Hola hermosuras!
¿Cómo han estado? Yo andaba viajando en un lugar donde no entraba ni la más mínima gota de señal, estuve sin celular todo el tiempo. Lamento no haber actualizado antes pero soy culpable de demorarme mucho tiempo escribiendo cada continuación, si les digo una semana es poco y debo atender todas mis historias, así que lo siento. (Es mi culpa por sacar nuevos long fics sin terminar los anteriores) Bueno, no importa, acá les traigo otro CAP. ¡Disfrútenlo!
— ¿Crees que ellos piensen en nosotros? –La muchacha detuvo el plumero en el aire para ver al dios que se encontraba sentado en su gran y escalofriante silla de cráneos y huesos rotos.
— ¿Le soy sincera? –Preguntó con cautela, a veces temía hablarle con toda libertad y pensaba mucho sus palabras antes de decirlas por miedo a que el demonio se enojará con ella.
— Es algo que me haría feliz. –Ella suspiró profundo, sonrió con tristeza para luego centrarse en los libros que estaban perfectamente organizados en el gran mueble del estudio.
— Su majestad, ellos no piensan en nosotros. No se le dedican pensamientos a un ser no amado. Gray nunca me amó y por su parte Mavis... — ¡Cállate! –Con el fuerte sonido proveniente del puño que le dio Zeref al escritorio la joven asintió y se concentró nuevamente en la limpieza.
— Si no hubiera nacido con oscuridad ella no se hubiera alejado de mi. –Lentamente la princesa bajó las escaleras de madera demostrando que ya había acabado su trabajo, con su mano hizo a un lado la cadena de su pie que se había logrado enredar impidiéndole el paso. — ¿Sabe? Eso no es del todo cierto. Gray no nació oscuro y aún así estaba enamorado de otra mujer cuando hice todo por él. La única verdad absoluta es que el amor incondicional no existe, la leyenda del hilo rojo es pura basura y los mundos más bien están regidos por conveniencia e interés.
— No puedes comparar a los humanos y a ustedes los kaminekos con nosotros los dioses. Nosotros somos inteligentes y gracias a nuestros poderes no escogemos el amor por ambición a cambio de los humanos. Tú me vendiste tu alma por alguien que no valía la pena, por un completo idiota. –La peli azul sonrió para dejar las escaleras de madera en su lugar lentamente, su cadena le hacía daño al caminar y era pesada.
— Tal vez no somos tan diferentes, usted eligió el mal mientras Mavis lo amaba, él eligió hacer su vida mientras yo tenía la tonta esperanza de que podía rescatarme de usted. –Los ojos rojos llenos de rabia se posaron en la joven peli azul. Antes de que pudiera decir algo en su contra Juvia se apresuró a hablar.
— ¿Puedo verlo? Ya termine de hacer todas las cosas que usted me pidió.
— ¿Por qué eres masoquista, Juvia? –La joven alzó sus hombros para finalmente sonreír. — Quiero ver que lo que hice valió la pena.
— Nunca vale la pena -La bola de cristal que se encontraba sobre la mesa empezó a brillar llamando la atención de esos ojos azules que ya no poseían brillo, ilusión o alegría. Vio a su humano abrazando a una peli roja, ambos esbozando una hermosa sonrisa, su corazón se comprimió y la oscuridad se expandió en él. Sin embargo no apartó la mirada en ningún momento, Juvia debía hacerse a la idea de que Gray estaba con otra persona y tenía que recordar cada acción, cada movimiento, casi cada respiración para no flaquear y jamás ser débil.
— ¡Ve a tu habitación, ahora!. –Zeref odiaba que su ser de luz se oscureciera y es que ella era tan parecida a Mavis que no quería que esa luz tan simular entre ellas desapareciera, sin embargo se divertía con el sufrimiento de las personas y una sonrisa se había formado con el dolor que Juvia sentía, con lo crédula que podía llegar a ser.
— Como ordene, su majestad. –La peli azul salió del lugar arrastrando la cadena que llevaba. Mordió su labio inferior y seco las lágrimas rebeldes que se habían atrevido a salir sin su consentimiento.
— Te odio Gray Fullbuster, te detesto con todas las fuerzas de mi corazón. –Declaró al pensar que él había realizado su vida, que no estaba buscándola, que no le había importado el sacrificio que ella hizo porque él fuera feliz.
Un año antes, planeta Nekov.
— Levántate, por favor. –Gray frunció el ceño al notar rápidamente que a comparación con las otras kaminekos que había conocido en esos pocos minutos en aquella sala elegante, ella no le daba órdenes, era respetuosa y siempre pedía el favor cuando se dirigía a él. Ese raro espécimen que estaba en frente de sus ojos era prácticamente todo lo contrario a lo que cada día de su vida se imaginó a como sería la chica que lo escogiera.
El Fullbuster rápidamente se levantó del suelo, desde sus piernas sintió un punzante dolor debido al golpe, los guardias no eran como los que conocía, los de la tierra eran mucho más flexibles con sus locuras, mientras que ese policía se había atrevido a golpearlo sin contemplaciones, debía pensar dos veces antes de hacer cualquier cosa. Al elevar su cuerpo irguiéndose al nivel de la princesa percibió otra vez aquella mirada penetrante sobre él, provenía de aquel kamineko de cabellos azules que estaba a unos cuantos pasos de distancia de Juvia.
Mientras que Jellal estaba reventándose de los celos el corazón de la Loxar latía fuertemente, estaba completamente asustada y no podía creer que al fin tuviera el privilegio de conocer a esa persona que había estado esperando durante toda su vida, aspiró nuevamente para estar segura que fuera él, tal vez podía cometer un error y eso era algo que podía perjudicarla, sin embargo el olor que emitía el humano era un deleite para todos sus sentidos, no podía equivocarse, era aquel hombre algo lengüilargo y extremadamente serio su otro lado del hilo.
