Hola! Muchas gracias por todos los reviews! Ya hemos llegado a los 460! Impresionante! Muchisimas gracias, me animan mucho!

Bueno, aqui teneis el nuevo capitulo, espero q os guste y ya sabeis, dejad review!


Cap 34: Malas noticias y otras cosas

Después de la clase con Legolas, Anne se dirigió a la biblioteca donde la esperaba Gandalf para empezar con las lecciones de magia. La clase con el mago fue como de costumbre, un poco de teoría al principio y, después salieron a los jardines a practicar algunos hechizos. De todas maneras, el mago estaba un tanto distante, a Anne le dio la sensación de que estaba preocupado por algo, pero Gandalf no dijo nada. Para no perder la costumbre llegaron de los últimos a la cena, y para sorpresa de la chica, el mago no se quedó a cenar, sino que se retiro al despacho del rey junto con éste y Veryan.

Después de cenar, Legolas y Anne se dirigieron al salón donde, en una de las esquinas había un elfo que se disponía a relatar una historia, de manera que se sentaron a escuchar. Una vez finalizada, la música ya había empezado a sonar y varias parejas danzaban por el centro de la sala.

–"Quieres bailar?"- le preguntó Legolas.

–"No."- dijo Anne recordando la escena de la macarena.

–"Baila conmigo"- insistía el elfo con carita de perrito abandonado.

–"No"-

–"Venga"- seguía Legolas con la misma carita a la vez que le tendía una mano. –"Iremos a los jardines, donde nadie te vea"-

Anne puso cara de estárselo pensando, pero no iba a poder negarse mucho rato más si Legolas seguía mirándola con esos ojitos, así que cedió. –"Está bien."-

El elfo sonrió satisfecho y la llevó hasta una de las terrazas cercanas. La música que sonaba era bastante animada, Legolas empezó a indicarle los pasos que tenía que ir siguiendo tal y como hizo la vez anterior en Rivendell, pero se calló enseguida al ver que la chica sabía perfectamente lo que tenía que hacer.

–"Adlanna me ha estado enseñando"- informó Anne al sorprendido elfo mientras seguían con el baile.

Éste sonrió. –"Por qué no me lo habías dicho?"-

–"Porque sabía que me harías bailar delante de todos y me da mucha vergüenza!"- dijo Anne con cara de pánico.

Legolas rió. –"Pero si lo haces muy bien"-

Anne puso cara de 'Ya! Claro!', y siguieron bailando. Cuando la canción terminó empezó otra más lenta, Legolas pasó un brazo por la cintura de Anne y la acercó a él.

–"Em... Adlanna se ha olvidado de enseñarme como se baila esto"- se quejó Anne.

–"Es muy fácil. Sólo tienes que abrazarte a mi y dejarte llevar"- sonrió Legolas.

-"Y qué pasa si te piso?"- preguntó Anne con voz inocente.

-"Tendré que morderte la oreja"- sonrió pícaramente el elfo.

Anne alzó una ceja y al dar el segundo paso, le pisó suavemente a la vez que ponía cara de 'Ups!'. Legolas se inclinó hacia ella sonriendo, apoyó su mejilla contra la de la chica y le dio un mordisquito en la oreja. A Anne se le puso la piel de gallina y se abrazó al elfo con más fuerza. Continuaron bailando abrazados e intercambiando suaves caricias. Poco a poco a las caricias se le sumaron tiernos besos y, al final, ya ni siquiera escuchaban la música y bailaban siguiendo su propio ritmo.

-"Anne..."- susurró Legolas a la vez que se separaba un poco de la chica para poder mirarla a los ojos. Entendiendo la silenciosa petición de Legolas, ella rompió el abrazo y cogiéndolo de la mano, le guió hasta su habitación.

Legolas se dejó llevar hasta el cuarto de la chica y cerró la puerta tras ellos, sin perder de vista a Anne en ningún momento. La abrazó por la espalda y enterró su cara en su cabello, respirando el suave aroma que desprendía, mientras que ella se abrazaba a sus brazos.

-"Me siento tan feliz aquí, contigo... todo parece perfecto"- susurró el elfo.

-"Sabes como sería más perfecto?"- preguntó Anne alzando una ceja provocativamente, mientras giraba un poco la cabeza para mirarle.

