Declaimer: Estos maravillosos, perfectos, tiernos (…y sexys en el caso de Xiao y Eriol ) y divertidos personajes pertenecen al Estudio Clamp, yo solo los pido prestado para que actúen en mis retorcidas historias.

"El sueño de una Mujer"

(por Lady Verónica Black)

Este fic esta completamente dedicado a mi buena amiga, Daulaci que con su apoyo y animo me a inspirado en este fic.

-Capítulo Dos-

El lunes siguiente a la publicación del anuncio, Tomoyo recibió dos cartas. Al día siguiente había siete sobres más. El viernes llego una docena más. El jueves por la mañana recogió cincuenta y cuatro cartas de su apartado postal en la Agencia Ayanami. Cincuenta y tres iba dirigidas al proyecto del calendario, la otra era dirigida personalmente para la publicista. Esta ultima carta era una nota de Julius Spreckles, el hombre mono, pidiéndole una cita para ese mismo fin de semana, y agregando breves proposiciones bastante deshonestas sobre como podrían terminar su salida.

Tomoyo leyó la nota, se sonrojo furiosamente y la tiro entre asqueada, y furiosa al cesto de basura. Esa misma mañana tenia que ir a supervisar la filmación del anuncio Mercer, el del bailarín de cien años que bailaba claque, y no tenia tiempo para perder con el correo matutino. Hasta ahora las fotos que había recibido para el proyecto del calendario no eran nada prometedoras. Solo había encontrado un candidato a considerar y era del pueblo de Chiwait. Sin duda el hombre era guapo, pero con diez kilos de más y medio calvo en las sienes. Tomoyo pensaba que si todo seguía igual no le quedaría otra que utilizarlo.

-"Hoy no puedo revisar el correo –le dijo Tomoyo a Hiroko-, tengo que irme volando al estudio por el comercial Mercer. Si tienes tiempo, ¿podrías mirar los sobres por mí?

La secretaria la miro con una amplia sonrisa en su rostro, feliz del pedido de su amiga. Hiroko abrió el primer sobre y saco un par de fotografías que contemplo durante medio segundo antes de ponerse pálida y hacer un gesto de asco con la boca.

-"¡Dios santo! Este hombre no tiene cuello, es horrible, parece una tortuga. Además tiene los dientes chuecos y amarillos."

-"¿Lo pongo en la lista de los elegidos? –bromeó Tomoyo, poniendo un par de largos mechones negros tras sus orejas-. Tomoeda es conocido porque sus hombres son increíblemente atractivos. Me gustaría saber quien fue el idiota que dijo semejante ridiculez…"

-"No tengo idea, pero sin duda no solo era idiota sino que también ciego."

O o o o O

Tomoyo regreso a su oficina cinco horas más tarde completamente agotada. El bailarín solo tenia noventa y dos años, pero era un hombre increíblemente ágil y alegre. Y se encontraba mucho más entusiasmado con el comercial que la misma publicista.

"Nota mental 1: mandarle un buen regalo a Jin Liu, y agradecerle por el adorable ancianito que consiguió."

Con gesto cansino la ojiazul se retiro los anteojos de sol y se desabrocho un par de botones de su camisa de seda, mientras se sentaba frente a Hiroko en el escritorio.

-"Parece que la que se ha pasado la mañana bailando claque has sido vos, Tomoyo-chan –comento la castaña con una dulce sonrisa-, ¿Cómo ha ido la cosa?"

-"El ancianito era maravilloso, de verdad que lo era. Ha dejado a todos encantados, lo más seguro es que nos den algún premio por el anuncio. Pero creo que esta mañana he acortado mi vida cinco años, no me quedan fuerzas ni para caminar."

Hiroko que ese día estaba especialmente atractiva con su vestido rosa, le dedico una sonrisa traviesa.

"No, esa sonrisa no, hoy no", pensó Tomoyo asustada.

-"No te preocupes, cariño, con lo que te voy a mostrar te voy a recargar las baterías al 100 -comento la secretaria abanicándose misteriosamente con uno de los sobres.

-"No me digas que encontraste algo que vale la pena."

Hiroko hizo una mueca antes de continuar.

-"Te aseguro que he encontrado todo tipo de cosas. Desde hombres feísimos y de aspecto bastante mmm ¿extraño?… hasta hombres desnudos en poses un poquito raras…"

Tomoyo apoyo la cabeza contra el respaldo de la silla, cerro los ojos y se froto las sienes con fuerza.

