Hola! Pues aquí os dejo otro capitulo, espero que os guste, éste es uno de mis favoritos.

Por cierto, más de cien reviews! Casi no me lo creo, esto merece una celebración.

Gracias a todos los que leen esta historia.

Y recordad:

" comitas dobles" - dialogo.

' comitas simples y cursiva! ' - pensamientos.


Cap 15: La tortura de la manzana

Ya llevaba un mes en Rivendell y esa mañana transcurrió con total normalidad, es decir, Anne se hacía la perezosa en su cama, no queriendo despertar aun, mientras un grupo de pájaros se posaban en su ventana a primera hora y se ponían a cantar. 'Estupidos pájaros cantarines, callaos! Cada mañana igual!... como añoro mi despertador, tan fiel, siempre sonando a la misma hora y con un botoncito para hacerlo callar y poder seguir durmiendo tan tranquila.' Suspiró derrotada y echó una mirada de odio hacia la ventana. 'Y no como estos pajarillos que no se cansan de cantar y revolotear todo el día ... parecen sacados de una peli disney... Creo que me están entrando ganas de cantar una canción...' Se incorporó y lanzando con rabia su almohada hacia los inocentes pajarillos, gritó: -"Hakuna matata!"- Y se dejó caer de nuevo en su cama riendo como una loca. 'Creo que este lugar está afectando a mi salud mental.'

Después de seguir haciéndose la perezosa durante unos minutos más, no tuvo más remedio que levantarse. Se bañó, vistió y peinó a velocidad ultrasónica, pensando en que otra vez tendría que irse sin desayunar, ya que Lord Elrond la esperaba en menos de media hora en su despacho y no era plan de llegar tarde (otra vez). Mientras terminaba de atarse las botas, llamaron a su puerta.

"Está abierto!"- gritó mientras se ponía en pie y quitaba las arrugas del vestido con las manos.

"Buenos días"- le dijo un sonriente Legolas desde la puerta. -"Creo que esto es tuyo."- añadió, mientras alzaba una almohada.

Anne puso cara de sorpresa. -"La he estado buscando por todas partes. Donde la has encontrado?"-

"Varios testigos afirman que salió volando de tu ventana"- contestó el elfo tendiéndole la almohada voladora a la chica.

"Volando?... Así que te querías fugar, eh?"- le dijo a la almohada, y la colocó sobre la cama. Anne miró al elfo y después el pasillo. -"Donde está Guimli?"-

"En los comedores"- comentó Legolas. -"Es el tercer día que no apareces a la hora de desayunar. Y saltarse el desayuno no es bueno"- le dijo más serio. -"Así que te he traído algo"- y le mostró una hermosa manzana roja.

Anne dio un paso hacia él. -"Gra...Espera, esto tiene truco?"- y miró al elfo con sospecha.

"Sabes que esta noche se celebrará un baile en la Sala del Fuego, cierto?"- empezó Legolas, Anne asintió. -"Si me guardas un baile, te doy la manzana"- dijo el elfo con una amplia sonrisa.

'QUE! Me está haciendo chantaje con una manzana?' Anne le miró con asombro. -"Eso es lo que haces para que las chicas bailen contigo? Regalar manzanas? No eres muy original."-

"Tienes hambre o no?"- continuó el elfo, ignorando el comentario de la chica.

'Pues claro que tengo hambre, estúpido. No he desayunado!' -"No, estoy perfectamente."- y empezó a caminar hacia la puerta. -"Tengo que irme."-

"Como quieras."- dijo Legolas y le dio un buen bocado a la manzana. -"Mmm, está buenísima."-

Anne le echó una mirada asesina. 'Se está comiendo MI manzana!' -"Ya zampas como Guimli."-

"Que? Has dicho que no querías."- siguió el elfo y le dio un nuevo mordisco.

'No va a dejar nada! Elfo glotón!... Que hambre!' y de un manotazo le arrebató la manzana a Legolas y empezó a caminar en dirección al despacho de Lord Elrond mientras le daba pequeños mordisquitos a lo que quedaba de manzana. 'Pues si que está buena... aunque preferiría crusancitos de chocolate.'

"Nos vemos esta noche"- le gritó Legolas desde la puerta de la habitación.

"Que te lo has creído"- 'estúpido elfo... Mmm Manzana!'


El día pasó como ya iba siendo habitual. Clases y más clases y más clases y, si te pensabas que habíamos acabado, pues no, aun te queda otra clase! Pero, en fin, al fin llegó la cena. Para no perder la costumbre, Gandalf y Anne fueron los últimos en llegar al salón. Las clases con el mago solían acabar bastante tarde y, casi siempre cenaban a solas o con los últimos rezagados. Una vez terminada la cena, se dirigieron hacia la Sala del Fuego. Anne estaba muy ilusionada, quería oír todas las historias y escuchar toda la música elfica que pudiera, ya que la otra vez que se celebró una de esas fiestas ella estaba demasiado ocupada leyendo cierto libro.

