Pues bien, aquí tenemos el siguiente capítulo y como lo prometí en el primer capítulo hoy si tenemos lemon. El cual si me dificulto un poco la existencia. Disfruten.
*Ninako*
No sabía con qué iba a comenzar a arreglar el departamento. Lo único que me salvaba era que ya estaban los muebles más grandes acomodados de manera que solo las cosas decorativas son las que me faltaba poner. Pero esas pequeñas cosas son las que más me iba a tomar tiempo. Comencé arreglando la sala, comedor y cocina ya que eran los lugares más vistos en cuestión de visita, sabía que Daiki vendría después de su operación y eso me deba hasta las 12 de la noche para terminar esto y hacer algo de cena. Por más que intentaba no dejaba de pensar en aquella persona con la que me tope en el ascensor, y mi corazón se agita cada vez más. Pero mis recuerdos me traicionan y hacen que piense en alguien que no debo.
Tratando de quitarme esas ideas de la cabeza hice un esfuerzo mucho más grande para ponerme a arreglar y cada vez que el recuerdo venia yo me concentraba en lo que hacía sin querer tomar descansos para no tener oportunidad de que el recuerdo me atormentara. Hasta que llegué a un momento en el que yo misma me dije.
-Contrólate Ninako, no sirve de nada que piensas en personas inexistentes, él no va a volver- Solo falto eso para poder continuar con el desorden que tenía.
Sin darme cuenta me dieron pasadas las 11 de la noche.
- ¡Mierda! - dije mientras terminaba de acomodar unos libros en mi estantería- Se me hizo tarde para hacer de cenar, muy a penas alcanzare antes de que llegue Daiki.- Dicho esto me fui corriendo a la cocina, saque lo necesario para hacer algo rápido y rico para cenar. Estaba a punto de terminar cuando alguien toco la puerta, sabia de ante mano que era Daiki y eso hizo que mis mejillas ardieran y una sonrisa de oreja a oreja apareciera en mi cara, fui casi corriendo a la puerta y cuando la abrí lo primero que vi fue un ramo grande de rosas turcas, mis favoritas. Aquellas rosas me recordaban a algo muy hermoso de la infancia, algo que nunca puedo recordar, pero que se me hizo muy feliz. Después el ramo se movió a un lado y vi a Daiki, con su sonrisa cálida. Me lance a sus brazos y el respondió al abrazo, me sentía cálida, segura y amada a lado suyo, podía sentir todo el cariño que sentía por mí y eso hacía que mi corazón se aligerara.
-Hola princesa- Dijo mientras se separaba un poco de mí. Yo estoy un poco por debajo del promedio de estatura y Daiki está por arriba del promedio así que prácticamente estaba colgando en su cuello. También pude observar esos ojos color verdes destellando un brillo sincero. - No sabes cuánto te extrañe- Me atrajo hacia él y planto un tierno beso en mis labios, yo respondí y después de unos segundos Daiki subió el ritmo insinuando su lengua con la mía. Yo enrede mis piernas alrededor de su cintura para quedar más pegada a él, no me importaba que hubiera vecinos viendo o si llegara a pasar alguien, en ese momento solo estábamos Daiki y yo en el mundo. Pero de pronto el corazón volvió a agitarse exactamente igual que en la tarde y fui atacada por los mismos pensamientos, así que instintivamente me aleje de Daiki y el me bajo lentamente un poco confundido.
-Los vecinos pueden vernos, al menos quiero que piensen que soy una persona decente- aunque en cierta parte era verdad, no podía dejar de pensar que le mentí y que no quería continuar el beso con él. - Vamos entra, la cena esta casi lista. - tome de su mano y lo hice entrar, lo guie hasta la cocina, por más que quisiera no podía verlo a la cara. - puedes preparar la mesa mientras busco un florero para ponerlas- le dije mientras buscaba en una gaveta los floreros.
-Claro princesa lo que tu ordenes- me dijo mientras pasaba a lado mío y depositaba un beso en mi cuello, ese gesto hizo que todo mi cuerpo se electrificara haciéndome olvidar lo que me mortificaba hace apenas unos segundos. - ¿También habrá postre? - dijo sin quitarme la mirada de encima esperando mi reacción, que por supuesto fue mi cara de tomate. Así que el estallo en una risa- En serio te extrañaba tanto- dijo de nuevo al pasar a lado mío. Yo solo me quede estática en mi lugar, sin pestañear ni nada- Si te quedas ahí para siempre al menos deberías de tener las flores adentro del florero- dijo en tono de broma y fue donde reaccione.
