Ya Se Quien Eres Tú

Luego de que Okita le propusiera matrimonio ella estaba tan feliz que iluminaba en sus ojos mucho agradecimiento y ternura. Con la corona de flores y el compromiso entre ellos dos pasaron su primera noche juntos como esposos. Aunque Chizuru se había olvidado de algo.

Chizuru estaba en las nubes desde la mañana. Guardo la corona de flores y la pulsera en un lugar donde no se marchitaran o fueran aplastadas fermentados por ella misma. Ya acabando la comida que ella había preparado se puso a lavar los platos. ‒ Nee, Chizuru. ‒ Souji se encontraba sentando en la mesa con la mano en la cara.

‒ ¿Si? ‒ Ella volteo alegremente con una sonrisa risueña. ‒ ¿No se te olvida algo? ‒ Esto le daba risa a Souji levantando las cejas. ‒ ¿Que estamos casados? ¡Claro que no! ¿Porque me olvidaría de algo tan bello? ‒ Se había pellizcado las orejas para ver si soñaba, pero no, era la realidad más linda que ella había tenido. ‒ ¿Además de eso? ‒ Ante la pregunta de Souji ella estuvo pensativa cuando le propuso matrimonio. ‒ Ah… ‒ Si, se había olvidado de la parte "un poco más egoísta y hacer lo que deseo". ‒ Si. Se me había olvidado ese… detalle… ‒ Tenía que ser honesta si o si porque Souji la conocía tan bien como para saber si mentía o no.

‒ Bueno. No eso no importa. ‒ Agarro las manos de Chizuru presionando la espalda de su esposa ligeramente. Mirando sus manos las acariciaba con afecto. Ella estaba tan avergonzada que quería meterse en un agujero. ‒ Las tienes frías. Igual que las veces que me rescataste usando tu propia sangre en aquellos días. ‒ Souji no evitaba sentir culpa por dejar que Chizuru derramara sus propias heridas con su Kodachi para calmarlo. Él desesperadamente uso la Ochimizu para seguir peleando, pero le costó muy caro el bienestar de está pequeña mujer que nunca lo dejo solo ni un segundo. ‒ Souji-san… ‒ A ella no le molestaba en lo absoluto en hacerlo. Para Chizuru si eso significa curarlo entonces no pasaba nada. Se las arreglo para besarlo en la mejilla suavemente. ‒ T-Te advierto que no tengo experiencia en esto y no se que hacer- Esto, yo, bueno-

Se interrumpía ella misma ya que a esté punto era demasiado vergonzoso para ella. ‒ Tampoco es que experiencia alguna. Por supuesto que nunca lo hice. ‒

‒ ¡¿Eh?! Ah, claro, estaba más centrado en el Tennin Rishin Ryu, Shinsengumi y en Kondou-san como para hacerlo. ‒ Tal revelación le calmaba.

‒ Me dieron unas ofertas sin saber que eran, pero cuando me di cuenta deje ese asunto fluir. Tampoco deje que otras personas como el trió de idiotas se dieran cuenta. ‒ Se imaginaba perfectamente a Heisuke, Shinpachi y Sano descubriendo que Souji era virgen. ‒ Eso no me importo… Hasta ahora. ‒ Lamiendo su oreja luego besuqueando su cuello pasaba su nariz como una caricia más. La reacción de Chizuru fue inmediata sonrojándose y gimiendo. Souji la agarró en sus brazos. ‒ Te resfriaras. No es un buen lugar para nuestra primera vez. ‒ Estando afuera no era una opción. Llevandola al cuarto y futon se divertía acariciando y mirando como se retorcía e reaccionaba diferente. ‒ Seré gentil. ¿Y tú? ‒ Lo que de verdad preguntaba es que si ella estaba bien. Ella le contesto desnudando el pecho de Souji de su Yukata y luego un beso apasionado e humeante como respuesta.

Los dos no tenían prisa alguna. Souji se centro en quitarle tranquilamente el Obi. Chizuru puso sus manos en acariciar el cabello de su esposo. Justamente en donde tenía el peinado de Kondou-san. ‒ Ah… Ah ~ Me conoces tan bien. Más y más me enamoro de ti. ‒ Revelando el pecho de Chizuru sacando su Yutaka sus besos bajaron desde el cuello al pecho. Incluso en la mandíbula. Lo hacía tan delicadamente que Chizuru lo disfrutaba. Gimiendo satisfacción y con una cara erótica ella abrió sus piernas en plan de aprobación que abrazaba las caderas de Souji.

Él estaba nervioso, pero no impedía a darle un pequeño pellizco en el pezón. ‒ ¡Ah! ‒ La éxtasis de Chizuru estaba saliendo dependiendo de como Souji le pellizcaba. Su mano izquierda en el pezón y la derecha lamiendo. Con su respiración agitada esperaba un momento justo para hablar. ‒ Souji… A-Abajo… ‒ Uso su mano para guiarle. Souji miro sorprendido por la cantidad que salía.

