Hola!Ya estoy aqui con otro capitulo. Pero antes he de decir que varias personas han adivinado la canción que piensa cantar Anne, mira q cuando lo escribí estaba convencida que nadie acertaría. Pero bueno, esta bien saber que hay mas gente mal de la cabeza a perte de mi...
Muchas gracias por todos vuestros reviews!
Espero q os guste el capitulo!
Cap 27: Canciones del verano, escenas diabólicas y libros indescifrables
-"Bueno, ya sé que os voy a cantar"- dijo Anne sonriendo ampliamente, sonrisa que a Legolas le dio la sensación que no traería nada bueno. -"Es una canción muy famosa, sobre todo en verano, y también tiene un baile."- siguió hablando la chica, mirando a los presentes. -"Pero necesitaré alguien que me ayude para que veáis bien como es el baile"- Y posando su mirada en cierta carita, añadió. -"Así que, serías tan amable de ayudarme, Pilinguiwen?"-
La elfa se quedó pasmada, la chica no solo pretendía sacarla a bailar una danza completamente desconocida, sino que había vuelto a decir mal su nombre, y esta vez delante de todo el reino. En medio segundo cambió su cara por la de angelito y salió sonriente al centro de la sala mientras decía: -"Por supuesto. Y es Pi-lin-diel"- remarcando bien las sílabas.
-"¡Uy! perdona Piliwen, siempre te cambio el nombre."- dijo Anne con una sonrisa aún más amplia (y falsa) que la que ponía la elfa. El nuevo error causó algunas risas entre los presentes, lo que hizo que Pilindiel le lanzara una mirada de odio.
Anne, ignorando la mirada de la elfa, la colocó a su lado y le indicó la pose que debía tomar. En susurros le dijo los pasos del baile y, cuando estuvo segura de que la elfa los había comprendido correctamente, se aclaró la garganta y empezó a cantar...
-"Dale a tu cuerpo alegría Macarena"- mientras la elfa iba alzando los brazos paralelos al suelo con las palmas hacia abajo y luego volteaba las manos.
-"Que tu cuerpo es pa' darle alegría y cosa buena"- Pilindiel seguía a lo suyo. Mano derecha sobre hombro izquierdo y mano izquierda sobre hombro derecho, mano derecha detrás de la cabeza y lo mismo con la izquierda.
-"Dale a tu cuerpo alegría, Macarena"- Anne seguía cantando intentando contener la risa, mientras tanto la elfa continuaba con la estrambótica danza; hay que decir que le ponía empeño. Mano derecha ante cadera izquierda y mano izquierda ante cadera derecha, mano derecha detrás de la cintura y lo mismo con la izquierda.
-"Hey Macarena, aah!"- Movimiento sexy de caderas y saltito. Esto fue la gota que colmó el vaso. Anne ya no pudo contener más la risa y explotó, algunos de los presentes también reían y otros miraban con caras raras el extraño baile. Pilindiel miró a su alrededor un poco avergonzada, mientras Anne le lanzaba una mirada de 'Te has metido con la chica equivocada, pija-wen!', pero por el rabillo del ojo vio a Legolas quien la observaba con expresión seria. 'Me he pasado?' El elfo se limitó a asentir, como contestando a la pregunta que rondaba la mente de Anne. 'Mmm'. Anne volvió a mirar a Pilindiel, la elfa estaba roja de la vergüenza 'No se va a poner a llorar, verdad?' y a un paso de salir corriendo. 'Esta bien... Odio tener conciencia...'
-"Dónde vas? Aún no hemos acabado."- le dijo a la elfa sonriendo. -"Como ya os he dicho, este es un baile muy típico del verano, y la gente hace cosas que normalmente no haríacuando está de vacaciones"- aclaró la chica, o esa era su intención, porque ahora todos los presentes la miraban con cara de no comprender. -"Lo que quiero decir es que en verano hay vacaciones, y que durante las fiestas uno se divierte, no?"- añadió sonriente. -"Y no me vais a negar que este baile es divertido, eh? Así que si pudierais acompañarnos..."- Y acto seguido volvió a empezar con la canción. Pilindiel y Anne empezaron a bailar, y al poco, muchos de los elfos que tenían cerca estaban bailando la macarena. 'Bueno, si la bailó Clinton durante las olimpiadas de Atlanta por qué no un grupo de elfos...'.
