Declaimer: Estos maravillosos, perfectos, tiernos (…y sexys en el caso de Xiao y Eriol ) y divertidos personajes pertenecen al Estudio Clamp, yo solo los pido prestado para que actúen en mis retorcidas historias.
"El sueño de una Mujer"
(por Lady Verónica Black)
Este fic esta completamente dedicado a mi buena amiga, Daulaci, que con su apoyo y animo me a inspirado en este fic.
Capítulo SeisA Tomoyo no le habría sorprendido que ese hombre la hubiera hecho volar entre una nube de estrellas si él se lo proponía. Su boca era experta, y se manejaba sobre la suya con increíble suavidad, como queriendo indicarle que todo seria lento y suave, mostrándole que podía ser tierno y considerado si se lo proponía. Touya beso con más presión su labio inferior y Tomoyo no pudo más que rendirse a aquella sensación que no la dejaba razonar, abrió su boca temblorosa e interrogante a lo que Touya Kinomoto haria ante tal invitación.
El hombre coloco una de sus manos en su cintura y la acerco más hacia él, a Tomoyo tal cercanía la mareaba, podía sentir el movimiento de su pecho al respirar y el ligero olor a menta que desprendía su cabello todavía húmedo, era un aroma tan fuerte y a la vez tan suave. Igual que sus besos, pensó Tomoyo vagamente.
La boca de Touya parecía hecha a medida para la de ella, sus brazos perfectos para abrazarla y sus manos hechas para acariciarla. La forma en que la tocaba la mareaba, la hacia perderse en su tacto, sentir como sus dedos rozaban y apretaban ligeramente su cintura le hacia perder la noción de todo lo que sucedía a su alrededor. Un escalofrió recorrió su espalda y sintió que las piernas apenas si lograban dejar de temblarle, pronosticando que no la podrían sostener mucho tiempo más mientras siguiera en ese estado. Tomoyo paso sus brazos por el cuello del hombre, en parte para sujetarse, y también para hacer más corta la ligera distancia que los separaba.
Touya gruño con satisfacción ante el gesto de la mujer, y la abrazo más hacia él, tanto que sus pechos se unieron en uno. Entro en su boca con más profundidad, dejando que su lengua saboreara su dulce interior, una y otra vez, mientras su manos no dejaban de acariciar su espalda y sus dedos de enredarse en su largo cabello.
-"Daidouji..." –gruño él después de separar su boca unos segundos para tomar aire, mientras mordisqueaba el cuello de la amatista como un poseso.
Al escuchar su apellido dicho por el de forma tan impersonal, su mente empezó a despejarse. Sus besos y caricias eran tan frías y calculadoras como las anteriores. Estaba seduciéndola, comportándose como sabía que quería que se comporte. Queria demostrarle que era capaz de seducirla con solo cambiar de estrategia.
Tomoyo corrió su cuello del alcance de la boca del moreno e intento zafarse de su agarre, pero él con más fuerza la volvió a acercar a él intentando volver a capturar su boca. Tomoyo volvió a correr su rostro. Puso las manos en sus hombros empujándolo ligeramente, logrando separarse unos centímetros más de él.
-"Suélteme, Kinomoto. Se acabo el juego. Usted es un maldito mujeriego" –dijo ella, con el ceño fruncido.
-"¿Porqué?" –le preguntó Touya en tono desafiante-. "Le gusta y a mi también, y no me niegue que no estaba disfrutando. Además, es esto lo que estaba buscando, ¿no?... Quizás no sea tan mala idea aceptar su propuesta."
No se había equivocado, pensó Tomoyo con tristeza, él la estaba usando.
-"Yo no tenia nada en mente para hacer con usted esta noche, no salí en su busca para seducirlo, Kinomoto" –respondió ella, furiosa-. "Salí a dar una vuelta porque no podía dormir, solo por eso. Encontrarme con usted a sido pura casualidad."
-"¿Porqué no podía dormir? ¿Le preocupaba que no firmara los papeles? ¿Por qué no me vuelve a besar otra vez, querida? Por supuesto, solo para engatusarme y asegurarse de que los firmare."
Tomoyo se sacudió enérgicamente y logro zafarse del todo del agarre del moreno, mientras lo miraba furiosa.
