Lamento mucho el tiempo que tarde en escribir pero la verdad tuve muchos obstaculos con este capítulo. Se supone que este capítulo sería de Sayu pero se convirtió mitad de Ninako y mitad de Sayuri, lo siento. Espero y les guste.

***Ninako***

Me gustaba observarlo dormir después de que hacíamos el amor, siempre se mostraba tranquilo y vulnerable me tenia abrazada mientras balbuceaba algunas cosas que no podía entender. Creo que eran medicamentos por los nombres tan extraños que utilizaba y yo tuve que contener mi carcajada para no despertarlo. Me encanta esta sensación de tranquilidad, es como si nada en el mundo exterior me fuera a herir, mientras estuviera con Daiki me sentía segura. A diferencia de Sayu yo siempre necesite de alguien que estuviera a lado mío, ella me decía que es falta de autoestima. Pero no me importaba, mientras la sensación que se quedara fuera la de la tranquilidad. Después de lo que sucedió con... Ren había caído en la más profunda y detestable depresión, recuerdo que era Sayu la que todos los días trataba de sacarme de mi propia oscuridad, hasta que un día me ofreció irme de Tokio. Ella trabajo mucho conmigo en que tratará de tener esa confianza en mi misma, pero a pesar de que mejore en el fondo me seguía sintiendo de la misma forma, y me mantuve así hasta que apareció Daiki. Y agradezco mucho que todavía siga aquí a mi lado, porque no sabría que hacer sin el.

Me da una ternura ver como se queda totalmente fuera de combate, aunque yo no quede nada cansada no me quejo de nada. Desde la primera vez pude observar que él no era de los hombres que aguanten mucho en la cama.

Flash back

Estaba comenzando el invierno cuando Daiki me llevaba a una cena. Tenemos unos cuantos meses de haber comenzando a salir y aún me siento un poco nerviosa al estar cerca de él. Dude mucho en que ponerme, no sabía si un vestido sería mucho, pero al ver la cara que puso Daiki, su boca quedó un poco abierta y pude notar que un rubor que se extendía por su cara. Con esa reacción me sentía satisfecha y venía más que contenta en el coche. Pero los nervios no bajaban ni un segundo, de pronto puse atención al camino y vi que Daiki se estacionaba, era un edificio grande de color gris que brillaba mucho a La Luz de los demás edificios.

-¿Donde cenaremos?- Le dije mientras me desabrochaba el cinturón de seguridad y volteaba a verlo un poco insegura y nerviosa.

-Tengo algo reservado- su tono sonaba burlón pero también pude notar un poco de preocupación en el tono. Se bajó del carro y camino por en frente hasta llegar a mi puerta, debo admitir que ese gesto me hacía sentir especial, aunque no era nada nuevo sentir eso estando con él.- déjame decirte que, estoy nervioso y te ves hermosa- Su cara de nuevo subió de color y la mía no quedó atrás solo sujete su mano y el me ayudó a bajar. No soltó mi mano ni un instante, agradezco mucho el frío que empezaba a notarse ya que eso hacía bajar nuestra temperatura más de una vez.

Entramos al edificio y pude darme cuenta que era un hotel. Había un enorme recibidor y de lado derecho se encontraba lo que parecía ser un restaurante.

-¿Conoces el lugar?- mi voz sonaba temblorosa y eso lo detestaba.

-Claro, de hecho, me hospedo aquí- Se dibujo una sonrisa en su rostro, yo solo me sorprendí demasiado tanto que el tuvo que continuar- Tengo la cena lista en mi habitación- eso mando una señal a mi cerebro. Es obvio que quiere tener relaciones, no es que no quiera pero me siento un poco o mucho nerviosa. Tampoco es mentira que no lo hemos hablado y fui yo la que le dije que estaba lista para hacerlo, no quiero acobardarme pero tampoco negaré que quiero hacerlo. Daiki se dio cuenta de mi conflicto mental así que continuo- No estes pensando otras cosas. Solo vamos a cenar, no quiero obligarte hacer cosas que no quieres, yo puedo esperar, mientras seas tú puedo hacerlo.-Volvió a sonreír y eso hizo que me relajara

-Lo siento, lo menos que quiero es preocuparte- No quitaba mi vista del suelo, era un hábito que odiaba pero tampoco puedo evitar hacerlo.

