Declaimer: Estos maravillosos, perfectos, tiernos (…y sexys en el caso de Xiao y Eriol ) y divertidos personajes pertenecen al Estudio Clamp, yo solo los pido prestado para que actúen en mis retorcidas historias.

"El sueño de una Mujer"

(por Lady Verónica Black)

Este fic esta completamente dedicado a mi buena amiga, Daulaci, que con su apoyo y animo me a inspirado en este fic.

Capítulo Cuatro

Tomoyo siguió la mirada de él, y con sorpresa, vio a Sakura sentada cómodamente en el sillón observándolos con gran interés.

-"Yo que tú, hermano, no haría eso –dijo Sakura-. Lo que quiero decir es que todo esto es culpa mía. Además yo la he invitado a la casa y le dije que hablarías con ella."

Sakura limpio la manzana con el borde de su camiseta.

Touya miro a su sobrina, después a la mujer que llevaba en brazos. Su expresión se ensombreció.

Con una voz más fría que antes, dijo:

-"Ya sobrepasaste el limite, Sakura. Vete a tu habitación, estas castigada por tres meses, no uno."

Continuaba con Tomoyo en brazos, ella por su parte estaba experimentando sensaciones contradictorias. Junto al enfado y la humillación que sentía, también estaba experimentando cierta excitación. ¡Lo odiaba!

Los ojos de Sakura se llenaron de lagrimas.

-"¿Tres meses? ¿Porqué no me mandas a la cárcel? Muy bien, sé que me odias, pero yo soy la culpable de todo este malentendido no la señorita Daidouji. No deberías enojarte con ella."

-"Sakura, a tu habitación. ¡Ya!"

-"Nunca escuchas a nadie, ¡eres un dictador!"

Sakura se hecho a llorar, salió corriendo de allí y cerró la puerta de un golpe.

Touya resoplo furioso y miro a la publicista furioso.

-"De acuerdo, si quiere hablar, hable. Le doy cinco minutos. ¿Qué ha venido a decirme?"

Tomoyo lo miró como si estuviera viendo a un loco.

-"Lo primero que le voy a decir es que me deje en el suelo, no soy una bolsa de papás, señor Kinomoto."

Él frunció el ceño ligeramente, parecía como si acabara de darse cuenta de la posición en la que estaban. Por fin, lentamente la fue soltando hasta que ella se puso de pie.

-"Perdone, señorita. Me he pasado toda la noche en vela con una yegua enferma y estoy agotado."

Touya se paso la mano por el pelo, y se froto los ojos. Por primera vez Tomoyo se dio cuenta que ese hombre estaba muerto de cansancio. Tendría que tratarlo con mucho cuidado.

Se aliso la blusa y se toco los pendientes con los dedos, luego miro el piso y con una sonrisa temblorosa empezó a hablar.

-"Yo también le debo una disculpa, señor Kinomoto. Se que todo esto debió ser una gran sorpresa para usted, como también lo ha sido para la agencia este penoso malentendido. No teníamos ninguna intención de violar su intimidad, creíamos que la firma era autentica, y que..."

-"El daño ya esta hecho, señorita. No me molesten más. Lo único que pido es que se retracten públicamente y me dejen en paz."

Touya bajo la cabeza y se masajeo las sienes.

-"Señor Kinomoto... Nos retractaremos públicamente si es eso lo que quiere, pero preferiríamos que firmase la autorización para publicar esas fotos. La señora Ayanami, la directora de la agencia, piensa que usted seria perfecto para la foto principal del calendario y..."

Touya levanto la cabeza bruscamente y volvió a mirarla furioso.

-"¡No voy a salir en ningún maldito calendario!"

Tomoyo respiro profundamente y rezo por no perder la escasa paciencia que le quedaba.

-"Señor Kinomoto, el proyecto puede que no sea lo que usted piensa que es. Ni siquiera tiene que posar ya que las fotos ya están tomadas. Además no es una foto erótica. No le estoy pidiendo que se saque la ropa ni..."

Touya gruño.

-"¿Qué no va a pedirme que me saque la ropa?¿Se supone que debo darle las gracias por ese pequeño favor? Estupendo, porque yo tampoco le pediré que se desnude."

-"No era mi intención insultarlo..."

El hombre di un golpe con el puño en uno de los estantes de la pared.

-"Pues lo ha hecho, señorita. No voy a salir en un calendario, ¿le quedo claro?"

Tomoyo adopto un gesto de súplica.