— ¿Deseas caminar a mi lado? –La cara de sorpresa del Fullbuster le causó algo de gracia a la princesa, al muchacho siempre le dijeron que en la ceremonia de unión la Kamineko iba adelante imponiendo su poder, dominio y la pertenencia que ejercía sobre el humano. Pero en ese instante Juvia le estaba dando el permiso para caminar junto a ella. Su cabeza rápidamente se llenó de preguntas e ideas, ¿Acaso su actitud le permitía estar a su mismo nivel? ¿Acaso podía hablar con libertad y expresar sus pensamientos? Supo entonces que eso no tenía relevancia, pues de todos modos no iba a vivir mucho tiempo en ese lugar, Gray Fullbuster tenía como propósito escapar de Nekov y volver a la tierra para poner a sus padres a salvo, aunque no tenía muy en claro cómo hacerlo.
Con un ligero movimiento de su mano ella le indicó que caminará porque él se había quedado prácticamente paralizado, perdido en sus pensamientos. La joven al moverse provocó el sonido de su cascabel lo que despabiló al Fullbuster, vio el rostro de sus compañeros, algunos sentían envidia de él por lo dulce y buena que lucía la chica, ¿Caminar a su lado? Eso nunca les pasaría a ellos, ni en sus sueños, sin embargo él no quería estar allí, no se sentía orgulloso de caminar al lado de la futura reina, en esos instantes solo quería ser un chico normal que habitaba en la tierra.
Almendras, no podía equivocarse. Al caminar junto a ella pudo identificar que la princesa desprendía ese embriagante y deleitable olor. Volvió sus manos puños, una gran parte de su sentido común lo estaba traicionando, sabía que no podía encariñarse con la kamineko, no podía dejarse llevar por el sistema de opresión impuesto y por esa razón no se atrevía a mirarla, tenía miedo que su encanto logrará capturarlo y engañarlo.
Al caminar unos cuantos pasos se atrevió a mirar atrás, a todos los humanos que habían sido capturados de infantes y habían sido separados de su familia para vivir en aquel enorme castillo. "Ya no se cometerán más injusticias" pensó.
Suspiró hondamente, sus ojos se llenaron de luz al volver su mirada al frente y ver como dos chicas kaminekos con elegante uniforme abrían las grandes puertas, estas daban paso a un salón más pequeño que en el que se encontraban, pero con una decoración exquisita, llena de cuadros, esculturas y columnas de orden jónico y corintio.
La alfombra era tan suave que no se escuchaba ni un solo ruido proveniente de pisadas, las cortinas estaban a cierta distancia para que la luz clara no les molestara al caminar. Gray escaneó la habitación como si se tratara de una fotografía panorámica, rápidamente le llamó la atención que en cada uno de los cuadros perfectamente alineados en la pared habían Kaminekos, todas muy parecidas entre ellas. Al leer las firmas de los artistas se dio cuenta que ellas habían sido las antiguas soberanas del reino. Solo pudo reconocer a una muchachita rubia de todas las pinturas allí, en los libros que le habían obligado a leer en el castillo la nombraban con mucha frecuencia, podía jurar que se llamaba Mavis si no se equivocaba, la diosa de la vida.
Todas ellas se parecían físicamente, con algunos rasgos sobresalientes y el cabello muy similar, sin embargo el color rubio de las kaminekos cambiaba desde la cuarta generación. Vio la antepenúltima reina, una de cabello rosado y de expresión fuerte y amargada. Luego sus ojos se dirigieron al último cuadro, ella, la kamineko que lo había escogido como pareja. Con una sonrisa sutil y una belleza inexplicable, comparó a la joven con la diosa, se dio cuenta que poseían un ligero parecido, pero no entendía porque razón todas tenían el apellido diferente si se suponía que provenían del mismo linaje.
— ¿Gray? ¿Estás escuchando? –La voz de la peli azul lo arrancó rápidamente de sus pensamientos, él afirmó prontamente y vio a Natsu con la chica rubia sentado en una mesa que estaba en una esquina del salón.
— Entonces sigan por favor, debemos apresurarnos –Y el Fullbuster se sorprendió al ver a un kamineko hablándole, uno macho que también era un sirviente. Se inquietó de sobre manera de su existencia, no entendía cómo es que secuestraban a humanos para seguir su linaje si habían machos de su misma raza.
El muchacho caminó prontamente siguiendo el trayecto que le indicaban, todos los presentes hicieron una reverencia a medida que Juvia iba caminando, podía jurar que casi se desvivían por agradar a la joven que estaba a su lado.
— Lucy, felicidades, ya tienes una pareja. –Con amabilidad la kamineko meneó su mano para saludar a la princesa cuando llegó al borde de la mesa, por su parte Lucy le dio la espalda y fingió no haber escuchado ninguna palabra, el peli rosado abrió grandemente sus ojos al descubrir que su amigo había sido escogido, no disimuló la mirada que le dedicó a Juvia, simplemente tenía curiosidad de conocerla y darle fuerzas telepáticamente para que aguanta la personalidad testaruda que tenía su amigo.
— ¿Qué miras? –Con enojo la rubia golpeó a Natsu con su abanico en la cabeza, él hizo un puchero para enseguida cruzarse de brazos, empezaba a odiar ese abanico ya que había sido golpeado dos veces en la cabeza con ese artefacto.
Lucy puso toda su atención en el humano de edad avanzada frente a ella para tratar de soportar las ganas que tenía de decirle cualquier improperio a la elegida al trono. Ese anciano sentado en la cabecera de la mesa era el encargado de que el evento saliera perfecto, como representante de la tierra, Makarov debía velar por el correcto comportamiento de sus humanos y al mismo tiempo tener el papeleo correspondiente para poderlo archivar.
