Hola! Muchas gracias por todos los reviews!
Aqui esta el siguiente capitulo, espero q os guste!
Cap 51: Debimos enviar una nota antes?
PUM
-"Auch!"- se quejó Anne, quien había caído sobre algo blandito, pero medio segundo después un peso muerto le había caído encima cortándole la respiración del golpe.
-"Estas bien?"- escuchó hablar a Legolas desde encima suyo.
-"Si, estoy bien aplastada…"- respondió, intentando respirar de nuevo. El elfo rió, lo que la hizo volver a la realidad. Porque estaba él ahí? Le miró mas seria e inclinó su cabeza en un gesto que dejaba bastante claro que su mente aun estaba cuadrando las piezas de lo sucedido en los últimos minutos. -"Has saltado conmigo?"- preguntó al fin, incrédula.
Legolas simplemente asintió con la cabeza.
-"Te has tirado de un precipicio! Estas loco?"- siguió, en el mismo tono.
-"Igual que tu…"- empezó el elfo.
-"No. Yo me he caído, que es diferente y no tiene connotaciones suicidas"-
Legolas suspiró. -"No me gustaba la otra opción. De verdad creías que iba a soltarte?"- dijo, alzando una ceja, algo molesto.
La expresión de la chica cambió y en su rostro apareció una gran sonrisa. -"Te has tirado de un precipicio por mi! Vaya! Debes quererme mucho…"-
-"Ay! Mi madre!"- oyeron una tercera voz cerca de ellos. Seguida por un PLOF que dejaba bastante claro que algo o alguien acababa de impactar contra el suelo.
Ambos miraron en esa dirección para ver a cierta pelirroja tumbada, o más bien, desmayada, en el suelo de su apartamento. Para ser exactos, en el salón, justo delante del sofá que ahora ocupaban Anne y Legolas. 'Hemos caído sobre blandito por primera vez! Mis aterrizajes están mejorando!'.
El elfo fue el primero en reaccionar, poniéndose en pie rápidamente y dejando que Anne respirase de nuevo y se incorporara. Se acercó a Sonia y, tras cogerla en brazos, la tumbó en el sofá. Ambos la miraron un poco preocupados.
Anne abrió la boca para hablar, pero…
-"Quizás debimos enviar una nota antes de aparecer así"- murmuró el elfo.
-"Es lo que iba a decir!"- dijo, asombrada. Legolas sonrió y se inclinó un poco para zarandear suavemente a Sonia. -"Creo que soy una mala influencia para ti…"- murmuraba mientras tanto Anne.
Sonia no tardó en recuperar la consciencia, y, al verlos, se sentó de golpe, mirando de uno a otro sin acabar de creerse lo que estaba viendo.
-"Te encuentras bien?"- le preguntó el elfo a la vez que la examinaba detenidamente.
La chica le miró un par de segundos, abrió la boca para contestarle, pero ningún sonido salió de ella.
-"Parece que esta en estado de shock…"- dijo Anne, arrodillándose enfrente de su amiga. -"Eo! Hay alguien en casa?"- preguntó, moviendo una mano delante de su cara, mientras Sonia la miraba con cara rara.
Legolas le agarró le mano para hacerla parar. -"No hagas eso. Solo está algo sorprendida. Hemos aparecido de golpe en su casa, es comprensible."-
-"Ni que fuera para tanto…"- murmuró la chica.
-"Hace casi un año que te fuiste de este mundo y aparecemos de buenas a primeras sin aviso…"- empezó a relatar Legolas los motivos por los que su reciente aterrizaje en el sofá de Sonia le había causado a ésta un shock. Pero antes de que pudiera acabar…
-"Anne!"- la oyeron gritar, décimas de segundo antes de que se lanzara sobre ella en un fuerte y calido abrazo. -"Dios mío!"- se separó un poco para verla mejor. -"Estas aquí!"- añadió, volviendo a abrazarla.