Ya había escuchado gráficamente de como hacerlo en el Shie Kan y en el Shinsengumi, pero hacerlo era una cosa. Se lo que debo hacer, pero… Interrumpido en sus pensamientos Chizuru le dio un beso en la oreja, mejilla y labios al punto de la insistencia e calidez que ella es. Dándole una tierna sonrisa y unos gentiles como la miel le dio una oportunidad a ello.

Chizuru se sintió liberada al sentir que su parte inferior se liberaba en los ágiles dedos de Souji. Ella puso sus manos en el futon con las piernas abiertas. La visión sudada e pervetida de Chizuru era chispeante ante los ojos de Souji. ‒ Ah ~. ¡Hmm! Ah, ah… ~ ‒ Su voz la quería contener, pero con lo bien que se sentía incluso más adentro le era imposible. Souji acerco su cara teniendo sus ojos fijos en ella. ‒ ¿Soy yo o estas conteniendo tu voz? ‒ La pregunta era tan sensual que el cuerpo de Chizuru se agitaba e sudaba con los dedos que iban más adentro. ‒ Solamente soy yo quien te escucha. ‒

‒ N-N-No es que me contenga… Es que… no quisiera escucharla. Mi voz está… tan rara. ‒ Tartamudeando en una posición en donde quería cubrirse los ojos. ‒ ¿Rara? Más bien dulce y linda voz es la que haces. ‒

‒ ¡Ah! ¡Ahh! ¿Eh? ‒

Ya liberada del éxtasis Souji le pidió algo más vergonzoso. Que lo tocara también. Sin hacer pregunta ella se sentó. Con las manos temblorosas y su cabeza mareada, pero a la vez divertida, de Chizuru quitaba toda la prenda de Souji como pudo. ‒ He oído de como hacerlo en los libros, p-pero hacerlo con Souji-san es… ‒ Primero pellizco ligeramente su pecho y la otra mano bajo del abdomen a la parte inferior. Pero Souji retrocedía cuando ella intentaba hacerlo. La cara de Souji estaba sonrojada hasta las orejas y estaba más nervioso que Chizuru. Ella con sus dos manos escalo el pecho de su esposo y le pregunto suavemente. ‒ ¿Exactamente… que debería hacer? ‒ Souji dio un vistazo y evitaba su mirada porque "más arriba" era imposible.

Sin esperar una respuesta sin pensarlo lo lamió. ‒ ¡¿Hmm?! ‒ Esta vez el que contenía su voz era Souji con los puños apretados con las sabanas y Yutaka entremezclado. Sentía hasta sus dientes y sus suaves caricias eran más y más estimulantes. ‒ ¡C-Chizuru…! ‒ Temblando ligeramente ante su gemido la lengua no solo se limitaba a "esa parte" sino a sus muslos dejándole marcas por todo el lugar. ‒ ¡Hmm! ¡¿A-Ah?! ‒ Al no soportar más libero toda su éxtasis. Lo que no esperaba era que Chizuru se lo tragara y lamiera. ‒ ¿Que haces? ‒

‒ Pensé que querías que lo hiciera. ‒

‒ Tú… ¿Te lo tragaste? ‒

‒ Es tuyo. Obvio me lo trago. ‒

De no creerse recostó su cabeza por un segundo y paso palma en la frente. ‒ No lo sabía. Eres incluso más sádica que yo. ‒ Sintió un punzada de culpa al dejar que ella viera tal escena vergonzosa. ‒ Bueno. No voy a discutir sobre la palabra "sádico", ¿pero te disgusto que lo hiciera? ‒ Chizuru no tenía malas intenciones, pero parecía estar ebria de lujuria que de alcohol y Sake. ‒ ¡Whoa! ‒

Souji brincando guiándola acostado a Chizuru en el futon. ‒ Nee, Chizuru. ¿Me detendrás? ‒ Souji observo cada cosa que Chizuru reaccionaba. Pero estaba tan a su limite que pensar le iba a marear más si no lo hacía. ‒ No. Está bien. Puedes meterla. ‒ Chizuru abrió más sus piernas para que el tuviera más acceso y agarro sobre sus hombros con lo bien que sentía, pero a la vez doloroso que dejo salir una lagrima en el rabillo. ‒ ¿Chizuru? ‒ Estaba preocupado por ella regresando un poco a sus sentidos. Estaba igual de apretado e hirviendo en el interior de ella. ‒ M-M-Mas. Adentrare más, por favor. ‒ Con una petición tan sensual no podía negar. Yendo a lo más profundo de ella mordía su hombro e cuello. Chizuru hizo una mueca y seña para que él agitara sus caderas. Él lo capto enseguida bajo un humeante beso acalorado.