Dale a tu cuerpo
alegría Macarena
Que tu cuerpo es pa' darle alegría y cosa buena
Dale a tu cuerpo alegría, Macarena
Hey Macarena, aah!
Macarena tiene un
novio que se llama
Que se llama de apellido Vitorino,
Que en la jura de bandera el muchacho
Se metió con dos amigos
Macarena tiene un novio que se llama
Que se llama de apellido Vitorino,
Y en la jura de bandera el muchacho
Se metió con dos amigos
Dale a tu cuerpo
alegría Macarena
Que tu cuerpo es pa' darle alegría y cosa buena
Dale a tu cuerpo alegría, Macarena
Hey Macarena, aah!
Macarena sueña con
El Corte Ingles
Que se compra los modelos más modernos
Le gustaría vivir en Nueva York
Y ligar un novio nuevo
Macarena sueña con El Corte Ingles
Que se compra los modelos más modernos
Le gustaría vivir en Nueva York
Y ligar un novio nuevo
La canción acabó y, para sorpresa de Anne, un grupo de elfos empezaron a cantarla de nuevo, de manera que la danza continuó, bajo la mirada estupefacta de la inmóvil chica. 'No me puedo creer que les haya gustado...' Miró a los elfos, quienes efectuaban con completa gracilidad esos movimientos que acababan de aprender. A su lado bailaba Pilindiel, ahora más tranquila, un poco a la derecha estaban Adlanna y Thalion, y al lado de estos, Legolas! 'Dios! No mires!' pensó Anne, mientras cerraba los ojos con fuerza y se los tapaba con las manos para impedir ver como el elfo bailaba la Macarena. 'No mires o dejaras de verlo sexy. Este baile es completamente anti-erótico!'. Empezó a caminar a tientas en dirección al elfo. 'No mires la escena diabólica!'. Y, en cuanto llegó a su lado, le cogió por la mano y lo sacó arrastras de la sala.
-"Qué ocurre?"- reía Legolas a causa del comportamiento de la chica.
-"Qué ocurre contigo?"- preguntó Anne, una vez en las terrazas. -"No bailes eso, por dios!"-
-"Pero si nos lo has enseñado tú"- contestó el elfo un tanto desconcertado. -"Además, tenías razón, es divertido."- añadió sonriendo. Anne le miró con cara de 'No os divertís mucho por aquí, eh?'
-"Qué va a ser divertido? es un baile ridículo!"- protestó la chica.
-"Entonces, por qué se lo has hecho bailar a Pilindiel?"- le preguntó Legolas.
-"Porque ella me ha acorralado y me ha obligado a cantar delante de todos!"- respondió Anne.
-"Y esa es excusa suficiente para humillarla en público?"- Anne pudo ver como la expresión de Legolas cambiaba por una más seria.
-"No ha sido para tanto, al final le ha gustado y todo"- se defendió la chica, al ver que el elfo parecía molesto por lo que había hecho.
-"Pero esa no era tu intención inicial."- dijo Legolas sabiendo que tenía razón. –"Además, no acabo de entender por qué no puedes llevarte bien con ella"- añadió.
-"Que no puedes entender qué?"- preguntó Anne atónita. –"No para de incordiarme! Se mete siempre por el medio!"- se quejó.
-"No es cierto"- dijo el elfo, ofendido –"lo único que intenta es ser amiga tuya y tú no le das oportunidad."-
-"Qué? Cómo puedes estar tan ciego?"- le recriminó Anne enfadada.
Legolas suspiró, intentando tranquilizarse, -"No quiero discutir por esto."- dijo, echándole una mirada reconciliadora.