-No es gracioso- sonó más como un reproche que como un enojo y la verdad no me importaba mucho como sonara fue lo que salió de mi boca ya que no podía maquinar nada más por el calor que se estaba esparciendo en todo mi cuerpo. - Sera mejor que te sientes a cenar y dejes de molestarme si no te prometo que no habrá postre.
-No por favor, sabes que con eso es el peor castigo que me puedes dar- dijo mientras se sentaba y ponía sus manos juntas en forma de súplica, eso hizo que ahora fuera yo la que estallara en una risa y el relajo su mirada ante eso.
- ¿Cómo te fue hoy en el hospital? - agarre su plato y le serví la cena y después llené su vaso de refresco. En ocasiones, o más bien, las pocas ocasiones en las que Daiki iba a visitarme en NY y que era yo la que lo atendía siempre me dio la impresión de parecer una pareja de recién casados. Y ahora me estaba pasando justo lo mismo y eso me ponía muy feliz demasiado feliz, pero tampoco lo quería presionar con esas ideas. Comencé a comer instintivamente hundiéndome en mis pensamientos, malos pensamientos, ya que de nuevo apareció aquella sensación que me ocasiona dolor mi corazón. Y deje que me hundiera como no había dejado que pasara esta tarde, tanto me concentre en aquellos recuerdos que una voz del pasado hizo eco en mi cabeza "Es cierto todo, yo no te ame solo lo hice por tu dinero". La voz de Daiki fue la que me saco de mis pensamientos, y no fue hasta que puse atención a su rostro y vi su cara de preocupación, que me di cuenta que estaba llorando.
- ¿Qué te pasa Nako? - se levantó de su silla y se acercó a mí se agacho hasta que quedo de mi altura yo solo enterré mi cabeza en su cuello y lo abracé con mucha fuerza. Ahora consciente de ello deje salir las lágrimas que se habían estado acumulando toda la tarde. Daiki solo me abrazo con más fuerza y acariciaba mi espalda. - No sé qué te pasa Nako pero te prometo que todo estará bien. - notaba su preocupación y eso me hacía sentir peor, ya que era mi culpa, yo no debía de tener ese tipo de pensamientos. Lo tenía a él y sabía que no dejaría que nada malo me pasara.
-Lo... siento- dije mientras trataba de dejar de llorar- tengo miedo de encontrarme con Ichinose, tengo miedo de que vuelvan las pesadillas, tengo miedo de que tú me dejes, tengo miedo...- Daiki puso un dedo en mi boca callando lo que estaba por salir.
-Yo jamás te dejare Nako, no importa el tiempo que pase, y tampoco dejare que ese imbécil se acerque de nuevo a ti- dio un pequeño beso en mis labio- jamás, así que no debes de preocuparte más por eso. ¿De acuerdo? - Yo solo asentí y el mostro una media sonrisa y después me beso.
Me sentía una tonta al pensar en todo eso, ya que siempre contaría con Daiki, y yo sabía que él no permitiría que nada me pasara, ya que con él toda debilidad y miedo desaparecen y solo puedo sentir su cariño y amor recorriendo mi cuerpo. Correspondí al beso y me sentí tranquila, no dejaba de abrazarlo por el cuello así que él me agarro del trasero y me levanto de la silla, yo instintivamente rodee su cintura con mis piernas, me puso en la barrita de la cocina para poder quedar cara a cara conmigo. Dejo de besarme y paso su mano por mi espalda y fue subiéndola hasta llegar a mi cuello, después me volvió atraer hacia el para volver a estampar nuestros labios solo que ahora su lengua se daba lugar a través de mi boca hasta que encontró la mía y eso lo hizo dejar escapar un gemido. Después volvió abandonar mi boca y deposito besos en mi barbilla, se detuvo en mi cuello para morderlo en un lado y pasar su lengua por él, ahora fui yo la que dejo escapar un gemido mientras me aferraba a su espalda. Sentía aun su lengua en mi cuello cuando su mano izquierda se dirigió a uno de mis senos para acariciarlo por arriba de la blusa, yo no podía contener mucho ya que cada parte de mi cuerpo estaba ardiendo más que nada las partes donde él se dedicaba a estimular, sentí que me humedecía cada vez más.
-Creo que después de todo si abra postre- dijo mientras mostraba una sonrisa burlona, pero antes de poder contestarle subió mi blusa e hizo a un lado el brasier dejando mis senos al aire libre, los contemplo un instante para después meterse a su boca uno de ellos, haciendo que más electricidad recorriera mi cuerpo e hice mi cabeza hacia atrás arqueando mi espalda para acercarme todo lo que pudiera a él y sentir más.