-"Lo único que quería era estar sola. Quería dejar de pensar en cosas que me recuerdan este lugar, deshacerme de mis fantasmas... pero en vez de librarme de ellos, encontré a uno peor, a usted."
Touya le dedico una sonrisa burlona, y se paso la mano por el cabello de forma automática.
-"¿Qué fantasmas? ¿La que la hacen huir a Tokio?"
-"Eso no es asunto suyo, Kinomoto. La cuestión es que usted no me interesa."
-"De eso no tengo duda, señorita, mi persona es algo sin importancia para usted. Sin embargo es un buen medio para conseguir su objetivo... Sí, creo que, en ese sentido, si le intereso... Dígame, señorita Daidouji, ¿cómo es que yo puedo ayudarla a ir a Tokio?"
El corazón de Tomoyo empezó a galopar deprisa. Estaba tratando con un hombre sumamente terco y orgulloso, que por nada del mundo cambiaria la imagen que ya se había pintado de ella, por más que ella tratara de hacerlo cambiar de opinión.
-"¿No me va a contestar? Esta bien, probemos con otra pregunta. ¿Porqué cada vez que pronuncia la palabra 'granja' o 'campo', sus ojos adquieren una expresión melancolica y llena de tristeza?"
Ella le lanzo una mirada significativa y furiosa.
-"Por hombres como usted es que no me gustan las granjas ni el campo, Kinomoto."
-"Usted no sabe que clase de hombre soy yo, ni me conoce."
-"Lo se perfectamente, y conozco lo suficiente para estar segura de lo que digo. Es la clase de hombres que trata a todos bajo sus ordenes y deseos, y exige que se lo obedezca sin rechistar, cree que su visión del mundo es la única existente y que nadie tiene derecho a mostrarse con una opinión diferente bajo sus narices."
-"Yo no soy para nada así, señorita –respondió Touya, con una sonrisa cínica y una mirada entre burlona y fría-. A pesar de que crea eso, yo no soy así. Me da la impresión que ese tipo de hombre que dice es el culpable de que tenga tantos fantasmas, ¿alguien le ha hecho mucho daño, no, señorita Daidouji?"
-"¿Y a usted eso que le importa?"
Touya la observo en silencio durante unos momentos.
-"Sí, es verdad, a mi que me importa su pasado –dijo él tajantemente-. Váyase a la cama, señorita Daidouji."
Ella lo miro con furia, si había algo que no soportaría de ese hombre es que le diera ordenes.
-"Y usted... usted, maldito cerdo... ¡Puede irse al infierno!" –dijo ella con falsa dulzura.
-"¿A hacerle compañía a sus otros fantasmas?" –pregunto él divertido ante las palabras de la chica, mientras arqueaba sus cejas con burla.
-"Sí, con todos los demás."
Al instante Tomoyo se dio la vuelta y lo dejo solo.
Touya suspiró profundamente, se cruzo de brazos y miro el cielo estrellado. Esa mujer no le daba más que problemas, como casi todas las mujeres atractivas e inteligentes que conocía.
Deseo tanto no haberla besado, no haberla tocado...
Había hecho y dicho cosas que no quería hacer. Había sentido cosas que no quería sentir.
O o o o o O
Se despertó oliendo pan recién hecho. El aire era tan fresco y puro como un arroyo de montaña.
El corazón le dio un vuelco al recordar los acontecimientos de la noche anterior. Se había comportado como una estúpida al salir al porche semidesnuda. Debió haberse metido a la casa tan pronto como se dio cuenta que él estaba ahí.
Sintió una primitiva necesidad de escapar, de alejarse de aquel hombre y su propiedad. Sin embargo, antes de marcharse, estaba decidida a asegurarse que Touya Kinomoto no le estropeara su futuro. No se marcharía sin los papeles firmados.
Se vistió apresuradamente, y se paro frente al espejo mientras se cepillaba sus largos cabellos.
-"¡Mierda!" –dijo furiosa mientras se acercaba aun más al espejo y veía como su cuello detrás de la oreja estaba entre un tono rojizo y morado. Touya Kinomoto la había marcado-. "Bestia..."
