Hola! Pues aquí os dejo otro capitulo. Pero antes, muchas gracias por todos los reviews. No estaba muy convencida de si os gustaria o no el capitulo anterior, pero despues de leer vuestros comentrios me he qedado más tranquila. La verdad es q me daba un poco de vergüenza la escena de la "reconciliación" y estube medio histérica hasta q leí los reviews y ví q os había gustado. Así q MUCHAS GRACIAS!
Por cierto, me ham preguntado el motivo por el q Anne le tiene tanta mania a las barbies, eso tiene facil explicacion. Anne de pequeña qeria una barbie, asi q despues de mucho berrear consiguió q le compraran una, pero la segunda vez q jugó con ella (a tirarla de armarios haciendo piruetas en plan artes marciales) a la barbie se le cayó la cabeza. así que la pequeña Anne asimiló que Barbie es igual a una niñita rubia debilucha. Total q por eso les tiene mania y no quiere convertirse en una y tb por eso desde ese dia jugó con action mans.(lo q aclararia la mala leche q tiene a veces) jajaja.
Cap 33: Que bonito es el amor vol.2
Anne despertó a la mañana siguiente, el sol que se filtraba por la ventana le daba justo en los ojos. 'Estúpido sol!' Intentó taparse la cara con la sábana y seguir durmiendo, pero por mucho que tiró de ésta no consiguió subirla más arriba de su barbilla. 'Estúpida sabana! Se habrá enganchado con algo.' Así que se dio la vuelta para ponerse de espaldas a la luz e intentó seguir durmiendo. Pero había algo que no paraba de hacerle cosquillas en la mejilla. 'Estúpidas moscas!' pensó creyendo que se trataba de algún bicho que se había colado en su habitación durante la noche. Aunque ahora que estaba más despierta, lo que sentía sobre su mejilla parecían más bien caricias. '¿…? Esta escena ya la he vivido...' Abrió los ojos poco a poco para encontrarse con la carita de Legolas a apenas tres centímetros de la suya. El elfo se dedicaba a acariciarla distraídamente mientras le dedicaba una tierna sonrisa. Anne sonrió 'Legolaaas Grmmmm' y se abrazó a él.
-"Ei!"- murmuró, medio en sueños.
-"Buenos días, dormilona."- susurró en su oído. -"Creía que nunca despertarías"-
-"Grmmm"- respondió Anne desde el cuello de Legolas. Éste rió, deslizando lentamente su mano por la espalda de la chica.
-"Qué ocurre?"- le preguntó, al notar que Anne se había estremecido.
-"Nada"- suspiró la chica desde la misma posición. -"Sólo que acabo de tener un flash de lo que ha pasado esta noche. Mmmmm"-
Legolas volvió a reír. Suavemente la apartó un poco de él y la observó con atención. -"Estás muy guapa por las mañanas."-
-"Cállate!"- dijo Anne, sonrojándose un poco, intentando peinar su alborotado cabello y cubriéndose hasta la barbilla con las sabanas después.
Legolas rió de nuevo mientras acercaba a la chica hacia si y la besaba tiernamente. Sus brazos rodeaban su cintura y sus manos recorrían traviesas la espalda. El elfo se apartó al notar como Anne volvía a estremecerse. -"Otro flash?"- preguntó alzando una ceja.
-"Grmmmm"- Anne escondió su cara contra la almohada mientras en su cabeza se formaban imágenes de la pasada noche, un par de segundos después volvió a mirar al elfo, respirando hondo. -"Ya ha pasado... creo"- añadió, intentando con todas sus fuerzas no mirar a sus labios. Legolas volvió a inclinarse, atrapándola en un cálido y tierno beso, tras el cual se acurrucó en su cuello y se abrazó a ella.
-"Si me hubieran dicho ayer que iba a pasar esto, no me lo habría creído. Estaba convencida de que me ibas a dejar"- dijo la chica un tanto pensativa.
Legolas se incorporó un poco para mirarla mejor. –"No podría vivir sin corazón"-
-"Ni yo, y eso era lo que más miedo me daba"-
-"Bueno, ya sabes lo que dicen..."- dijo con una sonrisa el elfo.
-"Tonto el último?"- sugirió Anne.
Legolas rió. –"No. Lo que no te mata te hace mas fuerte"- La chica asintió con cara de 'También había pensado en esa opción'. –"Ahora estamos unidos, somos uno, nunca nos separaremos..."- seguía el elfo.