-"No es una desgracia, sino un honor. Y es por una buena causa. La fundación Homestead Heritage quiere recaudar fondos para los pequeñas granjas y ranchos del estado."

Touya volvió a golpear la estantería, pero esta vez con más fuerza aun.

-"Sé perfectamente lo que hace la fundación y lo que quiere conseguir con el calendario. Y también se que este estúpido proyecto no va a salvar a ninguna granja ni rancho del estado. El problema es demasiado grande, el sector agrícola y ganadero se esta transformando, y se necesita más que dinero para que todos estén aptos para salir inmunes de esa transformación."

-"Pero es un problema que puede ir solucionándose paso a paso. Y el calendario es un pequeño paso."

-"¡El calendario es una porquería! Lo que la fundación Homestead Heritage debería hacer es dar seminarios y educar a la gente respecto a las diferentes cosechas, no imprimir calendarios."

Tomoyo sacudió la cabeza perpleja.

-"Mucha gente a mostrado interés en..."

-"No"

-"¿Porqué no me escucha un momento?"

Touya le lanzó una mirada asesina.

-"No tengo porque escucharla. Esta es MI casa y usted va a escucharme a MI. Quiero que me diga que la agencia va a retractarse públicamente y que luego va a irse de mis tierras. La puerta esta justo detrás de usted."

Tomoyo suspiro.

-"Sé que esta enojado, y tiene razón en estarlo, pero así no vamos a poder llegar a un acuerdo, señor Kinomoto."

La expresión de él mostró franca incredulidad.

-"Primero, publica mi foto en todo el estado sin mi consentimiento, después se presenta en mi casa y entra en mi estudio mientras estoy durmiendo... ¿y encima tiene la desfachatez de decirme que así no vamos a conseguir llegar a un acuerdo?"

Touya estaba más que furioso. Tomoyo se obligo a reprimir sus pensamientos sobre lo guapo que se veía en ese estado. El hombre solo era un obstáculo en su carrera, nada más que eso. Un obstáculo alto, fuerte y muy guapo, pero más que nada furioso.

Alguien llamo suavemente a la puerta, interrumpiendo la discusión.

-"Adelante." –respondió Touya, secamente sin apartar los ojos de la ojiazul.

La puerta se abrió y un hombre con grandes ojos celestes los miro fijamente con una gran sonrisa. De a poco la sonrisa del recién llegado se fue desvaneciendo al ver la tensión del ambiente.

-"Buenos días, Touya –dijo el recién llegado-. Espero no interrumpir nada. ¿Tienes un minuto? Me gustaría hablar contigo de un asunto."

Touya miro al techo, suspiro profundamente y le dedico al hombre una tensa sonrisa.

-"Buenas tardes, señor Yumeghi."

Tomoyo contempló al hombre de baja estatura, ligeramente subido de peso y con el pelo blanco peinado hacia atrás. Sin duda era un hombre estricto y reservado.

A Touya le costo un gran esfuerzo mostrarse educado.

-"Señor Yumeghi, esta es la señorita Daidouji de Tomoeda City. Él es el presidente del comité cultural del pueblo –dijo Touya con una mirada muy poco agradable, al parecer no gustaba de ninguna de sus visitas-. Precisamente se estaba marchando, ¿verdad, señorita Daidouji?"

El señor Yumeghi estrecho la mano de Tomoyo con una sonrisa.

-"Encantado de conocerla, señorita Daidouji, Takashi Yumeghi. –dijo sin dejar de mirar embelesado el rostro de la publicista-. ¿Es usted de la agencia que promociona el proyecto del calendario, verdad? Porqué eso es lo que Miyuki me ha dicho. No era mi intención interrumpirlos, pero..."

-"Siéntese, señor Yumeghi –dijo Touya al tiempo que se cruzaba de brazos y se apoyaba sobre una de las estanterías-, no interrumpió nada importante."

Tomoyo lo miro de reojo, con el ceño fruncido. ¿Cómo que no interrumpió nada importante?

-"Señor, le aseguro que no voy a hacer nada que pueda avergonzar a nuestros vecinos. Acabo de decirle a la señorita Daidouji que no tengo intención de aparecer en ningún calendario." –dijo Touya con una sonrisa triunfal.

El señor Yumeghi se sentó en el sofá, su sonrisa no vacilo un segundo.

-"Touya, de eso mismo quería hablarte. Creo que deberías salir en el calendario."

La expresión del ranchero perdió su triunfalismo. Tomoyo se quedo con la boca abierta.

-"¿Qué qué?" –la voz de Touya denotaba absoluta incredulidad.

