Hola! Bueno, primero de todo disculpadme por haber tardado tanto en actualizar... he estado muy ocupada con los estudios y despues de librarme de ellos mi ordenador decidió morir... pero ya estoy aquí de nuevo!

Muchícimas gracias por todos vuestros reviews! No sabeis cuanto me animan a seguir!

Espero q os guste el capitulo


Cap 54: A un salto de aquí

Y ahí estaba, otra vez, sobre la plana roca que se encontraba en lo alto del gran lago, desde la que había saltado tantas veces. En el mismo exacto lugar donde todo había empezado hacia ya casi un año. Observó la vista desde su posición, no había cambiado desde la última vez. Al contrario que ella, todo lo que había sucedido desde entonces, lo que había descubierto sobre su origen, pero sobretodo, la gente que había conocido, la habían hecho cambiar. Seguía siendo la misma, pero, al mismo tiempo, también era diferente.

Esa aventura le había hecho descubrir un mundo nuevo lleno de misterios, peligros, increíbles lugares y sorprendentes seres… personas, muchas de las cuales las consideraba sus amigas. Y lo que había aprendido entre ellos la había ayudado a madurar, a crecer como persona y a confiar en si misma y en los demás.

Cerró los ojos y respiró hondo, preparándose para volver al lugar donde debía estar… donde quería estar. Se sentía un poco triste por dejar atrás su antigua vida, pero era algo que tenia que hacer, lo había sabido casi desde el primer momento, aunque no lo hubiese aceptado hasta mucho mas tarde. Y lo sentía aún más por Sonia. Había sido su mejor amiga durante tanto tiempo que dejarla allí era lo más duro de toda esa situación. Sabía que estaría bien y sabía que Lucas, por mucho que a ella le desagradase el chico, cuidaría bien de su amiga.

Se giró con la intención de decirles su último adiós antes de saltar, pero algo en su interior la hizo correr hacia su amiga y abrazarla de nuevo. Notó como Sonia le devolvía el abrazo, lo que hizo que ella estrechara aún más el suyo.

-"Shh"- la tranquilizó Sonia. -"Tampoco estarás tan lejos"- le dijo separándose un poco de ella para verla mejor. -"Sólo estás a un salto de aquí"- añadió con una sonrisa, intentando esconder sus ganas de llorar.

Anne asintió y, respirando hondo un par de veces, consiguió controlar sus lágrimas y mostrar una pequeña sonrisa. No quería ponerse a llorar y montar una escenita. En realidad ya habían montado una cuando Anne le contó su intención de partir, otra esa misma mañana mientras recogían las cosas que se quería llevar consigo y, hacía apenas unos minutos, otra en el coche. Era sorprendente que aún les quedaran lágrimas.

-"Además, has de venir a mi boda"- Dijo, ampliando su sonrisa. Anne asintió, dando un paso hacia atrás. -"Te elegiré un vestido bien bonito para que me hagas de dama de honor"- añadió, riendo al ver la cada de 'Arg! Vestidos' que ponía Anne antes de volver a sonreír.

-"Hasta pronto"- susurró Anne, antes de darse media vuelta y volver junto a Legolas, al borde de la caída.

Éste cogió su mano y la apretó con suavidad. -"Preparada?"-

Anne se volvió hacia él y sonrió antes de asentir. Dieron un paso que los colocó al borde de la llana roca. El viento, que había permanecido en calma todo el rato, eligió ese momento para soplar con fuerza haciendo ondular sus ropas y cabellos y obligándoles a entrecerrar los ojos.

-"Vamos allá"- murmuró, antes de que, al mismo tiempo, ambos dieran un paso más y se dejaran caer al vacío.

Sonia les observó acercarse al precipicio, vio como se cogían de la mano y se volvían el uno hacia el otro mirándose de tal manera que supo que todo iría bien. El viento empezó a soplar con fuerza y, como si eso fuese lo que necesitaban para acabar de decidirse, apretaron sus manos y saltaron, no sin que antes Anne dirigiera su mirada por última vez hacia ella y le sonriera antes de desaparecer de su vista.