-"Menuda tortura..."- suspiró la chica.
-"Eh!"- se quejó Legolas. Anne puso carita inocente a la vez que atraía al elfo hacia ella para darle un beso.
-"Te quiero."- le susurró.
-"Y yo a ti."- respondió el elfo.
-"Espero que no tengas problemas por haber traído de vuelta a Ambar"-
-"Mmm"- Si bien era cierto que Pilindiel había mentido, su padre aún no había autorizado el regreso de la yegua. –"Qué importa, si tu eres feliz yo también"-
Anne sonrió, mientras dejaba que Legolas se inclinara sobre ella y volviera a besarla. Los besos de esa mañana fueron tiernos y tranquilos, y las caricias cálidas y suaves. Ninguno quería romper ese momento, y se quedaron en la cama sin querer ser conscientes de que el día ya había empezado y con él la vida en el palacio, hasta que la campana que llamaba al desayuno les hizo volver a la realidad.
-"Dios mío! Tan tarde es? – se incorporó Anne de golpe haciendo que el elfo casi cayera al suelo.
- "Sólo es la llamada para el desayuno, aun es temprano."- dijo mientras intentaba recostar de nuevo a Anne. Pero ésta no se dejó. -"Daeron me espera en la biblioteca en media hora."- le informó. -"Hoy retomo las clases."- Legolas suspiró derrotado, no le apetecía dejarla ir, pero ya se les había hecho tarde y él también tenía obligaciones que atender.
Anne se sentó en la cama, envuelta en la sábana, y examinó la habitación durante unos minutos. -"Dónde está mi ropa?"-
-"Mmm"- Legolas se sentó a su lado. -"Creo que eso es tu vestido"- dijo señalando un bulto de tela azul a un par de metros de la cama junto a la camisa verde del elfo. -"Y esto"- añadió, recogiendo algo de los pies de la cama. -"es tu camisa interior. En cuanto al resto de tu ropa interior, creo que la tire por allí."- añadió señalando el otro lado de la habitación.
-"Vaya!"- 'Tengo que ir desnuda hasta el vestido, que vergüenza!' y miró a Legolas de reojo, quien sonreía sabiendo en qué estaba pensando la chica.
-"Ya te he visto desnuda"- dijo suavemente el elfo.
Anne se sonrojó y apretó más las sabanas a su pecho. -"No es lo mismo..."-
Legolas puso los ojos en blanco y suspiró, aún riendo se levantó y se puso los pantalones, para después recoger la ropa de Anne y dársela a la chica.
-"Ves como no es tan difícil"- le dijo sonriente mientras le tendía la ropa.
Anne cogió el vestido y se lo puso aún con la imagen de Legolas desnudo a la luz de la mañana paseando por la habitación en su mente. 'Esta imagen va a quedar grabada en mi cabeza para siempre, grmmmmm'.
Una vez vestida, se acercó hasta la puerta, pero antes de que pudiera abrirla, Legolas se lo impidió, aprisionándola entre la puerta y su cuerpo. Anne alzó una ceja. -"Necesito ir a mi habitación a bañarme y ponerme ropa limpia."-
-"Hay alguien en el pasillo."- susurró Legolas. -"No creo que sea una buena idea que te vean salir de mi habitación a primera hora de la mañana, despeinada y con la ropa que llevabas ayer."-
Anne puso cara de 'Oh! claro!', mientras que Legolas se dedicaba a besarle el cuello, subiendo por su barbilla hasta llegar a los labios.
Un par de minutos después...
-"Sigue habiendo alguien fuera?"-
-"Sí"- murmuró el elfo, entre beso y beso.
Cuatro minutos mas tarde...
-"Aún están fuera?"-
-"Ajá"- consiguió pronunciar Legolas entre besos.
Diez minutos más tarde...
-"Aún están ahí?"-
-"Ya te avisaré cuando puedas salir."- murmuró Legolas antes de atrapar sus labios en un nuevo beso.
-"No me estarás tomando el pelo, verdad?"- consiguió decir la chica, cuando el elfo se apartó un poco para coger aire.
-"No te fías de mi?"- respondió Legolas con carita de angelito.