Acomodo su pelo de forma tal que no se notara la marca y se maquilló con esmero para ocultar el hecho de que apenas habia podido conciliar el sueño en toda la noche.
Aun maldiciendo mentalmente al moreno y la brutalidad por la que le había marcado el cuello, bajo las escaleras y fue directamente a la cocina, donde encontró a la señora Miyuki cocinando y Sakura sentada en la mesa, pero no había ni rastro de la 'bestia' con la que tenia que tratar. Sakura estaba sentada en una silla alta frente al desayunador mientras bostezaba exageradamente y untaba mermelada en una tostada. Miyuki estaba envolviendo galletas de canela en papel de aluminio para guardarlas en la alacena. Llevaba un impecable delantal a cuadros, un vestido recatado y su cano cabello en un perfecto moño en la nuca, y salvo por una pequeña mancha de harina en su mejilla, era la imagen perfecta de una abuela de campo.
Tomoyo le pregunto donde estaba Touya, y la a anciana le comento que había convencido a Touya de que se tomara la mañana libre y fuera a pescar el almuerzo al lago. La amatista estaba enfilando para la puerta cuando la dulce anciana la insto a que desayunase antes de salir a la búsqueda de su sobrino. Aceptando de buen grado la oferta de la señora se sentó en una silla enfrente de la ojiverde. Miyuki obligo a ambas a tomar una taza de té y panecillos recién horneados con mermelada.
-"Creo que eres lo suficientemente inteligente para lograr que mi hermano firme los papeles" –le dijo Sakura mientras comía desinteresadamente una galleta-. "Lo más seguro es que en este momento Touya este pensando una forma para lograr salirse de esta sin firmar los documentos."
-"¡Sakura!" –exclamo Miyuki en tono de desaprobación-. "Tu hermano nunca ha roto una promesa. Es muy injusto que hables así de él."
La ojiverde se metió una frutilla a la boca, y sencogio de hombrosmientras saboreaba la fruta lentamente.
-"No le gusta la idea de que me convierta en una profesional independiente, una mujer capaz de dirigir mi vida a mi peopio antojo. Quiere obligarme a que vaya a la universidad, y yo no quiero."
La anciana se puso las manos en la cadera y miro a la castaña con impaciencia y reproche.
-"Touya no quiere dirigir tu vida, Sakura. Lo único que quiere es que por lo menos pases un año en la universidad para que hagas el curso básico. Es todo."
-"Quiere que estudie economía o algo igual de aburrido. No le gustan las mujeres independientes que piensan por si mismas. Estoy segura que Tomoyo también se ha dado cuenta de eso, ¿verdad Tomoyo-san?"
Sakura miro a la morena con una mirada tan significativa y profunda, que por una momento Tomoyo temió que fuese capaz de leer el incidente de la noche anterior en su rostro.
-"¿Tu tuviste que ir a la universidad, Tomoyo-san?" –pregunto Sakura-. Allí no te enseñan a tener talento para las cosas. ¿No te parecer que el talento natural para una profesión es más importante que la educación?"
Tomoyo sacudió la cabeza.
-"Las dos cosas son muy importantes, Sakura. Yo siempre quise estudiar en la universidad... quería obtener mi diploma."
-"Pero yo no" –declaro la menor de los Kinomoto tajantemente, mirando fijamente el fondo de su taza de té-. "Las personas son diferentes, no todos somos iguales a pesar de las similitudes, ni tampoco cometemos los mismos errores... Touya ya debería haber aprendido eso."
Tomoyo sintió que esas palabras tenían más significado de lo que parecía. La mirada de la adolescente se había vuelto dura y distante, y por un momento creyó ver una profunda tristeza en sus brillantes ojos verdes.
-"Sakura, tu hermano quiero lo mejor para ti..."
-"Mmmmmm..."
La señora Miyuki suspiró resignada. Se sirvió una nueva taza de té y ofreció rellenar la de Tomoyo.
-"Llamare al taller mecánico tan pronto abran, veremos si pueden venir a revisar su auto, señorita Tomoyo" –dijo la anciana, cambiando de tema-. "Con un poco de suerte, tendrá el auto arreglado hoy mismo. Aunque la verdad, no lo sé... vi a Touya mirarlo esta mañana, y no pareció gustarle mucho lo que vio."
