Capítulo 6: Reclamaciones

***Sayuri***

Cuando desperté sentía la almohada bajo mi cabeza y escuchaba un ruido en el baño. Supe que que era Niko ya que tarareaba una canción de cuna, que desde que conozco canta cada vez que está contenta. Sentía débil mi cuerpo, pero no como anoche, y eso era gracias a Niko. Me paré y fui al baño, vi a Niko poniéndose una crema después de enfocar bien vi que era una base de maquillaje.

-¿Que haces?- mi voz sonaba aún adormilada

-Me estoy tratando de ocultar el corte- casi se ponía de puntitas para poder verse en el espejo.- ¿Como va el tuyo?- instintivamente me toque el lugar donde debería de estar el corte y ya sentí la herida cerrada y en algunas partes se sentía mas duro, donde una capa de cáscara se estaba formando.

-Creo que bien- me acerque y agarre la base que tenía Niko en las manos- Haber, déjame te ayudo con eso- ella me sonrió e hizo su cabeza a un lado para que pudiera aplicarle la base.

-Gracias Sayu- mientras le ponía la base no dejaba de mover sus manos ni sus pies.

-¿Cual es la razón de que andes tan contenta?- le termine de poner el maquillaje y ella solo sonreía como si no pudiera quitar la sonrisa.

-¿Porque preguntas eso?

-Solo cuando estás contenta cantas esa canción de cuna

-Pensé que no me habías escuchado- ella volvió a tratar de verse en el espejo, igual que antes, poniendo sus pies de puntas.

-Fue lo que me despertó

-Es irónico que una canción de cuna sea la que te despierte- término de verse en el espejo y después volteo a verme y su felicidad no se había esfumado en absoluto.

-Ahora si, dime el por que de tu felicidad- sus ojos brillaron y tuvo que poner su mano en su boca para esconder la sonrisa.

-Es algo que se supone que no debería de contar, pero a ti no puedo esconderte nada- puso sus manos en mis hombros y por un pequeño instante sentí la misma felicidad que ella- ¡Daiki me propuso matrimonio!- soltó un pequeño grito y casi salto, yo al contrario me quede inmóvil en mi sitio. No es que fuera una sorpresa totalmente ya que me lo esperaba, solo que no tan pronto.- ¿No vas a decir nada?- sus ojos seguían brillando pero su sonrisa estaba por desaparecer

-Si, ehh… ¡Felicidades!- La abrace, no tanto por felicidad si no para que no viera mi cara y era porque no sabia que cara poner. Me sentía feliz por ella, pero también me sentía triste por el estúpido trato familiar.- No se que responderte, es que me siento feliz por ti, pero me toma por sorpresa- Trate de sonreír pero no se si de verdad parecía una sonrisa.

-A mi también me tomo por sorpresa, pero estoy demasiado feliz- dio unos pequeños brinquitos y después nos fuimos a la sala, agradecí eso porque sentía la necesidad de sentarme o si no iba a caer.- Nunca pensé que se atreviera hacerlo, o bueno, pensé que Daiki seria de los detallistas que preparan todo con antelación, pero tampoco me disgusta la forma en la que lo ha hecho, al final de cuentas la respuesta seria la misma.- No paraba de dar pequeños brincos por todos lados y su sonrisa que antes trataba de ocultar ahora resplandecía, eso hacia que mi sonrisa también saliera y me relajaba.

-Me alegro mucho por ustedes, al final de cuentas lucen muy bien juntos- ella se detuvo mirándome y después vi como sus ojos brillantes mostraban unas lagrimas a punto de salir- ven para acá- estire los brazos y ella se lanzo para que la abrazara- en serio me alegro mucho por ti, pero, ¿Si estas segura de esto?- ella se limpio los ojos con sus manos mientras se separaba de mi abrazo.

-Si- se quedo viendo un momento al piso- Tu sabes que estos años que llevamos juntos han sido los mejores que he tenido después de- hizo una pequeña pausa y una mueca de dolor se dibujo- bueno, tu sabes- agito su cabeza, me supongo que trataba de quitar todas esas ideas de la cabeza- no había querido salir de toda esa oscuridad, pero después de que Daiki se apareció en mi vida y empezamos a salir, no puedo imaginarme un momento sin él a mi lado

-Entiendo eso, yo también me alegro de que Daiki llegara a volverte a la vida- ella no dejaba de mirar al suelo, pero yo no podía dejar ninguna duda en mi mente así que continúe interrogándola- Sabes, como te dije me siento muy feliz de que Daiki y tu se comprometieran, pero tengo que hacerte una pregunta- ella volteo a verme en sus ojos se había disipado aquel brillo, pero aun seguía una pequeña pizca

-Si claro- su voz también se había apagado un poco. Al verla así, ya no quería continuar, pero era necesario saber la respuesta a mi pregunta para hablar con Daiki.