Al terminar de firmar el papel que estaba en la mesa frente a ella, Lucy estiró prontamente su dedo como una niña mimada. Uno de los guardias se acercó prontamente a ella para cubrirle la ligera herida de su dedo con una cura. Se levantó e ignoró completamente las palabras que le dedicaba Juvia y ella rápidamente bajó la mirada con un ligero tono rosa en sus mejillas, estaba avergonzada porque fue prácticamente ignorada.
— Su majestad, es de mala educación no responder a una Kamineko que tiene un cargo jerárquico más alto que el suyo. –Jellal siempre estaba ahí para defenderla, no iba a dejar que la malcriada de su hermana la hiciera ver cómo una tonta sin carácter por querer desearle lo mejor.
— Cállese, ¿No conoce usted que es de mala educación dirigirse a una princesa sin que esta le dé el debido permiso? –Con sus ojos chocolate atravesó al sirviente de Juvia, la princesa sonrió y negó con la cabeza.
— No tiene importancia, Jellal. Por favor no te sobre esfuerces en vano –Makarov levanto prontamente su mirada para saber que era lo que estaba sucediendo, casi como si lo que estaba pensando fuera visible por medio de su expresión el peli negro gruñó.
— ¿Su majestad está segura? –Con gran sorpresa el anciano casi tartamudeó sus palabras señalando a Gray, negó con la cabeza e inmediatamente puso sus manos en la nuca imaginándose una catástrofe.
— Estoy muy segura. –Afirmó con delicadeza mientras esperaba que Jellal le corriera la silla y así poderse sentar. Makarov rápidamente le dedicó una mirada de advertencia a Gray, él peli negro no dudó en devolvérsela, en ese instante comenzó una guerra de miradas. El Fullbuster conocía tanto a Makarov que claramente sabía lo que una simple mirada significaba, como un chico rebelde sonrió y luego vio a Juvia para aclararle que no dejaría su actitud rebelde así ella fuera la mismísima reina.
Sin poder hacer gran cosa, Makarov sacó dos hojas y se las pasó a ambos respectivamente.
— Diligencien este documento, es uno de los comprobantes de su unión. - "Acta de matrimonio" leyó en voz alta el peli negro, mordió su labio inferior y cerró fuertemente los ojos pidiendo fortaleza proveniente de algún lugar.
Juvia notó la actitud del joven y trató de fingir que no era consciente de ello, sabía que Gray no deseaba estar con ella, sonrió con tristeza para luego tomar la pluma de oro que Makarov le brindaba. Puso su nombre en los espacios y firmó con la convicción de que algún día podían amarse, que era normal su actitud por ser unos desconocidos y que daría absolutamente todo de ella para enamorarlo.
Gray inducido por la presión que ejercía la mirada de Makarov sobre él, tomó una pluma y diligenció todos los datos para finalmente firmar después de tortuosos segundos de dudarlo.
— Ahora estiren sus dedos –Dos kaminekos se acercaron prontamente a ellos, el peli negro aguantó el grito que quería salir de su boca cuando la aguja atravesó su piel.
— Pon tu sangre allí –Makarov le señaló el lugar en la hoja y formalizó su matrimonio arreglado con la peli azul cuando estampó una gota de su sangre en ese papel.
— Perdóneme por lastimarla, princesa.
— Está bien –Con delicadeza el kamineko puso la pistola en el dedo de la chica, la joven cerró uno de sus ojos demostrando su dolor y finalmente colocó el dedo en el papel, inmediatamente le atendieron la herida mientras que Gray imaginó por un solo segundo a Erza en el lugar de Juvia. Sabía mejor que nadie que si no hubiera sido un chosen one estaría con ella, aunque estaba seguro que hubiera esperado unos años para casarse.
— Felicidades – Susurró Makarov y entonces le regaló la última mirada de advertencia a Gray para luego ver cómo ambos jóvenes se iban.
— Oh Mavis, ¿Qué diablos estás planeando? –Susurró para sí mismo el anciano.
Al salir del castillo Gray vio el suelo transparente que solo mostraba el vacío y en este muy lejos una llama naranja que resplandecía, por instinto dio un paso hacia atrás para luego ver como con ternura ella lo animaba. — Ven, no tengas miedo, así es este planeta. Sé que pronto te acostumbrarás.
Negó con la cabeza sabiendo que era totalmente injusto que él tuviera que adaptarse solo por ella, no era un camaleón, ni mucho menos un pedazo de carne con el cual podían traficar. Extrañaba su tierra, el aire era mucho más pensado en Nekov, los edificios y las personas también era totalmente diferentes.
— Princesa, el carruaje real está listo, el lugar es seguro y la segunda princesa Heartfilia dice que tiene calor y que se apresure o la dejara. –Cada vez que Jellal hablaba de Lucy lo hacía con frustración, Gray valientemente dio un paso al frente verificando que el suelo si era transparente pero que era bastante firme y sin más preámbulos caminaron al transporte.
— Siga, su majestad. –Jellal le hizo una reverencia ofreciéndole su mano, ella la tomó para poder entrar al automóvil con su gran vestido, se acomodó en la silla más grande y cómoda, esa que quedaba frente a Lucy y su pareja Natsu Dragneel.
Gray sin gracia o elegancia alguna entró al auto y se sentó al lado de ella. Natsu sonrió grandemente al ver a su mejor amigo.
— Ya no seremos compañeros de habitación, pero si de castillo. Seremos familia ¿No estás emocionado? –Gray alzó sus hombros sin darle mucha importancia a la situación, la Heartfilia sonrió con sarcasmo para luego lanzar uno de sus cabellos atrás.