Tomoyo sonrió agradecida, pero no le paso desapercibida la expresión de preocupación que vio en los ojos castaños de la amable anciana. Se notaba que la anciana estaba muy preocupada por la adolescente.
-"En fin, creo que voy a ir a buscarlo para ver si me firma los papeles..." –declaro la amatista luego de agradecer el desayuno y doblar su servilleta.
Sakura miro a la amatista con una sonrisa radiante.
-"¿Sabes una cosa, Tomoyo-san? Que la agencia haya aceptado mis fotos es lo mejor que me ha pasado en la vida."
El orgullo y la gratitud que mostraba el rostro de la chica logro enternecer a Tomoyo. A pesar de ser un poco manipuladora y orgullosa Sakura amaba lo que hacia, y estaba segura que algun día llegaría a ser una fotógrafa famosa.
En ese momento Miyuki abrazo por los hombros a su sobrina, y le dio un beso en el cabello.
-"Cariño, espero que algún día te des cuenta que lo mejor que te pudo pasar en la vida es tener un hermano como Touya."
O o o o o O
Según las indicaciones de uno de los empleados del rancho el lago estaba a medio kilómetro al oste de los establos, se encontraba entre medio de un pequeño bosque y rodeado de flores rojas y violetas, dijo que lo encontraría de inmediato ya que era el único lugar donde crecía un cerezo gigantesco de hojas verdes y plateadas que resaltaba de los demás árboles por sus flores rozadas.
En su camino saludo a una docena de trabajadores que la saludaron amablemente con un educado "Buenos días, señora". Tomoyo suspiro resignada, se imaginaba que los trabajadores creían que era algún tipo de amiga de la familia o algo así, nada más distante de la realidad, ya que el dueño del lugar la odiaba.
El sol radiante brillaba en lo alto del cielo, y los pájaros cantaban contentos. Era un lugar hermoso. Aspiro profundamente, y sintió como sus pulmones se hinchaban de alegría ante la pureza del aire. El aroma de ese lugar la estaba volviendo loca, esa mezcla de heno, avena y tierra húmeda le hacia recordar cosas de un pasado enterrado y doloroso.
"Odio todo esto", pensó Tomoyo mientras saltaba una valla blanca que rodeaba la zona del ganado. "Es como si me echara en cara todo lo bueno que he dejado atrás. Siento melancolia de algo que no merece ser recordado, de algo que ya tendria que haber superado."
Tomoyo apretó la mandíbula y continuo cruzando los pastos en dirección a una arboleda.
Cuando avisto el cerezo que le habían comentado tenia los zapatos sucios de barro y hierba. Levanto la vista de sus zapatos nuevos arruinados y la enfoco en una figura recostada a cinco metros delante suyo.
Su objetivo estaba recostada bajo el sol, ligeramente apoyado en el tronco del llamativo árbol rozado, y con los ojos semicerrados. Estaba más que segura que la había visto de reojo o por lo menos oído, pero parecía que estaba decidida a ignorarla.
Lo observo con cuidado. Touya llevaba unas botas camperas marrones muy usadas, pantalones vaqueros y una camisa amarilla con los primeros tres botones desabrochadas y las mangas remangadas hasta los codos. Su cabello era tan negro que bajo la luz solar parecía tener destellos azules, y su piel brillaba como el bronce pulido bajo la sol de la mañana. Una de sus piernas estaba flexionada, y sus dos manos reposaban ahí con el extremo de la caña de pescar entre ellas. Sus ojos se abrieron con pereza y se concentraron en el movimiento del agua. Los musculosos contornos de su cuerpo parecían el estudio de unas líneas perfectas.
¡Maldición! Era tan guapo que casi hacia daño mirarlo. Tomoyo no dejaba de recordarse que eran tan arrogante y presuntuoso como guapo. Se detuvo a un par de pasos del cerezo y se aclaro la garganta. Touya ni hizo señas de haberla notado.
-"Tengo que hablar con usted, Kinomoto" –dijo ella con voz firme, mientras jugueteaba con uno de sus largos rizos.
Touya enrollo el sedal de la caña, examino el cebo y volvió a lanzarlo al agua.