-Y yo lo menos que quiero es que te sientas incómoda conmigo- Se detuvo en la puerta de su habitación y volteó a verme- eres lo más importante en mi vida y por lo mismo te protegeré más que a nadie.- Se acercó más a mi y tuvo que agacharse para depositar un tierno beso en mis labios. Nadie me había dicho tal cosa, y mis lágrimas se asomaron pero no de tristeza si no de felicidad y de ternura.

-Gracias Daiki- Le apreté su mano como señal de agradecimiento y el solo sonrió más, saco una tarjeta de su bolsa y abrió la habitación.

La verdad esperaba ver una habitación llena de rosas con la cama en forma de corazón, pero no era así, la habitación era tan grande como el departamento que teníamos Sayu y yo, así que lo primero que tenía a la vista era una enorme sala que estaba sustituida por un comedor pequeño para dos personas, el cual estaba a lado de un enorme ventanal que tenía una vista increíble. Yo casi corro para ir a ver aquella vista, y pude observar toda la ciudad con unas luces que la adornaban mejor de lo que imaginaba.

-Si no nos apuramos la cena se va a enfriar- Se tuvo que poner a lado mío para que le prestara atención. La cena transcurrió con pláticas interesantes, reímos mucho y eso me agradaba.

Hasta Sayu me decía que tenía la cara más viva y siempre sonreía. Era cierto solo Daiki pudo volverme a la vida y hacer que sonriera de nuevo. Después de la cena me invito a ver una película yo aún estaba nerviosa pero si se trataba de él podía aceptarlo. Estábamos a mitad de la película de miedo cuando di un salto y grite fuerte. Quede pegada a Daiki y sin darme cuenta mi trasero quedó arriba de sus piernas.

-Tranquila princesa- Su tono era juguetón, y yo al darme cuenta de la posición en la que estaba quise moverme pero el me aferro a su cuerpo.-No hay problema si te quedas así- sus manos me abrazaban, de modo que mi cabeza quedaba justo en su pecho, la otra mano sujetó mis piernas y me acomodo bien en las suyas. Yo estaba muy nerviosa pero tampoco me disgustaba estar así, solo disfrute de lo último de la película, ya no me asuste tanto ya que me sentía segura con Daiki. La película terminó y Daiki se quedó en silencio un buen rato, al parecer los dos nos sentíamos igual de cómodos. De pronto sentí que Daiki se acercaba a mi cuello, su aliento hacía que mis terminaciones nerviosas se activaron e hizo que me estremeciera. Como si no fuera poco sentí un cálido beso en el cuello, y esto hizo que soltara un pequeño gemido. Sentí la respiración de Daiki agitarse y me sujeto con más fuerza pasando sus brazos por debajo de los míos para pegarme más a él. Siguió besando mi cuello hasta que sentí una pequeña mordida, volteé a verlo y deposito un beso en mis labios. Subió un poco el ritmo y nuestras lenguas se encontraron. Subió una de sus manos a mi cara y me atrajo hacía el para hacer el beso más apasionado.

-Se que tal vez no estás segura de hacerlo, por lo tanto no quiero presionarte- me miraba fijamente a los ojos y pude ver sinceridad.

-Estoy segura de lo que hago- acerque mi mano a la suya y lo mire con la misma determinación con la que él lo había hecho antes- mientras seas tú, puedo hacerlo.

Dibujo una sonrisa en su rostro y después volvió a estampar mis labios con los suyos. Acaricio mis piernas después deslizó sus manos en mis muslos subiendo el vestido. Se notaba que tanto él como yo disfrutábamos de lo que estábamos haciendo. Su mano llegó hasta mi vagina y eso hizo que me estremeciera y soltara un gemido en su boca. Sin darme cuenta me moví en sus piernas y sentí un bulto en mi trasero, rápidamente comprendí que su erecciòn estaba ahi. Daiki agarro mi calzón y lo deslizo, no podía pensar en nada así que deje que lo hiciera casi sin darme cuenta. Me levanto y me llevo hasta la habitación. Me beso unas cuantas veces mientras nos deshacíamos de nuestras ropas hasta quedar completamente expuestos. Gracias a que La Luz del cuarto no era muy fuerte me ayudó a no sentirme tan incomoda con lo que estaba pasando. Antes de que me penetrara se quedó mirándome.