-"he venido a hablar contigo precisamente del calendario. Miyuki me ha llamado... –Yumeghi lanzó una rápida mirada a Tomoyo-. Miyuki es la tía de Touya, y me ha dicho, que vos, Touya, jamás consentirías salir en ese calendario."

El moreno apoyó el codo en una de las estanterías. Tenia ojeras, el pelo revuelto, estaba sin afeitar y con una expresión de agotamiento que daba lastima.

-"¿Supongo que Miyuki le contó lo que hizo Sakura, no? Le dijo que falsifico mi firma y que envió esas fotos sin permiso? Escuche, señor Yumeghi, aunque no fuese por ese motivo, no saldría en el calendario. No pienso animar a mi hermana a que siga haciendo este tipo de cosas."

-"Es que Sakura necesita que la animen" –contesto el anciano-. Veras, Miyuki y yo estuvimos hablando de Sakura la semana pasada. En el fondo la pequeña es una niña muy dulce, es solo que es un poco rebelde..."

-"Lo que pasa es que hace lo que quiere con Miyuki –interrumpió Touya-. Sakura tiene que aprender que..."

-"Estoy de acuerdo en eso contigo, Touya –dijo el anciano asintiendo-. Tiene que aprender a respetarse y apreciarse, y más que nada a respetar las reglas. Sakura no es como ella Touya, es muy diferente, no cometerá los mismos errores que Bunny, tienes que dejarla ir de a poco."

El rostro de Touya se ensombreció, los ojos eran dos pozos negros sin fondo, sin sentimiento alguno, como si estuviera perdido en un recuerdo que lo atormentaba.

-"A Sakura lo único que le hace sentirse orgullosa de si misma es la fotografía, y a Miyuki le parece que hay que apoyarla en esa dirección. Va a ser una buena forma de canalizar toda esa energía que tiene."

-"¿Bunny?" pregunto Tomoyo intrigada, olvidándose que en esa casa era una extraña.

Touya le lanzo una mirada fría y llena de odio, como si el solo hecho de escuchar ese nombre en sus labios lo encolerizara.

El señor Yumeghi miro a Touya con orgullo y luego se dirigió a Tomoyo.

-"Bunny es el apodo con el que todos llamaban a Usagui. Touya se encargo de educar a sus dos hermanas menores, Usagui y Sakura cuando sus padres fallecieron. Él solo tenia veinte años cuando se hizo cargo de las niñas y de la hacienda. Ese es una de las razones por las que este pueblo estaría tan orgulloso de que Touya nos represente."

-"Últimamente Sakura no ha dado ningún ejemplo que amerite la educación que le di." –dijo Touya dando por zanjado el tema de su pasado.

-"Esta pasando por una mala racha, eso es todo –contesto el hombre con una tenue sonrisa-. Eres muy severo con ella, Touya."

-"No me queda otro remedio, ¿sabías que quiere irse a vivir sola a Tokio?

El anciano lanzó un suspiro.

-"Lo sé, a Miyuki también le preocupa, y es por eso precisamente que quiere que Sakura se sienta a gusto en la hacienda. Touya, tienes que sentarte a hablar con calma con Sakura para ir solucionando los problemas que tienen; y el primer problema a solucionar es este, el del calendario. Después de que Miyuki me llamara, preocupada por lo que la gente podría llegar a pensar sí salías en el calendario, he hablado con unos cuantos miembros del comité y todos opinan que deberías reconsiderar tu decisión y participar en ese proyecto. Con este calendario se podría recaudar bastante dinero, un dinero que mucha gente necesita. Todos hemos visto la foto y nos parece que representa un ideal a, un hombre con raíces protegiendo a un animal. Sakura a captado el espíritu de la acción a la perfección. Sí, Touya, queremos que participes, y nos sentiríamos orgullosos de ti si lo haces. Hijo, eres demasiado tímido y modesto, pero hazlo por todos nosotros, por el pueblo."

Tomoyo se mordió los labios. Touya parecía, simultáneamente perplejo y furioso. Al cabo de unos momentos le lanzo una débil mirada al anciano.

-"¿Así que usted y los miembros de la comunidad, quieren que 'en serio' participe en ese estúpido proyecto?"

El hombre asintió.

-"Escucha, Touya, tu rancho es uno de los pocos que han salido adelante. Ahora se te presenta una muy buena oportunidad para ayudar a los menos afortunados que tu, ¿la vas a desperdiciar?"