-"La escucho."
Tomoyo enderezo los hombros y acorto la distancia que los separaba. Bajo el rostro para mirarlo, pero él parecía inmutable a su presencia.
-"Voy a volver a la ciudad tan pronto como me sea posible."
-"Me parece muy bien, señorita Daidouji" –dijo Touya asintiendo con la cabeza levemente.
Tomoyo abrió su cartera y saco los documentos que el moreno tenia que firmar.
-"Me facilitaría mucho las cosas si firmara estos documentos ahora, señor Kinomoto. Terminaríamos con este embrollo más rápido."
Touya la miro brevemente de reojo, y siguió inmutable.
-"¿Qué interés puedo tener yo en facilitarle el trabajo a usted, señorita Daidouji?"
Frustrada, Tomoyo sacudió la cabeza.
-"¿Le divierte ponerme las cosas tan difíciles?"
-"Usted no me ha hecho la vida especialmente más fácil, Daidouji."
-"Perdone, pero créame que no me he ofrecí de voluntaria a venir aquí. Mi jefa me asigno este trabajo y eso es todo. Además no olvide que fue su hermana la que envió los documentos falsificados y sus fotografías. Yo no tengo la culpa en todo este problema. En fin, creo que mientras antes demos por terminado esto, antes me podré marchar y dejarlo tranquilo."
-"Ya le dije que le enviare los documentos firmados por correo."
Tomoyo agito los papeles en su mano.
-"Ahórrese las estampillas, Kinomoto. Escuche, mi jefa esta muy enojada con este asunto. Si vuelvo con los documentos firmados se alegrara mucho de que el asunto se haya resuelto satisfactoriamente."
Touya volvió a lanzarle otra breve mirada.
-"Y así podrá seguir con su brillante carrera, ¿no? Si saca buenas notas en este asunto del calendario con su jefa, supondrá un gran lanzamiento para usted en el mundo de la publicidad, ¿verdad?"
Touya parecía tan desdeñoso que a Tomoyo dejo de importarle que de lo que la acusaba era la pura verdad.
-"Sí, más o menos. Y a usted, ¿qué más le da?"
Touya se encogió de hombros y sus músculos causaron intrincadas arrugas en su camisa.
-"La verdad es que no me importa para nada su vida. Sin embargo, eso demuestra cuanto le importan los granjeros de la zona a los que supuestamente va a ayudar con este proyecto. El calendario no va a servir de nada y usted lo sabe, Daidouji, y no le importa en lo más mínimo."
-"Para su información lo que le pase a la gente de este estado me importa, y mucho."
-"Entonces, ¿porqué quiere marcharse tan rápido de Tomoeda?"
Tomoyo hizo un gesto con las manos que indicaba su frustración con la situación.
-"Ay, señor, basta ya, ¿porqué le interesa tanto saber que es lo que me molesta de este lugar?"
-"Le repito que no me interesa nada que tenga que ver con su vida. Lo único que pasa es que no me gusta que se burlen de mí y muchos menos en mi cara. Me gusta la gente honesta."
Tomoyo respiro profundamente y cerro los ojos con fuerza.
-"Esta bien, como usted diga, Kinomoto. ¿Le importaría firmar estos papeles para que pueda irme y seguir con mi brillante carrera?"
Touya se encogió de hombres nuevamente.
-"Le he dicho que se los mandare por correo. No soporto que me presionen, ¿sabe? Y ya estoy bastante enojado de tener que participar de este proyecto comopara sguir escuchando sus tonterias, así que no me presione más. Es de muy mala educación."
-"¿Usted tiene el descaro de decirme maleducada después de lo que ha hecho usted anoche?"
Touya se volvió para mirarla. Por primera vez en aquella mañana, Tomoyo sintió la fuerza de su oscura mirada, y el desagrado que vio en ella era muy grande.
-"lamento mucho la situación de anoche –dijo él-. Puede que malinterpretase la situación, o puede que no. De cualquier forma, fue una equivocación que preferiría olvidar, y espero que usted haga lo mismo. En circunstancias normales, no suelo comportarme así. Al parecer y por desgracia, usted parece tener la capacidad de crear situaciones inusuales a mi alrededor."
