dijo, como si fuera obvio.
"Por que?"- insistió, para ella no era tan obvio.
"Porque es uno de los elfos más sabios"-
"Mmm... Entonces crees que sabrá como llegué aquí?"- preguntó esperanzada.
"No lo se"-
"Crees que podrá enviarme de vuelta?"- preguntó Anne. 'Di que si, di que si. No quiero quedarme aquí para siempre'. Legolas la observó pensativo. -"No lo se"- 'Joder, no sabe nada!'
"Crees que Gandalf podría?"- insistió Anne. Estaba manteniendo una conversación con el elfo psicópata sin que amenazara con matarla, así que tenía que aprovechar.
"Por que Galdalf?"- quiso saber el elfo, curioso.
"Pues porque es el líder de los magos, no? Y no creo que sea muy normal aparecer de la nada, así que quizás haya magia de por medio."- dijo Anne.
"Claro. Porque eres una br..."- empezó.
"Pero crees que Gandalf podría o no!"- le cortó Anne. Se estaba hartando de lo de la bruja.
"No lo sé"- dijo, tras pensar unos segundos.
"No sabes nada!"- le dijo enfadada. 'Como ha llegado a príncipe!' Y volvió a acurrucarse bajo su manta.
"Como quieres que sepa eso?"- le dijo Legolas. -"Además, si lo supiera no estaríamos de camino a Rivendell. O crees que no tengo nada mejor que hacer que estar en medio de la nada contigo?"- sentenció.
"Como si a mi me apeteciera que me arrastres por el bosque durante una semana! No habéis oído hablar del transporte público!"- dijo Anne desde debajo de la manta.
'Transporte que?' pensó Legolas, mientras volvía a centrar su atención en las flechas de su regazo.
La mañana del sexto día de camino cruzaron el río Gris y a mediodía llegaron a la entrada del Paso Alto, por donde pensaban atravesar las montañas Nubladas. El camino era un poco complicado para los caballos, así que volvieron a desmontar. Por suerte, estaban a principios de veranos y no tenían que preocuparse por la nieve o el hielo.
El paso era un pequeño camino que discurría entre dos montañas, la mayor parte de la zona estaba cubierta de grandes rocas y arbustos, pero no se veían muchos árboles.
A media tarde, a Anne le pareció ver una sombra, a su derecha, tras unas rocas y se quedó unos instantes mirando hacía ese lugar. Al no ver nada volvió a mirar al frente, el terreno era irregular y no quería caerse. Pero al poco rato volvió a verla, también a su derecha. Esta vez se dirigió hacia allí para inspeccionar.
"Que haces?"- le dijo el elfo desde detrás.
"Creo que he visto algo"- dijo Anne sin apartar la vista de las rocas.
Legolas se acercó a ella y la agarró del brazo. -"Intentas escapar?"-
"Claro, genio. Cómo lo has adivinado?"- le respondió intentando soltar su brazo. Al ver la cara de enfado del elfo se dio cuenta de su error. Éste, por su parte, la agarró con más fuerza, sacó su espada y la acercó a su cuello. -"Esperas compañía?"- le preguntó, amenazador.
"Ojala...pero no"- se limitó a decir. Legolas ni se movió. La observaba, meditando si creerla o no. -"Sabes,"- añadió Anne bajo la atenta mirada del elfo. -"empezaba a echar de menos nuestros pequeños momentos de intimidad"- le dijo con sarcasmo. 'Deja de hacerle enfadar!' oyó una vocecilla en su cabeza. Los labios de Legolas se curvaron en una pequeña sonrisa. 'Ha captado la ironía o está planeando su venganza?'.
"Ejem!"- fue la falsa tos de Guimli -"lamento interrumpir tan romántico momento, pero deberíamos seguir si pretendemos llegar mañana a Rivendell"- dijo.
"Claro"- respondió Legolas, y con un rápido movimiento, guardó su espada sin dejar de mirar a Anne. 'Presumido!' Y se apartó dejando que ella volviera a caminar delante.
"Crees que era necesario?"- le preguntó Guimli, una vez que la chica estuvo a cierta distancia de ellos.