Touya se aparto el pelo de la frente, y respiro profundamente mientras cerraba los ojos con fuerza. En ese momento, la puerta se abrió, y entro la señora Miyuki.

-"Touya... Sakura esta muy arrepentida. La encontré afuera llorando, estuvimos hablando y a ella le gustaría disculparse frente a todos."

Miyuki termino de abrir la puerta, y Sakura con los ojos enrojecidos, entro y se quedo tras su tía.

-"Lo siento –dijo la castaña-. Entiendo que no quieras salir en el calendario, y se que me merezco el castigo, pero... Me gusta sacar fotos, y quiero ser fotógrafa, a pesar de saber que nunca te sentirás orgullosa de mi por eso. Yo quiero que estés orgulloso de mí, hermano... ¿me perdonas?"

Sakura avanzó hacia su hermano con la cabeza baja y los ojos llenos de lagrimas.

El bonito rostro de Miyuki había adquirido una expresión de angustia. Tenia las manos juntas sobre su regazo, y miraba implorante a su sobrino.

Touya se metió las manos en los bolsillos traseros del pantalón y giro la cabeza hacia un lado de forma indiferente.

-"Esta bien, monstruo, te perdono –murmuro él, con voz ronca-. Y estoy orgulloso de ti... aunque no en esta ocasión. Pero eres mi hermana, y eso no lo cambiara nada ni nadie, así que deja de hacer pucheros."

-"Oh, Touya..."

Sakura se lanzo a llorar de vuelta mientras se tiraba a los brazos de su hermano y lo abrazaba muy fuerte.

A Touya no se lo veía muy cómodo con la escena, sin embargo, Tomoyo no pudo evitar enternecerse. La expresión de él indicaba cuan preocupado estaba por su hermana, algo que quizás ella aun no comprendía, y que tal vez jamás lograría comprender. Tomoyo recordó como su padre había intentado destruir su ambición, y como la había ignorado por años...

-"Touya, por Sakura y por todos nosotros... ¿no querrías reconsiderar tu decisión?"

Miyuki asintió. Y el hombre siguió mirándolo con una sonrisa, en espera de una respuesta a su pregunta.

-"Es por una buena causa, una causa maravillosa. Además, para Sakura significaría mucho que publiquen sus fotos."

Tomoyo contuvo la respiración. Touya aun abrazaba a Sakura, aunque se le notaba poco acostumbrado a semejantes muestras de cariño. Su expresión se transformo a la de un condenado a muerte. Miro con resentimiento a Tomoyo.

-"Es mejor dar que recibir, Touya –dijo el anciano, rompiendo el incomodo silencio-. Tienes un negocio que va muy bien, pero no todos tus vecinos tienen la misma suerte. Creo que las fotos de Sakura podrían ayudarlos."

El moreno continuo con los brazos alrededor de su hermana, pero sus ojos no se despejaban de Tomoyo, sin dejar de disimular su desagrado.

-"Por favor, querido. Es por una buena causa" –repitió Miyuki.

Touya lanzó una mirada de exasperación a su tía.

-"Es una causa perdida. Pero si es la única forma en que me dejaran en paz para que me pueda ir a dormir de una vez, esta bien, lo haré."

Volvió a mirar duramente a Tomoyo. Podría haber perdonado a su hermana, pero a ella nunca.

-"Te quiero, hermanito –dijo Sakura, muy feliz y dándole un beso en la mejilla a su hermano-. Eres el mejor hermano del mundo, además, puedes incluso evitar que echen de su trabajo a la señorita Daidouji."

Sakura volvió el rostro y le guiño un ojo a la publicista.

-"¿Quieres que fotografié a los demás modelos? Prometo que haré un trabajo muy bueno y barato."

-"¡Sakura! ¡Vos no vas a fotografiar a ningún desconocido!"

-"Bueno, bueno... todo se ha solucionado -declaro el Yumeghi-. En fin Touya, no voy a robarte más tiempo. Tengo el presentimiento de que algo bueno va a salir de todo esto. Señorita Daidouji, encantado de conocerla, y no olvide que no es fácil encontrar a un hombre como este. Puede que sin conocerlo asuste un poco, pero es un muy buen hombre. Sí, muy bueno."

-"Te acompaño a la salida, Takeshi" –dijo Muyuki amablemente.

-"No te preocupes, conozco la salido –dijo Yumegi-. Adiós a todos."

-"Usted también ya se va, ¿verdad, señorita Daidouji? Tiene que conducir todavía hasta Tomoeda City."

-"Respecto al permiso para utilizar las fotos..." –comenzó a decir la amatista.