Anne lo miró a los ojos unos segundos y sonrió. -"Tramposo!"- y con un suave empujón lo apartó de ella y abrió un poco la puerta. Se asomó con cuidado de no ser vista pero tal como pensaba no había nadie en el pasillo. -"Lo sabía..."- se giró y le lanzó una mirada asesina al elfo quien reía divertido. -"Nos vemos luego, tramposo."-
La clase con Daeron pasó tranquila, al menos para Anne, quien estuvo todo el rato mirando por la ventana, embobada, pensando en Legolas, la noche anterior, Legolas, la mañana, Legolas, Legolas, Legolas... y no prestando la más mínima atención a Daeron. Éste ya no sabía que hacer para que la chica le escuchase. Aunque sentada ante él, Anne estaba completamente perdida en su mundo, sonriendo ajena a sus palabras y ya ni siquiera reaccionaba cuando le pedía su atención.
-"Se puede saber en qué piensas?"- le preguntó, un poco molesto.
Anne puso cara de 'Ups! se ha dado cuenta de que no le estoy haciendo ni caso' y la sustituyó casi inmediatamente por otra de 'Mmmm, Legolaaaaaaaaaaaas', y volvió a mirar embobada los jardines.
Daeron suspiró derrotado. 'Hoy no vamos a avanzar nada.'
El rey Thranduil y el príncipe Thalion estaban reunidos con varios de los consejeros tratando temas de estado. Un par de minutos después del comienzo de la reunión, Legolas se unió a ellos, recibiendo una mirada de reprimenda por parte de su padre por haber llegado tarde. Para sorpresa de éste y de Thalion, el príncipe les dedicó una amplia sonrisa, sonrisa que no perdió en toda la mañana, ni siquiera cuando se trataron temas tan delicados como la reciente declaración de guerra de Saruman a la ciudad de Rivendell.
Al llegar la hora de comer, el rey dio permiso a sus consejeros para que se retirasen, y él y sus hijos se dirigieron al salón.
-"Has estado muy callado durante toda la reunión, hijo. Te ocurre algo?"- preguntó el rey a Legolas.
-"No"- dijo el elfo sonriente, caminando animadamente por el pasillo.
-"Dónde estuviste ayer?"-
Ambar vino a la mente de Legolas y se paró de golpe -"Hay algo que tengo que deciros, padre. Espero que no os enfadéis"- el rey asintió. -"Fui a buscar a Ambar. La dama Pilindiel confesó haber mentido, así que no creí lógico que siguiera desterrada."-
El rey miró atentamente a su hijo unos segundos y al final asintió. –"Me parece bien, pero te agradecería que me comentases este tipo de cosas antes de hacerlas."- Legolas asintió. –"Algo más?"-
–"No"- dijo, sin poder evitar sonreír de nuevo.
El rey y Thalion intercambiaron una mirada antes de entrar en el salón, donde ya se encontraba la mayoría de elfos. Se dirigieron hacia la mesa principal y se sentaron en sus sitios. Anne llegó poco después, seguida de Daeron quien no parecía estar muy contento, y ambos se sentaron en sus respectivos lugares. Anne miró a Legolas, Legolas miró a Anne, y entre miraditas, sonrisitas y suspiros pasaron la comida casi sin probar bocado. Mientras el resto de presentes observaban la escena un poco perdidos.
-"Te voy a llevar a un lugar que te va a encantar"- le dijo Legolas a Anne, mientras paseaban camino a los establos, para empezar con la clase de equitación.
-"De vuelta a tu habitación?"- sugirió con media sonrisa la chica.
Legolas sonrió. –"Puede que más tarde"- dijo guiñándole un ojo pícaramente.
Aún riendo llegaron a los establos, donde un mozo ya tenía preparados a los dos caballos.
–"Ambar!"- gritó la chica, al ver a la negra yegua trotar alegre hacia ella. Salió corriendo hacia el caballito y le dio un fuerte abrazo, después de que Ambar le diese el correspondiente cabezazo, por supuesto. –"Ambar! Guapa! Guapísima! Preciosa! Fantástica! Hermosísima! Niñita mía! Princesita!"- seguía Anne, aún abrazada a ella.
'Debería sentirme celoso?'. Legolas le puso una mano en el hombro para captar su atención. –"No es que quiera interrumpir el reencuentro, pero no tenemos todo el día"-
Anne soltó a Ambar y montó sobre ella de un salto. –"Vámonos!"- Y la yegua empezó a trotar en la dirección que la chica le indicaba, algo que no dejaba de ser sorprendente ya que no solía ocurrir muy a menudo.
Legolas las guió a una parte del bosque en la que Anne no había estado antes. Tras unos veinte minutos llegaron a un pequeño claro ante un arroyo donde desmontaron y dejaron a los caballos pastar libres.
