Secretos de Amor

Capítulo 2: Aclarándonos

No quiero, me niego, no estoy dispuesta a hacerlo pero... he estado evitándolo durante todo este tiempo pero a la vez se que así podría tenerlo conmigo siempre... arggg Kami, estoy demasiado confundida. Lo quiero, pero a la vez...

"Hey Akane, si no es en las artes marciales me puedes explicar en que te entrena la tipa esa"- en ese momento me giré a ver a Ranma que caminaba a mi lado sobre la cerca, parecía preocupado, pero podía ver en sus ojos ese brillo de curiosidad asomándole, en lo muy profundo de su ser, y a pesar de las locuras que se presentan cada día a nuestra puerta sé que le gusta intentar controlar todo, cada vez que un nuevo personaje excéntrico entra en nuestras vidas él evalúa todo lo posible para dominar la situación. Pero estaba segura que no podría ser así con Galatea, el motivo, fácil, que a pesar de llevar ya un año de convivencia había algo que yo le había escondido, una parte mía que mantuve oculta desde su llegada, suspiré antes de explicar con calma

"Fui elegida hace unos años para ser una sacerdotisa de Afrodita, si bien accedí por las técnicas de lucha descubrí que hay muchas otras cosas mucho más importantes, como Galatea me explicó, no importa que yo pertenezca a otra religión, el culto de Afrodita es algo primordial oculto en todas las religiones de una forma u otra"- pude sentir su mirada sobre mí, sorprendido. Supuse que estaría intentando encajar mi imagen como una futura sacerdotisa de la diosa de la femineidad, la sensualidad y el amor, lo cual no encajaba en absoluto con la imagen que en el último tiempo había mostrado. Pero como siempre Ranma es una caja de sorpresas

"Y que diosa es esa?"- retiro lo dicho, es un idiota...

"Por momentos olvidaba con quien estaba hablando, Ranma eres un idiota"- y no tengo ningún obstáculo en decírselo.

Antes de que tenga posibilidad de replicar siquiera entro rápido a la escuela, agradeciendo a todos los dioses posibles el hecho de que no hubiera entendido nada de lo que le dije

Siempre supe que ese momento llegaría algún día, desde que Ranma había llegado me había comportado de la manera más instintiva y violenta posible para llevarme mal con él, como futura sacerdotisa de la diosa del amor me pareció un insulto que me impusieran un matrimonio por conveniencia, eso iba en contra de todo lo que yo representaba! Pero a la vez, no se en que momento había caído, Eros me había traspasado con su flecha y en mi corazón comenzaron a surgir sentimientos por aquel a quien me había obligado a odiar, así comenzó un extraño juego en el que yo ocultaba mis habilidades para que no se enamorara de mí, pero a la vez deseaba que eso ocurriera con todas mis fuerzas, esperando que a pesar de todo él se enamorara de mí, así no me sentiría culpable

Pero es que acaso ¿Creen que todos esos tipos me perseguían por nada antes de que me comprometieran? Si bien yo no hacía nada por provocarlo, como bien me había explicado Galatea era lo normal en una sacerdotisa, al parecer era nuestra naturaleza atraer a los hombres, por mucho que intentáramos evitarlo, y vaya que yo lo había hecho, especialmente con Ranma. Me había autoconvencido que era un fenómeno pervertido, prepotente y egocéntrico, y a pesar de todo había caído, me pregunté que opinión despertaría lo ocurrido en mi tutora, pero no había dudas de que de seguro me tocaría un buen sermón

Afortunadamente el día continuó tranquilo, o lo que se le puede llamar así en nuestras vidas, a la hora del almuerzo llegó Shampoo con su bicicleta y ramen, y comenzó a pelear con Ukyou por la preparación de cual de las dos comería hoy Ranma, mientras este se escapada de ambas mientras discutían, las dejé continuar entretenidas con lo suyo para dedicarme a comer con mis amigas mientras meditaba como podría cambiar mi vida de ahora en adelante

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Ranma llegó a casa por demás de extrañado, aún tenía en la cabeza lo que había leído durante el almuerzo en la biblioteca, sí, por increíble que pareciera había descubierto que había una biblioteca en la escuela¿quién lo hubiera dicho? Le agradecería a Daisuke por la información la próxima vez que lo viera. De todas forma estaba seguro que en aquel momento la tal Galatea estaría riéndose con ganas de él ¿habían intentado hacerle creer que Akane podría ser una sacerdotisa de la diosa del amor y la belleza? Fhe! Eso era ridículo, no iba a ser tan tonto como para creerse ese cuento

Podría haberlo creído de Shampoo, incluso de Ukyou, pero de Akane? Kami, Akane no tenía en lo absoluto el aspecto de una mujer criada y entrenada para satisfacer todos los placeres de un hombre, y eso es exactamente lo que había leído de las sacerdotisas de Afrodita. Y además... él... él no quería que se transformara en eso, era el fuerte carácter de Akane lo que la hacía especial, siempre arisca, sabiendo a la perfección cuando ponerle un límite. Akane era única y no quería que eso cambiara, no soportaría a otra prometida como Shampoo o Ukyou, por muy amigo que fuera de esta última, había momentos en los que...