-Entiendo que te sientas alegre por el hecho de que Daiki esta en tu vida, pero ¿no crees que estas dependiendo mucho de él?- Niko se quedo callada un momento y después respondió.

-¿A que te refieres?

-Me refiero a que tal vez estés aceptando casarte solo por no querer sentirte sola sin Daiki- Lo había soltado, y aunque sabia que tal vez le afectaría ella también se tiene que dar cuenta antes de casarse con él.

-Yo no lo había visto así pero…- se paro del sofá y empezó a caminar por la sala- estoy segura que es con Daiki con quien quiero estar el resto de mi vida. Solo con Daiki.- no podía verme a los ojos y eso lo tome como una inseguridad de su parte, Ninako es de las personas que siempre te ven directamente a los ojos, siempre y cuando no se sienta intimidada o este mintiendo.

-Esta bien- me pare también del sofá y la detuve- no quise preocuparte, pero quería saber eso.- Ella me miro fijamente a los ojos y ahora pude observar claramente duda.- Tienes que irte, hoy es tu primer día de trabajo.- La abrace fuerte- Te quiero mucho Niko, felicidades y muchas gracias por estar conmigo todo este tiempo, se que te quite algunas horas vitales de diversión con Daiki- la cara de Niko enrojeció y yo estalle en una risa.

-¡Sayu!- al ver que yo no paraba de reír ella se unió a mi risa y terminamos felices como siempre. Lo que me gustaba de Niko es que es una persona muy fácil de contentar, sabia que mis preguntas harían eco pero también sabia que lo olvidaría en unas horas.

-Date prisa y vete a tu casa- la levante del sofá y le arrastre hasta la puerta.

-¿Estarás bien sola?- se detuvo justo en la puerta para verme a la cara.

-Estaré perfectamente, tu mas que nadie debería de saber lo fuerte que soy- Niko me mostro una breve sonrisa y después salió del departamento.

-Cualquier cosa llámame, no importa lo que pase, y si no quieres ir a trabajar deberías de mandarle un mensaje a Daiki, creo que entenderá mientras le digas que es algo de chicas- me guiño el ojo- te veré en la noche, hoy hare la cena yo.

-Eso suena perfecto, y no te preocupes me siento demasiado bien para ir a trabajar- le hice un gesto de despedida con la mano y ella me lo devolvió, vi cuando desapareció en el ascensor.

Una vez que se fue, tuve que hacer un gran esfuerzo para no correr para hablar con Daiki, ese estúpido, como se atrevía a pedirle matrimonio justo ahora. Pero le daría la oportunidad de que se explicara, quiero pensar que todo esto no tiene nada que ver con la estúpida herencia de la familia. Lo menos que quiero es que Ninako se case con alguien que no ama, porque aun cuando ella me aseguro a que no puede vivir sin él lo vi mas como una dependencia a amor. Todas estas ideas espero y solo estén en mi cabeza. Tome mi ropa y después me metí al baño, eche un vistazo al corte en mi cuello, pero estaba un poco visible igual que el de Niko, esto era otra de las cosas que ahorita no tienen sentido en mi cabeza. Niko no supo que decir o mas bien, no le importo querer aclararlo, aun cuando ella vio mi cara de sorpresa no le pareció importante buscar un por que de las cosas. Que mas podía hacer, no podía encontrar una respuesta sin Niko, y aun cuando la encontrara no estoy segura de poder tomarla con tranquilidad. Salí de bañarme y me arregle para ir al trabajo, esa era otra de las cosas que hacían de este día un poco mas caótico. Aun cuando ya estaba lista para irme no tenia ganas de salir, lo que me paso el día de ayer hacia que me sintiera un poco insegura, se que me podría hacer cargo de todos los que se atrevieran a acercarse a mi, pero mi mente es la que no estaba tan fuerte como siempre. Después de unos 30 minutos de indecisión me atreví a salir del departamento y me dirigí al hospital. Las calles estaban repletas de gente, no me sorprendía ya que aquí en Tokio todos los días están así, y en NY no era muy diferente a esto. Solo eran 3 cuadras para poder llegar, pero antes de entrar tuve que tomar una bocanada de aire para poder continuar. Al pasar las puertas de cristal sostuve mi teléfono y marque a Daiki, se escucharon uno 3 tonos y después contesto.