-"Lo sabia. Lo sabia. Lo sabia. Un anuncio como este llama la atención de todos los tipos locos de la ciudad. Pasa siempre."

-"Pero… -continuo Hiroko ignorando el comentario de su amiga, mientras se abanicaba con más fuerza-. He encontrado un par que hay que poner en los primeros puestos de la lista. Uno es del pueblo de Sobuya, se dedica al cultivo de arroz y remolacha, tiene alrededor de treinta y tres años y tiene cierto atractivo. Pero también…. encontré esto. Yo personalmente quede encantada con este. ¡Vamos, Tomoyo, anímate que dios te ha bendecido!

Tomoyo siguió en la misma posición y con los ojos cerrados, extendió el brazo de forma resignada y Hiroko le alcanzo el sobre. Observo el remitente y lo abrió, adentro había media docena de fotografías. Observo la primera con detenimiento.

Salía un hombre alto y delgado, de cabello azabache y un poco largo en el frente. En sus fuertes brazos tenia un potrillo, el animal lo miraba con curiosidad y confianza. Tras ellos el atardecer bañaba los árboles y sus pieles de reflejos dorados y rojizos.

-"¡Por todos los santos! –la ojiazul abrió los ojos todo lo que pudo y entreabrió sus labios, humedeciéndolos rápidamente-. Hiroko dime que no es una broma, que no estoy soñando y que ese, ese… hombre es de verdad."

-"No es una broma, no estas soñando, y ese bombón existe. –dijo Hiroko muy entusiasmada-. Se llama Touya Kinomoto, tiene veintiocho años, y es criador de caballos y ganado. Además es el dueño de la Hacienda Nadeshiko que se encuentra a las afueras de Tsukimine, y lo más importante de todo… es soltero."

Tomoyo contemplo la foto como hipnotizada. Era el modelo perfecto, el sueño de cualquier publicitario, y ni que decir que era el ideal de las fantasías femeninas de todo el mundo. Casi se estaba olvidando que ella no estaba interesada en los hombres, y más que nada en ese tipo de hombres.

-"Es demasiado maravilloso para ser verdad."

Vio las otras fotos con interés, durante la universidad había tomado un par de cursos de fotografía, y sin duda estas eran muy buenas.

-"Kinomoto es perfecto para el calendario, pero hay un problema… él a impuesto una condición."

Tomoyo no podia apartar la mirada de las fotografías.

-"Por supuesto, siempre hay condiciones."

-"La fotógrafa es su sobrina y Kinomoto dice que solo se utilizaran las fotos sacadas por ella, y que si están no sirven ella sacara más, y que en ese asunto no hay discusión. Ahh también ha enviado un documento firmado en el que nos concede los derechos y el permiso necesario para utilizar las fotos en el calendario."

Tomoyo sacudió la cabeza con gesto de incredulidad.

-"Eso no es ningún problema, las fotos son excelentes. Podrían ser perfectamente de un profesional. Pero… ¿En serio nos ha firmado un permiso para que las utilicemos?¿Las fotos son nuestras?"

Hiroko asintió.

-"Firmado y sellado por Touya Kinomoto. Son completamente nuestras. Y bien, ¿qué te parecen?"

-"Creo que tenemos suerte, muchísima suerte. Este hombre pondría vender millones de calendarios en cuestión de minutos."

-"Eso mismo a dicho la señora Ayanami. Quiere enviar las fotos de este tipo a todos los periódicos de la zona y a un par de nacionales, para ir dándole un poco de publicidad al calendario. Y también quiere escribir unos artículos para que acompañen a las fotos. Incluso ha pensado mandar las fotos a revistas como Vanity Fair, Cosmopolitan, People, Social Today… y también un par de revistas para mujeres… tendremos miles de féminas haciendo cola en la puerta de la agencia por un calendario de Touya Kinomoto. En mi opinión va a ser un total éxito, hasta podría llegar a venderse a escala mundial."

Tomoyo asintió con los ojos brillantes de excitación por lo que eso significaba, un gran asenso en su carrera. Pero un aire de preocupación inundo sus facciones repentinamente.

Todo parecía demasiado perfecto.

-"No lo sé, Hiroko-chan, hay algo en esto que no me da buena espina, tengo un mal presentimiento –murmuro la ojiazul-. Déjame ver la carta y los documentos."