Finalmente llegó a casa, Akane se había quedado con algunas amigas comprando algunos libros que les habían pedido en aquella primer semana de clases, además de que tenía la impresión de que intentaba retrasar todo lo posible el encuentro con su maestra. Pero Ranma no tuvo tanta suerte, lo primer que había visto al llegar a la casa fue a la joven mujer de largos cabellos enrulados, en verdad parecía otra persona, había cambiado el atrevido vestido por unos anchos pantalones deportivos, y un sweater varios talles más grandes que correspondiente, con el cabello en una alta coleta, parecía imposible que pudiera llevar un vestido tan sugerente como el anterior, ni encajaba en lo absoluto con lo leído en aquel libro

"Hola de nuevo Ranma- lo saludó sonriente- ¿Akane no vino contigo?"

"Se quedó comprando unos libros con sus compañeras, le pedí que de paso compre los míos"- contestó sorprendido

"La muy cobarde"- suspiró la mujer alcanzándole una taza de té- "Lo hace porque aún está insegura de que hacer"- el chico la miró sorprendido- "Ranma, como prometido de Akane ¿qué opinas de todo esto? Al fin y al cabo, tu acabas de enterarte"

"No lo sé, es decisión de esa tonta hacer lo que quiera con su vida- se defendió como lo hacía normalmente a cualquiera que aludiera a su compromiso con la menor de las Tendo, pero no contó con aquellos ojos dorados que lo miraban sin descanso, como buscando algo en su interior, se sintió desnudo, y finalmente suspiró resignado- no lo sé, no me gustaría que ella cambiara, Akane es Akane, con sus insultos, sus arranques y ese mazo que saca de quien sabe donde, pero también sabe escuchar, y estuvo a mi lado siempre que necesité ayuda, me deja ser libre, no intenta atarme como las otras"

"Y por que tendría que cambiar eso?"

"Pues... no es eso lo que hacen las sacerdotisas de Afrodita? Seducir a los hombres y cumplir todos sus placeres?"- la preocupada voz del joven contrastó con la incontrolable carcajada de Galatea

"Ranma ¿puedes imaginar a Akane como una mujer sumisa y empalagosa?- preguntó la sacerdotisa, el chico negó con la cabeza- entonces te parece que aceptaría entrenar para algo que va contra su naturaleza? Si bien tengo entendido que Akane tiene para contigo una actitud algo..mmm... agresiva... por decirlo de alguna forma, y creo que eso se debe a ese estúpido compromiso"- Ranma la contempló culpable, él había hecho exactamente lo mismo- " Has visto a Akane tratar a otros como lo hace contigo?- volvió a negar con la cabeza- y te gustaría que Akane te tratara como al resto?"

"Supongo que no estaría mal, estoy algo cansado, su mazo pega duro"- aceptó con una sonrisa sobándose la cabeza

"Un mazo?- repitió la morena- una de las nuestras con un mazo, por todos los dioses del Olimpo! Esa niña está fuera de control, lo correcto hubiera sido una lanza, incluso aceptaría de buen grado una espada, pero un mazo...- se lamentó la maestra mientras Ranma la contemplaba horrorizado, Akane y espada no eran dos ideas que le agradaran juntas, mucho menos si ella estaba furiosa y él era la causa de esa furia- no termino de entender que es lo que pasa por la mente de esa niña, de todas formas... no te preocupes, Akane es Akane y no va a dejar de serlo por un entrenamiento, solo que le obligaré a mostrarte su verdadera cara, algo que la tiene aterrorizada"

"Como? Por qué Akane podría tener miedo de mí?"- preguntó desconcertado

"Ella no tiene miedo de ti Ranma, lo que teme realmente es que te enamores de ella"- sin más se puso de pie, mientras un confundido adolescente permanecía petrificado intentando comprender el significado de aquellas palabras

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Suspiré resignada esperando a Akane, teníamos varias cosas que discutir, y la niña había preferido salir con sus amigas, como si no supiera que solo retraza lo inevitable, aunque había tenido su lado positivo, mi pequeña conversación con Ranma había dejado varías cosas en claro. Sería muy divertido ver como el rudo artista marcial se ablandaría poco a poco.

No había conseguido mi lugar como una de las principales sacerdotisas de la orden de Afrodita por nada, y una cosa era segura, a Ranma Saotome le brillaban los ojos al referirse a Akane, y eso en todos los universos posibles solo podía significar una cosa. Me pregunté que opinaría Akane al respecto, y que sentiría por su prometido, pero si mi discípula había logrado que surja ese brillo en los ojos del chico comportándose en forma irracional ¿qué ocurriría con Ranma cuando ella se comportara como una sacerdotisa? Akane había hecho muy bien intentando ocultar su identidad a su prometido si lo que quería era sacárselo de encima, pero... sí, muchas cosas habían cambiado en el último tiempo, me pregunté que ocurriría una vez que Akane fuera iniciada ¿podría ella ver lo mismo que yo?