Legolas sonrió. Lentamente giró a la chica y, tras mirarse unos segundos atentamente, se besaron. Sus labios se unían una y otra vez, suavemente. Las manos de Legolas empezaron a descender recorriendo la espalda de la chica...

TOC TOC

-"Sea quien sea, le voy a cortar la cabeza"- gruñó Legolas, al oír que llamaban a la puerta, interrumpiéndoles.

-"Anne, estas ahí? Necesito hablar contigo?"-

La chica alzó una ceja y mirando a Legolas con media sonrisa, susurró: -"Vaya! así que piensas decapitar a Gandalf?"-

El elfo sonrió, un poco avergonzado. -"Es mejor que vayas. Te espero aquí."-

Anne le dio un suave beso en la mejilla y salió de la habitación. En el pasillo la estaba esperando Gandalf quien parecía bastante preocupado. Disculpándose por haber ido a buscarla tan tarde, la llevó hasta una pequeña sala vacía, donde se sentaron en unas butacas frente al fuego. Anne observó como el mago encendía su pipa, la expresión del mago era aun mas seria a la luz del fuego.

-"Conoces las noticias que han llegado de Rivendell?"- preguntó al fin Gandalf.

Anne asintió. -"Saruman ha enviado un ejercito de orcos para que ataquen la ciudad."-

-"Así es. Pero hay algo más"- Gandalf la miró atentamente unos segundos antes de continuar. -"Saruman ha abandonado Isengard"- Anne le miró alarmada. -"No sabemos donde esta. Si se dirige a Rivendell con su ejercito o ha decidido esconderse en otro lugar."-

-"Creía que no salía de la torre de Orthranc porque allí estaba seguro"-

-"Eso es cierto. Así que si ha abandonado la seguridad de la torre es porque trama algo. Debemos saber el qué antes de que sea tarde"- Gandalf volvió a fijar su mirada en la chica unos segundos. -"Por ello, debo partir en busca de información. Iré a Rivendell y después a Fangorn..."-

-"Qué? Te vas?"- le interrumpió la chica.

-"No te preocupes. Aquí estas segura. Al menos por ahora."- acabó en un susurro el mago.

-"Cuándo te vas?"-

-"Mañana. Con Veryan. Él parte con un mensaje del rey Thranduil a Elrond"-

Anne suspiró y asintió. Esas noticias eran horribles, Saruman iba a atacar Rivendell y él podía estar en cualquier parte, y por su fuera poco, dos de sus mejores amigos se marchaban al día siguiente. -"Cuándo volverás?"- preguntó al fin.

-"No lo sé"- suspiró el mago. -"Puede que cuando volvamos a vernos las cosas sean muy distintas."- Anne le miró sin acabar de comprender. -"Es mejor que vayas a descansar, ya es muy tarde."- La chica se levantó del sillón y, después de desearle buenas noches al mago, salió de la sala, dejando a un pensativo Gandalf fumando su pipa y con la vista perdida en el rojo fuego.

Cuando llegó a su habitación, sonrió al ver a Legolas tendido sobre la cama.

-"Malas noticias. Gandalf me ha dicho que..."- pero se calló de golpe al ver que el elfo no reaccionaba. -"Legolas?"- susurró, acercándose a él lentamente. Éste estaba tumbado boca-arriba sobre la colcha, las manos entrelazadas sobre su pecho, con expresión serena, sus ojos medio abiertos, tal y como duermen los elfos, y su respiración, suave y tranquila, era apenas audible.

'Se ha quedado dormido...' Anne sonrió y se acercó un poco más para verlo mejor. Al hacerlo, los ojos medio abiertos del elfo llamaron su atención, pues parecían observar algo perdido en la lejanía. 'Que curioso' Anne levantó una de sus manos y empezó a moverla ante la cara de Legolas. 'Verá algo mientras duerme?' Así que, sin pensarlo, empezó a hacer muecas. 'Pues parece que no...'. Volvió a mover su mano ante los ojos del elfo...

Dio un bote cuando, con un rápido movimiento, una de las manos de Legolas cogió la suya. Pero para su sorpresa, éste llevó la mano de la chica hasta sus labios para darle un suave beso y posarla sobre su pecho después, entre sueños.

Anne parpadeó dos veces antes de reaccionar. 'Pues si que duerme profundamente...'. Sacó su mano de entre las de Legolas y se fue al baño, donde se puso el pijama y se preparó para irse a dormir.