Los recuerdos e paralelismo se sentía por cada vez que se movía. Esto era cien veces mejor que chupar o lamer sangre.

Mi cuerpo ya no necesita sangre, pero mi corazón te pertenece.

‒ Souji-san. ‒ La velocidad aumentaba por sincronización de ellos dos y las veces que le decía su nombre. Llegaron hasta el limite cuando Souji sintió un gran cansancio en su ser. Besando su hombro y recostándose en el pecho de Chizuru en ligeras lagrimas. Él cayó en un sueño profundo.

En aquél sueño eran recuerdos suyos. En la era del Roushingumi y cuando Serizawa estaba al comando estaba en un punto de quiebre y no veía más que matanza. No estaban Kondou-san, ni Hijikata, ni nadie. Solo oscuridad en los cuarteles. Pero sintio una ligera luz en sus ojos. Sus manos que parecías estar manchadas de sangre se limpiaban con aquella pequeña tierna luz.

Quiero que hagas lo correcto. Yo no me iré. Si realmente vas a seguir con toda esto, entonces por mi está bien que me asesines. ‒

No. No era en el Shien Kan, el Roushingumi o el Shinsengumi. Está era la escena en donde Chizuru fue a por todas para detenerlo. En ese momento donde él se preguntaba a sí mismo. ‒ Me preguntaba el porque no podía moverme, pero ahora lo se. Más que el deseo de no ser odiado, era porque el amor y auto-sacrificio que ella me daba era lo que me impedía hacerlo. Sin duda esto era… Sin duda amor. ‒ En aquella era solamente era un arma, pero en el momento en el que conoció a Yukimura Chizuru se divertía con ella, pero a la vez se dejaba ser débil delante suyo y más por la muerte de Kondou-san.

Levemente se despertaba por la luz del sol. Ya era casi mediodía. ‒ ¿Hm? ‒ Ahí estaba el mal habito de Chizuru. Dormir, pero sentada en rodillas mientras que Souji estaba dormido. Incluso sin una manta para taparla, incluso si era Mayo no era necesario tales cosas. Más de una vez pasaba incluso antes de su relación. Eran suaves sus piernas, pero era doloroso para su espalda. El sonrió malvadamente cuando recordó la noche pasada y decidió darle una pequeña venganza para ver si estaba muy dormida. Al darle unos ligeros pellizco y manoseando sus pechos ella de mala gana se despertaba. ‒ Ah… ¡A-A-Ah! ‒ Rápidamente se tapo su pecho con su Haori purpura favorito. ‒ Buenos días. Chi-zu-ru. ‒

‒ Ya de mañana y estas de- ¡Agh! ‒ Por la noche de ayer sus caderas y su cuerpo estaban agotados y un poco adolorida. ‒ ¿Te sentís bien? Creo que me pase un poco de la raya. ‒ De juguetón a serio su humor dependía de como estaba su querida esposa. ‒ E-Estoy bien. E-E-Esto será temporal. Es algo n-normal. ‒ Sonrojada como un tomate por la noche anterior y tartamudeando no podía ver a Souji a los ojos.

‒ ¿Ehh? ¿No será que me evitas por haberme lamido, tragado y jugando conmigo? Bueno, ahí adentro estaba hirviendo y apretado. Lo disfrutabas tanto-

‒ ¡Ya! ¡Souji-san, que malo eres! ‒ Tapo la boca de Souji con ambas manos para que no hablara. ‒ ¡Kyaa! ‒ Aunque Souji le lamia las manos con su lengua. ‒ Con estas manos fue donde fuiste más allá. ‒ Ya ni sabia si estaba serio, preocupado, juguetón o malo. Pero lo que sintió anoche era pasión y anhelo. ‒ Será mejor que te recuestes. ‒

‒ ¿Eh? Normalmente me pedirías que me despierte por lo aburrido que te pones. ‒

‒ Traeré un pequeño barreño para limpiarte. ‒ El se vestía de nuevo con el Yukata que el tenía anoche. ‒ N-No es necesario. Puedo hacerlo yo-

‒ Si no quieres que cuente en vos alta las cosas vergonzosas que hiciste ayer entonces se una buena mujer y esperame. ‒

‒ ¡Te daré buena mujer! ‒ Lanzo una almohada para darle, pero fallo cuando el Fusami cerró como defensa de Souji. ‒ ¡Que malo eres! ‒ Para represalia de Chizuru.

Él también estaba adolorido, pero tanto como ella. El que estaba tan avergonzado era él. Pero no podía estar así siempre ahora que están casados. Aun así ver la visión pervertida e sádica de Chizuru era algo inesperado para él. ‒ Esto será más difícil de lo que creía, pero no en mal sentido. ‒ A él le fascino aquella noche que tuvieron. Y decidió silenciosamente en practicar el coqueteo más seguido como nuevas bromas frotaban en su mente.