Hola Sayuri

-Daiki, ¿Ya estas en el trabajo?- pase por un pasillo donde una señora ya grande de edad, trataba de llamar al ascensor pero no podía dejar de sostenerse con su andador, así que yo le llame el ascensor, ella me dio las gracias y respondí con una sonrisa.

Si, ¿Por qué?

-Necesito hablar contigo

¿No podría ser mas tarde?, es que justo en este momento iba hacer una auditoria

-No puede ser mas tarde, ya se que tienes esa auditoria, me llegaron los documentos esta mañana, pero ya me encargue de eso y dirigí las cosas a tus asistentes.- al menos eso me había distraído durante el camino al hospital, pero no podía dejar pasar la charla con Daiki, la tenia que hacer ahora, cuando mi coraje aun estaba latiendo en mi interior.

Pues, si ese es el caso, esta bien.

-Llego en 5 minutos a tu oficina.

No espere a que me contestara y colgué. La seguridad que siempre me caracterizaba había vuelto a mi, y eso me hacia sentir mejor. Iba por los pasillos de color blanco mientras pensaba en las posibilidades del desenlace que fuera a tener mi plática con Daiki. Sabia que sea como sea, no terminaríamos bien, pero no me importaba. Estar en los hospitales no me hacia sentir mejor, pero tenia que acostumbrarme ya que aquí estaré por un buen tiempo o eternidad. Llegue a la oficina de Daiki y no me tome la molestia de tocar la puerta, el se encontraba sentado revisando unos expedientes, en cuanto entre volteo exaltado a ver quien se había atrevido abrir tan a la ligera la puerta.

-Veo que tu mala costumbre de no tocar sigue intacta- había una sonrisa burlona en su cara, pero también se que le molestaba gravemente que hiciera eso. Más de una ocasión resultábamos peleados por cosas así.

-Hola hermanito- muy pocas ocasiones le decía así, una por que lo detestaba, y dos por que solo lo usaba justo antes de iniciar un reclamo.- No te preocupes no te quitare mucho tiempo.

-Creo que hice algo mal- masajeaba su cien con su mano- pero no creo saber lo que hice.

-Sabes que papá me llamo ayer para ir a su oficina, ¿verdad?- el dejo de masajearse y me miro directamente y su mirada cálida de siempre se transformo a una dura, la misma cara que pone cada vez que hablamos de mi papá.

-Me lo menciono, si- agarro los expedientes y los hizo a un lado- ¿Por qué la pregunta?

-También debes de estar al tanto de la herencia familiar, ¿verdad?- una cara de sorpresa se asomo pero rápidamente fue sustituida por una seriedad absoluta.

-Si, también se de eso.

-No quiero hacértelo difícil Daiki, solo quiero que seas sincero conmigo- el lanzo un suspiro e hizo una seña para que continuara- ¿Te casaras con Ninako solo por la herencia?- una pequeña sonrisa apareció en su cara y tuve que apretar el puño para contener toda la rabia que sentía en este momento.

-No entiendo porque preguntas algo así

-Tú no amas a Ninako- la sonrisa desapareció de su boca y sus ojos se abrieron más de la cuenta con asombro.

-¿De que estas hablando? ¿Cómo te atreves a decir algo así?- su voz sonaba grave, el dulce y tierno Daiki había desaparecido totalmente.

-Tu sabes de que hablo, tu no la amas- frunció el seño y yo continúe- ¿Recuerdas a Makita Yuuri?- trato de decir algo pero no lo deje porque lo interrumpí- sus experiencias amorosas los llevo a estar juntos, pero para ustedes no es mas que un escape, te apuesto lo que quieras a que aun no olvidas a Makita.

-Tu no conoces nada sobre mi- estaba subiendo el tono, pero a mi no me afecta ya que no es la primera vez que lo veo de esta manera, lo que si es que doy gracias el hecho de que Niko no conoce esta faceta de Daiki.