Al acercarse a la cama se dio cuenta de un detalle bastante importante. Legolas estaba acostado SOBRE la colcha. Así que intentó deshacer la cama para meterse dentro sin mucho éxito ya que Legolas estaba SOBRE la colcha! Anne soltó un bufido. 'Y ahora que?' Intentó empujar un poco al elfo, tratando de no despertarlo, pero no hubo manera de moverlo, así que probó suerte tirando un poco de las sabanas. 'Vamos, muévete! No me gusta dormir destapada...'

PUM

'Ups!' Anne se tapó la boca con la mano. Al tirar tanto de las sabanas había hecho que Legolas girara sobre si mismo y cayera desplomado en el suelo por el otro lado de la cama. Segundos después, una manita apareció sobre la cama, después otra y por último se asomó una carita, cuya expresión decía algo así como 'se puede saber que ha pasado?'

-"Lo siento"- susurró Anne, aun tapándose la boca con las manos. -"Te has hecho daño?"-

-"No. Tú me has hecho daño."- dijo el elfo, un poco molesto, mientras se ponía en pie.

-"Lo sient..."- intentó volver a disculparse la chica, pero no pudo continuar al no ser capaz de aguantar por más tiempo el ataque de risa que amenazaba con salir.

-"Te parece gracioso"- decía Legolas, mientras veía, impotente, como Anne se descojonaba de la risa e incluso le salían lagrimillas de los ojos.

-"Lo siento"- intentaba disculparse la chica entre carcajada y carcajada. -"Te aseguro que no lo he hecho expresamente."-

Legolas la miraba alzando una ceja, mientras que, sin mucho éxito, intentaba esconder la sonrisa que se iba formando en su rostro.

-"No te enfades, eh!"- decía Anne, a la vez que se arrodillaba sobre la cama y tiraba de la camisa del elfo para sentarlo a su lado. -"No me estoy riendo de ti, sólo de la situación."- Legolas la miraba con cara de 'Me lo he de creer?'. -"En serio"- seguía Anne, mientras se acercaba a él y se apoyaba suavemente sobre su hombro. -"Es que no todos los días se ve caer a un elfo de la cama. Bueno, de ningún sitio, en realidad."- dijo, volviendo a ser incapaz de aguantar el ataque de risa.

-"Ya es suficiente"- decía el elfo, pero esta vez él también reía. -"Estaba completamente dormido"- dijo al fin, después del ataque de risa. Anne asintió. -"Sólo prométeme una cosa."-

-"El qué?"-

-"No se lo digas a Guimli."- dijo el elfo en un tono más bajo. -"O me estará torturando con esto durante veinte años."-

Anne volvió a reír. -"Es una pena, habría sido un gran tema de conversación! Pero no le diré nada"- añadió al ver la mirada de 'por favor' que le echaba el elfo. 'Espero que no se me escape!'

-"Bueno, y qué quería Gandalf?"- preguntó Legolas más relajado.

La expresión risueña de Anne cambió por una de preocupación, mientras le contaba que Gandalf y Silencioso partían al día siguiente y las sospechas del mago sobre que Saruman ya no se encontraba en Isengard.

-"Es que nunca nos va a dejar en paz!"- se quejó la chica.

Legolas la miró con preocupación. -"Es mejor que descanses. Ya pensaremos en todo esto mañana."- Y, levantándose de la cama, la ayudó a acostarse y la tapó con las sabanas. -"Bueno..."- se quedó Legolas en pie, dudando que hacer, debía irse? Mientras observaba como Anne se acomodaba. -"em... pues eso... em... buenas noch... de qué te ríes ahora?"- preguntó al ver que Anne volvía a reírse.

-"Ven aquí"- dijo ésta, mientras se incorporaba y tirando del brazo de Legolas, le obligaba a tumbarse a su lado. –"Ay! Tontorrón!"- suspiró mientras se abrazaba a él.


La luz de la mañana se filtraba por entre las cortinas, bañando con suaves reflejos dorados la habitación. Legolas despertó poco después del amanecer, a su lado notó el cuerpo de Anne, de espaldas a él, y aun medio dormido, la abrazó por la cintura y se acurrucó en su hombro.

-"Mmmm... Qué hora es?"- escuchó la soñolienta voz de Anne.