La gran sala estaba llena de gente, casi todo Rivendell estaba presente. Y, como ocurrió la otra vez, habían elfos contando historias y otros tocando música y bailando. Anne observó la sala con atención y, en uno se los rincones, sentados cerca de un elfo que parecía estar en plena narración, estaban Guimli y Aragorn. Se sentó a su lado a escuchar la historia, aunque la mayor parte de ésta era explicada en élfico y no lograba entenderla del todo, la voz del elfo era tan suave y dulce que logró captar toda su atención. Una vez terminó la historia, Aragorn tuvo la amabilidad de explicarle los trozos que no había entendido del todo (vamos, casi todo). Mientras Anne y Guimli le escuchaban con atención. El enano, aunque nunca lo confesó, tampoco había entendido gran cosa.

"Sabéis que me apetece ahora?"- dijo Guimli, una vez Aragorn concluyó su relato.

"No sé. Quizá una cerveza?"- aventuró Anne. -"O puede que despedazar algún orco?"-

"Muy bien, nena"- rió el enano, mientras se levantaba para ir en busca de su preciada bebida.

"Eh! Tráeme una!"- le gritó Anne.

"Voy a hablar con Lord Elrond"- dijo Aragorn, y tras una pequeña sonrisa de despedida, se fue.

'Que pasa aquí? Por que se van todos?... Será el desodorante?' y riendo se puso en pie.

"Hora del baile"- dijo cierto príncipe mientras le tendía la mano. Anne alzó una ceja. -"Esta mañana aceptaste, no vas a cumplir tu palabra?"- continuó el elfo.

"En realidad no creí que tu club de fans te dejase tiempo para bailar conmigo"- añadió Anne mirando desesperada por toda la sala intentando encontrar a las elfas que normalmente no se separaban de Legolas.

"Club de fans?"- repitió el elfo.

"Ya sabes, las elfas con las que bailas normalmente. Donde están?"- 'Donde se han metido? Un buen fan no desaparece así como así!'

"Ah!"- sonrió Legolas. -"Pues no lo sé. Estarán bailando, supongo."- y volviendo a tender su mano añadió. -"Vamos?"-

'Bailando con otros? .. definitivamente no son buenas fans! Venid aquí y lleváoslo!' -"Emm ... esto"- empezó Anne. 'Y ahora como se lo digo ... '

"No quieres."- dijo el elfo. Anne pudo ver como se le borraba la sonrisa de la cara.

"Bueno ... es que ... "- volvió a empezar.

"No importa."- dijo Legolas, ahora serio. -"No tienes que darme explicaciones."- y, tras una inclinación de cabeza, se fue. Anne le miró un poco triste. 'Porque se ha puesto así?... Porque me importa que se haya puesto así?' Vio como se cruzaba con Guimli sin ni siquiera saludarle y salía por uno de los balcones.

"Que le has dicho?"- le preguntó el enano, una vez estuvo a su lado.

"Nada grave ... creo"- contestó Anne, mientras cogía la jarra de cerveza que le ofrecía Guimli.

"Parece que le hayas dado calabazas"-

Anne se atragantó con la cerveza a causa del comentario del enano. -"Pero que dices?"- le miró enfadada. -"No querer bailar con él no es darle calabazas!"-

"Cuantas veces crees que le han dicho que no?"- la miró divertido Guimli.

Anne abrió los ojos como platos. -"No fastidies!"-

"Legolas es muy popular. Cualquier elfa está encantada de bailar con él."- continuó el enano.

"Vaya."- dijo la chica, y mirando pensativa la balconera por la que había salido Legolas, añadió. -"Será mejor que vaya a hablar con él antes que decida suicidarse."-

Anne cruzó la sala y salió al exterior. Ante ella y apoyado en la barandilla del balcón estaba Legolas, quien contemplaba las estrellas con expresión serena. 'Por Dios! Pero si solo es un baile!... Como le gusta dramatizar!'

Se colocó a su lado y esperó a que el elfo dijera algo, ya que, obviamente, la había oído acercarse, pero no dijo nada y tampoco se movió.

'Bueno, pues empezaré yo... Mmmm..' -"Te has enfadado?"-

"No"- se limitó a contestar Legolas, sin moverse ni mirarla.

'Lo que tú digas' -"Pues no entiendo por que te enfadas, solo es un baile"- siguió Anne.