Anne respiró hondo, ella tampoco quería seguir hablando de Pilindiel. -"Y de qué quieres discutir?"- preguntó Anne en tono juguetón.
-"De nada"- dijo suavemente Legolas con una gran sonrisa. Acarició suavemente la barbilla de Anne, tras inclinarse hacia ella, la besó suavemente, se separó para mirarla a los ojos y sonrió al ver que ella le sonreía. Caminaron por los jardines cogidos de la mano en silencio hasta la hermosa fuente donde Anne vio a Legolas sano después de que los guardias le trajeran herido de la gruta. Se sentaron en un banco cercano observando la preciosa noche nocturna sobre ellos, Legolas pasó un brazo por los hombros de Anne y, distraídamente, empezó a acariciarle el brazo. Anne se recostó sobre el hombro del elfo y permanecieron en esa posición un rato, hasta que...
-"Así que en verano haces cosas que normalmente no harías, eh?"- dijo Legolas sonriendo pícaramente. –"como por ejemplo?"-
-"Quieres que te cuente las tonterías que he llegado a hacer?"- rió Anne, mientras Legolas asentía efusivamente.
-"No!"- dijo la chica –"Perdería toda mi credibilidad y dejaría de parecer buena persona"-
Legolas hizo una mueca que no pasó desapercibida por Anne. –"Qué credibilidad?"-Anne le miró molesta y le propinó un golpecito en el pecho. Acto que hizo reír al elfo. –"Sólo bromeaba"-
Después del paseo con Legolas por los jardines, ambos se dirigieron a sus habitaciones para descansar. Aún no era muy tarde así que Anne cogió el libro que Daeron le había prestado y empezó a ojearlo. Si bien, hablar élfico se le empezaba a dar bien (más o menos), leerlo era otro tema. Las letras élficas eran preciosas, acorde con todo lo élfico, pero Anne las veía muy parecidas, así que cuando tenía que leer algo se pasaba un cuarto de hora sólo para descifrar un párrafo.
Decidió ponerse el pijama, se sentó en la cama y poniendo el libro en su regazo, sin muchas ganas, empezó a contar las páginas. 'Qué largo! Y lo tengo que leer en cuatro días? Vamos a ver...Es cuestión de organizarse.'. Puso cuatro marcas entre las páginas del libro, dividiéndolo en cuatro partes más o menos iguales, que separaban lo que debería leer cada día. Miró el primer cacho. 'Qué paliza!' Y concentrándose todo lo que pudo, empezó a leer. Se trataba de un relato antiguo acerca de la llegada de los elfos a la tierra media. Parecía interesante si no fuera por que había tardado veinte minutos en pasar de página! Cada tres segundos dudaba sobre las letras. 'Esto es un desastre.'. Suspiró derrotada. Durantes las clases le era mas fácil, ya que cada vez que se encallaba Daeron la ayudaba, lo que ocurría muy a menudo, pero ahora el elfo no estaba allí. Volvió a intentarlo, pero en menos de cinco minutos había vuelto a trabarse con otra palabra que no acababa de descifrar. 'Qué letra es esta? Eso es un punto o una mancha...jolin! no lo conseguiré'. Así que se levantó de un salto de la cama, cogió el libro y salió de su habitación en busca de ayuda.
Legolas estaba tumbado sobre la cama intentando dormir. No acababa de entender el motivo por el cual Anne era incapaz de llevarse bien con Pilindiel. Conocía a la elfa desde pequeños, y siempre le había parecido buena persona. Era agradable y muy sencillo mantener una conversación con ella. A él no le costaba nada hablarle de sus cosas, en cambio Anne se ponía a la defensiva cada vez que Pilindiel estaba cerca. Eso era algo de lo que ya se había dado cuenta hace tiempo, pero no creyó que duraría tanto, aún tenía esperanzas de que le diera una oportunidad. Al fin y al cabo, ella y Adlanna se habían hecho amigas enseguida, por qué no con Pilindiel? 'Bueno... Si pretendo dormirme es mejor que no me preocupe más por ese tema... ni por las clases de esgrima...' una sonrisa se dibujó en su cara al recordar sus clases. La chica iba mejorando a pasos de tortuga y su destreza con la espada era la misma que la de un elfito, pero al menos lo intentaba. Además, estaba realmente graciosa con la frente roja después del cabezazo diario por parte de Ambar.