— No somos familia de esta gente. Esa mujer no tiene mi misma sangre. –La Loxar calló para luego poner su atención en Gray, la rubia puso su abanico en su boca demostrándole que no hablaría y entonces cuando Jellal se subió en la parte delantera del vehículo este arrancó para empezar a planear por las autopistas aéreas del planeta.
— Estás autopistas fueron creadas hace veinte años por...— ¿Puedes bajar la voz? A nadie le importa la aburrida historia de este planta. –la kamineko rubia sabía que no aguantaba el tono de voz de Juvia, Gray frunció el ceño, con una mala mirada heló a Lucy ya que empezaba a molestarle la actitud de la muchacha.
— ¿Qué le pasa? –Se atrevió a preguntar para luego ver cómo la peli azul jugaba con sus dedos evitando una respuesta, para no pasar como una grosera suspiró. — Es una larga historia –Atinó a decir. — Luego te lo cuento.
— No te preocupes insignificante humano, yo te resumo la historia. ¡Ella me robo el trono! - Buscando respuestas los ojos grises se dirigieron velozmente a a Juvia ella negó con la cabeza en su defensa.
— En casa te lo contaré todo –Con una gran sonrisa Natsu intentó romper el ambiente de tensión. — ¿Y a qué horas comemos?
La princesa de cabello azul sonrió para luego desviar la mirada y ver por la ventana como si jamás hubiera pasado por ese lugar antes.
— ¿Quién es ese? ¿Por qué me mira mal? –Susurró Gray señalando a Jellal, Juvia vio a su amigo para sonreír e inmediatamente negar con la cabeza.
— Es mi mejor amigo, mi guardaespaldas. Tal vez creíste que te estaba mirando mal, pero él tiene un semblante serio, casi igual que el tuyo. Es un buen kamineko, estoy completamente segura que se van a llevar muy bien. –Y los ojos de Jellal se cruzaron por un momento con los de Gray por medio del espejo, supieron entonces que jamás se llevarían bien o al menos los dos poseían una actitud a la defensiva.
— Prepárense, estamos a punto de llegar. –Gray se sorprendió de lo rápido que se movilizaron y sus cuerpos ni siquiera sintieron la velocidad a la que iban, al detenerse el vehículo la primera en bajar fue Lucy, Gray estaba a punto de reírse en la cara de Natsu, se lo advirtió con anterioridad y ahora tenía que aguantarse a la kamineko más caprichosa de toda Nekov.
— No digas una palabra, idiota. No debe ser tan malo como parece. –Y entre ellos hablaron para que las chicas no los escucharon, un gran silbido salió de la boca de Natsu al ver la inmensidad, hermosura y elegancia del castillo, llevó sus ojos por todo el lugar tratando de no perder ni el más mínimo detalle. Las murallas que rodeaban el castillo eran altas y fuertes, además el jardín tenía figuras de animales que nunca habían visto en la tierra.
Gray aún no podía creerlo, estaba completamente seguro que el karma no existía, pero que le haya tocado como pareja a la que sería la próxima reina era un total desastre y más porque no podía escaparse, mucho menos con semejantes medidas de seguridad, sería imposible que una aguja se moviera sin que se supiera. Maldijo en ese instante su suerte y es que debía planear muy bien su escape si no quería ser atrapado como la última vez.
Numerosas kaminekos salieron al jardín para su encuentro, haciendo un camino de honor, al llegar a la entrada una kamineko líder hizo una reverencia.
— Bienvenidos. Es un gusto conocerlos. –Los dos jóvenes contestaron el saludo mientras veían el lujo que les rodeaba. Al erguirse la joven se acercó a las chicas para hablar con voz clara. — Princesas su madre dejó instrucciones claras, las dos deben ir a sus respectivas habitaciones y concretar la unión, los invitados las esperan. –En ese instante el corazón del peli negro se detuvo, contrario a su mejor amigo que esbozó una sonrisa pícara para contener toda la emoción que estaba sintiendo. "Voy a dejar de ser virgen" Repetía una y otra vez en su mente como una especie de canción.
— ¿Dijo algo más? ¿Estará en la fiesta? –Y en ese instante Gray pudo notar que la voz de Juvia temblaba, no tenía del todo claro si era por lo que la unión representaba o por aquella madre que en ese instante le dio curiosidad de conocer.
— Dijo que tal vez no alcanzaría a llegar y por tanto dejo todo en sus manos. –Lucy gruñó casi demostrando su inconformidad por saber que Juvia siempre era la que se hacía cargo de todo.
— Quiero a cinco, no a ocho de ellas que me ayuden a vestir. Las llamo cuando sea el momento. –La rubia se retiró tomando la izquierda y perdiéndose en uno de los muchos corredores que tenía el castillo. Natsu intentando controlar su emoción se fue casi dando saltos tras ella.
— ¿Y usted, heredera? ¿Cuánta ayuda necesita? –La joven negó con la cabeza para luego sonreír. — Juvia quiere alistarse sola. Tal vez Gray necesite ayuda para vestirse.
— ¿Está Segura?
— En el caso de que necesite ayuda se lo comunicará enseguida. Gracias por su preocupación. Con su permiso. –Pasando saliva el joven siguió a la chica, mirando a su alrededor intentaba familiarizarse con lo que sería su casa temporal, no podía negar el gran temor que recorría cada milímetro de su cuerpo, nunca pensó que este momento llegará tan pronto.
Al llegar a una gran escalera, la peli azul alzó su vestido para subir despacio y con elegancia. Al arrivar al segundo nivel volteó a ver a Gray para verificar que la siguiera.
— La primera planta le pertenece a Lucy, la segunda a mi hermanita Wendy y a nosotros, así que trata de no estar mucho en el primer piso. A veces Lucy puede llegar a ser tan histérica como ella sola.