Tomoyo lo miro con incredulidad.
-"¿Debo tomar sus palabras como una disculpa?"
Una sombra aun más oscura que sus ojos cubrió su mirada.
-"Sí es aquello lo que quiere deducir de mis palabras no se lo impediré."
Ella lo miro furiosa, tomo la caña de pescar con fuerza y la sacudió.
-"¡Eyy! ¿Qué hace, Daidouji?"
-"¿Sabe que es esto? Voy a decirle lo que es: un sedal con un gusano en un extremo."
Con mucho cuidado y deliberadamente, Touya dejo la caña de pescar en la hierba.
-"Anoche me llamo cerdo, y ahora soy un gusano. Al parecer estoy descendiendo en la escala del reino animal. Antes de que me llame ameba, me gustaría recordarle que usted la que me esta pidiendo un favor a mí, no a la inversa. Le sugiero que tenga más cuidado con lo que dice, Daidouji, esta es la segunda vez que me insulta, y no estoy seguro que haré en la tercera, así que no me provoque más. ¿Entendió?"
-"No me extraña que no pueda controlar a Sakura, es el hombre más..."
-"Deje a mi hermana en paz" –le ordenó él, poniéndose de pie de un salto, intentando intimidarla con su elevada estatura.
-"Es el hombre más insensible que conozco. No me sorprende que quiera alejarse de usted, es un patán." -continuo la publicista sin inmutarse.
-"Daidouji... deje de insultarme" –dijo Touya entre dientes mientras cerraba los ojos con fuerza, como intentando controlar algo en su interior más fuerte que él. Abrió los ojos de golpe, y Tomoyo vio unas chispas doradas en sus ojos que la dejaron helada. Su expresión era muy peligrosa-. "Deje a Sakura en paz, usted no tiene idea de nosotros."
Se quedaron mirando fijamente, desafiándose, durante unos tensos minutos.
-"Vuelva a la ciudad –dijo él por fin-. Ahora."
Touya metió las manos en el bolsillo trasero de su pantalón y saco unas llaves.
-"Tome el auto de Sakura, ella no lo necesita por ahora. No creo que el suyo vaya a arrancar inmediatamente. He echado un vistazo y necesita por lo menos unas cuantas horas de trabajo."
-"¿Qué? El mecánico va a venir a verlo y..."
-"Y le dirá lo mismo que le estoy diciendo yo. Vamos, tome el auto de mi hermana y váyase de aquí inmediatamente... antes de que nos haga más daño."
-"¿Daño? –repitió Tomoyo consternada-. ¿Qué daño les he causado yo? Lo único que he hecho es intentar..."
-" Primeramente no me gusta el ejemplo que le esta dando a mi hermana, y tampoco me gusta la forma como esta intentando manipularme. Y, en tercer lugar, no me gusta para nada su profesión, señorita Daidouji. La publicidad crea un mundo artificial para lograr sus objetivos, y lo hace tergiversando la realidad. A mí me gustan las cosas reales, autenticas. Por consiguiente, quiero que se vaya inmediatamente de mis tierras."
Tomoyo se puso derecha y lo miro a los ojos. Aquellas palabras le habían hecho más daño de lo que aparentaba, más de lo que ella creía, le habían llegado al corazón. ¿Qué derecho tenía para hablarle así?
Touya le temo una mano bruscamente y se la abrio, colocando sobre su palma las llaves del auto de Sakura.
-"Es el descapotable blanco" –le cerro la mano con fuerza y se la quedo sujetando para que no pudiera tirar las llaves-. "Uno de mis empleados tiene que ir a la ciudad la semana que viene. Él le llevara su auto y volverá con el de Sakura. Déjele su dirección y teléfono a mi tía."
Touya le soltó la mano. Tomoyo se quedo contemplando las llaves durante unos momentos antes de volver sus mirada hacia él.
-"No puedo llevarme el auto de Sakura, no estaría bien... se enojara y..."
-"El auto lo compre yo y esta a mi nombre, y seré yo quien decida aquí lo que esta bien o no respecto a el. Le enviare los papeles a la oficina tan pronto los firme, tal como se lo prometí. Ahora, váyase y no vuelva más, señorita Daidouji. Puede que crea que es bienvenida en mi casa, pero no se engañe, Miyuki es amable con todo el mundo y Sakura esta encantada de que este aquí porque eligió sus fotos, pero yo no me molestare en simular lo contrario, quiero que se vaya de mis casa en este mismo instante."