La verdad es que Anne no era como nadie que hubiese conocido nunca antes. En ocasiones se comportaba de manera extraña, aún ahora, después de más de cuatro meses en la Tierra Media. Pero tenía que reconocer que su interés por ella no hacía más que aumentar, hasta el punto que se pasaba el día esperando que llegase la hora de su clase o de la comida o de la cena, para poder estar con ella. E, incluso a veces, se acercaba hasta la biblioteca o los jardines para observarla durante las clases con Gandalf, esperando poder escuchar las risas de la chica cada vez que algún hechizo le salía del revés, risas que resonaban por los jardines y alegraban su corazón.
Unos suaves golpes en su puerta le sacaron de sus pensamientos, se levantó de un salto y abrió la puerta preguntándose quién podría ser a esas horas.
-"Hola!"- dijo una vocecilla que conocía muy bien. –"Puedo pasar?"-
–"Claro"- contestó, apartándose para dejarla pasar. Anne entró en la habitación de Legolas y empezó a curiosear, nunca había estado en su habitación, tenía que aprovechar. El elfo observaba la extraña indumentaria de la chica, vestía una especie de camisa de manga corta bastante ajustada y unos pantalones largos que le arrastraban por el suelo, la ropa era de color azul claro y llevaba dibujados unos extraños animales, parecidos a los osos, aunque no estaba muy seguro, que comían una especie de tarta de colores. Anne por su parte seguía curioseando por los estantes del escritorio sin prestar atención al elfo.
–"Ocurre algo?"- preguntó Legolas. No es que le molestara tenerla en su habitación, pero a algo se debía su visita a esas horas de la noche, no?
Anne se giró hacia él alzando un libro, y con una amplia sonrisa dijo: –"Te lo lees por mi y me lo resumes?"-
Legolas alzó una ceja, –"No"- se limitó a responder.
–"Bueno, entonces me ayudas un rato? Es que todas las letras me parecen iguales!"- se quejó la chica mientras se sentaba sobre la cama con las piernas cruzadas y empezaba a abrir el libro.
–"Para cuándo has de leerlo?"- preguntó Legolas, sentándose a su lado.
–"Para dentro de cuatro días. Son los deberes que me ha puesto Daeron para hacer durante las fiestas."-
–"Y por dónde vas?"-
–"Por aquí."- dijo Anne, a la vez que señalaba el tercer párrafo de la cuarta hoja.
Legolas la miró asombrado. –"Vas un poco retrasada."-
–"Debería leer hasta aquí hoy."- Añadió Anne señalando la primera de las marcas que había puesto en el libro.
-"Si tenías que leer este libro, por qué has estado todo el día fuera?"-
–"Porque cierto príncipe me ha obligado a soportarlo todo el día..."- murmuró lo suficientemente alto para que el elfo lo escuchara.
–"Y ahora la señorita quiere que me pase la noche ayudándola a leer."- murmuró a su vez Legolas. Anne asintió. –"Daeron no te habría mandado leer este libro si no creyera que eres capaz."- añadió el elfo en un tono muy convincente.
–"O sea, que no me vas a ayudar"- dijo la chica cerrando el libro y poniéndose en pie. –"Pues nada, iré a ver si Daeron no es tan estirado y me ayuda."- Acto seguido empezó a caminar hacia la puerta.
–"Vas a ir ahora a ver a Daeron?"- preguntó Legolas. Anne se limitó a asentir. –"Vestida así?"- añadió.