Mordió mi pezón y yo lance otro gemido en respuesta. Hizo lo mismo con el otro seno y yo no podía poner mis pensamientos tranquilos, es más, no podía pensar en nada en ese momento.
-Sera mejor continuar con esto en la habitación, aunque no me disgustaría en absoluto hacerlo contigo sobre la barrita- yo sonreí y lo atraje hacia mí para darle un beso tan apasionado como el que él me había dado antes.
Mientras nuestras lenguas volvían a insinuarse yo aproveche y desabotone su playera hasta que conseguí quitársela. Él hizo lo mismo conmigo después me quito el short que traía y su pantalón quedando solo con ropa interior. Volvió a sujetarme del trasero y me llevo hasta el cuarto para depositarme tiernamente en la cama, todavía no nos acostábamos bien y él me quito el brasier y de nuevo depósito besos en mi cuello, luego se detuvo a jugar de nuevo con mis senos y bajo más por mi estómago, luego se detuvo justo en mi vientre donde se encontraba mi calzón, solo paso un dedo por mi vagina arriba de mi calzón y eso me hizo estremecer. Lo deseaba y él lo sabía, aun así, se detenía divertido. Volvió a mi boca ahora depositando todo su peso sobre mi cuerpo y yo abrí mis piernas para poderlo abrazar con ellas, en cuanto lo hice pude sentir su erección en mi vientre y eso hizo que me ruborizara aún más.
- Por lo visto no soy el único que te extrañaba- dijo al ver que yo había sentido su erección.
-No deberíamos de hacerlo esperar, y me parece injusto que pienses que solo tú me extrañaste, yo también te extrañe mucho. - le acaricie el cabello mientras le depositaba un tierno beso en los labios.
-De eso me he dado cuenta, solo con ver cómo reacciona tu cuerpo- Yo le sonreí y lo jalé hacia mí para insinuarle que quería que continuara. Quito mi calzón y deposito un delicado beso en mi vientre haciendo que mi mente de nuevo volviera a estallar después se quitó su bóxer dejándonos a los dos totalmente expuestos. Me dio un beso largo volviendo a insinuar nuestras lenguas y dijo- No traigo un condón conmigo princesa.
-Yo me estoy cuidando con pastillas no te preocupes- al ver su cara de sorpresa continúe- Sabia que esto pasaría en cuanto llegara, así que desde la última vez que menstrué empecé a tomarlas, así que no debes de preocuparte solo hazlo así-
- ¿Estas segura? - pude ver de nuevo un brillo en sus ojos, él siempre lo pedía sin condón y ahora le daba esa gran oportunidad y se veía como un niño chiquito.
-Claro, así que por favor no me hagas esperar más- mi voz sonó casi como una súplica y el solo asintió.
-Claro princesa. - volvió a besarme y después sentí como su miembro entraba en mi eso hizo que nuevas sensaciones llegaran a todo mi cuerpo, aferrándome más a su cuerpo y soltando gemidos, aunque no era la única ya que escuchaba como salían también de la boca de él.
Empezó a moverse lento, pero iba subiendo el ritmo con cada estocada que daba. Sentía que todo mi cuerpo se llenaba de sensaciones agradables y dulces, tal y como era Daiki. Sentía un temblor viniendo de mi vientre así que sabía que un orgasmo estaba por venir, Daiki sintió que estaba por venirme así que aumento el ritmo de las estocadas y mi cuerpo tembló contrayendo las paredes de mi vagina y apretando su miembro, así Daiki ya no pudo más y se vino también. Sentí su liquido en mi vientre, era una sensación nueva, Daiki y yo jamás lo habíamos hecho sin protección y debo admitir que era mucho mejor. Se quedo un momento más en mi interior y después lo saco lento. Deposito un beso en mis labios y nos acobijamos. Yo me acurruque en su pecho y el me abrazo. Lo extrañaba y creo que también lo amo, son estos momentos los que me lo confirman, lo enormes que son mis sentimientos hacia él. Era cierto que ya había amado antes de conocerlo, y aunque estos sentimientos no son tan grandes como la primera vez, se también que puedo ser feliz a su lado y estaría dispuesta a vivir con él toda mi vida. Aun si apareciera aquella persona que ame por primera vez, Daiki se lo había ganado y yo quería corresponderle en todo y ser llamada su esposa para el resto de mi vida.
Espero y les haya gustado, dejen sus comentarios para poder saber si en realidad si les gusto o no. El siguiente capítulo espero poder subirlo mañana, y pues de nuevo tratara sobre Sayuri y tal vez un poco de Ninako. Gracias.