-Se que es tu primera vez, y déjame decirte que estoy tan emocionado como nervioso de hacer esto- Se tardo un momento en continuar- y para serte sincero también es la primera vez para mi.- eso jamas me lo había dicho y al escucharlo pude comprender sus sentimientos ya que los dos estábamos en la misma situación.- sere gentil contigo, solo trata de relajarte, porque si no lo haces puede llegar a doler.- Se acerco de nuevo a mi cara y puso su frente con la mía.

-Confió en ti- solté antes de tomarlo del cuello y empujarlo a mis labios.

Daiki respondió el beso, se puso un condón y después tentó con sus manos la entrada de mi vagina y empujó despacio su pene, sentí un dolor agudo mientras Daiki me penetraba después escuche como susurraba a mi oído la palabra "relájate". Yo me deje llevar por ese sentimiento y me relaje, dejando entrar su pene del todo. Y fue ahí donde sentí una explosión de sensaciones, aunque en el fondo había un poco de dolor, esas sensaciones de placer eran mucho más altas que nada. Daiki solo soporto unas cuantas embestidas para luego terminar y caer en la cama. Fue ahí donde supe que él no era de carrera larga y que yo si.

Fin del Flash Back

Debo de admitir que Daiki soportaba más ahora cuando teníamos relaciones. Ya que fue aprendiendo a satisfacerme a mi antes de querer penetrarme, aunque ha habido ocasiones en las que lo ha logrado hay otras en las que no pero eso jamas ha sido importante para mi, y creo que él lo sabe. De pronto vi como sus ojos se abrían un poco y después se encontraban con los míos.

-Me encanta verte dormir- Le dije mientras le acariciaba el rostro.

-Y a mi me encanta que tu seas lo primero que vea al despertar- me dio un ligero beso en la frente.- Nako, hay algo importante que quiero hablar contigo.- Su tono era serio así que me aleje un poco para poder verle bien el rostro.

-¿Que pasa?- Sentí un vuelco en mi estómago, la verdad no se si fueron nervios o fue preocupación. La cara de seriedad de Daiki no hacía más que preocuparme.

-Pensaba decírtelo de otra forma, la verdad tenía más de 10 ideas diferentes de cómo hacerlo- sus ojos evadían los míos y sus manos no dejaban de moverse.

-Me estás preocupando-

-No deberías- Se sentó en la cama y yo hice lo mismo, sin despegar mis ojos de los suyos- No es nada malo, o bueno, no lo es para mi.- trato de sonreír pero los nervios que tenia no lo dejo- Es solo que, yo quiero tenerte siempre a mi lado, quiero llegar a nuestra casa y que dos pequeños niños me reciban casi tirándome al suelo de la emoción, y verte a ti en la sala viendo todo el alboroto con esa sonrisa que solo tú sabes hacer.- sus ojos volvieron a encontrar los míos con un brillo especial. Yo llevé mis manos a la boca y tuve que contener las lágrimas.

-Daiki...- El me sonrió. Sabía de lo que estaba hablando y era obvio que yo lo estaba esperando.

-Quiero que seas mi esposa Nako, quiero que seas mi mujer.- Se acerco a mi, mientras yo contenía las lágrimas.-¿Aceptas?

-Claro que si- me lance a su cuello y ahora en su contacto deje caer las lágrimas que había estado aguantando.

Era lo más maravilloso que podía pasarme, nunca me había sentido tan Feliz en toda mi vida.

-Me haces el hombre más feliz- me tomo la cara y me dio un beso apasionado en los labios.- Solo hay una cosa que quiero dejar en claro, es algo... sobre mi familia... más bien es como una regla familiar... no se como empezar- Yo aún estaba extasiada, feliz y contenta por todo esto así que le puse atención casi sin escucharlo.

-Solo comienza- Le dije agarrándole la mano, el la apretó más y continuó.

-En mi familia, los herederos se deben de casar antes de los...- deje de escuchar su voz por un dolor fuerte en el cuello, tan fuerte que me hizo dar un pequeño grito.