La secretaria le dio el papel de la autorización firmada y la carta, que adjuntaba una breve biografía de Touya Kinomoto. Era licenciado en agronomía y administración, estudio en la Universidad Tecnológica de Kyoto. A la edad de dieciocho años había tomado las riendas de la hacienda de sus padres. También criaba a sus dos hermanas menores luego de que sus padres fallecieran diez años atrás en un accidente. Tantas responsabilidades con la hacienda y sus hermanas lo habían mantenido muy ocupado, por lo tanto nunca había podido pensar en el matrimonio.

La más joven de sus hermanas, Sakura, era la fotógrafa; y Kinomoto solo estaba dispuesto a participar en el proyecto si se utilizaban las fotografías de su hermana. Además en la carta ponía que Kinomoto se iría de viaje de negocios durante todo el mes, por consiguiente, la correspondencia que quisieran enviarle debería ir dirigida a su hermana a un apartado postal del pueblo Tsukimine, Tomoeda. También requería que no se pusiera en contacto telefónico con su familia ya que ellos aun no conocían la noticia.

Todo el documento llevaba la misma firma, clara y puramente masculina.

¿Cómo no? Sí Sakura se había pasado muchas horas practicando la firma de su hermano.

O o o o O

Pooky, el chimpancé, se paso la mañana haciendo espagueti. Había salsa de tomate, orégano y carne picada por todos lados.

-"Buen trabajo, Pooky –dijo Tomoyo, dándole una palmadita al animal-. Eres un chef estupendo, ¿lo sabias, pequeño?"

En ese momento, Tomoyo dio un salto sorprendida al sentir unos brazos masculinos rodear su fina cintura y un perfume muy particular inundar sus sentidos.

-"¡DIOS! –exclamó Tomoyo al instante que apartaba al sujeto de un codazo en las costillas-. Por favor, aléjate de mí si no queres que te desfigure la cara de un golpe. La próxima vez que me toques Spreckles te juro que no respondo de mí…"

El hombre ignorando las palabras de la mujer dio un paso hacia ella con la vista fija en el sugerente escote de la morocha.

-"¡No te me acerques!¡Me das asco!"

-"Las piedras y los palos puede que me rompan los huesos, pero las cadenas y los látigos me excitan, igual que lo hacen tus…"

-"¡Spreckles! –dijo Tomoyo seriamente, el brillo de sus ojos demostraban cuan furiosa estaba-. Eres un asco, un maniaco, un pervertido, un…"

-"Me excita tanto la forma en que pronuncias mi nombre –dijo el hombre mono, acercándose a ella-. ¿Qué te parece si vamos a mi casa y pronuncias mi nombre de la misma forma mientras yo…?"

-"¡Cállate! Te lo advierto, Spreckles…"

Pooky al sentir la tensión del ambiente, comenzó a dar saltas y a gritar.

-"Demonios –dijo Julius, apartándose de Tomoyo-. Pooky aléjate de las luces."

La mujer suspiro con alivio mientras se alisaba la falda blanca de diseñador que llevaba.

-"Señorita Daidouji, la llaman por teléfono en la oficina de producción –dijo el director del set de filmación-. No quiero entrometerme, pero ¿ese hombre la estaba molestando? Porque con gusto lo saco a patadas del edificio si es así."

-"No se preocupe, Takiko-san, no sucede nada que no pueda controlar yo sola. Creo que podré arreglármelas bien las próximas cuatro horas de rodaje. Igual muchas gracias."

El hombre asintió conforme y siguió dándole ordenes a su equipo, mientras la publicista se dirigía a la oficina a hablar por teléfono.

-"¿Hola?"

-"¿Tomoyo? Es Hiroko. ¿Cómo va el rodaje?"

-"Todo bien, Hiroko-chan. El mono es estupendo, es una lastima que no se pueda decir lo mismo del dueño. Hay espagueti por todos lados... –dijo ella-. Mira si me llamaste para darme alguna mala noticia, no lo hagas, no creo poder resistirla. Por lo menos no ahora."

-"Tomoyo…"

-"Ten compasión de mí, amiga."

-"No hay tiempo para compasión –le contesto la secretaria, con un deje de preocupación en la voz que a la ojiazul no paso desapercibido-. Tenemos un problema con el calendario, y hay que solucionarlo inmediatamente."

Tomoyo frunció el ceño.