— ¿Qué queda allá? –Intentando alargar lo más que podía el momento de entrar a esa habitación se atrevió a preguntar en dirección contraria a donde iban.
— Esa es el ala del castillo de Wendy, pero luego haremos un recorrido por el castillo y te mostraré a Teru.
— ¿Quién es Teru? –La joven sonrió para ver con un cierto brillo en sus ojos al peli negro. — Es la criatura más fantástica de todo Nekov.
El muchacho la detuvo en seco al ver que ya habían llegado a su destino y que ella estaba a punto de girar la perilla — ¿Estás segura que no quieres mostrármelo ahora?
— No hay tiempo, madre dijo que la fiesta comenzaría en aproximadamente una hora y a la reina no le gusta faltar a su palabra. Debemos vestirnos adecuadamente para la ocasión, ¿Tienes algún traje en tu equipaje? –Gray negó de inmediato, no tenía la ropa adecuada para la situación, ya que se trataba de una fiesta real.
— Jellal, dile a nuestro diseñador que consiga el mejor traje, por favor. –Gray volteó a ver al peli azul que se encontraba tras ellos, con los nervios de la situación había olvidado completamente su presencia.
— Como ordene. –La joven abrió la gran puerta para mostrar su enorme habitación. — Este será nuestro lugar hasta que me coronen. –La sorpresa del muchacho fue grande, la habitación que más bien parecía una mini mansión era tan enorme que no entendía para que tanto lujo. Camino lentamente, vio el baño con una gran bañera, un gran espejo y acabados detallados.
Mientras el Fullbuster examinaba el lugar, Jellal no se reservó las ganas de hablar con la peli azul, la tomó del brazo para luego mirarla con ternura y honestidad.
— Sabes que si no estás segura de esto puedes gritar, yo mismo te rescataré no importa cuántas leyes quebrante y no me interesa en lo más mínimo si voy a la cárcel por esto. –La joven asintió, en un corto abrazo suprimió las inseguridades que estaba sintiendo para luego separase de él y sonreír.
— No es necesario, sabes que él es mi otro lado del hilo, el elegido para mí. –Y aunque el joven kamineko se estaba muriendo por dentro por las palabras de su amada, asintió y le mostró con sus manos el camino a su habitación.
— Buena suerte –Susurró, para luego desboronarse cuando ella ya no lo estaba viendo, lentamente con ayuda de la pared llegó hasta el piso para ver hacia arriba. Se obligó a reponerse, sabía desde que Wendy nació que no tenía ni una sola oportunidad con la princesa y eso era lo que más le dolía, se levantó del suelo y caminó a su habitación, era consciente que no quería escuchar nada de lo que sucediera allí adentro.
Juvia había entrado en la habitación cerrando la puerta tras de sí, por varios minutos se había quedado viendo al chico que inspeccionaba el lugar, era apuesto, bastante serio y con un hermoso cabello. Automáticamente su cola color azul se empezó a mover de un lado a otro con emoción, siempre lo hacía de una manera involuntaria cuando veía algo que en realidad le gustaba.
— ¿Te gusta? –Preguntó cuando se dio cuenta que él había visto cada rincón.
— Es demasiado ostentoso, hay un jacuzzi en tu balcón. ¡Algo innecesario! –Aunque la casa era genial, quería demostrar de cualquier forma su inconformismo.
— Yo también lo creo, ¿Imaginas cuántas personas podrían vivir en este lugar? No sé que tanto sabes de Nekov pero no es tan bueno como te lo hacen creer, hasta que todos tengan un techo donde poner su cabeza y un pan que comer tres veces al día no estaré tranquila. –Un gran silencio se apoderó de la habitación, lo que decía no lo hacia para agradar a su pareja, eso era lo que pensaba y uno de sus ideales para implementar en su gobierno. Gray se sorprendió al ver que no era una chica egoísta del todo y que pensaba en las personas. Tal vez si la persuadía podría cambiar la ley de los chosen one.
— Creo que ha llegado el momento. –Con su voz muy baja, se atrevió a hablar, mordió su labio inferior en sinónimo de nerviosismo. Él sintió como el aire a su alrededor desaparecía súbitamente, no se sentía psicológicamente preparado para lo que iba a suceder después.
— Si quieres usar el baño. –Gray negó con la cabeza demostrando que estaba bien, menos mal tenía un correcto control de su sistema urinario, de otra forma ya hubiera mojado sus pantalones de el gran vacío que sentía en su estómago.
— Bien, entonces iré yo -Lentamente la joven caminó al baño para escabullirse dentro de él, suspiró profundo con mucho terror, estaba completamente asustada y se vio en el gran espejo de pared. Su piel lucia tan pálida como la pared del baño y se dio unas suaves cachetadas en el rostro para volver a adquirir color y darse la fuerza necesaria.
— Deja de temblar, Juvia. –Se obligó a ser fuerte, al terminar sus palabras se quitó su vestido con algo de dificultad, el diseño no era uno con muchos artefactos, sin embargo estaba tan aterrada que sus movimientos eran sumamente torpes. Al verse completamente desnuda en el espejo un ligero suspiro se escapó de su boca. Su mayor temor era no agradarlo con su cuerpo y no se sentía capaz de seducirlo, no tenía ni la menor idea de que hacer.
Sus domésticas la habían ayudado en la mañana alistándola, habían hecho todo tipo de tratamientos de belleza en ella y aunque ya estaba lista físicamente su corazón latía fuertemente demostrando que no estaba preparada psicológicamente.
Volteó a su derecha para tomar el corto vestido y su ropa interior que colgaba de un gancho, su atuendo previamente preparado por su diseñador de modas personal, con cautela tomó la pequeña prenda interior con arandelas, nunca se había puesto una braga tan corta y reveladora. Cerró los ojos completamente avergonzada y respiró hondamente para ponérsela.