"Hola ya llegué"- oí la voz conocida sacándome de mis cavilaciones, fui hasta la sala, donde se encontraba hablando animadamente con Kasumi

"Tienes tres minutos para cambiarte y estar en el dojo" advertí con seriedad antes de encaminarme al lugar, con calma me senté en posición de loto intentando poner mi cuerpo en armonía con el que por un tiempo sería mi nuevo hogar- "llegas treinta segundos tarde"- indiqué abriendo los ojos cuando oí el ruido de la puerta

"Lo siento sensei"- pidió sentándose frente a mí en la misma postura

"Conoces las reglas- indiqué con tono severo- por cada segundo de retrazo, un minuto más de meditación, y personalmente creo que lo necesitas bastante"- Akane me miró con expresión dolida, pero sabía que ahora más que nunca debía ser inflexible, tenía que tomar ahora la decisión de su vida y no iba permitir tomárnoslo a la ligera- "meditaremos nuestra hora diaria más la media hora de castigo- le indiqué con suavidad- después tendremos una larga charla, utiliza este tiempo para buscar en tu corazón Akane, ahí está la respuesta"- sin más cerré los ojos comenzando mientras sentía mi cuerpo separarse de mi alma mientras pedía a los dioses la sabiduría necesaria para afrontar este nuevo reto

Cuando abrí los ojos hora y media después comencé a entrever a la joven discípula que había dejado dos años antes, aún estaba allí, despertando nuevamente después de su letargo. Akane me observaba con seriedad clavando sus ojos en los míos

"Seré una sacerdotisa de Afrodita"- me indicó- "y me comportaré como tal, no voy a dejar mi entrenamiento, estoy preparada para asumir las consecuencias, pase lo que pase"

"No esperaba menos de ti- indique con una sonrisa- además no puede ser tan malo ¿o es que acaso te molestaría que Ranma se enamorara de ti?"

"Galatea yo... no soy lo suficientemente buena para él"- murmuró bajando la cabeza apenada- "Tendrías que ver a Shampoo y a Ukyou son realmente preciosas, mucho mejores luchadoras que yo, y además cocinan mucho mejor... desde que te fuiste- pude ver como se mordía el labio avergonzada- desde que te fuiste yo no pude preparar ningún plato decente, digamos que mis ideas de mezclar la comida tradicional japonesa y las recetas sagradas termina siempre en una indigestión para Ranma, y nunca pude conseguir todos los ingredientes para preparar lo que me enseñaste"

"Eso es lo de menos, el problema es que no sabes donde buscar, mañana mismo iremos al centro de Tokio por una ración de hierbas y condimentos para ambas, y en cuanto al resto, no creo que sea un problema para ti. La pregunta es ¿qué es lo que sientes por él Akane?"- pude ver sus mejillas teñirse de rojo furioso

"Yo..yo..."

"Déjalo, ya entendí todo- comenté sonriendo- sucedió lo que tanto temías cierto?"

"No, yo temí que él se enamorara de mí, pero jamás paso por mi cabeza el poder enamorarme"- no pude evitar estallar en una carcajada, sin duda lo de esos dos era un caso serio

"Cree lo que quieras pequeña- le indiqué entre risas- de todas formas será divertido ver que ocurre en esa relación"

"dudo tener siquiera alguna posibilidad con Ranma"

"Cuando seas una sacerdotisa, dudo que tu arisco prometido pueda resistir durante mucho tiempo"- aseguré divertida, sin dudas la situación prometía

Holitas a todos! ya estoy de regreso, con un capi bastante ligth, para conocer los pensamientos de los protagonistas, pero lo divertido está aún por llegar. Cambiando un poco de tema Cartoon network nos dió una buena sorpresa transmitiendo la serie, aunque en un horario bastante molesto ( 1:50 am.) pero al menos podemos volver a verla y con los openings originales, aunque con la canción en español :S. Supongo que eligieron este horario por la cantidad de dobles sentidos de la serie, cosa que va totalmente en contra de la política del canal, a decir verdad era donde menos esperaba poder volver a verla, pero vamos no me quejo... más bien todo lo contrario P

Espero que les guste a todos el nuevo capi y dejen su review con comentarios críticas y demás, prometo en cuanto tenga un poco de tiempo contestarlos. Mil gracias por sus reviews a : Daniela, mikky-chan,3-CiNdY-3, Shakka DV, Jade Saotome K., y anna kiohyama Itzia-Hime, Arima Soichiro JI. Gracias por su entusiasmo y las pilas que me dieron, espero que disfruten del nuevo capi