Anne se paró de golpe y se miró la ropa. –"qué le pasa a mi pijama? No te gusta?"- Y miró la de Legolas, el elfo vestía una túnica y unos pantalones gris claro.
–"No es que no me guste. Es sólo que no es apropiado que una dama entre en la habitación de un elfo con sus ropas de dormir."- le explicó Legolas.
–"Acabo de entrar aquí."- rió Anne.
–"Cierto."- sonrió el elfo. –"Pero..."-
–"Oh! No te preocupes"- dijo Anne sonriente. –"Ni que fuera la primera vez que Daeron me ve en pijama."- añadió, como quitándole importancia.
Comentario que provocó una mirada confusa por parte de Legolas. –"Daeron te ha visto en pijama?"-
–"Sí, lagañosa y en pijama, como dice él."- Legolas seguía mirándola confundido. Anne rió al ver su cara. –"Hace un par de semanas tuvo que venir a despertarme porque me había quedado dormida y no me presenté a la clase."- le aclaró.
–"Y por qué tuvo Daeron que entrar en tu habitación?"- preguntó Legolas ahora molesto.
–"Ey! No te enfades. Toda la culpa la tiene Gandalf. Si no acabara sus clases tan tarde podría levantarme a tiempo la mañana siguiente."- y añadió. –"Además, sólo han sido tres días. Así que no te enfades. Hasta mañana!"- Volvió a girarse y caminó hacia la puerta.
Legolas tardó unos segundos en reaccionar. 'Qué Daeron la ha visto en pijama? Qué tuvo que despertarla tres días? Qué se va a la habitación de Daeron ahora?...' –"Déjame ver ese libro."- dijo Legolas mientras de un manotazo agarraba el libro y se sentaba de nuevo en la cama.
Anne sonrió al ver la reacción del elfo. 'Los celos nunca fallan, jajaja.' Y se sentó a su lado. Legolas abrió el libro y le indicó que empezara a leer. Así que Anne pasó las siguientes horas intentando descifrar el texto con la ayuda de Legolas.
Anne suspiró. –"Llevamos un buen rato y aún nos queda un montón!"- se quejó la chica. –"Porque las páginas de este libro son tan finas?"-
Legolas rió. –"Es que lees muy lento. A este paso no lo acabaras nunca."-
–"Eres muy optimista..."- dijo Anne. –"Oye, por qué no lees tú un rato y yo te escucho, vale?"-
–"Se supone que lo has de leer tú"-
–"Porfi, porfi."- dijo la chica con carita de perrito abandonado.
Legolas puso los ojos en blanco –"Está bien"- accedió y acto seguido empezó a leer en voz alta. Anne le iba interrumpiendo cada vez que no entendía alguna palabra o a ella le parecía que ponía otra cosa.
Al poco rato, Anne empezó a sentirse cansada y la suave voz del elfo no la ayudaba mucho a mantenerse despierta, así que poco a poco se le empezaron a cerrar los ojos. Legolas notó como Anne recostaba su cabecita sobre su hombro. Siguió leyendo un poco más, pero hacía un buen rato que la chica no le interrumpía, algo que le pareció bastante raro. Así que dejó de leer y la miró. –"Anne?"- le susurró, pero no obtuvo ninguna respuesta, la chica parecía dormir profundamente. –"Anne?"- Volvió a insistir, zarandeándola un poco.
–"Grrrrrrrr"- gruñó la chica a quien fuese que no la dejaba dormir, mientras se acomodaba sobre el hombro del elfo y se agarraba con fuerza a su túnica. Legolas le apartó un mechón de pelo que le caía en la cara y suspiró. 'Y ahora que?'
Lo reconozco, la parte de la cancion ha sido una gran ida de olla de la autora, os aseguro q cuando lo escribí no estaba borracha (dice Laura escondiendo las cuatro botellas de cerveza q hay encima de lamesa), jajaja, pero imaginaos la escenita...
Espero vuestros reviews!
Bueno, hasta pronto! ;p