"Mmm..."- el elfo arrugó la frente, preocupado, miró primero a Anne y después hacia donde ella había mirado, -"Será mejor que sigamos."-
Siguieron caminando hasta que el cielo se oscureció. Anne miraba a sus lados nerviosa. Había dejado de ver esa sombra hacía rato, pero seguía intranquila. Algo les acechaba? Un poco más a delante encontraron la cueva donde Legolas les había dicho que pasarían la noche. Estaba a los pies de una de las colinas y quedaba tapada por arbustos y rocas. Era imposible de ver a menos que ya supieras que estaba allí.
Después de cenar algo y preparar las cosas para pasar la noche. Anne se quedó dormida, como siempre. Y Legolas no dejó de observarla en todo momento, como siempre también. 'Como es posible que...' Guimli cortó sus pensamientos.
"Me vas a decir ya lo que ocurre?"- dijo, autoritario, mientras Legolas le miraba sorprendido. –" Crees que no me he dado cuenta? Estas tenso."- Y añadió menos serio. –" No creo que la chica sea ninguna amenaza, así que tranquilízate amigo."-
"No es eso. Antes, cuando se separó de nosotros..."- empezó Legolas.
"Cuando? cuando la amenazaste?"- rió Guimli. El elfo le lanzó una mirada de
reprimenda y este levantó las manos en señal de paz. Estaba interesado
en lo que su amigo tenía que decir, no quería empezar una discusión
con él. Al menos por ahora.
"Cuando se separó de nosotros,"- Comenzó de nuevo, -"dijo que le había parecido ver algo. Pero no es posible..."-
"No es posible, porque no había nada, no?"- preguntó el enano.
"No. No es posible, porque estaban demasiado lejos para que ella los viera."- Dijo, pensativo.
"Quien estaba lejos?"- preguntó Guimli con cara de 'me he perdido'.
"Los orcos"- fue la llana respuesta que obtuvo.
"Orcos!"- saltó Guimli de donde estaba sentado cogiendo su hacha. –"Donde? "- Sus ojos brillaban con furia. –"Me muero por tenerlos delante y arreglarles esas caritas que..."-
"tranquilízate"- dijo Legolas. –"Hace rato que los hemos dejado atrás. Lo
que me extraña"- añadió –"es que ella los viera. Estaban realmente lejos,
incluso
para un elfo."-
"Y por eso creíste que era una trampa y que ella ya sabia que estarían allí."- comprendió Guimli, -"Entendiendo"-.
Legolas asintió y añadió. –"Pero no tiene sentido, ha estado muy intranquila todo el rato, no creo que considere a los orcos sus aliados."- Parecía confuso, 'Y si no fuese un espía? Pero su historia es tan ... rara!'.
Guimli rió al ver su expresión. –"Espero que mañana en Rivendell obtengamos una respuesta o acabaran saliéndote arruguitas de tanto fruncir el ceño."- Y rió con más fuerza.
"He de recordarte que esto no son unas vacaciones?"- le dijo Legolas enfadado. Lo que hizo que el enano riera aun más. –"No tienes remedio"- añadió el elfo, ahora medio riendo.
Anne levantó la cabeza, tanto alboroto la había despertado. Fijó la vista y miró a su alrededor. –"Joder! aun sigo aquí."- murmuró, cuando recordó donde estaba. –"En medio de las montañas No-sé-que y de patético peregrinaje hacia No-sé-donde con el príncipe psicópata y el retaco barbudo."- Añadió, mirándolos. Estos le devolvían la mirada, atónitos.
"Menudo despertar que tiene. Que nos ha llamado?"- dijo Guimli. Legolas sonrió. 'De que se ríe el rubito?' Anne le miró fijamente y suspiró. 'Paso, estoy muerta de sueño.' Se giró y enseguida volvió a quedarse dormida.
Guimli miró a Legolas extrañado. –"Que te parece gracioso?"-
"Nada."- dijo, mirando de nuevo a Guimli pero sin dejar de sonreír. –"Solo que te ha descrito bastante bien."- Guimli clavó su mirada en él unos segundos y estalló en risas. Legolas le tapó la boca. –"La volverás a despertar."- le susurró. El enano asintió, intentando dejar de reírse y se puso a dormir. Aunque de vez en cuando aun se le oían algunas risas contenidas.
Bueno, hasta aquí el sexto capitulo. Sé que no ha sido muy interesante pero os aseguro que lo que viene es muuuucho mejor.
Muchas gracias por todos los reviews, me alegra muchisimo cada vez que abro la pagina y ... tachan! ... hay uno nuevo! ja ja ja.
Nos vemos pronto! ;)