Anne rió. -"Yo también me alegro de verte."- le dijo, devolviéndole el abrazo. -"Siento haberte asustado."-
-"No importa"- dijo Sonia, un poco mas calmada, sentándose de nuevo en el sofá. -"Creía que estaba teniendo alucinaciones. Además, mientras no vengan mas orcos detrás vuestro, todo ira bien"- añadió con una amplia sonrisa. -"Porque esta vez no habrá orcos, verdad?"- preguntó, un poco temerosa, al recordar lo que ocurrió la ultima vez (y primera) que Legolas había estado en ese mundo.
-"No, no lo creo"- la tranquilizó Anne. Lo que hizo que la amplia sonrisa volviera a sus labios.
-"Y que hacéis aquí?"- preguntó, curiosa. -"Y por que vas vestida así?"- dijo, señalando la ropa elfica que llevaba Anne.
-"Es una larga historia…"- suspiró.
-"Oh! Pues me la has de contar toda!"- respondió Sonia con los ojos brillando de la emoción. -"Pero primero…"- añadió, mirándoles un poco mas preocupada. -"…eso es sangre?"- Anne y Legolas se miraron el uno al otro. La ropa de ambos estaba bastante sucia, cubierta de sangre negra y de barro. -"Y que es eso?"- preguntó, apartando la manga de Anne para descubrir la venda que le había puesto Aragorn esa mañana.
-"Es una quemadura de nada... Ah!"- gritó, al notar como Sonia le presionaba sobre la herida que le había causado el Fuego Negro que Saruman había repartido entre los orcos. Y acto seguido, la miraba alzando una ceja como diciendo 'así que una quemadura de nada, eh!'.
-"Le echaré un vistazo"- dijo, de manera autoritaria, y Anne supo que la Sonia enfermera acababa de tomar el control de la situación. 'Al menos usará medicamentos de verdad y no esa asquerosa masa pringosa de Aragorn… por cierto…' -"Legolas también esta herido"- dijo, señalando al elfo, cuando Sonia reaparecía en el salón con el botiquín.
-"Estoy bien"- respondió el elfo algo molesto, ganándose una mirada de Anne que dejaba bastante claro que no le creía ni un poquito.
Sonia solo sonrió. -"Bueno, lo primero es lo primero. Necesitáis ropa limpia y quitaros toda esa suciedad de encima."- Abrió un cajón cercano y le tendió unas llaves a Anne. -"Ten, tus cosas siguen como las dejaste."-
Anne sonrió. -"Genial!"- y salió corriendo hacia su antiguo piso.
-"Ven"- le dijo Sonia a Legolas, intentando contener la risa por la reacción de Anne y la carita de perrito abandonado que ponía el elfo. -"Vamos a buscar algo de ropa para ti"-
Entró en el que había sido su hogar durante años con una mezcla de nostalgia y excitación. Todo estaba en su sitio, tal y como había dicho Sonia. Y no había ni rastro del desastre en que se había convertido su salón la última vez que estuvo en él. Había algo de polvo acumulado, pero no demasiado, lo que le hizo sospechar que su amiga había estado cuidando sus cosas. 'Se lo agradeceré mas tarde' pensó, mientras entraba en su habitación e inspeccionaba su armario. 'Tejanos! Camisetas! Bambas! ' Se abrazó a su quería y añorada ropa, antes de elegir lo que iba a ponerse y dirigirse al baño.
Para cuando Sonia y Legolas entraron en el piso, Anne salía de su cuarto peleando un poco con los pantalones. -"No me había dado cuenta de lo incómodos que son estos pantalones…"- 'Me habré engordado? Sabia que tanto lembas traería consecuencias… o puede que me haya acostumbrado a la ropa elfica.' Y esa debía ser la razón, porque no había ninguna duda sobre que NO había engordado. Sonrió satisfecha por ello mientras se acercaba a ellos.
El elfo llevaba en las manos unos pantalones y una camisa oscura que acababa de elegir en casa de Sonia y Anne tuvo la sensación que esa ropa no la había visto antes… 'Dios mío! Sonia sale con un chico!... Un chico que deja ropa en su casa!... oooOOOoooh!' Observó a su amiga atentamente como intentando descubrir si sus sospechas eran ciertas con solo mirarla.
Mientras tanto, ésta, ajena a la mirada de Anne, le tendía algunas vendas y analgésicos a Legolas para que se tratara sus heridas. El elfo asintió, entendiendo las explicaciones de Sonia sobre para que servia cada cosa y se dirigió al baño.