-"¿Qué sucede? Ya hemos elegido a quince posibles candidatos bastante buenos, y la foto de Kinomoto se ha publicado en todos los periódicos de Japón esta mañana. Sabes, mi vecina, la señora Stuart, ha dicho que es el hombre más sexy y guapo que ha visto en su vida."

La morocha escucho a su amiga tragar saliva fuertemente, y lanzar un suspiro bastante preocupante.

-"Me imagino… Aquí también han llamado un montón de mujeres diciendo cosas similares. Kinomoto ha causado sensación, pero… hay un problema con él."

-"¿Problema?¿Qué problema?"

-"Veras… ehhmm este hombre, ya sabes, el de la foto, no ha firmado ningún permiso para utilizar sus fotografías, además afirma que en su vida las había visto, que nunca nos las envió y que menos que menos nos ha escrito alguna carta."

-"¡¡QUE! –Tomoyo cerro los ojos y se dejo caer con fuerza en el sillón que había a su derecha, la cabeza había comenzado a dolerle-. ¿¡Cómo que él no firmo nada? ¿Cómo es eso posible?"

Hiroko parecía deprimida y asqueada.

-"La carta no era suya, y obviamente la forma tampoco, era una falsificación. Tomoyo, este hombre esta furioso. Ha dicho que nos denunciara por publicar sus fotos en la prensa, y ha dicho, de forma muy clara, que nunca en su vida participaría de modelo para un calendario."

-"¿Cómo que nos va a denunciar? –dijo la amatista horrorizada-. ¿Cómo qué no va a salir en el calendario? Pero él tiene que salir, es el mejor de todos. La señora Ayanami esta fascinada con él. Dios mío, Hiroko, ¿qué vamos a hacer? Tenemos que hacer que entre en razón."

-"Cariño, no sabes lo que dices, ese hombre esta furioso. No escucha razones de nadie, es muy terco."

Tomoyo empezó a sentir que el dolor de cabeza se acrecentaba a cada minuto, de pronto empezó a sentir nauseas.

Una denuncia.

Ese hombre iba a arruinar su carrera, y su vida.

-"Dame su teléfono, lo voy a llamar."

-"Va a ser imposible, ha desconectado el teléfono. Lo ultimo que nos dijo antes de colgarnos fue que no lo molestáramos más. Además nos comento que si queríamos hablar con él tendría que ser a través de… su abogado."

Tomoyo cerro los ojos con fuerza, y reprimió los deseos que tenia de pegar un grito.

-"¿La señora Ayanami sabe de esto?"

-"Sí, Kinomoto hablo directamente con ella. No me lo vas a creer, pero hasta la señora Ayanami parecía asustada con este tipo."

Tomoyo se empezó a frotar las sienes frenéticamente. ¿La señora Ayanami asustada? Nunca había visto perder la compostura a su jefa, tenia nervios de acero.

-"¿Y que dice ella que tenemos que hacer?"

-"Quiere que vayas a hablar personalmente con él y lo convenzas para darnos el permiso."

-"¿Qué yo que?¿Es una broma, no? –dijo Tomoyo medio histérica-. ¿Qué yo vaya a hablar con Kinomoto?"

-"Exacto. La señora Ayanami así lo ha decidido, tienes que ir esta misma noche."

-"¿Esta noche? –casi gritó Tomoyo-. Hiroko, ¿tienes idea el día que he tenido hoy? Me he pasado toda la mañana junto a un chimpancé que me ha tirado carne picada y salsa de tomate, además he tenido de compañía a Julius Spreckles, ¿¡Sabes lo que significa eso? Ese hombre se ha pasado el día intentando meterme mano bajo la falda, y estoy un poco histérica por si no lo has notado. No puedo irme hasta Tsukimine esta noche, e intentar mostrarme civilizada con ese tipo."

-"Sabes que si fuera por mí, amiga… Pero no tienes más remedio que ir, la señora Ayanami esta que echa chispas por el asunto. Quiere a ese hombre en el calendario, según ella sin él el calendario será un fracaso."

¿Qué clase de hombre era Touya Kinomoto? ¿Porqué no queria contribuir a un proyecto que ayudaría a los sus compañeros rancheros? Sin duda era un hombre obstinado y egoísta. Además estaba amenazando su carrera, una carrera que le había costado años de sudor construir.

-"Uff esta bien –dijo Tomoyo en tono fatalista-, no me queda otra, tendré que ir. Aunque lo más seguro es que no llegue, ya sabes como esta mi auto."