Tomoyo se sintió herida, enfadada y perpleja. ¿Qué le había hecho a ese hombre para que la tratara con tanta hostilidad?
Miyuki y el señor Yumeghi hablaban de Touya Kinomoto como si fuera un santo. Y a juzgar por las fotos que había visto en la sala de la casa, Usagui, la otra hermana de Touya parecía adorarlo. Sin embargo, Sakura pensaba que su hermano era un tirano, y Tomoyo estuvo de acuerdo con ella. Touya Kinomoto era un hombre que no toleraba a cierta clase de mujeres, y al parecer, ella era de esa clase. Aunque todavía no sabia que significara eso.
Mientras Touya la miraba fijamente y sin expresión alguna en el rostro, se arrepentía de haber sido tan brusco y grosero con ella, pero no tenia otra alternativa. La noche anterior aquella mujer había sacado lo peor que había en él, y había vuelto a hacerlo ahora. Y lo que era aun peor era que la presencia de la publicista había acrecentado la audacia de su hermana al momento de llevar a cabo sus trucos.
Esa misma mañana, antes de ir al lago a pescar, había echado un vistazo al auto de Tomoyo Daidouji e inmediatamente sintió nauseas ante lo que encontró. La bomba de agua había sido agujereada. No cabía dudas de que su hermana lo había hecho para retener a la amatista en el rancho y que así esta tuviera más oportunidades para presionarlo con el calendario.
Sin embargo, antes de conocer el ultimo delito de Sakura, la mujer ya lo había puesto nervioso y furioso. Había irrumpido su vida con esa ridícula idea del calendario, le había hecho salir en los periódicos y ahora había ayudado a que su relación con Sakura se complicara más.
Aun recordaba lo que sintió cuando la vio por primera vez, y también lo que le hizo recordar. No solo supo que le traería problemas, sino que reviviria situaciones que ya habpia vivido seis años atras y que no estaba dispuesto a volverlas a pasar...
Inmediatamente eso lo puso en guardia. Le hizo recordar cosas muy dolorosas, cosas que él no pudo evitar... Daidouji era tan parecida a ella, y a la vez tan distinta...
"Bunny..."
Le hizo acordar tanto a su hermana, tanto, que con solo mirarla sentia como si corazón se volvía a romper... Era como si ella se hubiera levantado de la tumba para reclamarle, para culparlo de lo sucedido y recriminarle no haberla cuidado como le prometió...
(FlashBack
-"Onii-chan, ti siempre estarás con nostras para protegernos... ¿verdad?" –pregunto una jovencita de quince años de enormes ojos azules con lagrimas en los ojos.
-"Por supuesto que si, Bunny. Tu y Sakura son lo más importante que tengo" –dijo un Touya de veinte años con una dulce sonrisa mientras abrazaba a su hermana menor-. "Te prometo que no dejare que nada malo te pase, Bunny."
-"Te quiero mucho, hermanito. Sos el mejor hermano del mundo" –dijo la adolescente con una gran sonrisa, mientras lo abrazaba con fuerza, cuando el chico daba vueltas con ella en el patio de su casa.
-"Señor Kinomoto, lamento tener que darle esta noticia tan triste." –dijo un agente de policía-. "La señorita Usagui Kinomoto, su hermana... falleció. Aun no se sabe las circunstancias exactas que llevaron a su muerte, pero se cree que fue asesinada por su novio, un traficante de drogas al que al parecer le debia dinero... Se que es dificil, señor, pero necesitamos que alguien reconozca el cuerpo..."
-"¡Hermano! –una hermosa jovencita de largo cabello azabache se lanzaba a los brazos de un hombre alto y moreno-. "El profesor Ishida me ha conseguido una beca en una academia de artes muy importante de Tokio... –la chica le sonrió feliz-. Podré ser actriz, Touya, seré una gran actriz, te lo proemto hermano, te sentirás orgulloso de mí..."