Al pasar por el lado de Anne y ver su expresión, preguntó: -"Todo bien?"-
Ella le miró apenas unos segundos y volvió de nuevo su vista a Sonia. -"Alguien tiene cosas que confesar"- le susurró con media sonrisa.
-"Se buena"- le aconsejó, antes de entrar en el baño y cerrar la puerta tras él.
-"Que está pasando aquí?"- preguntaron las dos a la vez en cuanto Legolas entró en el baño y estallando en risas segundos después.
-"Lo sabia!"- decía Sonia, aun riendo. -"Sabía que pasaría algo desde que os vi pelear!"- añadió con cara de triunfo.
-"Shhh!"- la regañó Anne. -"Te va a oír. Tiene muy buen oído…"- y, cogiéndola de la mano, la arrastró hasta el otro piso.
-"Y bien?"- preguntó Sonia una vez las dos estuvieron sentaditas en el sofá, empezando a curar el brazo de Anne.
Anne suspiró -"Es una historia muy larga"-
-"Tengo derecho a saberla. Estaba muy preocupada. Entre esos orcos que vinieron a buscarte y que te tuvieras que ir corriendo…"- añadió, algo mas seria.
Anne volvió a suspirar. Era cierto, la había tenido desinformada durante casi un año. Así que empezó a contarle lo ocurrido desde que se fueron de vuelta a la Tierra Media hasta como habían acabado en su sofá. Pasando por Rivendell, las clases, como Saruman se las apañó para llevársela a ella y a Legolas a Isengard, la huida, el Bosque Oscuro y la última artimaña el mago. Con especial mención a Ambar, Adlanna, Veryan/Silencioso, Pilindiel (si, eso también se lo contó) y, por supuesto, Legolas.
-"Vaya aventura"- murmuró Sonia cuando Anne acabó el relato.
-"Ya te digo…"-
-"Así que eres un mago"-
-"Sí"-
Sonia la observó seria unos momentos antes de volver a sonreír. -"Siempre has sido un poco rara."-
-"Sí"- Anne también sonrió, aunque un poco triste en el fondo. Ya había aceptado que era un mago y sabía que su lugar no estaba en ese mundo… pero este último año había echado muchos de menos a Sonia. Si bien era cierto que Adlanna y ella se habían hecho muy buenas amigas, Sonia seguía siendo Sonia. -"Me alegro de verte"- dijo al fin.
-"Y yo de que estés bien"- le sonrió. -"después de todo lo que te ha pasado es casi un milagro."-
En ese momento, Legolas entró en el apartamento. Dejando las llaves de Sonia sobre una mesita que había al lado de la puerta. Llegó al salón y les sonrió antes de sentarse en el sillón cercano.
Las chicas también le sonrieron, observándole vestido con ropas de su mundo. Legolas no parecía estar muy cómodo. No paraba de tocarse el cuello de la camisa como si la tela le molestara. Y, ahora, Anne entendía el motivo. Las ropas elficas no se parecían en nada a lo que llevaban puesto en estos momentos. Ésta ropa era mas pesada y áspera comparada con las suaves y ligeras prendas que solían vestir los elfos. 'Y si, parece que muy a mi pesar me he acostumbrado a llevar vestiditos…'
-"Estas muy guapo"- le dijo, no pudiendo evitar sonreír al recordar la otra vez que lo había visto vestido de aquella manera y lo graciosa que había sido la situación.
-"Tú también"- le sonrió el elfo.
Anne le devolvió la sonrisa unos segundos hasta que algo muy importante vino a su cabeza. -"Y de quien es esa ropa?"- le preguntó a Sonia. -"Porque, que yo recuerde, Lucas no vestía tan bien…"- añadió, recordando los viejos pantalones y camisetas que el chico se había dejado en casa de Sonia en su huida en busca de prados mas verdes.
-"Bueno"- Sonia se sonrojó un poco. -"Pues, en realidad, em… como te lo diría…"-
Pero no hizo falta decir más, pues el dueño de esa ropa acababa de entrar en el piso, con su propia llave! Y se quedó petrificado en la puerta del salón al verles.