-"Temprano"- le susurró en el oído.

-"Cómo de temprano?"-

-"Muy temprano"-

-"Temprano como para empezar un viaje a Rivendell o temprano como para seguir durmiendo y empezar el viaje más tarde?"- preguntó Anne, aun con voz de dormida.

-"Si te refieres a si Gandalf partirá pronto, la respuesta es sí. Lo más probable es que ya lo tenga todo preparado para partir."- le aclaró.

-"Grrrrr"- gruñó la chica desde su posición. -"Por qué sois tan madrugadores en este mundo!"- Y acto seguido, intentó incorporarse, algo bastante difícil si tienes a alguien acostado en tu espalda y tú aun estas medio dormido. -"Ei!"- dijo, girándose un poco para ver mejor a Legolas, -"Estoy intentando levantarme, te importaría soltarme?"-

-"Sí, me importa."- dijo, acurrucándose mejor en su hombro.

Anne alzó una ceja. -"Vaya, quién es el dormilón ahora."-

-"Tú"- sonrió Legolas. -"A mi sólo me apetece abrazarte un rato"-

Anne sonrió. -"Bueno, pues creo que tendrás que abrazarme en otro momento, porque quiero ir a despedirme de Gandalf y Silencioso."-

Legolas puso cara de decepción y tras hacerse rogar un poco más acabó por soltarla. Medió gruñendo, vio como Anne se metía en el baño, envuelta en la sabana que acababa de arrancar de la cama. Se quedó unos segundos más tumbado, escuchando los ruiditos que venían del baño. Ligeros pasos, el agua al caer, un pequeño chapoteo, un par de 'Joder! Está ardiendo!' y varios minutos después el 'La madre que...!' que estaba esperando.

Anne salió poco después del baño, con el vestido a medio poner y sin peinar, mirando con cara de odio al elfo que, con expresión inocente, seguía tumbado en su cama. -"Qué es esto?"- dijo, señalando una marca roja que tenía en el cuello, casi detrás de la oreja.

-"Parece una picadura."- sugirió Legolas.

Anne alzó una ceja. -"Sí, una picadura de un bicho llamado Legolas!"- Éste empezó a reír. -"No te rías! Cómo se supone que voy a tapar esto!"- dijo, a la vez que se miraba al espejo y empezaba a peinarse el pelo hacia delante intentando esconder la marca. -"No podrías haberlo hecho en un lugar menos visible?"-

-"Puede que el próximo"- seguía sonriendo el elfo. Anne le lanzó una mirada asesina, antes de seguir peinándose. La pequeña tregua la aprovechó Legolas para recoger su ropa y vestirse, pues él también quería despedirse de Gandalf y aun tenía que ir a su habitación a por ropa limpia.

-"Qué ocurre?"- preguntó Anne, al ver que Legolas, ya vestido 'que pena...', se había quedado sentado sobre la cama mirando atento la puerta.

-"Hay alguien en el pasillo"- susurró el elfo sin apartar la vista.

Anne se puso a reír. -"No pienso volver a picar."-

Legolas sonrió. -"Esta vez va en serio"- dijo. -"Hay un par de elfos hablando fuera."-

La chica lo miró unos segundos, sin acabar de creérselo, así que fue hacía la puerta y, de la manera más silenciosa que pudo, la abrió a penas unos centímetros y se asomó. Legolas estaba en lo cierto, había un par de elfos charlando al final del pasillo y, antes de que estos se dieran cuenta de que estaban siendo observados, la puerta de la habitación volvía a estar cerrada.

-"Vamos a tener que esperar a que se vayan"- dijo Legolas.

-"Vamos?"- preguntó Anne. -"No creo que haya nada malo en que salga de mi habitación."- añadió remarcando el MI. -"En cambio, vete a saber lo que pensarían si te vieran salir a ti... con la ropa de ayer"- siguió en un tono más confidente. -"Así que... "- y tras darle un suave beso a Legolas, dijo. –"Hasta luego!"-

-"No vas a quedarte conmigo?"- preguntó desconcertado el elfo. Anne se limitó a sonreírle desde la puerta antes de cerrarla tras ella. -"Pues que bien"- Suspiró Legolas, antes de dejarse caer de espaldas sobre la cama.


Bueno, pues hasta aqui por ahora. Hasta pronto! ;p