-"Lo sé, lo sé. Lo siento tanto, cariño, pero nadie esperaba que sucediera esto."

Tomoyo sacudió la cabeza y suspiró.

-"Todo esto debe haber sido idea de la hermana, ¿no? Debía querer que publicáramos sus fotos."

-"Supongo que sí. –Hiroko suspiro-. Me gustaría decirle un par de cositas a esa niña."

-"Si bueno… puede que nos ayude con su hermano –comento la ojiazul, aferrándose a su ultima esperanza-. Nosotros actuamos de buena fe, no tenemos la culpa de nada, ha sido la chica la que nos a enviado las fotos y el permiso falsificado. Cuando ese tipo se calme, tendrá que darse cuenta que no es nuestra culpa, ¿o no? Nosotros somos inocentes.

-"La esperanza es lo ultimo que se pierde. La señora Ayanami ha dicho que hablar con ese tipo es lo mismo que hablar con una pared. No ha querido saber nada del calendario."

-"Ya veremos si logro que comprenda las cosas tal cual son."

Le pidió la dirección de la Hacienda Nadeshiko y prometió llamar a la agencia recién tuviera alguna noticia, se despidió de Hiroko y colgó el teléfono, decidida a terminar con ese rodaje cuanto antes.

Pero su mente no podia dejar de invocar la imagen de Touya Kinomoto. Aquel hombre sin duda alguna era físicamente perfecto, solo esperaba que su mentalidad fuera igual de perfecta.

Continuara…

Nota de la Autora:

Holas a todos! ¿Cómo les va? Espero que todo ande muy bien por sus vidas, se que tal vez me he tardado un poco en actualizar, pero tengo mis razones… no solo me encuentro súper tapada de cosas que hacer, que estudiar y de montañas de tareas, sino que además me ha sucedido una tragedia… mi PC se murió! Snif Snif la pobre ya ni enciende y hasta que no pueda comprar otra (puede que lo haga en fin de mes) ando imposibilitada al momento de escribir. Tuve bastante suerte de que mi prima me ha ayudado bastante y cada tanto me presta su compu para ponerme a escribir un rato, pero aun así los tiempos son mínimos. Espero puedan disculpar las futuras demoras.

Primero vayamos a mi comentario sobre este capitulo; haber… quien vota pq ese pervertido merece un buen rodillazo en sus partes bajas? Admito que el tipo es más que desagradable, pero creo que es el personaje justo para lograr que nuestra Tomoyo valla desarrollando siendo miedo y asco ante los hombres. Bueno, también la pobre se ha metido en un lió terrible, y si no lo arregla pronto se quedara sin calendario, sin trabajo y sin carrera. Pobre de ella (aunque a mi parecer eso le pasa por ingenua, ¿a quien se le ocurre publicar algo sin hablar con el modelo?). Mmmm que otra cosa iba a decir mmm ah si, el próximo capitulo va a estar Ja, ni se imaginan, si Tomoyo creía que el día no podia salirle peor es que no sabe lo que se le viene en la hacienda de los Kinomoto, de solo pensarlo me da lastima la pobre niña. En fin, que más puedo decir, el capítulo a mi personalmente me ha gustado mucho a pesar de que no a aparecido ninguno de los chicos. ¿Ustedes que opinan?

Bien ahora vallamos a un tema que a mi me encanta: LOS REVIEWS! Yo creía que el fic no iba a gustar por ser de una pareja que es tan poco popular pero me doy cuenta que ya hay varias que les gusta. GENIAL! Bueno saben que a mi me encanta responderles cada uno de sus comentarios, pero ando re escasa de tiempo y no puedo ponerme a responder en este momento, pero he leído más de diez veces todos sus reviews y estoy más que feliz. Espero que por esto dejen de darme sus opiniones sobre este capítulo.

Espero que el capítulo les halla agradado y que me dejen sus comentarios, los estaré esperando ansiosa.

Att. Lady Verónica Black.-

"Que la magia los acompañe, las estrellas guíen su camino, pero más que nada griten a todo pulmón: ¡¡Viva Xiao Lang Li, Eriol Hiragizawa, Harry Potter y Los Merodeadores (salvo la rata apestosa ¬¬); Los hombres más lindos y sexys que hay!"

¡¡DEJEN REVIEWS, PORFISS…!