Tanto ella como Lucas corrieron al borde del precipicio y, cuando llegaron, lo único que fueron capaces de ver fue un enorme estallido azulado que duró apenas dos segundos antes de que todo volviera a la normalidad. Incluso el viento, que sopló con fuerza unos segundos más, había vuelto a calmarse.

Sonia suspiró. -"Ya está"- murmuró, apenada.

-"Estarán bien"- le susurró Lucas, pasando un brazo por sus hombros y acercándola a él. -"Volvamos a casa"-


Esperar. Eso era lo que habían estado haciendo los últimos días y no estaba entre las ocupaciones preferidas de un enano de acción. No dejaba de preguntarse qué era lo que entretenía tanto a sus amigos. Cuando Gandalf les dijo donde habían ido Anne y Legolas se sintió aliviado al pensar que, después de todo por lo que habían tenido que pasar, estaban en un lugar seguro y no metidos en otro lío. Pero en ningún momento creyó que tardarían tanto en volver. Tenía ganas de verles y asegurarse que estaban bien con sus propios ojos. Al fin de cuentas, la última vez que los vio fue en el borde de un precipicio…

Por supuesto que se fiaba de la palabra de Gandalf. Si el Mago Blanco dice que están bien, es que lo están. Pero se quedaría mas tranquilo si lo viera por si mismo. Pero como, por ahora, eso no lo podía hacer, se dirigió, como hacía cada tarde, a la biblioteca donde sabia que encontraría a Gandalf.

Entró sigilosamente pues a los elfos no les gustaba que les molestaran mientras estaban leyendo. Algo que no acababa de entender porque para él esos libros no eran más que un montón de hojas llenas de letras, no sabía que era lo que encontraban tan interesante en ellos, apenas tenían ilustraciones.

Después de pasear por un par de amplios pasillos, localizó al mago sentado en una de las mesas cercanas a los ventanales. Se dirigió hacia él y, antes de llegar a su lado, Gandalf levantó su vista de los manuscritos que estaba leyendo y le sonrió.

-"Qué puedo hacer por ti, maestro enano?"- preguntó en tono amable, aunque sabía exactamente lo que Guimli quería, pues habían tenido esa misma conversación cada tarde desde que llegaron al Bosque Oscuro, hacía más de una semana.

-"Por qué aún no han vuelto? Seguro que están bien?"-

Gandalf asintió. -"No hay nada de que preocuparse. Volverán pronto"- le aseguró.

-"Y cuándo es pronto exactamente? Ya hace nueve días que no sabemos nada de ellos!"- dijo el enano algo preocupado.

-"Guimli, te aseguro que nada malo les ha ocurrido."- siguió Gandalf en el mismo tono amable, entendiendo la preocupación del enano. -"No puedo decirte cuando van a volver porq…"- la frase quedó a medias cuando Gandalf se puso en pie y observó el horizonte desde una ventana cercana.

-"Qué ocurre?"- medio gritó Guimli, sin importarle las miradas molestas que le echaban la mitad de los presentes, corriendo al lado del mago y mirándole expectante.

Gandalf observó el cielo con expresión seria unos minutos y, con una leve sonrisa, se volvió a Guimli. -"En realidad, sí que puedo decirte cuando piensan volver"-

El enano le miró sorprendido. -"Cuándo?"- preguntó, impaciente.

-"Ahora mismo"- sonrió el mago. -"Están en los jardines"-

Y sin esperar nada más, Guimli salió corriendo de la biblioteca, dejando a tras a un sonriente Gandalf. -"Mortales"- susurró. -"Siempre con prisas…"- Y cogió su vara antes de seguir al enano.


-"Pues ya estamos aquí"- susurró Anne, aún cogiendo la mano de Legolas.

-"Vaya"- dijo éste mirando a su alrededor con expresión de sorpresa. -"Estamos en los jardines de palacio"-

-"Y dónde querías ir?"- preguntó Anne, un tanto desconcertada por el comentario del elfo.