-"Tu!"- dijeron Anne y Legolas al unísono, poniéndose en pie al mismo tiempo.
-"Tu y tu"- dijo el alto joven, mirando de uno al otro, con cara de espanto al recordar lo que había sucedido la ultima vez que se encontraron.
-"Esto tiene una explicación"- dijo Sonia, poniéndose en el medio antes de que estallara la tercera guerra mundial.
-"Mas vale que sea buena… Algo así como que es su hermano gemelo bueno o su clon o que no es tu novio sino tu esclavo personal."- dijo Anne. Sonia negó con la cabeza. -"No me digas que estas saliendo con él… otra vez!"-
-"Pues si"-
-"Que?"- Anne estaba empezando a pensar que habían caído en otro mundo, porque su amiga ni podía estar otra vez con ese estúpido.
-"Llevamos saliendo mas de seis meses"- añadió Sonia.
-"Seis meses!"- definitivamente habían caído en el mundo erróneo. -"Pero… pero…."- 'No entiendo nada…'
-"Porque no vas a comprar algo para desayunar?"- le sugirió Sonia a Lucas con una mirada que decía 'sal de aquí antes de que Anne reaccione y siga con la paliza que dejó a medias la ultima vez'. Éste asintió.
Al verle dar media vuelta e irse, Anne le echó una mirada a Legolas, a quien Lucas no le caía mucho mejor que a ella. El elfo comprendió lo que la chica no le estaba diciendo con palabras y salió detrás de Lucas con la intención de no perderlo de vista.
-"Eso no es necesario"- protestó Sonia, pero Legolas siguió su camino ignorando la queja.
-"De todos los chicos que hay en el mundo por que él?"- estalló al fin Anne.
-"Esta vez es diferente. Hemos hablado mucho y lo hemos aclarado todo. Esta vez saldrá bien"- respondió Sonia con convicción.
-"Es broma?"-
Sonia suspiró. -"Se esta portando muy bien conmigo. Esta muy arrepentido de todo lo que pasó."-
-"Pero por que él? Hay mucha gente…"-
-"Esta vez va en serio"-
Anne la miró unos segundos, intentando poner sus pensamientos en orden. Ese tío le caía fatal, pero si Sonia estaba contenta… -"Al menos se lo estarás haciendo pagar, no?"-
-"Me has tomado por una santa!"- Sonia sonrió de forma malévola. -"Hace todas las tareas de la casa sin rechistar. Va a comprar y incluso cocina!"-
-"Así me gusta…"- sonrió Anne, con expresión satisfecha. -"… que se lo trabaje."-
Los chicos no tardaron mucho en volver. La panadería estaba mucho más cercana de lo que a Lucas le hubiese gustado. Después de esperar a que le atendieran, ceder el turno a un par de ancianas y pedir algo de pan y de pastas, no tuvo más remedio que volver al piso con ese elfo que no le quitaba los ojos de encima.
Sonia le había contado lo que había sido de Anne y, aunque al principio creyó que no eran más que excusas y que el verdadero motivo era que ella no quería verle, al final se lo acabó creyendo. Y ahora tenia al famoso Legolas de guardaespaldas y a un mago bastante propenso a enfadarse con él esperándole en el piso de Sonia. Que mas podía ir mal?
-"Sabes si Anne está muy enfadada conmigo?"- preguntó al fin.
El elfo hizo un gesto de desinterés. -"Posiblemente"-
-"Pero no usara magia contra mi, no?"- volvió a preguntar, mostrando un poco mas su miedo.
Legolas volvió a repetir el mismo gesto. -"Te refieres a si tiene previsto transformarte en sapo?"- dijo, sin poder contenerse. El miedo irradiaba de ese chico como el agua de una fuente.
Lucas asintió, mirando al elfo algo más temeroso.
-"Mmm"- Legolas empezaba a sentir algo de pena por él. -"Algo he oído que decía, si."- Pero no demasiada.
El chico tragó saliva. -"Pero no hay ninguna ley o norma que prohíba hacer magia cuando no es necesaria o algo así?"- preguntó esperanzado.
Legolas ya no pudo esconder más su sonrisa. -"Los magos son muy reservados con sus cosas. No sabría decirte."-
-"Pues que bien"- murmuró.