–"Vaya, qué bonito!"- dijo Anne, medio embobada mirando el precioso paisaje ante ella. –"Por qué nunca antes me habías traído aquí?"- Legolas se limitó a señalar a su derecha. Anne se quedó con la boca abierta cuando vio la alta roca desde la cual caía el agua cristalina al arroyo. –"Vamos arriba!"- gritó, cogiendo de la mano a Legolas y tirando de él.
–"Es mejor que empecemos con la clase..."- dijo Legolas mientras le tendía una espada a la chica.
Anne puso cara de 'Qué?' –"Me traes ha este sitio tan bonito y en vez de dejarme pasear y saltar desde la cascada..."- Esto último dicho con cara de ilusión-"...me dices que tenemos que entrenar!"-
–"Veo que lo has entendido."- Anne le miró extrañada. –"No quiero acabar en Isengard otra vez."- le aclaró el elfo. La chica puso cara de decepción pero entendió a que se refería Legolas. La ultima vez que estuvo en un lugar tan elevado Saruman se las apañó para llevarles hasta Isengard, y no tenía ningunas ganas de volver. Así que se conformó con observar el precioso salto de agua.
–"Pero de verdad tenemos que entrenar? Y en este sitio tan bonito?"- Legolas se limitó a asentir. 'Perfecto! Nunca voy a librarme de esta clase...'
-"En guardia"- dijo el elfo, mientras él se preparaba y esperaba a que Anne hiciese lo mismo. Ésta se quedó inmóvil mirándole con cara de asco, la típica cara de Anne durante esas lecciones.
-"Las cosas se están complicando, necesitas aprender a defenderte"- volvió Legolas a repetir por décima vez lo mismo que decía cada vez que Anne no quería seguir con la clase.
-"Ya sé defenderme..."- empezó la chica, pero paró y miró molesta a Legolas al ver que éste alzaba una ceja con cara de 'Ya, claro!'. –"... con magia! No tengo porque aprender a usar una espada."- terminó.
Legolas suspiró al ver que Anne no iba a dar su brazo a torcer tan fácilmente. –"Ya hemos discutido esto. Es necesario que aprendas."- dijo serio. Anne abrió la boca para replicar, pero el elfo siguió hablando. –"Además, Gandalf sabe manejar una espada y es el mago blanco."- sentenció Legolas.
Anne soltó un sonoro bufido. 'A la mierda mi argumento de la magia'.
-"Saruman nos puede enviar cosas peores que orcos."- Seguía el elfo en tono conciliador. –"Debemos estar preparados."-
Anne puso cara de no acabar de creérselo. 'Algo peor que un orco? qué puede haber pero que un orco?'. –"Un ninja?"- intentó adivinar.
Legolas la mira sin acabar de comprender que clase de criatura malvada puede ser un ninja.
-"O un orco ninja? O peor aún, un ejercito de orcos ninjas!"- Acabó Anne con su divagación.
-"Uruk-hais"-. Dijo Legolas serio, aún intentando descifrar el significado de la palabra ninja y si realmente serian peores que los uruks
-"Creo que me suena"- respondió Anne con cara de estar haciendo memoria. –"Salen en la peli, no?"- Mirada de 'no-se-de-que-me-hablas' por parte de Legolas. –"Mmmm, ya me acuerdo. Son esos que parecen orcos pero son mas grandes, gruñones y no tienen grapas en la cara?"- preguntó la chica.
-"Y mas fuertes, rápidos, letales, despiadados, resistentes y no temen a la luz del sol."- acabó de describirlos Legolas.
Ante tales argumentos Anne puso cara de 'pues que suerte la nuestra'. –"Vale, empecemos."-
Legolas sonrió. 'Por fin!'. Así que pasaron la tarde practicando con la espada. En los últimos días Anne había mejorado bastante, hay que añadir que tanto ella como el príncipe se lo estaban tomando más en serio, una vez el elfo conseguía convencerla para que empezase, claro. Eso era debido a las malas noticias que llegaban de Rivendell, de manera que Legolas la presionaba más y a Anne, la única opción que le quedaba, era esforzarse al máximo para tenerlo contento y esperar que así le diera un descanso.
Bueno, pues hasta aqui por ahora. Mucho me temo q las cosas van a empezar a liarse de nuevo con cierto ex-mago dando guerra, pero por ahora la parejita tiene un poco de paz. (Q ya se lo han ganado)
Espero vuestros reviews!
Hasta pronto! ;p