Legolas se volvió hacia ella y le sonrió. -"Siempre caemos en un lago… o un sofá. Aparecer en un jardín es nuevo."-

-"Ya sabes lo que dicen…"- le respondió con una sonrisa. -"…aterrizar bien es cuestión de práctica!"-

Legolas rió, más tranquilo, al ver que Anne ya no parecía estar tan triste como hacía apenas unos segundos. Dejó la bolsa con las cosas que la chica había querido traer en el suelo y, pasando un brazo por su cintura, la acercó a él.

-"Bienvenida a casa"- susurró, mientras se inclinaba hacia ella.

Anne sonrió de nuevo y pasó los brazos tras su cabeza, trayéndolo más hacia ella y uniendo sus labios a los del elfo tiernamente.

-"Por las barbas de Thorin!"- escucharon una voz ronca gritar. -"Estáis bien!"- Y al separarse, vieron como Guimli se acercaba corriendo hacia donde se encontraban forzando al máximo sus cortas piernas y se lanzaba sobre ellos, abrazándolos a ambos al mismo tiempo. Medio segundo después, se dio cuenta de lo que estaba haciendo (los enanos de acción no muestran su afecto de esa manera) y se separó de ellos murmurando lo encantado que estaba con su regreso.

-"Nosotros también te hemos echado de menos"- dijo Legolas, intentando no reírse al ver a Guimli tan abrumado.

El enano levantó su vista hacia el elfo y, tras asentir, preguntó: -"Se puede saber qué os ha demorado tanto? Hemos estado preocupados por aquí!"-

-"Lo siento"- se disculpo Anne. -"Tenía cosas que hacer"-

-"Está bien"- aceptó Guimli sus disculpas. -"Pero no volváis a desaparecer así sin avisar antes!"- les regañó.

-"No lo haremos"- Y el enano asintió satisfecho, volviendo a sonreír.

En ese momento apareció Gandalf, quien se dirigió hacia ellos con una sonrisa. -"Me alegra ver que ambos estáis bien"- dijo, examinándolos con la mirada. Anne y Legolas se volvieron hacia él, sonrientes. Y, tras un gesto del mago, le siguieron al interior del palacio.


Varios días más tarde y mil explicaciones sobre donde habían estado después, llegó el día de la gran celebración. Como muy bien le había explicado Adlanna, después de abrazarla durante más de un cuarto de hora, se había organizado un gran banquete, con un baile después, por supuesto, para celebrar la derrota de Saruman y en honor a todos los que habían luchado por proteger tanto la ciudad el Bosque Oscuro como Rivendell.

Adlanna estaba muy emocionada con el acontecimiento. Otra vez había vuelto a recaer en ella la tarea de organizar el evento. Pero éste era mucho más importante que los anteriores, pues no sólo estarían presentes todos los elfos del reino, sinó que se habían enviado invitaciones a muchos de los elfos de Rivendell y todos habían aceptado. Sin contar con que Aragorn había llegado aquella misma mañana acompañado de sus consejeros y, mucho más importante, de Arwen y su hijo, Eldarion.

Con lo que, Adlanna, estaba más que estresada. Correteando de un lado a otro, preparándolo todo, organizando mesas, flores, manteles… En cierto momento de estrés supremo le había pedido ayuda a Anne, quien, muy a su pesar, tuvo que negarse, ya que, casualmente, Gandalf había elegido ese día para llevarla a no-se-que iniciación en el bosque.

Anne estaba convencida que el mago había escogido ese día para así poder alejarse del ajetreo que se vivía en la ciudad y tener un ratito de paz. Lo que a Anne le pareció perfecto, lo último que le apetecía, era pasarse el día persiguiendo a Adlanna y eligiendo lacitos.

Así que, después de comer, se dirigió a la biblioteca donde Gandalf la esperaba. O más bien, corrió por los pasillos hacia la biblioteca, ya que, se había quedado hablando con Legolas después de la comida y se le había pasado la hora.

'Voy a llegar tarde… Otra vez!'