Cubrió sus pechos con un elegante sostén que poseía piedras preciosas y finos diamantes en el borde. Al moverse su cascabel sonó reflejando la luz que emitía su prenda. Rápidamente puso su vestido negro con moños y un suave material en el borde de la falda. Inquieta se bajo el vestido ya que le quedaba bastante alto, pero si se lo bajaba para cubrir sus piernas sus pechos quedaban al descubierto.
Gruñó en frustración y se acomodó nuevamente el vestido, se puso sus medias de ligero con motivos de gato para luego pintar sus labios de un color llamativo y que la hacía ver mucho más seductora. Se volteó para ver por el espejo cómo lucía por detrás y cerró sus ojos con sofoco, la mitad de su cola era visible, se arrepintió de no haber objetado acerca de su vestido cuando lo vio.
Llevó las manos a su cuello para apretar su cascabel y lentamente tomó el adorno de su cabello para retirarlo, teniendo especial cuidado con sus orejas se lo quitó por completo para ver cómo las ondas de su cabellera azul se liberaban y le llegaban a la altura de la cola.
Respiró profundo cuando se acercó a la puerta, tímida y con un notorio sonrojo se asomó para que su pareja la viera, Gray que estaba al borde de la cama tuvo que desviar rápidamente la mirada a otra parte, nunca en su corta vida había visto a una mujer o en su defecto kamineko con tan poca ropa y mucho menos tan hermosa como la que tenía al frente.
Rápidamente el Fullbuster puso las manos en su rostro cubriéndose sus ojos y gran parte de sus mejillas, no se atrevía a mirar de nuevo por miedo a la reacción que su cuerpo había tenido. Sus instintos habían reaccionado ante la belleza natural que poseía su chica, con tristeza Juvia vio su atuendo pensando lo peor, en su mente se posó la idea de que a Gray no le había gustado su cuerpo.
"Valor, Gray" Se exigió, algo retraído retiro muy despacio sus manos para poder ver a la chica que ya no estaba en su lugar, con su mirada rápidamente la buscó, pero tuvo que seguir su sentido del oído para saber que estaba en una esquina de la habitación, alejada. Se había puesto una bata y se estaba abrazando.
— Lamentó no haberte gustado –Susurró para sentarse en uno de los sillones de la habitación. Gray completamente culpable negó rápidamente con la cabeza, sabía que a veces podía llegar a ser cruel, mal hablado y defender sus ideas hasta la muerte, sin embargo no soportaba ver a las chicas mal o hacerlas llorar.
— No es eso, yo-solo...es que mira, no te conozco, no quiero que las cosas sean de esta manera. Tú eres...tu cuerpo...estás bien. –Como un jet llegó al sillón para sentarse con cautela a su lado, buscó entre su ropa un pequeño pañuelo para brindarle a la joven, endureció su mirada prontamente y maldijo en su mente por haber hecho llorar a Juvia el primer día en el que se conocieron, no había sido su intención y pensó que las kaminekos eran mucho más fuertes y no lloraban por tonterías.
— ¿Me dices la verdad? –Su mirada bajo a los pechos de la kamineko para luego verla y escuchar atentamente lo que tenía que decir.
— Claro que sí, solo creo que deberíamos conocer al menos que color es nuestro favorito, iremos a la cama siendo unos perfectos desconocidos.
— Yo también creo que todo esto es muy apresurado. –Y la leve llama de la esperanza se encendió, Gray podía convencerla para que nada sucediera esa noche.
— Somos prácticamente unos extraños, tal vez deberíamos posponer la marca hasta que no sentamos preparados. –Apoyó Gray, debían convencerse mutuamente que esperar era lo mejor para ambos. Era muy lógico, cuando sintieran amor el uno por el otro pasarían a ser uno en un acto con consciencia, ella quería hacerle entender que no estaba usándolo, en realidad lo que más deseaba es que fueran la mejor pareja en Nekov, que se amaran verdaderamente.
— Bien, Iremos lento, experimentando el amor, entonces cuando los dos se sientan preparados...Bueno, ya sabes...pasará lo que tenga que pasar. –El joven sonrió, lo pensó por unos instantes, pero era lo mejor. No quería jugar con ella porque sabía que ese paso iba a ser uno muy importante para los dos y no quería hacerlo cuando claramente no podía quitarse a Erza de la cabeza.
— Al ver qué no tenemos las marcas se darán cuenta en seguida. –Refutó, cuando Mavis les dio una segunda oportunidad a la raza de los kaminekos para procrear, hechizó a los que estaban destinados a estar juntos, a aquellos dos que compartían un único hilo rojo. Al tener su primer encuentro sexual en las muñecas de cada uno aparece el nombre de la persona destinada para ellos.
— Tengo todo bajo control. Debemos hacer un trato. El secreto de ambos, recuerda que no podemos revelarle esto a nadie o nos castigarían con severidad, hasta podrían ejecutarte por esto. ¿Entiendes? –Y aunque su mente deseaba ser fuerte y combatir contra su propio destino, no entendía la razón porque no podía despegar sus ojos de las blanquecinas y largas piernas de la kamineko.
— Es lo más razonable. –Atinó a decir después de que el cascabel sonara al Juvia ladear su cabeza de una manera adorable.
— Así ambos podrán conocerse, en el momento que ambos puedan decirse un te amo sincero y que las tres lunas de Nekov sean testigos de la veracidad de nuestros sentimientos podremos consumar nuestra unión. –Gray se rió incrédulo, casi lastimando los sentimientos de la princesa.
— ¿Por qué te ríes? –Preguntó bajando sus orejas en un acto involuntario.