"No me he enfadado."- dijo el elfo desde la misma posición con un tono de voz inexpresivo.

"Claro."- contestó Anne, con sarcasmo. -"Entonces por que estas tan serio?"-

"Los elfos no solemos expresar nuestras emociones"- le dijo, volviéndose para mirarla.

"Eso ya lo sé, pero sabes ... "- y, añadió, copiando cierto comentario que él había usado con ella. –"Se puede saber mucho de alguien con solo observarlo. Y aunque no me creas, te conozco mejor de lo que piensas. Y esa es la cara que pones cuando te enfadas."- dijo con media sonrisa en sus labios.

Legolas la miró unos segundos y volvió a su posición inicial, recostado contra la baranda y la mirada perdida en el cielo. –"Nunca vas a perdonarme?"- susurró.

–"Perdonarte?"- Anne le miró sorprendida.

–"Lo que pasó cuando nos conocimos"- volvió a susurrar el elfo. –"La manera en que te traté."-

–"Pero que tiene que ver eso ahora?"- 'Definitivamente le encanta dramatizar!' –"Eso está más que olvidado."-

Legolas la miró sin acabar de creerla. –"Entonces, por que no has querido bailar conmigo?"-

–"Bueno... Em ... Es que ... "- y en un susurró dijo. –"No sé bailar"-

Legolas la miró asombrado y sonrió más tranquilo. –"Y por que no lo has dicho antes?"-

–"No sé, quizá porque te has largado sin darme tiempo!"- 'Por que se ríe?'

–"Vamos. Te enseñaré."- le dijo, tendiéndole la mano.

–"No, no. Paso de hacer el idiota ahí dentro. Todos bailan demasiado bien"-

–"Ven."- y, cogiendola de la mano e ignorando las quejas de la pobre chica, la guió hasta una pequeña terraza que daba a los jardines. Donde, aunque no se podía ver lo que sucedía en la Sala del Fuego, la música se escuchaba con total claridad. –"Aquí estaremos bien. Preparada?"-

–"Tengo otro remedio?"- susurró Anne.

Legolas empezó a mostrarle los pasos del baile que estaba sonando. –"Hago una reverencia, luego tú ... muy bien ... ahora una vuelta, nos cogemos de la mano, bien ..."- Mientras que Anne intentaba seguir al elfo sin tropezarse con el vestido o sus pies. 'Que complicado! Casi prefiero las clases de élfico!' El baile que Legolas le estaba enseñando era un pequeño trabalenguas corporal. Seguía un patrón de movimientos que se iban repitiendo, pero, aún así, a Anne le costó un poco conseguir memorizarlo. Legolas iba nombrando en voz alta el movimiento que tocaba, pero la coordinación de Anne no era ninguna maravilla, así que la mitad de las veces acababa haciendo otra cosa o chocando contra el elfo. Las dos primeras veces se limitó a disculparse y continuar con el penoso baile, pero al final, Anne no pudo contener la risa, y se limitó a intentar seguir al elfo entre carcajadas.

–"Bueno, no era exactamente así, pero para ser tu primer baile no ha estado mal."- dijo sonriendo Legolas una vez terminó la canción.

'Que divertido! Otra! Otra!' Anne aun seguía riendo cuando la música empezó a sonar de nuevo. 'Bien!'

–"A ver"- empezó Legolas cogiendola de la mano. –"Esta se baila así."- y, de la misma manera que había hecho con la primera canción, empezó a mostrarle los pasos. –"Muy bien, giro a la izquierda ... paso atrás ... "- mientras Anne reía a cada equivocación, lo que sucedía cada 3 milésimas de segundo. –"un paso a la derecha ...y ahora te tocas la nariz ... y giras a la derecha ... "-

–"No me tomes el pelo!"-

–"No lo hago"- rió el elfo.

–"No creo que esto se baile así"- dijo Anne con seriedad escondiendo media sonrisa.

–"Dudas de tu maestro?"- sonrió inocentemente Legolas.

–"Bueno, es que no me imagino a Lord Elrond bailando y tocándose la nariz."- rió Anne.

–"Yo tampoco"- rió Legolas.

La pequeña fiesta se vio interrumpida cuando Legolas se percató de la llegada de un par de caballos. Estos y sus jinetes pasaron cerca de donde estaban ellos a gran velocidad, en dirección a la entrada principal del palacio.

"Elfos de Lorien."- le dijo Legolas. -"Me pregunto que harán aquí?"-

Ambos volvieron a la sala, esperando que allí alguien supiera lo que estaba ocurriendo. Cuando llegaron, ni Lord Elrond ni Gandalf estaban presentes. Localizaron a Aragorn, quien les miraba con preocupación y les hizo señas para que le siguieran.