Siguieron caminando y cuando llegaron ante la puerta, Lucas necesitó tres intentos para meter la llave en el cerrojo correctamente. Se quitó el sudor de la frente antes de girar la llave y abrir. En ese momento, una mano le cogió con fuerza del hombro, impidiéndole que entrara.
Se giró, asustado. 'Sabía que ese elfo no había venido solo a vigilarme'
Legolas le miró de arriba a bajo un par de segundos con la expresión que reservaba para interrogar a sus enemigos, antes de poner bien la arrugada camisa del chico y sonreírle. Lucas no entendía lo que acababa de pasar, pero se tranquilizó un poco al ver como el elfo le indicaba que entrara con un gesto y con esa sonrisa aun en el rostro. 'Uff! Ha ido de un pelo…'
-"Que tal el paseo?"- preguntó Sonia cuando los vio entrar.
-"Bien, bien"- murmuró Lucas, entrando en la cocina casi sin mirarlas. Sonia miró extrañada de Legolas a Anne, antes de seguir a su novio.
-"Veo que os habéis hecho amiguitos"- sonrió Anne, mientas Legolas se sentaba a su lado en el sofá.
Éste sonrió y alzó sus manos en señal de inocencia. -"Te aseguro que no le he hecho nada"-
-"En serio?"- dijo, alzando una ceja. -"Y como es que esta tan asustado?"-
-"Se como intimidar sin necesidad de usar la fuerza"- respondió, orgulloso.
Anne puso los ojos en blanco. -"Presumido…"-
En ese momento Sonia asomó la cabeza al salón anunciando que el desayuno estaba listo.
Desayunaron charlando tranquilamente y, poco a poco, hasta Lucas empezó a sentirse más cómodo y participó en la conversación. Anne devoró la mayor parte de las pastas (crusanes y ensaimadas, la mayoría), estaba muerta de hambre y había añorado la sección de bollería del súper.
Una vez terminaron, Sonia y Lucas se despidieron ya que tenían que ir a trabajar.
-"Tu nevera esta apagada, así que cualquier cosa que necesitéis, puedes cogerla de mi piso"- le dijo a Anne, mientras esperaban el ascensor. -"Volveré sobre las cinco. Aun estaréis aquí, verdad?"- preguntó un poco preocupada por regresar a casa para descubrir que su amiga ya no estaba.
-"Claro"- sonrió Anne, mientras le decía adiós con la mano y entraba en su piso.
-"No puedo creer que de toda la gente que hay en el mundo haya vuelto con ese"- murmuró una vez Legolas cerró la puerta tras ellos.
-"Todo el mundo merece una segunda oportunidad"-
-"No se…"- se dejó caer en el sofá.
-"Deja de preocuparte y alégrate por ella"- le dijo el elfo, mientras se sentaba a su lado.
-"Mmm…"- se frotó los ojos y contuvo un bostezo. -"… sigue sin caerme bien"- dijo, antes de bostezar por segunda vez en menos de un minutos.
Legolas sonrió y, pasando un brazo por sus hombros, la acercó a él. -"Que tal si dormimos un poco, eh?"-
-"Bueno"- murmuró mientras se acurrucaba buscando una pose cómoda.
Pasaron varios minutos en silencio. Anne con los ojos cerraros y casi dormida, y Legolas acariciándole tranquilamente la espalda con la vista perdida en el trozo de cielo visible al otro lado de la ventana.
Anne suspiró. -"Duérmete ya! Puedo oírte pensar desde aquí… Que pasa?"-
-"Nada. Pensaba en los demás."- respondió el elfo. -"Crees que estarán preocupados por nosotros?"-
Anne alzó la cabeza un poco para verle mejor, al hacerlo Legolas se volvió para mirarla. -"No te preocupes"- le sonrió. -"Gandalf sabe perfectamente lo que ha pasado"-
Legolas asintió un poco mas tranquilo, se inclinó para darle un suave beso y sonrió. -"Durmamos un poco. Ha sido una noche muy larga"- dijo, mientras la acurrucaba de nuevo.
Pues hasta aquí por ahora. Espero q os haya gustado.
Hasta pronto! ;p