— Juvia, nosotros jamás nos amaremos. Este matrimonio es arreglado y tus cuentos de hadas solo son un comodín para alejarte de la realidad, ¿Además que palabras ridículas son esas?. –inconscientemente la Loxar vio al suelo, sin poderle sostener la mirada a Gray que en esos momentos la poseía fuerte y algo cruel.
— Tienes razón, la poseía no es lo mío. –Con una sonrisa intentó disfrazar el pánico que recorría sus venas a una velocidad increíble, nunca pensó que fuera tan difícil entablar una conversación con su pareja y más porque él no estaba cooperando para llegar a un mutuo acuerdo.
Con prontitud se levantó de la cama y caminó algunos pasos para subir el tapete que sobresalía de una esquina, se arrodilló suavemente en el piso siendo cuidadosa de no mostrar de más con su corto vestido. Gray cruzó sus brazos, sus padres siempre le habían enseñado que debía tratar a las mujeres con delicadeza y sobre todas las cosas ser muy cuidadoso con sus palabras ya que eran extremadamente sensibles, pero para él ella no era una mujer, era una kamineko responsable de arruinar su vida.
Los ojos grises del joven vieron el momento preciso en el que Juvia elevó una de las tablas de madera del suelo para sacar una tinta y un fino pincel de un escondite secreto.
— Durante años me documenté sobre el tema, encontré una tinta que imita con perfecta similitud la marca que queda en la muñeca después de intimar. Dura algunos días por tanto es indispensable repasarlo cuando el efecto de vaya borrando. –El Fullbuster suspiró aliviado, su temor más grande al convertirse en un chosen one era claramente esa noche, estar con alguien que no amaba ni conocía era simplemente nefasto para él.
— ¿Crees que nos van a creer? –Con una agraciada sonrisa asintió para erguirse y volver a su lugar en la cama. — Soy la próxima reina, la niña buena. Nadie desconfiaría de mi.
Estaba dispuesto a correr el riesgo que fuera necesario con tal de no estar unido con la kamineko, con desconfianza reviso velozmente cada rincón de la habitación para cerciorase de que no fuera una trampa. Tenía mucho sentido lo que la princesa le decía, tal vez tenían eso en común, estaban asustados de que su relación fuera tan rápida que no pudieran controlarla y vivirla como si fueran seres normales.
— Entonces, paso uno. Fingir –Susurrando esas palabras se subió encima de la cama, con sus manos invitó al peli negro para que se le uniera. El chico ladeó su cabeza intentando comprender, pero antes de que pudiera seguir dudando sintió como ella lo halaba tomando sus manos fuertemente.
De nuevo se sentía extraño al hacer contacto con ella, sentía algo tan inusual al rozar su piel que era totalmente contrario a lo que sentía con Erza. Le siguió la corriente para acabar con la situación prontamente, vio entonces como con una dulce sonrisa Juvia saltaba en la cama, una y otra vez dando brincos sin parar.
— Esto es estúpido. –Susurró el Fullbuster, ella negó con su dedo índice para seguir jugando, se sentía libre, feliz, juraba que en ese momento si podía saltar muy alto alcanzaría el cielo.
— Solo vive el momento, no seas aburrido. –El joven saltó en la cama al mismo tiempo que Juvia, al estar totalmente agitado se sentó en la cama y la ayudó a detenerse mientras ella reía con dulzura.
— Gime de dolor –Susurró. Gray obediente hizo lo que ella le pidió, para luego hacerlo ella.
Y dando su aprobación la princesa pensó que era suficiente, lentamente sacó un pincel para tomar la muñeca de Gray. Con delicadeza la joven comenzó a pintar suavemente su nombre en la muñeca, con fina caligrafía y sin cometer ningún error. En su muñeca izquierda escribió Juvia y en la derecha dibujó el Loxar.
Gray se concentró en Juvia, en sus orejas que quería acariciar, sin embargo se quedó completamente quieto dejando que ella se apoderara de su libertad poniendo su nombre en aquellas muñecas.
— ¡Bien! ¿Qué te parece? –Al terminar mostró su obra de arte al muchacho, él asintió, no sabía cómo era la letra, pero confiaba en ella.
— Tiene que funcionar –Convencido se quedó viendo sus muñecas, sonrió, Juvia le empezaba a caer bien por ser una persona que lo entendía y que estaba dispuesta a ser paciente, además de escuchar sus ideas.
— Ahora sigo yo. –Al escribir su nombre sonrió porque le había quedado perfectamente. — ¿Fullbuster con doble L? –El muchacho afirmó y ella con maromas escribió su apellido con la mano con la que no tenía mucha destreza.
— ¿Cómo te parece? –Con orgullo la chica mostró sus muñecas, él asintió para luego soplar la tinta y así lograr que esta se secara.
— ¡Dioses! –La chica de repente recordó un detalle.
— ¿Qué sucede? –Preguntó con miedo el joven. — No, no te alarmes. Solo es que debemos besarnos, cuando te ponga las pulseras en la fiesta y creo que debemos practicar para ser más creíble que ya estuvimos juntos.
— Bien.
La princesa se acercó lentamente hasta que los dos quedaron frente a frente, Gray no dudó en pasar toda la saliva que tenía en la boca debido a lo atemorizado que se encontraba, llevó su mirada al suelo ya que no podía sostenerle la mirada a la peli azul. No era la primera vez que daba un beso, pero en esos momentos se sentía como si no tuviera conocimiento alguno.
— Solo tres segundos. –Aclaró Gray. No era su estilo.
El Fullbuster no se movió, solo esperó que ella hiciera todo, sabía que él no iba a ser capaz de actuar. Ela por su parte aferrada cerró los ojos y con un poco de aceleré se precipitó, al no poder ver lo único que consiguió fue golpearse con la nariz de Gray.