La fiesta en la Sala del Fuego continuó, ajena a la pequeña reunión que se estaba llevando a cabo en el despacho del señor de Rivendell. Cuando Aragorn, Legolas, Guimli y Anne llegaron, los elfos de Lorien estaban explicando el motivo de su visita. Por lo visto, traían un mensaje urgente para Gandalf de parte de Barbol. Saruman había conseguido echar a los ents de Isengard, y el antiguo mago blanco volvía a tener el control de la fortaleza.

Gandalf parecía muy preocupado. -"Sabíamos que este momento iba a llegar. El poder de los ents ya no es suficiente para retener a Saruman por más tiempo."-

"De todas maneras, Barbol y otros ents vigilan las salidas de Isengard. Si Saruman intenta escapar, lo sabremos."- dijo unos de los mensajeros.

"Pero no podrán detenerle."- añadió con seriedad Lord Elrond. -"Gandalf, Saruman no ha elegido este momento para liberarse de los ents por casualidad. Trama algo, pero el que, queda lejos de mi visión."-

El mago miró con preocupación a su alrededor, sus ojos barrieron toda la sala hasta detenerse en los de Anne, quien observaba con atención, y antes de volver a hablar, le dedicó una pequeña sonrisa. -"Iré a Fangorn. Quiero hablar con Barbol personalmente. Y, si me es posible, también con Saruman"-

"Crees que servirá de algo?"- preguntó Aragorn.

"No sé. Pero puede que descubra algo útil. Algo me dice que debo ir."- y añadió con decisión. -"Partiré mañana al alba."- Los elfos de Lorien asintieron y quedaron en acompañarle.

"Yo también iré."- dijo Aragorn.

"No, esto debo hacerlo yo solo."- dijo Gandalf. -"Pero creo que deberíamos prepararnos para lo peor"-

"Como quieras. En ese caso partiré mañana contigo, y antes de llegar a Isengard me desviare hacia la Ciudad Blanca. Prepararé sus defensas."- comentó Aragorn, muy serio. Gandalf asintió.

"Bien"- empezó Lord Elrond. -"Mandaré que preparen todo para vuestra partida de mañana. Nosotros prepararemos la protección de la ciudad. Os haremos llegar un mensajero en caso de que haya cualquier movimiento extraño por aquí."-

Tras esto, el medio elfo dio por terminada la reunión y todos empezaron a irse. Anne, que había permanecido callada todo el rato, caminaba la última, preocupada. Le había sido fácil adivinar parte de lo que tramaba Saruman, ya que en el momento que Lord Elrond afirmó que el antiguo mago tramaba algo, todas las miradas de los presentes se habían dirigido a ella. 'Entonces, se ha desecho de los ents para venir a buscarme?... Estoy harta de este tío, por que no intenta secuestrar a otra?'

"Gandalf, podemos hablar?"- le preguntó al mago blanco mientras tiraba de su manga y lo guiaba hasta la biblioteca.

"Que ocurre?"- preguntó el mago.

"Eso debería preguntarlo yo."- dijo Anne, seria. Algo poco habitual en ella.

Gandalf la miró pensativo unos segundos. -"Saruman va detrás de ti. Pero eso ya lo sabías"-

"Pero nadie me ha dicho el motivo"-

"No estoy muy seguro de lo que quiere de ti. Necesito ir a verle, puede que logre descubrir algo más."-

"Yo también quiero ir"- dijo la joven, con la mirada clavada en los azules ojos del mago.

"No creo que sea buena idea"- empezó este.

"Ya ha intentado secuestrarme dos veces. Él es el motivo por el que he tenido que abandonar mi vida y venir aquí. En mi mundo, sus orcos casi matan a mi mejor amiga. Quiero ir. Quiero verle."- añadió con determinación.

El mago la miró con atención unos minutos, pensando en que podía decirle para lograr convencerla de no ir. Pero no se le ocurrió nada. Saruman estaba conspirando contra ella, tenia derecho a verle. A saber quien era su agresor. De todas manera, discutir con la joven nunca llevaba a ningún lado. -"Mmm ... Esta bien."- dijo el mago. -"Pero no te separaras de mi lado bajo ninguna circunstancia."- añadió serio. -"Esto no es ningún juego."-

Anne asintió, y Gandalf salió de la biblioteca aún meditando sobre la decisión que acababa de tomar.

'Bien! Podré ir a Isengard! ... Genial, estaba harta de estar encerrada en esta ciudad sin poder salir y no haciendo más que ir a clase... Además, tengo ganas de ver la cara del mago chalado que intenta raptarme... creo.'