-¡Sayu!- fue lo único que pronuncie, no sabía porque ni como lo sabía pero así era. Me paré rápidamente de la cama mientras buscaba mi celular con desesperación, el simple hecho de pensar que le pudo pasar algo a Sayu me ponía mal, y el dolor del cuello no mejoraba la situación, tenía que sujetarme el cuello para aminorar dolor.

-Nako, ¿Te encuentras bien?- cuando me di cuenta ya se encontraba a lado mío.

-Solo tengo que llamar a Sayu, algo me dice que no está bien- ya había encontrado el celular, y ahora solo buscaba el número de Sayu para marcar. Después de unos timbres contesto una voz sombría y un escalofrío me recorrió el cuerpo.

***Sayuri***

Aún no podía ver bien, mi vista estaba totalmente borrosa, pero pude distinguir un edificio que se me hacía muy familiar así que hice el doble del esfuerzo en enfocar el nombre que estaba en grande, después de unos segundos pude ver claramente el nombre "Hospitales Uehara" al ver ese nombre tuve que mandar energía a todo mi cuerpo para que pudiera reaccionar. Y fue como si mi cuerpo de nuevo tuviera la fuerza para sostenerse.

-No necesito ir al hospital- dije mientras me quitaba a Ando de encima el me soltó y se me quedó mirando.

-¿Que estas diciendo?- Su cara parecía contrariada- necesitas ver un doctor.

-Ya te dije que yo estoy bien- dije mientras daba unos pasos atrás- No necesito ir a ningún hospital- Estaba a punto de voltearme cuando Ando me agarra del brazo

-No, no lo estás- me sujeto con fuerza, pero yo utilice esa misma fuerza para atraerlo y con mi mano libre empujarlo, tuvo que soltarme y dar unos pasos atrás para no terminar en el suelo.

-No vuelvas a tocarme así- mi voz sonaba completamente a la defensiva, pero no me importaba- y ahora me voy.

-¿Cual es tu problema?- Ando parecía enojado, y no lo culpo, pero tampoco me importa lo que piense.

-No te conozco, así que no necesito tu ayuda.

-Hace unos instantes con esos tipos pareciera que necesitabas mi ayuda

-No, no necesitaba tu ayuda, yo sola me podría haber hecho cargo de eso- Estaba por devolverme por segunda vez cuando su voz volvió a sonar

-A la otra dejare que te violen- Su voz sonaba furiosa y hasta pude detectar odio.

-Haz lo que quieras, y si tanto te molesto, simplemente no hubieras intervenido.- voltee un poco mi cara para poder verlo- espero no volver a verte entrometido.

Ya no escuche su voz, me desconecte, sentí aún el líquido recorrer mi cuello y me limpié con mi saco, palpé la herida para saber el daño, pero solo era un pequeño rasguño, solté un suspiro de alivio, ya que pensaba que había sido algo grave o al menos eso pensaba. Sin saber porque mis lágrimas empezaron a rodar, me sentía idiota caminando por las calles, mi primer día en esta suciedad de mierda y casi me habían violado. Me sentía más estupida al ver como traté a una persona que lo único que hizo fue ayudarme, necesitaba a Nako, aunque sabía que estaría con Daiki no podía interferir en una noche de ellos dos, eso me haría sentir mal. Además de que la preocuparía demasiado. De pronto sonó mi celular vi en la pantalla el nombre de mi mejor amiga y aliviada no dude en contestar.

-Niko- Me solté llorando sin poder contenerlo y la verdad no quería hacerlo.

"¿Donde estas? ¿Estas bien?" Mi amiga sonaba preocupada, como si supiera por lo que estaba pasando.

-No estoy bien, te necesito- No podía contarle nada por teléfono y eso me hacía sentir más mal, sabía que tenía que contárselo a alguien.- Estoy justamente en frente del edificio- mi voz sonaba temblorosa pero pude pronunciar bien las palabras.

"Sube a mi departamento, aquí está Daiki puede checarte"

-No- Lo menos que quería era que Daiki me viera de esta manera, y mucho menos que se enterara de algo como esto, se pero que ya no podría verlo de la misma manera- ven a mi departamento pero no le digas a Daiki nada.