El muchacho se tocó su nariz para asegurarse de que ella no se la hubiera roto.
— Perdón, por favor. No quería golpearte. –Demasiado avergonzada y sintiéndose tonta trató de acariciar la cara de Gray.
— Estoy bien, tranquila. –el oji gris levantó la cabeza en un acto reflejo, al darse cuenta que la sangre no salió, volvió a poner la cabeza al frente. — Nunca lo había hecho, lo siento.
Gray suspiró con desgane, le tomó suavemente la barbilla para admirar esas mejillas rojas llenas de bochorno.
— Tienes que hacerlo lento. –La chica abrió los ojos al notar la cercanía del muchacho, sus pupilas se dilataron volviendo sus ojos completamente negros. — Solo cuando hayas unido tus labios puedes cerrar los ojos, ve en dirección contraria al otro y solo roza tus labios. –Él también cerro sus ojos, su corazón se paralizó cuando rozó los labios de la princesa, suavemente se separó para luego apoderarse tiernamente del labio inferior de la kamineko.
— Fueron cinco segundos. –Murmuró apenada la joven para sonreír y mirar los labios del muchacho.
— Tus ojos cambiaron de color. –La princesa sonrió para acercarse a Gray. — Reaccionan a todo aquello que me roba el aliento. –E intentándolo ella, le robó un beso para luego levantarse rápidamente.
— Cámbiate, debemos estar listos para la fiesta.
— ¿Eso fue una orden? –Preguntó indignado el pelo negro. De repente un golpe en la puerta les paralizó el corazón a ambos de lo fuerte que había sido. — Juvia, soy yo. ¡Abre la puerta! –La princesa se volvió blanca como un papel en dos segundos, Gray frunció el ceño al ver su reacción. — ¿Quién es?
— Es la reina. –Dijo entre tartamudeos, Juvia podía jurar que su tensión se había desplomado hasta los suelos, tenía tanto miedo que hasta Gray podía percibirlo.
— Nos va a descubrir. –Dijo entre lágrimas.
Bien hermosuras, fin del capítulo. Esperen por la continuación. Tranquilos que las dudas se resolverán a medida que avance la historia. Voy a responder sus sexys reviews.
Doramassilvi: Hola! Gracias por tu review, en realidad Gray se comportara como idiota, pero pondrá de su parte para que funcione la relación, espero que te guste el CAP, te mando un beso y un abrazo psicológico, bye.
Melz1512: Holis :3 Waaa gracias por tus palabras, Yayp puse a Juvia como princesa, pero su dulzura jugará en su contra. Gray se hará amar sea como sea y espero que este CAP haya sido de tu agrado, muchas gracias por tu review, te mando un beso y un abrazo psicológico, bye.
Lala. Tempestad: Hola hermosura! Debo aceptar que extrañaba tus reviews, bien el comienzo es algo extraño pero ya sabrás porque Juvia llegó a meterse en problemas, ha vendido su alma. Gray es un tonto, pero muy pronto caerá en cuenta que ella es lo mejor para él o al menos intentará que todo vaya bien. Tengo pensado en escribir la continuación de esa historia pero no me fluye, solo tengo 500 palabras escritas, algún día lo escribiré, lo prometo.
Guest: Hola! Gracias por tu review, acá está la Conti que te debía, espero que sea de tu agrado :3
Airyzz00: Holis! Waaa me encanta que chosen te haya encantado, tengo cierto amor por esa historia porque bueno fue algo que salió de mi imaginación, la dulzura e ingenuidad de Juvia jugará en su contra, mientras que Gray tendrá que afrontar sus pensamientos y todo lo que hizo. Gracias por amar la forma en la que escribo, sabes que mejoró cada día con tal de ser más clara y precisa. Espero seguir siendo una de tus autoras favoritas, me encanta. Te mando un beso y un abrazo psicológico, bye.
Lymar Vastya: Holis! Aquí la seguí, espero que te haya gustado y si, pobre Natsu, Lucy le hará un poco la vida a cuadritos. Gray tendrá sus momentos, pero no será del todo malo. Te mando un beso y un abrazo psicológico, bye.
Natt Night: Holis! Todos odian a Gray, si tienes sus razones pero puede llegar a ser tan odioso como el solo, ya luego se le pasara. Gracias por leer y por tus palabras, en serio te amo. Si, tendrá Lemmon, pero en su momento. Por decisión mutua quisieron esperar, entonces los dos tendrán que renunciar a su trato para estar juntos. Gracias por tu review súper gráfico, te mando un beso y un abrazo psicológico, bye.
Lia: Hola! Sip, Gray está súper obsesionado con Erza, no sabe de lo que se está perdiendo. Gray falto a su voto de pureza, pero un besito no le hace daño a nadie, Lucy solo está reventada, pero eso lo veremos en el siguiente capítulo. ¿Por qué despareciste? Extrañaba demasiado tus reviews, espero que te haya gustado este CAP, te mando un beso y un abrazo psicológico, bye.
Nole-chan: Hola! Si, hace mucho no me dejabas review lo que me duele, bueno neee (a quien engaño). Primeramente me encanta que te encante la segunda parte, Jajajaja todos están locos, pero tienen sus razones, odiaran a Lucy por un buen rato, espero que te haya gustado este CAP. Te mando un beso y un abrazo psicológico, bye.
Princesadeakatsu: Hola! Lamento haberte hecho esperar demasiado, gracias por leerlo, espero que este CAP haya sido de tu agrado. Te mando un beso y un abrazo psicológico, bye.
KassfromVenus:Hola! Gracias por dejar un review, me encanta que te intrigue porque aún hay muchas cosas que revelar, te mando un beso y un abrazo psicológico, bye.