"Su hermana ... falleció"
"Te prometo que no dejare que nada malo te pase, Bunny."
"Te quiero mucho, hermanito. Sos el mejor hermano del mundo"
"Su hermana ... falleció"
"Te prometo que no dejare que nada malo te pase, Bunny."
"...esta muerta, la asesinaron."
Fin del FlashBack)
Eran recuerdos demasiado dolorosos, recuerdos que todavía le dolían y que siempre lo atormentarían. Le había prometido a su padre cuidar de sus hermanas con su vida, y no pudo, no pudo... Le prometió a Bunny no dejaría que algo malo le volviera a pasar... y ella, murió. La asesinaron y él no estuvo ahí para salvarla.
No iba a permitirse hacer el mismo error con Sakura, ella era lo único que le quedaba y no iba a permitir que algo malo le ocurriese. Tenia que protegerla, por horrible que le pareciera a su hermana o a esa mujer, él no dejaría que algo le sucediera. Sakura, era su niña, y no permitiria que le quitasen lo unico que tenia en el mundo.
-"Vamos, márchese de una bendita vez, Daidouji. No la quiero ver más en mis tierras" –dijo él con expresión impasible, mientras se daba la vuelta y volvia a tomar la caña de pescar.
Continuara...
Nota Loca de la Autora:
Hola a todos! Cómo les va? Después de tiempo vuelvo con un nuevo capítulo de este fic, jejeje espero no haberme tardado tanto como las otras veces.
Sin duda este ha sido un capítulo mmm... interesante. Y no lo digo solo por la escenita T&T del principio, sino por el final... ¿raro, eh? No sé como quedo el flash back por que la verdad no me decidía bien como ponerlo, así que me termino quedando lo que me vino en mente. Ya se sabe un poco que es lo que hace a Touya ser tan así con Sakura, tiene sus motivos ¿no creen, y creo que se puede comprender un poco que le pasa a Touya con Sakura y porque le molesta tanto la prescencia de Tomoyo, le recuerda demasiado a Usagui. Ya veremos que pasara cuando Tomoyo se entere sobre el paradero de la otra hermana Kinomoto... Y que pasara con Sakura, ¿eh?... esta chica cada vez esta peor, mira que estropear el auto de Tomoyo a propósito, esta medio lokita o que? XD
En el próximo capítulo Tomoyo vuelve a la ciudad (quien no lo haría después de cómo la trato Touya¬¬), y se encuentra con nuevas ordenes de su jefa, un encargo que no esta segura poder conseguir... jejeje ya veremos que pasa, pero les aviso que cada vez se esta acercando más al nudo de esta historia.
Pues, ahora... bueno no se si esta bien o no lo que voy a hacer, pero ya veremos que sucede. Les comento que no estoy del toda segura cuando podré volver actualizar, ya que antes quiero subir unos capítulos de otros de mis fics, y he leído en varios de sus mails y reviews que les ha gustado mucho el fic porque es de los pocos que es protagonizado por esta parejita, bueno yo les quería recomendar un fic que recién acabo de leer y que la verdad me ha encantado, aun no esta terminado pero promete ser uno muy buen fanfiction. Todavía no he hablado con la autora, pero espero que no se enoje por promocionar su historia en esta nota, pero me ha parecido que muchos de ustedes deberían leerla si no lo han hecho. Espero Isis que no te ofendas con esto... Bueno amigos, les recomienda esta obra creada por una nueva amiga y una fiel lectora, Isis Temptation, llamada "Acuarela", para aquellos que les interese pueden encontrar el link en mis historias favoritas. Y de paso aprovecho para felicitarte I-cha, tu fic me ha encantado!
Les deseo mis mejores deseos y les mando muchos besos de chocolate! Cuídense mucho! Y les agradesco de todo corazón su reviews! me encantaron! GRACIASSSS!
Att. Lady Verónica Black.-
"Que la magia los acompañe, las estrellas guíen su camino, pero más que nada griten a todo pulmón: ¡¡Viva Xiao Lang Li, Eriol Hiragizawa, Harry Potter y Los Merodeadores (salvo la rata apestosa ¬¬); Los hombres más lindos y sexys que hay!"
¡¡DEJEN REVIEWS, PORFISS…!