-De hecho te conozco de más

-Fueron esas mismas experiencias las que nos unieron, y créeme cuando te digo que si la amo- su tono aun seguía un poco alto- así que tu no tienes ningún derecho en decir algo acerca de mis sentimientos, no pretendas entender los sentimientos del todo el mundo

-¿En serio la amas?- solo asintió- entonces demuéstralo

-¿Cómo?- se que hacia un esfuerzo enorme por bajar su tono y regresar a la normalidad, pero se que pasaría un buen tiempo antes de que su coraje bajara por completo.

-Dile a Ninako lo de la herencia- por segunda vez en estos últimos cinco minutos, abrió los ojos sorprendido

-Sabes que ella puede malinterpretar las cosas- paso su mano por su cabello- no hay manera de explicarlo sin que ella no se sienta comprometida o que piense que todo esto del matrimonio solo es por la estúpida herencia

-Si te importa tanto como dices, entonces dile todo- veía desesperación en su rostro y por un momento paso por mi cabeza la idea de que tal vez si tenia sentimientos por ella- te estoy dando la oportunidad de que tu le digas las cosas, lo menos que quiero es que Ninako resultara herida y si no la amas no deberías de hacerle daño, todo por una estúpida herencia.

-Entiendo tu preocupación- volvió a pasar las manos por su cabeza y suspiro- pero, ¿a que te refieres con lo de la oportunidad?

-Si tu no le dices, yo lo hare- antes de que se volviera a alterar me levante- piénsalo, se que tienes poco tiempo, y lo menos que quiero es interponerme entre tu y tu mierda de herencia, pero como ya lo dije, si no amas a Ninako, déjala fuera de esta basura.- no espere a que me contestara, y tampoco creo que fuera a contestarme, ya que aun cerrada la puerta no pude escuchar nada.

El día transcurrió bien, me sentía mal por el enfrentamiento que había tenido con Daiki, pero también me sentía aliviada de que viera que Ninako no estaba sola, y que si tenia un cariño por ella se preocupara por su futuro. A eso de las 5 de la tarde sonó mi celular y me emociono al ver que era Niko quien llamaba, tenia tantas ganas de salir del hospital que cualquier contacto con el exterior me haría sentir de la misma forma.

-Niko, ¿Qué paso?- era raro que llamara ya que ella siempre se comunicaba por mensaje.

Hola Sayu, Emm…espero y no estés muy indispuesto

-No claro que no, dime ¿Qué pasa?- Estaba arreglando mis cosas para dejar unas ordenes a mi asistente.

Es que tengo una invitación de un amigo de la familia para ir a un club, no quiero ir sola con él, ¿Podrías acompañarme?

-emm- esta llamada era extraña, Niko odia los club, además de que no hay amigos de su familia que no conozca. No puedo dejarla sola, además de que es una buena oportunidad para conocer a alguien- claro, al final de cuentas no tengo nada que hacer.

Gracias, te quiero mucho Sayu, en 20 minutos llego a tu departamento para arreglarnos.

-Si, allá te espero- después de eso colgamos. Sentía algo extraño, algo nuevo, yo jamás aceptaba este tipos de salidas, pero también se que esa parte de mi tiene que cambiar, por mi bien y por el bien de mis seres queridos. Agarre todas mis cosas, le deje los papeles a mi asistente y me dirigí a mi departamento, tengo la sensación de que esta noche me esperan cosas nuevas, el corte en mi cuello ardió un poco, y ese ardor me hizo pensar en Ando, espero y no volverlo a ver. Aunque quisiera disculparme se que no es parte de mi personalidad, pero tampoco había hecho nada malo, solo me había defendido y recibió toda mi rabia. Moví mi cabeza para dejar de lado todos estos pensamientos, ya que jamás lo volveré a ver, así que no tengo que pensar en eso. Jamás.

Mejor disfrutare lo que esta noche tenga para mí.

Pues bien, aquí está el sexto capítulo, espero y les haya agradado y también espero sus comentaríos.

He decidio a retomar de nuevo este fic, ya que fue uno de los primeros que subi a esta plataforma, por lo mismo, voy a actualizar todo lo que pueda en estos dias, ya que tengo todo el fic terminado.

Gracias por leer.

Saludooos :*