-"Mañana le enviare el permiso por fax, con MI firma –murmuro él-. Me parece que Sakura ya sabe como rellenar el papel."

Touya miro de soslayo a la ojiverde.

-"Bueno, vera... –comenzó a decir Tomoyo nerviosa-. Me sentiría más a gusto si firmase ahora los papeles. Después de tantos problemas..."

-"Mañana"

Touya la agarro del codo y la empujo a salir del despacho. Miyuki y Sakura los siguieron.

-"Es que..." –Tomoyo trato de protestar.

-"Mañana"

-"No tiene que sacarme a empujones de su casa, Kinomoto."

-"Quiero verla irse cuanto antes. No se preocupe, no me gusta tocarla... si es eso lo que le preocupa. Si quiere que sea sincero, huele a salsa de espagueti."

Tomoyo lo miro con resentimiento.

-"Claro que huelo a espagueti, me he pasado la mañana y parte de la tarde con otro simio."

-"Si es una broma, no tiene gracia. Además, eso no explica lo del espagueti. ¿Se ha puesto de moda oler a comida?"

-"¡Claro que no! No es mi culpa oler así, le repito que he pasado todo el día rodando un anuncio con un mono preparando espagueti. Y, desde allí, he venido directo aquí."

-"¿Porqué obligaron a un pobre mono a cocinar? ¿Están recaudando fondos para los cocineros pobres de Japón o para los monos desempleados?"

Touya la estaba llevando a toda prisa por el vestíbulo de la casa.

-"Es un anuncio del restaurante Pastarelli. El eslogan es: 'En Pastarelli, no nos andamos por las ramas'."

-"Que profundo. Debe sentirse muy orgullosa por revelar un mensaje tan filosófico."

Touya abrió la puerta del auto y espero con paciencia a que se metiera en el.

Ese hombre había tocado su punto débil, donde más le dolía, pero Tomoyo estaba acostumbrada a defender tonterías, a veces, eso era gran parte de su trabajo.

-"Nuestra agencia de publicidad es muy buena, seño Kinomoto. Ganamos muchos premios al año."

-"Sí, claro –dijo él sarcásticamente-. Bueno, señorita Daidouji, adiós. Que tenga buen viaje."

Tomoyo entro al auto y él cerro la puerta con fuerza. Después se dio la media vuelta y se alejo del coche rumbo a la casa. Tomoyo agito la mano para despedir a las dos mujeres que la miraban desde el porche de la casa con una gran sonrisa.

Cansada y frustrada, Tomoyo se dispuso a poner en marcha el motor. Ese hombre podía ser guapo, pero no quería volver a verlo. La ponía nerviosa, y en cierta forma, su relación con Sakura le recordaba a la suya con su padre.

Tomoyo giro la llave y piso el acelerador.

Nada.

El coche rugió un segundo, tosió un segundo y se apago al instante.

Tomoyo lo intento de nuevo.

El motor hizo de vuelta lo mismo y volvió a apagarse.

"¡No!¡ No! ¡Maldición, no ahora!", pensó Tomoyo. El auto llevaba meses amenazándola con traicionarla, y por fin lo había hecho.

Tomoyo volvió a pisar el acelerador, esta vez más fuerte aun., pero sin resultado alguno.

Touya volvió al auto y la miro a los ojos incrédulo.

La publicista lo miro con una sonrisa temblorosa.

-"¿Qué pasa?" –pregunto con hostilidad.

Ella se negó a mirarlo a los ojos.

-"No arranca."

-"¿Es una excusa para quedarse?"

Tomoyo volvió la cabeza indignada.

-"¿Excusa? Tengo que estar en la oficina a las 7:00 AM mañana, señor Kinomoto. Cómo comprenderá, no tengo ninguna intención de quedarme aquí con usted y rodeada de vacas."

-"Debe haber humeado el motor –gruño él-. Salga del auto, déjeme intentarlo a mí."

Tomoyo salió del auto al instante, rogando que arrancara.

Touya intento poner en marcha el motor, volvió a intentarlo, y después lanzo una maldición. Tomoyo suspiró de agotamiento, cruzo los brazos sobre el techo del auto y apoyo la cabeza en ellos.

El ranchero salió del auto furioso, cerró la puerta dando un portazo, y Tomoyo se mordió los labios cuando lo vio dirigirse a su casa. Por suerte, Miyuki lo detuvo.

-"Querido, ¿qué sucede?"

-"No lo sé, me parece que es la bomba de agua."