Corrió por los pasillos que llevaban a la biblioteca esquivando elfos. Y cuándo había llegado tanta gente al palacio no lo sabía, pero eso parecían las ramblas en verano. 'De dónde ha salido tanta gente?' Adelantó a un par más, esquivó a un tercero y PUM! Sé dio de lleno contra el cuarto.

-"Au!"- cayó de culo al suelo. -"Lo siento"- se disculpó sin siquiera levantar la vista del suelo, mientras se ponía en pie e intentaba seguir su camino. Lo que le fue imposible, pues alguien le estaba tirando del brazo impidiéndole seguir adelante. -"Pero qué? Ya he dicho que lo siento!"- se giró molesta hacia el elfo que la estaba haciendo llegar aún más tarde a su cita con Gandalf.

-"Veo que sigues igual de mal educada"- dijo el serio elfo ante ella.

-"Es que siempre me pillas en el peor momento"- le respondió, recuperando su brazo de un tirón. -"Llego tarde"-

-"Me alegra ver que tu puntualidad sigue como siempre"- comentó el elfo, ahora escondiendo media sonrisa. -"Completamente ausente"-

-"Eh! Que soy puntual!"- se quejó Anne. A lo que el rubio elfo respondió alzando una ceja. -"Casi siempre…"- añadió la chica.

Se miraron en silencio unos segundos, antes de ser incapaces de contener por más tiempo la risa.

-"Me alegro que hayas venido, Silencioso"- le dijo, a la vez que le abrazaba.

-"No me perdería esta celebración por nada del mundo"- sonrió Veryan. -"Me alegro de que todo haya acabado bien."-

-"Pues anda que yo…"- murmuró Anne. -"Sabes qué?"- añadió con una sonrisa. -"Ambar y yo nos llevamos súper bien! Ella sigue cabalgando hacia donde quiere, no me hace ni caso y sigue dándome cabezazos… quizás no nos llevamos tan bien…"- acabó en un susurró.

Veryan sonrió y, dándole un golpecito bajo la barbilla para sacarla de sus cavilaciones, comentó: -"Me han dicho que va a haber un anuncio muy importante esta noche…"- Anne se puso colorada. -"…que os incumbe al príncipe Legolas y a ti"-

-"Cómo sabes eso?"-


Un par de días antes…

El día transcurrió con la rutina habitual. Y, cuando Anne al fin terminó con sus obligaciones empezó a sentirse nerviosa, pues en cualquier momento aparecería Legolas para ir juntos a darle la buena noticia al rey. No estaba muy segura de cómo reaccionaria éste ante la noticia, el rey y ella a penas habían hablado, excepto en contadas circunstancias y en los incidentes con Rudhon, claro. El rey siempre estaba muy ocupado. 'Espero que no me destierre...'

Poco antes de la cena Legolas fue a buscarla y juntos se dirigieron al despacho del rey. Legolas notó el nerviosismo de Anne y le dedicó una sonrisa tranquilizadora, antes de abrir la puerta. Para su sorpresa, en el precioso despacho no sólo estaba el rey Thranduil, sino también Adlanna y Thalion. Los tres se encontraban en pie ante el fuego y se giraron sonriendo a los recién llegados. Legolas les devolvió la sonrisa mientras que Anne estaba tan nerviosa que sentía agarrotados todos los músculos de su cara, motivo por el cual no sabía si estaba sonriendo o haciendo una mueca.

-"A qué viene tanto secretismo? Por qué nos habéis citado aquí?"- preguntó el rey, interrogándoles con la mirada.

Legolas agrandó aun más su sonrisa y sin más, dijo. -"Anne y yo nos hemos prometido."-

'Mira que es delicado dando noticias!' Anne notó como toda la sangre se le subía a las mejillas y las sintió arder. Estaba totalmente cohibida al darse cuenta de que todas las miradas estaban fijas en ella. Por suerte, medio segundo después, Adlanna gritó. -"Enhorabuena!"- Abrazándola y dando saltitos de alegría.