-Sayu..."

-Por favor Niko, no le digas nada

"Esta bien, confía en mi"

Abrí la puerta de mi departamento y me deje caer al suelo, traté de hacerme bolita pero aún estaba en shock, no entendía como mis músculos no se paralizaron en la pelea. Tenía años sin pelear, a pesar de eso hoy parecía como si toda mi vida lo hubiera estado haciendo. Niko abrió la puerta sin tocar, eso no me sorprendió, se asustó al verme en el suelo totalmente hecha un asco.

-Por Dios Sayu, ¿que te paso?- Se arrodilló a mi lado, y me sujeto la cabeza, al sentir sus manos una paz y un cariño llego a mi cuerpo. Como pude me levante y rodee mis brazos en su cuello y solté todo el llanto que tenía guardado, ella se limitó a acariciarme la cabeza y dejarme llorar todo lo necesario.

-¿Te pasó algo en el cuello verdad? - me dijo cuando vio que me estaba relajando. Me enderece y fuimos a sentarnos en la sala, me puse justo a su lado para sentir esa paz que solo ella transmite. Le conté todo lo que había pasado ella casi le da un ataque cuando le contaba las cosas pero mantuvo la calma por mi. Cuando llegue al punto de la navaja y de cómo me había cortado Niko solo se quedó observando.

-Sangraba mucho, la verdad pensé que era una herida grave- me tocaba el cuello pero aunque ya no estaba la herida igual aún sentía un ligero ardor.

-Es extraño- Niko no dejaba de tocarse el cuello del mismo lado que yo.

-¿Que es extraño?

-Supe que algo te pasaba por un dolor del cuello, no se como explicarlo pero fue como si al sentir el dolor tú fueras la única persona en la que pensaba- Se notaba su inconformidad como si algo no estuviera bien. Y la verdad yo también me sentía extraña.- cuando estaba a punto de venir pase por el espejo y pude verme esto- Se quito la mano del cuello y pude observar un corte pequeño, exactamente igual al mío, no sabía que pensar ni que hacer.

-¿Que significa esto?- Estoy segura que mi cara horrorizada era igual a la de ella.

-No se, pero gracias a esto pude darme cuenta que te pasaba algo y me alegro- No sonaba a mentira y eso me preocupaba

-¿Te alegras?-

-Si, solo imagínate que este dolor no me hubiera dado, yo no sabría que te había pasado algo. -Se señaló la herida- Y si esto tiene que ver con el hecho de que tú no tengas ahora una hemorragia o unas puntadas- Se tomo un momento para reflexionar lo que diría- No me importa tener esto, lo único que importa es que tú estás bien.

-¿Como puedes tomarlo tan a la ligera?- Yo en realidad estaba asustada y Niko parecía que no pasaba nada- Yo estoy muerta del miedo por esto Niko

-Solo tómalo con calma y no le des mucha vuelta al asunto- Se acerco de nuevo a mi y una nueva energía de paz llego a mi mente- Me alegra que estes bien Sayu- Me dio un abrazo y todo el Tener se fue desvaneciendo.

Aunque se que algo no anda muy bien aquí no diré nada por ahora, he tenido un día difícil y de solo pensar que apenas está comenzando una nueva etapa me pone de los nervios. Se que Niko jamas dejará de estar a mi lado, aunque también se que en cualquier momento ella y Daiki se casarán y que yo tengo que buscar a alguien para hacer lo mismo. Al pensar en eso la imagen de Ando viene a mi mente pero la desecho con la misma rapidez que apareció en mi mente ya que para mi no es nada importante. Se que me había portado mal con él, pero también se que jamas lo volveré a ver. Volví a tocar mi herida y sentí como si algo tibio tocara esa parte, no quite la mano ya que esa sensación me agrada. No se en que momento me quede dormida pero se que Niko fue mi almohada un buen rato y eso hizo que el sentimiento de paz no me abandonara ni en mis sueños. Y así acabo mi primer día en esa nueva vida...

Espero y lo hayan disfrutando tanto como yo disfrute haciéndolo. Espero sus comentarios. haré lo posible por tener el otro capítulo mañana. Aunque no prometo nada. Saludos