Miyuki sacudió la cabeza con preocupación.

-"Oh, ¿qué vamos a hacer, entonces?"

-"Voy a llamar al taller, con suerte Tosho podrá venir con una grúa y llevarse el auto. Y de camino al taller puede dejar a la señorita Daidouji en el hotel del pueblo."

-"Hijo, no podemos hacer eso, es tarde y tenemos habitaciones de sobre en la casa. Puede pasar la noche con nosotros."

Touya movió la cabeza y miro a Tomoyo. Incluso en la oscuridad de la noche, este vio el desagrado con que la miró.

Touya abrió la boca para contestar con un rotundo "NO", pero Sakura ya había ido corriendo hacia Tomoyo y la tenia agarrada de la mano con una sonrisa radiante.

-"Se queda con nosotras, ¿verdad? No hay necesidad de que duerma en un hotel, hay muchas habitaciones en la casa."

Tomoyo volvió a abrir la boca, pero Miyuki le lanzó una mirada de súplica.

-"Touya, estas muy cansado. Por favor, ha sido un día muy largo para todos... es lo mínimo que podemos hacer."

Miyuki se acercó a Sakura y le paso un brazo por los hombros. Su voz al igual que su expresión mostraban absoluta sinceridad.

-"Señorita Tomoyo, Sakura tiene razón, le preparare un linda habitación."

-"No quiero ser una molestia..."

-"No es ninguna molestia que se quede, señorita Tomoyo."

Tomoyo no sabia que hacer.

-"Vamos, quédate por esta noche con nostras, Tomoyo-chan" –rogó Sakura.

-"Por favor, señorita, seria un placer."

-Creo que el señor Kinomoto prefiere que me vaya. No me sentiría cómoda si él.."

-"Touya no tiene mal corazón. Lo que pasa es que es muy independiente y no le gusta dar su brazo a torcer. Además, lo ha visto en uno de sus peores momentos."

-"Me voy a ala cama –anuncio el aludido, dándose la vuelta-. Hagan lo que quieran, pero no cuenten conmigo."

Touya desapareció al instante.

-"¿Ven? No quiere que me quede."

-"Lo que pasa es que no le gustan las mujeres"

"¿¡QUÉ?"

-"¡Sakura!" –dijo, con reproche la anciana.

-"Es verdad" –dijo Sakura con gesto rebelde.

-"Sakura, hace unos minutos has estado dándole las gracias por perdonarte y diciéndole lo mucho que lo quieres."

-"Y lo quiero y le estoy muy agradecida, pero eso no cambia que no soporte a las mujeres. Nunca lo ha hecho y dudo que algún día cambie. Por eso nos pasamos el día discutiendo, yo no soporto a los hombres dictadores como él y él no soporta a ninguna mujer del planeta."

-"¡Sakura, basta, ya es suficiente!" –Miyuki se volvió a Tomoyo-. Le ruego nos disculpe, señorita Tomoyo, hoy ha sido un día bastante complicado. Por favor, háganos el honor de aceptar nuestra invitación, es lo menos que podemos hacer por las molestias que le hemos causado."

Por fin, tal vez debido al agotamiento, Tomoyo termino aceptando.

Esa noche la pasaría en el rancho de Touya Kinomoto.

Continuara...

Nota de la Autora:

Hola a todos! Cuánto tiempo, eh? Se que fue mucho tiempo, y les pido una gran disculpa, intentare poder actualizar el próximo capítulo más rápido que este.

Bien, espero que la discusión entre estos dos les halla gustado, creo que con esto quería mostrarles que Tomoyo va a ser una digna rival de este cabezota de Touya-kun, y ahora que Touya ha aceptado estar en el calendario... ¿qué otra cosa podría pasar?

Les anticipo que en el próximo capítulo va a haber el primer acercamiento entre la parejita! Y va a ser una BOMBA! Jijijijij XD

Les agradezco muchísimo sus reviews, me han encantado todos! Espero que para este capítulo reciba los mismos comentarios alentadores! GRACIAS, GRACIAS!

Sin más que desearles lo mejor y mandarles muchos besos me despido. Cuídense mucho!

Att. Lady Verónica Black.-

"Que la magia los acompañe, las estrellas guíen su camino, pero más que nada griten a todo pulmón: ¡¡Viva Xiao Lang Li, Eriol Hiragizawa, Harry Potter y Los Merodeadores (salvo la rata apestosa ¬¬); Los hombres más lindos y sexys que hay!"

¡¡DEJEN REVIEWS, PORFISS…!