-"Gracias"- balbuceó Anne, agarrando a la elfa por el vestido impidiendo que se separase de ella. -"Dame un par de minutos, creo que estoy un poco roja"- le susurró al oído, pero lo único que consiguió fue provocar la cálida risa de la elfa.

Thalion abrazó a su hermano y le felicitó. -"Ya era hora, hermanito."- bromeó, antes de acercarse a Anne con los brazos abiertos y darle un abrazo.

Al soltarle quedó frente a frente con el rey 'Ups' quien la miraba serio 'Doble ups'.

-"Prometo no gritar a ningún consejero más"- susurró la chica alzando una mano, como si se tratase de un juramento, y poniendo cara de niña inocente.

La expresión del rey fue suavizándose y, poco a poco, sus labios fueron curvándose dando forma a una sonrisa. Anne también sonrió, más tranquila. El rey le dio un tierno abrazo. -"Bienvenida a la familia"-

-"Gracias"- Anne respiró mucho más tranquila. 'Bueno, no ha sido para tanto...'

-"Me alegro mucho por vosotros"- estaba diciendo el rey. -"Anunciaré vuestro compromiso durante la celebración por la reciente victoria."-

'Delante de todos?... Y yo que creía que lo peor ya había pasado... que vergüenza!'

-"No ha ido tan mal"- le susurró Legolas, una vez salieron del despacho.


De nuevo en el presente...

-"Cómo sabes eso?"- le preguntó a Veryan. 'Se suponía que nadie más lo sabía…'

Veryan la miró atentamente unos segundos antes de ampliar su sonrisa. -"Entonces, es cierto? Hay rumores por el palacio, pero no les había dado mucha importancia…"-

Anne se puso aún más colorada al darse cuenta que, ella misma, se acababa de delatar…

-"Mi más sincera felicitación"- le dijo, cogiendo una de sus manos e inclinándose para besarla. -"Os deseo lo mejor… Y mi oferta de enfrentarme al príncipe Legolas en caso de que vuelva a hacerte llorar sigue en pie aunque ahora sea tu prometido"- Añadió guiñándole un ojo, haciendo que Anne riera.

-"Lo tendré en cuenta…"- murmuró. -"Ahora tengo que irme, Gandalf me está esperando. Nos veremos esta noche en la cena?"-

-"Por supuesto. No me perdería la celebración de esta noche por nada del mundo."- sonrió Silencioso, dándole un afectuoso golpecito en el brazo, antes de dar media vuelta y seguir su camino.

'Genial! Aún no se ha anunciado públicamente y ya es el cotilleo del mes…'

Un par de minutos después llegó a la biblioteca, justo a tiempo de ver salir a Gandalf con varios pergaminos en las manos.

-"Ya era hora, señorita"- la regañó, falsamente, al verla. -"Ya creía que no venias…"-

-"Lo siento, me he entretenido"- murmuró a modo de disculpa, siguiendo al mago por los amplios pasillos.

Una vez en los jardines, Gandalf soltó un sonoro suspiro, sintiéndose mucho más tranquilo, ahora que habían dejado el alboroto de palacio tras ellos. Se volvió hacia Anne al escuchar sus risas.

Ésta, al ver la blanca ceja alzada en forma de silenciosa pregunta, dijo: -"Creo que no ha sido casualidad que eligieras éste, de entre todos los días, para pasar la tarde en el bosque"- y señalando el palacio, añadió. -"… lejos del ajetreo."-

Gandalf simplemente sonrió, antes de volver su vista al camino. Anne le siguió sin rechistar. A ella tampoco le apetecía demasiado quedarse en el palacio, molestando, en medio de todos los preparativos. Mejor así, un tranquilo paseo por el bosque… o puede que no, porque Gandalf aún no le había explicado de que iba todo eso…


Pues esto es todo por ahora. Espero q os haya gustado el capitulo y no os olvideis de dejar un review con vuestra opinion...

Y no os preocupeis, el siguiente ya lo tengo medio escrito, asi q prometo no tardar tanto esta vez...

Hasta pronto! ;p